Tesis San Marcos.pdf - Repositorio Digital-UPS

8 ago. 1990 - liga el apego a unos formatos con la fidelidad a una memoria, y la ...... Barrios o Zonas, 2ª Edición, Editorial Universitaria, Quito, 1965. .... Para 1860 existían las siguientes calles o carreras: Nueva Granada, Venezuela, ...... jugaba de forma parecida al béisbol, pero con la mano y una pelota hasta acumular.
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D E D I C A T O R I A

A dos seres queridos quienes contribuyeron con esta ardua pero posible tarea, y brindaron todo el apoyo emocional para su realización. Y aunque uno de ellos ya no está presente entre nosotros, su ejemplo y enseñanza perdurará por siempre en nuestra mente y corazón.

1

A G R A D E C I M I E N T O

A nuestros padres y hermanos, quienes de una u otra manera contribuyeron con la culminación de nuestra carrera profesional. A los moradores y ex moradores del barrio San Marcos, por su confianza y ayuda para la realización del presente proyecto. A nuestros amigos y seres queridos, con quienes compartimos inolvidables experiencias. Y a Dios, por dotarnos de fuerza y sabiduría para alcanzar nuestra meta.

2

ÍNDICE Pág. INTRODUCCIÓN

9

OBJETIVOS DEL PROYECTO

16

MÉTODO Y METODOLOGÍA

17 CÁPITULO 1:

LA COMUNICACIÓN EN EL ESPACIO CULTURAL Y SU APORTE EN EL DESARROLLO LOCAL Introducción

20

1.1. COMUNICACIÓN

22

1.1.1. Origen y Definiciones

22

1.1.2. Proceso y Elementos

24

1.1.3. Teorías de la Comunicación

26

-

Teoría Funcionalista

27

-

Teoría Estructuralista

27

-

Teoría Crítica

28

-

Tendencias Latinoamericanas

29

1.1.4. Escuelas Básicas: Chicago, Frankfurt, y Palo Alto 1.2. CULTURA

31 34

1.2.1. Origen

34

1.2.2. Interpretaciones

35

a) Tradicionalista

35

b) Militarista

36

c) Mercantilista

36

1.2.3. Definiciones

37

1.2.4. Características

39

1.3. IDENTIDAD

39

1.3.1. Concepto

39

1.3.2. Características

41 3

1.3.3. Funciones: locativa, selectiva, integrativa

42

1.3.4. Enfoques: esencialista, culturalista, primordialista,

42

subjetivista, constructivista y relacional 1.3.5. Tipos de Identidad

43

a) Identidades individuales b) Identidades sociales o colectivas: Identidades internas y externas 1.3.6. Usos

44

1.4. CULTURA E IDENTIDAD DESDE LA COMUNICACIÓN 1.4.1. Cultura y Comunicación

44 44

-

La Comunicación entendida culturalmente

44

-

La Cultura desde el punto de vista comunicacional

45

1.4.2. Identidad y Comunicación

46

1.4.3. Cultura e Identidad

48

1.4.4. Cultura Mediática y Crisis de Identidad

49

1.5. LA COMUNICACIÓN EN EL DESARROLLO LOCAL

52

1.5.1. Desarrollo y Desarrollo Local o Regional

52

1.5.2. Comunicación y Desarrollo

55

1.5.3. La Participación Comunitaria

57

1.5.4. El Rol de la Comunicación Alternativa

59

1.6. GESTIÓN DE PROYECTOS DE COMUNICACIÓN

62

PARA EL DESARROLLO 1.7. REFLEXIÓN DEL CAPÍTULO

66

CAPÍTULO 2: MEMORIA, PATRIMONIO E IDENTIDAD Introducción

70

2.1. MEMORIA Y ORALIDAD

73

2.1.1. Culturas Orales

73

-

Cultura Oral Primaria

74

-

Cultura Oral Secundaria

74 4

2.1.2. Lenguaje y Oralidad

74

-

Lenguaje

74

-

Oralidad

76

-

Tradición oral, símbolo y signo, mito, rito

78

2.1.3. Memoria Histórica

86

-

Memoria

86

-

Historia Oral

87

-

Memoria Histórica

88

2.1.4. Memoria Oral 2.2. PATRIMONIO

90 91

2.2.1. Concepto

91

2.2.2. Tipos de Patrimonio

93

-

Patrimonio Histórico

94

-

Patrimonio Natural

94

-

Patrimonio Cultural: Tangible e Intangible

95

2.2.3. El Museo como Espacio de Presentación del Patrimonio

101

-

Los objetos

102

-

Clasificación de los Museos

103

2.2.4. Las Ciudades y los Centros Históricos como parte del Patrimonio

103

2.2.5. Tiempo histórico y Conciencia Patrimonial

105

2.2.6. Patrimonio y Participación Social

106

2.2.7. Difusión del Patrimonio

107

2.2.8. Gestión y Conservación del Patrimonio en el Escenario Actual

108

2.3. IMPORTANCIA DE LA MEMORIA HISTÓRICA EN EL

112

PROCESO DE IDENTIDAD 2.4. MEMORIA ORAL, PATRIMONIO E IDENTIDAD Y SU

117

APORTE EN LA SOCIEDAD 2.5. REFLEXIÓN DEL CAPÍTULO

120

5

CAPÍTULO 3: DIAGNÓSTICO SOCIODEMOGRÁFICO – CULTURAL E INVESTIGACIÓN DE CAMPO Introducción

124

3.1. QUITO: DESARROLLO HISTÓRICO Y URBANO

126

3.1.1. Origen incaico

126

3.1.2. Fundación Española

129

3.1.3. Quito en el siglo XVII

134

3.1.4. Quito Republicano y Siglo XVIII

137

3.1.5. Geografía de la Ciudad

142

3.2. EL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO

144

3.3. BARRIO SAN MARCOS

147

3.3.1. Reseña Histórica

147

-

Origen y fundación

147

-

Ubicación y límites

148

-

Población y Clases Sociales

150

3.3.2. Topografía y Estructura Urbana

151

-

Calles y Quebradas

3.3.3. Casas y Edificaciones Antiguas

154 167

-

Iglesia, Casa Parroquial y Plaza de San Marcos

169

-

Monasterio del Convento de Santa Catalina

172

-

Casas de Personalidades

180

-

Museos y Centros Culturales

184

-

Instituciones y Fundaciones

190

3.3.4. Manifestaciones Culturales del Barrio

196

-

Costumbres y Vida cotidiana

197

-

Fiestas y Celebraciones

209

-

Juegos y Lugares de Recreación

214

-

Familias de Prestigio

218

-

Personajes: actividades y oficios

220

6

3.4. REFLEXIÓN DEL CAPÍTULO

228

CAPÍTULO 4: PROPUESTA COMUNICATIVA 4.1.SÍNTESIS DE LA PROPUESTA

231

-

Localización

231

-

Duración

231

-

Objetivo

232

-

Beneficiarios

232

4.2. CAMPAÑA COMUNICACIONAL 4.2.1. Diseño del Plan de Campaña

232 234

-

Título

234

-

Idea Central

234

-

Lema o Slogan

235

-

Razón de ser de la Campaña

235

-

Duración

236

-

Intensidad

236

-

Recursos

237

-

Fuentes de financiamiento

240

4.2.2. Estructura

240

4.2.3. Acciones de Comunicación

241

4.2.4. Productos Comunicativos

244

-

Afiches

245

-

Trípticos

249

-

Libro Impreso

252

-

Video

253

7

CAPÍTULO 5: EVALUACIÓN DE LA CAMPAÑA 5.1. PARTICIPACIÓN DE GRUPOS BENEFICIARIOS

276

EN LA GESTIÓN DEL PROYECTO -

Colegio Técnico Virgen del Consuelo

276

-

Colegio Artesanal Dora Isella

276

-

Habitantes de la Calle Junín

277

5.2. ENCUESTAS A GRUPOS BENEFICIARIOS

277

5.2.1. Colegio Técnico Virgen del Consuelo

278

-

Informe de resultados 5.2.2. Colegio Artesanal Dora Isella

-

Informe de resultados 5.2.3. Habitantes de la Calle Junín

-

279 280

Informe de Resultados CAPÍTULO 6: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

6.1. CONCLUSIONES

283

6.2. RECOMENDACIONES

285

6.3. ESTRATEGIAS DE CONTINUIDAD

287

6.4.FACTORES DE RIESGO

287

BIBLIOGRAFÍA

291

ANEXOS

298

8

I. INTRODUCCIÓN Considerando que la identidad cultural no sólo proviene de instancias representadas por los gobiernos, medios de difusión masiva, movimientos políticos y sociales, etc., sino también de otros grupos particulares, integrados por amigos, sindicatos, colegios profesionales, grupos barriales, entre otros, hemos seleccionado este tema centrando nuestra investigación en uno de los barrios del Centro Histórico de Quito como es el barrio San Marcos, que a pesar de constar en la historia como uno de los barrios más tradicionales de la ciudad, por su importancia y riqueza histórica y artística, la información y difusión sobre él es mínima. De ahí que planteamos la elaboración de una campaña comunicacional que permita recuperar la memoria histórica de un barrio tradicional de la ciudad de Quito, por cuanto el barrio, después de la familia, “es el espacio y poder menor donde se construye una comunidad que se esfuerza por fortalecer un sentido de pertenencia, por establecer comunidades de comunicación que se autoprotegen en forma de subculturas, buscando condiciones propicias para el desarrollo de una identidad personal y colectiva”1. Para contribuir en la formación de comunidades de comunicación consideramos necesario la participación de la gente, entendiendo que la participación no hace referencia solamente a la presencia activa de las comunidades beneficiarias, sino también a la comunicación y presencia del equipo gestor o ejecutor; de ahí la importancia de abrir canales nuevos y efectivos de participación social y comunitaria. En este contexto, la comunicación es un eje fundamental, no la simple información y transmisión de decisiones, sino básicamente la aplicación de un proceso dialógico, que genere participación ciudadana en el ejercicio y construcción de su palabra, “un proceso que articulado al desarrollo aporte a su construcción, acudiendo para ello a medios e instrumentos sistemáticos de la investigación y la planificación”2. 1

CARRIÓN Fabián, y otros, La Gerencia y Los Nuevos Escenarios Sociales N° 4, 1ª Edición, AFEFCE, Quito 2001. Pág. 126 2 CONTRERAS, Adalid, Imágenes e Imaginarios de la Comunicación-Desarrollo, 1ª Edición, Editorial Quipus, Quito, 2000, Pág. 17.

9

Y precisamente el presente trabajo investigativo se basa en un encuentro dialogal con el otro, pues no nos remitimos a recoger y divulgar información que contienen los libros sino lo más importante, a entablar diálogos con la gente, a ir más allá, a comunicar, transmitir, inspirar, brindar esperanza, abrir nuevos temas y nuevas agendas, donde los mensajes tengan eco, resonancia y redundancia y lo más útil tener contacto directo y permanente con la comunidad. De ahí que el campo de estudio de nuestro trabajo de fin de carrera consista en la recuperación de la memoria histórica de un barrio del Centro Histórico de Quito, para lo cual es necesario adquirir conocimientos sobre algunos conceptos que nos proporcionen una visión total sobre la problemática de la identidad cultural, que a propósito se ha debilitado en nuestros días, y una recopilación de información sobre el barrio San Marcos. Así, en el Capítulo 1, punto inicial de nuestra tarea investigativa, nos aproximaremos al conocimiento básico de tres conceptos elementales: comunicación, cultura, e identidad, términos a partir de los cuales se tejerán las otras temáticas a tratar, y se relacionarán el desarrollo local y la gestión de proyectos. Sobre el término comunicación, abordaremos su origen, proceso y elementos que intervienen en el acto comunicacional como: fuente, emisor, mensaje, canal o medio, perceptor, y destino. Así como también los modelos que por mucho tiempo se concibió la comunicación, como el modelo clásico tradicional, y el modelo del hombre EMIREC. Nos referiremos a las teorías y escuelas que aportaron con la construcción y desarrollo de la comunicación; en el primer caso, describiremos las teorías: funcionalista, estructuralista y teoría crítica, pero también las tendencias latinoamericanas y los aspectos que contribuyeron con el proceso de investigación comunicacional. Sobre las escuelas realizaremos una breve reseña de la Escuela de Chicago, de Frankfurt y de Palo Alto, desarrolladas a la par que las teorías de la comunicación.

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Respecto a la cultura, consideraremos también su origen, que va desde una percepción hegeliana donde la cultura se define como el acto de cultivar, hasta una percepción más materialista que la entiende como una totalidad. Explicaremos brevemente las 3 interpretaciones que en torno a la cultura se han dado como: la interpretación tradicionalista, militarista y mercantilista, así como algunas definiciones que varios autores han planteado sobre ella, y otros rasgos que la caracterizan. Acerca de la identidad, partiremos de algunas de sus concepciones básicas, características y funciones como: locativa, selectiva, e integrativa. Haremos mención de los 4 enfoques que se le atribuyen: enfoque esencialista, culturalista, primordialista, subjetivista, constructivista y relacional. De los tipos de identidades como: identidad individual y colectiva, y dentro de ésta última las identidades internas y externas, para concluir con los usos de la identidad. Conocidos los conceptos de comunicación, cultura e identidad, podremos pasar a relacionarlos entre sí. En primer lugar, relacionar la comunicación con la cultura, determinando la mirada que cada una tiene respecto de la otra, y viceversa; y por otra, determinar la relación entre comunicación e identidad, así como entre cultura e identidad. Lo anterior nos permite ubicar estos tres conceptos y su relación en el escenario actual, el mismo que por sus constantes cambios y transformaciones, ha influido en su desarrollo y permanencia, conllevando a formar la mal llamada cultura mediática y una crisis de identidad. Nuestro siguiente punto de análisis comprende un estudio más amplio de comunicación y su relación con el desarrollo, para lo cual partiremos de una concepción de desarrollo, particularmente de desarrollo local, y de su contribución con el desarrollo nacional. Explicaremos por qué es importante que la comunidad participe o se involucre en él, a través de qué medios, no necesariamente de tipo masivo, sino otros que permitan de forma más accesible la intervención de la gente, esto es, a través de los medios alternativos.

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Concluiremos el capítulo con el estudio de la gestión de proyectos de comunicación para el desarrollo. Nos referiremos a algunos conceptos de gestión y proyecto, y los relacionaremos con la comunicación y el desarrollo. Sellaremos esta primera parte con una aplicación del capítulo, reflexionando los temas tratados en esta sección, y considerando su aporte en la construcción del tema de nuestro proyecto. En el Capítulo 2, apoyaremos nuestro estudio en tres conceptos a referir: memoria, patrimonio e identidad. Para abordar la memoria, y dentro de ella, la memoria histórica y oral, nos referiremos, en primer lugar, al tema de la oralidad, partiremos de un elemento macro denominado cultura, particularmente la cultura oral de la cual se nutre, expondremos algunas de sus definiciones, y su clasificación en cultura oral primaria y secundaria. Para el caso de nuestro proyecto, fundamentaremos el análisis en la cultura oral primaria, por ser un tipo de cultura basada en la palabra hablada, carente de todo tipo de escritura e impresión. Como la palabra hablada se deriva del lenguaje, realizaremos un ligero estudio sobre él, lo relacionaremos con la lengua, y analizaremos una de sus formas más antiguas y humanas de expresarlo: la oralidad, que junto a la escritura, constituyen los dos modos distintos de producción del lenguaje. Dentro de la oralidad o relato oral, nos referiremos a los elementos que le componen como son: la tradición oral, el símbolo y signo, el mito y el rito. Con este preámbulo podemos aproximarnos a los conceptos de memoria histórica y memoria oral, nos basaremos en una de las definiciones de memoria, considerada como un proceso de reinterpretación del pasado, es decir, recurriremos a la historia, daremos algunas definiciones de historia oral y otras de la memoria propiamente; y como la memoria es la raíz de la historia oral, partiremos de ambas, que juntas y combinadas, darán lugar a la formación de la memoria histórica, sobre la cual también mencionaremos algunas concepciones. Pero la Memoria Histórica para perdurar a través

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de los siglos, necesita ser transmitida o verbalizada, esto es, a través de la memoria oral, del que igualmente haremos un acercamiento. Nuestro segundo punto de análisis tiene que ver con todo lo que concerniente al Patrimonio, como herencia individual y colectiva. Iniciaremos este estudio con algunas percepciones sobre este importante legado, haremos referencia a los tipos de patrimonio: histórico, natural y cultural, y dentro de éste último, el patrimonio cultural tangible e intangible. Abordaremos, además, el lugar que por muchos años ha servido de espacio y presentación del patrimonio, y que a su vez, ha transmitido y prolongado su existencia; se trata de una institución conocida con el nombre de Museo, explicaremos su importancia y definiciones, los elementos que comprende, particularmente los objetos, que por su carácter simbólico, son considerados como los guardianes de la memoria colectiva. De igual manera, consideraremos una pequeña clasificación de los museos en: museo de arte, de historia, de ciencia y técnica, etc., entre los más importantes. Otro punto a tratar en esta sección, tiene que ver con las ciudades y los centros históricos como parte del patrimonio, para explicar esta temática recurriremos al ejemplo de nuestro país, declarado hace unas décadas, por las Islas Galápagos y por la ciudad de Quito, como Patrimonio Natural y Patrimonio Cultural de la Humanidad, respectivamente. Relacionaremos el Tiempo Histórico y la Conciencia Patrimonial, expondremos por qué es importante que la gente se involucre y participe en la defensa y protección del patrimonio, bajo qué medios de difusión. Igualmente, reflexionaremos sobre la trascendencia que posee la Gestión y Conservación del Patrimonio en el escenario actual, recalcando las instituciones que la dirigen y la participación del sujeto. El tercer punto a tratar tiene que ver con la Memoria Histórica como elemento esencial de la identidad, relacionaremos ambos conceptos por confluir en un mismo escenario

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denominado ciudad, sitio donde acontece el cruce de memorias, y sobre el cual haremos algunas precisiones conceptuales, considerando dos de sus componentes: el centro histórico y el barrio, como lugares de construcción de identidades. Finalmente, relacionaremos la Memoria Oral con el Patrimonio e Identidad. Al referirnos a la memoria como parte y soporte del patrimonio, no nos referiremos únicamente al conjunto arquitectónico, como monumentos o esculturas antiguas, sino a los recuerdos transmitidos por vía oral por generaciones, y que también deben ser considerados como parte de los bienes patrimoniales. Respecto a la relación entre memoria oral, patrimonio e identidad, relacionaremos los tres conceptos, enfatizando su importancia como elementos conformadores de identidad y el papel que cumplen en el sistema educacional, en la sociedad y en la integración del individuo en su entorno. Ultimaremos el capítulo a través de una reflexión, sintetizando los temas tratados y relacionándolo con nuestro proyecto de investigación. Para el Capítulo 3, sustentaremos nuestro análisis en el estudio de tres áreas a definir: el Desarrollo Histórico y Urbano de la Ciudad de Quito, del Centro Histórico y dentro de él, el barrio San Marcos, basado en documentos escritos y en testimonios orales de habitantes antiguos que por años han transmitido la Memoria Histórica y Cultural de su pueblo, y de historiadores y personajes que conocen de Quito y de este tradicional barrio. Para abordar el Desarrollo Histórico y Urbano de la capital, recurriremos a la historia y origen de la ciudad, desde su origen incaico y fundación española, atravesando los siglos desde la época colonial y republicana hasta la era actual; en cada etapa reseñaremos el desarrollo poblacional y topográfico de la urbe, y la influencia y costumbres españolas. Con estos antecedentes será posible estudiar la segunda parte del capítulo, el Centro Histórico de Quito, área reconocida por su belleza y arquitectura histórica, a nivel nacional e internacional. Y dentro de él, realizar un diagnóstico sociodemográfico y cultural del barrio San Marcos, que concierne a nuestro tercer tema de análisis.

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Sobre él nos referiremos a su origen histórico, origen, fundación, ubicación, límites, datos antiguos y actuales sobre la población y clases sociales; abordaremos la topografía y estructura urbana, refiriendo las calles y quebradas que le atraviesan; las casas y edificaciones antiguas del sector, hoy convertidas en museos, centros culturales, instituciones y fundaciones, al servicio de la sociedad; y finalmente aludiremos las manifestaciones culturales que caracterizan al barrio, en lo que respecta a su contenido social y simbólico como: costumbres y vida cotidiana, fiestas y celebraciones, principales juegos y lugares de recreación, familias de renombre que vivieron en el barrio y que de una u otra forma contribuyeron con él, y varios personajes antiguos, populares y actuales, unos destacados, en antaño, por su manera de ser o actuar, y otros, reconocidos ahora por su oficio. Concluiremos el capítulo reflexionando y sintetizando los temas tratados, relacionándolo con el propósito del presente proyecto de investigación. En el Capítulo 4, sintetizaremos nuestra propuesta comunicativa, nos referiremos a la localización del proyecto, duración, objetivos y grupo beneficiario; a algunos conceptos de campaña, a su diseño, estructura, y a las acciones y productos comunicativos que utilizaremos como herramientas de promoción y difusión de nuestro mensaje, que consiste en promover la recuperación de la memoria histórica del barrio San Marcos, y fortalecer la identidad cultural de los estudiantes y habitantes del sector. En el Capítulo 5, realizaremos la evaluación de la campaña aplicada a un porcentaje de habitantes de la calle Junín, y a los estudiantes de los colegios Virgen del Consuelo y Dora Isella. En esta sección resumiremos los resultados obtenidos y el impacto conseguido. Ultimaremos el presente trabajo con las respectivas conclusiones y recomendaciones sobre la gestión del proyecto realizado, relacionándolo con algunos de los conceptos expuestos a lo largo de los capítulos. Añadiremos las estrategias que consideramos factibles para dar continuidad al proyecto, y algunos factores de riesgo que inicialmente planteamos, influirían en la realización del mismo.

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II. OBJETIVOS DEL PROYECTO a) Objetivo General Realizar una campaña comunicacional en el barrio San Marcos, ubicado al noreste del Centro Histórico de Quito, mediante la utilización de instrumentos de promoción y difusión que fomentarán la recuperación de la memoria histórica y el fortalecimiento de la identidad cultural personal y colectiva de los estudiantes y habitantes del sector. b) Objetivos Específicos OE1: Realizar un diagnóstico sociodemográfico y cultural del barrio San Marcos, así como un diagnóstico situacional sobre estudios y/o proyectos anteriores referentes a la recuperación de la memoria histórica y cultural del barrio San Marcos, a través de: entrevistas, encuestas, recopilación de información en libros, revistas, etc., o en instituciones relacionadas al proyecto, con el propósito de adentrarnos en la problemática y sustentar nuestra propuesta. OE2: Elaborar material impreso y audiovisual, tomando como base la información recopilada en la fase de diagnóstico, con el fin de dar a conocer el mensaje central de nuestra propuesta: recuperar la memoria histórica del barrio San Marcos y fortalecer la identidad cultural. OE3: Presentar los productos comunicativos a la comunidad del barrio San Marcos, por medio de reuniones con el grupo beneficiario, para promocionar y difundir el mensaje de la campaña que consiste en recuperar la memoria histórica del barrio y propiciar el fortalecimiento de la identidad cultural.

16

III.

MÉTODO Y METODOLOGÍA a) INVESTIGACIÓN APLICADA: Se realizó un diagnóstico sociodemográfico y cultural del barrio San Marcos y un diagnóstico situacional, sobre estudios y/o proyectos anteriores referentes a la recuperación de la Memoria Histórica y Cultural de este tradicional sector del Centro Histórico de Quito. A través de entrevistas realizadas a moradores, ex moradores, historiadores y personas conocedoras del tema, se recopiló información sobre la historia del barrio, topografía y estructura urbana, así como sobre su arquitectura y manifestaciones culturales. Una vez ordenada y procesada la información y datos obtenidos, se procedió a diseñar, elaborar, imprimir y editar los respectivos productos comunicativos como: afiches, trípticos, libro guía y video.

b) EDICIÓN Y PRODUCCIÓN DE MATERIAL IMPRESO Y AUDIOVISUAL: En esta fase se elaboraron afiches, trípticos, libro guía y video, como instrumentos de promoción y difusión del mensaje central de nuestra propuesta comunicativa: recuperar la memoria histórica del barrio San Marcos y fortalecer la identidad cultural de sus habitantes. Para el diseño e impresión de afiches se consideraron los espacios que dieron origen al tradicional barrio de San Marcos, como son: su iglesia y parque, y su principal eje vial, la calle Junín. Respecto al diseño e impresión de trípticos, también se tomó como referencia la iglesia, parque y principal eje vial del sector, agregándose información adicional sobre su reseña histórica, calle Junín, casas y edificaciones, lugares relevantes. Sobre el diseño e impresión del Libro Guía, se distribuyó en cuatro capítulos: el primero

17

Acerca de la edición y producción del video, tiene una duración de 12 minutos. Todo este material impreso y audiovisual fue de suma importancia para promocionar y difundir el objetivo de nuestro proyecto, así como para llegar de manera didáctica a dos centros educativos secundarios, ubicados en el barrio. c) PRESENTACIÓN Y VALORACIÓN DE PRODUCTOS A LA COMUNIDAD: La presentación y valoración de productos comunicativos a la comunidad del barrio San Marcos, como acciones para promover la participación del grupo beneficiario en la promoción y difusión de la campaña y, para propiciar el fortalecimiento de la identidad cultural.

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CAPÍTULO 1: LA COMUNICACIÓN EN EL ESPACIO CULTURAL Y SU APORTE EN EL DESARROLLO LOCAL

19

INTRODUCCIÓN En el presente capítulo, punto inicial de nuestra tarea investigativa, nos aproximaremos al conocimiento básico de tres conceptos elementales: comunicación, cultura, e identidad, términos a partir de los cuales se tejerán las otras temáticas a tratar, y se relacionarán el desarrollo local y la gestión de proyectos. Sobre el término comunicación, abordaremos su origen, proceso y elementos que intervienen en el acto comunicacional, como: fuente, emisor, mensaje, canal o medio, perceptor, y destino. Así como también los modelos que por mucho tiempo se concibió la comunicación, como el modelo clásico tradicional, y el modelo del hombre EMIREC. Nos referiremos a las teorías y escuelas que aportaron con la construcción y desarrollo de la comunicación; en el primer caso, describiremos las teorías: funcionalista, estructuralista y teoría crítica, pero también las tendencias latinoamericanas y los aspectos que contribuyeron con el proceso de investigación comunicacional. Sobre las escuelas realizaremos una breve reseña de la Escuela de Chicago, de Frankfurt y de Palo Alto, desarrolladas a la par que las teorías de la comunicación. Respecto a la cultura, consideraremos también su origen, que va desde una percepción hegeliana donde la cultura se define como el acto de cultivar, hasta una percepción más materialista que la entiende como una totalidad. Explicaremos brevemente las 3 interpretaciones que en torno a la cultura se han dado como: la interpretación tradicionalista, militarista y mercantilista, así como algunas definiciones que varios autores han planteado sobre ella, y otros rasgos que la caracterizan. Acerca de la identidad, partiremos de algunas de sus concepciones básicas, características y funciones como: locativa, selectiva, e integrativa. Haremos mención de los 4 enfoques que se le atribuyen: enfoque esencialista, culturalista, primordialista, subjetivista, constructivista y relacional. De los tipos de identidades como: identidad individual y colectiva, y dentro de ésta última las identidades internas y externas, para concluir con los usos de la identidad.

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Conocidos los conceptos de comunicación, cultura e identidad, podremos pasar a relacionarlos entre sí. En primer lugar, relacionar la comunicación con la cultura, determinando la mirada que cada una tiene respecto de la otra, y viceversa; y por otra, determinar la relación entre comunicación e identidad, así como entre cultura e identidad. Lo anterior nos permite ubicar estos tres conceptos y su relación en el escenario actual, el mismo que por sus constantes cambios y transformaciones, ha influido en su desarrollo y permanencia, conllevando a formar la mal llamada cultura mediática y una crisis de identidad. Nuestro siguiente punto de análisis comprende un estudio más amplio de comunicación y su relación con el desarrollo, para lo cual partiremos de una concepción de desarrollo, particularmente de desarrollo local, y de su contribución con el desarrollo nacional. Explicaremos por qué es importante que la comunidad participe o se involucre en él, a través de qué medios, no necesariamente de tipo masivo, sino otros que permitan de forma más accesible la intervención de la gente, esto es, a través de los medios alternativos. Finalmente, concluiremos el capítulo con el estudio de la gestión de proyectos de comunicación para el desarrollo. Nos referiremos a algunos conceptos de gestión y proyecto, y los relacionaremos con la comunicación y el desarrollo. Sellaremos esta primera parte con una aplicación del capítulo, reflexionando los temas tratados en esta sección, y considerando su aporte en la construcción del tema de nuestro proyecto.

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1.1.COMUNICACIÓN 1.1.1. ORIGEN Y DEFINICIONES La comunicación se originó desde el mismo momento en que aparece el ser humano, por ello el hombre creó formas de expresar sus ideas, conocimientos y emociones (señales de humo, tambor, jeroglíficos, equipos, etc.) que lo relacionaran con sus semejantes. El concepto Comunicación es una traducción directa de la palabra angloamericana “Communication”, que desde un punto de vista superficial significa: procesos que pueden ser utilizados por los medios de información. Se deriva del latín Conmunis que significa Común. Cuando nos comunicamos estamos tratando de establecer una comunidad con alguien, nos proponemos compartir una información, una idea o una actitud. Debido a que son varios los aspectos bajo los cuales se puede enfocar la comunicación, consideraremos las definiciones más importantes que algunos autores establecen y que guardan afinidad con nuestro proyecto: La Comunicación es: -

Según H. Cooley, el mecanismo por medio del cual existen y se desarrollan las relaciones humanas, es decir, todos los símbolos de la mente junto con los medios para transmitirlos a través del espacio y preservarlos en el tiempo. Y según Harold Laswell, “un acto de comunicación entre dos personas es completo, cuando éstas entienden, al mismo signo, del mismo modo”3.

-

“Es el proceso de transmitir mensajes y compartir significados por medio de símbolos. La forma en que se interprete un mensaje varía de acuerdo con la cultura

3

MALETZKE, Gerard, Psicología de la Comunicación Social, 5ª Edición, Editorial Quipus, Quito, 1992. Pág. 21

22

de la persona y la experiencia individual, así como según el contexto y la situación en la que se da”4. -

Para Luis Ramiro Beltrán, es el proceso de interacción social democrática, basada en el intercambio de signos, por el cual los seres humanos comparten voluntariamente experiencias bajo condiciones libres e igualitarias de acceso, diálogo y participación.

-

A criterio de Antonio Pasquali, es la relación comunitaria humana que consiste en la emisión/recepción de mensajes entre interlocutores en estado de total reciprocidad.

-

La comunicación significa mucho más que medios de comunicación. Es una dimensión básica de la vida y de las relaciones humanas y socioculturales. “Es el reconocimiento de la existencia de actores que se relacionan entre sí dinámicamente, a través de medios o no, donde existe un UNO y OTRO, o varios OTROS, con quienes cada sujeto individual o colectivo establece interacciones objetivas y subjetivas”5.

-

“Es un ingrediente de toda actividad humana, por eso el fracaso del quehacer del hombre, sea en las tareas de desarrollo como en las de la política, cultura y educación, se debe a un fracaso en la comunicación”6.

-

“Es un derecho de todos los seres humanos, parte de la vida real de los sujetos, constituye un medio para el logro de metas del desarrollo humano, ello implica pensar la comunicación desde las culturas y formas de organización de la ciudadanía”7.

-

“Es una dimensión separable de la realidad social que se refiere a un tipo de relaciones sociales, basadas en el uso de signos y símbolos de complejidad diversa”8. Es un proceso que involucra no sólo lo lingüístico, sino también lo psicológico, antropológico, cultural, histórico, político, económico, legal, etc. Por ser el resultante

4

FERNÁNDEZ C, Carlos, y GORDON, Dahnke, La Comunicación Humana Ciencia Social, 1ª Edición, México, 1995, Pág. 185. 5 ALFARO, Rosa María, Una comunicación para otro desarrollo, 1ª Edición, Editorial Calandria, Perú, 1993. Pág. 27. 6 PROAÑO, Luis E, Comunicación y Política, 1ª Edición, Ediciones CIESPAL, Quito, 1989, Pág. 84. 7 CONTRERAS, Adalid, Imágenes e Imaginarios de la Comunicación-Desarrollo, Editorial Quipus, 1ª Edición, Quito, 2000, Pág. 72. 8 TORRICO, Erick, La Tesis en Comunicación, Bolivia, 1987, Pág. 20.

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de las necesidades del hombre, “la sociedad no puede existir sin comunicación, y ésta no puede entenderse fuera de un sistema social”9. 1.1.2. PROCESO Y ELEMENTOS Como todo acto comunicativo es un proceso, entendiéndose a éste como el conjunto de operaciones mentales, actitudes y acciones que se presentan en forma progresiva; en la comunicación, es la manera como ésta se realiza, es decir, los momentos o fases por los que atraviesa el mensaje, desde el instante en que sus elementos se originan en la fuente, hasta el momento en que ésta llega a su destino. La comunicación es un proceso que empieza cuando una persona siente la necesidad de comunicarse, de dar a conocer algo a otra persona a través de un medio de información; el interlocutor o receptor, a la vez que recibe el mensaje produce una respuesta o reacción que es emitida hacia el individuo inicial que transmitía la idea, y por acción del ciclo comunicativo invierte su rol, y ahora recibe el mensaje que el actual emisor ha enviado, es decir se cumple un proceso de retroalimentación, aspecto importante en la comunicación que permite al transmisor asegurarse de la corrección con la que el receptor interprete el mensaje. Ya desde la época de los griegos, Aristóteles señalaba tres componentes básicos de la comunicación: el orador, el discurso y el auditorio, que en el lenguaje moderno se conocen como emisor, mensaje y receptor. La forma clásica de representar estos tres factores esenciales es la siguiente: Quién

Qué

A quién

Comunicador

Mensaje

Perceptor

De acuerdo con la Retórica de Aristóteles, estos elementos son los siguientes: 9

CARRILLO, Jaime, y ENDARA, Beatriz, Comunicación Empresarial y Alternativa, 1ª Edición, Quito, 1990. Pág. 8.

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La persona

El discurso

La persona

que habla

que pronuncia

que escucha

Aunque tradicionalmente se ha concebido el proceso de comunicación de forma lineal bajo el esquema de Laswell (Emisor - Canal - Mensaje – Receptor), donde el receptor es un ente pasivo del proceso, pues se asume que asimiló la información; este modelo posteriormente fue reemplazado por uno nuevo, el modelo del Hombre EMIREC (EMI = Emisor y REC = Receptor), término acuñado por el canadiense Jean Cloutier, quien propuso que todo ser humano está dotado y facultado para ejercer y alternar las funciones de emisor y receptor; por tanto, tiene derecho a participar en el proceso de comunicación, el mismo que se dará en forma de un ciclo bidireccional y permanente. El modelo de comunicación que se desprende de esta concepción podría ser graficado de la siguiente manera:

EMIREC A

EMIREC B

Fig. 1. Modelo del hombre EMIREC (Tomado de “El Comunicador Popular”, Mario Kaplún, 1985)

Consideraremos a continuación los elementos que intervienen básicamente en el proceso de comunicación: -

Fuente: Es el hecho, persona o lugar que proporciona los datos, códigos y señales, que una vez procesados se convertirán en mensaje.

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-

Emisor o Comunicador: Es el encargado de volver a los datos, códigos o señales fácilmente comprensibles. Su papel es codificar o redactar el mensaje que más tarde será transmitido.

-

Mensaje: Es el contenido de la comunicación codificada. Se vale de la comunicación de persona a persona o de los diferentes medios de información.

-

Medios: Son los diferentes canales de transmisión o instrumentos por los cuales puede enviarse el mensaje.

-

Perceptor: Es el que reinterpreta o decodifica el mensaje del emisor, y que según su experiencia le permite codificar los signos, símbolos, señales y el ambiente socio cultural en el que se desenvuelve. El perceptor conocido como receptor en los modelos tradicionales de comunicación, era considerado el lugar en que terminaba la comunicación, cuando en realidad es el lugar donde comienza lo más importante del proceso comunicativo o donde ocurre el proceso mismo.

-

Destino: Descifrado el mensaje puede quedarse en el perceptor o expandirse hacia diferentes campos o niveles de acción de los individuos, es el objeto final de la comunicación. Su diferencia con el receptor es puramente racional, pues en la práctica se trata de un mismo fenómeno. Finalmente, para que la comunicación sea efectiva y alcance los resultados deseados, es necesario que el mecanismo o proceso señalado funcione en forma adecuada y produzca los efectos previstos, siempre y cuando el mensaje sea elaborado según la edad, idioma, sexo, educación, posición socio-económica y cultural, ideales, necesidades y experiencias de las personas que los recibirán y aprovecharán de él.

1.1.3. TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN Para nuestro estudio abordaremos las tres corrientes o teorías que han influido notablemente en la construcción del concepto y proceso de la comunicación, así como las tres escuelas básicas que aportaron a su desarrollo.

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1) Teoría Funcionalista Es la corriente con la que surgió la investigación de la comunicación. Su preocupación central tiene que ver con las funciones que desempeñan los medios de difusión en un sistema social, así como sus principales consecuencias, las mismas que suponen un análisis situacional de los mass media, de los contenidos difundidos, y de las audiencias. A ello se debe que esta propuesta se la conozca también como mediológica, pues se interesa en el estudio de los media y sus efectos. Según esta teoría, la comunicación tiene una forma lineal porque implica: un emisor, canal, mensaje y receptor; una relación entre emisor y receptor, un contexto en el que se produce la comunicación, y una serie de cosas a las que se refieren los mensajes. Charles Wright, uno de sus principales representantes, reflexiona acerca de la comunicación masiva y argumenta que se trata no sólo de un fenómeno normativo y repetitivo que lleva a cabo funciones básicas, sino de aquel elemento que dispone una organización. También propone una fórmula que amplía el paradigma de Harold Laswell: quién dice-qué-por qué canal-a quién-con qué efectos. Junto a Charles Wright figuran otros representantes como: Harold Lasswell, Paul Lazarsfeld, Wilbur Schramm, Bernard Berelson y David Berlo 2) Teoría Estructuralista “Deviene de las propuestas que hizo Ferdinand de Saussure respecto de la lingüística con referencia a la preponderancia del sistema, del entorno y de los signos independientes”10. Se preocupa especialmente de la significación, de sus niveles, modos y estructuras; en consecuencia, su objeto de estudio será el mensaje.

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TORRICO, Erick, La Tesis en Comunicación, Bolivia, 1987, Pág. 36.

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Sobre la comunicación, la considera como un espacio de interacción e interrelación entre emisor y receptor, entre los cuales existe una retroalimentación; la entiende también como un acto bilateral en que se producen nuevos significados, en el que todas las partes del sistema comunicativo actúan por iguales con posibilidad de retroalimentación, es decir, el acto de producir y reproducir significados nuevos hace la diferencia entre el funcionalismo y estructuralismo, por lo tanto, entre informar y comunicar. Los estructuralistas tratan de desarrollar los modelos para el análisis lógico de los relatos que nos ayuden a explicar las relaciones significantes. Entre sus representantes figuran autores como: Roland Barthes, Jakobson, Greimas, Gerard Genette, Umberto Eco, Abraham Moles y Noam Chomsky. 3) Teoría Crítica Utiliza el marxismo como la base para formar una nueva teoría crítica, se identifica con el grupo de estudiosos del Instituto de Frankfurt, fundado en 1923. “La preocupación marxista se dirige a la comprensión de las determinaciones macrosociales de los fenómenos”11. Esta corriente tiene como función analizar los orígenes de las teorías en los procesos sociales sin aceptarlas de inmediato como hacían los empiristas y positivistas, se interesa por transformar el orden social, y analizar temáticas propias de la sociedad de la época como: autoritarismo, industria cultural, y transformación de los conflictos en las sociedades altamente industrializadas. No se limita a describir y clasificar los datos, pretende hacer una valoración crítica de la propia elaboración científica; se propone el análisis crítico de la sociedad, en la que atribuyen un lugar estratégico a la cultura; se niega reducir los fenómenos

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Ídem, Pág. 38.

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culturales a un reflejo ideológico de intereses de clase, por lo que la reflexión se extiende al examen de la dinámica económica del capitalismo. Sus investigadores fueron, en la primera etapa: Max Horkheimer, Theodoro Adorno, Herbert Marcuse, Ernest Bloch, Walter Benjamín, Erich Fromm. Y en la segunda etapa, Jurgen Habermas, el miembro más destacado en los últimos años, quien afirma que la tecnología supone una amenaza para la cultura y la civilización, y solo una transformación radical de la teoría y la práctica social, curará a la civilización moderna de su enfermedad. Este autor expresa además que la Teoría Crítica debía descubrir y describir los orígenes sociales del conocimiento para lograr la emancipación de los seres humanos. Piensa que la industria de la cultura esclaviza a los hombres, y que la cultura de masas ofrece una cultura falsa. Considera que los medios de comunicación altamente desarrollados, sólo sirven para fortalecer barreras que separan entre sí a los seres humanos. Tendencias Latinoamericanas Son 2 las tendencias que han guiado la investigación comunicacional: la administrativa y la crítica, ambas refieren a modos diferentes de ver el mundo social y a formas y alcances de su conocimiento. La primera tendencia corresponde a la tradición clásica estructural-funcionalista. Se ocupa de mejorar la eficacia de los procesos comunicativos desde el punto de vista de las fuentes y emisores, y corresponde a la tradición clásica estructuralfuncionalista. La Tendencia Crítica en cambio, corresponde a la posición marxista, se distingue por cuestionar el orden capitalista, y por comprender a la comunicación como otro escenario de la lucha de clases.

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Aunque los antecedentes de la investigación comunicacional en América Latina se hallaron hacia mediados del siglo XIX, los trabajos más sistematizados cobraron mayor relevancia tras la fundación, en 1959, del Centro de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina (CIESPAL), con sede en Quito y dependiente de la Fundación Friedrich Ebert, de Alemania. Con Luis Ramiro Beltrán (1983) se puede sostener que hasta la década de 1980, la investigación latinoamericana de la comunicación atravesó las siguientes etapas: - De 1810 a 1889: Con muy pocos trabajos realizados, referidos particularmente a la introducción de imprentas en ciertas regiones, a la descripción de algunas instituciones periodísticas, y a la catalogación de publicaciones periódicas o irregulares. - De 1890 a 1950: Los temas se refieren a la solución de la libertad de prensa, la censura, legislación específica, el papel de la prensa en la sociedad y las reflexiones sobre los nuevos medios. - De 1951 a 1960: Se incorporaron nuevos temas: historietas (comics), revistas, libros, índices de lecturabilidad, noticia internacional, opinión pública, relaciones públicas, marketing, escuelas radiofónicas, televisión, etc. - De 1961 a 1980: Los trabajos siempre con influencia estadounidense, se refieren al análisis de forma y contenido de publicaciones periódicas, al estudio de audiencias, al de radio y televisión educativas, y al de vinculación entre comunicación y desarrollo. En Latinoamérica por las transformaciones comunicativas han surgido más que en ningún otro contexto mundial implicaciones políticas de la investigación sobre la comunicación. En algunos países se han puesto en marcha políticas de comunicación emancipadoras o algunos proyectos en este sentido; pero la experiencia ha demostrado que tales políticas no son suficientes, si se entienden limitadas al uso emancipador de los grandes medios de comunicación de masas. De allí la importancia de crear nociones como comunicación participativa y/o alternativa, reivindicación de los medios de comunicación social no masivos, o no técnicos, etc.

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1.1.4. ESCUELAS BÁSICAS: DE CHICAGO, FRANKFURT, Y PALO ALTO Son tres las escuelas que han interpretado el proceso de comunicación, como apoyo para entender y definir su concepto. a) Escuela de Chicago Desde 1910, la comunicación en los Estados Unidos está vinculada al proyecto de construcción de una ciencia social sobre bases empíricas. La Escuela de Chicago es su centro, la misma que tiene su origen en el periodo entre guerras y sigue las pautas del funcionalismo. La supremacía de esta escuela durará hasta las vísperas de la Segunda Guerra Mundial El campo de observación privilegiado por esta escuela es la ciudad como “laboratorio social, con sus signos de desorganización, marginalidad, aculturación, asimilación; la ciudad como lugar de la movilidad”12. Robert Park, unos de sus miembros más destacados, reflexiona sobre la ciudad como estado de ánimo, sobre la función asimiladora de los periódicos, sobre la naturaleza de la información, la profesionalidad del periodismo y la diferencia que los distingue de la propaganda social, o publicidad municipal. El enfoque de esta escuela se centra, además, en dos aspectos: en los efectos de los mensajes de los medios de comunicación y en el análisis de contenido; estudios que se hallan muy ligados a la propaganda para descubrir la mejor manera de influenciar a los públicos: ¿quién dice qué, por medio de qué canal, a quién, con qué efecto? Como esta escuela se interesaba por la funcionalidad del mensaje, no le importaba si existía una respuesta o retroalimentación entre los sujetos del acto comunicacional, lo que le interesaba era medir el impacto de los mensajes en la audiencia donde el 12

MATTELART, Armand y MATTELART, Michele, Historia de las Teorías de la Comunicación, 1ª Edición, Editorial Paidós, España, 1997, Pág. 24.

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emisor connota un poder sobre el receptor, resulta un modelo no útil para el proyecto porque la intencionalidad no es la de únicamente emitir mensajes. Aunque el pragmatismo ha marcado al conjunto de la Escuela de Chicago, ha influido sobre todo en Charles Cooley, quien precedió a Park en el análisis de los fenómenos y de los procesos de comunicación. b) Escuela de Frankfurt: Movimiento filosófico y sociológico fundado en 1923, asociado al Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt. Se extiende hasta el periodo de la Segunda Guerra Mundial. Era una escuela de inspiración marxista, su portavoz fue en principio Max Horkheimer, quien expuso la Teoría Crítica, aunque también figuran autores como T. Adorno y H. Marcuse. Esta escuela sostenía que el marxismo, al igual que cualquier otra doctrina, debía someterse a la crítica; y la sociedad moderna por estar aquejada de enfermedades, requería una transformación de la teoría y la práctica, más no emplear la tecnología como una solución, como había supuesto Marx. Por otra parte, afirmaba que las ciencias no están libres de valores, sino que conllevan supuestos implícitos cuya condición de valor está oculta por su evidente obviedad, y más bien debían exponerse a la crítica. El grupo de intelectuales que constituyeron la Escuela de Frankfurt creó una corriente de pensamiento denominada Teoría Crítica, que aunque inspirada en el marxismo también exigía la necesidad de someter a crítica sus principios fundamentales, al igual que todo tipo de doctrina. La Escuela Crítica tiene más influencia en Europa que en Estados Unidos. La investigación norteamericana sobre la cultura de masas se ha dividido en dos bloques: apocalípticos – que se oponen a la nueva cultura de masas, entendiéndola

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como un germen de descomposición - e integrados – donde la nueva cultura es el signo del progreso y de una mejor distribución social de los bienes de la cultura. c) Escuela de Palo Alto Comienza en 1942, impulsada por el antropólogo Gregory Bateson que se asocia entre otros con Goffman y Hall. Desviándose del modelo lineal de comunicación, “pone de relieve que la teoría matemática concebida por ingenieros de telecomunicaciones, debe reservarse para éstos, y que, la comunicación debe ser estudiada por las ciencias humanas a partir de un modelo que le sea propio”13; en esta visión circular de la comunicación, el receptor desempeña una función tan importante como el emisor. Los investigadores de la Escuela de Palo Alto intentan dar cuenta de una situación global de interacción y no sólo estudiar algunas variables tomadas aisladamente. Así se basan en 3 hipótesis: la esencia de la comunicación reside en procesos de relación e interacción, todo comportamiento humano tiene un valor comunicativo, y los trastornos psíquicos reflejan perturbaciones de la comunicación entre el individuo portador del síntoma y sus allegados. Estos investigadores se interesan por la gestualidad (quinésica) y el espacio interpersonal (proxémica) y muestran que las faltas de comportamiento humano son reveladoras del entorno social. La Escuela de Palo Alto se basa en la Teoría de Sistemas donde se plantea un estudio que incluye los procesos comunicacionales de los sujetos. Según esta escuela, lo verbal es un subsistema del sistema comunicacional al igual que la comunicación no verbal, en esta última se consideran desde las características físicas de los interlocutores hasta las condiciones del entorno.

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Ídem, Pág. 47

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1.2.CULTURA 1.2.1. ORIGEN La cultura, al igual que la comunicación, es un concepto muy amplio que puede ser entendido como un término de varios significados, debido a la variedad de conceptos y definiciones. La mirada inicial con relación al término cultura viene del acto de cultivar, que después adquirirá carácter ideológico, puesto que la noción de cultivar estará unida a modelos políticos dominantes. Desde esta perspectiva, la cultura es concebida como cultivo del espíritu, al podían llegar únicamente aquellas sociedades que estaban en un estadio de evolución superior y que habían alcanzado la cima de la civilización. Mientras que las otras sociedades se mantenían en estadios inferiores de evolución, en el salvajismo y la barbarie; por lo tanto, eran incapaces de tener cultura, peor aún de alcanzar la civilización. Los espacios de creación de la cultura, según esta visión son: la academia, la escuela, la universidad, las instituciones del Estado, los Ministerios de Cultura, los museos, las galerías, etc. La cultura se vuelve así un patrimonio elitista al que se accede solo mediante niveles de educación y formación intelectual. La noción de cultura fue empleada antes que la propia palabra cultura como tal. En la época de los griegos, la cultura se entendía como todos los valores, la sabiduría que el hombre culto transmitía. Desde la perspectiva aristotélica es vista como ese saber que permite al hombre discernir acertadamente acerca de todo. En la época medieval, la cultura se muestra subordinada a la teología y es definida con relación al culto de la religión hasta la llegada del Renacimiento, que abre nuevos horizontes culturales. En el Renacimiento, prevalece el concepto de “humanistas” que recoge la confluencia de cultura subjetiva y objetiva.

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En la cultura romana, ésta totalmente logró realidad propia dentro del hombre, los iluministas del siglo XVIII consideraban a la cultura como producto de la razón humana, se la entendía con relación a las costumbres, tradiciones, herencia social, pero por razones ideológicas se mantiene la concepción anterior, considerando a la cultura como una configuración del espíritu humano, como producto de la razón humana que forma todo el modo de vida de un pueblo. Posteriormente, la cultura comienza a ser vista con relación a diversos aspectos, como: costumbres, lenguaje, pensamiento, genio, carácter, familia y sociedad civil, y no es sino, una producción del espíritu propio de las sociedades civilizadas. Su concepto, que venía adscrito a la reflexión filosófica, va adquiriendo autonomía gracias a los aportes que hacían posible el nuevo desarrollo de las ciencias. La incorporación definitiva del término cultura (Kultur) se da en Alemania a partir de 1850, término que en adelante será usado en el sentido de totalidad, como algo que pertenece a un colectivo social, a un pueblo, a toda la humanidad. Esta nueva percepción de la cultura implica la caída de la visión hegeliana del espíritu, para abrirla a una percepción más materialista. 1.2.2. INTERPRETACIONES Hay 3 interpretaciones de la cultura: a) Tradicionalista Según este enfoque, la nación está compuesta por un conjunto de individuos unidos entre sí por lazos naturales de un espacio geográfico concreto y delimitado. No toma en cuenta las diferencias sociales de la población, identifica a la nación con los intereses de una clase, y todo lo somete a su predominio.

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A su criterio, la historia es el orden social impuesto por la vida; las políticas culturales se dirigen a la promoción del folclor, que recuerda lo que fuimos para oponerse a lo que podemos ser; y define el ser nacional como lo propio de nuestra tierra, de nuestra sangre y de las virtudes del pasado. Cualquier manifestación cultural que se aparte de este origen mítico, no es tomada en cuenta dentro de esta interpretación. b) Militarista Arranca de una identificación de la nación con el estado, a quien considera como un gran paraguas protector, un benefactor supremo que distribuye sus bienes. Se refiere a él como el lugar donde se alojan los grandes valores nacionales, que a través del orden armoniza las partes de la sociedad, soluciona los conflictos y le dan coherencia y unidad. De acuerdo con esta interpretación, la cultura respeta la tradición y el pasado, en tanto da coherencia al presente configurado por el estado. Sobre la política cultural, señala que ésta tiene un único fin: la permanencia nacional, equivalente a su vez, a la preservación del estado. Respecto a lo popular, le entiende como lo espontáneo en gustos, hábitos intelectuales, etc. No le interesa la intervención del pueblo para redefinir un proyecto nacional. c) Mercantilista Señala la necesidad de estandarizar los diseños y homogeneizar al individuo. No le interesa explicar la identidad del pueblo, sino exhibirla. Según esta visión, la cultura se convierte en lo étnico que se transforma en lo típico, requiere comercializar para luego masificar, aún cuando desaparezca la identidad del pueblo que lo creó. Según el autor Luis Eladio Proaño, las tres concepciones de cultura se encarnan en definitivas políticas que deben ser analizadas cuidadosamente y reformuladas en base

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a un concepto nuevo de cultura. Esta nueva concepción no solo debe recoger el pasado sino que debe interpretarlo en función de la futura liberación del hombre, porque “la Cultura no solo es herencia de museo, es tarea constante que se configura alrededor de un proyecto, empeñado en superar todo tipo de dominación del hombre por el hombre”14. 1.2.3. DEFINICIONES Aunque no hay acuerdo en cómo se conceptualiza la cultura, sí lo hay en considerar su evidente carácter polisémico, puesto que con cultura se entiende muchas cosas y acontecimientos, se nombra con ella diferentes realidades, hoy se le asignan distintos significados, tales como: -

La cultura no se agota en el arte y en los libros. Es la cédula de identidad de cada pueblo, tiene que ver con la producción de bienes materiales, es producto de bienes culturales y es fruto del trabajo del hombre, porque “es el ser humano y su organización social quien permite su vigencia, él es el receptor, creador, portador y transmisor de cultura, que entrelaza el entorno generacional y permite su valoración histórico – social”15.

-

Se refiere a la totalidad de prácticas, a toda la producción simbólica o material, resultante de la praxis que el ser humano realiza en sociedad dentro de un proceso histórico concreto. Ésta “no puede entenderse al margen de la misma sociedad, de los sujetos sociales que la construyen, de los proyectos históricos que llevan adelante en sus luchas de sentido”16.

-

“La cultura no es solo como ese montón de cosas a ser observadas, esa dimensión meramente sígnica de bienes y patrimonios materiales, que es lo que implica el folklore”17.

14

PROAÑO, Luis E, Comunicación y Política, 1ª Edición, Ediciones CIESPAL, Quito, 1989, Pág. 93. ANDRADE L, y otros, Reflexiones sobre la Cultura en el Ecuador, Cáp. La Cultura es Patrimonio de Todos, 1ª, Edición, Nueva Editorial CCE, Quito, Junio 1996, Pág. 25. 16 GURRERO, Patricio, La Cultura: Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad, la alteridad, la diferencia, 1ª Edición, Editorial Abya Yala, Quito, 2002, Pág. 35. 17 Ídem, Pág. 71. 15

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-

Según la autora Lilyan Benítez, la cultura se manifiesta a través de todos los modos de comportamiento de una sociedad; es el distintivo del hombre, él la crea, la usa y es afectado por ella; no existe sin los hombres que son sus creadores, recreadores y portadores. Es una construcción social, especialmente humana, que hizo posible que el ser humano llegue a constituirse como tal y a diferenciarse del resto de los seres de la naturaleza, es el producto de acciones sociales concretas generadas por actores sociales igualmente concretos y en procesos históricos específicos. Es esa herencia social diferente de nuestra herencia orgánica, que nos permite vivir juntos dentro de una sociedad organizada.

-

Es un sistema de símbolos compartidos, creados por un grupo de gente para permitirles manejar su medio ambiente físico, psicológico y social. Ella proporciona a las personas un marco de referencia cognoscitivo general para una comprensión de su mundo y el funcionamiento en el mismo, en algunas ocasiones se conoce a este marco de referencia como identidad cultural. “La cultura se aprende desde el nacimiento y se transmite a las siguientes generaciones, proporciona símbolos a las personas, así como el contexto para comunicar algo de ellas mismas a otras personas18. La habilidad para comunicar algo acerca de si mismos les ha permitido a los grupos mantener sus culturas y sobrevivir en ellas.

-

La cultura “es también la dimensión más amplia e intangible de respuestas a la pregunta por el sentido personal y colectivo, a través de creencias, saberes y prácticas; es un eje central del desarrollo de las sociedades”19. Es como aquello que en cada objeto producimos, como la fábrica de símbolos de un pueblo, como el conjunto de signos de cada comunidad y de toda una nación, como el sentido de nuestros actos, la suma de nuestros gestos, el sentido de nuestras maneras.

-

Es lo que une a los hombres, gracias a esa herencia social que las sociedades son lo que son y de ellas depende la continuidad de su existencia. Es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. “La cultura da al hombre la capacidad de reflexionar

18

FERNÁNDEZ, Carlos, y GORDON, Dahnke, La Comunicación Humana Ciencia Social”, 1ª Edición, México, 1995, Pág. 185. 19 BARBERO, Jesús Martín, y otros, El Espacio Cultural latinoamericano: Bases par una política cultural de integración, 1ª Edición, Fondo de Cultura Económica, Chile, 2003, Pág. 20.

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sobre sí mismo, hace de él un ser específicamente humano, racional, crítico y éticamente comprometido”20. 1.2.4. CARACTERÍSTICAS -

La cultura es social, no se refiere a los comportamientos individuales sino a los que son compartidos por un grupo. Es importante no olvidar el carácter social y construido de la cultura, pues es el producto de concretas praxis y acciones sociales; de ahí la necesidad de estudiar los procesos sociales mediante los cuales la cultura es dialécticamente construida, y reconstruida en un determinado proceso de la historia.

-

No es de índole biológica, por lo tanto no se hereda. Se transmite de generación en generación y se aprende durante toda la vida.

-

Es acumulativa e histórica, es decir, es fruto de la acumulación de los conocimientos y experiencias de un grupo.

-

Es dinámica, está en permanente transformación; ha sido transmitida como producto histórico, no se mantiene estática, sino que se la crea y recrea constantemente. La cultura hace posible el equilibrio entre el cambio y la permanencia, por ello, debe vérsela no como una esencia, sustancia, cosa inamovible, sino como una construcción dialéctica de la creación y producción humana en constante cambio y trasformación, porque no existen culturas estáticas ni intactas.

1.3. IDENTIDAD 1.3.1. CONCEPTO Una identidad no ésta definida para siempre, sino que es algo muy cambiante. “Surge desde los mismos sujetos que se autoidentifican, construyendo sus referentes sociales y culturales a través de un permanente conflicto”21. Por lo general, las identidades han sido definidas desde posiciones de poder, donde se ha jerarquizado a partir de una percepción 20

UNESCO, Cultura, en Revista del Banco Central del Ecuador, Quito, Septiembre – Diciembre 1982, Volumen V, Número 14, Pág. 13. 21 IBARRA, Hernán, La Otra Cultura, 1ª Edición, Ediciones Abya Yala, Quito, 1998, Pág. 31

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dominante, traducida en ideologías y categorizaciones que tuvieron su origen y codificaciones iniciales en el Estado colonial. La identidad es la expresión cultural de la pertenencia a un espacio por parte de personas, individuos y colectividades. Esto implica la forma en que se perciben a sí mismos y a los otros, lo que a su vez tiene que ver con la manera en que se relacionan entre ellos, con otros, y con las instituciones. “Las identidades son procesos en el tiempo de construcción nunca acabados y se van conformando no sólo por dinámicas propias o endógenas, sino también por diversas y plurales miradas y perspectivas que vienen de los otros”22. Antropológicamente se la define con relación a un otro, con el que se parece o diferencia. Es al mismo tiempo un discurso y una ideología, esto es, un sistema de valores simbólicos éticos y estéticos para mirar y reconocerse, para ser mirados y reconocidos, interna y externamente. Es como un rasgo ontológico por fuera de la historia, o como un conjunto de raíces que nos ligan al pasado y establecen la continuidad con el presente. Es un producto histórico, procesual y dialógico, “se construye y reconstruye en la praxis social, se remite a una trayectoria y a la vida social de una comunidad, y se construye en medio de los esfuerzos de una población por superar sus problemas y dificultades de desarrollo histórico y social, para garantizar sus posibilidades objetivas de continuidad histórica como comunidad”23. La Identidad no es ya más ese objeto perdido que debemos buscar, sino un proceso en construcción que sintetiza lo mejor del pasado y de los nuevos tiempos, en el cruce inevitable entre la tradición y la modernidad. “La identidad no se construye en el vacío,

22

BARBERO, Jesús Martín, y otros, El Espacio Cultural Latinoamericano: Bases par una política cultural de integración, 1ª Edición, Fondo de Cultura Económica, Chile, 2003, Pág. 57. 23 CARRIÓN, Fabián, y otros, Maestría en Gerencia de proyectos Educativos y Sociales: La Gerencia y los Nuevos Escenarios Sociales, 1ª Edición, AFEFCE, Quito, 2001. Volumen 4, Pág. 129

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sino en una situación relacional, en una continua dialéctica de alteridad. En esta relación de alteridad todo proceso de pertenencia, construye otro de diferencia. ”24. Hablar de identidad es hablar de una relación social, esto es de aquello que “establece el vínculo y el reconocimiento con el otro, pero también de aquello que nos diferencia de él; en este sentido, toda identidad es construida históricamente, y por lo tanto, puede transformarse”25. 1.3.2. CARACTERÍSTICAS -

La identidad es relativamente duradera, es decir, no es una construcción social estática, sino que está sujeta a una dialéctica continua de construcción y reconstrucción. Sin esta percepción de continuidad en el tiempo, la identidad terminaría fragmentándose y seria muy difícil reconocerla como parte de lo que somos y nos es propio, las acciones del pasado.

-

Requiere de conocimiento social, esto hace posible su legitimación en la sociedad. Toda identidad supone la dialéctica del reconocimiento social, de la distinción y la diferencia.

-

Es una representación simbólica socialmente construida, ello significa que no es un fenómeno natural ni arbitrario, sino producto de un proceso de creación consciente, de acciones sociales y de sujetos, de actores social e históricamente situados.

-

Es una construcción dialéctica cargada de historicidad, por ello es cambiante, no es estática ni fija, inmutable ni eterna, peor aún una realidad congelada. Es una construcción histórica permanente que no se limita al plano de la cultura, sino que atraviesa todas las dimensiones de la vida cotidiana; en su construcción se articula la tradición y la modernidad.

-

Es una construcción discursiva, se sustenta sobre algo concreto.

24

GUERRERO, Patricio, La Cultura: Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad, la alteridad, la diferencia, 1ª Edición, Editorial Abya Yala, Quito, 2002, Pág. 102. 25 ULLOA, Alejandro, Cultura, Identidad y Comunicación, en Revista DIALOGOS DE LA COMUNICACIÓN – Consejo Directivo de FELAFACS, 38ª Edición, Ediciones Saywa S.R.L, Colombia, Enero 1994, Pág. 36.

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-

Es múltiple y diferenciada, no es única ni unidimensional, por el contrario, es diversa, polisémica. Su construcción está sujeta a razones multicausales y multifactoriales.

-

La identidad tiene distintos niveles, rasgos y formas. Por eso no se puede hablar de identidad sino de identidades, puesto que éstas son múltiples (porque cada individuo contiene a la vez varias identidades como parte de su ser), fragmentadas (porque cada identidad nos vincula con otros actores sociales que ocupan distintos espacios sociales o geográficos) y diferenciadas (porque siendo parte de un conjunto mayor, nos permite afirmar nuestras propias especificidades y diferenciarnos de los otros).

1.3.3. FUNCIONES a) Locativa: la identidad nos ayuda a ser y decir lo que somos, a no ser iguales, a conservar las distancias del nosotros frente a los otros; a marcar los territorios de nuestras pertenencias y diferencias sociales. b) Selectiva: la identidad selecciona de acuerdo con los valores que le son inherentes al sistema de preferencias de los actores sociales, por eso cada actor social actúa de acuerdo a lo que es y a donde pertenece. c) Integrativa: implica integrar las experiencias del pasado con las del presente en una memoria colectiva compartida, y hacer funcionar todo el acumulado social de la existencia de un pueblo que le ha permitido llegar a ser lo que es. Esto le ayuda a no fragmentar la identidad en el tiempo, a reconocerse y afirmarse en cada hecho de su pasado. 1.3.4. ENFOQUES a) Esencialista: Según esta visión, la identidad es una esencia suprahistórica, un atributo natural inamovible e inmutable con el que nacen y se desarrollan las identidades que determinan. Esta esencia de la identidad que constituye el espíritu de las naciones y del pueblo, surge en el pasado y se transmite de generación en

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generación. Es la que marca de forma indeleble a los individuos y las sociedades, pues ahí están las raíces de lo que somos. b) Culturalista: Este enfoque construye una mirada inmovilista de la identidad y la cultura, no se fija que son construcciones dialécticas, cambiantes. c) Primordialista: Hay en este enfoque cierto esencialismo, pues considera que la identidad cultural se constituye como una propiedad esencial que es transmitida en y por el grupo, para modelar su sentido de pertenencia y diferencia frente a otros grupos. d) Subjetivista: Considera que la identidad cultural no puede ser vista como atributos que condicionan las conductas sociales de una vez y para siempre, o como algo estático, inamovible, inmutable e invariable de las sociedades; sino como una cuestión meramente de elección individual arbitraria, que posibilita a cada individuo hacer sus propias identificaciones. e) Constructivista y relacional: Ve a las identidades no como esencias inmutables y ahistóricas, pues las identidades cambian, se transforman constantemente, están cargadas de historicidad. La identidad como construcción social constituye un sistema de relaciones y representaciones, intercambios materiales y simbólicos conscientes de sujetos sociales e históricamente situados. 1.3.5. TIPOS DE IDENTIDAD a) Identidades individuales: Hacen referencia a las características propias, individuales y subjetivas que constituyen el yo soy. b) Identidades sociales o colectivas: Se caracterizan por el conjunto de pertenencias que permiten a los individuos ubicarse en el sistema social y a su vez ser ubicados por otros. Entre ellas se distinguen: - Identidades internas, que son asumidas por los propios grupos y permiten decir nosotros somos.

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- Identidades externas, son las que le imputan al grupo, sea éste de clase, étnica, nacional, profesional, etc., por otros grupos a los que se dicen ellos son. Ambos tipos de identidades, tanto externas como internas, se hallan vinculadas. - A más de las identidades sociales señaladas anteriormente, existen un sinnúmero de identidades sociales que son múltiples y diferenciadas como: identidades regionales, de género, de clase, laborales, políticas, religiosas, profesionales, etc. 1.3.6. USOS Como las identidades son parte de nuestro ser cotidiano, sus implicaciones rebasan lo cultural, pues son de orden sociopolítico. En este sentido, la identidad permite a quienes hacen uso de ella: -

Fortalecer la cohesión social y

-

Servir como aglutinadores de un grupo para dotarlo de una visión colectiva compartida.

1.4.CULTURA E IDENTIDAD DESDE LA COMUNICACIÓN 1.4.1. CULTURA Y COMUNICACIÓN a) La Comunicación entendida culturalmente La comunicación pretende asumir la cultura ya no desde los problemas de los medios, canales y mensajes, sino desde un sentido más antropológico. Es decir, un concepto de cultura que nos aporte un conocimiento de cómo las personas se socializan y cómo producen sentido a partir de sus actos de comunicación.

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La comunicación desde la cultura “es un proceso de intercambio de producciones de sentido entre sujetos sociales”26. Es decir, cuando la gente se comunica lo que hace es intercambiar productos (un argumento, una historia, una imagen, etc.) que llevan consigo un determinado sentido que el otro debe captar o entender. En ese proceso de intercambio se producen efectos, defectos, recortes, expansiones, distorsiones en virtud de las diferencias (y las similitudes) que existen entre la producción y la recepción del producto. La comunicación, debe ser entendida como “proceso que no puede ser fragmentado en sus elementos componentes (E-M-R), ni aislados de sus contextos culturales”27. Para ello, su relación con la cultura es de vital importancia, pues todos los procesos de comunicación (hablar, leer, escuchar, escribir) están recreando la cultura, los cuales a su vez, son pensados y actuados básicamente porque tienen sentido para sí mismo y para el otro. De igual manera, cada cultura se ordena en torno a sistemas de significación que facilitan a sus miembros relacionarse entre sí. Más que de medios, “la comunicación se nos hace hoy de mediaciones, esto es de cultura, y por lo tanto, necesita no solo de conocimientos sino de reconocimiento, un re-conocimiento que es apropiación y reconocimiento social e histórico”28. b) La Cultura desde el punto de vista comunicacional La cultura solo puede ser creada con y junto a los otros y para los otros, en comunicación, en relación dialógica con los otros, es decir, es un acto supremo de alteridad que hace posible el encuentro dialogal de los seres humanos, para ir 26

DALLERA, Osvaldo, Los signos en la sociedad. Cáp. Comunicación y Cultura, 1ª Edición, Ediciones Paulinas, Bogotá, 1996, Pág. 6. 27 GUARDIA, Marcelo, Mediaciones en la Mira: Culturas Populares, Recepción, Educación y Desarrollo, en Texto de Divulgación 5: Comunicación, Cultura y Mediaciones, Bolivia, Sin Año, Pág. 29. 28 BARBERO, Jesús Martín, Comunicación y Cultura: Unas relaciones complejas, en Texto de Divulgación 5: Comunicación, Cultura y Mediaciones, Bolivia, Sin Año, Pág. 17.

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estructurando un sentido colectivo de su ser y estar en el mundo y la vida. “La cultura hace posible las interacciones sociales que dan sentido a la vida de un grupo, que regulan su existencia desde el momento mismo del nacimiento, hasta cuando deja de ser parte de la sociedad”29. Las culturas son construcciones humanas que adquieren dimensión significante, ello implica que para modelar un mundo que tenga sentido, cada cultura se ordena en torno a sistemas de significación que facilitan a sus miembros relacionarse entre sí. Si la

cultura es una construcción social, esta solo puede ser aprendida y

transmitida dentro del seno de una sociedad concreta. La cultura se aprende, se trasmite por medio de la interacción social; en ese sentido constituye una forma de herencia que no se adquiere genéticamente sino en forma social, pues todo ser humano forma parte de una sociedad y de una tradición cultural específica. La cultura ante todo es comunicación, no puede ser ni muda ni sorda, debe ser un grito constructor de nuevos lenguajes y nuevas voces que permitan crear y recrear la vida y hablar no solo sobre la realidad, sino a partir de ella ayudar a su transformación. Es ella la que “hace posible el encuentro entre los seres humanos, a través de todos los símbolos de la identidad y la memoria colectiva que han sido socialmente construidos”30. 1.4.2. IDENTIDAD Y COMUNICACIÓN Las relaciones comunicativas comprometen la construcción de la propia identidad individual y colectiva, porque de ellas las personas y los grupos se enriquecen, reciben, reciclan y usan, modificando las maneras de ser y de relacionarse en el corto o largo plazo, según el tipo de dimensión humana y social que comprometa. La comunicación 29

GUERRERO, Patricio, La Cultura: Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad, la alteridad, la diferencia, 1ª Edición, Editorial Abya Yala, Quito, 2002, Pág. 51 30 Ídem, Pág. 91.

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está allí instalada, no sólo en las interlocuciones establecidas sino en los cambios de identidad, cuando las situaciones lo ameritan, y también estas relaciones están definiendo las identidades mutuas, las formas culturales de ser de un pueblo o colectividad. La identidad es por tanto, una construcción dialógica que se edifica en una continua dialéctica relacional entre la identificación y la diferenciación, entre la pertenencia y la diferencia; esto implica el encuentro dialogal, la comunicación simbólica con los otros. Es en las relaciones de alteridad, sólo en el encuentro, en el diálogo con el otro, donde se resuelve lo que somos y lo que nos hace distintos. No existen identidades culturales fijas, sino que éstas están sujetas a una dialéctica sociohistórica continua que modifica, a su vez, las fronteras simbólicas que delimitan nuestras pertenencias y diferencias. La identidad es un encuentro dialogal y una comunicación simbólica con los otros. La comunicación, una interacción entre emisor y receptor. “La identidad de un grupo social no únicamente se configura en referencia a una localidad, región, territorio, sino también en torno a la distinción, contraste y adhesión con respecto a la identidad nacional general u otras identidades locales”31. Solamente será posible construirla en las relaciones e interacciones que se teje con los otros, de ahí que no sean algo fijo, sino algo que se construye y reconstruye en el proceso de las interacciones sociales. La identidad es fundamental para desarrollar procesos de reflexión y cambio cultural, y la comunicación, que tiene por eje la palabra, es el vehículo más importante para que las identidades surjan y sean valoradas.

31

Ídem, Pág. 102.

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1.4.3. CULTURA E IDENTIDAD El concepto de identidad aparece derivado del de cultura, y hace referencia al conjunto de elementos y rasgos culturales en base a, y respecto de, los cuales se identifica una sociedad o grupo humano. Los conceptos de cultura e identidad se hallan estrechamente relacionados, no se los puede confundir como si se tratara de un mismo concepto, pues eso significaría empobrecer las posibilidades analíticas que estos permiten, y sobre todo, evidenciaría una concepción muy reduccionista de la realidad. “No existe individuo ni grupo social que carezca de identidad, puesto que sin ella, simplemente no es posible la existencia de la vida social”32. Mientras la cultura como construcción simbólica de la praxis social nos permite ser y construir un referente de pertenencia, la identidad, es un discurso que nos permite decir soy o somos esto, porque pertenecemos a esta cultura: una construcción especialmente humana que se expresa a través de todos esos universos simbólicos y de sentido socialmente compartidos, que le ha permitido a una sociedad llegar a ser todo lo que se ha construido como pueblo, y sobre el que se construye un referente discursivo de pertenencia y de diferencia, denominado identidad. La cultura es una forma de ser y hacer mediante la cual un pueblo construye los significantes, significaciones y sentidos de una forma de identidad propia, cuya construcción solo puede hacérsela a partir de la selección de ciertos rasgos o características que se asumen como parte de ese ser, porque pertenece a una cultura. Aquella pertenencia se construye como una representación que refleja lo que un grupo piensa que es, y es la cultura quien evidencia lo que ese grupo es; en tanto, la identidad, nos permite decir, hablar, construir un discurso sobre lo que pensamos que somos.

32

Ídem, Pág. 97.

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Ambas, cultura e identidad, son representaciones simbólicas socialmente construidas, ello significa que no son fenómenos naturales ni arbitrarios, sino que son el producto de un proceso socio histórico de creación constante, de acciones sociales y de sujetos sociales concretos. Son dos conceptos diferentes, pues no es lo mismo “ser” que “decir lo que se es”. No hay que olvidar que la cultura se origina y expresa, a veces, a través de procesos inconscientes, mientras la identidad, siempre se derivará de un acto establecido conscientemente, que se vuelve una estrategia que pone en juego interacciones simbólicas que dan sentidos a esa autoafirmación de pertenencia y diferencia. 1.4.4. CULTURA MEDIÁTICA Y CRISIS DE IDENTIDAD Por efecto de los logros científicos y tecnológicos, la sociedad actual ha experimentado significativos cambios, no sólo en el ámbito científico, económico, electrónico, sino en el aspecto social y cultural. Hasta hace poco se pensaba que la revolución industrial era el giro más importante que ha sufrido nuestra sociedad, no obstante, es la revolución tecnológica la que ha venido a superar el proceso industrial. Existe un problema cultural profundo de relación entre el mundo científico-tecnológico y el sustrato cultural latinoamericano. Del siglo XV y XVI con la conquista española, significaron la asimilación, el mestizaje, la aniquilación o relegamiento de conocimientos y tecnologías desarrolladas y vigentes, como expresiones de la vitalidad y creatividad de grupos o civilizaciones más o menos complejas. Todas las actividades que desarrolla el ser humano, hoy en día se cumplen en función de los nuevos instrumentos que nos ofrece la tecnología, ésta a través de los mass media, ha protagonizado el escenario de la comunicación en Latinoamérica desde hace más de dos décadas, pues “no sólo produce una ideología, también hace y rehace la cultura de las mayorías, no sólo se consagran unos formatos, sino que se recrean unos géneros en cuya

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trama narrativa, escenográfica y gestual, trabajan bien mezclados el imaginario mercantil y la memoria cultural”33. Todo se ha visto afectado: la cultura, que penetra cada vez más en el mercado, y aunque no se puede someter los bienes culturales a la pura lógica del mercado porque se jugaría con las identidades de los pueblos y la riqueza del planeta, hay un encuentro entre cultura y economía, pues los bienes culturales son tratados como bienes económicos, dando lugar a industrias culturales que no conforman sino realidades híbridas, con un componente económico y otro cultural, cuyo éxito y modo de operar remite fundamentalmente al modo como éstas se inscriben y transforman la experiencia popular. Se replantea así la relación entre cultura de masas y cultura popular, entendiendo la primera como una cultura que “genera y reproduce nuevas formas de percepciones de la realidad,

nuevos

imaginarios,

proyecciones

e

identificaciones

para

hacernos

dependientes del orden dominante”34, que solo busca anular nuestra historicidad despojándola de contenidos críticos, perturbadores, y peor aún revolucionarios, pues tiende a la homogeneización de las personas y los grupos en las que se funden el consumismo y pragmatismo. Y considerando a la cultura popular, por definición, como creadora de valores propios, tal vez de contravalores frente a las industrias culturales o cultura de masas. Por otra parte, el funcionamiento de los medios de comunicación articula, por un lado, las demandas sociales y las dinámicas culturales a las lógicas del mercado, y por otro, liga el apego a unos formatos con la fidelidad a una memoria, y la pervivencia de unos géneros con la emergencia de nuevos modos de percibir y de narrar. Su función en nuestras sociedades ha cambiado notablemente y en muy diversos sentidos, tanto en su relación con el poder político o con las lógicas del mercado, como con las 33

BARBERO, Jesús Martín, Comunicación y Cultura: Unas relaciones complejas, en Texto de Divulgación 5: Comunicación, Cultura y Mediaciones, Bolivia, Sin Año, Pág. 17. 34 GUERRERO, Patricio, La Cultura: Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad, la alteridad, la diferencia, 1ª Edición, Editorial Abya Yala, Quito, 2002, Pág. 70.

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transformaciones vinculadas a una mayor modernización. Son los medios los que ponen en juego un contradictorio movimiento de globalización y fragmentación de la cultura, que a la vez constituye la deslocalización y revitalización de lo local. Pero también la identidad ha cambiado, quizás el giro que ella ha experimentado es el más relevante porque nos vamos alejando de la época en que las identidades se definían por esencias ahistóricas, ahora se configuran más bien en el consumo, depende de lo que uno posee o es capaz de llegar a apropiarse, lo que se produce en todo el mundo está aquí, y es difícil saber que es lo propio. La redefinición del sentido de pertenencia e identidad, se organiza cada vez más por la participación en comunidades transnacionales o desterritorializadas de consumidores. En las nuevas generaciones, las identidades se organizan menos en torno de los símbolos histórico-territoriales, los de la memoria patria, que alrededor de los de Hollywood, Televisa o Benetton. “La identidad pasa a ser concebida como el punto focal de un repertorio estallado de mini roles, más que como el núcleo contenido y definido por la familia, el barrio, la ciudad, la nación, etc.”35. Las identidades se mueven híbridas y mestizas con la presencia modificadora de la cultura mediática, la cultura se mueve y se resuelve híbrida. “La tendencia mundial y dominante en el sistema de medios y las industrias culturales hacia la internacionalización, privatización, comercialización y desregulación, conduce a estudiar una nueva perspectiva de usuarios o consumidores como un mercado fácil para intensificar el simple consumo”36. Estamos frente a una auténtica crisis en la que se construyen nuevas hegemonías y se definen nuevas identidades, reciclando las viejas tradiciones en las nuevas prácticas de producción y reconocimiento. La crisis de identidad de nuestros pueblos nos está 35

ALFARO, Rosa María, Una Comunicación Para Otro Desarrollo, 1ª Edición, Editorial Calandria, Perú, 1993, Pág. 31. 36 CARRIÓN, Fernando, Desarrollo Cultural y Gestión en Centros Históricos, FLACSO, Quito, 2000, Pág. 79

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obligando a repensar y redefinir las relaciones entre política y cultura, y también entre cultura y comunicación, a romper con una concepción instrumental de relaciones entre aparatos, y empezar a mirarlas como espacios de constitución e interpretación de los sujetos sociales. 1.5.LA COMUNICACIÓN EN EL DESARROLLO LOCAL 1.5.1. DESARROLLO Y DESARROLLO LOCAL O REGIONAL Desarrollo es más que un conjunto de coordenadas y objetivos socioeconómicos y políticos, es básicamente una apuesta cultural de cambio. “Es una perspectiva, una mirada común, una actitud individual pero también colectiva, un método y un estilo, una cualidad de la manera de trabajar, pues busca dialogar, articular, negociar y progresar entre diversos actores”37. Según Martín Barbero, en su obra “Medios y Mediaciones”, el desarrollo es concebido como un avance objetivo, esto es, un crecimiento que tendría su exponente cuantificable en el crecimiento económico y su consecuencia natural en la democracia política. Desde la visión de Touraine, es el proceso de transformación de una sociedad de un campo de historicidad a otro. El desarrollo es una intervención cultural que reconoce las diferencias y pone en diálogo las heterogeneidades, entre sus objetivos está promover la democratización, organización y participación de la sociedad que propugna. Es importante pensarlo como un cambio concreto de la vida de las personas, mejorando su calidad de vida y acceso digno a los bienes y empleo, así como también pensarlo desde un espacio que posibilita una mayor institucionalidad y articulación social, una capacidad de decisión y gestión democrática de sus integrantes, y una búsqueda del reordenamiento de la sociedad política, incluyendo el Estado.

37

CONTRERAS, Adalid, Imágenes e Imaginarios de la Comunicación-Desarrollo, 1ª Edición, Editorial Quipus, Quito, 2000, Pág. 14.

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El desarrollo necesita de la reconstrucción del pasado en el presente para lograr un horizonte con equilibrios. No tiene que ver con etapas evolutivas, sino con diferencias históricas, geográficas, de posibilidades y de relaciones económicas, sociales, culturales y políticas. Es entendido como un proceso de extensión de modernas técnicas, capacidades y organización social; no trata sólo con poblaciones fijas, estables, sedentarias, por el contrario, sigue los sentidos nómadas de poblaciones y progresos que están en permanente búsqueda de un lugar mejor. El desarrollo supone pensar en un nuevo tipo de sociedad, y ella surge siempre y cuando pueda observarse una transformación estructural en las relaciones de producción, de poder y de experiencia. No sólo motiva múltiples significados en los receptores, también los interpela, les obliga a posicionarse frente a él, más allá de las ideas o programas que se propongan, pues comprometen una subjetividad que pocas veces se llega a conocer e interesarse por ella. Se trata de un proceso de crecimiento sumamente complejo, no necesariamente lineal, menos aún simplificado; un desarrollo tanto técnico y ético, como humano y organizado, incorporando con respeto los mundos públicos y privados, para potenciarlos mejor. Hablamos de un desarrollo concentrado no exclusivamente en lo económico, aunque si debe contener este aspecto, sino en una profunda interrelación entre las diversas dimensiones de la vida social, es decir, lo económico, lo social, los procesos culturales y la política, donde los sujetos decidan y conduzcan el tipo de sociedad que deseen producir con libertad. Lo que significa, involucrar el desarrollo humano de las personas y de sus relaciones, contando con su participación e involucramiento; y buscando cambios concretos, que unan el mundo individual con el colectivo, el objetivo con el subjetivo, y el social con el personal. En el ámbito local el desarrollo es fundamental para promover tanto las relaciones interinstitucionales como entre autoridades locales, con organizaciones de base, en diversos sentidos. Según la CEPAL, el desarrollo local es un proceso de crecimiento y cambio estructural que a través del uso del potencial de desarrollo existente en el

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territorio, conduce a la mejora del bienestar de la población de una localidad o una región. Se trata de “buscar el mejoramiento de la calidad de vida y fortalecimiento de las capacidades humanas, satisfaciendo las necesidades estratégicas de las actuales y futuras generaciones en un ámbito local especifico”38. Ligar el desarrollo local con el nacional, será por lo tanto, una nueva mirada que parte de lo local y lo propio hacia definiciones políticas mayores, por cuanto no define únicamente distintos métodos y estilos de intervención, y provoca diálogos y negociaciones entre actores; también capacita a las organizaciones e instituciones para constituirse como agentes de desarrollo, fomenta la participación ciudadana y la relación de las autoridades con la población, apoya los procesos de movilización y la implementación de campañas, realiza evaluaciones y mediaciones de impacto, enseña estrategias y uso de medios para la información y la construcción de identidades. En este sentido, es importante desatar procesos comunicativos que generen intercambios de información, transparencia en el conocimiento mutuo, y negociaciones útiles y éticas que permitan compartir proyectos globales. Ello significa que la comunicación debe convertirse en un espacio de ejercicio de derechos y obligaciones de muchos, no únicamente de gratificaciones entre emisores y receptores desde una perspectiva absolutamente mercantil; tampoco junto al desarrollo no sólo debe motivar un respeto por las diferencias, sino además posibilitar un verdadero diálogo e intercambio cultural con menos entredichos. Es decir, en el campo del desarrollo interesa saber qué está percibiendo, sintiendo y asimilando cada individuo, sector o agrupación social, porque será difícil generar desarrollo, si no construimos nuevas relaciones de respeto y pluralidad.

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TORRES Víctor, Sistema de Desarrollo Local SISDEL, 1ra. Edición, Editorial Abya Yala Quito, Pág. 23.

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1.5.2. COMUNICACIÓN Y DESARROLLO La comunicación está ligada directamente al desarrollo, no únicamente como su aporte auxiliar y metodológico, sino como objeto mismo de transformación de la sociedad y de los sujetos que la componen. “Es por lo tanto, medio y fin, aspecto y estrategia global y está comprometida con modelos y proyectos macro o micro sociales. Toda concepción de desarrollo supone otra comunicación y viceversa”39. Lo comunicativo es una dimensión básica de la vida y de las relaciones humanas y socioculturales, es el reconocimiento de la existencia de actores que se relacionan entre sí dinámicamente y establecen interacciones objetivas y subjetivas, y precisamente toda acción de desarrollo se sitúa en relaciones intersubjetivas, diversas y complejas. No hay hecho concreto de la vida y del desarrollo que no comprometa la subjetividad y la interacción entre varios. Si consideramos a la comunicación como una relación de interlocución entre sujetos que influye en ambos, aceptaremos que las acciones de desarrollo suponen actividades constantes, cambiantes y cotidianas entre sujetos, aunque uno sea más fuerte que el otro. De ahí que el sujeto no es un sujeto pasivo ni un simple beneficiario, siempre media una relación activa, adquiriendo sentido la palabra, el cuerpo y las imágenes. Las acciones de desarrollo son una magnífica ocasión para promover prácticamente hábitos y símbolos de diálogo y cooperación para la transformación de la realidad. La comunicación no sólo depende de la voluntad y las características socioculturales y psicológicas de los actores, sino de los contextos en que se encuentran, entendiendo el espacio de comunicación no como un lugar físico donde los sujetos están, aunque lo incluye, sino como el sitio simbólico donde se producen las interlocuciones. La comunicación plantea el diálogo como factor de desarrollo, y las acciones de desarrollo que se sustentan en el compromiso y gestión de los sujetos en ellas mismas, 39

Ídem, Pág. 16.

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exigen comunicación, la misma que a su vez, deberá promover los diálogos sociales, la creación de consensos y disensos conocidos y el cambio de lo político, para exigirle y proponerle un nuevo lugar, sin usurparlo. La comunicación es un componente trasversal de los factores del desarrollo, en su relación con él, supone una voluntad de búsqueda de cambios concretos, tanto en la sociedad como en las instituciones y en los individuos; es una vocación por el cambio y el progreso, por el bienestar y la calidad de vida, por la organización y la esperanza, por el servicio público y la democracia. La comunicación articulada al desarrollo se hace en las prácticas de las acciones y estrategias en planes y proyectos como la tecnología, la salud, la educación, el medio ambiente, los procesos de paz, la gestión organizacional, la identidad cultural, etc. En realidad, no existe comunicación ligada al desarrollo sin procesos sociales, haciéndose cotidianamente en la realidad. En este sentido, comunicación-desarrollo, no es una proclamación de principios ni un conjunto de teorías, sino un espacio de construcción de formas de desarrollo con participación ciudadana en el ejercicio y construcción de su palabra. Hacer comunicación con desarrollo implica una comprensión ética y técnica del desarrollo, humano y racionalizado, combinando democracia con eficacia, organización con participación, calidad de vida, acceso digno a bienes y empleo, justicia inmediata y normada, institucionalidad constructiva y articulación social, capacidad de decisión y gestión democrática real, ejercicio de poder político en diferentes espacios y reordenamiento del sistema político. Entender la comunicación y el desarrollo supone un retorno al sujeto, dejando planteado el reto de definir cómo las propuestas de desarrollo abordan el problema de la subjetividad. Ambas, contienen una dimensión política y cultural que se explica en el tipo de sociedad que se quiere construir.

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La comunicación, en general, y la comunicación articulada al desarrollo, en particular, expresa, refleja, propone y construye relaciones de poder, el mismo que no se basa tanto en la imposición, sino más bien en el convencimiento, la seducción o la utilidad, que se explican en las construcciones culturales del día a día de los ciudadanos. 1.5.3. LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA Cuando se habla de participación conviene contextualizar el uso del término. Frecuentemente se le utiliza en un sentido casi mágico, por lo que de ella se espera como si fuese una panacea para resolver problemas, otros lo utilizan como una forma de manipulación, y hay también quienes emplean el término como un comodín de su jerga populista. Todo ello nos lleva a la necesidad de intentar algunas precisiones conceptuales en torno al significado y alcance de la participación. Participar significa ser parte de algo, tener parte en alguna cosa. “Se trata de un acto ejercido por un sujeto/agente que tiene una perspectiva activa en aspectos que conciernen a sus vidas, ya sea en lo personal, familiar, laboral, o en relación con su entorno”40. Esto implica una forma de acción y compromiso para alcanzar algo en común, porque participar es siempre un actuar con otros o en relación con otros. Cualquier ámbito de la participación (personal, grupal o colectiva) supone una serie de principios básicos que son la condición necesaria para que la participación sea real. La participación no es algo que se conceda, "se trata del derecho de toda persona, colectivo y pueblo, a poder intervenir en todas aquellas decisiones que afectan su propia vida, y en todo aquello que incide sobre su destino personal y colectivo”41. Es una praxis vital, expresión de la responsabilidad y libertad del ser humano que quiere hacer su propio destino, sin delegar a otros esa tarea. “Es una línea viable de ejercicio de 40

ASOCIACIÓN DE FACULTADES ECUATORIANAS DE FILOSOFÍA Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN AFEFCE, Maestría en Gerencia de Proyectos: Gerencia de Proyectos, (Comp. Magaly Robalino y Galo Naranjo), 1ª Edición, AFEFCE, Quito, 2001. Volumen 11, Pág. 84 41 Ídem, Pág. 85.

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la misma, pero siempre y cuando ésta sea útil y trasformadora, que signifique exigencia y progreso para quien está haciendo uso de ella”42. Cuando más uso hace una persona de su derecho a participar, más se potencia como tal. Es necesario que las personas potencialmente implicadas decidan participar, y dejen de ser objeto de decisiones tomadas por otros, para transformarse en sujetos y protagonistas de un proceso. Una amplia participación es algo deseable, a lo que se puede aspirar y tener, pero es un objetivo que nunca se alcanza plenamente. Si consideramos la participación de los beneficiarios en un proyecto, también debemos entender que lograr una amplia participación de los mismos es un objetivo estratégico. La participación, como la que supone el desarrollo de proyectos, requiere de una voluntad política decidida y firme que favorezca este tipo de procesos; no hace referencia sólamente a la presencia activa de las comunidades y beneficiarios del proyecto, sino también a la comunicación y presencia del equipo gestor o ejecutor; en este sentido, la comunicación es un eje fundamental, no la simple información y transmisión de decisiones, sino básicamente la aplicación de un proceso dialógico. Es importante que las comunidades participen en la concepción, diseño, ejecución, monitoreo y evaluación de los proyectos, pues no son simples testigos de lo que otros piensan, deciden y hacen; son protagonistas de las iniciativas para generar el cambio que demandan. La participación es el corazón de los proyectos, es decir, “un conjunto de encuentros activos de planificación y desarrollo local, institucional y comunitario, desde una perspectiva crítica y de desarrollo humano sustentado”43. Quien participa no lo hace en abstracto, sino en algo y para algo que tiene que ver con sus intereses y/o valores. Nadie participa sino sabe para qué, dónde, cómo y con quién, es para algo que tiene que ver

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ALFARO, Rosa María, Una Comunicación Para Otro Desarrollo, 1ª Edición, Editorial Calandria, Perú, 1993, Pág. 73 43 CARRIÓN, Fabián, y otros, Maestría en Gerencia de proyectos Educativos y Sociales: La Gerencia y los Nuevos Escenarios Sociales, 1ª Edición, AFEFCE, Quito, 2001. Volumen 4, Pág. 120

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con cuestiones que le conciernen, ello supone un proceso que implica también desarrollar conductas, actitudes y comportamientos participativos. Promover la participación es estimular la voluntad humana de dar y compartir, no sólo es un compromiso ético, es sobre todo, una condición fundamental para asegurar que el proyecto se convierta en una estrategia que mejore la calidad de vida de las comunidades, y el funcionamiento de las organizaciones e instituciones, así como también asegure la continuidad y sostenibilidad de los proyectos. 1.5.4. EL ROL DE LA COMUNICACIÓN ALTERNATIVA Es una auténtica comunicación que se produce fuera de la contaminación tecnológica mercantil de los grandes medios, los cuales aunque están tecnológicamente bien equipados para emitir un mensaje, son incapaces de recoger la réplica que suscita en la masa dispersa de los receptores, quienes se convierten en pasivos consumidores, pues se les impide reflexionar sobre su propia circunstancia y elaborar un proyecto histórico de autoliberación. Los mentalizadores de la comunicación alternativa cuestionan seriamente el papel de los medios de información de tipo empresarial, por cuanto están insertos en un contexto eminentemente comercial, en donde muy poco importa lo que se entrega para consumo del pueblo; ni se educa, ni se forma, ni se instruye. De ahí que se construya en la práctica y también en la teoría nuevos paradigmas o modelos de lo alternativo, y además, se enfatice la comunicación como proceso no sólo productivo, sino de relación con los receptores en interacción con una realidad socio cultural y político compleja, difícil de transformar. “Hoy aparecen nuevas modalidades: las historietas educativas, afiches, hojas informativas, suplementos en diarios masivos y

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otras, que están recuperando un espacio a partir de una mayor relación con el lenguaje gráfico y los géneros que son más populares”44. A continuación, algunas definiciones de comunicación alternativa planteadas por diversos autores: -

J. Aguirre, define la comunicación alternativa como aquella que está al servicio de una tarea global de educación popular, como un proceso de toma de conciencia, de organización y de acción de las clases subalternas.

-

Desde la visión de Oswaldo Capriles, se la define “en torno a los principios de acceso-participación, cuya posibilidad permanente de los polos emisión- recepción, puede permitir incursionar en los medios dominantes, como una política que asegure la participación de los ciudadanos en el manejo de los mismos”45.

-

Fernando Reyes Matta, enfoca lo alternativo en las posibilidades de acción frente a la estructura transnacional, e indica que es posible realizarlo mediante formas de comunicación industriales y no industriales, en alianza estratégica entre los periodistas conscientes y los receptores nucleados en asociaciones.

-

Leopoldo Borras, considera lo alternativo como una comunicación social que en la teoría y en la práctica sirve para elevar el conocimiento y el nivel de conciencia política, económica y social de la población rural, para oponerse a la explotación económica en sus distintas manifestaciones.

-

Para Javier Steinon, “lo alternativo se constituye en el principal factor de la superestructura cultural, cuyos contenidos pugnan por la construcción de una hegemonía que represente los anhelos de los grandes grupos de trabajadores de la historia contemporánea”46. Por lo tanto, si la comunicación alternativa es la opción frente a la comunicación empresarial-transnacional, supone una competición en igualdad de condiciones con

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ALFARO, Rosa María, Una Comunicación Para Otro Desarrollo, 1ª Edición, Editorial Calandria, Perú, 1993, Pág. 50. 45 CARRILLO, Jaime, y ENDARA, Beatriz, Comunicación Empresarial y Alternativa, 1ª Edición, Quito, 1990, Pág. 64 46 Ídem, Pág. 65

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medios de comunicación impresos, radiales y audiovisuales. Conviene entonces mencionar algunos recursos que requieren los medios alternativos: - Una infraestructura física y material de gran volumen con inclusión de equipos electrónicos - Un financiamiento económico permanente, debido a que este tipo de medios de difusión no cuentan con respaldo publicitario. - Funcionamiento de agencias de comunicación alternativa a nivel regional, nacional e internacional. - Reclutamiento de personal capacitado, comprometido y con sólidas bases ideológicas que posibiliten la investigación, elaboración, edición y circulación de la información. - Implementación de mecanismos para el envío de mensajes, en forma tal que éstos lleguen a los sectores populares y a sus organizaciones urbanas y rurales. La comunicación alternativa será entonces aquella en la que el pueblo encuentre sus canales de expresión, sea él mismo el hacedor de sus mensajes, y tenga conjuntamente con los comunicadores, una participación horizontal, por cuanto lo alternativo: “favorece la comunicación cara a cara y alimenta el libre intercambio de impresiones que van configurando la fisonomía de la realidad”47, permite realizar una mejor comunicación comprometida con los sectores populares para su cambio educativo y social, busca místicas y utilidades concretas entre emisores y receptores, provocando la interlocución desde el medio; lucha contra el poder económico, representa los intereses de las organizaciones populares, y defiende los problemas que soportan las mayorías nacionales; transmite el pensamiento de los sectores en situaciones de marginalidad, explotación y dependencia, así como difunde y defiende sus valores; defiende los intereses de los que venden su fuerza de trabajo, y entre otras aspectos, propone su inteligencia al servicio del pueblo.

47

PROAÑO, Luis E, Comunicación y Política, 1ª Edición, Ediciones CIESPAL, Quito, 1989, Pág. 94.

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1.6.GESTIÓN

DE

PROYECTOS

DE

COMUNICACIÓN

PARA

EL

DESARROLLO Antes de referir y explicar la importancia de gestar proyectos de comunicación, consideraremos algunas concepciones básicas sobre gestión, proyecto, comunicación, y su relación con el desarrollo. Se entiende por Gestión como un “conjunto dinámico y ligado a procesos creativos que generan participación, compromiso, aprendizaje continuo, en la perspectiva de alcanzar objetivos concretos, en el menor tiempo posible, y con el aprovechamiento óptimo de los recursos”48. Sobre el término Proyecto existen muchas interpretaciones, las cuales dependen del punto de vista que se adopte en determinado momento. Se define el proyecto como un conjunto de actividades destinadas a resolver un problema identificado o una necesidad humana, en un período de tiempo determinado, y con un presupuesto preestablecido para alcanzar el objetivo. Se trata de una propuesta ordenada de acciones que pretenden la solución o reducción de la magnitud de un problema que afecta a un individuo o grupo de individuos, realizada a partir de una situación actual para obtener una situación futura o esperada. El proyecto se relaciona con la idea o el deseo de hacer algo, puede constituirse en una actitud, una idea, una actividad, etc. De cualquier manera es un proceso de ordenamiento mental que disciplina metódicamente el qué hacer del individuo, su objetivo es transformar una idea en un producto terminado, constituido por bienes o servicios que serán los medios para producir otros bienes o servicios. Se le define como uno de los instrumentos del proceso de planificación, difiere del plan y del programa porque contempla decisiones específicas. Constituye la unidad operativa más pequeña que se 48

ASOCIACIÓN DE FACULTADES ECUATORIANAS DE FILOSOFÍA Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN AFEFCE, Maestría en Gerencia de Proyectos: Gerencia de Proyectos, (Comp. Magaly Robalino y Galo Naranjo), 1ª Edición, AFEFCE, Quito, 2001. Volumen 11, Pág. 4

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presta para la planificación, financiamiento y ejecución, como unidad independiente dentro de un plan o programa de desarrollo local. Es la célula fundamental del desarrollo e implica una nueva forma de pensar, accionar y controlar, donde el proceso de integración deja de ser discurso para convertirse en la fuerza que le da su razón de existir. Relacionándolo con la gestión, es el conjunto de procedimientos que permiten hacer realidad las ideas; su objetivo es disponer los componentes para definir, evaluar, controlar y entregar los resultados deseados. Comprende técnicas de definición de objetivos a largo, mediano y corto plazo, así como de evaluación de procesos y resultados. De esta afirmación se desprende que las actividades de un proyecto inician mucho antes de que el mismo se ejecute, e igualmente, se prolongan hasta que las partes involucradas finalizan la acción, luego de evaluarla y definir las estrategias de continuidad. Hablar de Gestión de Proyectos es referirse a un proceso que integra las fases de: Diseño y Formulación (requiere del diagnóstico o conocimiento de la realidad), Ejecución (parte central del trabajo, realiza actividades planificadas) y Evaluación (proceso sumativo y cualitativo que posibilita sistematizar los momentos técnicos más importantes de la gestión de un proyecto), las mismas que deben considerar su aporte al desarrollo de las comunidades o beneficiarios, partiendo de las verdaderas necesidades de la comunidad. Por eso es importante que las comunidades participen en todo el proceso del proyecto, desde su concepción, diseño, ejecución, hasta el monitoreo y evaluación de los mismos. Y aunque los proyectos no siempre permiten una participación de todos los integrantes en todas sus fases, actividades y tareas, es fundamental prever en el cronograma de actividades el tiempo y espacio necesario para reuniones generales de intercambio de información, sistematización de experiencias, balances y evaluaciones colectivas, reajuste de actividades, planificaciones grupales, etc., de manera que haya una información interna adecuada, compromiso del equipo y corresponsabilidad. Solo así cualquier persona implicada en el proyecto estará preparada para informar y comunicar,

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para comprender la importancia de difundir los logros y actividades, mostrar los avances y facilitar el flujo de información entre los participantes con la comunidad. Todos los integrantes del proyecto deben entonces comprender que la comunicación y la información que se derivan de él, interna como externamente, afecta en el desarrollo del proyecto, y cada uno de los procesos se influencian entre sí. Por esta razón es que cada Proyecto de Desarrollo - entendido como un conjunto de actividades, políticas y medidas institucionales, como la búsqueda de soluciones inteligentes frente a problemas reales ligados a necesidades sentidas por diferentes grupos sociales, diseñado para lograr un objetivo específico de desarrollo, en un periodo determinado, en una región específica delimitada y para un grupo predefinido de beneficiarios -, debe contener una estrategia comunicativa precisa que además de definir las relaciones a construir, los métodos, sus etapas, sus posibles conflictos y soluciones, sustentados en diagnósticos no sólo sociales, sino también comunicativos; apunte también a mejorar las condiciones del entorno local, considerando los rasgos sociales, culturales y territoriales. Este carácter estratégico de la comunicación contribuye con la gestión de proyectos, pero también le proporciona un sentido de desarrollo, en el primer caso actúa como un componente esencial que mediante el diálogo define entre varios una relación; y en el segundo, “le da proyección al desarrollo, lo hace cercano y posible, reproducible por otros”49; definiendo homogeneidades y disidencias, como también cercanías y distancias; aportando nuevos métodos de evaluación aplicables a muchos proyectos; e incorporándose dentro de metas no necesariamente comunicativas, sino articuladas a dimensiones precisas del desarrollo. La articulación entre comunicación y desarrollo no sólo define el destino de los proyectos de desarrollo, sino que va afianzando modos de ser comunes y el procesamiento que los distingue. Y como todo proceso de desarrollo requiere de un

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ALFARO, Rosa María, Una Comunicación Para Otro Desarrollo, 1ª Edición, Editorial Calandria, Perú, 1993, Pág. 68

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cambio en el comportamiento de las partes involucradas, la comunicación hace posible este requerimiento cuando: entiende las barreras para el cambio, difunde información al público objetivo, escucha sus necesidades e inquietudes y responde apropiadamente; pues no basta con crear conciencia en cuanto a los beneficios, es imprescindible entender los obstáculos que enfrenta la gente o los costos que ellos creen que se derivarían de tal cambio. En este sentido, la Gestión de Proyectos de Comunicación para el Desarrollo implica la creación de mecanismos que amplíen el acceso público a información sobre las reformas, proyectos o programas que se estén discutiendo y sobre temas que interesen a los actores involucrados.

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1.7.REFLEXIÓN DEL CAPÍTULO Cuando iniciamos el estudio de la comunicación, eje principal de esta primera parte, fijamos nuestro primer punto de análisis en su origen, el mismo que coincide con el del hombre, que ha evolucionado y transformado en los últimos años. Es decir, desde la aparición del ser humano ha estado presente la comunicación bajo distintas formas, verbal y no verbal, en todas sus actividades, y se ha empeñado en reunir a dos más personas para trasmitir un contenido o mensaje, que bajo la forma de códigos son emitidos por un emisor hacia un perceptor, son descifrados y adquieren sentido y significado para ambos, respectivamente. Al analizar las teorías y escuelas que sirvieron de gran aporte para el desarrollo de la comunicación, puntualizamos algunas de sus características, las cuales nos permiten ahora ubicar el tema de nuestro proyecto en la teoría o corriente respectiva. Como nuestro objetivo central es fomentar la recuperación de la memoria histórica de un barrio tradicional de la ciudad de Quito, así como fortalecer su identidad cultural, a través de la participación activa de sus beneficiarios, consideramos pertinente relacionar nuestro propósito con la Teoría Estructuralista, por cuanto al transmitir y/o dar a conocer nuestra propuesta, crearemos espacios de interacción e interrelación entre sus perceptores, quienes no sólo se limitarán a recibir un mensaje educativo, cultural y comunicacional – pues no sólo informarán, también comunicarán- sino a la vez se convertirán en portavoces de un mensaje que adecuadamente codificado llegará a otros destinatarios. Es decir, el mensaje, objeto de estudio del estructuralismo, permitirá el proceso de retroalimentación, y a la vez producirá significados nuevos en la vida personal identitaria y cultural de nuestro público perceptor. Por otra parte, la comunicación como parte de la cultura, y como contribuyente de la formación de la identidad individual y colectiva, también es vital para el desarrollo del presente proyecto, porque como proceso de intercambio de producción de sentidos entre sujetos, posibilitará las interacciones sociales sin aislarla del contexto cultural ni de su

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especificidad y diferencia, aspectos que la distingue de otras culturas, que a propósito no son culturas superiores ni inferiores, simplemente culturas diferentes. Al igual que la cultura, la identidad de nuestro grupo beneficiario también requiere de una construcción dialógica, es decir, de comunicación, porque sólo en el diálogo y encuentro con el otro, será posible saber lo que les es propio y lo que les hace distintos. Es el proceso de información y comunicación el que hará factible alcanzar nuestro objetivo, y a la vez, generará cambios en el inicio de nuestro ejercicio profesional y en la vida del público meta, cambios que desembocarán en un desarrollo integral que no solo será asumido desde sus segmentos y particularidades, sino desde una visión más general que involucre a todas las partes. En nuestro proyecto es importante el involucramiento, la participación y la actividad social, porque solo a través de ella será posible fomentar la recuperación de la Memoria Histórica del barrio de San Marcos, importante sector colonial del centro histórico de Quito - basado en material bibliográfico, testimonios que reflejan saberes ancestrales y procesos de organización - , y fortalecer la identidad cultural de sus beneficiarios, mediante la implementación de una Campaña Comunicativa que no únicamente informará una propuesta, sino sobre todo, fomentará la intervención de todos sus actores involucrados, sin los cuales no será posible cumplir nuestra tarea. Para ello no partiremos de medios masivos, sino de otros que permitan un acceso más fácil tanto del grupo gestor como de los beneficiarios del proyecto, esto es a través de medios alternativos, que en nuestro caso serán afiches, trípticos, libro video, los que reflejen el mensaje de nuestra propuesta y hagan dable la presencia de la comunidad. Desde la concepción y diseño del proyecto aspiramos construir el mayor consenso posible y mejorar el grado de entendimiento público; aspiramos promover el diálogo de todas las partes involucradas, sin perder de vista el sentido del otro, dando paso a intolerancias y fragmentaciones diversas, y sobre todo, manteniendo la esperanza de que es posible el cambio y una vida mejor, que existen rutas nuevas de construir la

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confianza, que todavía son posibles de reencontrar valores humanos y sociales, sabiendo que cada persona, familia y colectividad es en sí misma portadora de desarrollo, y que entendiendo la realidad política local, así como el contexto social y cultural del grupo beneficiario, se definirá el éxito del proyecto.

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CAPÍTULO 2: MEMORIA, PATRIMONIO E IDENTIDAD

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INTRODUCCIÓN En el capítulo anterior analizamos los conceptos de comunicación, cultura e identidad, como los términos básicos para el desarrollo del mismo. En esta ocasión apoyaremos nuestro estudio en tres conceptos a referir: memoria, patrimonio e identidad. Para abordar la memoria, y dentro de ella, la memoria histórica y oral, nos referiremos, en primer lugar, al tema de la oralidad, partiremos de un elemento macro denominado cultura, particularmente la cultura oral, de la cual se nutre, expondremos algunas de sus definiciones, y su clasificación en cultura oral primaria y secundaria. Para el caso de nuestro proyecto, fundamentaremos el análisis en la cultura oral primaria, por ser un tipo de cultura basada en la palabra hablada, carente de todo tipo de escritura e impresión. Como la palabra hablada se deriva del lenguaje, realizaremos un ligero estudio sobre él, lo relacionaremos con la lengua, y analizaremos una de sus formas más antiguas y humanas de expresarlo: la oralidad, que junto a la escritura, constituyen los dos modos distintos de producción del lenguaje. Dentro de la oralidad o relato oral, nos referiremos a los elementos que le componen como son: la tradición oral, el símbolo y signo, el mito y el rito. Con este preámbulo podemos aproximarnos a los conceptos de memoria histórica y memoria oral, nos basaremos en una de las definiciones de memoria, considerada como un proceso de reinterpretación del pasado, es decir, recurriremos a la historia, daremos algunas definiciones de historia oral y otras de la memoria propiamente; y como la memoria es la raíz de la historia oral, partiremos de ambas, que juntas y combinadas, darán lugar a la formación de la memoria histórica, sobre la cual también mencionaremos algunas concepciones. Pero la Memoria Histórica para perdurar a través de los siglos, necesita ser transmitida o verbalizada, esto es, a través de la memoria oral, del que igualmente haremos un acercamiento.

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Nuestro segundo punto de análisis tiene que ver con todo lo que concerniente al Patrimonio, como herencia individual y colectiva. Iniciaremos este estudio con algunas percepciones sobre este importante legado, haremos referencia a los tipos de patrimonio: histórico, natural y cultural, y dentro de éste último, el patrimonio cultural tangible e intangible. Abordaremos, además, el lugar que por muchos años ha servido de espacio y presentación del patrimonio, y que a su vez, ha transmitido y prolongado su existencia; se trata de una institución conocida con el nombre de Museo, explicaremos su importancia y definiciones, los elementos que comprende, particularmente los objetos, que por su carácter simbólico, son considerados como los guardianes de la memoria colectiva. De igual manera, consideraremos una pequeña clasificación de los museos en: museo de arte, de historia, de ciencia y técnica, etc., entre los más importantes. Otro punto a tratar en esta sección, tiene que ver con las ciudades y los centros históricos como parte del patrimonio, para explicar esta temática recurriremos al ejemplo de nuestro país, declarado hace unas décadas, por las Islas Galápagos y por la ciudad de Quito, como Patrimonio Natural y Patrimonio Cultural de la Humanidad, respectivamente. Relacionaremos el Tiempo Histórico y la Conciencia Patrimonial, expondremos por qué es importante que la gente se involucre y participe en la defensa y protección del patrimonio, bajo qué medios de difusión. Igualmente, reflexionaremos sobre la trascendencia que posee la Gestión y Conservación del Patrimonio en el escenario actual, recalcando las instituciones que le dirigen y la participación del sujeto. El tercer punto a tratar tiene que ver con la Memoria Histórica como elemento esencial de la identidad, relacionaremos ambos conceptos por confluir en un mismo escenario denominado ciudad, sitio donde acontece el cruce de memorias, y sobre el cual haremos algunas precisiones conceptuales, considerando dos de sus componentes: el centro histórico y el barrio, como lugares de construcción de identidades.

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Finalmente, relacionaremos la Memoria Oral con el Patrimonio e Identidad. Al referirnos a la memoria como parte y soporte del patrimonio, no nos referiremos únicamente al conjunto arquitectónico, como monumentos o esculturas antiguas, sino a los recuerdos transmitidos por vía oral por generaciones, y que también deben ser considerados como parte de los bienes patrimoniales. Respecto a la relación entre memoria oral, patrimonio e identidad, relacionaremos los tres conceptos, enfatizando su importancia como elementos conformadores de identidad y el papel que cumplen en el sistema educacional, en la sociedad y en la integración del individuo en su entorno. Ultimaremos el capítulo a través de una reflexión, sintetizando los temas tratados y relacionándolo con nuestro proyecto de investigación.

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2.1. MEMORIA Y ORALIDAD 2.1.1. CULTURAS ORALES Las culturas orales son aquellas que deben conceptuar y expresar en forma verbal todos sus conocimientos, por ello el conocimiento conceptuado que no se repite en voz alta desaparece pronto. Se trata de un tipo de sociedades orales que deben dedicar gran energía a repetir una y otra vez lo que se ha aprendido arduamente a través de los siglos. “Son culturas orales porque tienen una historia común, valores comunes, un corpus, una cultura, precisamente, pero las llamadas culturas escritas parecerían adolecer de ello”50. Para una cultura oral, “aprender o saber significa lograr una identificación comunitaria, empática y estrecha con lo sabido e identificarse con él”51. No posee nada que corresponda a manuales de operación para los oficios, estos se adquieren por aprendizaje, a partir de la observación y la práctica, con sólo una mínima explicación verbal. No cuentan con diccionarios y tienen pocas discrepancias semánticas, el significado de cada palabra es controlado por las situaciones reales en las cuales se utiliza la palabra aquí y ahora. Las palabras sólo adquieren sus significados de su siempre presente ambiente real que no consiste únicamente en un diccionario, sino incluye gestos, modulaciones vocales, expresión facial y todo el marco humano y existencial, dentro del cual se produce siempre la palabra real y hablada. “Las sociedades orales viven intensamente en un presente que guarda el equilibrio, desprendiéndose de los recuerdos que ya no tienen pertinencia actual”52. Tienden a utilizar los conceptos en marcos de referencia situacionales y operacionales abstractos, en el sentido de que se mantienen cerca del mundo humano vital. Hay dos tipos de culturas orales: cultura oral primaria y secundaria.

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VEGA, Imelda, Tradición Oral y Discurso Popular Andino, en Anuario para el Rescate de la Tradición Oral de América Latina, Oralidad, Berlín, 1962, Pág. 55. 51 ONG, Walter, Oralidad y Escritura, (Traducción de Angélica Scherp), 1ª Edición, Fondo de Cultura Económica, Colombia, 1994, Pág. 51. 52 Ídem, Pág. 52.

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Cultura Oral Primaria: Llamada también oralidad primaria, es aquella que carece de todo conocimiento de la escritura o de la impresión. Se caracteriza por tener una doble paradoja: por un lado, permite que la memoria y el corpus se active, entendiendo éste último como el conjunto de conocimientos, hábitos, tradiciones, representaciones, simbolismos, significaciones y lengua en un grupo social determinado. Y por otro, cuando las palabras han abandonado la boca y han sido dichas, permite que dejen de existir sonoramente, aunque se abra el abanico de posibilidades hacia la significación.

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Cultura Oral Secundaria: Se trata de la actual cultura de alta tecnología, en la cual se mantiene una nueva oralidad mediante: el teléfono, la radio, la televisión y otros aparatos electrónicos, que para su existencia y funcionamiento dependen de la escritura y la impresión. En las culturas orales esta capacidad del hombre de aprender, transmitir y acumular conocimientos de forma verbal, solo es posible gracias a la posibilidad de simbolizar que tiene la especie humana, lo que le distingue de todo el resto de especies biológicas, capacidad que se expresa en el lenguaje, y dentro de él, en la oralidad o relato oral, forma más antigua de la comunicación.

2.1.2. LENGUAJE Y ORALIDAD LENGUAJE El lenguaje ha sido definido como un hecho social, por ser exterior con relación a las conciencias individuales, en el sentido que lo adquirimos como algo que ya existe

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cuando nacemos, de modo que el adquirir una lengua y no otra modela de alguna manera nuestra forma de pensar. A diferencia de la lengua que no es instintiva sino aprendida, pues no sólo sirve para la comunicación explícita de la cultura, sino que por su estructura misma, refleja y enseña las formas de categorizar de esa cultura y le provee de un vocabulario específico; el lenguaje, es la específica facultad que el hombre tiene de poder expresar y comunicar su pensamiento, es un sistema de comunicación mediante el cual se relacionan y entienden los individuos de una misma comunidad. La lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial, es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias, adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos. La lengua es un código, un sistema de signos; el habla es el uso de ese sistema. Las características del lenguaje humano le proporcionan a la lengua una infinita capacidad de producción que permite la transmisión de experiencias y conocimientos, así como su acumulación, es parte de la cultura y requisito fundamental de ella. El lenguaje aparece a tiempo que la conciencia, la religión, y todo aquello que entendemos como humanidad; desde un principio tuvo la expresión como vehículo primigenio. El cuerpo y los objetos a su alcance fueron portadores de sentido, pero el signo maduró y alcanzó a la voz, a la palabra articulada, y entonces emergió al mundo virtual de la representación en toda su plenitud. El lenguaje humano basado en la posibilidad de simbolizar, tiene ciertas características que le dan superioridad sobre otras formas de comunicación. Es el lenguaje, pero fundamentalmente el lenguaje simbólico, el que le ha permitido al ser humano construir un sentido sobre su existencia, y le ha dado la posibilidad de actuar en el mundo; puede expresarse a través de formas lingüísticas o emplear símbolos no verbales. Por medio del lenguaje, el hombre se puede referir tanto a los hechos pasados como a los presentes, y

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aún a los futuros. Se puede hablar sobre cosas concretas o abstractas, corregir lo que se ha dicho, afirmar, negar, preguntar, e incluso mentir. El lenguaje tiene dos modos distintos de producción: la escritura y la oralidad. Abordaremos el tema oral, que es lo que atañe al objetivo de nuestro proyecto. ORALIDAD Dentro de las formas de lenguaje, es la oralidad su forma más remota y humana, y a la vez la que se adquiere, individualmente, primero. La aparición de la oralidad, como sistema de expresión, es muy antigua y se corresponde con otras características de la especie humana, tales como el andar erguido y el uso de instrumentos, todo lo cual data de alrededor de un millón de años. La oralidad es un sistema simbólico de expresión, es decir, un acto de significado dirigido de un ser humano a otro u otros, y es quizás la característica más significativa de la especie. Durante largo tiempo fue el único sistema de expresión de hombres y mujeres, y también de transmisión de conocimientos y tradiciones. Hoy, todavía hay esferas de la cultura humana que operan oralmente, sobre todo en algunos pueblos o sectores de varias naciones; aún para los habitantes de la ciudad, la transmisión de muchos saberes se da por vía oral. La función social básica y fundamental de la oralidad consiste en permitir las relaciones sociales, pues la mayoría de las actividades diarias se llevan a cabo a través de ella. Habitualmente nos comunicamos de manera oral, aunque demos más importancia a lo escrito, sin embargo, hay que reconocer que éste último se formó gracias al relato oral, y ninguno es mejor que otro. La primera imagen de la oralidad es la vida cotidiana. Los seres humanos intercambian valores semióticos para ocupar al mundo en distintos ámbitos, sea para preparar la acción, evaluarla, recrearla, o disfrutarla. La forma oral construye la vida social, le da

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fondo y temática, asunto, perspectiva, horizonte, sentido; nos acompaña todo el tiempo en nuestro contacto y nuestra composición de lo humano día a día. La oralidad o relato oral adquiere una dimensión colectiva, porque expresa los sentimientos y aspiraciones de la comunidad; “quien habla en los relatos es la persona colectiva, el nosotros que afirma el compromiso de la comunidad por representarse a sí misma, y tener una imagen de su personalidad colectiva que justifique su razón de ser y actuar”53. El relato marca fronteras, tiene un papel mediador, “al hacerse palabra comunica significados, propone sentidos, atribuye unas casualidades, construye al otro igual y diferente”54. Es cierto arte de composición que en las culturas indígenas tiene funciones precisas, particularmente la de conservar conocimientos ancestrales a través de: cantos, rezos, conjuros, discursos o relatos, los mismos que describen una situación vivencial, a través de la cual se proyectan tensiones sociales o percepciones acerca del mundo y de las cosas, y se buscan en las sociedades una explicación. La oralidad es fugacidad y permanencia; será acumulativa, copiosa y redundante, conservadora, empática, participante y situacional (no abstracta). Es la conjunción entre lo inmediato y lo mediato, entre la memoria ancestral y la no memoria, fenómeno doble que ha permitido a la oralidad debatirse entre el mundo de la cultura escrita y transformarse. Los elementos de la oralidad o relato oral, considerados por la autora Imelda Vega como parte del sistema de producción cultural y del discurso popular andino, son resumidos en el siguiente esquema, y referidos en las próximas líneas:

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VEGA, Imelda, Tradición Oral y Discurso Popular Andino, en Anuario para el Rescate de la Tradición Oral de América Latina, Oralidad, Berlín, 1962, Pág. 55. 54 REGUILLO, Rossana, El Oráculo en la Ciudad, en Revista Diálogos de la Comunicación – Consejo Directivo de FELAFACS, 38ª Edición, Ediciones Saywa S.R.L, Colombia, Enero 1994, Pág. 37.

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RITO: Celebra sentido

TRADICIÓN: Pre-comprensión del sentido

MITO: Otorga sentido

SÍMBOLO: Dice el sentido Fig. 2. Elementos del Sistema de Producción Cultural Popular Andino (Tomado de “Oralidad”, de Imelda Vega, s / a)

a) Tradición oral: La tradición oral es la forma más antigua mediante la cual distintos pueblos han transmitido a las nuevas generaciones aspectos importantes de la existencia humana, de su historia, costumbres y tradiciones. Refleja la adaptación del hecho histórico por la comunidad, es portadora de contenidos y significaciones, es el producto de una comunidad que evoluciona, que se transforma integrando nuevos héroes y símbolos. “Viene a ser prácticamente el hilo que comunica todo un proceso dinámico, histórico, social y cultural; por ello, llega a poseer una fuerza coercitiva, pues impone un sistema de conocimiento propio, fuera del cual nada es verosímil ni legible”55. En las culturas populares y subculturas, la tradición oral es portadora de una precomprensión, de un juicio orientador que enriquece el sentido del hecho con un

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VEGA, Imelda, Tradición Oral y Discurso Popular Andino, en Anuario para el Rescate de la Tradición Oral de América Latina, Oralidad, Berlín, 1962, Pág. 55.

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efecto existencial-cultural, a través de ella se expresa el sentido de la vida, constituyendo a la vez producción cultural y memoria colectiva. La tradición oral constituye una de las fuentes básicas para archivar documentos y escribir la historia, al igual que ésta última, se la utiliza también para ampliar los relatos grabados de la identidad y el pasado de las comunidades. Es un fenómeno enriquecedor y complejo que se ha convertido en uno de los medios más utilizados, a lo largo de los siglos, para transferir saberes y experiencias. Está formada por un heterogéneo conjunto de recuerdos y comprensiones del pasado, entremezclado con vivencias del presente y expectativas de futuro. Nace y se desarrolla en el seno de la comunidad, como una expresión espontánea que busca conservar y hacer perdurar identidades, propósitos, sueños, victorias, fracasos, códigos éticos y normas artísticas, más allá del olvido y la desaparición de las sucesivas generaciones. Mantiene un vínculo íntimo con el grupo de personas que la produce y con su dinámica social, intelectual y espiritual; de hecho, se adapta de manera flexible a sus cambios, desarrollos y crisis. Se transmite en forma verbal y personal, lo cual permite el fortalecimiento de lazos sociales y estructuras comunitarias, el desarrollo de procesos de socialización y educación, el mantenimiento de espacios de (re)creación cultural, y el uso correcto y esmerado de la lengua propia. El desarrollo de la tradición oral es independiente de soportes y escrituras, por el mero hecho de transmitirse de boca en boca y de generación en generación, se transforma lentamente, adaptándose incluso a las necesidades del grupo, respondiendo a sus luchas o a las presiones culturales que éste sufra.

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b) Símbolo y Signo: Los símbolos son signos, aunque muchos autores los confunden como sinónimos. De los signos podemos decir que “son cuasi-ideas, conceptos, conjuntos de propiedades que son agrupadas en un tiempo y espacio determinado, por los miembros de la comunidad”56. Un signo es algo que para alguien demuestra o se refiere a alguna cosa, objeto o situación aludida, con algún aspecto o carácter. Cada vez que hablamos de signos no tenemos dos elementos (signo y objeto) sino tres: el signo, el objeto, y esa “cuasi-idea”, denominada por Peirce con el nombre de interpretante. Los signos cumplen con la función de significar, es decir, en el tiempo y lugar que ocupan tienen un sentido para alguien; todo signo es una cosa y toda cosa es un signo, éste puede estar sostenido por diversos tipos de soportes expresivos, es decir, que la expresión siempre es sensible, por ende, captada por los sentidos. Cualquier cosa que usamos como signo, sin excepción, significa algo. Las cosas tienen significado para alguien en la medida en que son objetos y pertenecen a una cultura, en la que ese alguien es capaz de reconocerlo, y por lo tanto, de asignarle sentido. Los signos existen porque cualquier sociedad humana se expresa, comunica, y dinamiza sus actividades a partir de los sistemas de significación que construye. Respecto a los símbolos, éstos son más que expresiones lingüísticas, “son estructuras de significación donde un sentido directo primario, literal, designa otro sentido que sólo puede ser comprendido a través del primero”57. Como signos concretos, evocan por su relación natural alguna cosa ausente o imposible de percibir. 56

DALLERA, Oswaldo, Los Signos en la Sociedad, 1ª Edición, Ediciones Paulinas, Colombia, 1996, Pág. 28. 57 CENTRO DE ESTUDIOS REGIONALES ANDINOS BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, Mito y Simbolismo en Los Andes, (Comp. Enrique Urbano), Perú, 1993, Pág. 33.

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Los símbolos hablan en un contexto propio, son códigos que significan en su conjunto y no cada símbolo por sí mismo, son formas de pensar que complementan la lógica racional donde ésta no actúa o donde la razón no alcanza a dar satisfacción plena. Se trata de fuentes de información externa que los humanos utilizan para comprender y ordenar su entorno físico y social. Los símbolos pueden ser lingüísticos, no verbales, pictóricos, anotaciones o de otra índole, juntos o en combinación, llevan o transmiten mensajes, cuya interpretación difiere de una cultura a otra. La simbolización es la esencia del pensamiento humano, pues hizo posible no solo la construcción de la cultura, sino la construcción del ser humano como tal. La cultura es un conjunto de interacciones simbólicas interpretables, es un contexto dentro del cual todos los procesos encuentran significado y significación, se tejen interacciones simbólicas y dan sentido a la vida de los seres humanos y las sociedades. Una de las características de la cultura es la construcción de universos simbólicos, que son el conjunto de significados que posibilitan la legitimación de las relaciones entre los individuos con el mundo, ordenan y legitiman los roles cotidianos, hacen posible el ordenamiento de la historia, constituyen el marco de referencia para poder entender y operar la realidad del mundo, y permiten situar los acontecimientos colectivos dentro de una temporalidad, en la que tiene sentido un pasado para entender sus experiencias presentes, y sobre la base de su memoria, pensar el futuro. Entonces, es necesario comprender que los universos simbólicos dan significado a la acción humana y están cargados de historicidad, pues son un producto social e histórico concretos.

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c) Mito Desde la más remota antigüedad se ha tratado de explicar e interpretar el origen y el contenido de los mitos. Al igual que los hombres, los mitos han pasado por un proceso evolutivo que ha dado lugar a incontables interpretaciones. Aunque no existe un consenso mínimo para definir el mito, la mayoría de autores se refieren al origen griego del vocablo muthos que significa relato, y a la ciencia que lo estudia muthologia, que equivale a contar historias. Según Platón, la mitología está conformada por historietas que se transmiten de generación en generación. Con el paso del tiempo, la palabra muthos se referirá a las leyendas antiguas, o a las que los contadores de historias narran en las plazas públicas acerca de los orígenes del mundo y de las cosas. Sin embargo, muchas de sus definiciones chocan con las nociones que corresponden al campo de la tradición oral u oralidad como: cuento, leyenda, anécdota, proverbio y hasta sueño y fantasía. Para Malinowski, el mito es el símbolo de la sociedad, los hombres usan los mitos para alcanzar sus propósitos, satisfacer sus deseos y aspiraciones. Levi Strauss entiende el mito como parte de la comunicación humana. Desde el punto de vista de Mircea Eliade, “el mito es una hierofanía, manifestación de lo sagrado, una estructura y un lenguaje prelógico que, para ser comprendido exige una lectura hermenéutica apropiada”58. El mito proviene de la tradición alegórica que tiene por base un hecho real, histórico o filosófico, nace en el momento en que las concepciones fenoménicoreligiosas del pasado se consolidan en formas concretas, personificadas, adquiriendo así peculiaridades humanas. Se trata de un relato fantástico, en el cual los dioses y los héroes, lo mismo que los animales y las fuerzas físicas de la 58

Ídem, Pág. 15

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naturaleza, presentan propiedades humanas. Los mitos, en cierto modo, son la esencia de una mentalidad proclive a las supersticiones y responden a las interrogantes sobre el origen del hombre y el universo; al igual que las fábulas y leyendas, fueron llevados por los pueblos primitivos en sus procesos migratorios y transmitidos de generación en generación. En el mundo del mito todo es posible, no existen fronteras entre las divinidades y los hombres. Aunque son relatos basados en hechos sobrenaturales, enseñan a los hombres lo que es bueno y lo que es malo, son para los pueblos lo que La Biblia es para los cristianos o El Corán para los musulmanes, una suerte de relatos sagrados, cuyos dioses y héroes tienen su origen en un momento pretérito de la historia. En las culturas andinas, como en todas las civilizaciones de oriente y occidente, los mitos juegan un papel importante en la vida cotidiana de sus habitantes, quienes desde la más remota antigüedad, dieron origen a una serie de deidades que representan tanto el bien como el mal. Para quien lo cuenta el mito es claro y transparente, para quien lo escucha, incomprensible. El esfuerzo de comprensión crea la ciencia de la interpretación o llamada Hermenéutica, sin la cual no es posible entender el pasado, ni se llega a conocer el futuro. El mito no sólo enseña las costumbres de los ancestros, también representa la escala de valores existentes en una cultura. Es el resumen del asombro y el temor del hombre frente a un mundo desconocido, y por supuesto, una rica fuente de inspiración literaria; de ahí que los mitos sobre la creación del hombre y el universo, han sido arrancados de la tradición oral para ser incorporados en los libros de ficción. El mito es una pedagogía, un símbolo que se transmite de manera oral, “una regla suprema, una forma de producción cultural que apela a los orígenes en el intento

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de rehacer un orden cósmico”59. Relegado hacia el mundo de los orígenes, el mito nos cuenta el acto primordial del comienzo del mundo y de las cosas, es el arquetipo de uno y de otras; por esta razón, el relato de los orígenes es el modelo del rito que periódicamente lo celebra. Se diferencia de la leyenda, el cuento y la historia, por cuanto: la leyenda se basa en personajes que existieron en algún momento pretérito de la historia, y en el mito no hay un tiempo definido ni un personaje que existió en la vida real, a ello se debe su vinculación con la religión y el culto, pues sus personajes, admirados y adorados, son seres divinos con nombres basados en un credo pero jamás en una prueba concreta. A diferencia del cuento, en el que hay más lógica y naturalidad en la sucesión de los hechos, en el mito se introducen acciones de seres sobrenaturales o de héroes que cambian la orientación del desarrollo narrativo. El mito, muestra tendencia a la atemporalidad; el cuento, da la impresión de moverse en medio de un tiempo histórico, no muy específico, pero con una realidad pasada que se insinúa en el famoso comienzo: “Era una vez…” Sobre el mito e historia, ambos son géneros narrativos. El mito se refiere al origen de las cosas, fuera del tiempo, y la historia, a la descripción de hechos pasados. La historia designa también lo que hace el hombre, el conjunto de lo que fue y el resultado global de sus acciones, contrastando con el mito que trata las acciones en tiempos ahistóricos. Ambos, mito e historia, suponen dos concepciones del tiempo pero en forma diferenciada. El mito por ser la palabra producida por un grupo social con la finalidad de representarse a sí misma, posee un modelo de conducta basado en un discurso mítico, que consiste en un instrumento cultural esencialmente lógico, por ello, su

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VEGA, Imelda, Tradición Oral y Discurso Popular Andino, en Anuario para el Rescate de la Tradición Oral de América Latina, Oralidad, Berlín, 1962, Pág. 57.

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evolución estará determinada fundamentalmente por las condiciones en que se produce. El discurso o relato mítico es un comentario simbólico que emplea muchas otras expresiones con carga significativa. d) Rito El rito es la manera como se evoca al mito, es el mito puesto en acción. El rito le permite al hombre acceder a la atmósfera de lo sobrenatural y vivir probando parte de lo sagrado, haciéndose contemporáneo de la creación cuando fue creada, para dejar de percibirla como pasada teniéndola presente. Como el mito es mucho más que una historia común y corriente porque se refiere a algo vital para la comunidad, requiere ser recordado periódicamente, y para hacerlo, existe el rito que es más que una simple ceremonia o fiesta: es la escenificación del mito, una propensión de lo vivo que rige la fusión del deseo con la naturaleza, es fundamentalmente un ritual mágico del sacrificio y culto a dioses, y una representación de la historia mítica. El rito no se realiza en cualquier lugar, por su importancia y profundidad se lleva a cabo en un recinto sagrado (templos, iglesias, teatros, salas de concierto, etc.), en un sitio especialmente diseñado y construido para representar mitos; sin embargo, este lugar también puede ser profano, siempre y cuando haya sido consagrado mediante una ceremonia, o bajo acuerdo de todos los involucrados, quienes dejan a un lado su personalidad cotidiana y se transforman, mágicamente, en parte del rito. Como el mito ocurre en un tiempo primordial, la representación ritual debe ocurrir en un tiempo sagrado. El rito dramatiza el mito y perpetuamente lo actualiza, simbolizándolo; por lo que símbolo, mito y rito conforman un solo conjunto, a ello se debe que cuando hablamos de símbolo, también nos estamos refiriendo a mito y rito.

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2.1.3. MEMORIA HISTÓRICA Para aproximarnos al concepto de memoria histórica, consideraremos previamente algunas definiciones sobre memoria e historia oral. Memoria La Memoria es todo aquello que una persona recuerda o está en capacidad de recordar, se relaciona con el proceso de aprender, de almacenar información y de recordarla. A criterio de Nelly Richard, la memoria es aquella que perturba la voluntad de sepultar el recuerdo como depósito de significaciones inactivas; desde el punto de vista de los psicólogos, la memoria no actúa sólo como un almacén pasivo de experiencias pasadas, sino que cambia lo que recuerda, mejorándolo y transformándolo según las circunstancias presentes. Es un proceso abierto de reinterpretación del pasado, que deshace y rehace sus nudos para que se ensayen de nuevo sucesos y comprensiones, y construye versiones de los hechos cuando se refiere a ellos. “No es la recuperación de información almacenada, sino la creación de una afirmación sobre estados de cosas pasadas, por medio de un marco compartido de comprensión cultural”60. Como señala Jesús Martín Barbero, la memoria activa, es activadora del pasado, nos permita desplegar los tiempos amarrados, obturados por la memoria oficial, y nos posibilita hacer estallar el historicismo que sutura el pasado como único depositario de los valores y esencias de la identidad nacional. En este sentido, el pasado no es estático, está siempre en permanente reelaboración. La memoria es fabricada por y para la gente mediante la formación o intercambio de objetos, se construye en torno a ciertos eventos y experiencias, es un proceso que reconstruye hechos pasados, tradiciones, costumbres y prácticas sociales. Se la reconoce como algo implícito en cualquier narración, como estrategia de construcción de la 60

Ídem, Pág. 63

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identidad por el recuerdo, eso equivale a decir que la memoria reconstruye el pasado, determina lugares, personajes y sucesos, a partir de las necesidades presentes impuestas por el momento. Según Miguel de Unamuno, la memoria es la base de la personalidad individual, así como la tradición es la base de la personalidad colectiva de un pueblo. Ésta opera a través de marcos o determinaciones espacio-temporales que encuadran, estabilizan lo acontecido, y proporcionan estabilidad y persistencia de los recuerdos; sin ellos la memoria no podría operar. La memoria como función socialmente construida, propone que el recuerdo es una forma de representación que reactualiza una construcción social. Nunca es definitiva, puesto que informa sobre un pasado del presente, donde los distintos grupos (formales o informales) van generando un pasado significativo, siempre abierto a reinterpretaciones desde la mirada actual. Los recuerdos determinan profundamente las identidades colectivas, pues lo que construye y define el grupo social, es el conjunto de sus representaciones colectivas en que se sedimenta su experiencia del pasado, el mismo que es precondición de toda identidad colectiva porque reconstruye la memoria, retiene tradiciones, y se erige en columna vertebral para la construcción del sentido de la vida colectiva. Historia Oral La historia se refiere a la producción y uso de fuentes orales para la reconstrucción histórica, es una narrativa en la que se reconstruye el pasado a partir de recuerdos, pues se enfrenta a él desde diferentes ángulos y bajo diversos objetivos, “no es un proceso solamente social, sino también son múltiples procesos particulares de lucha por la ascensión social, reconocimiento, acceso y ocupación de espacios”61. 61

GUARDIA, Marcelo, Mediaciones en la Mira: Culturas Populares, Recepción, Educación y Desarrollo, en Texto de Divulgación 5: Comunicación, Cultura y Mediaciones, Bolivia, Sin Año, Pág. 29.

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Sirve para conocer cómo funciona nuestra sociedad, cómo ha funcionado en el pasado, qué soluciones se dieron y cuáles fueron sus consecuencias; sirve para satisfacer la curiosidad humana y la memoria, nos permite progresar como seres humanos en sociedad acumulando cultura, la cual es específica en cada sociedad, pues depende de la historia y rasgos propios de cada pueblo. La historia es una metodología de investigación que apoyada en técnicas diversas, posibilita la recolección de narraciones individuales o colectivas, con lo que se enriquece el proceso de investigación y permite la recuperación de la historia de comunidades, en ausencia o complemento de documentos escritos. Le interesan los hechos y eventos sociales donde intervienen instituciones e individuos en determinados procesos económicos, políticos y simbólico-culturales; le interesa producir conocimientos y no sólo ser un canal de exposición oral de testimonios. La historia es conocimiento necesario en cualquier visión de conjunto sobre una realidad. Como pasado no sólo es objeto de consumo gracias a la literatura, el cine, los parques temáticos y las grandes exposiciones, sino se transforma en materia prima, en los mismos objetos reales del pasado y en los monumentos de una industria nueva, cuyas ramificaciones se extienden hacia la educación, el ocio y el turismo. Memoria Histórica La memoria es entonces la raíz de la historia oral, la primera, por su valor social da fuerza a cada persona o grupo como hacedor de su historia individual o local, y combinada con la historia, dan lugar a la formación de la memoria histórica. La historia, es un método que juega un papel importante en la recuperación de la identidad de los grupos sociales, en la consigna de costumbres y vivencias, y en la estimulación del proceso de valoración del patrimonio colectivo por parte de la comunidad, gracias a la cual es posible la construcción de la historia día a día, pues son al mismo tiempo, narradores y actores que recuerdan sus experiencias personales. La memoria, es un valioso patrimonio, un privilegio que legitima nuestra condición de humanidad que se

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reconstruye en el ámbito de lo intersubjetivo, porque apunta a la búsqueda de la identidad, es un acto político, un intento por configurar visiones de mundo compartidas y representativas de deseos comunes, una estrategia de supervivencia, un esfuerzo por restituir el entramado histórico y avizorar en él la posibilidad de apropiarnos de un destino, y una acción del presente orientada a legitimar el ahora, y a abrir o cerrar determinadas posibilidades para el futuro. Por tanto, la Memoria Histórica es un proceso que permite la reconstrucción del pasado, se refiere sólo a aquellos hechos, ideas y personajes del pasado que tienen influencia en el presente, o en un periodo concreto de la trayectoria de un grupo social determinado; facilita el diálogo entre grupos sociales en el tiempo presente, pues la memoria siempre se alimenta de la historia; apunta a salvar el pasado para servir al presente y al futuro; y es capaz de generar procesos de revisión autobiográficos, de modificación del recuerdo de la experiencia vivida. La memoria histórica o memoria colectiva “constituye el principal patrimonio de las sociedades que deben proyectarse al futuro”62. Según el autor José Sánchez Parga, representa un prisma de sou-venirs o re-cuerdos de carácter histórico, nostálgico, adaptativo, reprimido, obligado, libre, los cuales contribuyen tanto a fragmentar, como a segmentar las representaciones e identidades culturales. En su relación con la cultura, la memoria histórica o colectiva proporciona más sentido, permanencia, significado y significación a los aspectos manifiestos de la cultura. En primer lugar, porque toda cultura es una construcción que se inserta en la historia, no es algo dado, una herencia biológica, sino una construcción social e históricamente situada, es un producto histórico concreto; siempre está cargada de historicidad, porque surge como respuesta a un determinado proceso de desarrollo de la historia humana. “Ninguna construcción cultural deja de estar atravesada por la historicidad, todas son reflejo de

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BARBERO, Jesús Martín, y otros, El Espacio Cultural Latinoamericano: Bases para una Política Cultural de Integración, 1ª Edición, Fondo de Cultura Económica, Chile, 2003, Pág. 92.

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condiciones sociohistóricas concretas”63. Y, en segundo lugar, porque el corazón de la cultura está fundamentalmente en el nivel de las representaciones simbólicas, en la memoria colectiva de un pueblo, este es su ámbito principal. 2.1.4. MEMORIA ORAL La Memoria Oral es la verbalización de la memoria individual o colectiva en su forma primordial, pero referida a una selección de recuerdos de experiencias pasadas para formular una narrativa histórica acerca de su trayectoria. Dicha narrativa es construida y reconstruida según las perspectivas presentes, aunque al mismo tiempo constituya una base a partir de la cual se vislumbra el futuro; así la memoria oral, representa la forma más antigua y más humana de transmisión y consolidación de esa narrativa. La capacidad de la memoria verbal es una valiosa cualidad en las culturas orales, el modo como funciona en las formas artísticas orales es bastante diferente de lo que comúnmente se pensaba en el pasado. Funciona eficazmente con los grandes personajes cuyas proezas son gloriosas, memorables, y por lo común, públicas. No representa una narración precisa y completa de los hechos históricos, se trata más bien de una reconstrucción personal que, a su vez, sirve de fuente para interpretar sucesos pasados. Dicha recuperación por medio de técnicas y métodos diversos, permite encontrar sentido a lo que la gente dice, y también, a lo que no dice. La memoria oral difiere significativamente de la memoria textual, en el sentido que la primera tiene un gran componente somático. La palabra oral nunca existe dentro de un contexto simplemente verbal, como sucede con la palabra escrita; más bien, proviene del interior humano, hace que los seres humanos se comuniquen entre sí como interiores concientes, como personas, y permite que los hombres formen grupos estrechamente unidos.

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GUERRERO, Patricio, La Cultura: Estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad, la alteridad, la diferencia, 1ª Edición, Editorial Abya Yala, Quito, 2002, Pág. 85.

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En el momento de producción y transformación de las narraciones orales se ve actualizada la tradición y la memoria histórica colectiva, en un evento irrepetible que está configurado por el entorno físico, por la situación discursiva, y por unas circunstancias que sitúan el texto oral en el espacio y el tiempo. 2.2.PATRIMONIO 2.2.1. CONCEPTO El concepto de Patrimonio ha evolucionado sustancialmente, por ello hoy debe contemplar la creación cultural contemporánea, así como la participación activa de todos los sectores de la sociedad. La palabra patrimonio viene del latín, es aquello que proviene de los padres. Según el diccionario son bienes que poseemos, o los bienes que hemos heredado de nuestros ascendientes, es también todo lo que traspasamos en herencia. Para los historiadores el patrimonio es historia materializada, porque está formada por objetos que permanecen a pesar del paso del tiempo, sea en uso o en museo; es insustituible como objeto de estudio, porque sirve de puerta de acceso al pasado, conjuntamente con la memoria y la historia escrita. El patrimonio “es motivo de inspiración, estímulo a la imaginación, acicate para la curiosidad, compendio de lecciones y fuente de sensaciones físicas, visuales y táctiles, y catalizador de sutiles emociones”64. Comprende los bienes tangibles e intangibles heredados de los antepasados, el ambiente donde se vive, los campos, ciudades, pueblos, tradiciones, creencias que se comparten, valores, religiosidad, la forma de ver el mundo y adaptarse a él. Pero no sólo son los objetos bellos, bienes muebles e inmuebles, sino toda la cultura intangible, todo lo que conservamos, que se relaciona con nosotros,

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BALLART, Joseph, y JUAN, Jordi, Gestión del Patrimonio Cultural, 1ª Edición, Editorial Ariel S. A., España, 2001, Pág. 9.

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nuestros pueblos, nuestra cultura, una serie de actitudes que encierra el patrimonio intangible. El patrimonio es un activo valioso que transcurre del pasado al futuro relacionando a las distintas generaciones. Vale por todo lo que atesora, por sus cualidades y utilidades, por la información que proporciona, por lo que pueda tener, es decir, por su valor como recurso. Se entiende como “el dominio por parte del Estado, sobre los lugares naturales y bienes culturales que interesan vitalmente a la nación, declarados así por dicho Estado mediante las instituciones por él designadas para representarlo”65. Es cosa de todos, tiene que ver con el intelecto pero también con las emociones, y ni uno ni otro son patrimonio de nadie en especial. Es el lugar donde se plasma materialmente el recuerdo de actividades sociales, políticas y culturales de una ciudad; los monumentos, construcciones y espacios que lo componen, representan hitos que recuerdan formas de vida, acontecimientos de importancia, o sitios donde transcurrió la vida o la muerte de personajes, próceres o grupos cuya acción determinó el transcurso de la historia. “El patrimonio se identifica en sus formas vivas y en su dinámica, debida a las evoluciones permanentes del hombre,. Se reconoce en sus valores espirituales, culturales, económicos y sociales”66. La noción de patrimonio está asociada a la idea de paso del tiempo que sirve de puente entre el pasado y el futuro, éste hace que los individuos y los grupos contrapongan presente a pasado, fundamentando las nociones de continuidad o cambio histórico y cultural. Al ocurrir esto, el patrimonio adquiere un valor superior, por ello se afirma que es herencia y memoria, y no se puede malgastarlo porque debe servir al porvenir.

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LARREA, Galo, Patrimonio Natural y Cultural Ecuatoriano, 1ª Edición, Banco Central del Ecuador, Quito, 1982, Pág. 20. 66 DESCAMPS, Francoise, Serie Estudios y Metodologías de Preservación del Patrimonio Cultural 1. Cáp. La Loma Grande y La Plaza de Santo Domingo, Ediciones LibriMundi, 1994, Pág. 15.

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El patrimonio como herencia colectiva cultural del pasado, conecta y relaciona a los seres humanos del ayer con los hombres y mujeres del presente, en beneficio de su riqueza cultural y sentido de la identidad. La herencia o legado cultural, es un activo útil para las sociedades que sirve a distintos propósitos, y si el derecho de las generaciones que la reciben es disfrutar plenamente de sus valores, el deber que adquieren es de traspasarla en las mejores condiciones a las generaciones venideras. Patrimonio y Cultura son dos términos que se relacionan mutuamente. La misma Carta Magna señala en su artículo 62 que, la cultura es patrimonio del pueblo y constituye elemento esencial de su identidad, es patrimonio acumulado en permanente renovación y crecimiento de creaciones materiales y espirituales, y de creatividad de grupos sociales, artísticos, intelectuales o científicos, y aparatos, industrias e instituciones que cristalizan estos procesos. Vincular el patrimonio al espacio cultural, obliga a ir más allá de su definición como el conjunto de obras físicas, monumentales, o de carácter simbólico, vinculadas sólo a un pasado histórico de una determinada colectividad. Obliga a considerar a más del conjunto de bienes materiales y prácticas tradicionales que identifican a una nación o pueblo, a todas aquellas expresiones culturales, orales, ceremoniales, tradicionales que son también parte del patrimonio, un apreciado don que recibimos del pasado con tal prestigio simbólico que no cabe discutirlo. El patrimonio es un arma de identidad, su interpretación juega un rol fundamental para presentar la autenticidad y la identidad local, huyendo de las falsas culturas turísticas, pero también del fetichismo patrimonial. 2.2.2. TIPOS DE PATRIMONIO Se considera tres tipos de patrimonio: histórico, natural y cultural, aunque se sobreentiende que el patrimonio histórico o material está incluido en los otros dos. Los

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tipos de patrimonio señalados son una construcción cultural, y como tal sujeta a cambios en función de circunstancias históricas y sociales. Si bien el patrimonio natural y cultural, como se ilustra en la Figura 3, no han permanecido intactos e intocados, por ventura no han desaparecido. Ambos están integrados en el territorio, y por tanto, cualquier iniciativa de desarrollo debe contemplar una utilización racional de los recursos dentro de un modelo de desarrollo sostenible, pues constituyen la fuente insustituible de inspiración e identidad de una nación, son la herencia de lo que ella fue, el sustrato de lo que es, y el fundamento del mañana que aspira a legar a sus hijos. a) Patrimonio Histórico El patrimonio histórico o legado material de la historia o patrimonio material, consiste en todos aquellos bienes materiales e inmateriales sobre los que la población se contempla para reconocerse, por cuanto busca la explicación del territorio donde está enraizada y en el que se sucedieron los pueblos que la precedieron. Es como un espejo que la población ofrece a sus huéspedes para hacerse entender, en el respeto de su trabajo, de sus formas de comportamiento, y de su intimidad. Tiene que ver con la transmisión de mensajes culturales vía objetos, los mismos que hacen de verdaderos mensajeros de cultura, así como de permanentes testimonios de hechos de civilización. . b) Patrimonio Natural Se refiere al entorno no afectado por la acción del hombre que, tras el deterioro iniciado por la revolución industrial, cobra valor como testimonio de lo originario, fuente de estudio y medio de supervivencia. Según la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial se denomina Patrimonio Natural a:

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Los monumentos nacionales, constituidos por formaciones físicas y biológicas, o por grupos de esas formaciones, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético y científico.

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Las formaciones geológicas y fisiográficas, y las zonas delimitadas, que constituyan el hábitat de especies animal y vegetal amenazadas, también con valor universal excepcional, desde una visón estética o científica.

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Los lugares naturales o las zonas naturales delimitadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación, o de la belleza natural. De la misma manera que reconocemos un patrimonio común natural irrenunciable, reconocemos también un patrimonio común de carácter cultural, asimismo irrenunciable.

c) Patrimonio Cultural En los últimos años la noción de patrimonio cultural se ha ampliado considerablemente, y la importancia mucho mayor que ahora se le concede, se basa en la conciencia cada vez más extendida de su riqueza y vulnerabilidad. Si la visión tradicional del Patrimonio Cultural consideraba fundamentalmente los bienes artísticos y monumentales heredados del pasado, ahora hay una conciencia cada vez mayor de que este patrimonio comprende también las manifestaciones culturales intangibles como: tradiciones orales, música, festividades y lengua; así como también han pasado a formar parte de esta nueva concepción de patrimonio cultural, las manifestaciones contemporáneas de la cultura, aunque se hayan visto seriamente afectadas o destruidas por negligencia o por los procesos de urbanización, industrialización y penetración tecnológica. Se entiende por Patrimonio Cultural al “conjunto de manifestaciones tangibles e intangibles, creadoras y trascendentales del hombre, que conforman su contexto

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histórico y social”67. Son todos los bienes, resultados de la interacción de los elementos que intervienen en el proceso de creación cultural a lo largo de toda la historia, por lo tanto, el patrimonio cultural también es acumulativo. Etimológicamente denota dos condiciones, por una parte, un legado, una herencia, una sucesión, y por otra, la propiedad o pertenencia de tal legado a una persona, a una cosa, o a un grupo. El Patrimonio Cultural de un pueblo “comprende las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas surgidas del alma popular, y el conjunto de valores que dan un sentido a la vida”68, es decir, las obras o bienes materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo como: lengua, ritos, creencias, costumbres, utensilios, música, arte culinario, formas de comportamiento, espacios vividos, edificaciones, lugares y monumentos históricos, literatura, obras de arte, archivos y bibliotecas, es decir, lo tangible e intangible que cada sociedad ha creado, transformado y reutilizado. Todo este conjunto de bienes son el resultado de un proceso histórico completo, compartido por todos los herederos de ese legado, y son los mismos bienes que transmite la herencia cultural y se objetivizan en patrimonio; aquel conjunto persiste gracias al significado social que cada generación otorga a cada una de sus etapas históricas, ese nuevo significado remite el cómo cada generación está usando y manipulando su pasado. Se considera parte del Patrimonio Cultural a:

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ONU, UNESCO, INPC, Primer Curso de Formación en el Control de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales Patrimoniales, Quito, 1999, Pág. 37. 68 UNESCO, Cultura, en Revista del Banco Central del Ecuador, Quito, Septiembre – Diciembre 1982. Volumen V, Número 14, Pág. 16.

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Los Monumentos: obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, y grupos de elementos, que tengan un valor universal excepcional, desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia.

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Los conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura tenga un valor universal excepcional, también desde la visión de la historia, el arte o la ciencia.

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Los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza, que tengan un valor universal excepcional, desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico. El Patrimonio Cultural se subdivide en patrimonio cultural tangible e intangible.

√ Patrimonio Cultural Tangible: Son todos aquellos bienes culturales que se pueden tocar, como muebles e inmuebles. Los primeros comprenden bienes que se pueden trasladar de un lugar a otro, una vez que han sido seleccionados como bienes culturales patrimoniales, por ejemplo: cuadros, esculturas, etc. Y los segundos, son bienes concebidos para permanecer anclados en el suelo como: iglesias, conventos, monasterios, casas de patio, etc. Hablar de bienes culturales es referirse a todos los objetos o creaciones que entrañan manifestaciones o testimonios de la cultura ancestral desde sus orígenes más remotos. Son bienes producto del trabajo del hombre, que luego de concebir una idea, ésta se materializa en un producto final, con uso y función específica, etapa conocida con el nombre de primera historicidad. Se habla de una segunda historicidad, cuando se convierte en bien patrimonial, es decir, en herencia o legado declarado por la comunidad, por lo tanto, debe ser protegido. El bien patrimonial u objeto histórico designa, representa o evoca a un personaje, una cultura o un acontecimiento del pasado; “presenta la singularidad de

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participar al mismo tiempo del pasado y del presente, por ello sirve de nexo extraordinario entre dos momentos en el tiempo; de hecho, es el único nexo material que poseemos”69. Forma parte de este tipo de patrimonio el Patrimonio Cultural de la Nación, que comprende los objetos o bienes culturales (sitios históricos, plazas, palacios e iglesias) que por su importancia científica, artística o histórica para la nación, han servido de escenario para representar el destino nacional, y han sido específicamente puestos bajo el dominio del Estado. Son bienes culturales: - Los bienes, muebles o inmuebles, que tengan una gran importancia para el patrimonio cultural de los pueblos, tales como los monumentos de arquitectura, de arte o de historia, los campos arqueológicos, obras de arte, manuscritos, libros. - Los edificios, cuyo destino principal y efectivo sea conservar o exponer los bienes culturales anteriormente señalados, tales como los museos, bibliotecas, archivos, etc. - Los objetos, que hayan sido expresamente designados por cada Estado como de importancia para la arqueología, la prehistoria, la historia, el arte o la ciencia. Así lo señala la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. √ Patrimonio Cultural Intangible Son los que llenan nuestro espíritu como las tradiciones, costumbres, cuentos, leyendas, música, etc. Según la UNESCO, es el conjunto de formas de cultura tradicional y popular o folclórica, es decir, las obras colectivas que emanan de una cultura y se basan en

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BALLART, Joseph, y JUAN, Jordi, Gestión del Patrimonio Cultural, 1ª Edición, Editorial Ariel S. A., España, 2001, Pág. 21.

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la tradición. Estas tradiciones se transmiten oralmente o mediante gestos, y se modifican con el transcurso del tiempo a través de un proceso de recreación colectiva. Se incluyen en ellas las tradiciones orales, costumbres, lenguas, rituales, fiestas, conmemoraciones, bailes, música, medicina tradicional y farmacopea, artes culinarias, espacios de discusión, actividades artísticas, herramientas, hábitat, y todos los espacios donde el patrimonio se expresa.

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PATRIMONIO

HISTÓRICO NATURAL

CULTURAL MUEBLES - Manuscritos - Documentos - Artefactos Históricos - Obras de arte.

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Monumentos naturales. Parques Nacionales Lugares naturales Zonas naturales

TANGIBLE

INTANGIBLE

INMUEBLE - Monumentos o sitios Arqueológicos - Monumentos o Sitios Históricos - Monumentos públicos - Monumentos Artísticos - Zonas típicas - Iglesias - Conventos

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Lenguaje Costumbres Religiones Leyendas Mitos Música Memoria Oral

Fig. 3. Cuadro de los Tipos de Patrimonio (Tomado de: www.tipospatrimonio.com)

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2.2.3. EL MUSEO COMO ESPACIO DE PRESENTACIÓN DEL PATRIMONIO Los Museos, viejas instituciones producidas por el sistema, crecen extraordinariamente a lo largo del siglo XIX, con la ayuda de la gran capacidad de simbolización que atesora y el prestigio institucional que cosecha. “Es uno de los íconos más respetados de la civilización que en los años 60 ya era considerado como un templo de la cultura, aunque 25 años más tarde se le catalogue, como una catedral laica volcada a las celebraciones festivas”70. Con más de 100 años de historia, el museo es escenario de la presentación del patrimonio mueble por excelencia, es una entidad dedicada a la preservación de los objetos que mejor ilustran los fenómenos de la naturaleza y las obras de los seres humanos, sirven al progreso del conocimiento y de la cultura de los pueblos. Se trata de una institución organizada y permanente, no lucrativa, de carácter educativo, al servicio de la sociedad y su desarrollo que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe para finalidades de estudio, educación y disfrute, testimonios materiales del ser humano y de su entorno. Los museos son espacios culturales especializados que reúnen un conjunto de bienes culturales, cuyo propósito es documentar las formas de vida tradicionales de la gente de la zona, divulgarlas a todo tipo de público, y preservar, estudiar y difundir los bienes patrimoniales para la posteridad, buscando la participación cultural, lúdica y científica de los ciudadanos y visitantes. Son los magnismos más idóneos para conservar los testimonios arqueológicos, y para informar a la comunidad sobre el devenir cultural. Son los encargados de transmitir el mensaje a niños y jóvenes, sobre lo que es el patrimonio cultural. Dentro del museo se encuentran los objetos que son los guardianes de la memoria colectiva, porque no se acude a él a ver sólo sus colecciones, sino también, cada vez

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Ídem, Pág. 44.

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más, a ver o participar en las otras actividades, que pueden ser tan variadas como: talleres, exposiciones temporales, conferencias, visitas guiadas, etc. Los Objetos Los seres humanos solemos utilizar habitualmente los símbolos para comunicarnos, para ello nos valemos de los objetos que creamos, y así poder expresarlos según un lenguaje simbólico. Como vehículos de comunicación, los objetos son portadores de sentido, es decir, de significado, el cual no es fijo ni eterno, varía con el tiempo. Son íconos que pueden crear una comunidad imaginaria y se han vuelto tan valiosos para la construcción de una identidad, marcan a quienes no los poseen. Nos significan, tienen el poder de otorgarnos algunos sentidos, a veces se nos escapan porque no podemos conseguirlos, otras veces porque ya los hemos conseguido, pero se nos escapan siempre. El objeto posee un valor simbólico, en el sentido de que actúa de presencia sustitutiva, es decir, de alguien o algo que, de hecho, se representa de otra forma; tiene la virtud de representar un mundo, el mundo del pasado del cual proviene; no solamente tiene la facultad de acumular y llevar consigo una gama diversa de significados que varían con el paso del tiempo, también va adquiriendo significados específicos de carácter simbólico, donde no únicamente aparecen a los ojos del especialista, sino se fijan en el imaginario social de cada generación. Por lo tanto, con el tiempo, el bien patrimonial va adquiriendo a más de nuevos significados, un nuevo valor. Según el historiador G. Kubler, la materialidad y durabilidad propia de los objetos, los hace buenos agentes transmisores de mensajes a través del tiempo, puesto que los datos de contenido cultural permanecen inscritos en esos objetos en forma indeleble por un lapso más menos largo.

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En su relación con la memoria, tanto ésta como el objeto interactúan necesariamente mientras se van perdiendo, porque con el paso del tiempo se pierden los lazos tangibles (obras, objetos), de igual manera ocurre con la memoria, que pone en contacto a las personas y los colectivos, con el pasado y las generaciones precedentes. Clasificación de los Museos: Existe una forma aceptada y tradicional de clasificar a los museos según la disciplina a la que se refieren las colecciones que conservan. Así, podemos hablar de museos de arte, de historia, de ciencia y técnica, etc. Consideraremos los más importantes. -

Museos de arte: son aquellos museos que reúnen colecciones de obra artística, es decir, formadas por objetos cuyo mérito principal reside en los valores estéticos que atesoran.

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Museos de historia: el interés por el pasado de los pueblos es un fenómeno constatable desde la antigüedad, por ello puede rastrearse el origen de los museos de historia en la misma antigüedad. Este tipo de museo sigue llamando a la imaginación de los hombres y las mujeres de hoy, necesitados de paliativos que los alivien de la presión de la vida moderna, y de los efectos del cambio tecnológico acelerado. Es difícil definir el museo de historia, porque en cierto sentido todos los museos son museos de historia, cuya misión es tratar sobre personas, colectivos, países, procesos, y recrear personas y mundos desaparecidos.

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Museos de ciencia y técnica: Son herencia sobre todo de la Revolución Industrial. Este tipo de museos concita en su favor el espectáculo de los grandes ingenios que han hecho época, desde la locomotora a vapor hasta la última nave espacial.

2.2.4. LAS CIUDADES Y LOS CENTROS HISTÓRICOS COMO PARTE DEL PATRIMONIO Según la Carta de Venecia, las ciudades y los centros históricos pueden ser definidos como una combinación particular de monumentos de valor social, cultural, económico y

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arquitectónico, concentrados dentro de un área específica; o como estructuras urbanas, soportes de monumentos de arquitectura civil, religiosa y popular, que constituyen testimonios de la historia de un pueblo. Una ciudad puede ser considerada como tradicional e histórica si uno o más de sus barrios determinan el carácter del conjunto de la ciudad. Y el centro histórico, como una estructura urbana que contiene un conjunto de edificaciones monumentales, obras artísticas que constituyen el más valioso legado material, símbolo de nuestra identidad cultural, considerado también como aquel “asentamiento humano, vivo, fuertemente condicionado por una estructura física proveniente del pasado, reconocible como representativo de la evolución de un pueblo”71. Un ejemplo de ello constituye el Ecuador, particularmente la ciudad de Quito, declarada el 8 de septiembre de 1978 por la UNESCO y por el Comité Intergubernamental del Patrimonio Mundial en Washington, como la primera ciudad “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. La ciudad capital alcanzó este reconocimiento por su ubicación geográfica en la cima ecuatorial y en las faldas del volcán Pichincha, por ser el área histórica más extensa y mejor cuidada de Ibero América, por su conjunto de obras culturales, monumentos, iglesias, conventos y edificaciones antiguas; por sus connotaciones de ciudad sagrada aborigen, y por su comunión con el paisaje. Se le consideró una ciudad ideal para vivir, demostrado en su cultura y espíritu trascendente. De igual manera, se declaró su Centro Histórico, como “Bien Perteneciente al Patrimonio Cultural del Estado”, por ser el más grande y mejor conservado de las Capitales Hispanoamericanas, por sus calles y edificios históricos, destacándose como centro urbano y paisajístico de desarrollo y de respeto a los valores culturales; por ser una obra magnífica, en cuyas piedras se encuentran escritas la historia de la ciudad, por sus obras monumentales, portadoras de mensajes espirituales del pasado, que conservan

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BLANCO BENÍTEZ, Gustavo, y otros, Estudio y Propuesta de Rehabilitación del Barrio San Marcos, Tesis, ICAT (Instituto de Cooperación y Asesoría Técnica) y ULB (Universidad Libre de Bruselas), Quito, Año 1996-1997, Pág. 18.

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en el presente el vivo testimonio de la tradición de los tiempos. No en vano se le ha denominado: “Quito, Relicario de Arte en América”. Vemos entonces que las ciudades y dentro de ellas los centros históricos, para conservar su condición de monumentos, deben garantizar su permanencia en el tiempo, considerar el pasado, el presente y el futuro, de ahí que el conocimiento del estado actual de la ciudad, en relación con el desarrollo pasado y el previsible, constituya la condición fundamental e irrenunciable para llegar a una solución clara y concisa de todo problema urbanístico. 2.2.5. TIEMPO HISTÓRICO Y CONCIENCIA PATRIMONIAL El Tiempo Histórico es el tiempo que pasa, aquel del cual tenemos conciencia de que transcurre, se contrapone al tiempo que perdura, el presente eterno. Adquiere su pleno sentido en la noción de cambio, de la que se desprenden 2 nociones opuestas: progreso y retroceso. Es inseparable de la historia, pero no es el mismo que el tiempo físico; presenta tres categorías: el tiempo corto, medio y largo. En el tiempo histórico el individuo vive una existencia grupal poco diferenciada en un mundo en el que nunca pasa nada, cosa que convierte en innecesaria toda conquista individual del futuro, integrándose el individuo en el medio de una forma tal que lo hace difícilmente distinguible del entorno. La Conciencia Patrimonial, en tanto, es un fenómeno antiguo que ha desarrollado distintas estrategias preservacionistas. Resulta inconsecuente sino lleva aparejada una conciencia ética, y una preocupación por educar en la ética a través de la conservación, valorización y uso del patrimonio natural y cultural. Sin tiempo histórico no hay conciencia patrimonial (en el sentido de legado material). Solo cuando existe una clara percepción del paso del tiempo y su repercusión sobre las personas y las cosas, empieza a adquirir sentido conservar los testimonios acumulados,

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los relatos y los memoriales. Por ello, no es extraño que junto a los relatos históricos aparezcan al mismo tiempo las bibliotecas para guardar tales relatos, y los museos, para conservar los objetos más preciados. 2.2.6. PATRIMONIO Y PARTICIPACIÓN SOCIAL La participación social en la conservación y disfrute del patrimonio, tangible e intangible, ha experimentado un gran aumento en las tres últimas décadas, y ha salido del ámbito del interés estrictamente profesional, para llamar la atención de cada vez mayor número de ciudadanos y empresas. El patrimonio heredado, por ser un bien limitado y no renovable, exige una dimensión interactiva o participativa de la comunidad, porque ella es quien permite que los sitios continúen vivos, y que regionalmente la gente se sienta involucrada con ellos. La misma Constitución de la República establece el derecho de los ciudadanos a vivir en un medio ambiente protegido y disponer de un patrimonio cultural, que eduque y oriente en lo relacionado a la historia, cultura, tradiciones, leyendas, obra de arte, música y danza autóctona de nuestras culturas. Porque son los mismos pueblos, autores y dueños de sus expresiones culturales, los responsables de mantener vigentes dichas tradiciones, no permitir su abolición, y mantener viva la cultura de los pueblos. Para que exista una participación de la comunidad en la salvaguarda del patrimonio, ésta debe provenir de la misma población local, para que no sientan que se les ha expropiado el sitio donde viven; para ello se requiere vincular el patrimonio a la creatividad, u organizar sitios de reunión que hagan del patrimonio, no algo muerto, sino algo vivo. Es preciso, además, que la gente conozca las riquezas que poseen y el valor cultural que éstas tienen, porque un pueblo que no conoce sus riquezas históricas, difícilmente podrá participar en la conservación de las mismas.

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Afortunadamente, tanto los logros científicos y tecnológicos adecuadamente utilizados, como la inteligencia y posibilidades de creación cultural para el futuro no tienen límites, podrán contribuir de modo muy eficaz a la preservación de los bienes culturales que a lo largo de la historia se han ido legando a la humanidad, y permitirán reflexionar sobre la posible sobreexplotación de los bienes culturales, fomentando el debate y el intercambio de opiniones con todos los sectores profesionales interesados, y con aquellos ciudadanos que deseen participar. 2.2.7. DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO La difusión es uno de los elementos más importantes de la Conservación del Patrimonio, porque provee al ciudadano de conocimientos sobre el cuidado y preservación de determinados bienes tangibles e intangibles, estimula su disfrute para que la sociedad participe de estos bienes comunes, y porque fomenta su entendimiento como principio de revalorización, pues en la medida en que adquiera valor social, su futuro se irá asegurando y podrá vencer al olvido, principal enemigo de la memoria patrimonial. Pero difundir no es únicamente comunicar la información inherente a un objeto o lugar, o realizar una operación meramente turística; se trata de estimular, reflexionar, provocar, comprometer, definir un proceso de investigación que parta de elementos y conjuntos patrimoniales existentes; y delimitar claramente qué es lo que se quiere difundir, a quien se quiere hacer llegar el mensaje y con qué fin. Se trata de una autoafirmación desde una conciencia histórica y un diálogo con el medio a través de la cultura. En la difusión del patrimonio hay dos actores sociales importantes que cumplen funciones específicas: el sujeto y las instituciones patrimoniales. En el caso del sujeto, éste es el principal protagonista, cuya tarea prioritaria es disponer de recursos suficientes para viajar o interesarse por su propio patrimonio, y difundir el conocimiento de aquellos bienes que forman parte de la historia, cultura e identidad de su pueblo, con énfasis especial en las nuevas generaciones, para que sean éstas capaces de reconocerse en ellos y alargar su vida y significado.

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Respecto a las instituciones patrimoniales, una de sus funciones básicas es dar a conocer al público los bienes patrimoniales que custodian, es decir, hacerlos accesibles a todo el mundo. Entre ellas se encuentran los museos, instituciones y múltiples iniciativas académicas y particulares, que a través de publicaciones, cursos, exposiciones, nuevas tecnologías multimedia, Internet, etc., dan a conocer a la sociedad la importancia y aprecio del valor histórico, y de lo que ello implica en la conservación del patrimonio. En el caso de nuestro país son la UNESCO, El Fondo de Salvamento (FONSAL) y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), principalmente, los encargados de velar el área histórica, natural y cultural, y difundir un mensaje de cuidado y preservación. Todos ellos basados en una política global relacionada con la educación, el fomento y la promoción de la cultura. Finalmente, la difusión es importante porque afecta también a la dignidad del ser humano, porque se refiere a lo que le hace precisamente humano: la sensibilidad para el aprecio y el goce de la belleza, el desarrollo de sus potencias reflexivas, y la conciencia de pertenecer a un espacio reconocido, identificado y valorado por su riqueza e historia. 2.2.8. GESTIÓN

Y

CONSERVACIÓN

DEL

PATRIMONIO

EN

EL

ESCENARIO ACTUAL En el contexto de un mundo cada vez más globalizado y dominado por presiones económicas cada vez más poderosas, la tendencia a regularizar todos los aspectos de la vida representa también un factor de riesgo indudable para la Gestión, Conservación y Preservación del Patrimonio, una herencia común que abarca lo tangible e intangible de una cultura. El reciente desarrollo y los productos masivos que distribuye la sociedad industrial en todo el mundo, ha traído consigo no solamente un proceso de internacionalización en el campo de la moda y el consumo, también representa una gran amenaza para la cultura, identidad y patrimonio de un pueblo, por cuanto continúa, por una parte, afectando

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gravemente la revaloración, afirmación y recuperación por parte de los pueblos, de los elementos culturales que los caracterizan e identifican ante el mundo; y por otra, convierte al patrimonio en objeto, recurso económico o verdadera industria cultural, en competencia con la industria del cine o la industria editorial, pues se empeña en reemplazar las técnicas tradicionales, impidiendo la posibilidad de efectuar reparaciones con materiales y técnicas auténticas, que son de vital importancia para la preservación. Es decir, el Patrimonio pasa a ser un componente esencial de la cultura de masas, en el que la tradición y el pasado se han convertido en un juguete comercializado del futuro, producto de nuevas formas de mercantilizar nuestros orígenes. Aunque el nuevo estilo de vida mundial no ha servido aún para resolver acuciantes problemas de orden social y cultural, y sólo ha originado un cambio de actitud ante testimonios históricos del pasado, queda aún la esperanza de que en algunos lugares, esta misma tendencia a la mundialización provoque una nueva forma de conciencia, acerca de la importancia de los monumentos como testigos de la identidad regional y nacional; obligue a reflexionar colectivamente acerca de lo qué somos, de dónde venimos, a dónde pertenecemos, a dónde vamos, cuál es la visión que tenemos, si tenemos un legado cultural, una historia, un origen, un patrimonio, etc.; y permita alejarnos de la ignorancia, el desconocimiento, el afán de lucro, un mal entendido concepto de lo qué es progreso, y consecuentemente, un irrespeto hacia lo que es la cultura. Es importante que los habitantes de nuestro país tengamos plena conciencia del valor e importancia de nuestra cultura y sus manifestaciones materiales, y con mayor razón, cuando por su naturaleza, historia y actuaciones en el ámbito internacional, ha adquirido una imagen y personalidad respetables, y un reconocimiento expresado en los conceptos de Patrimonio Natural y Patrimonio Cultural de la Humanidad, respectivamente. El Patrimonio, sea material o inmaterial, debe percibirse y utilizarse no únicamente como recurso económico, o factor positivo del desarrollo, por generar puestos de trabajo e ingresos, también por constituir un capital cultural que, en el caso del Patrimonio Natural, por estar asociado a lugares naturales atractivos, es uno de los principales

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motores del desarrollo turístico, fundamentalmente como forma de difusión y encuentro vivo con los valores culturales. Pero también el Patrimonio Cultural constituye uno de los recursos básicos para la configuración de un destino turístico, que debe ser valorado y transformado en un producto al servicio de un desarrollo, más que de orden turístico, urbano, económico e industrial, en un desarrollo local duradero, que contemple el respeto y la salvaguarda del Patrimonio como una condición básica. Es necesario entonces, conocer, cuidar y proteger el Patrimonio, no sólo por consolidar y defender la identidad nacional, sino por respeto a lo que está legando el pasado para poder vivir el presente, y esto es posible gracias a una adecuada intervención de las instituciones y organismos que estén al frente de la Gestión y Conservación del patrimonio, y de una activa participación comunitaria. Al hablar de Gestión nos referimos a un “conjunto de acciones programadas con el objetivo de conseguir una óptima conservación de los bienes patrimoniales, y un uso de estos bienes, adecuado a las exigencias contemporáneas”72; nos referimos también, a la conservación de determinados objetos especialmente apreciados, producidos por la actividad humana en un pasado más o menos lejano que han perdurado hasta el presente, y que más tarde servirán de herencia cultural para las nuevas generaciones. En tanto “la preservación y aprecio del patrimonio permiten a los pueblos defender su soberanía e independencia, por consiguiente afirmar y promover su identidad cultural”73. Es decir, la conservación de los recursos patrimoniales y su proceso de transformación, puede servir como un incentivo para la revitalización de la identidad cultural a nivel regional, nacional e internacional; puede constituirse en una línea más en los planes para

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BALLART, Joseph, y JUAN, Jordi, Gestión del Patrimonio Cultural, 1ª Edición, Editorial Ariel S. A., España, 2001, Pág. 15 73 UNESCO, Cultura, en Revista del Banco Central del Ecuador, Quito, Septiembre – Diciembre 1982, Volumen V, Número 14, Pág. 17.

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la mejora de las infraestructuras y servicios básicos, ya que la finalidad de todo proyecto de desarrollo es la mejora de las condiciones de vida local. A nivel mundial, una de las organizaciones que más ha trabajado en la defensa del patrimonio es la UNESCO, un organismo que desde su creación en París en 1946, y a través de su departamento de Patrimonio Cultural, se ha encargado de velar por los bienes culturales y los museos, y administrar las correspondientes campañas internacionales; además de interesarse por la promoción de la educación, la ciencia y la cultura. En nuestro país es el Fondo de Salvamento (FONSAL) y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) con sede en Quito, los organismos encargados de cumplir con esta importante misión. En el caso del FONSAL, como institución del Distrito Metropolitano de Quito desde su promulgación en el Registro Oficial, en 1987, se encarga de salvaguardar el patrimonio histórico, artístico, religioso, y cultural de la ciudad, declarada por la UNESCO en 1978, como “Patrimonio Cultural de la Humanidad” y “Patrimonio Cultural del Estado”. Y respecto al INPC, adscrito a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, quien gestionó la declaración de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad, es el encargado de investigar, preservar, restaurar, exhibir y promocionar nuestro patrimonio cultural; custodiar algunas obras a importantes museos públicos del país; registrar, a nivel nacional, los hitos para la conservación; preservar conjuntamente con la población expresiones folklóricas, musicales, coreográficas, literarias y religiosas, por medio de la fotografía, cinematografía y grabaciones sonoras; autorizar permisos para restauraciones, pero siempre sujeto a las normas de la ley y el reglamento. No hay que olvidar que el patrimonio no tiene sentido al margen de las instituciones que lo defienden y de la misma sociedad, pues es algo que viene del pasado para la sociedad del presente, para que ésta pueda legarlo a la sociedad del futuro. Su papel como dinamizador socioeconómico y como agente privilegiado del desarrollo local, debe estar

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acompañado de una conciencia pública que permita preservar el patrimonio en general, y garantizar el disfrute del mismo a la propia población residente. Para salvar el patrimonio es indispensable conocer que es uno de los componentes importantes del desarrollo humano sostenible, que debería utilizarse para mejorar la calidad de vida de los pueblos, particularmente de los grupos desfavorecidos, y sensibilizar a los jóvenes a través de la educación. Es un conocimiento que amerita un reconocimiento de todo lo que hemos hecho, lo que conservamos, sin olvidarnos de custodiar nuestra cultura. 2.3.IMPORTANCIA DE LA MEMORIA HISTÓRICA EN EL PROCESO DE IDENTIDAD La memoria histórica, memoria cultural o memoria colectiva, es un elemento esencial de la identidad, porque en ella se hallan los sistemas de creencias, imaginarios, costumbres, valores, cosmovisiones, relatos, saberes, mitos, objetos, y espacios, cuyos significados son elementos referenciales del pasado y del presente, que compartidos por una comunidad humana se acumulan y transforman a lo largo del tiempo, y participan en la construcción de su identidad. La memoria no es simplemente una conquista, una manifestación de las huellas del pasado, es el proceso de elaboración social e histórica de ese pasado, a ello se debe la importancia de la memoria histórica en el origen y evolución de la identidad colectiva, y por ende, en los discursos que tratan de forjar identidades políticas, sociales o nacionales. La memoria es algo en construcción, es la instrumentalización política del pasado por el presente, es un instrumento y una mira de poder; juega un papel importante en la constitución de imaginarios urbanos, es una selección, un almacén de datos, hechos y prácticas. No sólo construye la identidad, sino que perfila y determina el ser, su modo de

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existencia y las pautas de comportamiento, nos permite reconocernos y reconocer el entorno, y además, darle un sentido relacionando pasado y presente. La identidad, en tanto, no es una cuestión metafísica sino esencialmente cultural y política, y por tanto, mudable; se sustenta en la idea que una sociedad se hace de sí misma, y en esa imagen construida, la memoria de la historia (la historiografía) juega un papel esencial. La identidad es una, pero no es algo fijado, evoluciona por sus propios procesos de identificación, asimilación y rechazos selectivos, y se va transformando a lo largo de la historia. Es aquella que dinamiza las posibilidades de realización de la especie humana, moviliza a cada pueblo y grupo, se nutre de su pasado, acoge los aportes externos compatibles con su idiosincrasia, continúa el proceso de su propia creación, se renueva y se enriquece en contacto con las tradiciones y los valores de los demás. La identidad en su relación con la memoria, es el grado en que una persona puede reconocerse o recordar un sitio como algo diferente a otros lugares, en cuanto tiene carácter propio vivido, excepcional, o al menos particular. Es la parte biográfica de un pueblo, la narración interna de su vida, la versión cálida y palpitante del hombre común, de sus sueños y sus luchas, sus aspiraciones y conquistas. Tiene algo de patrimonio y tradición, brota del más hondo pasado y se proyecta hacia el porvenir; “es como una red que se va tejiendo desde la diversidad para converger en el encuentro, y mientras modela en profundidad el alma de cada uno, cincela el alma de la comunidad"74. Memoria e identidad, dos conceptos inseparables y complementarios, por cuanto la memoria contribuye con el proceso de identidad ciudadana; y la identidad, requiere de ella para su proceso de formación, ambas, convergen en un escenario denominado ciudad, por ser éste el espacio donde la memoria se actualiza a través del relato y se vuelve a re-crear, permitiendo con ello no solo su conservación, sino su preservación, elaboración y preelaboración. Y por ser el lugar donde la identidad expresa su historia,

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Documento de Internet, Página web: www.memoria-identidad.com, Septiembre 2005.

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apelando a sus costumbres y saberes, basado en un imaginario construido sobre lo que se considera una tradición. La ciudad, un conjunto de fragmentación y retazos donde se confunden históricos individuales y colectivos, “es un artificio, o constructo humano que pone en sus marcas visibles y en sus trazos no visibles, la impronta de su continuo presente”75. Es el sitio desde y en el que se construyen códigos o se decodifican significados, “es un sistema o una totalidad de varios subsistemas interconexos”76. Es espacio de investigación prioritario y privilegiado, en la medida en que no es únicamente el escenario de las prácticas sociales, sino fundamentalmente el espacio de organización de la diversidad, de choques, negociaciones, alianzas y enfrentamientos entre los diversos grupos sociales. Ya no es sólo un espacio ocupado o construido, también “es un espacio comunicacional que conecta entre sí sus diversos territorios, y los conecta con el mundo”77. La ciudad nos plantea no sólo la importancia comunicativa del espacio sino del tiempo, de la memoria y las anacronías, de los destiempos y la necesidad de liberar y asumir el pasado no realizado. Tiene su origen en el Centro Histórico, y responde a una estructura que encierra múltiples entidades como: barrios, grupos étnicos, corporaciones, movimientos sociales, tribus diversas que van a organizarse alrededor de territorios o de mitos comunes. Su principal componente es el Centro Histórico, porque éste es “el núcleo original de una ciudad antigua de carácter evolutivo”78, el testimonio más importante de la identidad cultural de un pueblo, el sitio donde se produce y reposa la memoria de su pasado, que 75

MONTOYA, Jairo, Entre un desorden de lo real y un nuevo orden de lo imaginario: La ciudad como conflicto de Memorias, en Pensar la ciudad (Comp. Fabio Giraldo y Fernando Viviescas), 1ra Edición, Editorial Tercer Mundo S.A., Colombia, 1996, Pág. 71 76 ILUSTRE MUNICIPIO DE QUITO 1988 – 1992, El Fondo de Salvamento, Sin Editar, Quito, 1992. Pág. 3. 77 BARBERO, Jesús M, Comunicación y Ciudad: Sensibilidades, paradigmas, escenarios, en Pensar la ciudad (Comp. Fabio Giraldo y Fernando Viviescas), 1ra Edición, Editorial Tercer Mundo S.A., Colombia, 1996, Pág. 61 78 DESCAMPS, Francoise, Serie Estudios y Metodologías de Preservación del Patrimonio Cultural 1. Cáp. La Loma Grande y La Plaza de Santo Domingo, Ediciones LibriMundi, 1994, Pág. 14

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no es ni puede ser inmutable, y que a la vez se convierte en el museo o legado más valioso de nuestros antepasados; y porque es “una síntesis de la historia urbana que acumula la simbología de múltiples poderes, con un sujeto patrimonial que se transforma en el tiempo, y construye o destruye identidades”79. El Centro Histórico, aunque es un concepto que ha evolucionado en las últimas décadas, desde su visión monumentalista de los años 50 como espacio - museo, hacia una visión de espacio urbano de valor histórico con múltiples estilísticas, es una parte antigua de la ciudad que se convierte en símbolo de las identidades colectivas, desde que se asumió el patrimonio edificado como ícono y representación del espíritu de una nación o una comunidad. Es elemento de vida y memoria de las ciudades, caracterizado por poseer elementos de la estructura urbana y arquitectónica con un alto contenido histórico, cuyos personajes “son testimonio de un pasado que se halla reducido en las paredes de casas viejas, que guardan vidas en derrumbe y putrefacción; mientras que en la ciudad nueva emerge el fantasma de la modernización”80. Ambos, Ciudad y Centro Histórico, son productos que entrañan una relación dentro de otra, donde la una es condición de existencia de la otra, porque la contiene. Es decir, el Centro Histórico es una relación social cambiante e histórica, contenida en un complejo de relaciones sociales más amplio denominado Ciudad, pues es ella la que le da vida, existencia y razón de ser. Pero la Ciudad a más de identificarse con el Centro Histórico, también busca identificarse a través del barrio, por ser el lugar de constitución de identidades que proporciona a las personas algunas referencias básicas para la construcción de un nosotros, esto es, “una socialidad más ancha fundada en los lazos familiares, y al mismo tiempo más densa y estable que las relaciones formales e individualizadas, impuestas por la sociedad”81. 79

CARRIÓN, Fernando, Desarrollo Cultural y Gestión en Centros Históricos, Editorial, Rispergraf, Quito- Ecuador, 2000, Pág. 189. 80 IBARRA, Hernán, La Otra Cultura, 1ª Edición, Ediciones Abya Yala, Quito, 1998, Pág. 35. 81 BARBERO, Jesús M, De los Medios a las Mediaciones: Comunicación, cultura y hegemonía, 5ª Edición, Editorial Nomos, Colombia, 2003, Pág. 217.

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Por esta comunidad de habitantes denominada barrio, la ciudad desarrolla también un sentido de pertenencia o identidad, teje los fragmentos y las repeticiones de lo cotidiano, y configura los imaginarios sociales y su propia memoria, basado en sus prácticas diarias, formas de vivir un espacio específico, de construir identidades y de comunicarse. Aunque el barrio, especialmente el barrio popular, hoy es menos importante que hace 40 o 50 años como espacio de asociación, de construcción de la experiencia y de relaciones cara a cara, debido a que sus habitantes han seguido más allá de toda frontera convirtiéndose en público audiovisual, “es el espacio mediador entre el universo privado e íntimo de la casa y el mundo público de la ciudad, constituye el epicentro articulador de los lazos y los vínculos” 82. Pertenecer al barrio significa poder ser reconocido en cualquier circunstancia, y por ser lugar de reconocimiento, el barrio, “unidad morfológica y estructural, caracterizada por cierto paisaje urbano, contenido social y función propia”83; nos pone en la pista de la especificidad de producción simbólica de los sectores populares en la ciudad, no sólo en la religiosidad festiva, también en la expresividad estética. Así podemos ver que la Ciudad, y dentro de ella el Barrio y en especial el Centro Histórico, son organizaciones territoriales en las que se forja una identidad individual y colectiva, que existe y se desarrolla en un contexto urbano o ciudad, donde se materializa la memoria, la misma que opera como nostalgia y como necesidad de guardar lo más preciado: la tradición y los valores de la ciudad. Esta ciudad o ciudad memoria, como la denomina el autor Fernando Carrión, es la ciudad que se recorre con sentido histórico, donde se sitúan los rasgos de la gran historia colectiva, los millares de historias individuales, y las relaciones de los habitantes con los 82

ULLOA, Alejandro, Cultura, Identidad y Comunicación, en Revista DIALOGOS DE LA COMUNICACIÓN – Consejo Directivo de FELAFACS, 38ª Edición, Ediciones Saywa S.R.L, Colombia, Enero 1994, Pág. 38. 83 BLANCO BENÍTEZ, Gustavo, y otros, Estudio y Propuesta de Rehabilitación del Barrio San Marcos, Tesis, ICAT (Instituto de Cooperación y Asesoría Técnica) y ULB (Universidad Libre de Bruselas), Quito, Año 1996-1997, Pág. 109.

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bienes poseedores de riqueza histórica cultural, con los monumentos, edificios, calles, estatuas y referentes que testimonian una historia o un pasado colectivo. Es en este sitio denominado ciudad “donde acontecen el encuentro o cruce de memorias, donde se especializa registros que repiten, rememoran, recuerdan o preelaboran su condición de ser”84, y donde se construye una identidad que evoluciona y se transforma con el paso del tiempo. 2.4.MEMORIA ORAL, PATRIMONIO E IDENTIDAD Y SU APORTE EN LA SOCIEDAD Las nociones de Memoria Oral y Patrimonio han existido y existen en diferentes culturas y civilizaciones. La Memoria Oral, más universal y omnipresente, es la verbalización de la memoria individual y colectiva, representa la forma más antigua y humana de la transmisión y consolidación de la narrativa, ha sido y es parte fundamental de la cultura humana, sin ella las sociedades tendrían que descubrir el mundo cada día. Los saberes, hábitos, modos de pensar y de hacer, se transmiten de generación en generación en una cadena constante. Es la Memoria Oral la que representa buena parte del Patrimonio, pues traza la evolución del pensamiento, de los descubrimientos y de los logros de la sociedad humana; es el legado del pasado a la comunidad presente y futura. Se encuentra en gran medida en las bibliotecas, archivos, museos y lugares de custodia existentes; es allí donde los objetos se acumulan, los espacios permanecen, y la memoria reposa, involuntariamente, a la manera de un código silencioso que puede ser descifrado, posteriormente, cuando alguien los descubra y actualice mediante testimonios que más tarde serán materializados en documentos bajo la forma de: piedras labradas, edificaciones, imágenes, inscripciones, manuscritos, libros, y sobre todo, bajo la forma de uno de los documentos que ejerce mayor influencia sobre los seres humanos y sobre

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CARRIÓN, Fernando, Desarrollo Cultural y Gestión en Centros Históricos, FLACSO, Quito, 2000, Pág. 76

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su percepción del pasado: la Memoria Oral, aquella que forma parte de ese patrimonio que no tocamos, pero que también nos enriquece con su fugaz presencia. La Memoria Oral como principal patrimonio de las sociedades, no sólo como tradición sino construida en torno a ciertos eventos y experiencias, tiene un papel fundamental en el sistema educacional, en el sentido de cristalizar y transformar el patrimonio intangible en tangible, permitir su acceso y preservación mediante técnicas adecuadas, creando una mayor conciencia en el público, sobre la existencia e importancia de los bienes natural y culturalmente reconocidos. El Patrimonio, en tanto, conjunto de bienes tangibles e intangibles, que nos pertenecen a todos como parte de una sociedad, constituye el legado y sustento de la memoria, particularmente de la Memoria Oral y de nuestra Identidad Cultural. Es decir, el valor del patrimonio radica precisamente en ser aquella parte de la memoria que se identifica, valora y ofrece como parte de la herencia cultural que una generación deja a sus venideras. Es en ella en la que el patrimonio encuentra sustento, ello implica incluir más elementos de los que legalmente le están reconocidos, va más allá de lo puramente material, incluye variables cargadas de significación identitaria como: tradiciones, costumbres, testimonios, historia oral, música, cantos de fiestas, ceremonias tradicionales, formas de vida, paisaje, lenguaje, artesanía, gastronomía, y todas aquellas manifestaciones anónimas que son testimonio de lo que somos, hemos sido y podemos ser, que ofrecen una visión del pasado y del presente, y que han adquirido con el tiempo un significado para la sociedad. El Patrimonio, visto como la obra del hombre que deja huella e historia por ser fuente de información y conocimiento, puede tener un doble significado: en su sentido más amplio se iguala a la memoria cultural, es su sinónimo; y en un sentido operativo, más preciso, abarca apenas aquella parte de la memoria que ha sido identificada, seleccionada, recuperada y que ingresa al registro formal de la sociedad. En ambos casos, el Patrimonio se concibe como un tejido formado por los diferentes aportes culturales del pasado y del presente, localizados en grupos humanos que los incorporan en su

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cotidianidad, en sus rituales y en su imaginario colectivo. Se le considera como un elemento conformador de identidad, un objeto de arte que causa placer, un portador de varios significados y valores entre los que tienen cabida los elementos simbólicos, religiosos, ideológicos, políticos, así como los materiales o económicos, documentales, históricos, y estéticos. Es un refuerzo identitario de la comunidad, en el sentido que cohesiona a sus habitantes con base a una memoria histórica colectiva, y a la conciencia de pertenecer a un territorio que reconocen como propio. Su recuperación, puesta en valor y proyección social, significa para el ciudadano, recuperar los valores que le son propios, y que configuran sus señales de identidad. Pero el Patrimonio aparte de contribuir con la Identidad, puede servir también como instrumento formativo de las generaciones más jóvenes para mostrar, representar y hacer vivir la Memoria Colectiva; transmitir los valores humanísticos y conocimientos de gran importancia pedagógica y social; fomentar el respeto e identificación por los bienes patrimoniales, vivencias sociales e historia de la comunidad, inculcando a las generaciones más jóvenes a través de los centros educativos y culturales, configurando como clave para la integración del individuo en su entorno social.

No hay que olvidar que el Patrimonio es Memoria, y a su vez, la riqueza de los pueblos. Es la fuente de la cual la sociedad bebe y debe beber, para existir y recrear su futuro, como uno de los pilares de la construcción de la identidad cultural. Ambos, deben ser valorados, reconocidos, guardados y preservados por su belleza y riqueza histórica cultural.

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2.5.REFLEXIÓN DEL CAPÍTULO

Desde la aparición del hombre en la tierra, las formas de comunicarse con sus semejantes eran diversas, pero fue la oralidad o relato oral, forma más antigua y humana del lenguaje, de la que más hizo uso el individuo para expresar sus ideas, pensamientos, sentimientos, y emociones. Solo allí la palabra, especialmente la palabra hablada, tenía un significado real que incluía gestos, elementos sonoros y toda expresión facial. El ser humano mientras se relacionaba con otros seres, iba acumulando una serie de hechos y prácticas que los almacenaba en su memoria, aspectos que con el paso del tiempo pasaron a convertirse en recuerdos, y una vez traídos a la memoria presente a través de: fiestas, ceremonias, leyendas, mitos y ritos que reflejen las costumbres, tradiciones, formas de vida y todas aquellas manifestaciones culturales que los caracterizan, evocaban los momentos más simbólicos y significativos para la comunidad. Es decir, con la Memoria no solo podemos reconstruir el pasado que nos dejaron sociedades antiguas, también es posible trasformarla en un legado valioso que debe perdurar por mucho tiempo. Es esta memoria histórica o memoria colectiva, el principal patrimonio de las sociedades que, al igual que los bienes patrimoniales tangibles como: monumentos, obras arquitectónicas, edificaciones, etc., debe ser reconocida, identificada y valorada; porque es una memoria común y compartida por todos, es parte de la herencia de un pueblo, y porque necesita prolongar su existencia, ser transmitida y conocida por las próximas generaciones, es decir, requiere ser verbalizada, esto sólo es posible gracias a la Memoria Oral, aquella que en forma verbal trasmita los recuerdos y experiencias, propios de un pueblo. En el caso de nuestro proyecto, recuperar la Memoria Histórica del barrio San Marcos, amerita recurrir a una investigación más que bibliográfica, de tipo testimonial y por vía oral, basada en saberes, historias orales, hechos, experiencias, relatos, memorias, etc.,

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que reflejen la riqueza histórica y cultural de este importante sector tradicional de la ciudad de Quito. Aunque San Marcos junto a otros lugares del Centro Histórico de la capital forma parte de los sitios reconocidos como bienes patrimoniales, cuando Quito fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, aún no ha alcanzado el reconocimiento que merece, pues muy poco se conoce de él. Es decir, el título que ha adquirido se debe al patrimonio tangible que comprende, por su valor monumental y arquitectónico, pero apenas se le ha considerado por su aspecto intangible como: costumbres, estilo de vida, música, actividades artísticas y de recreación, evocaciones, etc., que han caracterizado al barrio desde su creación en el siglo XVI, temática que a propósito será referida en el próximo capítulo. Es que hasta hace poco, la mayor parte de la población creíamos en un pasado que hay que recordar y trasmitir entre las distintas generaciones, ignorando su valor patrimonial, histórico y cultural, y la importancia de preservarlo a través de los tiempos. Afortunadamente, en la década de los 60, renace en el país la concienciación de preservar y restaurar los valores urbanos arquitectónicos, gracias a la preocupación de ciertos organismos estatales, como la Casa de la Cultura y el Municipio de Quito, quienes implementan la Dirección del Patrimonio Artístico y buscan sustituir la caduca Ley expedida en 1945. Y más tarde , con la creación del Fondo de Salvamento FONSAL, y la presencia del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural INPC, se hace posible conservar y proteger las áreas reconocidas como: históricas, religiosas y culturales de la ciudad de Quito y del Ecuador. Pero no hay que olvidar que únicamente el Patrimonio Cultural Tangible comprende esa herencia legada del pasado, hay que entender que la Memoria y todo el Patrimonio Material e Inmaterial forma parte de ella y de nuestra Identidad; porque la Memoria no sólo sirve para recordar y reinterpretar el pasado, sino para identificarnos con él, para saber lo que nos pertenece y para determinar nuestro ser; y porque la recuperación de sitios antiguos aparece no solamente como una forma de conservar un patrimonio,

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también es una afirmación de la identidad cultural, desarrollada en la ciudad y dentro de ella, en el Centro histórico y el Barrio, a través de los cuales buscamos identificarnos. Por esta razón, nuestro deber es recuperar una herencia intangible de un sector histórico y tradicional, muy poco considerado y apreciado por historiadores, cronistas, turistas y ciudadanía, quienes han centrado sus investigaciones y recorridos, respectivamente, en los primeros sitios, alrededor de lo cuales creció la capital como: la Plaza Grande, San Francisco, Santo Domingo, y San Blas, olvidando que hay otros sectores, también tradicionales e históricos que guardan la memoria colectiva de la capital. De ahí que hace falta una conciencia patrimonial que conserve y valore la Memoria y el Patrimonio como tales, donde la gente participe y se involucre con lo que le pertenece, difunda y comparta con otros sus conocimientos y experiencias, y si es posible recurra a instituciones, archivos históricos, bibliotecas en busca de información. Es necesario que en las Instituciones Educativas se tome conciencia ética de la participación ciudadana y de las instituciones públicas y privadas, orientada a cuidar y proteger del patrimonio, a pesar de los constantes cambios y transformaciones. Tomar conciencia, además, de la belleza natural y cultural del Ecuador, de su capital, y con mayor razón de su Centro Histórico, porque abarca una serie de elementos materiales y espirituales, que deben ser reconocidos por su valor testimonial y cultural; porque comprende la expresión de nuestra cultura e identidad nacional, pues abarca el territorio del país y el proceso histórico y social que en él se ha desarrollado, identificado y diferenciado de otros; porque es el legado que nos dejó una sociedad pasada y que debe perdurar; y porque es una herencia que deja huella e historia, nos identifica y nos distingue, y aporta grandemente con la sociedad, la educación y la cultura.

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CAPÍTULO 3: DIAGNÓSTICO SOCIODEMOGRÁFICO – CULTURAL E INVESTIGACIÓN DE CAMPO

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INTRODUCCIÓN Para el presente capítulo, sustentaremos nuestro análisis en el estudio de tres áreas a definir: el Desarrollo Histórico y Urbano de la Ciudad de Quito, del Centro Histórico y dentro de él, el barrio San Marcos, basado en documentos escritos y en testimonios orales de habitantes antiguos que por años han transmitido la Memoria Histórica y Cultural de su pueblo, y de historiadores y personajes que conocen de Quito y de este tradicional barrio. Para abordar el Desarrollo Histórico y Urbano de la capital, recurriremos a la historia y origen de la ciudad, desde su origen incaico y fundación española, atravesando los siglos desde la época colonial y republicana hasta la era actual; en cada etapa reseñaremos el desarrollo poblacional y topográfico de la urbe, y la influencia y costumbres españolas. Con estos antecedentes será posible estudiar la segunda parte del capítulo, el Centro Histórico de Quito, área reconocida por su belleza y arquitectura histórica, a nivel nacional e internacional. Y dentro de él, realizar un diagnóstico sociodemográfico y cultural del barrio San Marcos, que concierne a nuestro tercer tema de análisis. Sobre él nos referiremos a su origen histórico, origen, fundación, ubicación, límites, datos antiguos y actuales sobre la población y clases sociales; abordaremos la topografía y estructura urbana, refiriendo las calles y quebradas que le atraviesan; las casas y edificaciones antiguas del sector, hoy convertidas en museos, centros culturales, instituciones y fundaciones, al servicio de la sociedad; y finalmente aludiremos las manifestaciones culturales que caracterizan al barrio, en lo que respecta a su contenido social y simbólico como: costumbres y vida cotidiana, fiestas y celebraciones, principales juegos y lugares de recreación, familias de renombre que vivieron en el barrio y que de una u otra forma contribuyeron con él, y varios personajes antiguos, populares y actuales, unos destacados, en antaño, por su manera de ser o actuar, y otros, reconocidos ahora por su oficio.

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Concluiremos el capítulo reflexionando y sintetizando los temas tratados, relacionándolo con el propósito del presente proyecto de investigación.

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3.1. QUITO: DESARROLLO HISTÓRICO Y URBANO Cuando se menciona la historia de Quito como asentamiento, existen varias opiniones al respecto. Una, que defiende la existencia de un gran Reino de Quito, que luego se volvió la segunda capital del imperio incaico. Otra, que considera a Quito como producto de la llegada de los españoles exclusivamente, una fundación nueva sin antecedentes. Y una tercera, planteada por el autor Eliécer Enríquez en su obra “Quito a través de los Siglos”, que coincide con las anteriores, y deduce que la capital de los indios habría sido fundada 3 veces en más de un milenio: -

Por los antiquísimos aborígenes Quítwua, cuyo nombre se ha perpetuado hasta hoy.

-

Por los conquistadores Incas venidos del Cuzco, quienes propiamente no fundaron una nueva ciudad, sino aumentaron y le dieron una fisonomía incásica, respetando la ciudad Quítwua y conservando aún su nombre.

-

Y por los conquistadores españoles venidos de Europa, quienes sí desmantelaron, derrocaron, y a la vez, edificaron sobre su sitio y escombros, la nueva Villa de San Francisco.

A continuación, una breve reseña del origen de Quito, capital del Ecuador, como ciudad aborigen, y como parte de la conquista española. 3.1.1. ORIGEN INCAICO Quito en su remoto pasado fue una ciudad sagrada situada en la mitad del mundo, fruto de las migraciones de tribus llegadas del mar, de la selva oriental y del norte. Según el Padre Juan de Velasco, “luego que los quitumbes u hombres quitus se salvaron del diluvio en la cumbre del Pichincha, los sobrevivientes fundan el primer Quitu o el Quito de la mitad, la Quitu-Pajtá o la Quitu solar”85.

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COSTALES, Alfredo y COSTALES, Piedad, Quito y su origen mitológico, en FREIRE, Edgar (Comp.), Quito: Tradiciones, testimonio y nostalgia, 2da Edición, Editorial La Banana, Quito-Ecuador, 1991, Tomo 2, Pág. 19.

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Se aduce que desde épocas remotas, la capital de los indios fue centro crucial de las culturas primitivas que exploraron y recorrieron lo que hoy es el continente americano. Como capital del Reino de los Shyris y cuna del último inca Atahualpa, Señor del Taguantinsuyo, habría sido en tiempos pre-colombinos, sede de importantes culturas que se remontan a la prehistoria. Según historiadores y cronistas, antes que los españoles, los Incas conquistaron este territorio en el Siglo XVI y encontraron configurada la civilización autóctona de los Shyris, primitivos habitantes de la ciudad, quienes tenían establecida la capital de su propio reino compuesto de varios cacicazgos confederados. Fue en esta misma ciudad donde estableció el Inca Huaynacápac, gran conquistador del Perú, la capital del territorio conquistado, y donde poco antes de su muerte, “dividió su enorme imperio en dos grandes porciones, uno de ellos fue el Reino de Quito gobernado por su hijo Atahualpa, como heredero legítimo del reino y domino de sus antepasados”86 Aunque no se puede precisar con exactitud los motivos que tuvieron sus primitivos fundadores para establecerse en este sitio, apenas se podría suponer como lo hicieron algunos cronistas españoles, que debió atraerlos este lugar “por su buena provisión de agua y tierra agrícola, pero sobre todo, por sus cualidades estratégicas, ya que se hallaba rodeada de quebradas profundas que aprovecharon los españoles para su defensa personal”87, aún cuando éstos al principio de sus conquistas, desconocieran la grandeza del lugar. El Quito de los Incas, ubicado entre la Cordillera Occidental y el callejón Interandino, por abarcar una enorme variedad de recursos naturales, constituyó un fuerte incaico rodeado de tierras agrícolas, donde los indios vivían principalmente en el campo y sembraban en las extensas tierras que rodeaban la pequeña ciudad.

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PAZ Y MIÑO, Luis, Cartografía Quiteña. Apuntaciones Para Una Geografía Urbana de Quito, Imprenta Municipal, Quito, 1961, Pág. 2. 87 GÓMEZ, Nelson, Quito y su desarrollo urbano, Editorial Camino, Quito, Sin Año, Pág. 31.

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Los incas que habían llegado y dominado casi toda la región andina de la costa del Pacífico, excepto el sur de Chile, no solamente impusieron sus costumbres, idioma, religión, sino que se convirtieron en un centro regional de gran movilidad e importancia administrativa y agrícola, otorgándole a la ciudad la tranquila apariencia del campo rodeando un fuerte militar. Sobre el número de habitantes que vivían en el lugar es muy incierto precisar una cifra, apenas se conoce que el grupo de indígenas que habitó por mucho tiempo el Quito Inca fue numeroso. En cuento a sus plazas públicas, constituían escenarios de mercados, concentraciones festivas y ceremonias religiosas. Sus dioses cósmicos permitían un culto al aire libre y sus edificaciones importantes se consagraban a las divinidades como monumentos culturales, el techo de paja se utilizaba para todo edificio. Los desniveles del suelo daban la apariencia de gigantes construcciones, costumbres que siguieron los españoles y que subsiste hasta ahora. De la ciudad incaica no queda rastro alguno debido a la destrucción que sufrió la ciudad al ser quemada por Rumiñahui, a fin de evitar que cayera en manos de los conquistadores. La ciudad ardió en llamas cuando Rumiñahui, el indomable jefe militar, vio que la guerra estaba perdida para su pueblo, siendo derribado todo fuerte militar o templo hasta sus cimientos. En contrapartida, los conquistadores destruyeron completamente la ciudad de Quito, seguramente para inaugurar una nueva era, o como nos cuenta Juan de Velasco, con el propósito de buscar el tesoro de los Incas, presumiblemente enterrado bajo los fuertes militares, o en la montaña del Pichincha, como suponen algunos autores al referirse a este sitio como un lugar de inmensas riquezas, pues según relata la historia, el oro de Atahualpa hizo pensar de Quito como una maravillosa ciudad que tenía minas de oro en sus montañas.

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3.1.2. FUNDACIÓN ESPAÑOLA Situada sobre las ruinas humeantes de una ciudad inca o aborigen, fue destruida la ciudad indígena de Quito y fundada en el mismo lugar como la villa española de San Francisco, el 6 de diciembre de 1534, por el español Francisco de Benalcázar. Los hechos podrían resumirse de la siguiente manera: Habiéndose informado los conquistadores del Perú de las enormes riquezas existentes en Quito, residencia de Atahualpa, y conocedores de la llegada del Gobernador de Nicaragua, Pedro de Alvarado, quien venía con la intención de conquistar el Reino de Quito, acompañado de un numeroso contingente de hombres y armas, y atraído por la fama de sus riquezas; deciden adelantársele, tomar posesión de la ciudad y fundarla en su nombre. Así, a principios de agosto de 1534, se reunieron Almagro y Benalcázar en el pueblo de Riobamba (Cajabamba y Sicalpa), y adelantándose a Pedro de Alvarado, Almagro, en nombre de Pizarro, resuelve fundar un pueblo de españoles con el nombre de Santiago de Quito, el 15 de agosto de 1534, en el antiguo Riobamba, a más de 150 kilómetros al sur del lugar actual de la capital. Luego, en reconocimiento que el centro poblado más importante del Reino de Quito estaba 30 leguas al sur, Almagro considera fundar otro pueblo en el sitio y asiento donde estaba el territorio, que en lengua de los indios se llamaba Quyto, al cual puso el nombre de Villa de San Francisco, el 28 de agosto de 1534. Con esta fundación legal y formal, según consta en el acta de esta misma fecha, y convenida la paz con Pedro de Alvarado, se vuelve a ratificar la fundación de Quito, se nombra dignidades del Cabildo, incluyendo la gente nueva que vino con Alvarado. Posterior a esta fundación, se da una nueva y definitiva, cuando Benalcázar, detenido en Riobamba, dio fin a los referidos disturbios de Almagro y Alvarado, y a la pacífica reducción de las provincias del sur, para establecer el asentamiento definitivo de Quito

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en la localidad actual, el 6 de Diciembre de 1534, designando a los mismos Alcaldes y Regidores nombrados por Almagro en la sesión de 28 de Agosto de 1534, como parte del Primer Cabildo de San Francisco de Quito. Reunido éste por orden de Sebastián de Benalcázar, se inscriben los nombres de los primeros españoles como vecinos de la ciudad entre los que constan: Sebastián de Benalcázar, Teniente Gobernador y Capitán General de la Provincia de Quito; Juan de Ampudia, Alcalde de la villa; Diego de Tapia, Alcalde; Pedro de Añasco, Juan de Padilla y Diego de Utreras, Regidores; y Gonzalo Días, escribano; entre otros 202 españoles más, distribuidos entre sacerdotes, soldados y asistentes, con quienes se procede inmediatamente a señalar la Plaza e Iglesia Mayor, el Cabildo, la dirección de las calles y la superficie de las 4 manzanas que limitan la Plaza, y repartir los solares a los primeros españoles inscritos como pobladores y vecinos de la nueva villa. Desde los primeros días de la fundación, mientras Benalcázar ordena al escribano Gonzalo Días notificar a los alcaldes y regidores de la localidad, fijar su residencia en ella y comenzar a cumplir sus respectivas funciones, a fin de que la villa fuese bien regida, y la justicia bien administrada, el conquistador Juan de Ampudia, se encargaba de restaurar la Quito Inca incendiada por Rumiñahui, utiliza la mano de obra de los mitayos, y empieza a levantar la Quito Española en Santa Bárbara, donde instaló Benalcázar la villa, para luego trasladarla a la Plaza Mayor o Plaza de Armas, como la conocieron durante la colonia. En la distribución de solares a los nuevos vecinos, se eligió por término de medida 160 pasos para cada uno y una cuadra para cada dos vecinos; al inicio “se repartió una cuadra (manzana de 80m) por lado, aproximadamente, entre dos vecinos; poco después el cabildo reformó esta resolución dividiendo una cuadra en 4 solares, y hacia 1573 la cuadra se dividió en 8 solares”88. Realizada la distribución de solares comenzaron los primeros pobladores de Quito a construir casas de tabique deshaciendo las chozas de los indios para aprovecharse de los materiales, “los vecinos y soldados derrocaron las 88

BURBANO, Luis, Quito: Cartografía y Descripciones Urbanas, en Serie Quito. Panorama Urbano y Cultural de Quito, Dirección General de Planificación Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, Quito, 1994, Pág. 196

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construcciones indias, sin duda por la frialdad que ellas entrañaban o en busca de tesoros ocultos”89. Unos años más tarde, después de diligentes gestiones por parte de sus moradores, el Rey de España Felipe II, firma la Cédula Real, con la que crea la Real Audiencia de Quito y otorga a la villa el título de ciudad, el 14 de marzo de 1541, ratificada por el Cabildo en septiembre de ese año. El hecho de conceder el título de ciudad a un centro poblado en los días de la conquista y de la colonización, implicaba la concesión de fueros especiales con Cabildo y autoridades administrativas y judicialespropias y capaces para resolver por sí mismas, muchos problemas y casos imprevistos, sin consultar a los virreyes o gobernadores. Es importante anotar que los primeros fundadores de la ciudad indígena, según los cronistas de ese tiempo, eligieron el sitio actual de la ciudad y no otro, por los siguientes motivos: - Por las características apropiadas del suelo para defenderse de los numerosos indios que rodeaban la ciudad, en caso de ser atacados. - Por el abrigado clima que proporcionaban las colinas y montañas cercanas de los fuertes vientos que azotan la región. - Por la abundancia de recursos materiales para la edificación del pueblo, y por la calidad de la tierra, propicia para el cultivo y la crianza de ganado. - Porque en este sitio vivió Atahualpa, último Inca Emperador del Tahuantinsuyo, Imperio del Sol, o Imperio de los Incas. Es por eso que la fundación de Quito se realizó sobre asentimientos de gran importancia astronómica, ritual, mítica y ceremonial. Hay estudios de cronistas que demuestran que “los Incas no sólo se desplazaron hacia el norte, por razones económicas o políticas, sino sobre todo, por

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ANDRADE, Luciano, La Geografía de Quito, en FREIRE, Edgar (Comp.), Quito: Tradiciones, Testimonios y Nostalgias, 2da Edición, Editorial ABYA-YALA, Quito, 1988, Pág. 91.

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razones ceremoniales; porque allí estaba el lugar donde el sol no dejaba sombra, éste era el sitio perfecto para la habitación del sol, y de los hijos del sol”90. - Porque el lugar estaba rodeado de recursos importantes para la vida del hombre como: abundante agua (chorrera), suelos circundantes hábiles para la agricultura, a más de bosques de la montaña, de los que se alimentaron por varios años sus habitantes. - Y porque consideraron oportuno aprovechar las defensas naturales que ofrecían las colinas circundantes: San Juan, Itchimbía, el Panecillo y las faldas del Pichincha, junto a las profundas quebradas que atravesaban la ciudad, desde las faldas del Pichincha hasta el inclinado cauce del Machángara, pues “creyeron de conveniencia política y de prestigio conquistador, establecer un pueblo de españoles en el mismo sitio del pueblo conquistado”91. Así se fundó Quito, y su estructura inicial se desarrolló a partir de una Plaza Mayor rodeada por la Iglesia, el Cuartel, y las casas de los principales funcionarios del Reino de España. La plaza principal sirvió de referente para construir los cuatro conventos principales con sus iglesias en los cuatro puntos cardinales: La Merced, al norte; Santo Domingo, al sur; San Agustín, al este; y San Francisco, al oeste. Al otro lado de la quebrada de Manosalvas se extendían las construcciones indígenas, igualmente aisladas entre dos quebradas. En menos de 10 años de fundada la ciudad, ésta se consolidó como centro de una apreciable actividad civil, económica y social, lo que demandó dictar regulaciones y ordenanzas para su normal crecimiento. De las primeras ordenanzas de este periodo son de notar las que disponen el trazado de la Plaza Mayor, de las Plazas de Santo Domingo y San Francisco, y de las calles adyacentes. La ordenanza dictada en 1535, referida a la designación y asentamiento de los Ejidos de Iñaquito y Chillogallo, al norte y sur de la ciudad respectivamente, fijando porciones de 90

Entrevista al Dr. Víctor Madrid, Conocedor de la Historia de Quito, Quito, Octubre 2005. PAZ Y MIÑO, Luis, Cartografía Quiteña. Apuntaciones Para Una Geografía Urbana de Quito, Imprenta Municipal, Quito, 1961, Pág. 7 91

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terreno destinados a los cultivos y pastoreo libre de ganado que poseían los vecinos de la ciudad. Y una tercera disposición, y que a la vez constituye una fecha muy importante en la vida de la ciudad de Quito, es aquella proveniente del Rey de España, quien mediante provisión real, crea la Audiencia y Cancillería Real en la ciudad de San Francisco de Quito, el 29 de Agosto de 1563. En ella se definen límites de la Jurisdicción y otras precisiones administrativas. Sobre las ordenanzas de 1573, éstas contenían recomendaciones relativas a la elección del sitio de fundación de la ciudad, otorgaban una gran importancia al clima y a la disponibilidad de mano de obra y alimentos, disponían la delimitación de las calles proyectadas, la construcción de puentes sobre las quebradas de El Tejar y Jerusalén, y la construcción de las Casas Reales de la Audiencia. Se puede decir que hasta esta fecha, es decir, aproximadamente 40 años más tarde de fundación, comprende el periodo primitivo del Quito Colonial, con 300 casas y con una población de aproximadamente 1500 habitantes. Cada manzana a esta fecha ya se la dividía en 8 solares, las calles habríanse trazado con cordel y seguían el tradicional enrejado de las ciudades españolas. Mientras Quito se constituía, por una parte, en una ciudad española ligada directamente con Sevilla o Castilla, al estar gobernada por la corona de España, a la que siempre fue fiel; por otra, asumía su papel como centro primario, pues en el sector administrativo, su calidad de capital del Distrito Norte del Virreynato del Perú, así como su carácter de sede de la autoridad civil y religiosa, le dieron una gran importancia; asimismo por la producción de tejidos, tallados, y manufacturas, había cobrado gran renombre en toda la región. Pero también, la artesanía útil y artística llegó a tener una enorme importancia; se trabajaba en talleres cuya producción se difundía por toda la colonia y se llevaba a España; y el comercio que se realizaba con este país y con otros lugares de la Colonia sostenía los obrajes, cuya producción dio origen a la explotación inmisericorde de los

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nativos. En cuanto al comercio, Quito se convirtió en un centro único, un lugar sagrado y de intercambios de productos típicos regionales, provenientes de sus zonas cálidas, templadas o frías. Debido a su altura, constituyó un punto de contacto entre la gente de la Sierra y de los valles, entre la del norte y la del sur, e incluso de las lejanas poblaciones del occidente costero y del oriente amazónico. Es que a la llegada de los españoles casi todo el sector estaba dedicado a la agricultura, y las pendientes tenían un bosque denso del que extraían madera para combustible y construcciones, y canteras de piedra para dar abasto a edificaciones. En Quito, los constructores españoles habían plasmado uno de los modelos urbanos aplicados exitosamente en España, porque cuando llegaron por primera vez al Quito indígena, no sólo trajeron soldados, portando únicamente armas, animales, semillas, instrumentos domésticos o gente apta para las artes, también pensaron en “hacer de Quito una ciudad que continuase el esplendor de su pasado, edificándola según los moldes materiales y los designios morales de la civilización que ellos habían traído”92. 3.1.3. QUITO EN EL SIGLO XVII Desde la fundación de la ciudad española, instalada entre dos quebradas en diciembre de 1534 hasta 1809, el centro político administrativo y el centro municipal, estuvieron localizados en la Plaza de la Independencia, pues por las condiciones de una ciudad recién fundada se consideró conveniente que el centro de esta función no saliera del sitio en que desde el principio se localizó. En la plaza principal, núcleo alrededor del cual se organizó la ciudad y hacia donde todo convergía, se agruparon todos los poderes, a medida que la pequeña ciudad hispánica tomaba su lugar en la organización administrativa colonial. Esta es la razón por la cual todavía se encuentran en ella el Palacio Presidencial, el Municipio, la Catedral y el Palacio Arzobispal.

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ENRÍQUEZ, Eliécer, Quito a través de los siglos. Recopilación y Notas Bío-Bibliográficas, Editorial Municipal, Quito, 1938, Volumen 1, Pág. 214.

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Para este siglo, habían desaparecido completamente los conquistadores, pero subsistían sus herederos que habían llegado a ser personas muy ricas e influyentes de la ciudad. Al igual que Caracas, Lima y Santiago, Quito fue en tiempo del dominio español un lugar aristocrático, allí florecían, aunque en menor número, varias familias de gran rango y distinción como los marqueses de San José, Selva Alegre y otros. Las clases sociales estaban divididas en clase alta, correspondiente a los altos funcionarios españoles, y la gente de clase baja, conformada por españoles dedicados a la administración pública que constituían un sexto de la población, los mestizos un tercio y los demás eran indios o en pequeña cantidad negros. Durante varios decenios, Quito siguió siendo una ciudad en obras, en la cual la edificación de iglesias y conventos tenían prioridad; los primeros edificios religiosos fueron tan modestos como las viviendas en sus alrededores. Toda la arquitectura estuvo muy influenciada por el plano de los edificios civiles o religiosos organizados alrededor de uno o varios patios. Al principio, las casas eran más rurales que urbanas, españoles e indígenas vivían en galpones con paredes de barro o adobe y techos de paja; “fueron pequeñas y solitarias celdas de solterones servidos, llenas de una muchedumbre de sirvientes y rodeadas de grandes aposentos rústicos, que eran todavía cabañas indianas que respaldaban a la casucha española”93. La casa chola nace de la choza, cuando ella abandona su base circular para tomarla rectangular, a más de constituir la obligada morada del campesino, es a la vez una casa de refugio, que brinda hospitalidad por un tiempo prudencial al viajero que recorre a pie los caminos, indios generalmente, para que pudieran descansar de las inclemencias del tiempo. La arquitectura española estaba, por tanto, confinada a una minúscula construcción, la estrictamente indispensable para uno, dos o tres personas. La casa quiteña con sus patios, galerías sobrepuestas y jardín, aunque algo rústica, reproducía el tipo de vivienda de la época. Se expresaba la riqueza por el número

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Ídem, Pág. 215.

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de construcciones conventuales y parroquiales, y en el siglo XVIII, por la decoración de las iglesias. En las casas de un piso, las ventanas a la calle se hallaban enrejadas hasta el siglo XVII con material de madera, pues el hierro de vizcaya no llegó sino en estos años, en cambio “en las de dos pisos instalaron desde un principio los balcones, sostenidos en sus dos ángulos volantes con pilares que bajaban desde el alero”94. Todas las casas del Quito colonial fueron construidas según el modelo repetido hasta inicios del siglo XX, de ellas apenas existen unas pocas. Fuera del área urbana existían muchas casas aisladas rodeadas de huertos y jardines; el trazado de las calles, salvo pequeñas excepciones, es el mismo que conserva actualmente la ciudad. Numerosas huertas ocuparon los espacios vacíos, inclusive en el centro de los solares durante las primeras décadas. Pero no todo el espacio fue ocupado porque no todos los españoles se quedaron, y no todos los edificios importantes fueron establecidos originalmente en el sitio que se hallaban ubicados. Al principio, se desarrollaron alrededor de la Plaza Mayor, de Santo Domingo y de San Francisco, luego se adquieren algunos solares para nuevos templos: San Agustín, Santa Catalina y Santa Clara. La presencia de presidentes de la Real Audiencia, empeñados en consolidar la ciudad y darle magnificencia, apoyó la efervescente construcción de los grandes conventos, templos y palacios de la ciudad; ordenó empedrar las calles, rellenar las quebradas y atravesarlas de puentes. Para 1734 la ciudad contaba ya con varios edificios públicos y sobre todo iglesias, conventos y capillas, además de colegios, hospitales y cárceles. Algunas iglesias como la de San Roque, San Sebastián, San Marcos, San Blas y Santa Prisca se hallaban fuera del núcleo urbano.

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ANDRADE, Luciano, La Geografía de Quito, en FREIRE, Edgar (Comp.), Quito: Tradiciones, Testimonios y Nostalgias, 2da Edición, Editorial ABYA-YALA, Quito, 1988, Pág. 94.

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En tanto, el Quito de 1748 mostraba el desarrollo de la red urbana en forma y acceso longitudinal, en dirección Suroeste a Noreste, la trama de la zona se conformaba alrededor de un núcleo central, y se empezaba a romper los límites geográficos tanto al norte como al sur, adaptándose a la topografía de la ciudad. Aunque su crecimiento, para ese entonces, se asentó en sentido longitudinal, no se hallaron datos suficientes para conocer la forma y dirección de la ciudad desde 1573 hasta 1730. Así como también, no se tiene información relacionada con la dirección y forma de expansión que tuvo la ciudad, en el último periodo de la dominación colonial, entre 1748 a 1822. Poco se conoce sobre las construcciones y obras urbanísticas, aunque según descripciones, no hay notables diferencias entre la ciudad de 1748 y la de 1822. Así lucía Quito para fines de este siglo, con una estructura bien definida, dividida en 7 parroquias: El Sagrario, San Sebastián, Santa Bárbara, San Roque, San Marcos, Santa Prisca, y San Blas. En el plano de Jorge Juan, se puede ver el área que tuvo la ciudad hasta fines de este siglo, posiblemente con pequeñas diferencias hasta 1904. (Véase en Anexos: Planos de Quito). 3.1.4. QUITO REPUBLICANO Y SIGLO XVIII Se cumplían 200 años de la fundación de Quito, la ciudad no cambia en su estructura pero se altera notablemente en su función de ciudad administrativa de un distrito conservando los límites de la Real Audiencia y dinamizando los centros más distantes mediante una estructura administrativa totalmente nueva. Es el año de 1822, cuando Quito se convierte en la capital del departamento sur de la Gran Colombia hasta el 13 de mayo de 1830, fecha en que se la constituye como capital de la República del Ecuador. Las Guerras de Independencia (1822) desde que Quito lanzara el primer Grito de América, el 10 de Agosto de 1809, detuvieron el crecimiento urbano y su mantenimiento, quedando sólo recuerdos de su anterior grandeza. Para este siglo, la ciudad había adquirido un aire señorial, los conventos, templos y casas particulares eran verdaderas fortificaciones de la ciudad. Mientras aumentaba la

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envidiable opulencia de las comunidades religiosas, cuya bonanza se manifestaba en los muros de los templos forrados de oro, y en la magnificencia de las contribuciones que hacían al Rey de España, se acentuaba la extrema pobreza en que yacía la gente, debido a las pequeñas parcelas de terreno que habían logrado retener de la conquista. Es la época en que las comunidades religiosas se convierten en verdaderas empresas terratenientes, por lo cual mientras en 1746 el Cabildo impedía que el estado eclesiástico haga más adquisiciones de casas o haciendas, pues se temía que se apropien del territorio, las órdenes de monjas acogían en su severa clausura a las jóvenes, con o sin vocación. Bastaba con que una mujer hubiera enviudado o demorado en casarse para que terminara en un convento, con su comitiva de criadas si provenía de una familia acomodada. Realmente, la influencia de los 400 clérigos era más importante de lo que permitía suponer su número, “eran poderosos porque las iglesias regulares y seculares acaparaban haciendas y talleres, recibían rentas, usufructuaban de tierras y de las fortunas de las religiosas, y a su vez, otorgaban préstamos con intereses”95. Habiéndose enriquecido, las órdenes pudieron ostentar su poder por medio de imágenes y ornamentos arquitectónicos, y sus templos convertirse en verdaderos museos de arte, pintura, y escultura, llenos de obsequios, decoración y otros presentes, gracias a la actitud generosa y a las donaciones de oro y plata que recibía de sus feligreses. Las campanas sonaban y resonaban de una calle a otra, de un convento a otro, marcando el ritmo de la vida cotidiana. Las fiestas religiosas dominaban, estructuraban el tiempo y brindaban una educación general más eficaz que las escuelas; imperaba una vida de culto religioso conforme al calendario litúrgico impuesto por la Iglesia Católica para sus fiestas ordinarias. Se intercambiaban favores terrenales por beneficios celestiales de los ángeles y santos, cuyas estatuas se hallaban recubiertas de oro. Los indígenas hacían sus propias procesiones, aunque entrado el siglo XVIII, el arrebato barroco traiga consigo

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COLLIN, Anne, Quito. La ciudad del volcán, 1ª Edición, Ediciones Libri Mundi, Quito, 2001, Pág. 103.

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nuevas emociones como: representaciones teatrales, bailes de disfraces, corridas de toros, carros alegóricos, casa de juego, etc. Respecto al tipo de vivienda de este siglo, éstas sin excepción eran de dos pisos, el superior para las clases acomodadas, y el inferior, para tiendas, o como habitaciones de los cholos mestizos. Sobre otras edificaciones, la ciudad contaba con: Edificios públicos como: El palacio de la Real Audiencia (fracción septentrional del actual Palacio de Gobierno), casa del Cabildo (actual Municipio), Colegio de San Luis (en la calle García Moreno, frente a la fachada de la Compañía), Colegio de San Fernando (actual Convento de los Corazones). Y otros edificios notables como: Palacio Episcopal, Hospital del Rey, más tarde Hospital San Juan de Dios; Cárcel Común, Cárcel de Mujeres y Carnicería, entre los más importantes. Además, iglesias, capillas y oratorios como: la Iglesia Mayor (la Catedral), de Santa Bárbara, de San Roque (la antigua), de San Sebastián, de San Marcos, de San Blas (la más antigua), de Santo Domingo, de San Francisco, de San Agustín, de La Merced, de La Compañía, de Santa Clara, del Carmen Alto y Carmen Bajo, de la Concepción y de Santa Catalina. Es de notar que la mayor parte de las iglesias parroquiales como las de: San Roque, San Sebastián, San Marcos, San Blas y Santa Prisca, se hallan ubicadas fuera del centro de la urbe, posiblemente porque para construirlas ya no existían solares disponibles para tal efecto, dentro del núcleo urbano. En cuanto a las calles de la ciudad, en 1861, el historiador Pedro Fermín Cevallos, se refiere a ellas como estrechas y onduladas, de piso desigual, con excepción de las centrales que son rectas y de buen suelo. Para ese tiempo, el pavimento de la ciudad llegaba apenas hasta La Alameda, y las vías principales a ambos lados del parque, eran empedradas por la acción municipal, que poco a poco avanzaba hacia el norte. Para este siglo, la ciudad se expandía, de preferencia hacia el noreste del núcleo urbano antiguo, y no hacia el occidente ni noroeste, por la fuerte accidentación de las faldas del Pichincha; tampoco hacia el suroeste, por el enorme obstáculo del Panecillo. La población iba en aumento, y aunque todavía subsistían algunas fuentes pantanosas destinadas al pastoreo de ganado menor que luego sirvió para el trazado de modernos

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barrios, los espacios verdes de la ciudad iban disminuyendo. Además, las plazas de San francisco, Santo Domingo y Plaza Mayor, se convertían en polos de concentración y dispersión urbana, afirmados como tales desde la fundación de la ciudad. Aparecen los molinos y las primeras fábricas de tejidos en las orillas del río Machángara, para obtener la fuerza motriz de la caída de agua. Hasta comienzos del siglo XX el abastecimiento en Quito se efectuaba en tiendas de víveres (pulperías y abacerías), y en las carnicerías distribuidas en las zonas de mayor densidad de población. Hasta 1900 el alumbrado se efectuaba con espermas o velas, o lámparas de kerosene, y el alumbrado público consistía en faroles altos. Con la llegada del ferrocarril a Quito desde el Puerto de Guayaquil, en 1909, se marca una nueva época en la historia urbanística de Quito y en el crecimiento y transformación de la ciudad, trayendo como beneficios: la instalación de los tanques de decantación y purificación del agua potable, y la incorporación de material pesado. Unos años más tarde, en 1922 se fija el principio de la época más importante de la ciudad, y que a la vez, constituye uno de sus principales hitos, se trata del centenario de la Batalla de Pichincha, fecha en la que el Gobierno y el Municipio de Quito se empeñan en modernizar y embellecer el aspecto de la urbe con obras de alcantarillado, pavimentación y alumbrado público, propias de una gran ciudad. Para este mismo período se rellena, en su mayor parte, la quebrada de Jerusalén o actual Av. 24 de Mayo, convertida más tarde, en el eje vial de dos sectores: centro y sur. Igualmente los centros culturales, como universidades y colegios, se mantienen en las cercanías del centro administrativo, y en cuanto a las escuelas fiscales, puede observarse que no ha presidido de un plan estudiado de distribución. En 1931 los cambios al interior de la ciudad se acentúan. Las actividades bancaria y comercial se establecen en las zonas de mayor densidad de población, o de mayor movimiento ocupacional. La moneda era el sucre o el sol como también se le conocía, se dividía en 5 pesetas o 10 reales, o 20 medios reales, 40 cuartillos o 100 centavos. El

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comercio minorista, se distribuía en toda el área del núcleo urbano antiguo y aún en los barrios más alejados del antiguo centro comercial. El sábado, en la Plaza de San Francisco, los mayordomos de haciendas asistían al mercado o tianguez con sus carretas cargadas de mercaderías. Los textiles fabricados en los talleres de las haciendas se almacenaban en Quito para enviarse en caravanas hasta Guayaquil, desde donde se exportaban. La ciudad constituía real y verdaderamente un centro de comercio para los productos de Lima y de Potosí. Para la comunicación entre los diferentes barrios de la ciudad funcionaron desde 1914 hasta 1942, dos líneas de tranvías eléctricos, que recorrían desde Chimbacalle hasta la Av. Colón, pero en 1941 se establecieron algunas líneas de ómnibus urbanos. Sobre los diarios de mayor circulación y acogida, eran dos los de mayor renombre: El Comercio y Últimas Noticias, cuyos ejemplares se editaban en un edifico situado a 100m de la plaza central; otros periódicos y revistas de la época son: el Boletín de la Academia Nacional de Historia, la Gaceta Municipal, la del Museo de Arte e Historia de la Municipalidad. Respecto a las oficinas de radio, telégrafo y correos, éstas se hallaban en la calle Benalcázar, en la misma manzana del Palacio de Gobierno y del Ministerio de Obras Públicas. Para la recreación de los habitantes, se contaba con algunas salas de cine como: el Bolívar y Pichincha, situado en calles próximas a la plaza central; y otros, como el cine Atahualpa, Alambra y Universitario, entre los más importantes. Además de otros centros de recreación como: el primitivo Potrero del Rey, convertido en Alameda, el primitivo Ejido de Iñaquito, más tarde Parque de Mayo, y actualmente parque El Ejido; el Estadio Olímpico y el Estadio Municipal, estos dos últimos establecidos fuera del núcleo urbano antiguo. Éste era el Quito del siglo XVIII, una revelación geológica y una ciudad eclesiástica de América, destacada por sus monumentos religiosos de excepcionales características arquitectónicas, con estilos definidos por diferentes culturas.

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3.1.5. GEOGRAFÍA DE LA CIUDAD Ubicación La ciudad de Quito, capital de la República del Ecuador, está situada a 25 kilómetros al sur de la Línea Equinoccial, a 2.818 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la Hoya del río Guayllabamba, extremo occidental del río Napo, Región Interandina Central, y “en la parte mediterránea del Continente Americano, sobre el confín oriental de la cordillera occidental de los Andes, que atraviesa el Ecuador de norte a sur, a 35 leguas, más o menos, delante de la costa del mar Pacífico”96. Se levanta en las faldas del volcán Pichincha, sobre cuya pendiente está fabricada la urbe y desde la cual descienden diversos arroyos, que por medio de conductos y canales proveen de abundante agua a toda la ciudad. Es una localidad atravesada por profundas quebradas que sirvieron como barreras naturales para la defensa militar del lugar, y posteriormente, fueron rellenadas hasta formar una llanura inclinada. Estas son: las colinas de San Juan (Huanacauri), al norte; Panecillo (Yavirac o monte sagrado), al sur; Itchimbía (Tola), al este; y faldas del Pichincha, al oeste. Políticamente el Distrito Metropolitano de Quito se encuentra situado en la provincia de Pichincha, cuya ubicación es bastante central, y comparte el territorio con los cantones de: Santo Domingo, Cayambe, Pedro Moncayo, Rumiñahui y Mejía. Extensión y Límites Quito posee una extensión de 366,6Km2, según datos registrados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en el censo del 2001, equivalente a 290.746 hectáreas, según el Ilustre Municipio de la ciudad; de un área mayor de 1, 358.100 hectáreas (16.561Km2) que abarca la provincia.

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ENRÍQUEZ, Eliécer, Quito a través de los siglos. Recopilación y Notas Bío-Bibliográficas, Editorial Municipal, Quito, 1938, Volumen 1, Pág. 105.

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La ciudad de Quito limita97: Al Norte: con sus dos parroquias urbanas de El Condado y Carcelén, y con la parroquia rural de Pomasqui. Al Sur: con la parroquia urbana de Guamaní, y las parroquias rurales de Cutuclahua y Uyumbicho. Al Este: con las parroquias urbanas del Comité del Pueblo, San Isidro del Inca, Jipijapa, Iñaquito, Mariscal Sucre, Itchimbia, Puengasí, La Ferroviaria, La Argelia y Quitumbe; y las parroquias rurales de Carapungo, Calderón, Llano Chico, Zámbiza, Nayón, Cumbayá, Conocoto y Amaguaña. Al Oeste: con las parroquias de Cochabamba, Rumipamba, Belisario Quevedo, San Juan, La Libertad, Chilibulo, La Mena, Chillogallo y La Ecuatoriana, y la parroquia rural de Lloa. Población y Estructura Urbana La población que reside en esta región metropolitana ampliamente definida supera el un millón 800 mil habitantes, que representan el 77% de oriundos que moran en la provincia. Para la década del 60 la ciudad se dividía, para efectos civiles y administrativos, en 15 parroquias urbanas que son: Alfaro (Chimbacalle), Benalcázar, Chaupicruz, El Salvador, González Suárez, La Floresta, La Libertad, La Magdalena, San Blas, San Marcos, San Roque, San Sebastián, Santa Bárbara y Santa Prisca. Y en 16 parroquias eclesiásticas que no coinciden con la limitación de las parroquias civiles. Actualmente comprende 32 parroquias urbanas y 33 parroquias rurales.

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INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS INEC, Mapa Censal Capital de la República: Proyecto VI Censo de Población y V de Vivienda 2001, Quito, 2002, Sin Pág.

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La zona urbanizada cubre 37.091 hectáreas, que constituyen el área urbana de Quito propiamente dicha, rodeada por aproximadamente 253.655 hectáreas de zonas peri urbanas, suburbanas y rurales (Fuente: IMQ, 1992). La capital se caracteriza por tener un clima primaveral durante todo el año, con dos estaciones: una lluviosa y seca, o invierno y verano, respectivamente. El verano de Quito dura aproximadamente 4 meses, de junio a septiembre. Y el invierno, de octubre a mayo, aunque durante este período el clima sufra una cantidad de variaciones. Posee una temperatura que varía entre 7 grados centígrados (55 F.) en la noche, y 26 grados centígrados (78 F.) al medio día, con promedios de 15 grados centígrados (64 F.). Quito, por su esplendor natural, combinado con sus atractivas plazas, parques y monumentos, así como el calor de su gente, es una de las más hermosas y antiguas regiones de América Latina. Por sus iglesias y conventos maravillosamente conservados y sus grandes edificios, brindan un contraste entre la arquitectura contemporánea y moderna, y hacen de ella una ciudad única e inolvidable, una ciudad cosmopolita de gran diversidad cultural. 3.2. EL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO El Centro Histórico de Quito con una extensión de 350 hectáreas ha sido desde hace más de cuatro siglos el espacio de mayor importancia simbólica de la nación ecuatoriana, y uno de los más importantes conjuntos históricos de América Latina, condiciones que le acreditaron para ser declarado por la UNESCO, en 1978, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Su crecimiento y desarrollo se remontan a los límites que por más de 360 años circunscribieron la ciudad de Quito, estos son: la actual Plaza de San Blas, al norte; el cerro del Panecillo, al sur; la quebrada de Itchimbía (actual Plaza de La Marín), al este; y el Pichincha, al oeste.

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El centro, llamado “histórico” de la ciudad, está ubicado en una planicie disectada por varias quebradas, rellenadas y canalizadas hace unas décadas. El trazado original de sus calles onduladas le da una apariencia del diseño típico español, con estrechos espacios para la circulación motorizada y peatonal. En él se halla un área histórica más pequeña, denominada Casco Colonial, a simple vista parecen iguales, pero no es así, difieren por su extensión. El casco histórico es probablemente el mejor conservado de Latinoamérica, por su riqueza y arquitectura histórica, pese a la etapa de deterioro barrial que sufre este sector. El centro de Quito “es un tipo de ciudad sedentaria que lleva toda la tradición histórica y monumental del pasado”98, está compuesto por la ciudad antigua y la aureola de barrios populares que le circundan. En otro tiempo, y hasta la década del 50, constituyó el corazón y nervio de la ciudad, porque todas las actividades urbanas, principalmente el comercio y la administración pública, así como los negocios privados y la residencia burguesa, se asentaron en este sitio; por lo que se le catalogó como el Centro Comercial Administrativo antiguo de Quito, con notable influencia en la vida de los ciudadanos. Sin embargo, a partir del año 50, los planes de desarrollo urbano en busca de satisfacer las exigencias de tránsito y otros servicios, originaron múltiples cambios en toda el área que comprende el centro histórico, como la paulatina migración de negocios, y sobre todo, de la administración pública, junto a otros cambios relacionados con su uso, densidad y población. Aunque hasta los años 60 fue un barrio residencial de familias pudientes, que poco tiempo después se desplazaron hacia el norte de la ciudad, el Centro Histórico fue un lugar único donde convivían diferentes clases sociales, a excepción de las clases superiores, que no moraban en el lugar, pero todavía trabajaban por ahí. El centro de la capital, es una zona que comprende más de 130 edificaciones monumentales, dotadas de una gran diversidad de arte pictórico y escultórico, principalmente de carácter religioso; es una magnífica muestra de las escuelas y estilos

98

GÓMEZ, Nelson, Quito y su desarrollo urbano, Editorial Camino, Quito, Sin Año, Pág. 64

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arquitectónicos que se reflejan en sus 5 mil inmuebles registrados en el inventario municipal de bienes patrimoniales. La mayor parte de sus edificaciones datan de finales del siglo XIX, siguiendo para su construcción el esquema español, de habitaciones distribuidas alrededor de un patio; más tarde convertidas en hoteles, restaurantes, bancos, cines, tiendas, escuelas y colegios, centros de salud, etc. De estas instituciones vale la pena recalcar la importancia de la función educativa en el centro, por la dedicación de las órdenes religiosas a conservar su trabajo y servicio social. Respecto a la vivienda, en la parte central del centro histórico ésta prácticamente ha desaparecido, pues ha sido reemplazada por actividades administrativas y de servicios, por locales de pequeños comercios de tendencia popular, o por viviendas de alquiler, en cuyas habitaciones residen familias de escasos recursos, la mayoría inmigrantes, condición última que no ha impedido la atracción de inversionistas en bienes raíces. El área histórica de la ciudad viene desde sus primeros años de vida, es una zona que comprende alrededor de 17 barrios con un uso predominantemente residencial, éstos “formados en las secciones periféricas del núcleo urbano, fueron considerados como unidades típicas que representaban el sentir de una buena parte de la población”99. Lazos de vecindad y amistad, hicieron de los antiguos barrios, respetables entidades, que hasta principios de este siglo, fueron considerados. Los sectores y barrios tradicionales de Quito, ciudad de la Primera Post Guerra Mundial, forman una diadema en el Centro Histórico de la urbe. Casi todos están localizados en las fuertes pendientes de los alrededores del casco colonial, es decir, en las lomas: del Tejar, de San Juan, del Itchimbía, de San Marcos o Manosalvas, y de El Placer o San Roque. De todos ellos centraremos nuestro estudio en el Barrio San Marcos, sobre el cual realizaremos un análisis sociodemográfico y cultural.

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PAZ Y MIÑO, Luis, Cartografía Quiteña. Apuntaciones Para Una Geografía Urbana de Quito, Imprenta Municipal, Quito, 1961, Pág. 28

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3.3. BARRIO SAN MARCOS 3.3.1. RESEÑA HISTÓRICA ORIGEN Y FUNDACIÓN A finales del siglo XVI el Cuarto Obispo de Quito, Fray Luis López de Solís, fundó la parroquia eclesiástica de San Marcos, cuyo primer párroco fue el sacerdote de origen vasco, Martín de Gaviria. Aunque no se precisa con exactitud su fecha de fundación, varios autores opinan al respecto. Según el cronista Diego Rodríguez Docampo “esta parroquia fue fundada hacia 1595 por el Obispo López de Solís junto con la parroquia de San Roque, como queriendo ampliar los límites oriental y occidental de Quito”100. La revista Arnahis del Archivo Nacional de Historia, menciona que en 1596 el Obispo López de Solís fundó en la ciudad las parroquias de San Marcos, San Roque y Santa Prisca, sin determinar la fecha precisa de estas fundaciones, y sobre el barrio de San Marcos o Loma Chica, afirma que fue fundado entre 1594 a 1606. “En la Diócesis que trazó el Ilmo. Señor López de Solís constan las parroquias que él estableció y son: San Marcos o Loma Chica, Santa Prisca y San Juan”101. Con estas nuevas fundaciones se organizó el servicio religioso en todos los sectores de la ciudad de Quito. El sector de la Loma Chica, hoy conocido como el barrio de San Marcos, se comenzó a poblar casi enseguida de la fundación de Quito, y todavía mantiene su encanto tradicional. Era totalmente una parroquia indígena situada en el lugar actual, que poco tiempo después fue poblada por españoles y mestizos; constituyó la parroquia más pobre entre las seis que integraban la ciudad. Para el siglo XVII gran parte de los terrenos del barrio pertenecieron a los padres agustinos, estas tierras se denominaban Quinta Inclana, que a comienzos del siglo XX 100

JURADO, Fernando, Quito Secreto, Ediciones del Banco Central del Ecuador, Quito, 1998. Pág. 105 VARGAS, José María, Patrimonio Artístico Ecuatoriano, Editorial Santo Domingo, 1ª Edición, Quito, 1967. Pág. 380. 101

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cambia de dueño, se da la parcelación, y se asientan varias familias a lo largo de la calle Junín, conocida en épocas coloniales como la calle que va a la Loma Chica. Mientras los terrenos abandonados alrededor de la primitiva iglesia se iban poblando, los terrenos aledaños incrementaban sus sembríos y pastizales. “La vida de la parroquia no se inaugura sino hasta el 28 de diciembre de 1684, cuando el padre Samuel Fritz realiza el primer bautizo en el templo”102. En verdad, poco se ha escrito sobre San Marcos, uno de los más bellos rincones de Quito, una parroquia llena de imágenes sencillas y bellas. UBICACIÓN Y LÍMITES El barrio colonial de San Marcos se ubica en el costado oriental del Centro Histórico de Quito, sobre la otra meseta del valle central de la capital, sobre una cuchilla o estribación del Pichincha, y sobre la colina conocida como Loma Chica. Bajo esta estrategia el Obispo López de Solís fundó la parroquia, entre las quebradas de Manosalvas, al oeste, y de San Juan, al norte, ambas condicionaron de forma natural al barrio, y definieron la forma de triángulo o cuña que le identifican. Unidas en su vértice, extremo este, estas quebradas fueron fuentes de provisión de agua originada en el Pichincha, y desembocaban a corta distancia junto al colector de El Censo, sobre el río Machángara. Durante la colonia, en la base del triángulo-extremo oeste- la calle Flores le separaba de la parroquia urbana de El Sagrario. El sector de la Loma Chica es el barrio que más fielmente conserva su estructura original, con la calle Junín como eje de relación y las calles circundantes a la loma que le sustenta, es decir, las calles Almeida, Gutiérrez, Texeira y Jijón. “Nace en el Monasterio de Santa Catalina, y remata en un parque conjuntamente con una iglesia; dos escalinatas que bajan por los dos lados de la colina”103. En lo que respecta a su contenido

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Diario Hoy, 10 de Febrero de 1985. Pág. 10 DÍAS, Guido, Serie Centro Histórico de Quito La Vivienda. Cap. Programa de Vivienda: Conjuntos Homogéneos del Área Central de Quito, 1ª Edición, Editorial Fraga, Quito, 1991, Pág. 211. 103

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social y simbólico, una sobria arquitectura conforma un conjunto de mucho valor histórico y espacial. Sobre los límites de San Marcos, nos referiremos a los límites antiguos y modernos, sin olvidar que el Monasterio e Iglesia de Santa Catalina, formaron parte de la muralla simbólica divisoria entre la ciudad española y la india. Límites antiguos:104 Por el norte: La calle Olmedo desde la Flores hasta la Montúfar, sigue ésta hasta la Plaza Marín, y de allí se dirige por el Sur-Este a encontrar la quebrada Itchimbía, que va a desaguar en el Machángara, en el sitio denominado El Censo. Por el Este: El río Machángara, desde la confluencia con la quebrada Ichimbía, hasta la confluencia con la quebrada Gallinazos. Por el Sur: Una línea que partiendo de la intersección de las calles Flores y Rocafuerte, sigue por la Maldonado hasta el Puente del Mesón, en una línea perpendicular que cae al centro de la calle Morales; de este punto sigue la quebrada denominada Gallinazos hasta su confluencia con el río Machángara. Por el Oeste: La calle Flores, desde la Rocafuerte hasta la Olmedo. Las parroquias colindantes son: por el Norte, la de San Blas; por el Sur, la de San Sebastián; por el Oeste, la de González Suárez. Actualmente, limita al sur con la Loma Grande y al noreste con la avenida Pichincha. Límites Actuales:105 Por el noreste: la calle Chile desde su intersección con la calle Flores, hacia el oriente, sigue por ésta hacia el sur, hasta la calle Inclana. Limita con los barrios González Suárez, La Tola y La Loma. 104

Órgano del Concejo de Quito publicado por la Secretaría Municipal, Gaceta Municipal Nº 101, Quito, 1941, Pág. 77. 105 BRAVO, Bolívar, Quito Monumental y Pintoresco. Cap. Nomenclatura de la Ciudad de Quito, Los Barrios o Zonas, 2ª Edición, Editorial Universitaria, Quito, 1965. Pág. 225.

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Por el sur: iniciándose en el extremo oriental de la calle Laurencio Silva, sigue la dirección de ésta hacia el oeste, a desembocar en la calle Pedro Texeira; continúa por ésta última hasta la calle Montúfar, y desde este punto sigue una línea imaginaria, hasta la intersección de la calle Flores con la Sucre. Limita con el barrio La Loma. Y por el Oeste: la calle Montúfar, entre las calles Sucre y Chile. Limita con el barrio González Suárez. POBLACIÓN Y CLASES SOCIALES En tiempos de la colonia San Marcos fue una parroquia de indígenas y estaba ubicada en el mismo sitio en que hoy está. Sin embargo, se calcula que para 1629 era claramente una parroquia mixta de españoles e indios, cuya población alcanzaba unos 150 pobladores del grupo blanco mestizo, que sumados a los 1506 indígenas, daban un total de 1650 habitantes. Sobre el grupo elitario, éste apenas estaba conformado por unas 13 familias de nobles y 20 de miembros del estado llano. Es decir, hasta 1730, el sector seguía siendo una parroquia de indígenas. “San Marcos se convirtió en un barrio residencial, no de gente de altura y de nobleza, sino de gente muy honorable, trabajadora, a base del comercio. No tenían muchas riquezas pero habían construido sus casas, había gente muy importante”106. De acuerdo con el plano geográfico e hidrográfico de Quito de 1766, San Marcos formaba parte de los seis barrios o arrabales de la ciudad, habitados en su mayor parte, por gente de color o indígenas. Junto a Santa Prisca, continuaban siendo los sectores más pobres de la ciudad. “San Marcos tuvo una tipología muy especial, muchos de sus dueños de casa eran mestizos integrales, socialmente no se vivía un mundo estratificado, era más bien una

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Entrevista a Jorge Salvador Lara, Historiador y Cronista de la Ciudad, Quito, Agosto, 2005.

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cosmovisión muy diferente al Sagrario o a Santa Bárbara, a donde en realidad si se había trasladado el mundo occidental”107. Más tarde, el grupo mestizo incrementa su número; la mayoría de ellos de origen quiteño, unos pocos españoles, indios, y unos cuantos mulatos. Empiezan a aparecer los primeros habitantes dedicados a otras actividades como: médicos, profesores de música, escuelas de enseñanza primaria, etc. En tiempos actuales, las encuestas aplicadas en el barrio revelan que los pobladores del sector pertenecen a una clase media y media baja, pues su capacidad económica es mínima; los pobladores, en un alto porcentaje, no son propietarios de su vivienda, y la tendencia a la permanencia en el barrio es baja. Para ser más exactos, “un 35% se ubica en las capas medias y la pequeña burguesía urbana, y el 65% forma parte de las capas bajas y asalariadas en general”108. En cuanto a su población actual, según informe del último censo de población realizado en el año 2001, por el Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC, el barrio San Marcos como parte de la parroquia del Centro Histórico de Quito, corresponde a la Zona Nº 159 de la ciudad, con un total de 4700 habitantes, distribuidos entre 2270 hombres (48,30%) y 2430 mujeres (51,70%). 3.3.2. TOPOGRAFÍA Y ESTRUCTURA URBANA El barrio San Marcos morfológicamente es similar a La Loma, aunque su carácter, probablemente debido a su origen antiguo, presenta una imagen distinta, ambos son considerados como dos de los barrios más antiguos de uso residencial. Nace con el trazado de la calle Junín que sigue el perfil de la cima de la Loma Chica, dividiéndola en dos partes a partir de la cual se forma el barrio. Por sus características, 107

JURADO, Fernando, Quito Secreto, Ediciones del Banco Central del Ecuador, Quito, 1998, Pág. 109. ILUSTRE MUNICIPIO DE QUITO, Plan Distrito Metropolitano – Quito Actual Fase 1. Diagnóstico del Centro Histórico Nº 5, Editorial El Conejo, Quito, 1992, Pág. 50 108

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es notoria su adaptación geomorfológica en su trazado irregular, caracterizado por un quiebre desde la iglesia de San Marcos hasta el final, en la Plazoleta Arturo Sandes, razón por la cual no se tiene una visión completa de la calle. San Marcos en su trama urbana tiene pequeñas prolongaciones de lo que es el trazado en damero del Centro Histórico de Quito; mientras éste crece alrededor de la Plaza de la Independencia, la conformación del barrio se da en forma longitudinal a partir del eje vial de la calle Junín. Adquiere sus características propias en su crecimiento urbano y formación de manzanas como consecuencia de su accidentada topografía, la misma que debido a su característica de pendientes fuertes, hace que la trama urbana sea definida de una forma en la parte central (regularizada) y de otra en la periferia (irregular), lo cual influye de manera directa en la conformación de manzanas y vías. La formación de las primeras manzanas del barrio siguieron las directrices originales del trazado de la ciudad, a partir del convento de Santa Catalina, hacia el este, hasta la iglesia de San Marcos, y siguiendo el eje de la calle Flores, hasta llegar a la calle Chile. En lo posterior las manzanas adoptan una forma irregular debido a la existencia de las quebradas de Manosalvas y San Juan, éstas con el tiempo desaparecieron esporádicamente, sin embargo, su presencia permanece intrínseca en la forma que adoptaron las manzanas periféricas del barrio. Las 4 cuadras que van desde la esquina de la iglesia parroquial hasta la calle Flores, fueron las primeras manzanas que se conformaron y tomaron la forma del trazado de damero. El resto de manzanas se formaron y se adaptaron a la topografía de la Loma Chica. “La manzana mayor del barrio corresponde a la actual Escuela Sucre, localizada entre las calles Montúfar, Junín, parque de San Marcos (calle Gutiérrez) y quebrada

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Manosalvas.

En los años 50 fueron recortados varios de los traspatios y huertos

posteriores para dar cabida a la Escuela Sucre”109. “La ciudad y el barrio se desarrollan en su mayor parte en el siglo XX. Para este siglo San Marcos era un barrio de 30 a 40 casas, éstas se construían con huertos hacia las quebradas, tanto por el lado sur, sitio actual de la Escuela Sucre, como por el lado norte, La Marín”110. El eje de la calle Junín se convierte en articulador de los diferentes espacios de valor simbólico y cultural, como la plazoleta y el conjunto emergente de la Iglesia y el claustro contiguo; de comunicación y distribución de las áreas de vivienda con los pasajes y calles que conforman la trama, y que en correspondencia a la topografía, se resuelven a través de calles, pasajes y escalinatas. Cartografía: -

El plano de Alcedo (1734) representa con una cruz la iglesia parroquial y algunas casas alrededor, una de ellas ocupa el emplazamiento del inmueble que es motivo de este estudio.

-

Según Jurado Noboa, en el plano de Quito de 1736, la plaza tiene una casa muy grande al lado Oriental y dos al Norte.

-

El plano de 1748 de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, representa al barrio de San Marcos con su eje principal, la actual calle Junín, sin que se observe con claridad la placeta y la iglesia.

-

Federico Trabuco, señala que en 1738 Quito tuvo siete parroquias, una de ellas fue San Marcos.

-

El plano atribuido al Marqués de Selva Alegre (Siglo XIX) muestra la iglesia, la plaza que no está muy definida, y una casa en la esquina.

109

NARANJO, Francisco, y otros, Proyecto San Marcos - La Chilena - Eje Calle Chile, Convenio Universidad Central del Ecuador-Universidad Libre de Bruselas, Sin Editar, Quito, 1999, Pág. 43. 110 Entrevista al Arq. Alfonso Ortiz Crespo, Historiador, Quito, Agosto 2005.

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-

Los planos de 1858 y 1875

representan al barrio más no los detalles del

emplazamiento de las edificaciones. -

A partir de 1888, plano en el que se encuentra la parcelación del barrio hasta la actualidad, se da un proceso de subdivisión de lotes bastante acelerado.

-

El plano de H.G. Higley de 1903 muestra la iglesia junto a una placeta sin vegetación.

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Los planos de 1914 y 1931 expresan la iglesia mas no las casas.

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El plano de 1922 aporta nueva información: la iglesia, la plaza, y la casa esquinera con el número 69, en el lugar que corresponde a la casa de la familia Benalcázar.

CALLES Y QUEBRADAS CALLES Para referirnos a las calles que forman parte del barrio San Marcos, recurriremos a las dos primeras calles de la ciudad de las cuales se desprenden: la calle Real o actual Benalcázar; y la calle García Moreno. Las demás calles o carreras, como se las conocía en tiempos de la colonia, sean paralelas, transversales, o circundantes a la primera plaza pública, se trazaron en la medida en que fueron derribándose chozas, casas de adobe y paja, destruyéndose corrales, sembríos y ocupándose los solares repartidos, en medio de una topografía difícil e invariable. Al igual que cada cuadra adquiría un nombre particular, las calles recibían el suyo “por la referencia más inmediata de lo que nace, por lo que más llama la atención, por determinada característica, localización, circunstancia o por algún detalle específico”111. Entre ellas podemos mencionar algunas del siglo XVIII, como las calles: del Tejar, del Suspiro, del Chorro del Carmen, de la Soledad, de las Melcochas, Calle Chica, del Retiro, etc.

111

DÁVALOS, Ángel, Quito: Significado y Ubicación de sus Calles (A comienzos del siglo XXI), Editorial Soboc Grafic, 2ª Edición, Quito-Ecuador, 2002, Pág. 9

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Posteriormente, en el siglo XIX, aparecen los siguientes nombres: del Comercio, del Chorro de Santa Catalina, del Cucurucho de San Agustín, de Bolívar, de Minerva, de Atahualpa, del Consuelo, del Campo Santo, de Yaguachi, etc. Esta forma de denominación de las calles de Quito, se mantiene hasta el plano de la ciudad, diseñado en 1858 por Manuel Villavicencio. Para 1860 existían las siguientes calles o carreras: Nueva Granada, Venezuela, Pichincha, Guayaquil, Cuenca, Manabí, Imbabura, Chimborazo, Chile, Sucre, Maldonado, Olmedo, Mejía, Junín, etc. Unos años más tarde, en 1888, constan entre la lista de 44 calles de Quito las calles: Flores, Araura y Pereira. Con este recorrido histórico, pasaremos a mencionar las calles que interesan a nuestra investigación; para ello nos basaremos en el informe del último censo de población realizado en el año 2001, por el Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC, el mismo que considera las calles Flores, Espejo, Almeida, Inclana, Pedro Fermín Cevallos, Chile, Pedro Calixto, Vicente León, Concepción, Los Ríos, Av. Pichincha, Pasaje 1, Rivera, Fernández Madrid, Vicente Rocafuerte, Leopoldo Salvador, De los Milagros, Montúfar, y Pereira, como las vías que conforman el barrio San Marcos. De ellas nos referiremos tan solo a algunas, en orden de importancia, las siguientes: Calle Junín Se denomina así en homenaje a la Batalla de Junín, cantón de la provincia de Manabí, donde Simón Bolívar venció a los realistas el 6 agosto de 1824. La calle Junín o antigua loma de San Marcos, o llamada también la calle larga que lo atraviesa, es el principal eje vial, columna vertebral del barrio, y elemento decisivo de su estructuración. “Comienza sin salida en la parte posterior de la calle Jijón, al sur de la quebrada de Itchimbía, recorre hacia el oriente sobre la cima de San Marcos, y termina

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en la intersección con la calle Flores”112. Pasa por el Museo de Manuela Sáenz, y por un costado de la iglesia del Convento de Santa Catalina de Siena. Sin embargo, no toda la calle pertenecía a San Marcos, sino sólo desde la intersección con la actual Montúfar. Se conoce que entre 1738 y 1903, la calle principal de San Marcos sufrió algunas modificaciones, “desaparecieron algunas casas coloniales que daban al lado occidental de la plazoleta, y se cerraron varias calles como: la actual calle Gutiérrez hacia el norte, y la actual Almeida y Montúfar de la Junín, al sur”113. Para el año 1903, inicios del siglo pasado, la calle Junín solo era una vía transitada por caballos y carretas, no obstante su configuración y longitud llegaba un poco más allá de la iglesia. Al igual que las demás calles del barrio, la calle Junín ha sido revestida de todos los materiales, pasando de la básica tierra a la piedra, al adoquín rectangular de piedra, y posteriormente al asfalto. Su alineación con el eje este-oeste de la ciudad, revela que existió la intención de prolongar el damero al interior de San Marcos, pero su estructura física no lo admitió más allá de las 4 manzanas regulares conformadas por las calles: Flores, Junín, Montúfar, Almeida, Espejo y Chile; es decir, hasta allí la traza original de la ciudad podía aplicarse. Por otra parte, el declive este del vértice del barrio nunca le permitió a la calle Junín continuar en su extremo oriental, hasta 1954 en que es concluida, con la adición de una “L” y una curva de retorno que refleja la arquitectura neocolonial. “Las calles transversales a la Junín, a un costado de la quebrada Manosalvas, acusaron históricamente la forma de espina de pez, pero éstas, igual que otras pequeñas calles paralelas, fueron variables, sucesivamente se abrieron, desaparecieron, y modificaron su trazo”114.

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JIMÉNEZ, Adolfo, Guía Topográfica Estadística, Política, Industrial, Mercantil y de Domicilios de la Ciudad de Quito, 1ª Edición, Editorial Tipografía de la Escuela de Artes y Oficios, Quito, 1894. Sin Página. 113 JURADO, AGUILAR, MORENO, Casas del Quito Viejo, Colección Medio Milenio, Tomo 1, Quito, 1992. Pág. 111. 114 NARANJO, Francisco, y otros, Proyecto San Marcos - La Chilena - Eje Calle Chile, Convenio Universidad Central del Ecuador-Universidad Libre de Bruselas, Sin Editar, Quito, 1999, Pág. 42.

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La calle principal de San Marcos, en épocas pasadas, constituía el único eje vial de unión con el Centro Histórico. Esta vía de acceso se mantuvo hasta cuando la Av. Pichincha se conformó como colector de circulación (norte-sur), incrementando, por tanto, el flujo vehicular y peatonal. Entre otras transformaciones en sus características físicas podemos señalar: el aparecimiento de veredas y disminución del área de circulación vehicular, razón por la cual la vía es en un solo sentido, desde donde nace (calle Flores) hasta su final (Plaza Arturo Sandes). Sin embargo, en el tramo de la calle Almeida hasta la Plaza Arturo Sandes, es utilizada en doble sentido por sus visitantes y moradores. Calle Espejo Recibe esa denominación en honor al médico, periodista y patriota quiteño, Eugenio de Santa Cruz y Espejo, autor de la obra “Primicias de la Cultura de Quito”, Primer Director de la Biblioteca Nacional y figura más grande del Ecuador y de América, en el siglo XVIII. En la época colonial se la distinguía como la calle del Chorro de Santa Catalina o de Cepeda, desde la calle Almeida, en el declive occidental del Itchimbía, hasta la Flores. “Para fines del siglo pasado, estas cuadras pertenecían a San Marcos, pero en siglos anteriores, al parecer, habían pertenecido a El Sagrario, pues los límites parroquiales imponían las quebradas”115. Para el siglo XIX se la denomina como “calle de las Esquinas, del Cuartel, o Pasaje de Espejo, desde la calle Flores hasta la Benalcázar; a fines del siglo pasado se le designa con el nombre de calle Bolivia”116; y para la mitad del siglo XX se le conoce ya como calle Espejo.

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JURADO, Fernando, Calles de Quito, Volumen Nº 41 de la Colección Sociedad Amigos de la Genealogía (SAG), Editorial Artes Gráficos Señal, Quito, 1989, Pág. 307 116 DOCUMENTO FONSAL. Información extraída de: Nomenclatura del Centro Histórico. IMQ INSTITUTO NACIONAL DE PATRIMONIO CULTURAL, Sin Editar, Marzo 1989, Pág. 6.

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Los primeros habitantes de esta calle aparecen en la provisión de agua que otorga el Cabildo a Don Lorenzo de Cepeda en agosto de 1567. A este sitio recurría la gente, para proveerse del líquido vital. En una de las casas de esta calle, de propiedad del prócer Juan Pablo Arenas, se reunieron varias veces los próceres del 10 de agosto de 1809. La calle Espejo comienza en la Almeida, cruza la calle Montúfar, pasa por el Teatro Bolívar, la Plaza Chica, los correos, la Plaza Grande, el Centro Cultural Metropolitano (ex cuartel Real de Lima), y termina en el Colegio La Providencia (calle Benalcázar). Calle Sucre Recibe este nombre en homenaje a Antonio José de Sucre, Mariscal de Ayacucho, héroe de la Independencia Americana. También se le denominó Calle Manosalvas, por la presencia de un vecino importante de tal apellido, quien construyó un puente sobre la quebrada que atravesaba el lugar. Con los trabajos de relleno se formó la calle de igual denominación, pero también se la comenzó a llamar Calle del Algodón, hasta fines del siglo XIX, en que se le denominó calle Sucre, en honor a la casa del Mariscal Antonio José de Sucre. Esta calle “comienza en el puente de Manosalvas, intersección con la séptima cuadra de la carrera Flores, recorre cinco cuadras en la parroquia de El Sagrario, termina al norte de la Plaza Sucre, intersección con la novena cuadra de la calle Cuenca”117. Es una vía limitante entre los barrios de San Marcos y La Loma; funciona de enlace básico de transporte vehicular masivo, pasa por las escalinatas de la calle Gutiérrez, desde donde se reduce su ancho, y termina en la calle Montúfar a manera de cuello de botella.

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JIMÉNEZ, Adolfo, Guía Topográfica Estadística, Política, Industrial, Mercantil y de Domicilios de la Ciudad de Quito, 1ª Edición, Editorial Tipografía de la Escuela de Artes y Oficios, Quito, 1894, Sin Página.

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Calle Flores Recibe este nombre en honor al político y militar venezolano, Juan José Flores, participante en las campañas con Simón Bolívar, y Primer Presidente Constitucional de la República del Ecuador de 1830 a 1845, en diferentes períodos. La calle Flores, fronteriza con San Marcos, en su relación con esta parroquia hizo de filtro de comunicación como parte del límite, en los extramuros de la ciudad. Comienza en la Plaza de Santo Domingo, pasa por la iglesia de Santa Catalina de Siena, por el costado este de San Agustín y del Teatro Sucre, y termina en la calle Manabí (Plaza del Teatro). En la época Colonial se la conocía como calle de las Herrerías, desde la calle Bolívar hasta la Espejo; y de la Centavería, desde la calle Espejo hasta la Manabí. También la llamaban del Comercio Bajo, porque en esta calle había varios almacenes, ferreterías y colchonerías. Calle Chile Los primeros datos que existen sobre esta calle son muy tardíos, se conoce que en el siglo XIX se denominaba calle de San Agustín, de Arteta, de la Muralla de la Merced; y entrado el siglo XX, comienza a denominarse calle Chile. Nace en la intersección con la primera cuadra de la carrera Araura, hoy calle Montúfar, recorre 10 cuadras en las parroquias de El Salvador, El Sagrario, y San Roque; termina al sur de la recolección de la Merced, en la quebrada de El Placer. La calle Chile es el elemento de integración e interacción que conecta a los dos accesos al Centro Histórico, la Av. Occidental y Av. Pichincha. Integra, además, los principales elementos públicos de la ciudad, pues atraviesa el extremo norte de la Plaza Mayor, y por medio de transversales, se vincula a otras plazas y puntos importantes del Centro

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Histórico. Esta calle enlaza la Plaza Mayor con las plazoletas de La Merced y de San Agustín Calle Montúfar Recibe este nombre en honor a Juan Pío Montúfar, Presidente de la Junta Suprema de Quito, el 10 de agosto de 1809. Comienza en la plazoleta de San Blas, en la intersección con la calle Guayaquil, recorre cinco cuadras en la parroquia de San Blas, y termina en la quebrada que luego se llamó Marín. Hacia 1858, las cuatro cuadras comprendidas entre San Blas y la Olmedo, se conocían como calle de las Carnicerías porque por allí transitaban los carniceros, también se la conoció con el nombre de calle Araura. Calle Almeida Recibe este nombre en honor al quiteño Antonio Almeida, Prócer de la Independencia, quien combatió en Pichincha, Junín, Matará y Ayacucho. Está ubicada entre las calles Jiménez y Gutiérrez. Comienza en la calle Junín y desciende hasta la Av. Pichincha, Sector de la Marín. En esa calle se encuentra el taller del famoso hacedor de guitarras, Olivo Chiliquinga, reconocido por su arte a nivel nacional e internacional. Calle Gutiérrez Se denomina calle Gutiérrez en honor a Javier Gutiérrez, quien prestó importantes servicios desde la independencia de 1809. Esta calle nace en la plazoleta de San Marcos, recorre hacia el sur desde la calle Junín hasta la Silva; pasa por la Guambrateca Metropolitana (ex taller Bernardo de Legarda y

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Antiguos Garajes Quito) y por la iglesia parroquial. Es un eje que articula la Av. Sucre, la Capilla de los Milagros y las canchas de la calle Silva, entre otros. Se encuentra cortada por la Av. Mariscal Sucre, sirve como elemento de unión entre los barrios de San Marcos y La Loma, ambos relacionados por sus escalinatas, dos en la Gutiérrez, en los tramos sucesivos entre Texeira, Silva y Av. Sucre; y una, en la calle Fernández Madrid, en La Loma. A más de la escalinata en la calle Gutiérrez, existen otras dos, entre la calle Inclana y Junín, y otra que conecta la Av. Pichincha con la intersección de la Silva e Inclana. Sobre ésta última se sabe que existió una hacienda de producción ganadera con un sendero de acceso, éste iniciaba en la calle Flores, y progresivamente se conformó en la actual calle Junín. Calle Jiménez Se denomina así en honor a Juan Jiménez, Primer Cura de Archidona, quien hizo una benéfica labor en pro de la cultura indígena. Actualmente se la conoce como la calle Luis Alfonso Ortiz Bilbao, ciudadano quiteño, destacado en la vida política, económica y cultural de nuestro país. Para el año de 1894, se denominaba como la calle que va a la gallera. Sin embargo, se dice que esta cuadra debió llamarse de las pintoras, en honor a las hermanas Salas; la siguiente cuadra, entre Jiménez y Montúfar, era la calle de los músicos. Esta calle está ubicada entre las calles Montúfar y Almeida, comprende una cuadra de extensión, desde la Junín hasta la Espejo. Calle Pereira Se le conoce con este nombre en honor a María de Jesús Pereira, guayaquileña destacada por su generosidad en pro de los pobres.

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Esta calle ha tenido una trayectoria irregular como puede apreciarse en los planos coloniales. Comienza en la quebrada de Manosalvas, calle Montúfar, recorre 3 cuadras en la parroquia de San Marcos; termina en la octava cuadra de la calle Flores. Por ser paralela a la Loma Grande o Loma de Santo Domingo, se la conoció pronto como Loma Chiquita, hacia un lado del convento de los Dominicos, y adelante de la quebrada honda de las casas que llaman de Manosalvas. Calle Silva Se le denomina así en honor a Laurencio Silva, oficial colombiano del ejército libertador. Es una vía local secundaria, exclusivamente residencial. Comienza en la calle Inclana, y termina en la calle Sucre, entre el Cuartel Municipal y la iglesia de San Marcos, a un costado sur de la Escuela Sucre. Actualmente se la utiliza para la circulación vehicular, el ancho de sus aceras y calzadas es mínimo. Av. Pichincha Este eje constituye una de las mayores rupturas urbanas de la ciudad, pues para construirla se decidió el derrocamiento de la antigua Biblioteca Nacional, hito urbano, cuya desaparición afectó al patrimonio arquitectónico de la ciudad. Es una vía arterial abierta en la década de los 70, como resultado de las propuestas del Plan Urbano de 1967 para la ciudad; por sus características produjo transformaciones y afectaciones en el barrio de San Marcos, y alteró las características del paisaje natural y urbano en toda la periferia oriental del Centro Histórico. Actualmente la Av. Pichincha es un colector de transporte público y privado, razón por la cual, las líneas de transporte público se han visto obligadas a optar por vías alternativas de descongestión.

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En el barrio de San Marcos las calles Inclana y Texeira sirven para este propósito, a ello se debe que ambas manzanas periféricas quedan desmembradas del resto del barrio. QUEBRADAS Cuando nos referimos a la estructura urbana de Quito, mencionamos que la ciudad estaba atravesada por quebradas, que en tiempos pasados, constituían verdaderos barrancos, cuya profundidad alcanzaba los 15 a 20 metros. En el siglo pasado, estos arroyos de montaña de fuerte pendiente, formados por la acción de los glaciares y aluviones del Pichincha, tenían una profundidad de 2 a 3 metros y desembocaban en el río Machángara. “Hoy en día siguen constituyendo una inmensa red de drenaje de las pendientes que dominan la ciudad, ya que 85 quebradas han sido censadas durante el establecimiento del mapa de la antigua red de drenaje natural”118. En épocas remotas, la localidad misma de Quito, estaba conformada por dos planicies ligeramente inclinadas de Oeste a Este, interrumpidas por profundas quebradas por donde corrían limpias aguas. La primera planicie estaba constituida por el espacio que hay entre la que después se llamó quebrada de Jerusalén, y la quebrada de la Iglesia Parroquial (Capilla Mayor y Pasaje Royal). En esta planicie se levantaba el Palacio Real de los Incas quiteñizados, y sobre cuyos escombros los padres franciscanos levantaron el templo de San Francisco. La segunda planicie, estaba comprendida entre la quebrada de la Iglesia parroquial, y la parte inferior de la colina de Huanacauri o San Juan. Según el autor Eliécer Enríquez, al parecer, esta planicie era el sitio predilecto de los aborígenes, por recibirse allí con esplendor los rayos del sol naciente; aunque también fue preferida por los civiles españoles y los religiosos mercedarios, para formar el núcleo inicial de la ciudad española. Sin embargo, como la planicie no resultó tan adecuada por la humedad del suelo y subsuelo, inmediatamente se cambiaron de lugar.

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COLEGIO DE GEÓGRAFOS DEL ECUADOR (Coord. Pierre Peltre), Estudios de Geografía 2. Riesgos Naturales en Quito: Lahares, aluviones y derrumbes del Pichincha y del Cotopaxi, Editorial Nacional, Quito, 1989, Pág. 46

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Las quebradas sirvieron tradicionalmente de drenaje natural y abastecieron de agua a la ciudad. Las denominaciones que adquirieron provienen de los nombres sagrados del Cuzco, por ejemplo “el cerro del Oriente, se denominó Anac-huarqui; el del poniente, Huanacauri; el de Medio día Yavirac; y el del Septentrión, Cayminga”119. Sin embargo, no todos se han conservado, pues sus primeros rellenos datan de la época colonial, desapareciendo inicialmente los cursos inferiores de las quebradas de Manosalvas y La Marín; para luego, en 1914, cubrir la quebrada de Jerusalén o de La Cantera, actual Av. 24 de Mayo. Sobre las quebradas o huaycos se han construido varias edificaciones; por su irregularidad muchas de sus calles forman en su longitud varias cuestas, que suben o bajan, de la parte inferior a la superior de las quebradas, hacia donde se extiende la población. A continuación, un resumen de las quebradas o colinas más importantes de la ciudad, y que influyeron en la topografía del barrio de San Marcos. Quebrada de Manosalvas Los incas le dieron el nombre de quebrada de Quinguhayco, para traducir al quichua la leyenda del diluvio. Esta quebrada sinuosa, torcida, y serpentina, se consideraba la huella cósmica de los coletazos de la serpiente que provocó la catástrofe. Las aguas de esta quebrada pasaban por debajo del Parque Hermano Miguel, la calle Ipiales, y el Colegio de La Providencia y de los Jesuitas. Atravesaba varias manzanas de casas, pasaba por debajo de la calle Pedro de Texeira, bordeando la actual Escuela Sucre, para desembocar en el río Machángara, y separar los barrios de San Marcos y La Loma. Más tarde esta quebrada recibió, por las alternativas de fluidez o espesor de su corriente, el nombre quichua de Sanguna, con que se conocen hasta hoy sus vestigios, o de Manosalvas, con que fue bautizada en la Colonia. Hasta el siglo XX ésta separó los barrios de San Marcos y La Loma Grande. Lleva ese nombre porque el puente definitivo sobre esa quebrada fue construido por un español Manosalvas. Otro puente que existía 119

SALVADOR, Jorge, Memorias del Ñaupa Quitu, Ediciones Quitumbe, Quito, 2002, Pág. 75

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en la ciudad hacia fines del siglo XIX, se hallaba en la actual calle Benalcázar, entre Espejo y Sucre, en dirección norte – sur. “Se llama Manosalvas a la quebrada que desciende desde El Tejar y cruza el Centro Histórico, por debajo de la iglesia de La Compañía de Jesús y de El Sagrario, y de las piscinas de los Milagros”120. En los años 50, se realizó el relleno de la quebrada Manosalvas y fue construida sobre su lecho norte y con una marcada presencia longitudinal, la Escuela Sucre. Estas obras y la posterior prolongación de la Av. Sucre, convertida en una nueva conexión vial entre el Centro Histórico y el eje de la Av. Pichincha, introdujeron cambios en la estructura urbana del barrio. Quebrada de Huanacauri Esta quebrada situada al oeste de la ciudad, fue bautizada por los españoles como Colina de San Juan. Por ella se accedía, en tiempos de los incas, al Templo de la Luna, descrito por el padre Velasco, como una construcción redonda, con varias ventanas circulares que bordeaban el contorno del templo, y a través de las cuales sumergía la luz. Esta colina descendía más o menos paralela a las quebradas de Jerusalén (Gallinazos) y Manosalvas. Quebrada de los Gallinazos La quebrada de Ullaguangahuayco, de los Gallinazos, de Jerusalén o actual Av. 24 de Mayo, junto a la quebrada de Quinguhuayco o de Manosalvas, se hallaba en el Palacio de Huayna Cápac, principal concentración urbana de la Quito incásica. En ambas quebradas confluían otras menores, que para sobrepasarlas había varios puentes colgantes, pero los principales permitían el paso a la loma del Panecillo y de San Juan. En esta quebrada se quedaba el gallinazo, devorando los restos que dejara el diluvio, por eso le llamaron Ullaguangahuayco, aunque después los españoles la tradujeran como 120

Entrevista al Arq. Alfonso Ortiz Crespo, Historiador Quito, Agosto 2005.

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quebrada de los Gallinazos. Por ella desaguaba la chorrera del Pichincha, y cerca de su desembocadura en el río Machángara, había un hondón donde caían las aguas de los manantiales del Yavirac; se presume que en este lugar Atahualpa solía bañarse cuando era adolescente, razón por la que, tal vez, se la empezó a llamar Auquihuayco, o sea quebrada del Auqui, es decir del príncipe. En la Colonia se conoció con el nombre de quebrada de Jerusalén. Jijón y Caamaño señala que entre las dos principales quebradas de Quito, la de Manosalvas y Jerusalén; poco antes de que ambas desembocasen en el Machángara, se formaba una península, en cuya colina que domina la unión de estos terrenos había un atalaya o puesto avanzado, el sitio corresponde a la Mama Cuchara, al final de la Loma Grande. El Quito de entonces, afirma este sabio quiteño, no tenía la topografía de ahora, pues restaron durante cuatro siglos perseverantes esfuerzos para rellenar abismos y aplanar colinas. Colina del Yavirac Según los cronistas corresponde al cerro del Medio Día, y fue bautizada por los españoles con el nombre de Panecillo. Este Templo del Sol o Intihuasi era santuario solar por excelencia de los incas, existente desde remotos tiempos y afamado en todo el mundo andino. Se caracterizó antiguamente por su cumbre de figura cuadrada, todo de piedra, labrada con bastante perfección, con cubierta piramidal y gran puerta al oriente, por donde ingresaban los primeros rayos del sol. Entre otras quebradas de menor importancia, pero que confluían con las anteriores, podemos mencionar; la del Itchimbía, o colina por donde se levanta el sol; la de Cayminga, que aunque es difícil percibirla en la actualidad, es la que sirve de base al actual Palacio del Congreso; la del Tejar, totalmente descubierta desde sus orígenes hasta la calle Cuenca, con un puente en la calle Chile; y la quebrada de la Carnicería, anteriormente descubierta desde la calle Olmedo hacia el sureste de la urbe.

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3.3.3. CASAS Y EDIFICACIONES ANTIGUAS Desde la época colonial, San Marcos fue un barrio residencial de casas de patios sencillos, un solo piso, techos de paja y paredes de adobe, habitadas por numerosas personas por casa, algunas más de 40, en promedio 17. El censo de 1797 revela que las casas albergaron en algunos casos hasta 23 personas, incluida la servidumbre. “Hubo hasta el siglo XVIII sólo unas pocas haciendas o tejares, estancos y alguna que otra chichería o gallera, a ésta se llegaba por la calle Jiménez o la calle que va a la gallera”121. El tipo arquitectónico de casa con patio y galerías fue el paradigma general, regía en la ciudad y en la periferia; las casas eran de estilo europeo con patios, y cada uno tenía un baño, más el baño general que había en la terraza. En este barrio, por su condición de parroquia de indios, las construcciones de una sola planta estaban provistas de corrales, caballerizas y huertos; y las casas que dan a la calle Junín tenían huertos que daban a la quebrada. A fines del siglo XVIII, las casas de este barrio estuvieron destinadas a vivienda, y en su mayor parte, tenían un solo piso, sus propietarios fueron de status secundario, destacando a artesanos, clérigos e indígenas, principalmente. De las casas coloniales de Quito que datan de los siglos: XVI, XVII, XVIII y comienzos del XIX, hay una infinidad, pero sólo pueden hallarse en los barrios antiguos como: Santa Bárbara, San Juan, San Blas, San Sebastián, Las Lomas Grande y Chiquita, San Marcos, San Roque y muy apenas en El Sagrario. “Encontrar casas del siglo XVII es bastante raro, aunque todavía las hay y muy características, distinguidas por no ser casas altas generalmente, y no tener balcones, sino por poseer ventanas y ventanillas”122. En la segunda mitad del siglo XIX, y durante las tres primeras décadas del XX, esta arquitectura (casa de patio) se reconstruye o amplía bajo repertorios neoclásicos, adaptándose a nuevos dictados culturales y nuevas condiciones sociales. Así, el perfil de las calles tanto del Centro Histórico de Quito como del barrio cambiaron, pues en la 121

PERALTA Evelia y MOYA Rolando, Quito Patrimonio Cultural de la Humanidad, 2ª Edición, Editorial Trama, Quito, 2003, Pág. 30 122 ANDRADE M, Luciano, La lagartija que abrió la calle Mejía. Historietas de Quito, Quito, 2003, Pág. 146.

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época colonial la mayoría de las edificaciones tenían un solo piso, y en el gobierno de García Moreno se introdujo el criterio esteticista de la ciudad, en el que las edificaciones se ven obligadas a crecer a un segundo piso, para homogeneizar el perfil urbano de la ciudad. En el siglo XX, en la esquina de la Jiménez, hoy calle Ortiz Bilbao, estaba la casa de Luis Alfonso Ortiz. En la época de Don Jacinto Jijón, se edificaron en todo este sector construcciones populares de vivienda denominadas Villa Inclana, destinadas para trabajadores. Luego, en el siglo XX, se estableció en la calle Junín, la Escuela Sucre. Con el avance del tiempo, se siguieron construyendo casas con sentido de solución al proceso de crecimiento y desarrollo de la urbe; los habitantes mejor acomodados ocuparon los nuevos sectores y lugares de los barrios céntricos, los mismos que albergaron hasta principios del presente siglo, a los señores que constituían el grupo nuevo de la jerarquía económica. Sin embargo, el deterioro de las edificaciones, del espacio urbano y de la calidad de vida se expresa: en la sobreutilización o subutilización de las edificaciones, en la falta de servicios de infraestructura, en la falta de mantenimiento, en la construcción de añadidos y edificaciones anexas que alteran la homogeneidad de las estructuras, y en la unidad constructiva y estructural del conjunto. Las tipologías arquitectónicas predominantes mantienen el esquema de patio central, diferenciando el zaguán, el patio, las galerías, el bloque de escaleras y las habitaciones. La planta baja, en general, destinada hasta la actualidad a usos comerciales artesanales y viviendas de los sectores de menores recursos; y la planta alta, a vivienda de arrendatarios y propietarios. Las construcciones en este sector valían menos que en los sectores céntricos de la urbe, eran mixtas, de un solo piso, con excepciones.

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En los últimos años, y como parte del proceso de cambio de toda el área histórica, se manifiesta una ampliación de los usos comerciales, especialmente en la periferia del barrio localizados puntualmente en las estructuras colindantes con la Av. Pichincha. IGLESIA, CASA PARROQUIAL Y PLAZA DE SAN MARCOS Iglesia La iglesia de San Marcos se encuentra en el barrio del mismo nombre, entre las calles Junín y Javier Gutiérrez. Se construyó desde fines del siglo XVI, en 1597, hasta 1684. En su construcción intervino el Cuarto Obispo de Quito, Fray Luis López de Solís. Fue la tercera iglesia parroquial fuera del núcleo urbano, y mantiene su diseño original. La iglesia inició su actividad pastoral el 28 de diciembre de 1684, fecha en la que se realizó el primer bautizo de la parroquia. El 17 de julio de 1689 se realizó la función religiosa más solemne en el templo parroquial, “con tal concurrencia en el reducido espacio de la capilla, la gente tuvo que esperar dos días enteros en varios turnos hasta completar los 809 cristianos matriculados para la confirmación”123. Entre el 30 de marzo y el 4 de mayo de 1797, el cura Carlos Ponce hizo el censo de su parroquia, tenía ésta tres sectores: el de la calle larga o la actual Junín, el del Chorro de Santa Catalina y el sector del Itchimbía. La parroquia fue fundada para servir a todas las personas del lugar, pero como los primeros moradores fueron gente pudiente, entonces se produjo la discriminación. En cuanto a los sitios relevantes, la iglesia se caracteriza por tener “vanos de arco de medio punto; un pequeño púlpito, original de la colonia, con una decoración muy rica en

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Diario Hoy, 10 de febrero de 1985, Pág. 10.

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colores rojo y dorado, principalmente; ornamentada con pilastras (columnas) y cornisas (adornos)”124. Antes se le conocía al púlpito como cátedra sagrada, desde donde el sacerdote predicaba los sermones al pueblo, pero se suprimió esta práctica religiosa y quedó como una figura ornamental de recuerdo. Le decoran cuadros e imágenes, todos de la época colonial, de San Juan Evangelista, San Mateo, San Pedro, y la Virgen con el Niño en brazos; la mayoría son pintados por Manuel Chili Caspicara. Al lado derecho del altar se halla el Patrón de la Iglesia y del barrio, San Marcos, primer evangelista y primer escritor de los Evangelios; aunque se asegura que el nombre del barrio se debe a un cristianero que vivía en el sector, quien enseñaba la doctrina cristiana a los habitantes del sector. Al fondo se encuentra el coro, desde donde los maestros de capilla tocaban varios instrumentos musicales y acompañaban con sus cantos las misas. Los pisos son de madera, paredes de adobe y cubierta de teja, su traza fue muy pobre por la naturaleza de sus feligreses, “su construcción se asemeja a las iglesias de aquel entonces, con una sala rectangular y un arco triunfal, dividiéndole en dos partes: una que corresponde al presbiterio, y otra al pueblo”125. El retablo recién se ejecutó en el siglo XVIII, los muros actuales de la iglesia son los mismos de hace 400 años, y limitan con el pequeño parque de San Marcos, situado también en las calles Junín y Gutiérrez. Para 1648 se hacían por lo menos 8 fiestas religiosas, que iban en procesión desde La Catedral hasta San Marcos. “Cuando poco después se produjo el asunto del robo de los copones en la iglesia de Santa Clara se hacían tres misas diarias en San Marcos, con luto pero sin música, rogando la aparición de lo perdido”126.

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PERALTA, Evelia, Serie Quito Guía Arquitectónica. Cap. Centro Histórico de Quito: Barrios y Zonas Especiales, Editorial Fraga, 1ª Edición, Quito, 1991. Pág. 144. 125 NAVARRO, José Gabriel, San Marcos, en FREIRE, Edgar (Comp), Quito, Tradiciones, Testimonios y Nostalgias, Editorial Libresa, Quito, 2002, Tomo 4, Pág. 252 126 JURADO, Fernando, Quito Secreto, Ediciones del Banco Central del Ecuador, Quito, 1998, Pág. 105

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El templo fue remodelado entre los años 1932 y 1937 cuando estuvo de párroco el Padre José Mantilla. “La edificación consta de dos bloques bien definidos: el primero, destinado al culto, es decir, lo conforma la iglesia con dos accesos; y el segundo, destinado a la Casa Parroquial, baterías sanitarias públicas y vivienda”127. Se cree que el lugar que se escogió para la implantación de la iglesia de San Marcos, es el sitio más alto de la Loma Chica. Casa Parroquial Se halla situada en la parroquia urbana de San Marcos y pertenece a la iglesia del mismo nombre. Fue edificada por el Presbítero José Mulet sobre el terreno que antiguamente era parte del cementerio parroquial, por lo que para su construcción se extrajeron restos de cadáveres y se dejó el espacio descubierto a uno y otro lado, o sea al oriente y occidente del edificio, el mismo que presenta tres frentes: El principal a la calle Junín y las laterales que son perpendiculares a los muros de la Iglesia, éstas últimas construidas de piedras en su cimiento, y con ladrillos hasta la altura del segundo alto de la fachada principal, lo demás es de adobe. “La fachada principal contiene la puerta de servicio de la casa, ésta es de madera y una ventana a cada lado asegurada con varillas de hierro, bastidores de vidrieras y puertas de madera pintadas al óleo”128. La casa consta de 2 plantas: la planta baja, con un zaguán en su entrada y la oficina del despacho parroquial; la planta alta, que inicia con una escalera de madera que conduce a los altos de la casa como: la sacristía, habitaciones del sacerdote y del personal, comedor, despensa, cocina, etc. La cubierta del edificio es de tejas de barro cocido. A ello se suma el galpón, el gallinero, cercano a la antigua sacristía, y algunos muebles como pizarrón, bancas, estantería y una tarima.

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ILUSTRE MUNICIPIO DE QUITO – DIRECCIÓN DE PLANIFICACIÓN, Hoja de inventario de la Iglesia y Casa parroquial de San Marcos, 1991, Pág. 2 128 Archivo Arzobispal, Parroquias Caja # 18, años 1908-1914, Quito a 18 de abril de 1914

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Plaza y Parque “La subsistencia en Quito de algunas plazas mínimas, ubicadas delante de algunas iglesias, nos lleva a pensar que posiblemente surgieron después de los templos”129. Originalmente la plaza o plazoleta de San Marcos era una porción de tierra, en el que no había comercio ni casas, después se convirtió en un centro de aglomeración de pobladores, quienes desarrollaban varias actividades comunales. Junto a la Casa Parroquial sirvió como cementerio, pero en la primera mitad del siglo XX se convierte en parque del sector. En la actualidad, la pequeña plazoleta y parque guardan su historia colonial, tiene algunos bancos de piedra, una fuente del mismo material, que aunque ya no conserva el agua saltarina de su pila central, se encuentra adornada con cabezas de tortugas que todavía escupen agua.. Según testimonio de uno de sus moradores “las cabezas de tortuga antiguamente constituían un semen rodeado por un alto tapial con la puerta de entrada en la esquina de la Junín y Gutiérrez”130. MONASTERIO DEL CONVENTO DE SANTA CATALINA Fundación De los varios conventos antiguos de monjas de clausura que hay en Quito, Santa Catalina es, después de las madres conceptas, el segundo en fecha de fundación, a éste se le atribuye una raíz prehistórica e histórica, entre todos los demás conventos de religiosas. El Convento Monacal de Santa Catalina de Siena fue fundado el 14 de marzo de 1593, por María de Siliceo, bajo la jurisdicción de la Orden Dominicana y la advocación a Santa Catalina. Inicialmente funcionó entre la Plaza de San Francisco y el Monasterio de 129

JURADO, Fernando, Plazas y Plazuelas de Quito, Editorial Culturales UNP, Quito, 1989, Volumen 39, Pág. 227. 130 Entrevista al Sr. Aníbal Aguilar, Morador del barrio San Marcos, Quito, Julio 2005.

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Santa Clara, pero hallándose incómodo en dicho sitio, por el nuevo número de religiosas y la humedad, se trasladó en 1613 al sitio actual, cuando Lorenzo de Cepeda Ahumada, conquistador de Quito y hermano de Santa Teresa de Jesús, donó una de sus casas a las religiosas del claustro, quienes “ampliaron el Monasterio con la mitad de las casas que fueron de Lorenzo de Cepeda, concedidas por orden de Hernando de Santillán, el 11 de agosto de 1567”131. Curiosamente, “la casa de Cepeda se asentaba en el sitio mismo donde los incas tuvieron el famoso Agllahuasi, o Palacio de las Vírgenes, conformado por jóvenes indias, escogidas como esposas del Inca para mantener su sangre real, y dedicadas al culto divino”132. Tanto Cepeda, como las religiosas del claustro conservaron su valor sustancial. Sin embargo, en una visita de Vicente Rocafuerte, segundo Presidente del Ecuador, se descubre que sobre una vieja portada de la casa de las monjas, se ostentaba dos excelentes figuras, una del sol y otra de la luna, que precisamente eran los decorados significativos del prehistórico Palacio del Agllahuasi de los incas. Por lo que el presidente hizo desprender esas figuras de la puerta y las mandó, como preciosos monumentos de la antigüedad aborigen, a depositarlas en el seminario de San Luis, como destino a un museo que Rocafuerte se proponía organizar. Actualmente no se conoce sobre la existencia de estos objetos. El traslado definitivo de las religiosas, desde su casa primitiva al sitio en que actualmente se halla establecido el Monasterio tuvo dos etapas, en 1608 con la compra de una parte del local y luego en 1613. Entre una y otra fecha había que superar una serie de dificultades y privaciones, por lo que primero se edificó el templo durante los primeros años del siglo XVII, para luego construir el convento de tiempo en tiempo, por la suma pobreza de las religiosas. En el Archivo del Monasterio aún se conservan las cartas que dan testimonio de los hechos realizados ante el escribano Alfonso Dorado de Vergara, sobre la adquisición de los inmuebles.

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DESCALZI, Ricardo, La Real Audiencia de Quito, Claustro en Los Andes. Serie 1ª Historia de Quito Colonial, Volumen 2º Siglo XVII 1600 – 1644, 1ª Edición, Quito, 1981, Pág. 217 132 ANDRADE M, Luciano, La lagartija que abrió la calle Mejía. Historietas de Quito, Quito, 2003, Pág. 227.

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Estructura El convento de Santa Catalina está constituido por dos cuerpos: la iglesia y el monasterio: Iglesia La iglesia se construyó en forma horizontal a mediados del siglo XVII, utilizando materiales como el adobe y una estructura muy sencilla. Está ubicada en la esquina de las calles Espejo y Flores, cuyo acceso principal se encuentra en la calle Espejo; tiene una capilla dedicada a la Virgen del Rosario, construida por Javier Ascásubi, en agradecimiento a la Virgen por haberle salvado de morir en la masacre del 2 de agosto de 1810. Hay escritos que confirman el derrame de lágrimas de esta Virgen, ubicada en la parte noroeste de la iglesia, entrando por la calle Flores. La parte principal de la iglesia es una especie de torre que se asemeja a la iglesia del Vaticano. La intención era ponerla en la Catedral, pero como no alcanzó el espacio, le ubicaron en esta Iglesia. Entre sus elementos más importantes se destacan: Un coro bajo, en el sureste de la iglesia; y dos coros altos en la parte norte de la nave. El coro alto, utilizado antiguamente por las religiosas, quienes se cubrían con un velo negro y a través de una cortina entonaban los cantos bíblicos; y el coro bajo, ubicado al sur de la iglesia, tiene la forma de una media naranja y se remata a manera de cono, construido en metal; esta ventana da a la sala profundis, de donde las religiosas escuchan misa a través de sus rejas. En este coro se conservan algunos cuadros de Enrique Mideros, Fraile Dominico, Luis Cadena, un Cristo del Siglo XVII, entre otras imágenes. El púlpito, ubicado en la parte occidental del templo, desde donde predicaban los sacerdotes, está decorado con pan de oro y madera, y con muy pocos elementos. El techo, no tiene murales sino pinturas en lienzo y óleo; y los 8 retablos, 4 a cada lado, construidos de forma sencilla, con arcos de medio punto, resaltando en cada uno

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imágenes de santos hechos de madera, que datan del siglo XVIII como: la Virgen del Rosario, Santa Catalina de Siena, Santo Domingo de Guzmán, San Vicente Ferrer, San José y el Sagrado Corazón de Jesús. Los arcos de medio punto presentan las estaciones del Vía Crucis. El altar, con su parte central construida en mármol, exhibe 4 paredes de columnas recubiertas con pan de oro; y en sus arcos principales se pueden apreciar pinturas de santos dominicos; así como en sus lados laterales, pinturas de autores anónimos que representan las epístolas del evangelio e imágenes de querubines. En su parte inferior se muestra una pintura en lienzo, que data del siglo XVIII. Hay un cuadro con más de 410 años de existencia, desde antes de la fundación del Monasterio. En Europa, su imagen se denominaba Nuestra Señora de la Antigua; pero en el Ecuador, la fundadora le bautizó con el nombre de Nuestra Señora de la Paz, por lo que en tiempos de las alcabalas se le llevó por las calles en procesión, para conseguir la paz. Al sur occidente de la iglesia se halla la fosa donde fue enterrado originalmente García Moreno, asesinado el 6 de agosto de 1875, y a quien aún muerto, lo seguían buscando, razón por la que sus familiares decidieron enterrarle en un lugar desconocido, permaneciendo allí hasta 1975, año en el que fue descubierto en el altar de Santa Catalina, mientras se realizaban excavaciones. Después de este hallazgo sus restos fueron trasladados a la Catedral, donde aún se le rinde homenaje. Junto a la fosa hay una placa que textualmente dice: “Reposaron desde abril 2 de 1883 a 18 de abril de 1975, los restos de Gabriel García Moreno”. Respecto a la fachada de la iglesia, ésta posee mucha simplicidad en la construcción y decoración. En la fachada principal, encontramos 2 partes de columnas dóricas, la puerta principal que se levanta con un arco de medio punto, es de madera con adornos de alto relieve como: el sello de la orden dominicana en el centro, dos figuras de querubines a los lados, la imagen de Santa Catalina en el costado derecho de la puerta, y Santo Domingo en la parte izquierda. En el segundo cuerpo de la fachada hay un frontón, en

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cuyo centro se halla el Corazón de Jesús, con 6 columnas de orden jónico que destacan en su parte superior un medallón con el sello de los dominicos, pintado en color negro y mostaza. La iglesia posee 2 torres, en las que se encuentran los campanarios. Sobre el otro ingreso al templo (parte occidental), éste fue construido en piedra, posee una puerta de madera, igualmente con un desbordamiento que presenta al Señor de las Misericordias, rodeado de columnas de estilo corintio; y ventanas construidas con arcos de medio punto que ayudan en la iluminación de la iglesia. Es importante anotar que debido a tantas restauraciones, la iglesia ha perdido su imagen. En 1871 se reconstruyó el Monasterio, y desde 1879 a 1882 se realizaron muchas reformas para mejorar la imagen del templo; antiguamente la casa era de dos pisos, pero luego con los terremotos quedó sólo un piso. Antes ocupaba toda la manzana, ahora una parte del Monasterio, que da a la calle Montúfar, está en manos del Municipio. Más tarde, en 1901, se intervino nuevamente la iglesia debido a la destrucción de la cubierta, y se renovó la arquitectura de los claustros internos. En la iglesia se destruyeron casi todos los elementos originales de la obra, incluyendo los retablos, quedando de su construcción original los 2 altares de piedra; y del Monasterio, las vigas del segundo piso que antes tuvo la comunidad. Esta restauración duró 10 años. Solo a finales del siglo XX se reedifica el templo, llegando a constituirse en una de los más hermosos en la categoría de segundo orden. Actualmente solo hay dos misas en domingo, a las 9h00 y 17h00, y en ocasiones especiales. Monasterio y Museo Hacia fuera, el Monasterio visualiza una puerta que enmarca dos columnas; y hacia adentro, presenta una disposición de elementos, entre los que sobresalen:

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Las Celdas, ordenadas frontalmente, con un corredor central que comunica unas con otras; todas con puerta al interior del claustro, unas con ventana al jardín, y otras, con ventana hacia las demás dependencias del Monasterio. “No existen claustros abiertos a un patio, sino que las habitaciones se abren directamente sobre éste, ubicándose en ambos costados del corredor central con bóvedas falsas y claraboyas”133. Se considera a la celda como un lugar de silencio, y cada una lleva el nombre de algún santo. El Oratorio, es un lugar sagrado donde las religiosas realizan sus oraciones la mayor parte del tiempo. El Refectorio o comedor, de características muy sencillas, ubicado frente a la cocina; se dice que en este lugar, en 1610, fue la capilla de Lorenzo de Cepeda, hermano de Santa Teresa de Ávila, y más tarde parte del noviciado. Al fondo de este sitio aparece un lienzo pintado del siglo XVII, que representa a la Virgen del Rosario del Pompeya, con Santo Domingo y Santa Catalina de Siena. La Sala de Archivo, donde aún se conservan constituciones y documentos desde 1600. Actualmente se está realizando un catálogo de todo el archivo de la comunidad, para exponerlo en folletos al servicio del público. La Sala de Recreo, donde las religiosas se reúnen por la noche para ver televisión, pero solo cuando hay noticias religiosas, y así pedir por la superación de las dificultades. El Patio principal, con su cruz de piedra y su antiguo pilón, único en su clase, presenta la imagen de Santo Domingo, patrón de la Orden Dominicana. En la esquina noreste del Monasterio se encuentran todavía restos del pilancón antiguo, que surtía de agua al llamado chorro de Santa Catalina. Y el cementerio, donde reposan los restos de varias religiosas de la comunidad.

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QUITO ETERNO, La ciudad, ayer y hoy. Ediciones Paralelo Cero, Quito, 1976, Pág. 240.

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Las salas donde las religiosas cumplen sus actividades para brindar su servicio al público, en la elaboración de cremas, hostias y vinos. En la sala de Hostias se realizan grandes y pequeñas, con imágenes bíblicas; en la sala de farmacia, se preparan cremas, lociones y jarabes para curar diferentes enfermedades; y en el espacio donde se elabora el vino se conservan grandes barriles para fermentar la bebida. Actualmente en el claustro viven 22 religiosas, a diferencia de las 250 que residían a fines del siglo XVI. Cuentan con su propio Padre Capellán (Orden Dominicana) que celebra las liturgias todos los días en el oratorio, una hora antes de realizar sus actividades cotidianas designadas para ese día, sea para elaborar hostias, vino, cremas, preparar los alimentos, o asear y mantener la casa. Según la Madre Mercedes Quintana, Superiora del Monasterio y Directora del Museo, la iniciativa de conformar un museo para el público en general, viene desde hace mucho tiempo atrás, pese a que inicialmente, la falta de seguridad y resguardo en las obras que aún se conservan, no auguraban abrirlo inmediatamente. Hoy con las debidas precauciones ya se encuentra atendiendo al público en general, desde agosto del presente año, de Lunes a Viernes, de 08h30 a 17h30. Recibe la visita de estudiantes de escuelas, colegios, universidades, turistas y personas y grupos particulares. Entre las obras y objetos que se exhiben en el museo sobresalen: Un rincón dedicado a la religiosa fundadora Santa Catalina de Siena, conjuntamente con algunos de sus objetos personales como: un libro escrito por ella en el que revela su autobiografía; un Niño Dios que según la religiosa afirma en sus escritos, tomaba vida y jugaba; un rosario del siglo XVII y varios instrumentos de penitencia de la santa. En este mismo espacio, al frente, se halla una banca con más de 300 años de antigüedad, donde dormía la religiosa cuando estaba cansada; hoy se la conserva con tanta veneración porque hace favores a las mujeres que no pueden tener hijos. También se destacan varios cuadros de la época colonial y de pintores famosos como: un pesebre pintado por Bernardo de Legarda en madera policromada, con San José, la

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Virgen, el buey y el Niño Jesús; cuadros de Tito Quishpe, reconocidos por el símbolo de la paloma en sus obras; y otros lienzos pintados en óleo que representan a Sor Catalina de Siena, Santa Anita, Santa Rosa de Lima con una dedicatoria a la comunidad, santo dominico Vicente Ferrer, Santa Clara, Santo Domingo, la Virgen del Quinche, la Divina Pastora, la Sagrada Familia, la Santísima Trinidad con el padre, el hijo y el espíritu santo; la Virgen de la Peña de Francia, el Señor de la Justicia; el Señor de la Misericordia; el purgatorio, el limbo y el infierno; y un cuadro de las razas que representan a África, Oceanía y América, entre otras importantes obras. Entre las imágenes se destacan: la imagen de la Virgen de Tránsito, de Santa María Magdalena y San Juan; de la Virgen de la Escalera, única en el mundo, junto a varios santos como: San Jacinto de Polonia, Santo Tomás de Aquino, San Pedro Mártir, San Antonino, San Pío V, San Vicente Ferrer y Santo Domingo de Guzmán junto a un pequeño perro. También se hallan Cristos de madera del siglo XVIII, de estilo europeo y de la escuela quiteña; un taller de Nazaret del siglo XVII, con la Virgen María y San José, es un relicario adornado con flores y mariposas, diseñadas con la goma del árbol de pino. Además se conservan algunas reliquias como: alfombras y telas pintadas por las religiosas antiguas, vitrales realizados en oro, flores perfiladas de papel; algunos tejidos y trabajos manuales como manteles, capas, cortinas y telas bordadas a mano con hilo de oro, de plata e hilo de seda; algunas herramientas como costureros, y la máquina tejedora de medias que data de 1864; y varios objetos de madera como un bargueño de estilo europeo, una especie de baúl que lleva interiormente un cajón largo llamado secretero; un tarjetero en forma de tríptico, hecho de cuero y madera, en cuyas imágenes pintadas se aprecia la vida de San Roque; y un estandarte de estilo barroco utilizado en las procesiones. A estos objetos valiosos se añaden otros como: los restos de huesos de los santos y de las primeras religiosas mártires con su respectivo nombre; algunas prendas de vestir de García Moreno, como parte de la ropa con la que le enterraron, la suela de uno de sus

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zapatos, la gorra que aún se mantiene intacta, las charreteras como parte de su uniforme militar; el hueso de su brazo derecho, parte del ataúd, y una virgen del Ex Presidente. CASAS DE PERSONALIDADES Diversas personalidades vivieron en algunas de las casas que forman parte del tradicional barrio de San Marcos. Según señala el autor Fernando Jurado en su obra “Calles de Quito”, los propietarios que aparecen en San Marcos por 1797 son: el cura Dr. Carlos Ponce, María Iriarte, Margarita Orozco, el clérigo Dr. José Encinas, entre otros. Así mismo señala que en la cuadra comprendida entre la Gutiérrez y Almeida, del lado norte, en 1894, habían 4 casas: del cura Miguel Zapata, de Tomasa Jijón, de Antonio Montenegro (con un estanco), de Miguel Angulo (con una chichería). Al frente existían 5 casas: la esquinera de los Benalcázar, luego la de Lizarda Pérez, de Francisca Barba, de Antonio Rodríguez y del Dr. Manuel María Almeida, médico. Otras de las casas en las que habitaron personalidades importantes son: Casa de Federico González Suárez: En esta casa, ubicada en la calle Flores N° 41 entre Espejo y Chile, nació este célebre sacerdote, cuyo recuerdo aún se mantiene perenne a través de una placa que dice: “En esta casa nació Federico González Suárez (18). Homenaje de sus conciudadanos. MCMIX”. Casa de Javier Ascásubi: En esta casa, ubicada en el ángulo sur oriental de la calle Flores y Junín, vivió el Prócer de la Independencia José Javier Ascásubi, padre del más tarde Presidente de la República, Manuel Ascásubi Matheu. Esta casa mira por un lado a las murallas de las Monjas de Santa Catalina, y por la estructura especial de la zona, tan cerca de la quebrada de Manosalvas. En febrero de 1810 pertenecía a su hermano Francisco Javier

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Ascásubi, ya dueño de la casa en 1797, cuando vivían en ella nada más que 6 personas, entre ellas 3 indígenas. En esta casa se reunieron varias veces los próceres de 1809. Ascásubi fue uno de los dirigentes de la campaña contra Pasto en 1809 que terminó en desastre. Fue asesinado en el cuartel el 2 de agosto de 1810. Hacia 1818 la casa fue adquirida por el comerciante Manuel Cornejo Ribera, quien fuera uno de los miembros del Quiteño Libre. Hacia 1861 Cornejo vendió la casa a sus hijas Pacífica y Juana Cornejo Herrera. “Pacífica dejó su casa y bienes al Arzobispo González Suárez, pidiéndole hacer varias obras de beneficencia, entre ellas la ayuda para terminar la iglesia de San Marcos”134. Casa del Puente de Manosalvas o Escuela de Los Burros: Es una reliquia del siglo XVII, “casa construida al modelo conventual de forma cuadrangular con 33 metros hacia la Flores y 30 a la Pereira. Buen patio central, y fachada externa muy poco tocada. En los planos del siglo XVII aparece como una enorme casa que iba de esquina a esquina en la actual calle Flores”135. Juan Esteban Manosalvas y Sánchez construyó la casa por 1610, al mismo tiempo que construyó el puente de su apellido que salía de la esquina opuesta a la casa. Heredó el inmueble su hijo Alonso, quien por 1667 propuso al cabildo cercar la quebrada y dejar una ventana para tirar las inmundicias. En 1738 la casa perteneció a un Fray de nombre Manuel Román, un siglo después al comerciante de víveres, Tomás Barahona, quien alojaba en el patio a numerosas mulas, de ahí que en 1915 se le conocía a la casa como “Escuela de los Burros”. Quince años más tarde, la casa pasó a llamarse “La Burrera” seguía siendo el parqueadero de las mulas procedentes de Pasto cuyos dueños venían a adquirir arroz y azúcar del señor Barahona y emprendían el retorno a su país. Por 1940 perdieron la casa 134

JURADO F, AGUILAR, MORENO, Casas del Quito Viejo, Colección Medio Milenio, Tomo 1, Quito, 1992, Pág. 111. 135 Ídem, Pág. 114.

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los Barahona Lasso, sus dueños. Este fue el solar del conocido artista Marco Barahona Lasso, muerto en los años 60. La Casa Colonial del Chorro de Santa Catalina: A dos pasos hacia el norte del Chorro de Santa Catalina, en la calle de las Carnicerías, actual calle Montúfar, entre Espejo y Chile, se ubica una de las 15 edificaciones civiles de Quito de la época colonial. El inmueble está integrado por 3 bloques: el primero y más antiguo, con frente a la calle; el segundo, ubicado en el sector sur; y el tercero, ubicado en el centro del inmueble, donde una vez fue el patio colonial. “La vieja casona, al parecer, funcionó como vivienda y se mantuvo así hasta inicios del siglo XX, paulatinamente fue compartiendo su función inicial con las de comercio y bodegas, hasta llegar a convertirse en establecimiento educativo”136. El abandono a la que fue sometida y la falta de mantenimiento ocasionó su deterioro, razón por la cual el Fondo de Salvamento inició la recuperación y restauración de este legado lleno de recuerdos en cada uno de los rincones, corredores y habitaciones que esperan poner de manifiesto el esplendor que un día no muy lejano tuvo y que lo fue perdiendo. Casa de algún descendiente del libertador Simón Bolívar: Está ubicada en la casa de la calle Junín y Gutiérrez, en esta casa aparece por primera vez la familia Benalcázar, descendiente del libertador Simón Bolívar, como propietaria del inmueble y que hoy pertenece a la Fundación Caspicara. Se trata de uno de los pocos ejemplos de casa del siglo XIX en la que se han dado cambios mínimos en su estructura arquitectónica pese a la destrucción que sufrió con 136

ILUSTRE MUNICIPIO DE QUITO 1988 – 1992, El Fondo de Salvamento, Quito, 1992, Pág. 84.

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una restauración poco profesional que desconoce los valores arquitectónicos, estructurales y decorativos de la arquitectura quiteña. En el plano de Higley (1903), la casa está dibujada tal como la conocemos hoy, con la entrada por la calle Gutiérrez. Todavía no constan los Garajes Quito. Este documento y el testimonio oral de los moradores del barrio, hacen pensar que la casa tuvo cambios mínimos, que se dieron probablemente a finales del siglo pasado o inicios del presente. Todas las personas que tuvieron algún contacto con la casa aseguran que no ha cambiado su distribución, especialmente el hall y el patio principal se mantiene igual desde hace 45 años. Al parecer, la actividad que tuvo cuando fue consulado de Costa Rica no alteró en nada su aspecto físico, esto fue posterior a 1950. La casa tuvo siempre un piso y albergó alrededor de 8 personas, cuatro miembros de la familia y cuatro empleados. El esquema de la casa se asemeja a la planta romana, con habitaciones alrededor de un patio interior, con puertas que comunican al patio, y al mismo tiempo entre habitaciones. La diferencia con la planta clásica de vivienda del centro histórico es que no tiene pilares que delimitan el patio, y únicamente los tres lados tienen sus puertas al patio, el lado Norte tiene una mampara de madera y vidrio que, por un lado separa el interior del exterior, y por otro, crea un ambiente social muy iluminado y cálido. Aún se conservan restos de papel tapiz y dos murales pintados con colores cálidos e intensos: rosado, rojo, dorado, ocre, verde. Hay una placa junto a la puerta de entrada que textualmente dice: “Aquí vivió en 1882 a 1994, la familia de Benalcázar, descendiente del libertador. Esta placa la coloca Robert de Benalcázar como homenaje a Quito. París - Quito, Agosto de 1997”.

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MUSEOS Y CENTROS CULTURALES Museo Archivo de Arquitectura del Ecuador MAE Por resolución del Directorio del Colegio de Arquitectos del Ecuador, núcleo de Pichincha, presidido por el Arq. Rubén Moreira, se consigue que el Municipio de Quito, en el año 1990, otorgue en régimen de comodato, una casa antigua de principios de siglo, de la familia Ripalda en el centro histórico donde hoy funciona el museo, sin embargo entra en funcionamiento en 1997, una vez que se logró la restauración y remodelación de la casa, conservando su estructura de patios y galería, su amplio salón y las salas de exposiciones. En ellas una muestra permanente y exposición de maquetas de Arquitectura Moderna de Quito, recuerda el nacimiento y primer desarrollo de la arquitectura del siglo XX. En una de sus salas se pueden apreciar muestras transitorias de arquitectura, dibujos, pinturas de arquitectos, planos de la ciudad de Quito, y una sala para eventos, conferencias, coloquios, mesas redondas, etc. Para el año 2004, se modernizó la muestra de la primera fase, y se incorpora la segunda, que abarca el período de 1965 a 1985, donde se podrá encontrar la obra de nuevas vanguardias que han contribuido al desarrollo de nuestra arquitectura. Además, se recoge una selección representativa de principios del siglo pasado, hasta el año de 1985. Cabe destacar los objetivos en base a los cuales nació el Museo de Arquitectura, entre los que sobresalen: contar con un archivo histórico de las obras y autores más relevantes de la arquitectura de Quito y de nuestro país desde comienzos del siglo XX, hasta nuestros días; contribuir con el carácter cultural del Centro Histórico, haciendo que el Museo funcione al interior del mismo; y principalmente, testimoniar y valorar la arquitectura que se produce en el Ecuador.

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Museo Manuela Sáenz Es una entidad privada sin fines de lucro, fundada el 22 de enero de 1994 por el Señor Carlos Álvarez Saá, poseedor de valiosas cartas y objetos históricos, recolectados desde 1984. Su fundador, en busca de una casa antigua, encontró ésta, restauró el edificio colonial en el Centro Histórico de Quito, e instaló el Museo Manuela Sáenz, con el fondo histórico documental que hoy forma parte del Patrimonio Cultural del Ecuador y de la historia americana. El museo cuenta con 11 salas distribuidas entre la planta alta, baja y subsuelo. En la planta alta encontramos: en la Sala de Numismática, monedas utilizadas en la época precolombina, monedas españolas que circularon en las colonias americanas, y aquellas emitidas desde inicios de la República hasta nuestros días. En las Salas de Sucre, Manuela Sáenz y Simón Bolívar, se observan pinturas, libros y objetos personales de estos personajes. Valiosos objetos propios de Manuela como joyas y enseres, así como cartas recuperadas en el incendio de su casa en Paita, comparten los espacios con las armas, pinturas y documentos de Bolívar, y con otros personajes de la Independencia e inicios de la vida Republicana del Ecuador. En los corredores de la casa se puede apreciar la correspondencia de esa época, leyendo las copias de las comunicaciones originales entre Bolívar y Manuela, cuyo contenido está lleno de respeto, admiración y profundo amor. Además, se puede admirar muestras escultóricas ecuatorianas, muestras de óleos europeos de diferentes autores (planta baja), y una variedad de marfiles de origen chino y africano, que datan desde el siglo XV. En tanto, en las salas de la Escuela Quiteña, en el subsuelo, se exhiben pinturas y esculturas religiosas del siglo XVI al siglo XX, y una valiosa colección de Cristos antiguos de varios autores (planta baja), entre los que sobresale el extraordinario trabajo de Manuel Chili Caspicara.

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Entre los principales objetivos del museo constan: resaltar la verdadera imagen de la heroína, Manuela Sáenz; difundir la investigación histórica de la Independencia; y promocionar eventos culturales, exposiciones plásticas, charlas, conferencias, recitales y toda clase de eventos que fomenten el conocimiento histórico en los jóvenes estudiantes. Centro Cultural Guambrateca Metropolitana En el edificio rehabilitado de los antiguos Garajes Quito, se encuentra el Centro Cultural Guambrateca Metropolitana, creado el 8 de agosto de 1990, con el objetivo de: incentivar la participación ciudadana infantil, y generar participación en un espacio alternativo que forme, recree y fomente el desarrollo cultural y social en las áreas de ciencia y tecnología (cine, planetario, desarrollo del pensamiento), juegos (ludoteca, ajedrez, lectura, con biblioteca y adaptación infantil), y artes (música, danza, plástica). Haciendo un recorrido por la historia, en la parte posterior de la actual Fundación Caspicara, antigua casa de Miguel Ángel de Benalcázar, Cónsul de Costa Rica, y mentalizador de la construcción de los antiguos Garajes Quito, funcionó por 1927, uno de los pocos y primeros estacionamientos instalados en la ciudad. Allí se guardaban todos los carros de este sector y algunos del centro de la ciudad, aproximadamente entre 40 a 60 vehículos, aunque su capacidad llegaba a 100; no había otra forma de guardarlos por la configuración del Centro Histórico. Su presencia se tornó necesaria, cuando la llegada del automóvil en Quito causó gran revuelo entre los habitantes de la urbe, que utilizaban en esa época el trasporte de carrozas o berlinas haladas por caballos. Los antiguos Garajes Quito estaban formados por galpones que, a simple vista, parecían hileras de cajones. Este sitio era muy concurrido por los quiteños que poseían vehículos y no contaban con un parqueadero privado. Pero con el paso del tiempo y el rápido crecimiento que registró la ciudad, el lugar resultó pequeño y poco a poco fue decreciendo en su utilización, hasta quedar prácticamente abandonado. Por lo que el Municipio de Quito adquiere las instalaciones el 8 de agosto de 1990, para preservarlas como parte del Patrimonio Histórico de la ciudad.

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Más tarde, con el Proyecto de Rehabilitación desarrollado en los Garajes Quito, por la Unidad de Fondo de Salvamento del Centro Histórico, se destinó una parte al funcionamiento de la Fundación Bernardo de Legarda, entidad creada sin fines de lucro, según acuerdo ministerial, el 18 de diciembre de 1991, con el propósito de rescatar las técnicas tradicionales de la Escuela Quiteña, a través de talleres de taraceo, cerrajería, imaginería, carpintería, tallado, orfebrería, y dibujo; y otra parte, para el taller de restauración del Museo Alberto Mena Caamaño, de la Dirección de Educación y Cultura Municipal. Se consignó, además, un amplio sector dedicado a la exhibición permanente de artesanías nacionales e internacionales. En 1990 se destinó la edificación al funcionamiento de la Guambrateca Metropolitana, a partir de un proyecto dirigido a niños (as) del Distrito denominado Vacaciones Felices, que por la gran demanda se la complementa con varias salas de literatura, recreación, arte, ciencia, y tecnología, y con talleres de creatividad infantil. Casa de la Acuarela Está situada en una de las tres casas consideradas las más antiguas de la época colonial que existen en el sector. La primera, está ubicada en la calle Flores y Junín, esquina; la segunda, corresponde a la iglesia del barrio, y la tercera, a la Casa de la Acuarela. Todas datan de alrededor de 300 años. La Casa de la Acuarela fue adquirida por el Arq. Oswaldo Muñoz Mariño en 1990. Al principio fue de su preferencia, y luego como proyección de museo. El proyecto de restaurar la casa en coordinación con el Fondo de Salvamento, tiene como fin rehacer el inmueble y convertirle en museo, aprovechando la huerta que es la única en su clase. El objetivo es formar una especie de Escuela de la Acuarela, donde los niños, jóvenes, acuarelistas y personas que gusten del arte, aprendan a dibujar y pintar con la acuarela, y sobre todo, a mirar y discernir el objeto.

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La Casa de la Acuarela es una morada de dos plantas. Originalmente fue de un piso, pero sufrió modificaciones con el transcurso del tiempo; posiblemente su forma actual quedó definida alrededor de 1800. Internamente, contiene un zaguán de ingreso, un patio central y un jardín interior, es la única casa que aún conserva su huerta, con árboles de siglos atrás y arrayanes. Se presume que antiguamente fue construida por uno de los descendientes que acompañaron a Benalcázar; que en este lugar vivieron a finales del siglo XIX los pintores Salas, Marco Antonio y sus sucesores, y las hijas del pintor Antonio Salas, Brígida y Gertrudis; y que en este mismo sitio se realizó el primer retrato a Bolívar. Más tarde perteneció a la familia Carrillo, y ahora es de propiedad del Acuarelista Oswaldo Muñoz Mariño. Se plantea restaurar la Casa de la Acuarela con dos plantas: la Planta Baja, destinada para información, administración, sala I de exposición, sala para Internet, archivo, baterías sanitarias, cafetería, escalera de comunicación para la planta alta. Y la Planta Alta, destinada a: oficina, sala II de exposición, reserva, taller para la práctica de técnica de la acuarela, bodega y taller de restauración. Escuela Taller Quito 1: Antigua Maternidad La Escuela Taller Quito 1 se creó el 9 de abril de 1992, en convenio internacional suscrito entre la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y el Municipio de Quito, con el propósito de incentivar a los jóvenes a retomar la vocación artesanal quiteña. Es una institución que acoge alrededor de 120 jóvenes, de 16 a 22 años de edad, de escasos recursos sin opciones educativas, ni empleo, que desean continuar con los oficios

tradicionales

de:

albañilería,

picapedrería,

gasfitería,

electricidad

de

construcciones, ebanistería, tallado, carpintería de construcciones, mecánica en general, pintura de construcciones, jardinería artística, y viveros; para luego de 3 años de estudio, alcanzar el título de artesanos restauradores, maestros, operarios, o aprendices según su rendimiento académico.

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Cuenta, además, con laboratorios de prácticas de restauración arquitectónica; con un museo dedicado a los grandes maestros de reconocida trayectoria, que colaboraron con la Institución y siguieron la tradición quiteña, de quienes se conservan sus herramientas, mesas de trabajo, y algunas obras y esculturas; con la tienda de artesanías, donde se encuentran a la venta varias obras elaboradas por los estudiantes de la escuela taller; y con salas de exposición de los trabajos producidos por los ex becarios y alumnos de promociones anteriores y actuales, pues todo lo que hay en la escuela es realizado por los estudiantes con el asesoramiento de su maestro; tal es el caso, del taller de jardinería encargado de sembrar las plantas medicinales y aquellas que adornan los parques, escalinatas, conventos, avenidas y otros espacios que se hallan bajo el cuidado municipal. En el espacio donde se desempeña la Escuela Taller funcionó lo que antiguamente fue la Maternidad, fundada por Juana Miranda, en el Centro Histórico de Quito. De la edificación aún se conservan algunos pilares que han sido restaurados, el piso empedrado de piedra y hueso, y algunos espacios o salas como: la sala de partos, de esterilización, y de operaciones, hoy utilizadas como aulas para los diferentes talleres. Al ingresar a este centro artesanal, se puede apreciar una pileta muy semejante a la que está ubicada en la plaza central del barrio San Marcos; según el Inspector Guía, Luis Aníbal Naranjo, fue diseñada por el taller de picapedrería hace más de una década, porque se consideró conveniente conservar una doble. Aunque la visita a esta escuela forma parte de las rutas turísticas implementadas por la Red de Museos, Instituciones y Empresas Culturales del Centro Histórico de Quito, está abierta al público y a los jóvenes, de bajos ingresos, que desean aprender un oficio.

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INSTITUCIONES Y FUNDACIONES CEDIME – Antigua Casa de la Familia Ortiz Bilbao El Centro de Investigación de los Movimientos Sociales del Ecuador (CEDIME), es una institución privada sin fines de lucro, legalizada mediante acuerdo del Ministerio de Bienestar Social, el 18 de octubre de 1982. Unos de sus objetivos es recuperar y fortalecer la cultura e identidad nacionales; y una de sus estrategias ha consistido en recuperar y documentar la historia social del país, poniendo especial atención en los conflictos sociales rurales y urbanos, con sus actores principales: los movimientos sociales, como el sindical, campesino, indígena, y de mujeres, entre otros. La casa colonial que actualmente ocupa en la calle Junín la adquirió en el año 1987, y la convirtió en su sede, buscando así también estimular a otras entidades para asentarse en el Centro Histórico, y contribuir a su reencuentro como eje de la reproducción y transmisión de la cultura nacional. De las investigaciones realizadas sobre la casa, se sabe que ésta ya constaba en los planos más antiguos de Quito, realizados por Alcedo y Herrera, en el año de 1734; y por Jorge Juan y Antonio de Ulloa, en el año 1748. Para entonces, la casa tenía una sola planta con varios patios destinados a distintas funciones; la segunda planta se construyó a mediados del siglo XIX y se realizaron varios trabajos de modernización en las primeras décadas del siglo XX. Es decir, el inmueble posee un importante valor histórico, tanto por ser representativa de la arquitectura residencial del Quito antiguo, como por su historia misma. La casa ha pertenecido a diferentes familias quiteñas, la última fue la familia Ortiz, cuyos miembros se han destacado por su contribución al desarrollo sociocultural del país y de la ciudad, aporte que fue reconocido por el Cabildo Metropolitano al cambiar el nombre de la calle Jiménez por la de Luis Alfonso Ortiz Bilbao, escritor e historiador de Quito.

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Fundación Caspicara Es una asociación civil de personas naturales y jurídicas sin fines de lucro. Se instauró el 9 de agosto de 1988, como parte del Plan Maestro elaborado por el Municipio de Quito, con el propósito de cooperar en la preservación y restauración del Patrimonio Histórico y Cultural; promover, difundir y desarrollar los valores de la cultura ecuatoriana, tanto en el país como en el exterior; y desarrollar acciones sociales en beneficio de la comunidad en los proyectos culturales y de preservación. La casa en la que actualmente funciona, es una construcción que data del siglo XIX, situada en la esquina noroccidental de la Plazoleta de San Marcos, perteneció a Miguel Ángel Benalcázar, descendiente del libertador, al igual que una parte de los Antiguos Garajes Quito y de la Escuela Sucre, Fue diseñada para vivienda, y su uso actual no ha modificado la arquitectura residencial de fines del siglo XIX e inicios del siglo XX. Al parecer, la actividad que tuvo cuando fue consulado de Costa Rica, esto es en 1950, no alteró mucho su aspecto físico; sin embargo, tuvo cambios mínimos, probablemente a finales del siglo pasado o inicios del presente. Con el paso del tiempo se deterioró mucho y fue entregada en comodato por el Municipio a la Fundación, para restaurar la edificación y destinarla como museo del pintor ecuatoriano, Eduardo Kingman. La casa siempre fue de un piso, con dos patios y habitaciones alrededor de éstos; su plan de restauración actual se orienta a facilitar las actividades de la Fundación proveyéndola de: oficinas para su funcionamiento, salones y locales para actos culturales, exposiciones artísticas permanentes, conciertos, museo, cafetería para brindar servicios de calidad a visitantes nacionales y extranjeros. Para la consecución de sus objetivos, la Fundación ha trabajado conjuntamente con diversas instituciones nacionales y extranjeras, de carácter privado o público, como el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, el Fondo de Salvamento, la Fundación Paul Getty, la Fundación American Express, entre otras. Ha colaborado en varios proyectos, particularmente en el mejoramiento y restauración de la Plazoleta de San

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Marcos, con recursos financiados por diario El Comercio; ésta fue la primera realización de la fundación con recursos externos. La Fundación Caspicara, uno de los pocos ejemplos de casa del siglo XIX, se estima que en los próximos meses se concluya con la restauración de la casa, y entre en funcionamiento la sala de exposición del pintor Eduardo Kingman. Hogar de Vida 2 – Parte de las Antiguas Piscinas de Los Milagros La Fundación Patronato Municipal San José, en concordancia con el Plan Quito Siglo XXI y acatando lo dispuesto en el Plan Equinoccio 21, sobre la protección social de los sectores vulnerables del Distrito Metropolitano de Quito, implementa desde el año 2003, el proyecto Hogar de Vida 2, como respuesta a un problema poco abordado por la sociedad y sus instituciones, el mismo que consiste en acoger a las personas que por diversas circunstancias hacen de la calle su lugar habitual de convivencia. El Hogar de Vida 2 es un centro de acogimiento que atiende los requerimientos de la población en situación de riesgo, independiente de su sexo y edad, es decir a aquellos que se encuentran en situaciones de mendicidad, violencia, pobreza extrema, indigencia, abandono y peligro moral, que permanecen en el Centro Histórico, y en general, en la ciudad capital. Las actividades están dirigidas a elevar en los usuarios su autoestima e iniciar procesos de reinserción social, a través de la capacitación para el trabajo, colocación laboral, recuperación de la autonomía personal y restauración de vínculos familiares. Además, brinda otros servicios como: capacitación ocupacional y protección social; servicios específicos en salud, alimentación, psicología, trabajo social y educación. En el sitio que actualmente ocupa funcionaron las conocidas Piscinas de los Milagros, donde los habitantes del barrio asistían para divertirse y echarse un chapuzón; más tarde fue el Cuartel de la Policía Metropolitana, por el año 1970. La Fundación Patronato

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Municipal San José-Hogar de Vida 2, está ubicado en la calle Sucre E1-290 y Calle de los Milagros; aunque actualmente pertenece al barrio de La Loma, antiguamente fue parte de la parroquia de San Marcos, es otro de los lugares recordados y considerados como parte de la memoria histórica del sector. Unión Sindical de Trabajadores del Municipio de Quito – Ex Edificio de la Escuela Sucre La casa que actualmente ocupa la Unión Sindical de Trabajadores del Municipio, en la calle Junín, fue construida para la Escuela Sucre en 1952 e inaugurada en 1959, luego que el establecimiento educativo se desempeñó en otros edificios de propiedad del Municipio y de personas particulares. Primero, en un local cedido por los religiosos agustinos, en años anteriores a 1881; luego, en la casa donde funcionó la Escuela Municipal Modelo Espejo, en las calles Olmedo y Montúfar, allí compartió el inmueble con la Imprenta Municipal, por 1895, y cambió su nombre, de Escuela Municipal de Niños a Escuela Municipal Sucre, en honor al Mariscal de Ayacucho. Más tarde, desconociéndose las razones por las cuales tuvo que salir de éste, su propio local, pasó a ocupar una casa de propiedad del Banco Nacional de Crédito La Previsora, hoy Dirección del Sistema Nacional de Archivos, en la Espejo, entre Guayaquil y Venezuela, de la que también tuvo que emigrar por el estado de la casa; para instalarse en una de propiedad del Señor Manuel Hidalgo, en la calle Junín N559 y Luis Ortiz Bilbao, y finalmente ocupar su edifico propio, en una parte de los terrenos donados por Miguel Ángel Benalcázar, que antes sirvieron como canchas de tenis para los moradores del barrio. Luego que la Escuela Municipal de Niños, hoy Unidad Educativa Sucre, se trasladó del edifico de la Junín a su local definitivo y actual, el Municipio adquirió el inmueble para reubicar el Comedor Municipal, que antes funcionaba al frente en el edificio de la Familia Proaño.

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Posteriormente, el cabildo quiteño dividió la casa: una parte para el comedor municipal, y otra, para la clase sindical; más tarde suspendió el servicio del comedor, y destinó el edificio para que sea ocupado en su totalidad por la Unión Sindical de Trabajadores del Municipio de Quito, una institución constituida el 18 de Julio de 1944, y “conformada por obreros que laboran permanentemente, con o sin nombramiento, en el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y sus empresas”137, con el objetivo de: defender los intereses de la clase; mejorar la calidad de vida y las condiciones de trabajo de los trabajadores y sus afiliados; así como defender sus derechos individuales y colectivos, en especial el derecho al trabajo, a la estabilidad, y a la promoción, en sus puestos laborales. Antiguo Edificio del Colegio María Auxiliadora El Instituto de las Madres Salesianas, más tarde Colegio Normal María Auxiliadora se constituyó en el Primer Instituto Normal Católico del país, el 25 de octubre de 1940, bajo la inspiración y apoyo del Cardenal de la Torre, y de las religiosas Anna Coppa, primera Directora y fundadora, María Bernardini, Inspectora, y Rosa Ughetto, Julia Ruíz, y María Séller, maestras; funcionó inicialmente en el edificio del Instituto Dorila Salas del Mesón, en la calle Maldonado, antes de trasladarse por las incomodidades de su antiguo local, para el año lectivo 1941-1942, al edificio de la Junín, donde según el Arq. Raúl Gallegos, Gerente de Proyectos de la Mutualista Pichincha, funcionará un Proyecto de Vivienda con el Auspicio de la entidad. Es en una casa de la Curia ofrecida por Monseñor Cardenal de la Torre, ubicada en la calle Junín, junto a la Casa Parroquial de San Marcos, donde iniciaron sus obras las religiosas salesianas; aunque era muy pobre, con un solo cuarto y un bracero, empezaron las labores educativas con 8 internas; del colegio nuevo, “estaban hechos los cimientos, las paredes y el muro que dividía los dos patios, el dormitorio de las internas, el primero

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UNIÓN SINDICAL DE TRABAJADORES DEL MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO 1994-1996, Estatuto Reformado, Quito, 1995, Pág. 5

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y segundo curso normal fueron habilitados en el segundo piso, donde más tarde fue la hermosa capilla del Colegio”138. Aunque las condiciones con las que empezó el Instituto eran precarias, con humildes aulas, poco material didáctico, escobas, trapos y vajilla prestada por los moradores del barrio; no faltó el ambiente residencial de las religiosas, ni fue obstáculo para que el 6 de agosto de 1945, cambie su nombre, de Instituto de las Madres Salesianas a Colegio Normal María Auxiliadora. Pero las obras de las religiosas no se detienen, por lo que siendo el colegio un Taller de Adiestramiento Didáctico, se decide crear en 1951, una escuela anexa al María Auxiliadora, donde las alumnas maestras pudiesen realizar sus prácticas pedagógicas; pero por falta de local y de personal, se inicia ese año con primero y segundo grado; los demás grados se irán incrementando en los años sucesivos. Como las obras de las religiosas continuaban, el local de la Junín cada vez resultaba más pequeño, entonces para el año 1996 se busca otro lugar definitivo, ubicado en el sector de El Dorado, donde funciona actualmente con el nombre de Unidad Educativa María Auxiliadora de Quito UEMAQ, un local educativo con amplios parques, patios y jardines, y con una infraestructura lineal elegante. A raíz de la salida del Colegio Normal María Auxiliadora, en la casa de la Junín, funcionaron en sus instalaciones algunos establecimientos educativos como: el colegio Alejandro Cárdenas, en la mañana, el colegio UNE en la tarde, y el colegio Rumiñahui en la noche. De la institución educativa, aún se conserva la cocina de las religiosas, la gruta del colegio, un cuadro de la Virgen de María Auxiliadora, y varias imágenes de santos. Junto a la puerta de entrada de la casa, se halla una placa de recordación de los padres de familia al colegio en sus bodas de plata. 138

PESÁNTEZ, Zoila Sor, Surcos, Semillas y Cosechas 1902-2002, Quito, Tomo 1, Pág. 335.

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3.3.4. MANIFESTACIONES CULTURALES En un país como el nuestro, cuya identidad se basa en una amplia diversidad cultural, es importante resaltar la presencia de manifestaciones culturales enraizadas en la tradición popular, que tienen un carácter totalizador e involucran a la mayoría de sectores de nuestra sociedad. Y es más relevante aún cuando en una ciudad como Quito, confluye una numerosa población emigrante proveniente de diversos grupos culturales y sociales, que se inscriben y expresan en una amplia y rica gama de manifestaciones que se revitalizan, a partir del enfrentamiento constante de sus diferencias. Si bien, “la ciudad es el espacio en el que intervienen actores sociales, el escenario donde se crean y recrean diversas formas culturales propias, de los individuos y sectores sociales que en ella interactúan”139; hablar de manifestaciones culturales de la ciudad, y particularmente del barrio San Marcos, es ir más allá de una cultura en particular, es fijarse en su organización social; es buscar un reencuentro con ese ser popular a través de la comprensión de sus tradiciones, las mismas que reafirman el sentimiento colectivo y nos ratifican en nuestro destino histórico como pueblo, con un pasado que es la causa original de nuestro presente. Porque la tradición de un pueblo es la expresión misma de su esencia. Se traduce en sentimientos, actuaciones, modos, usos y creencias múltiples, que pasando de generación en generación, se constituyen en elementos vivos del pasado, porque una sociedad sin tradiciones es un pueblo sin alma y sin vida. De ahí, la importancia de referirnos a algunas manifestaciones culturales que caracterizaron y tuvieron en alguna época de la historia de Quito, su respectiva importancia, y que ahora son compartidas, aunque en menor grado, por nuestro grupo social en estudio: el barrio San Marcos. A continuación algunas de ellas.

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PONCE, Amparo, Manifestaciones Culturales Urbanas, en Serie Quito. Panorama Urbano y Cultural de Quito, Dirección General de Planificación - Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, Quito, 1994, Pág. 80

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COSTUMBRES Y VIDA COTIDIANA Las costumbres y tradiciones del barrio San Marcos, tienen mucha similitud con aquellas que caracterizan al Centro Histórico, y a la ciudad del Quito antiguo en general, en cuanto se refiere a su forma de vida, actividades cotidianas, centros de enseñanza, vestuario, fiestas y celebraciones, lugares de recreación, hospitalidad de la gente, entre las más importantes. Sin embargo, aunque algunas de ellas han desparecido, limitaremos nuestro análisis a las manifestaciones culturales propias del sector, basadas en entrevistas y diálogos con moradores y ex moradores del barrio, así como en fichas de observación. Actividades Cotidianas San Marcos es una especie de isla de tranquilidad, aunque ha cambiado mucho por las personas que viven ahí, sus características de vida conventual ha permitido a las familias llevarse entre sí, y residir por mucho tiempo en el lugar, aunque nunca faltaban rencillas con otros barrios. En épocas pasadas, las actividades en el sector provenían de los vendedores ambulantes que arribaban con sus productos, y de otros oficios como: soldadores, zapateros, vendedores de flores: claveles y rosas, para adornar las casas, una tienda que vendía patrones para hacer bordados, y un taller de santos y esculturas, donde es ahora el colegio de Monjas Virgen del Consuelo. Hasta los mendigos desempeñaban su propia actividad, pues cada viernes llegaban a los zaguanes de las casas pidiendo caridad, por lo que se acostumbraba a tener lista una bandeja de cinco centavos de sucre, de medios o de diez centavos, o en su lugar, pan y algo de comer. Una actividad valiosa que no podemos dejar de mencionar, es aquella proveniente de la Fábrica de Fideos La Favorita, de la Familia Verdezoto, en esta casa se fabricaron los fideos que por mucho tiempo, no solo sirvieron al barrio sino a la ciudad misma; se los repartía a través de un coche halado por dos caballos. En este mismo lugar vivió Teófilo Vivar Cueva, dueño de la

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Primera Agencia de Lotería; hoy, la casa es ocupada por el pintor Jaime Zapata, y está ubicada a continuación del Ex Colegio María Auxiliadora. En la actualidad, al ingresar por la calle Junín, principal vía del tradicional barrio de San Marcos, es claro apreciar el ambiente antiguo y colonial del sector, así como las actividades cotidianas que desempeñan sus moradores. En su mayoría, provienen del comercio minorista y artesanal, unos dedicados al oficio de restaurar esculturas, reparar zapatos, fabricar guitarras; y otros, dedicados a la carpintería, humor, música, etc., así como algunas instituciones, museos y fundaciones al servicio del público. Aunque a simple vista se nota una vida sosiega en el barrio, no faltan los vendedores ambulantes de frutas, gas, leche, que con sus altos parlantes alertan la visión de cualquier transeúnte. En tanto, en la periferia del barrio, se puede apreciar notoriamente, la construcción o transformación improvisada de edificaciones destinadas al comercio. Alimentos y Bebidas Los productos, propios de la tierra, se adquirían en los mercados, principalmente en La Marín, hoy Mercado Central, por ser el principal centro de abastecimiento que en los años 50 se transformó en un mercado moderno; aunque también se compraba en San Roque, por su precio más bajo, y en Santa Clara. Como no había refrigeradoras, las señoras preferían ir a diario a los mercados, especialmente al que estaba más cerca, en la Mejía y Montúfar, para abastecerse de lo necesario en el día. A cualquiera de estos sitios las señoras acudían solas, o acompañadas de la servidumbre y familiares, éstos les ayudaban a cargar las canastas de compras, y a tomar muy de vez en cuando un auto de plaza, como se llamaba en ese entonces a los taxis; o en su lugar, contrataban un cargador. Cuando se quería comprar las cosas al por mayor, se concurría a las bodegas de arroz y azúcar, en el sector de San Francisco, o en la tienda de abarrotes de la señora Tuca de

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Cobo; que posteriormente se complementaron con el pequeño mercado de La Favorita, hoy gran Imperio Supermaxi, de la Familia Ray, ubicado en el centro de la ciudad; y con un almacén de abastos denominado La Feria, con cierto aire de supermercado, del Sr. Viteri Rites. La carne y el pan se compraban en la tercena y en la panadería del barrio, respectivamente; y la leche se recogía en ollas, transportada en camionetas. Para cocer los alimentos se utilizaban cocinas económicas, con leña o carbón, la leña se repartía en las casas a través de carretas, y el carbón se adquiría en la actual Casa de la Acuarela, hasta cuando llegaron las cocinas de querosén con tres hornillas. Las comidas del día eran más saludables y nutritivas, se acostumbraba a ingerir en el desayuno, alimentos sustanciosos como café en leche, huevo, jugo, dulces, mermeladas, y nata de leche. Cuando ésta se cortaba, no se votaba, sino se la dejaba cuajar, para agregar azúcar y luego servirse; también se la hacía agriar, y con la nata se formaba la mantequilla de casa. La leche agria se recomendaba para el buen funcionamiento del estómago. Se cocinaba con carbón, había una mujer que vendía en la casa de la acuarela. Entre los alimentos del medio día se preferían los tradicionales locros, sopas de pan y de verduras, coladas de haba, chicha de avena, etc.; y en la merienda, solo se comía el primero y segundo plato, y coladas de dulce, sin antes tomar el tradicional café de la tarde o el chocolate con queso.

Pero también era común comer fuera de casa y deleitarse de las comidas típicas de Mama Miche, muy cerca de La Marín, como el pollo frito y la chicha de jora; probar algunos dulces, especialmente en domingo después de misa. O ir a la tienda de San Agustín, de la familia Álvarez, frente al muro de la iglesia, en la bajada de la calle Guayaquil, y probar los famosos salpicones, que consistían en naranjilladas frescas y frías, por el hielo traído del Pichincha. Pues hasta el siglo XIX e inicios del XX, en que funciona la fábrica de cervezas, y se realizan los bloques de hielo de manera industrial, aún se acostumbraba a bajar del nevado, todas las mañanas, grandes bloques de hielo, para repartirlos en las tiendas, y con un aparato similar al cepillo de carpintería, desmenuzarlos y colocarlos sobre cada vaso; este trabajo era realizado por los hieleros

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de Pichincha. En la actualidad esta tradición todavía se mantiene en la Provincia de Chimborazo. Vestimenta La vestimenta que caracterizaba a la buena sociedad, en antaño, estaba centrada en un traje sencillo, casi invariable pero elegante. En el caso del hombre distinguido, llevaba terno cruzado, corbata, saco con chaleco, sombrero, y abrigo, aunque éste pasaba siempre empeñado. “Los hombres vestían a la europea, generalmente de negro, usaban capa española, sombrero de copa u hongo, casi nunca de paja”140. Los jóvenes, con un estilo más informal, vestían pantalones bombachos hasta cumplir los 20 años, para después usar pantalones largos. En cuanto a la gente del pueblo, usaban dos prendas, un saco y un pantalón grande, en lugar de zapatos usaban alpargatas. Sobre el vestuario de la dama de clase, ésta vestía además de sombrero, guantes, abrigo y pieles, un traje largo y negro que debía pasar la rodilla, de lana los días laborales, y de un material especial, para reuniones y días festivos. Inicialmente se usaba la mantilla española, especialmente para ir a la iglesia, pero poco tiempo después fue sustituida por un pañuelón, con pocas diferencias de la primera. “La mantilla era un velo que se ponía en la cabeza, era de tul, de randa, según el lujo que pueda tener la persona”141. Muy poco se usaba el sombrero, y aunque el velo negro estaba muy en boga, se notaba una propensión muy marcada a favor de las modas de París. Contrariamente a las damas de buena sociedad, las mujeres del pueblo llevaban su modesto vestido compuesto de tres piezas: blusas, con bordes bordados de algodón rojo o azul; centro, que iba desde la barriga hasta los pies, con un diseño de telas gruesas, rojas, negras, café, etc., en honor a los colores de la tierra; faldas anchas o bolsicones, muy coloridas, diseñadas con una tela algo rústica; bayetas; debajero o combinación; medias sport; y una especie de chal de felpa anudado alrededor de los hombros. Aunque 140

ENRÍQUEZ, Eliécer, Quito a través de los siglos. Recopilación y Notas Bío-Bibliográficas, Editorial Municipal, Quito, 1938, Volumen 1, Pág. 129 141 Entrevista a la Srta. Mercedes Guerra, Moradora del barrio San Marcos, Quito, Julio 2005.

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la forma de vestir de los habitantes del barrio se daba según el momento, las diferencias sociales siempre estuvieron marcadas. Educación y Valores Desde el siglo XVI, en que las órdenes religiosas abren las primeras escuelas y colegios en la ciudad, los fundamentos de lectura y escritura, a través de la alfabetización y evangelización, son aprendidos por los diversos grupos sociales. Hasta hace unas décadas era un prestigio estudiar en colegios religiosos o de tipo confesional, no sólo por ser los primeros y más antiguos, sino porque los valores inculcados tenían mucha relación con los impartidos en la familia; además, ejercían una enorme influencia sobre quienes deseaban aprender y estudiar; científicos, estudiantes y monjes venían de todas partes, es decir, la vida cultural estaba necesariamente impregnada por la vida religiosa. Entre los principales centros de educación estaba el tradicional colegio Mejía, cuando funcionaba en el centro en un antiguo convento, calle por medio de la actual casa de Benálcazar. Aunque también no se quedaban atrás los colegios: La Salle, La Providencia, Sagrados Corazones y otras instituciones tradicionales del centro de la ciudad. Se estudiaba la escuela, de primero a sexto grado; el colegio, de primero a sexto curso; y pocos seguían la universidad, más hombres que mujeres. De ellos, la mayoría prefería estudiar Medicina en la Universidad Central, cuando funcionaba en la actual Biblioteca Municipal. No existían aún los niveles pre primarios: jardín, kinder o prekinder. El grado de bachiller era como el grado profesional, porque había un tribunal. Si el colegio era católico, venía un delegado del Ministerio de Educación más las autoridades del establecimiento. Una vez terminada y aprobada la instrucción secundaria, se realizaban las verdaderas fiestas de grado.

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Se asistía a la institución educativa en doble jornada, de 07h00 a 12h00 y de 14h00 a 17h00, hasta que el Ministerio de Educación modificó la modalidad, a jornada única. Todos cumplían el reglamento dispuesto, el niño de primer grado tenía los mismos derechos y obligaciones que el de sexto. Todo era muy metódico y disciplinado. En cuanto a los roles de los miembros de la familia, el padre ejercía el puesto de Jefe del Hogar, era quien trabajaba para sostener la economía de la casa. Y la madre, desempeñaba la función de administradora del hogar, velaba por el cuidado de sus hijos, y si tenía empleada doméstica, ésta le ayudaba con los quehaceres de la casa, y retiraba a los niños de la escuela, pues antes no había el funcionamiento del transporte escolar. Sobre los hijos, debían cumplir y respetar las normas y principios inculcados por sus padres. Actualmente, aunque los signos de deterioro en el barrio han aumentado, especialmente por la inseguridad en el sector, continúa percibiéndose en él un ambiente de tranquilidad, cuyos habitantes reciben a propios y extraños con cortesía y amabilidad. Enamoramiento y Conquista Para enamorar a una chica había que seguir todo un proceso. Entablar una conversación con ella ya era un logro, había mucha delicadaza y educación en el trato; se respetaban las etapas, primero amigos, enamorados, novios, y finalmente esposos; incluso había tiempo para conocerse entre familias. Las muchachas eran muy caseras y sagradas, poco salían a la calle, eran muy cuidadas, controladas y vigiladas por su familia; nadie podía decirles un mal piropo por temor a ser agredido. Si a alguno le gustaba una chica había que indagar la forma de verla alguna vez, buscando a alguien que se la presente para iniciar una amistad formal; o en la misa y en el cine mirarla de lejos. “Conseguir una enamorada en otro barrio era difícil porque enseguida se armaban las grandes riñas. En los barrios la consigna era: las chicas del barrio para los chicos del barrio, entonces entrar a uno de ellos era bien difícil, se rescataba mucho los principios y valores”142. 142

Entrevista al Lic. Roberto Silva, Ex Morador del barrio San Marcos, Quito, Julio 2005.

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También era común conocer a la media naranja en las matinés o melcochas bailables que se realizaban en una de las casas de los (las) jóvenes, de 3 a 8 de la noche. Allí se aprovechaba la ocasión para declararse a la muchacha, eran verdaderos poemas que, en el momento esperado, apenas se los pronunciaba, por el incontrolable nerviosismo del conquistador; independientemente de si éste conseguía o no alguna respuesta esa noche, acompañaba o seguía a la chica hasta su casa. Las conquistas se las hacía con dedicaciones por la radio, cartas de amor enviadas a través de las criadas; flores, regalos, piropos y con serenos, aunque éstos terminaban con baldes de agua. El sereno era una forma de expresar su amor y simpatía por una muchacha, se daba entre un grupo de amigos que cantaban o tocaban algún instrumento musical, pasado las once a doce de la noche, con las guitarras al pie del balcón se frecuentaban los domicilios de las pretendidas, ellas salían a espiar detrás de la ventana para identificar a los galanes; también se utilizaba el acordeón como instrumento de moda de la época. Aunque raramente se contrataban artistas profesionales por su alto costo, el Dúo Benítez y Valencia visitó por muchas ocasiones el barrio, y deleitó a las muchachas san marqueñas con sus tradicionales pasillos. Una vez realizada la declaración, mientras la joven se daba el lujo de hacerse esperar, y de decidir entre 15 a 30 días si acepta o no a su pretendiente, éste se paseaba por las noches al pie del balcón, esperando una respuesta, o al menos, se contentaba con solo ver a su pareja. Cuando la chica daba el sí a su galán empezaba el gran romance, siempre con respeto y educación, si querían salir juntos había que pedir permiso a los padres de ella, aceptando la condición de regresar a la hora señalada. Si todo iba en serio se esperaba hasta 4 años para el pedido de mano, luego el cambio de aros con los padrinos, para finalmente celebrar el matrimonio, muchas veces sin importar la edad de los futuros esposos. Religión

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Los moradores de San Marcos, en su mayoría, eran católicos. Asistían a la iglesia parroquial para la misa del domingo, cuando ésta solamente funcionaba en fin de semana. En el barrio, aunque inicialmente se celebraba la misa en homenaje a su patrono San Marcos el 25 de abril, y se entregaba recuerdos, más devoción se tenía por San Francisco, y especialmente por la Virgen de La Dolorosa, a ella se le rezaba en la novena y se realizaba una procesión en el mes de María, cada año. Hoy únicamente se realizan procesiones del Rosario de la Aurora, los domingos del mes de mayo, muy temprano en la mañana, aún a pesar de la poca devoción de los feligreses. La gente que celebra o asiste a la iglesia del barrio proviene más de otros pueblos que de sus propios moradores. En el caso de los niños y jóvenes, éstos asistían al catecismo para aprender las enseñanzas del Cura Párroco y de las Monjitas del Colegio María Auxiliadora que le acompañaban. Se recuerda con especial cariño a Sor Noemí, Sor Fany Cerda y Sor Fany Rubio, como las religiosas más queridas y encargadas de compartir con la gente las enseñanzas bíblicas. La labor pastoral de su actual Párroco, el Padre Enrique Jiménez, se concentra en la celebración de la liturgia y de algunos sacramentos, especialmente en la preparación de los niños y jóvenes a través del catecismo, para la Primera Comunión y Confirmación. Transporte, Tecnología y Música Para trasladarse de un sitio a otro se utilizaba el tranvía que costaba real y medio el paseo, funcionaba con electricidad, muy parecido al actual Sistema de Transporte del Trole Bus, venía desde Chimbacalle, pasaba por la Plaza Grande y llegaba hasta la Av. Colón; también podía tomarse un bus que llevaba pasajeros parados, y un colectivo sólo para sentados. Los muchachos siempre cedían el asiento a los ancianos y a las mujeres, había mucha consideración.

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En cuanto a la tecnología, apenas invadía los domicilios, era común el uso de bombas petromax para alumbrar las casas, pues apenas había luz. Una de las primeras en brillar con luz propia, a través de dos faroles, fue la casa de Jacinto Jijón y Caamaño, en la calle Sucre. No había televisión ni computadora, solo se escuchaba la radio. Por este medio de comunicación se vivía a diario el drama de las primeras novelas radiales; también se acostumbraba a escuchar un programa en Radio Quito, con el dúo Benítez y Valencia a las 21h30, los lunes, miércoles y viernes. No faltaba la música para el oído, como los inolvidables pasillos y boleros, y para bailar, el twis de los años 60, rock and roll, mambo, san juanitos, cumbias, tangos, vals, paso doble, rancheras, mariachis, y todo tipo de música nacional. En San Marcos, la gente disfrutaba al son del Quinteto América, allí se reunían en el parque y en ocasiones especiales, particularmente cada 6 diciembre, para hacer bailar con su ritmo y canciones a los habitantes del sector, en forma gratuita. En el barrio también funcionó, desde 1946 a 1950, una de las primeras emisoras no solo de la ciudad, sino de la Provincia de Pichincha, la Radio Luz de América, de propiedad del Ing. Pesántez, que en sociedad con el Cura de la Parroquia, César Dávila, dieron origen a un nuevo estilo de hacer radio, basado en los requerimientos de la gente y en una serie de programas artísticos y de entretenimiento. Uno de ellos fue un programa infantil realizado por la tarde, que divirtió por mucho tiempo a los niños, en él se regalaban juegos de cuentos donados por la Librería de Cándido Briz Sánchez, no como señal de premio, sino en agradecimiento por haber asistido al programa. Entre los primeros fundadores de la radio constan: René Torres, el Flaco Cortés, el pelado Gándara, Alfonso Ortiz, Mario Villavicencio. La Radio funcionaba en la Casa Parroquial de San Marcos, exactamente donde hoy se encuentran las baterías sanitarias construidas por el Ex Alcalde Rodrigo Paz, a un lado de la plaza central. Quizás fue una de las primeras en comenzar con el informativo

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barrial, al que se sumaron los presidentes de los comités barriales, para dar a conocer los problemas y logros alcanzados de su comunidad. Cuando Luz de América adquirió una mejor tecnología, visitaba por la noche los barrios de la capital, y desde allí, a través de su transmisor portátil, establecía contacto directo entre la emisora y la ciudadanía. El programa salía al aire alrededor de las 20h00, hasta las 21h00, 21h30 o 22h00, según el número de barrios participantes, sirvió por mucho tiempo de nexo entre las diferentes organizaciones barriales, y contribuyó con el progreso de la ciudad. Actualmente, la radio ya no está en funcionamiento, y según testimonios de los moradores del barrio, sus materiales y equipos pasaron a manos del propietario de la Radio Libertad. Cementerio y Entierros Aunque en la historia del asentamiento de la villa de San Francisco de Quito, no se precisa con exactitud sobre el sitio que señalaron los fundadores para enterrar a sus muertos, se preveía, según las costumbres católicas españolas, que el cementerio debía estar religiosamente junto a la iglesia del poblado. Así, la primera iglesia de Quito, y su primer cementerio, estuvieron donde hoy se levanta el templo de La Catedral y su inmediata capilla Mayor o Sagrario. En este lugar, al pie del altar, se enterraron varios cadáveres de españoles fundadores. Esta costumbre de enterrar a los muertos junto a la primera iglesia, duró por 25 años, desde 1534, hasta que por los años 1560 a 1562, el primer Obispo de Quito, García Días Arias, comenzó la construcción de la iglesia La Catedral, entonces se levantó una gran demanda por parte de los principales españoles, conquistadores y fundadores o sus descendientes, para obtener sitios en las bases de esta iglesia, y así poder construir bóvedas individuales y sepulcros, para enterrarse ellos y sus herederos, o para trasladar a estas mejores sepulturas, los restos de sus familiares que yacían sepultados en los contornos de la primitiva iglesia de la fundación de Quito.

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El Cabildo eclesiástico acogió numerosas solicitudes y vendió los pequeños sitios solicitados a buen precio en oro, que sirvió eficazmente para la edificación de la gran iglesia. Con cierta lucrativa intención, la autoridad eclesiástica impuso que estas ventas funerarias se harían solo a las personas que fuesen conquistadores o fundadores de la ciudad, pues eran los más adinerados y nobles. Y así fue, mientras los nobles y ricos del Quito Colonial, enterraban a sus muertos en La Catedral, en la Capilla Mayor y debajo de los grandiosos templos y conventos de frailes franciscanos, agustinos, mercedarios y dominicos; los que no eran ricos ni nobles, no tuvieron otra opción que buscar un sitio adecuado para enterrar a sus familiares, en los extramuros de la ciudad, donde se halló como el mejor lugar un terreno ubicado al lado sur de la quebrada de los Gallinazos, a la salida de la urbe, con frente al Panecillo; allí se consagró en forma ritual y católica un cementerio general con el nombre de Camposanto. Éste fue el primero que hubo en Quito, al menos, el primero donde podían enterrarse blancos y mestizos, negros y mulatos. Este sitio actualmente corresponde al espacio localizado inmediatamente detrás, al sur, de lo que después fue el Hospital Real de la Misericordia y Caridad, rebautizado luego como Hospital San Juan de Dios, y ahora Museo de la Ciudad, en la ladera que mira a la ex quebrada de Jerusalén, actual Av. 24 de Mayo. Para el siglo XIX, cada parroquia de la ciudad tenía su propio cementerio, junto a la iglesia parroquial respectiva, en donde debían ser enterrados, de modo obligatorio, los cadáveres de las personas pertenecientes a esa circunscripción religiosa. Entre estas parroquias constan: San Sebastián, San Marcos, San Roque, Santa Bárbara y San Blas, cuyo campo estaba despoblado en su contorno. El cementerio de San Marcos ocupaba el área del parque o plaza central, se extendía desde la Fundación Caspicara hasta la Inclana, y fue exclusivo para los vecinos del barrio, “primero era un solar anexo a la Casa Parroquial, pero a partir de 1828 el párroco fundó uno propio, en el sitio en donde actualmente está el parque”143.

143

JURADO, Fernando, Quito Secreto, Ediciones del Banco Central del Ecuador, Quito, 1998, Pág. 110.

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Antiguamente la forma de enterrar a un muerto consistía en “colocarlo sobre unas andas de palos, capaces de que pos sus extremos podían levantarlo y transportarlo cuatro personas, se le cubría con una manta fúnebre, y se lo llevaba a velarlo en la iglesia respectiva”144, donde por rito, se le celebraba la misa de honras a las 09h00 de la mañana, y se lo dejaba permanecer hasta que venga la noche. Entonces, se organizaba una procesión fúnebre con velas encendidas y se lo trasladaba al cementerio respectivo, para enterrarlo, en tierra o en el suelo. Las criptas o nichos, laterales, solamente los había en las iglesias mayores y conventos. Más tarde, la forma de enterrar al difunto sufre algunas variaciones; como la velación ahora duraba tres días, se le añadía cal viva para que aguante; para trasladarlo desde la casa a la iglesia, se le llevaba en hombros, y desde la iglesia al cementerio, en carrozas. El número de caballos que soportaban la carrozas iba de acuerdo con la posición social y económica: dos caballos reflejaban el nivel pobre de la gente, doce caballos un nivel más pudiente. Así eran los servicios mortuorios en Quito, hasta que en 1872 se inauguró un nuevo cementerio, no público, sino de carácter particular, creado en obra conjunta por la Hermandad de Beneficencia Funeraria, de los padres dominicos, y por la Hermandad Seráfica, de los padres franciscanos, para sepultar allí a sus socios o fallecidos. Este cementerio inicialmente se le denominó Cementerio o Panteón de las Hermandades Funerarias, pero por hallarse junto a la plazuela del Convento de San Diego, recibió el nombre popular y no oficial de Cementerio de San Diego. Fue también por la Hermandad de los Padres Dominicos cuando se conoció el uso del cajón de madera o ataúd para enterrar a los cadáveres de humanos, que consistían en toscas armaduras de madera, como jabas, casi sin fondo, para acomodar allí dentro al cadáver y poder fácilmente introducirlo en los nuevos nichos que había construido, por economía de espacio. 144

ANDRADE M, Luciano, La lagartija que abrió la calle Mejía. Historietas de Quito, Quito, 2003, Pág. 193.

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FIESTAS Y CELEBRACIONES No faltaban las fiestas religiosas que se realizaban en las diferentes iglesias, las corridas populares de toros, y la algarabía de las danzas con que los indios celebraban sus fiestas dentro de la ciudad, al frente de la iglesia de cada parroquia. Para el festejo se utilizaban alegorías astronómicas, que eran muy significativas, por ejemplo: “En 1789, para festejar la coronación del Rey de España, se adornó la fuente de la Plaza Grande con elementos cósmicos que representaban la jerarquía existente; el sol al rey y la luna a la reina; de ambos se desprendían un globo y siete estrellas de tamaño decreciente, que simbolizaban al presidente y a los ministerios del tribunal de la Real Audiencia; y veinticuatro estrellas a los miembros, del Cabildo”. Tomado de Anne Collin. Quito, La Ciudad del Volcán. Pág. 107

Entre las fiestas religiosas tradicionalmente celebradas, están los bautizos, aunque en siglos anteriores, la ley española prohibía bautizar sin razón de ser; existiendo, además, la discriminación para los que se bautizaban, pues había una separación en el libro de registros: uno para los naturales o nativos, en este caso los indígenas; y otro, para los españoles. Poco después se desterró esa costumbre. Los libros de bautismos y matrimonios tan solo aparecen en 1685, y los de defunciones en 1821. Asimismo era común, hasta hace unas décadas, lanzar capillos o monedas por parte de los padrinos del bautizado, luego del festejo. Carnaval Es una costumbre legada como herencia por nuestros antepasados, para rendir tributo al agua, y transmitirla de generación en generación. En antaño, jugar al clásico y tradicional carnaval quiteño, era una verdadera travesía. Antes, el pueblo se revestía de verdadera furia para salir por calles y plazas a lanzar agua a todo el mundo; en lugar de cascarones o bombas, se arrojaban huevos de campo, anilinas de colores que no desteñían, maicenas de marcas registradas, harina, agua de colonia, etc. De barrio en barrio se realizaban grandes luchas que, en muchas ocasiones, finalizaban con

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verdaderas tragedias; “en el barrio de San Roque se lanzaba con agua en boca contra el de la Loma Grande; el de San Marcos contra el de la Tola; y el de la Guaragua, contra la Calle Larga. Hoy, todos los barrios se lanzan contra el pelotón de Policía que, pretende cortar el entusiasmo del pueblo”145. En San Marcos, se prefería jugar entre los habitantes del barrio, siempre sanamente, sin agredir a nadie y respetando al transeúnte. Generalmente se jugaba con harina, agua, y cascarones de cera, porque no había bombas, pero cuando éstas llegaron se lanzaban desde un balcón a otro. También aparecían personas disfrazadas de payasos que daban la lección con un chorizo rellenado de trapos viejos. Pero la celebración no quedaba ahí, luego del juego, se reunían por la noche entre vecinos, conocidos y familiares para cerrar con broche de oro el festejo; al son de las coplas del Carnaval de Guaranda disfrutaban el evento, terminaba la fiesta brindando con champaña, y sobre todo, preparando los deliciosos canelazos, con un trago traído de San Antonio. En la actualidad, se juega igual que antes pero de distinta manera. Hoy, desde ventanas, puertas de calle y otros sitios aconsejables estratégicamente, se lanza agua del grifo al transeúnte; ya no es posible lanzar huevos, por su costo alto; se principia a jugar a la fuerza, y se termina tomando un puro o un canelazo. Los domingos, lunes y martes de Carnaval, la ciudad se vuelve intransitable; en los barrios, desde las primeras horas de la tarde disminuye la circulación peatonal, porque hombres, mujeres y niños se disponen a echar agua a las víctimas que se aventuran por ahí. Semana Santa, Corpus Christi y Difuntos La Semana Santa era otra ocasión especial para reunir a familiares y amigos. Para el Domingo de Ramos, inicio de la Semana Mayor, las diversas familias se preparaban

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GARCÍA Alfonso, Viva el Carnaval, en FREIRE, Edgar (Comp.), Quito: Tradiciones, Testimonios y Nostalgias, 2da Edición, Editorial ABYA-YALA, Quito, 1988, Pág. 242.

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espiritualmente para recibir la época más importante del año, en la que el arrepentimiento de los pecados y la penitencia, eran las pruebas más claras para el proceso de conversión. Igualmente, se alistaban con los tradicionales platos como: los chigüiles, tamales de raspadura, empanadas de morocho, caldo de patas, humitas, arroz con leche, dulce de higos, y por supuesto la tradicional fanesca, ésta última sobre todo, se repartía entre los vecinos del barrio. El Jueves Santo se visitaban las iglesias para liberarse de los pecados, y el Viernes Santo se ayunaba y/o participaba en la procesión de Jesús del Gran Poder. La ciudad permanecía desolada, no había tránsito vehicular y todos los almacenes se cerraban, razón por la cual había que comprar las cosas el día anterior. La Semana Santa terminaba después con el Domingo de Pascua o de Resurrección. Otra fecha religiosa importante es el día de Corpus Christi, o día del Cuerpo de Cristo, celebrada en el mes de junio, de cada año. En esta ocasión se comía el tradicional champús, que consistía en una colada de harina de maíz blanco con mote, con los mismos ingredientes utilizados en la colada morada, en finados. Propio del día de Difuntos era visitar a los seres queridos en los distintos cementerios de la capital; se acostumbraba a llevar al pie de la tumba, los platos preferidos por el difunto, o se los repartía entre los acompañantes. No faltaba el deleite de la colada morada con guagas de pan, que también eran compartidas entre los vecinos del barrio. En esta fecha se solía reunir toda la familia y jugar a los cocos. Fiestas de Quito Las fiestas de Quito aunque son una construcción moderna, se inscriben en la tradición de la ciudad, como en la del barrio San Marcos, característica que contribuye en la conformación de su identidad. “Este festejo surgió a raíz de una espontánea convocatoria realizada por el diario Últimas Noticias, para invitar a la ciudadanía a la retreta de una banda municipal que se efectuaría en la Plaza Grande”146. 146

Entrevista al Sr. Luis Palacio, Morador del barrio San Marcos, Quito, Julio 2005.

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Inicialmente no hubo mayor participación de la gente en las fiestas, pero entre 19621963 empezaron los festejos en la ciudad y en el barrio. Asimismo, se sumaron muchos otros eventos como las famosas corridas de toros, que desde la década de los 60 hasta la fecha, constituyen el acontecimiento central de las fiestas. Era común encontrar a los habitantes de la capital en las corridas de toros, que inicialmente tuvieron lugar en la Plaza Mayor. Hoy, el ambiente festivo taurino se vive por dentro y por fuera de la Plaza de Toros, al norte de la ciudad. También era frecuente ver a la gente cada 5 de diciembre, dirigirse a las calles y plazas para participar en concursos con ollas encantadas, carreras de cintas, y en verbenas o bailes con orquestas. En la plaza central del barrio San Marcos, se colocaban tarimas y se contrataban grupos de baile y orquestas con los fondos recaudados entre los vecinos, uno de ellos fue el inolvidable Quinteto América, de la familia Lugo, que por varias ocasiones deleitó con su ritmo y música; también se armaba la fiesta en las calles Junín y Jiménez, con una que otra bebida, como el licor anisado paico. Actualmente el festejo se realiza en la plaza o parque de San Marcos, con el apoyo del Comité Barrial y el auspicio del Municipio de Quito, que facilita la orquesta, los premios y una tarima. Navidad y Reyes Magos Las Navidades en Quito, fiesta familiar, tenían su simbolismo en el rezo de la novena y en los nacimientos o pesebres que se arreglaban en cada casa, familia, y en especial, en las comunidades religiosas, que exhibían en los templos espectaculares nacimientos, al pie del retablo principal o en sectores apropiados de los monasterios, iglesias parroquiales o conventuales y capillas. “Un nacimiento quiteño reflejaba el ambiente andino, con un telón de fondo, dos o tres nevados, un valle escondido, una laguna y un río con cascadas de algodón, mientras las nieves eternas se copiaban con puñados de yeso o de harina de Castilla”147. La novena terminaba con el pase del niño y la celebración de la misa, muchos preferían la Misa de Gallo, para minutos después esperar 147

ALBORNOZ, Miguel, Navidad en Quito, en FREIRE, Edgar (Comp), Quito, Tradiciones, Testimonios y Nostalgias, Editorial Libresa, Quito, 1990 o 2002, Tomo 4, Pág. 396

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la llegada del niño Dios con juguetes, y a él dirigir las plegarias de la novena, y cantar o recitar los villancicos. Después de ellos, era común saborear uno que otro plato especial como: los buñuelos, quesadillas, refrescos o agua de canela con galletas de vainilla, tamales de gallina; prístinos o rosquillas bañadas en miel; aunque también se prefería comer pavo y tomar vino. La gente era muy solidaria y colaboradora, repartían fundas de caramelos a los niños en las novenas. El festejo y la entrega de regalos concluían con la celebración del Día de los Reyes Magos, el 6 de enero, en que se realizaba un desfile o pase de niño, más conocido como el Corzo de Flores; no faltaban personas disfrazadas, payasos, curiquingues, diablos, etc., y por supuesto, los carros alegóricos de los diferentes barrios de la capital que competían para alcanzar el premio. Este evento que marcaba el fin de la época navideña y el comienzo del carnaval, se mantuvo hasta 1940, aproximadamente. Año Viejo No es posible determinar con certeza el origen de esta tradición; existen, en todo caso, suficientes referencias que afirman que es a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, cuando se generaliza la costumbre de elaborar un muñeco que represente el año transcurrido. Hay autores que atribuyen su posible origen en los ritos y sacrificios que realizaban los pueblos indígenas, aún antes de la conquista española, los mismos que estaban relacionados con los ciclos agrícolas. Y para otros, simboliza el fin de un período y el comienzo de otro, como una renovación de la vida; esto implica destruir los pecados y males de ese tiempo y de aquellos transcurridos hasta ahora. Inclusive se piensa que los elementos utilizados en el ritual provienen del mundo indígena, igual merecen la debida atención porque representan en conjunto una serie de sucesos comunicativos, entre ellos se hallan: el Viejo, figura principal y símbolo dominante del ritual, es un personaje hecho de aserrín que representa una o varias figuras humanas. La Viuda, es quizás el único de los acompañantes de carácter tradicional que subsiste en la actualidad, son hombres o niños disfrazados de mujeres,

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vestidos de negro en señal de luto, que simulan tristeza por la muerte del viejo; con su comportamiento llega a convertirse en un personaje erótico y provocador. Entre otros personajes que antiguamente formaban parte de la escenografía se hallan la carishina y el escribano, éste último sobre todo, se le recuerda con profunda nostalgia porque era el designado para leer o recitar el testamento, y en forma satírica y espontánea, referirse al tema o personas que participaban en el evento. El resto de personajes de la escenografía iban de acuerdo col motivo principal que se representaba. A pesar que en los últimos años se ha podido apreciar una pérdida gradual de esta forma de manifestación popular, particularmente en determinados sectores del Casco Colonial de Quito, que tradicionalmente eran conocidos para organizar esta celebración; en el barrio San Marcos por mucho tiempo se mantuvo el festejo, los jóvenes se congregaban para disfrazarse de viudas, y recolectando dinero, hacer los viejos. El 31 de diciembre se reunía la jorga del barrio, para hacer sólo un viejo por todo San Marcos; se realizaban comparsas, los de la calle Texeira eran los más conocidos por el gran número de disfrazados, entre 25 a 30 personas, que recorrían cada fin de año por la calle Guayaquil. Más tarde, muy cerca de la media noche, se quemaba el monigote, se daba el abrazo de año nuevo, y se preparaba para el gran baile, un grupo de gente bailaba en la calle Silva, y otro, en la Junín, cerca al parque. Como vemos la celebración de todas las fiestas citadas anteriormente guardan su riqueza y características propias de un pueblo, y aunque su esencia cambie con el tiempo, siempre será un motivo para reunir y relacionar a las personas y la comunidad barrial, lográndose un contacto directo entre los que preparan, arreglan, acompañan y disfrutan la fiesta. JUEGOS, DEPORTES Y LUGARES DE RECREACIÓN Juegos Como parte de las actividades y formas de recreación de los habitantes de San Marcos, especialmente de los niños y jóvenes, constituyeron los juegos tradicionales de la época.

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Cómo olvidar jugar a los cocos en finados y entretenerse con el trompo, provocando la rivalidad entre los jugadores de la Junín, con los de la Silva y Texeira; divertirse con los famosos coches de madera, que encebando la tabla con cáscara de plátano, se subía y se bajaba la cuesta; o jugar a la pelota de guante, aunque muy poco, a las carreras con zancos, a las carambolas, al boliche con cocos, a la perinola, y al palo encebado. Pero otros juegos como el billuso y zumbambico, tampoco se quedaban atrás. El billuso se jugaba con las cajetillas de tabaco, se los convertía en billetes y según la marca del tabaco, valía el billuso y se jugaba, se tiraban dos billetes contra la pared, si caían del mismo lado el primero ganaba el juego, caso contrario ganaba el compañero. En tanto, para el zumbambico se jugaba con tillos, se los aplanaba en las vías del tren cuando pasaba el tranvía, y se les hacía un orificio para atravesarlos por una piola. Los huevos de gato, otra inolvidable forma de esparcimiento, consistía en cavar pequeños hoyos en la tierra, del tamaño de una pelota de tenis con la que se jugaba, se asignaba un orificio y un número a cada jugador, el número que se nombraba tenía que seguir al resto y pegarles con la pelota, a aquel que le topaba se le anotaba un punto o una pepita en su respectivo hoyo, hasta llegar a diez; al final se comparaba quien había alcanzado más puntos para según el número pegarle con la pelota por la espalda. Los muchachos se entretenían con el juego del rin rin, y de los marros, éste último se jugaba de forma parecida al béisbol, pero con la mano y una pelota hasta acumular puntos; también se hacía excavaciones en la tierra, tingando las bolas de hueco en hueco. Los niños del catecismo jugaban en la casa de la Familia Silva o en las canchas de tenis del Sr. Benalcázar; las niñas se entretenían, unas, con el juego de la macateta, de las ollas encantadas, de la rayuela, y otras, preferían dedicarse a sus labores manuales, bordados o a sus estudios de piano, pero todos se reunían sin distinción de raza, color o posición económica. En cambio, los más jóvenes, después del juego, optaban por realizar las recordadas melcochas bailables, con el pretexto de bailar y conocer nuevas amistades. Y los adultos, se reunían para jugar cuarenta, o para afianzar sus lazos sociales.

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Deportes Aunque el barrio de San Marcos carece de espacios para hacer deporte, sus moradores han tenido que improvisar algunos sitios para recrearse y mantenerse en forma, uno de ellos fue en épocas pasadas la casa de la Familia Silva Romo, un sitio donde concurrían niños y jóvenes para jugar básquet y fútbol, en este lugar se instaló un verdadero gimnasio con argollas, pesas, barras, una fosa para salto alto y garrocho, de ahí el éxito y reconocimiento de los hermanos Silva en el deporte. De este lugar se conserva la cancha, que por muchos años sirvió como área de recreación de los habitantes del barrio y de varios allegados a la familia. Asimismo, años atrás se formaron dos legendarios equipos de fútbol: El Junín y el Deportivo San Marcos; el primero, fue creado por Gustavo Claudio Ledesma, aunque al poco tiempo desapareció; mientras el segundo todavía existe. También se practicaba el boly y ecuaboley, en los antiguos Garages Quito, pero más tarde, con la creación de la Guambrateca Metropolitana se impidió el ingreso, por lo que sus moradores optaron por hacer de la calle Junín, frente a la iglesia, un lugar de concentración para juegos de pelota, especialmente en fin de semana. Actualmente, las actividades deportivas se concentran en este sitio y en otros, que no precisamente forman parte del barrio. Lugares de Recreación Es importante reconocer que la situación del barrio San Marcos en cuanto a centros de recreación es crítica, pues solo cuenta con un espacio público, el parque o plazoleta, y no posee ningún otro sitio de distracción; sin embargo, años atrás sus habitantes buscaron la forma de reunirse entre familiares amigos y vecinos, de los cuales queda solo el recuerdo.

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Algunos sitios de reunión, especialmente entre los más jóvenes, fueron el parque, la esquina de la Junín y Montúfar más conocida como “la aduana”, porque en este lugar no había chica que no sea piropeada por algún muchacho; y las calles Almeida y Jiménez, allí se congregaban los jóvenes para divertirse haciendo bromas y chistes, o para planificar alguna fiesta, en una de las casas de los (las) jóvenes, valiéndose de sus hermanas (os). La fiesta más común era organizar las melcochas bailables que se hacían en sábado o domingo con el pretexto de bailar; primero se elaboraban las melcochas con panela y miel, luego se servía para al final bailar, generalmente, se hacía en la casa de la Familia Silva Romo, pues tenían un salón grande con pianos en los costados, con capacidad de hasta 60 personas. Pero también solían reunirse las familias que más se llevaban para tocar el piano, la pianola, y escuchar los pasillos de Medardo Ángel Silva; aunque otros preferían ir a la Gallera de La Tola o a otra más pequeña, en la calle Jiménez, y ver la pelea de gallos; ir a las corridas de toros, el domingo; y los mayores de edad, a los antiguos billares American Club, en la calle Flores y Junín. Otra forma de recrearse fue el arte de ir al cine; dentro del barrio, la gente asistía cada miércoles para mirar películas que se proyectaban desde la casa de la Familia Gallegos, frente al parque central, donde los habitantes se congregaban a las 19h00 para ver producciones fílmicas no comerciales sino noticieros, de tipo religioso y bíblico, o de Tarzan y el Yen de la Selva; los jóvenes disfrutaban esta velada acompañados de sus coches de madera, con los cuales se divertían al golpear las llantas con otro coche para probar su resistencia. Fue en esta misma casa donde funcionó el Colegio Alemán por 1920, aproximadamente, “allí funcionaron cuatro a cinco aulas; vivió su fundador, el Dr. Rubbel con su familia, y en el patio se instaló un aparato gimnástico de uso múltiple, para la recreación de los niños”148.

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TINAJERO, Fernando, Itinerario de un Acercamiento. Colegio Alemán 1917 – 1922, Asociación Ecuatoriana – Alemana de Cultura y Educación, Quito, 1992, Pág. 54.

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Fuera del barrio, los habitantes frecuentaban el Teatro de La Tola, donde también se proyectaban películas, pero más comúnmente asistían al Teatro Bolívar y Sucre, donde tuvieron la oportunidad de mirar las primeras imágenes filmadas en el país, y admirar a los actores Ernesto Albán y Carlota Jaramillo. Pero cuando asistían al especial del domingo en el Teatro Bolívar, los espectadores capitalinos tenían que ir engalanados con sus mejores trajes, pues era un acontecimiento social al cual no se podía faltar a las seis de la tarde. Entre otros paseos estaban: visitar la Plaza Grande, recorrer el tontódromo que se hacía después de misa, y consistía en caminar por la calle Guayaquil, desde Santo Domingo hasta La Alameda; explorar las quebradas, como aquella que estaba a pocos metros del barrio, en el relleno de la Marín, antes de llegar a El Censo, en la Hacienda La Inclana y tomar leche fresca; bañarse en las Piscinas de los Milagros; ir a las fincas y propiedades el sábado por la tarde y regresar el domingo; o realizar ascensiones al Pichincha; y marchas a Guápulo, Sangolquí, Machachi y El Quinche. Actualmente, funciona en el barrio, en la calle Junín, muy cerca de la Fundación Caspicara, más que un simple lugar de recreación, una Casa Cultural Gastronómica, donde se combina el arte culinario con un increíble espacio cultural. Eso es Octava de Corpus, un sitio acogedor que nos aleja del mundo moderno, para adentrarnos en un pasado lleno de historia, a través de las imágenes y objetos que guarda. A ello se suman exquisitos y selectos platos, degustados por visitantes nacionales y extranjeros. FAMILIAS DE PRESTIGIO QUE VIVIERON EN EL BARRIO Al igual que importantes personajes, varias familias de prestigio vivieron en San Marcos, destacadas por su actividad o contribución con la ciudad y el barrio, haciendo de él, un lugar tradicional difícil de olvidar, entre las estirpes de mayor renombre se hallan: la familia Ripalda, dedicada al comercio, cuya casa estaba ubicada donde hoy es el Museo de Arquitectos, la familia Briz Sánchez, propietarios de la primera librería española; la familia Almeida, cuyo padre fue uno de los inspectores más reconocidos del

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colegio Mejía; la familia Zúñiga, uno de sus miembros fue presidente del Club Deportivo Aucas; la familia Puente, de quien proviene el famoso torero ecuatoriano Edgar Puente; la familia Struve, que vivía en la calle Gutiérrez frente a los antiguos Garajes Quito, uno de sus miembros fue secretario de la Junta Revolucionaria de la Revolución Juliana, de Julio de 1925; la familia Verdezoto, con la Fábrica de Fideos y Chocolates La Favorita, cuya casa pertenece ahora al pintor Zapata, de ella aún se conserva su estructura original; la familia Burbano, cuyo hijo fue uno de los primeros futbolistas de la capital; la familia Proaño, dueños de la casa donde funcionaron los primeros baños de agua caliente; la familia Romero Proaño, antiguos propietarios de la casa donde funcionará el Museo de la Acuarela; la familia Benalcázar, que vivió en el barrio desde el siglo XIX (1894), en los antiguos Garajes Quito, hoy ocupado por la Guambrateca Metropolitana, su propietario, el comerciante Manuel Benalcázar, casado con Margarita Camacho Ludovico, nieta del Libertador Simón Bolívar; la familia Arcos Paredes, uno de sus miembros fue rector de la Universidad Central del Ecuador; la familia Terán, de quien proviene uno de los primeros canónigos; la familia Gallegos, una de las más antiguas y pudientes, desde donde se proyectaban películas. También figuran las familias: Moya Silva, Charbe, Yépez, Aguinaga, Betancourt, Romero, Landásuri, Calisto, Ortiz Crespo, Bilbao Cueva, Montenegro, Moscoso Silva, Moscoso Peñaherrera, Salgado, Villacís, Casares, Lucio, Silva Romo, Silva Romero, Coba, Paz y Miño, Hidalgo, Ruiz, Zapata, Troncoso, Coronel, Rodríguez, Ramírez, Valenzuela, Garcés, Noroña, Carrillo, Russo, Guarderas, Chemberland, Matamorros, Andrade, Heredia, Baca, Barrera, Quiñónez, entre otras. De todas las familias anteriormente señaladas, aún residen algunos miembros de las familias: Bilbao, Zapata, Gallegos, Moscoso, Villacís, Cevallos.

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PERSONAJES: ACTIVIDADES Y OFICIOS PERSONAJES ANTIGUOS Y POPULARES Desde su nacimiento, San Marcos acunó a la mejor estética quiteña, constituyó el sitio preferido de artistas y bohemios, plateros, músicos, compositores y artesanos; fue un barrio habitado por aristócratas, aunque años más tarde emigraron hacia otros sitios de la capital. Se conoce que en el barrio vivieron varios personajes importantes en el ámbito cultural y político, como: Eugenio Espejo, José Mejía Lequerica, Arturo Borja, el Arzobispo Espinosa Polit, Manuel Matheu, distinguido capitán o personero del barrio; el notable escultor, Fidel Cruz Andino y la familia de pintores Salas, entre otros personajes de la época. De José Joaquín Mejía Lequerica, se sabe que fue bautizado el 24 de mayo de 1775 en la iglesia de San Marcos, según consta en uno de los documentos antiguos que reposan en los archivos del templo. Otro hombre ilustre que nació en la casa parroquial y se bautizó en la iglesia del barrio en 1815, fue Javier Espinosa y Espinosa, sobrino del párroco Carlos Ponce, y más tarde Presidente del Ecuador entre 1868 – 1869, antes de ser derrocado por García Moreno. También figura el regidor español, Lorenzo de Cepeda, que en 1563 residía en la casa que hoy forma parte del Convento de Santa Catalina, en la intersección de las calles Junín y Montúfar. Pero San Marcos no solo cobijó a la mejor estética quiteña, sino también a personajes inolvidables que pasaron a la historia, y que en algún momento del siglo XX vivieron o formaron parte de la vida cultural de la ciudad y del barrio, destacándose por su actividad, manera de vestir y aspecto físico los siguientes: El Cura de la Parroquia, Julio Veintimilla, eminente escritor, que con su espíritu y benevolencia ayudó a las personas de bajos recursos económicos; Ernesto Guerra y Víctor Cevallos, reconocidos jugadores del Deportivo Quito y del Aucas,

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respectivamente; el deportista Gonzalo Góngora; el gran corredor de carros Fausto Medero; el torero Edgar Puente, ganador del escapulario de oro en la plaza más grande del mundo en México; José Félix Silva, poeta, escritor, y autor del himno a la Provincia de Pichincha, y de la grandiosa obra de El Mural de Guayasamín; Claudio Arízaga y su familia de músicos compositores; Teófilo Vivar Cueva, propietario de la Primera Agencia de Distribución de Lotería en Quito; la cantante famosa Elva Lastra; el músico Aparicio Córdova; el famoso Dr. Rodríguez; Miguel Ángel Benalcázar, quien desempeñó importantes cargos como, Concejal y Vicepresidente del Municipio de Quito, Diputado por Pichincha, Vicecónsul de Costa Rica; el historiador y cronista de la ciudad, Jorge Salvador Lara; Luis Alfonso Ortiz Bilbao, destacado personaje de la vida política, económica y cultural del país, una de las calles del barrio lleva su nombre; el notable galeno Dr. Calisto, padre de Manuel Calisto, actual presidente de la Fundación Caspicara; el Sr. Enrique Villacís Terán, reconocido escritor, periodista, miembro de la Academia de la Lengua, nacido en Latacunga; el Sr. Pérez Quiñónez, Primer Secretario del Banco del Pichincha; Miguel Ortiz Figueroa, padre del compositor y músico Carlos Ortiz (Pollo Ortiz); los pintores Jaime Zapata y Abraham Matías; el canónigo Rodríguez; el actor e imitador de la voz del personaje Evaristo, Hernán Cevallos; Gustavo Claudio Ledesma, distinguido sastre del barrio, a él acudían personas y familias de prestigio para diseñarse los mejores trajes, hoy es quinesiólogo de algunos equipos, etc. También constan algunos personajes populares, difícil de olvidar, como: el “Tío Canilla”, hombre alto y travesti a quien todos los muchachos temían, nunca se conoció su procedencia ni la actividad a la que se dedicaba, personaje misterioso de dudosa conducta, se decía que engañaba a los niños para violarlos, murió asesinado; el cieguito Jijón, vendedor de periódicos; Agustín Hermosa, que repartía los bizcochos de la familia Moscoso; el cargador fuerte de quintales, Guaca China, no vivía en el barrio pero dormía en el parque de San Marcos; el Ñato Almeida, el Chuqui Endara, de excepcional ingenio, aunque tuvo sus limitaciones y no llegó a ser protagónico en el escenario citadino; el Chulla Silva, destacado por su carácter jocoso y su socialidad con los demás; el Diablo Ocioso, famoso vendedor de quimbolitos y tamales de gallina; Mama Miche,

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conocida por su buena sazón para preparar caldo de gallina criolla, menudo y timbushca.; el recordado arquero con anteojos, Sordo Piedra, espectacular personaje; la célebre orquesta del Quinteto América, de la familia Lugo; Doña Vicenta, la curandera del barrio, que vivía en la casa de la familia Ortiz; Francisco el Capariche, barrendero de las calles del barrio y de algunos patios de las casas, muy temprano a las cinco de la mañana realizaba la limpieza del sector con su carretilla y escoba, hombre silencioso, humilde y de procedencia indígena; José el frutero, que iba de casa en casa repartiendo sus productos, aunque también competía con la frutería de la Sra. Tránsito Garzón, ubicada en la casa de la Familia Aguinaga. De todos ellos, la mayoría han desaparecido, y a pesar que los antiguos moradores ya salieron, los que quedan aún conservan la buena costumbre de guardar y recordar el nombre de estos inolvidables personajes. PERSONAJES Y GRUPOS RECONOCIDOS POR SU OFICIO Marcelo Ruiz: Famoso Restaurador Un conocido ebanista ocupa la casa donde funcionó el comedor municipal, en el edificio de la Familia Proaño, del que aún se conserva un mesón grande, el piso original, la cocina y el salón donde acudían estudiantes, solteros, burócratas, y gente de clase media que vivía en el centro, para obtener el servicio de almuerzo y merienda. Este espacio, hoy ocupado por un taller de restauración desde hace 12 años, es visitado por nacionales, extranjeros, religiosos, y conocedores del arte que desean recuperar, diseñar o reparar sus obras. Marcelo Ruiz o el Maestro de la Junín como se le conoce, proviene de una familia de talladores, aprendió del arte con Daniel Romero, un maestro de Cayambe que le enseñó el oficio, para ahora realizar trabajos en madera, lienzo y repujado en cuero, siguiendo la escuela Quiteña; entre sus obras se destacan el diseño o restauración de bargueños,

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cuadros, esculturas, imágenes, etc., y la réplica de antigüedades, que pueden llegar a costar hasta 3 mil dólares. El edificio donde está ubicado el taller de restauración denominado Casa Colonial Quiteña, fue la primera casa de hormigón del sector, allí no solo funcionó el comedor municipal, sino también después de restaurar la casa, se construyeron, a un lado del comedor, los primeros baños de agua caliente, en la calle Junín entre Ortiz Bilbao y Almeida, para satisfacer las necesidades de los habitantes que carecían de instalaciones higiénicas adecuadas, y de los cuales aún se guarda su infraestructura. Olivo Chiliquinga: Reconocido Guitarrista Otro importante personaje del barrio, reconocido por su oficio, es Olivo Chiliquinga, nacido en Píllaro, en la provincia de Tungurahua. Heredó el talento de su padre, y a la edad de 8 años aprendió del arte, se considera Luthier y no ebanista, pues el primero, traducido al español, significa hacer instrumentos musicales, mientras que los ebanistas fabrican muebles. Según él, construir una guitarra es un trabajo minucioso, hay que tener vocación, y ponerle amor, cariño y paciencia a la obra. Siempre tuvo su taller en el barrio de San Marcos, en la calle Almeida, escogió este sector por ser un lugar tranquilo, y porque casualmente vivió en él uno de sus hermanos. En su local, habitualmente fabrica guitarras clásicas, requintos, violines, charangos, bandolines, y toda clase de instrumentos de cuerda, lo que le diferencia de los demás es su técnica de hacer sonar la madera, no en vano se le ha catalogado como uno de los mejores diseñadores de guitarras a nivel mundial. Don Chiliquinga no solo ha recorrido el mundo, también ha adquirido reconocimientos y medallas por sus instrumentos; cuando fue becado por la Embajada Británica, en 1991, tuvo la oportunidad de conocer Sydney-Australia, y Nueva Guinea, donde permaneció cuatro años perfeccionándose en el conocimiento de instrumentos y madera.

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Normalmente fabrica 6 guitarras famosas al año, éstas se caracterizan por tener doble cámara y una gama de construcciones increíbles como: medidas de barras armónicas, espalda y costados calibrados con peso, para resaltar un excelente equilibrio y una profundidad de sonido, con un costo que puede alcanzar de 10 a 12 mil dólares; aunque también fabrica guitarras comunes por un valor aproximado de 500 dólares. Para su trabajo emplea principalmente el ébano, ciprés, nogal, pino canadiense o alemán y otras maderas; de preferencia utiliza una más suave para el frente de la guitarra, y otras más duras para los costados, el fondo y el brazo. Según Olivo Chiliquinga, para conseguir una buena vibración de la guitarra, hace falta purificar y calibrar la madera, especialmente la de la tapa, que es fundamental para una excelente producción de sonido. José Gómez Cruz: Talentoso Músico Es un personaje artístico, cantante, guitarrista, fundador y Director de la Academia Musical Gómez Cruz, ubicada en la calle Junín, en este lugar su maestro precursor enseña a tocar varios instrumentos musicales como la guitarra, órgano, batería, guiro, etc. A la academia asiste un grupo de la tercera edad, para repasar un pasacalle en homenaje a Quito, que en varias ocasiones ha deleitado a los habitantes del barrio en la plaza central. Aunque es oriundo de Guayaquil, se siente como quiteño; vive en el barrio San Marcos desde hace seis años, pero sabe de él desde mucho antes, cuando allí vivía uno de sus familiares. Del barrio recuerda sus calles empedradas, con subidas y bajadas; la hospitalidad y educación de la gente, y la tradicional sal quiteña.

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Luis Palacio: Simpático Payaso y Mago “Fosforito” Luis Palacio, no es un simple personaje, es toda una estrella que divierte a grandes y a chicos con su doble oficio del humor y la magia; heredó de su padre el arte de pintar y dibujar, se considera uno de los pioneros en hacer magia haciendo reír, y en hacer reír con magia. Siempre vivió en el barrio San Marcos, primero, cuando nació en la calle Inclana; luego, en la Espejo; en la casa de la Junín, donde funcionó el comedor municipal y los baños de agua caliente; y más tarde, en la terminación de la Junín, muy cerca de la Plaza Arturo Sandes, su actual residencia. Por su trabajo, en varias ocasiones tuvo que ausentarse de su casa y viajar a Perú y Venezuela, pero cuando regresaba, siempre llegaba a su inmortal San Marcos. Su labor empieza a los 10 años de edad, cuando un día en la escuela presenció la actuación de un mago, de quien se quedó impresionado, razón que motivó su ingenio para intentar hacer pequeños trucos como aparecer y desaparecer la moneda, que con el tiempo fueron perfeccionándose con la ayuda de un libro obsequiado por su padre, sobre magia y técnicas de manipulación de objetos con las manos. Con sus 40 años de trabajo en fiestas infantiles, ha sido reconocido por su talento y arte; cuando trabajó en Teleamazonas, en el programa Tele Jardín con Alberto Cañas “Cañitas”, presentaba su show de magia los viernes, y de humor el resto de días. También trabajó por el arte y la cultura, en el programa Pueblo y Municipio; en caravanas barriales, donde asistían grupos de teatro, música protesta mimo y malabaristas; y a los 18 años con la Radio Éxito en festivales populares, donde se presentaban artistas cuyo personaje principal, era el querido Payaso y Mago Fosforito. A propósito de su seudónimo, éste se debe a dos motivos: uno, por el temperamento explosivo del personaje, y otro, porque es como una llama o chispa capaz de hacer reír al más serio; Fosforito es un nombre pegajoso y fácil de recordar. En cuanto a su vestimenta, se siente más cómodo vestido de mago que solo de payaso, los niños le llaman el mago a pesar que le ven pintado de payaso. Mucho se preocupa

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por las prendas de vestir y el maquillaje que utiliza, ambos deben ser sobrios, elegantes y sin muchos colores, además que deben contribuir con su característica propia. Prefiere no pintarse mucho, para que la gente note que hay un ser humano detrás del personaje, que sin duda, es un actor capaz de crear chistes espontáneos, siempre basados en una técnica diferente. Grupo de Danza Sangre Andina Son 10 personas las que integran el grupo de danza Sangre Andina, formado desde hace 4 años por los ex integrantes del ballet latinoamericano Sarance; lleva ese nombre, como representación de la tradición popular andina, propia del los andes ecuatorianos. Según Luis Tapia, dirigente del grupo, se requieren tres años para aprender la Saya, ritmo folclórico que practican, y alrededor de un año todo el proceso, ello implica marcar bien los pasos, hacer buen uso de movimientos, y saber presentarse en el escenario. Respecto al traje que utilizan, éste es diseñado por los mismos integrantes, basado en un modelo de traje boliviano, y varía en cada presentación. Emplean vestuario de color negro para representar la furia y rebelión de los esclavos negros frente a los represores; los hombres visten un traje adornado con dragones, cascabeles y cadenas, y las mujeres, usan chaquetas y faldas cortas Generalmente repasan la coreografía en la Guambrateca Metropolitana, antiguos Garajes Quito- Por sus presentaciones cobran un precio módico y se dirigen a todo público que gusten del arte, desde los más chicos hasta los más ancianos. Aunque Sangre Andina es un grupo independiente que no representa al barrio San Marcos, se le ha considerado como una agrupación que forma parte de las manifestaciones culturales del barrio, precisamente por hacer de él su lugar de encuentro, y su forma de expresar, a través del baile, la identidad nacional de un pueblo.

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Grupo Folclórico Samekash Samekash es un grupo de siete jóvenes músicos que, al son de la guitarra, requinto, zampoña, quena, rondador, charango bajo y batería, entonan maravillosas melodías, de preferencia folclóricas, y música protesta con contenido social. Nació por iniciativa de un grupo de amigos, la mayoría de la región oriental de nuestro país, quienes bautizaron al conjunto musical con ese nombre, que traducido al español significa, inmortalidad amazónica, es decir, algo que nunca muere y siempre esta perenne. Con apenas un año de trayectoria, la agrupación Samekash se ha dado a conocer en peñas, fiestas y en algunas plazas de la capital; aunque propiamente no es oriundo del barrio San Marcos, salvo uno de sus integrantes, en varias ocasiones se ha presentado en la plaza central, deleitando al público con su música y dando a conocer su primer disco grabado. Normalmente para sus presentaciones visten un pantalón jean azul, y una camiseta con el símbolo de Otavalo; el costo varía según la posibilidad de los contratantes, de 50 a 200 dólares. Marcelo Arcentales, uno de sus integrantes, afirma que su vida y juventud se desarrollaron en el barrio, y la mejor forma de contribuir con él es a través de la música, solo que es importante la unión y participación de todos los habitantes del sector.

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3.4. REFLEXIÓN DEL CAPÍTULO Como vemos, Quito constituye un excepcional ejemplo de capital colonial, en cuya estructura y edificaciones se manifiesta una original fusión entre la cultura hispánica y la indígena. Su grandeza aún se puede apreciar en su traza urbana, principalmente en lo que constituye su patrimonio histórico como: espacios públicos, plazas, parques, viejos muros, paredes de barro, patios coloniales, rejas y balcones viejos, pisos desgastados, monumentos religiosos y civiles, y fundamentalmente iglesias, conventos, etc., de las cuales todavía se conservan singulares leyendas. Es una ciudad del ayer, una joya rodeada de cumbres y volcanes, con calles sinuosas y estrechas, atravesada por profundas quebradas. Se la considera como un enorme museo colonial, edificada más que por el individuo, por el tiempo. Por algo se le catalogó, en 1906, como ciudad Luz de América, por ser una de las primeras en lanzar el Grito de Independencia como colonia de España, para luego considerarla como Relicario de Arte, y hoy como Patrimonio Cultural de la Humanidad, declarada por la UNESCO, en 1978, por conservar una arquitectura colonial representada en sus conventos, iglesias, y antiguas edificaciones. Pero Quito no sólo se destaca por su arquitectura civil y colonial, sino porque es una ciudad andina rica en expresiones culturales, porque es una de las pocas ciudades con un rico bagaje cultural del pasado, pues basta con entrar en los zaguanes y patios de las casas antiguas y dialogar con sus habitantes, para sumergirse en la historia y realidad social. Es un privilegio de arte, una ciudad maravillosa, sugestiva, atrayente y acogedora, no sólo por su gente, atenta y cordial, sino, además, por su ambiente popular y paisaje pintoresco. Es algo más que una ciudad histórica o semi-colonial, es una ciudad eterna, repleta de abundante legado que debe transmitirse y propagarse de generación en generación. Quito, organizado en función de su centro, alrededor del cual residen barrios que se comunican entre sí, guarda mayores recuerdos de la colonia entre los países de

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América del Sur. Según versiones escritas y testimonios orales, no son sus obras, aisladas o individualmente consideradas, las que confieren al Centro de Quito un lugar de indiscutible relieve, es el conjunto, incluido su fotografía y paisaje, el ambiente tradicional de los barrios y la comunidad entre ellos, con relaciones humanas llenas de afecto, lo que hace de Quito un lugar singular y único, quizás incomparable entre las mayores creaciones urbanísticas de la humanidad. Por eso es que se torna urgente y necesario, salvar la memoria histórica y cultural de la capital, de su Centro Histórico, y especialmente de aquellos barrios que hicieron de Quito, una ciudad colonial y una de las más bellas y mejor conservadas de Latinoamérica. Porque comprender el Centro Histórico, supone conocer los lugares renombrados por su arquitectura, antigüedad, y su papel en la vida de la nación. Precisamente uno de ellos constituye el barrio San Marcos, situado muy cerca de la Plaza Grande, aunque de pequeña extensión, es uno de los barrios más tradicionales de Quito, que además de no haber sufrido cambios importantes en su traza urbana, posee un riquísimo patrimonio arquitectónico, muy poco reconocido y valorado. Porque es en este lugar donde muchas instituciones culturales, fundaciones, asociaciones profesionales o artísticas, funcionan con sus oficinas, museos y talleres; y recuperar su memoria histórica, no solo contribuirá con la difusión de los valores artísticos del Centro Histórico, sino también, procurará la mejora y embellecimiento de éste, uno de los rincones más preciados de la ciudad, porque sumergirse en él implicará adentrarse en un ambiente popular, donde su pasado rural e indígena todavía está presente, un lugar en el que también se encuentra instaurada una verdadera memoria urbana, basada en documentos, testimonios, personaje notables, y en tradiciones orales, propias de la memoria andina, muchas de las cuales perviven hasta ahora para evocar la memoria del pasado, porque solo reconociendo nuestro pasado e historia seremos menos indigentes, y cada vez podremos reconocernos e identificarnos, conservando siempre una personalidad tan única como lo fue en su origen.

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CAPÍTULO 4: PROPUESTA COMUNICATIVA

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4.1.SÍNTESIS DE LA PROPUESTA Nuestra propuesta parte de un diagnóstico situacional acerca de estudios y/o proyectos realizados anteriormente, sobre la recuperación de la memoria histórica del barrio San Marcos, y de un diagnóstico sociodemográfico y cultural del mismo, para lo cual haremos uso de técnicas e instrumentos que nos permitan recopilar y procesar los datos obtenidos. Las actividades a cumplirse dentro de esta tarea serán coordinadas con los estudiantes y habitantes del barrio San Marcos, entre ellas se destacan actividades de: investigación de campo, recopilación de testimonios orales emitidos por moradores y ex - moradores del barrio, edición y producción de material impreso y audiovisual, entre los que constan: afiches promociónales de la campaña, trípticos promociónales de San Marcos, libros guía y video que fomenten la recuperación de un legado que requiere valor y reconocimiento. Finalmente, con la presentación y valoración de los productos a la comunidad daremos cumplimiento a la promoción y difusión del mensaje de nuestra campaña, que consiste en promover la recuperación de la Memoria Histórica del barrio San Marcos, y fortalecer la identidad cultural de los estudiantes y habitantes de este sector de la Zona Centro de Quito. LOCALIZACIÓN América del Sur, Ecuador, Región Interandina, Provincia de Pichincha, Cantón Quito, Zona Centro, Parroquia San Blas, Barrio San Marcos. DURACIÓN: 6 meses Fecha de inicio: Julio 2005 Fecha de finalización: Enero 2006

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OBJETIVO -

Realizar una Campaña Comunicativa en el barrio San Marcos, ubicado al noreste del Centro Histórico de Quito, mediante la utilización de instrumentos de promoción y difusión que fomenten la recuperación de la memoria histórica y el fortalecimiento de la identidad cultural, personal y colectiva de los estudiantes y habitantes del sector.

BENEFICIARIOS -

Son beneficiarios directos: 2 Instituciones Educativas y el 30% de los habitantes del barrio San Marcos. Estimamos que trabajaremos con el 80% de estudiantes de los Colegios Virgen del Consuelo y Dora Isella, por cuanto consideramos una muestra representativa y manejable para la realización de nuestra propuesta comunicativa. Respecto al porcentaje de habitantes, seleccionaremos un 30% de ellos, que corresponden al 80% de los moradores de la Calle Junín, por ser ésta el principal eje vial del barrio, por su alto contenido histórico, y por el que se concentran y transitan el mayor número de habitantes.

-

Son beneficiarios indirectos: Instituciones Públicas y/o privadas interesadas en replicar la acción y/o utilizar la información como fuente bibliográfica, Museo Manuela Sáenz, Museo de Arquitectura Nacional, Museo del Convento de Santa Catalina, Iglesia de San Marcos, Centro Cultural Guambrateca Metropolitana, turistas nacionales y extranjeros que visiten el sector, y familiares de los habitantes que residen en el barrio San Marcos.

4.2. CAMPAÑA COMUNICACIONAL Se la define como una serie coordinada de acciones y mensajes basados en un mismo tema y con idéntico objetivo, para transmitir un mensaje concreto a un segmento establecido de público durante un período de tiempo definido con uno, varios o todos los medios de difusión que se consideren idóneos y con un presupuesto determinado.

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“Es un proceso integrado y concentrado de información y persuasión, dirigido deliberadamente a conseguir que un determinado segmento de la población adopte ciertas ideas, productos o comportamientos que los organizadores de la campaña consideren deseables”149. El objetivo de realizar una campaña es el de construir una vía de comunicación continua y de mayor duración con los actuales y/o potenciales destinatarios. Una campaña combina varios procesos o componentes unidos por el mismo objetivo: -

Componente Técnico

-

Componente Logístico

-

Componente Administrativo

-

Componente Comunicacional-Educativo: comprende los mensajes, medios y eventos por medio de los cuales se efectúa la información-persuasión de los públicos supuestamente beneficiados por las intenciones de la campaña

Existen diversos tipos de campañas según el objetivo que las genere, entre ellas tenemos: -

Lanzamiento, cuando es un producto o servicio nuevo.

-

Relanzamiento, cuando uno trata de reposicionar o informar una mejora del producto.

-

Institucional, cuando se trata de lograr o mejorar una imagen de marca o de empresa.

-

Sostenimiento, cuando el producto ya está consolidado en el mercado y se quiere mantener o aumentar su participación.

-

Promoción, para estimular artificialmente el aumento de la demanda.

-

Interés Público, cuando busca un beneficio comunitario sin ánimo lucrativo.

-

Política, cuando el producto es un candidato y el consumidor todo un electorado.

149

DÍAZ, Juan, La Campaña como intervención social, en Revista Latinoamericana de Comunicación CHASQUI N° 41 - CIESPAL, Editorial Quipus, Abril 1992, Pág. 66.

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4.2.1. DISEÑO DEL PLAN DE CAMPAÑA Un Plan de Campaña es una guía en la que se trazan las líneas generales de desarrollo de las diversas acciones a realizar, es un instrumento que recoge el desglose de las acciones con su referencia tempo espacial. No se trata de un plan estático sino de un diseño flexible, capaz de asimilar imprevistos y reajustes. A continuación, los elementos que deben constar al elaborar el Plan de una Campaña: TÍTULO Se sugiere bautizar la campaña con un título adecuado, o sea con un nombre que corresponda a su idea central y entorno. Ejemplo: -

Campaña Comunicativa para Recuperar la Memoria Histórica y Cultural del barrio San Marcos”.

IDEA CENTRAL La campaña puede basarse en un concepto o idea básica, o en varias ideas que paulatinamente se van sucediendo a lo largo de varias etapas. La Idea Central es el eje conceptual de la campaña; marca el rumbo que debemos seguir; nos permite establecer las prioridades indispensables, gracias a su capacidad de ser desglosada y jerarquizada en conceptos esenciales. Es aquello que responde al diagnóstico que haya resultado de la investigación. La Idea Central debe ser concreta y sugerente, de tal manera que al expresarla ya se conozca el arranque, vuelo y cierre de la campaña. Garantiza la parte general del trabajo porque nos aproxima al lema, slogan o consigna global de la campaña; “concentra el

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núcleo de la campaña, pero a la vez, se proyecta sobre la comunidad en forma de acciones y productos sistemáticos”150. Se la estructura como una oración activa que contenga un sujeto definido, un verbo transitivo y un complemento directo. Ejemplo. -

San Marcos guarda una amplia arquitectura y riqueza histórica cultural.

LEMA O SLOGAN La campaña debe cristalizarse en un lema o slogan, el cual debe ser conciso, imaginativo y dinámico; a la vez, debe definirse con una personalidad atractiva e inolvidable, por su trazo caligráfico o visual, por su trazo eufónico o sonoro, por su trazo conceptual o ideológico. Ejemplo: -

San Marcos Legado de Arquitectura y Tradiciones Por la Recuperación de su Memoria Histórica y Cultural

RAZÓN DE SER DE LA CAMPAÑA Responde a la pregunta ¿qué vamos a comunicar? Se entiende por el qué, la sustancia y la razón de ser de la campaña, esto es aquellos conceptos prioritarios y esenciales que debemos convertir en preceptos y acciones. Tiene que ver con el mensaje, el mismo que continúa siendo el alma de la campaña, de ahí la enorme importancia del componente comunicacional.

150

CIESPAL, EBERT, SENDIP, Croquis para una Campaña de Comunicación, Resumen del Seminario Taller sobre Comunicación institucional y Desarrollo, CIESPAL, Quito, 1983, Pág. 13.

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Ejemplo: -

Promocionar y difundir nuestro mensaje central, que consiste en promover la recuperación de la Memoria Histórica del barrio San Marcos, y fortalecer la identidad cultural de los estudiantes y habitantes del sector.

DURACIÓN Responde a la pregunta ¿cuándo y hasta cuándo vamos a comunicar? Es decir, desde el diseño, preparación, producción, hasta la difusión y evaluación de los distintos tramos de la campaña, tanto en sus momentos precisos del comienzo y cierre, como en la concreción y secuencia de las acciones y productos que la integran. La campaña debe ejecutarse y dosificarse en un tiempo y espacio reales, con el concurso de diferentes acciones, programas, para lograr los efectos previstos. Su duración está condicionada por los objetivos perseguidos, los medios empleados y el presupuesto disponible. Ejemplo:

1 Semana Fecha de Inicio: 23 de Enero del 2006 Fecha de Cierre: 27 de Enero del 2006

INTENSIDAD Responde a la pregunta ¿con qué presión vamos a comunicar? Ello significa el monto cuantitativo o numérico de las acciones y productos de la campaña y ese volumen cualitativo de insistencia para que las acciones y los productos impregnen, sensibilicen y conciencien al público. -

Impregnación, está relacionada con la idea central de la campaña.

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Ejemplo: San Marcos guarda una amplia arquitectura y riqueza histórica cultural. -

Sensibilización, permite penetrar un poco más en la gente, desde los sentidos de la vista, oído, gusto, olfato, hasta conseguir una total voluntad. Ejemplo: Los estudiantes se interesan, investigan, participan, plantean propuestas, empiezan a apropiarse de su barrio. Los habitantes participan, proponen, de igual manera empiezan a apropiarse del barrio y de todo aquello que les identifica.

-

Concienciación, implica el mejoramiento de hábitos, actitudes, es decir, los cambios programados en la campaña, los cuales son adoptados por el individuo y grupo a la luz de su libre decisión. Ejemplo: Los estudiantes y habitantes del barrio San Marcos se involucren en él, con acciones concretas que contribuyan con la recuperación de este tradicional barrio del Centro Histórico de Quito

RECURSOS Responde al interrogante ¿con cuánto vamos a comunicar? Es decir, el inventario de los recursos financieros, humanos y técnicos en los que nos apoyamos. Muchas veces no es necesario contar una infraestructura amplísima ni con un enorme caudal presupuestario, que, en su mayor parte, se desperdician por ausencia de un plan orgánico.

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Para elaborar, promocionar y difundir las acciones y productos comunicativos a utilizar en nuestra campaña requerimos de recursos: materiales, humanos, técnicos y financieros, los mismos que serán detallados a continuación.

-

Papel Bon 75 gramos

-

Marcadores

-

Papel periódico

-

2 lápices, 2 esferos

-

Autoras y Ejecutoras de la Campaña

-

Moradores y Ex - moradores del barrio San Marcos

-

Estudiantes del Colegio Virgen del Consuelo

-

Estudiantes del Colegio Dora Isella

-

Diseñador Gráfico

-

Operador de Edición

-

1 computador para procesar datos e información.

-

1 cámara filmadora

-

1 trípode

-

1 grabadora periodística

-

1 cámara fotográfica

-

1 Editora

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PRODUCTO

ACTIVIDAD

V. UNITARIO

V. TOTAL

1 Diseño

7, 50

7, 50

2 Scaneadas de fotos

0, 50

1

1 CD

1, 50

1, 50

20 Impresiones

1, 25

25

1 Diseño

7, 50

7, 50

5 Scaneadas de fotos

0, 50

2, 50

200 impresiones

1, 25

250

7 rollos de fotos

4

28

0, 50

84

1 Corrector de Estilo

10

10

5 Impresiones (165h)

16, 50

82.5

1 clissét (Pasta portada)

10

10

5 empastadas

5

25

20 (1 hora)

300

5 (1 día)

15

8 cassette de video

5

40

20 cassette de audio

1

20

5 pares de pilas 2A

1, 60

8

15 (1 hora)

150

3, 50

7

COMUNICATIVO

Afiches

Trípticos

168 Scaneadas de fotos Libros Guía

Alquiler cámara filmadora (15 horas) Alquiler trípode (3 días) Vides

Edición de Video (10 horas) 2 DVD TOTAL:

$ 1074.5

239

FUENTES DE FINANCIAMIENTO Se refieren a los recursos provenientes de fuentes presupuestarias directas o nuestras; de fuentes presupuestarias indirectas o de proyectos nacionales e internacionales afines; y de fuentes convergentes naturales de la empresa privada: donaciones, co-utilización de su infraestructura y sus servicios, etc. Para la aplicación de nuestra campaña, los costos de edición y producción del material impreso y audiovisual provienen de fuentes presupuestarias de las autoras y ejecutoras de la misma. 4.2.2. ESTRUCTURA Una campaña como todo proceso incluye tres elementos: planteamiento, desarrollo y climax, y cierre. a) Planteamiento Considera dos aspectos: administrativo y creativo. -

Administrativo, en el cual se decide con qué tipo de recursos financieros o afines se van a confeccionar y difundir las acciones y los productos de comunicación.

-

Creativo, en el cual se decide la Idea Central de la campaña, cuyo desarrollo ofrece la oportunidad de modular la confección y difusión de los productos de comunicación, medir los efectos logrados y reajustar las acciones de comunicación, de acuerdo con los indicadores.

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b) Desarrollo y Climax: El clímax nos remite a ese punto alto de percepción hacia el cual fluye una gran cantidad de estímulos, que al concentrarse operan con mayor eficacia sobre el público. c) Cierre Incluye también el aspecto administrativo y creativo. -

Administrativo, comprende la presentación de informes y finiquito de cuentas.

-

Creativo, permite aplicar los resultados de la evaluación que corresponda, a un replanteamiento de la campaña. Como parte de la estructura de nuestra campaña nos basaremos en acciones y productos comunicativos, a través de los cuales la idea central de nuestra propuesta se proyecta sobre la comunidad del barrio San Marcos, los mismos que serán descritos a continuación:

4.2.3. ACCIONES DE COMUNICACIÓN Responde a la pregunta ¿Cómo y en qué forma vamos a comunicar? Se entiende por el cómo las maneras de solucionar la conversión del concepto en precepto, esto es del qué en acciones y productos. Entendemos por acción el desglose o desmenuzamiento de la campaña en acciones o capítulos de información, capacitación, etc., los cuales se desglosan en juegos o productos gráficos o espaciales, audiovisuales, o sonoros. Y al decir ¿en qué forma vamos a comunicar? Nos referimos al estilo, a esa manera particular con la cual la gente se expresa, desde lo más elemental a lo más complejo. Si definimos el estilo duplicaremos los efectos de persuasión y convencimiento, gracias a la

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organicidad con la cual se manifiesten las acciones y los productos de comunicación dentro de la campaña. Si bien, una campaña es un método complejo de intervención social, la penetración de sus efectos se efectúa también a través de eventos de todos los tipos: reuniones, concursos, mítines, contactos personales, etc. Al constituir una forma de intervención social, no podemos menos que aceptar que la misma ejerce una acción educativa o deseducativa sobre las personas. En otras palabras, no son importantes solamente los resultados de una campaña sino también el proceso, la forma en que se trabaja con la gente. La propuesta consiste en armar la estrategia de comunicación a partir de lo que cada sector puede o quiere escuchar en un determinado momento. Esto es, partiendo de sus intereses y necesidades actuales. Las acciones de comunicación empleadas para alcanzar el propósito de nuestra campaña se detallan en el Calendario de Eventos, en éste se describen las actividades a realizar con el grupo beneficiario. Con los habitantes de la calle Junín fue difícil contactar y realizar reuniones continuas, por cuanto los moradores no disponían de tiempo para participar en la campaña. Con quienes si trabajamos fue con los propietarios de los distintos locales comerciales, con el comité barrial, y con un grupo de habitantes de esta calle, quienes decidieron involucrarse con esta propuesta. A ellos expusimos el propósito de la campaña, visitamos su domicilio puerta a puerta, y presentamos los productos comunicativos. Respecto al calendario de eventos empleado en los colegios, se resume de la siguiente manera:

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CALENDARIO DE EVENTOS COLEGIOS: VIRGEN DEL CONSUELO Y DORA ISELLA

DÍA

Lunes

ACTIVIDAD

-

Dinámica

-

Presentación de campaña y productos

-

TIEMPO

RECURSOS

(min)

-

1 pliego papel periódico

-

Marcadores

-

Hojas de encuestas

Taller 1: Reseña Histórica y

-

Planos de Quito

estructura Urbana del barrio

-

3 pliegos papel

20´

Aplicación de encuestas a alumnas

Martes

-

San Marcos

20´

periódico

-

Reflexión del taller

-

Marcadores

-

Evaluación del taller

-

Fotos de calles

-

Hojas de evaluación

-

3 pliegos papel

Miércoles -

Taller 2: Lugares relevantes del barrio

Jueves

-

Conversatorio

-

Reflexión del taller

-

Evaluación del taller

-

Dinámica

-

Taller 3: Manifestaciones Culturales del barrio

Viernes

-

Reflexión del taller

-

Evaluación del taller

-

Presentación del video

-

Reflexión General

-

Encuestas de evaluación de campaña

periódico 20´

20´

20´

-

Fotos de Instituciones

-

Hojas de evaluación

-

3 pliegos papel periódico

-

Hojas de evaluación

-

Video BSM

-

1 pliego papel periódico

-

Hojas de evaluación

243

4.2.4. PRODUCTOS COMUNICATIVOS Un producto es la singularización de la campaña; por ejemplo: un afiche, un tríptico, un video, etc. Responde a la pregunta ¿con qué vamos a comunicar?, se refiere al inventario y la utilización de los medios masivos y alternativos. Llamamos medios masivos a la gran radio, prensa, televisión, o cine. Se denominan medios alternativos, a los mensajes que las comunidades pueden preparar artesanalmente, a un bajo costo, con un lenguaje común de cooperación vecinal, dirigidos a un ámbito geográfico y humanos muy específicos o muy localizados. En estos medios predominan los intereses grupales y participativos, que pueden originar cierta corriente de presión de abajo hacia arriba. Tanto los medios masivos como los alternativos pueden difundir mensajes que nazcan de productos gráficos, audiovisuales o exclusivamente sonoros, que estén apoyando diferentes tipos de acciones. En los productos gráficos predomina el espacio, y en los productos audiovisuales, predomina el tiempo. La planificación de medios de una campaña debe basarse en el análisis de estos factores: audiencia, cobertura, posibilidades creativas, agilidad y versatilidad de cada opción existente. El apoyo y la complementariedad entre los distintos medios utilizados se hacen indispensables para conseguir una campaña eficaz y de éxito. En el caso de nuestra propuesta empleamos cuatro medios alternativos como: afiches, trípticos, libros impresos y un video educativo, como instrumentos de promoción y difusión del mensaje central de nuestra campaña, que consiste en promover la recuperación de la Memoria Histórica del barrio San Marcos y fortalecer la identidad cultural, personal y colectiva de los estudiantes y habitantes del sector. La metodología a utilizar guarda estrecha relación con la recolección de datos provenientes de fuentes bibliográficas, con la aplicación de técnicas como: la entrevista,

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encuesta y registros de observación; y con una serie de material fotográfico del sector en estudio. El texto que contiene cada producto comunicativo se basa en la información recopilada en la fase de diagnóstico. En cuanto a su formato, éste obedece a los requerimientos de cada producto; y sobre su estilo, es de tipo clásico, a través del cual se refleje la arquitectura y riqueza histórica cultural del barrio. A continuación el detalle de cada producto comunicativo: AFICHE “Es un vehículo de comunicación con contenido gráfico, llamativo comprensible, persuasivo”151. Es una publicación que generalmente se utiliza para promocionar un producto o un evento, su dimensión varía de acuerdo a su utilización. “Constituye la máxima expresión de la Ilustración publicitaria porque ésa es precisamente su fuerza principal de atracción y comunicación del mensaje”152, por tanto, contiene un mínimo de texto, limitado básicamente a un titular “con gancho”, a una marca o logotipo, a un slogan, y dos o tres líneas de texto muy puntual. Se usa como medio de refuerzo en una campaña. En el caso de nuestra propuesta el uso del afiche responde a los siguientes elementos: -

Fondo: Es el espacio visual donde se ubican los otros elementos. En nuestro caso utilizamos el color verde como fondo del afiche, combinado con dos fotografías cuya tonalidad se asemeja al color sepia, es decir, a lo antiguo.

151

CUADERNO PARA CAPACITADORES: SERIE EDUCACIÓN POPULAR, Dinámicas Educativas 6. Cómo hacer un Afiche, Editorial Centro de Educación y Promoción Agraria, Nicaragua, s / a, Pág. 4. 152 PROENZA, Rafael, Diccionario de Publicidad y Diseño Gráfico, 1ª Edición, Editorial 3R LTDA, Colombia, 1999. Pág. 17.

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-

Letras: Son los signos comunicadores del texto o mensaje, suelen ser de gran cuerpo y fácil lectura si van acompañadas de un motivo, armonizan con él y con su forma. Para nuestra campaña, el texto utilizado en la elaboración del afiche es de fácil lectura, se puede identificar claramente el nombre del barrio, tanto por el número de caracteres empleados como por el color.

-

Motivo y Silueta: Es el centro de interés o atracción del afiche. Son preferibles los motivos estilizados, es decir aquellas figuras que son diseñadas con base en las formas naturales. Sencilla y de pocos rasgos es mejor la silueta, preferible la que tenga más valor simbólico y evidentemente que corresponda al mensaje. En nuestro caso empleamos dos fotografías que conforman una “S” proveniente del nombre del barrio, ambas son secuencia una de la otra. Aquella que está ubicada en la parte inferior del afiche se deriva de la fotografía situada en la parte superior, por cuanto el barrio San Marcos se originó a partir de una Iglesia, parque y de una calle angosta y sinuosa denominada Junín.

-

Colores: Es el mensaje luminoso del afiche y el elemento primordial para captar la atención. Los colores del afiche deben ser planos o regularmente uniformes puros. En nuestro caso empleamos los colores verde, amarillo, azul, blanco, negro y café.

-

Composición: La relación que existe entre los elementos anteriores es tan importante que se puede tener buenos elementos pero la mala composición lo hecha a perder todo. La buena composición hace que los elementos del afiche estén dispuestos de tal forma, que logren ser un conjunto unitario. En el caso de nuestro afiche hay contrastes de colores (cálidos, fríos y neutros) entre texto, imágenes y fondo Se recomienda usar fondo verde, letras blancas, y silueta negra, los tres colores deben producir un buen contraste y evitar combinaciones que molesten la vista. Debe procurarse que el color de la silueta vaya acorde con el objeto que expresa, y los tipos de letra en lo posible no sean de estilo diferente. Además, deberá mantenerse

246

una distancia prudente entre las letras y palabras, de tal manera que apenas se visualicen espacios vacíos y otros demasiado llenos, entre los distintos caracteres. -

Frase: La frase o mensaje que desea comunicar debe ser corta, que exprese una idea completa bien sea en forma afirmativa, negativa o interrogativa. En nuestro caso, la frase está relacionada con el slogan de la campaña que textualmente dice: San Marcos. Legado de Arquitectura y Tradiciones.

247

248

TRÍPTICO Es un impreso formado por una lámina de papel o cartulina que se dobla en tres partes, “constituye un elemento publicitario ideal para comunicar ideas sencillas sobre un producto, servicio, empresa, evento, etc.”153. Es una especie de folleto que posee tres cuerpos o secciones, tal como su nombre lo indica. Junto con el díptico, son los formatos más usados para el diseño de folletos. También se lo emplea como soporte y refuerzo de una campaña. Se le considera como una obra compuesta por tres paneles unidos entre sí, generalmente se lo realiza en una hoja tamaño A4, dividido en tres partes (aproximadamente 10 cm de ancho cada una), donde las dos partes laterales se doblan sobre la parte central. Respecto a la información del tríptico, ésta suele distribuirse de la siguiente manera: -

En la Portada se imprime el slogan o frase de la campaña así como el logotipo que identifica a la empresa o institución. En el caso de nuestra campaña haremos uso de este producto conservando las fotografías presentadas en el afiche, con el fin de promocionar la belleza arquitectónica, histórica y cultural del barrio San Marcos.

-

En la Parte Interna se despliega una síntesis o argumento del producto o servicio, generalmente, apoyadas en fotografías o gráficos. En nuestro caso presentamos una síntesis o información del barrio San Marcos acerca de su reseña histórica, en el que se relate el origen, fundación, estructura urbana de este tradicional sector, la calle Junín como su principal eje vial, y las casas y edificaciones antiguas que desde la época colonial caracterizaron a San Marcos. Cada una de estas secciones se hallan acompañadas de fotografías. En tanto, en una de las partes laterales del tríptico consideramos los nombres de los lugares relevantes del barrio como: museos, instituciones, centros, culturales, calles,

153

www.diccionariodecomunicación.com

249

escalinatas, etc., que forman parte de este tradicional barrio de la capital, con el fin de exponer e invitar a estudiantes, habitantes y turistas a que se interesen por conocer este querido rincón del Centro Histórico de Quito, y sobre todo, a recuperar un legado, poco reconocido y valorado. Para esta sección tomamos como fondo una fotografía de los antiguos Garajes Quito, por ser éste en épocas pasadas un lugar de renombre y por constituir ahora un Centro Cultural que beneficia a la población infantil. -

La Contraportada se reserva para colocar el logotipo de la empresa y datos de utilidad como localización, teléfono de contacto, etc. En nuestro caso se explica la presentación del producto como parte de un Proyecto de Tesis, y para mayor información, se expone las direcciones electrónicas de las autoras y ejecutoras del proyecto. Este juego de tres láminas del tríptico al desplegarse, permitirá exponer los argumentos en un orden determinado de modo que vaya creciendo el interés del lector. Tanto la forma, el fondo, como el estilo y composición del tríptico, es de similar característica que del afiche.

250

251

LIBRO IMPRESO Según el diccionario se le define como una obra científica, literaria o de cualquier otra índole que puede aparecer impresa o en otro soporte (publicación electrónica e Internet). A criterio del autor Ignacio de la Mota, se le considera como un “conjunto de hojas de papel, impresas o manuscritas que, cosidas o encuadernadas, forman un volumen, así como el conjunto de fascículos o entregas que componen una misma obra”154. En algunos países, sólo se considera propiamente libro al que tiene, además de las cubiertas, más de cincuenta páginas. En nuestro caso la elaboración del libro presenta las siguientes características: -

Portada, contiene en su parte central una imagen diseñada en pan de oro, para representar de alguna manera un legado histórico, esta imagen figura la Iglesia del Barrio San Marcos. Seleccionamos esta fotografía porque constituye no solamente un símbolo religioso, sino porque a partir de esta edificación se conformó el barrio. El texto utilizado en la portada es el mismo que se emplea en los demás productos comunicativos.

-

Estructura Interna, sus páginas presentan un contenido de carácter histórico y cultural de uno de los barrios más antiguos y coloniales del Centro Histórico de Quito; destacado no sólo por un patrimonio tangible muy poco preservado, sino por una memoria oral, aún perdurable en la vida de sus habitantes. La primera parte del relato reseña la historia del barrio San Marcos, basándose en su origen, fundación, ubicación, límites, población y clases sociales.

154

DE LA MOTA, Ignacio, Diccionario de la Comunicación, Editorial Paraninfo, Madrid, 1988, Tomo 2. I - Z, Pág. 67.

252

La segunda parte, refiere su análisis a la topografía del barrio, considerando su trama y estructura urbana; las diferentes vías y manzanas que lo conforman, así como las calles y quebradas que influyeron en su desarrollo. La tercera parte alude a la tipología arquitectónica del sector, las casas y edificaciones que caracterizan al barrio y al Centro Histórico de Quito, algunas convertidas en museos, centros culturales, instituciones, fundaciones, etc.; así como también aquellas donde vivieron importantes personalidades. Finalmente, la cuarta parte aborda el tema de las manifestaciones culturales del barrio como: costumbres y vida cotidiana, fiestas y celebraciones, juegos y lugares de recreación, familias que vivieron y aún residen en el barrio, así como personajes antiguos y populares, unos, reconocidos por su actividad y oficio, y otros, por su manera de vestir y actuar. El libro concluye con ligeras notas sobre algunos personajes que contribuyeron con la formación histórica y urbana del barrio San Marcos. Y cada sección mencionada anteriormente se acompaña de fotografías. VIDEO Etimológicamente significa “yo veo”. De hecho, “es una palabra que se utiliza para referirse al medio, aparato, soporte en forma de casete, y a los programas que se han registrado en el mismo”155. Podría añadirse que este término se utiliza también para referirse al fenómeno social que provoca su introducción en nuestra cultura, incluso cuando alguien habla del vídeo como medio puede estar refiriéndose a un medio de comunicación como la televisión o la radio; o a un medio didáctico como recurso para la enseñanza.

155

FERRÉS, Joan y BARTOLOMÉ, Antonio, El Video. Editorial G. Gill, S.A. de C.V, México, 1991, Pág. 19.

253

“Es un sistema de almacenamiento de imágenes en movimiento y sonidos sincronizados, que utiliza, por lo general, procedimientos magnéticos, posibilita la reproducción de las imágenes grabadas tantas veces como se quiera, y se distingue del cine en que, no utiliza un soporte químico-fotográfico sino un soporte magnético”156. El video es de alguna manera televisión, es decir, visión a distancia. Lo es siempre desde el punto de vista espacial, y puede serlo desde el punto de vista temporal si se aprovecha su capacidad para la instantaneidad. Como parte de los medios alternativos para promocionar y difundir el mensaje de nuestra campaña recurrimos a un tipo específico de video denominado documental, que junto a la ficción, drama, melodrama, comedia, tragedia y tragicomedia, son géneros cinematográficos que cuentan una historia y la convierten en imágenes. El documental, heredado del cine, “es como una película de corta duración, que expone hechos o aspectos tomados de la realidad con fines informativos, de reportajes, educativos o de difusión”157. Es un género que trata una historia lo más cercano a la realidad, es la narración de un hecho o acontecimiento cuya característica principal, es la de apoyarse en un documento, por lo general, histórico. “Ofrece una investigación audiovisual detallada sobre temas relevantes para la audiencia a la que va dirigida; al igual que el reportaje, utiliza diversos formatos en los que se pueden incluir hasta dramatizaciones”158. La característica principal de los documentales es que, a diferencia de los reportajes, los temas que se manejan en este género no tienen una vigencia temporal, es decir, no necesariamente corresponden a las noticias del momento.

156

MARTÍNEZ, José, Introducción a la tecnología audiovisual, 2ª Edición, Editorial Paidós, España, 1991, Pág. 44. 157 GONZÁLEZ, Carlos, El Guión, Editorial Trillas, # 14, México, 1997. 158 GONZÁLEZ, Jorge, Un Enfoque Teórico Práctico, 1ª Edición, Editorial Pearson, México, 1994, Pág. 72

254

Para el caso de nuestra campaña realizamos un documental histórico, informativo y cultural, sobre la Recuperación de la Memoria Histórica del Barrio San Marcos, basado en entrevistas a moradores, ex moradores, historiadores y personajes destacados por su actividad u oficio. Es una especie de cortometraje que dura aproximadamente 12 minutos, con un estilo de tipo realista, realizado en formato digital, cuya narración en off se halla representada por una persona que narra las imágenes y los hechos. Respecto a la música utilizada en el video, está representada por pasillos del cantautor , empleamos este tipo de género musical por cuanto es un factor motivacional para atraer la atención del público y porque públicomuy importante porque buana parte del éxito de un mensaje audiovisual reside en una adecuada musicalización. GUIÓN Para la realización del documental nos basamos previamente en un texto escrito conocido con el nombre de guión. El Guión es la visualización previa de las imágenes, la concepción del producto final; es una pauta, una guía que orienta la constancia escrita de un hecho, acontecimiento, historia o idea para ser plasmada en imágenes. Existen guiones de género informativo que no son propiamente para televisión, sino para videos de uso privado, industrial o educativo. En todos los casos el proceso central es el mismo, las variantes se darán según lo específico o general que el guión necesite. A diferencia de la ficción, el guión documental se basa en hechos posibles, es narrativo, presenta un reportero que cuenta hechos históricos o probables. No puede ser ficción ni pierde su esencia. Existen dos tipos de guiones: literario y técnico. -

Guión Literario, consiste en la realización de una idea, tal como se vería en el video, utilizando un lenguaje común y contado en secuencias ordenadas. En el caso de nuestro video, presentaremos la estructura y formato de este guión.

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-

Guión Técnico, es la descripción técnica ordenada del guión literario, según el estilo del director, tiene que ver con la realización y edición de un documental o ficción. Utiliza un lenguaje sofisticado (planos, intercortes, escenas, tomas, movimientos de cámara, iluminación, etc.).

ESTRUCTURA DEL GUIÓN LITERARIO El Guión Literario nace hace más de 2000 años cuando los griegos se preocupaban por tener una estructura, un molde principal para desarrollar una idea en función de una imagen. Al modelo principal se lo llamó aristotélico y consta de tres partes principales. a) Planteamiento Establece la premisa de bienvenida. Hace hincapié al cómo, dónde, cuándo, por qué. Se debe ubicar el tiempo, espacio y época en la cual se va a desarrollar la historia. Comprende los siguientes elementos: -

Título, hace referencia al nombre del documental. Ejemplo: San Marcos. Legado de Arquitectura y Tradiciones Por la Recuperación de su Memoria Histórica y Cultural

-

Idea o Tema, comprende una propuesta específica redactada en términos del objetivo fijado y de lo que se desea que la audiencia piense, sienta, haga, o conozca al terminar de exponerse el mensaje. La propuesta deberá contener el tipo de contenido y el tratamiento que se habrá de seguir, y será contada en dos o tres líneas. Ejemplo:

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Es la historia de un barrio colonial del centro Histórico de Quito, el barrio San Marcos, del cual se debe recuperar su memoria histórica y fortalecer la identidad cultural de sus habitantes. -

Anécdota, consiste en contar en no más de 7 a 8 líneas y de manera desordenada de lo que trata el libreto o la historia. La diferencia con el tema es que éste muestra de los que se trata y la anécdota es lo que pasa. Ejemplo: Trata la historia de San Marcos, un barrio del Centro Histórico de Quito, que a pesar de distinguirse por su arquitectura, su gente, personalidades importantes, costumbres, etc., es muy poco conocido y valorado. Es un sector que guarda bastante riqueza histórica y cultural, las imágenes permiten apreciar casas y edificaciones antiguas, una estructura urbana maravillosa con sus calles angostas y curvas y sus altas escalinatas. San Marcos es otro de los importantes legados que debe conservarse y perdurar por mucho tiempo, entre las generaciones venideras.

b) Desarrollo y Climax Aquí se presentan los argumentos. El desarrollo se elaborará de manera narrativa, siempre en tercera persona, tomando en cuenta que el texto especifique lo que se desea que los espectadores entiendan con el mensaje. Su elemento principal es el argumento o sinopsis. -

Argumento o Sinopsis, es contar lo que pasa de principio a fin, de manera ordenada y general, sin entrar en mayores detalles. Es una narración generalizada y clara que no se deberá hacer más allá de una página, dependiendo de la extensión de la historia. Se describe el planteamiento, desarrollo y desenlace de la historia.

257

Para que exista un argumento es necesario que exista previamente una idea. La sinopsis desarrollada en forma de novela corta, precisando algunos diálogos y detallando situaciones, se denomina tratamiento, el cual desarrollado con continuidad forma el llamado guión literario, que convertido en guión técnico, indicará las secuencias, planos, encuadres, movimientos de cámara, diálogos, música, efectos, etc. Para pasar a un punto importante de la historia, el clímax, debe mostrarse el punto de giro que es la situación que da vuelta a la historia, rompe la linealidad y permite el desarrollo cinematográfico. Ejemplo: El video reseña la historia de un barrio colonial del Centro Histórico de Quito, partiendo de su origen, fundación, ubicación, límites, población y clase social. Hace referencia a su proceso de conformación urbanística, en cuanto se refiere a sus calles, escalinatas, y a toda su estructura urbana. También se le considera como un barrio que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad, no sólo por su iglesia y parque, sino por los museos, instituciones, fundaciones, y habitantes que lo residen en este hermoso lugar. Se puede apreciar que no únicamente es un barrio de casas y edificaciones antiguas, sino un lugar donde vivieron personajes importantes y familias de renombre. El video concluye destacando la arquitectura del barrio, los habitantes que allí residen, y toda la riqueza histórica que guarda este sector colonial de Quito. c) Conclusión o Desenlace

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Es la parte donde se cierra y resume la premisa. Presenta el final de la historia, los mismos que pueden ser abiertos (dejan al espectador que manifieste su propia conclusión) o cerrados (cuando el final está dicho, es inamovible). En el caso de nuestro video se presenta un final cerrado, por cuanto se concluye que el barrio San Marcos guarda mucha riqueza histórica, es un legado patrimonial que debe ser recordado y valorado. FORMATO DEL GUIÓN Cuando se realiza un programa grabado, se utilizan principalmente dos tipos de guiones; a una y a dos columnas. -

Guión a una Columna Es un guión en el que las especificaciones técnicas y de diálogos se colocan en una solo columna; es muy similar al formato utilizado en los guiones cinematográficos: en este guión se describen la escena, la secuencia, los efectos de transición, el escenario y los diálogos.

-

Guión a dos columnas Es técnicamente más completo que el guión a una columna; la columna izquierda corresponde al video y la derecha al audio. Al igual que el formato a una columna, el formato a dos columnas establece los escenarios, las transiciones y los diálogos. Sin embargo, el guión a dos columnas específica la toma y el movimiento de la cámara en cada acción. Este formato de guión es el que utilizaremos para la edición de nuestro video documental. Ejemplo:

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VIDEO DOCUMENTAL: SAN MARCOS TIEMPO: 12 MINUTOS GUIÓN LITERARIO VIDEO

AUDIO

Sec.1: Pantalla de Color (Texto): San Marcos. Legado de Arquitectura y Tradiciones Por la Recuperación de su Memoria Histórica y Cultural ambiental+música+efecto Repique de campana Sec.2: Guambrateca Metropolitana Ext / día. Imágenes de la iglesia y barrio Sec.2 / Int 1 Panorama General de la Iglesia y Barrio Sec.2 / Int 2 Toma de la Iglesia junto a Retén Policial Sec.3: Casa Arq. Muñoz Mariño Int / día Cuadro de la Iglesia y Parque

ambiental+música+efecto Voz en Off dice: “A fines del siglo XVI el Cuarto Obispo de Quito, Fray Luis López de Solís, fundó la parroquia eclesiástica de San Marcos".

Sec.4: Museo de Arquitectos Int / día Maqueta natural de Quito Pre-Hispánico Sec.5: Archivo personal Int / día: Planos de Quito Sec5 / Int 1 Plano de autor Anónimo. Forma de triángulo del barrio Sec.5 / Int 2 Plano de Gualberto Pérez. Iglesia y topografía del barrio 260

ambiental+música+efecto Voz en off dice: "...ubicada en el costado oriental del Centro Histórico de Quito, sobre la colina conocida como Loma Chica, entre las quebradas de Manosalvas, al oeste, y de San Juan, al norte; ambas condicionaron de forma natural al barrio, y definieron la forma de triángulo o cuña que le identifica". Sec.6: Radio Municipal Int / día Entrevista 1: Lic.Hernán Cevallos Ex Morador / Actor

Sec.7: Casa Sr. Pablo Villacís Int / día Entrevista 2: Sr. Pablo Villacís, Morador

Sec.8: Consultorio Dr. Proaño Int / día Entrevista 3: Hernán Proaño, Ex Morador

Sec.9: Archivo personal Int / día Ubicación del barrio San Marcos en el mapa de Quito Sec10: Calle Junín Ext / día: Imágenes de la calle y de gente Sec.10 / Int 1 Toma de esta calle desde la Gutiérrez y Junín con gente transitando

Entrevistado 1 dice: "Para mi es un símbolo, es realmente vida, es armonía, sinceridad, es un barrio precioso".

Entrevistado 2 dice: "Significa para mi el lugar donde nací, aquí me crié"

Entrevistado 3 dice: "Es uno de los barrios emblemáticos de la ciudad".

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Sec.10 / Int 2 Fachada de Picantería Laurita desde el parque Sec.10 / Int 3 Sra. de la Picantería Laurita barriendo

ambiental+música+efecto Voz en off dice: "Limita al norte con el barrio la Tola, al sur, con La Loma, y al oeste, con el barrio González Suárez. Según informe del último censo de población, realizado en el año 2001 por el INEC, el barrio San Marcos está conformado por 4 mil 700 habitantes, 48% corresponden a hombres, y 51% a mujeres".

Sec.11: Consultorio Sr. Gustavo Claudio Int / día Entrevista 4: Sr. Gustavo Claudio, Antiguo Sastre del barrio

Sec.12: Casa Sr. Juan Guamángallo Int / día Entrevista 5: Sr. Juan Guamángallo Morador

Entrevistado 4 dice: "Fue mi segunda casa, porque yo fui de soltero allá, por una casualidad del destino, fui a vivir en una casa que me acogió mi tía ahí".

Entrevistado 5 dice: "Yo le quiero bastante a este barrio". "Ha sido la alegría, porque no he conocido ningún otro barrio en Quito como este".

Sec.13: Calle Junín Ext / día Imagen de esta calle desde la Fundación Caspicara hacia Plaza Sandes

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Sec.14: Museo de Arquitectos Ext / día Imagen de la calle Junín desde un balcón del museo hacia Parque del Barrio Sec.15: Calle Jiménez Ext / día Vista de esta calle desde la Espejo y Jiménez Sec.16: Escalinatas Texeira Ext / día Imagen de las escalinatas desde la calle Texeira ambiental+música+efecto Voz en off dice: "Es el barrio que más fielmente conserva su estructura original, nace con el trazado de la calle Junín, principal eje vial, columna vertebral del barrio y elemento decisivo de su estructuración. Esta vía sirve como eje de relación a las calles circundantes a la loma que le sustenta" Sec.17: Oficina Arq. Alfonso Ortiz Int / día Entrevista 6: Arq. Alfonso Ortiz Crespo Historiador, Ex Morador Entrevistado 6 dice: "Porque esa calle medio cursiva que es San Marcos, que no es una tira larga, sino una cosa medio flexible, con la placita, la iglesia, y muchas cosas bonitas que hay en el barrio". Sec.18: Calle Junín Ext / día. Calle, escalinata y casa Sec.18 / Int 1 Toma de la calle Junín desde Fund. Caspicara hacia calle Flores. Niños transitando 263

Sec.18 / Int 2 Toma de Escalinatas a la calle Inclana Sec.18 / Int 3 Imagen de Casa Parroquial Sec.18 / Int 4 Toma de la calle Flores

ambiental+música+efecto Voz en Off dice: "Las primeras manzanas que se conformaron en el barrio fueron las cuatro cuadras comprendidas entre la esquina de la iglesia parroquial, hasta la calle Flores".

Sec.19: Calle Inclana Ext / día Imagen de esta calle (curva) Sec.20: Plaza Arturo Sandes Ext / día Imagen de la Plaza Sandes desde la calle Junín ambiental+música+efecto Voz en Off dice: "El resto de manzanas se formaron y se adaptaron a la topografía de la Loma Chica". Sec.21: Calle Junín Ext / día. Casas del barrio Sec.21 / Int1 Imagen de la fachada de una Casa de Balcón Sec.21 / Int2 Imágenes de casas desde la calle Junín hacia Plaza Sandes Sec 22: Antigua Casa de la Flia. Cevallos Int / día Imagen del patio de la casa Sec.23: Casa Esc. Burros Ext / día Toma de la fachada de la casa 264

Sec.24: Guambrateca Metropolitana Int / día Fachada de casa de adobe

Sec.25: Museo de Arquitectos Ext / día Toma de la calle Junín desde un balcón del museo hacia la calle Montúfar Sec.26: Antigua Casa de la Flia Calisto Int/ día Estructura interna de la casa Sec.27: Cedime Int/ día Estructura interna 2° piso de la casa Sec28: Casa de la Acuarela Int/ día Estructura interna de la casa Sec.29: Ex Edificio del Col. María Auxiliadora Int/ día Estructura interna de la casa+patio posterior

ambiental+música+efecto Voz en Off dice: "Desde la época de la colonia, San Marcos siempre fue un barrio residencial, de casas de patios sencillos, un solo piso, techos de paja y paredes de adobe".

ambiental+música+efecto Voz en off dice: "Pero para el siglo XIX y durantes las tres primeras décadas del XX, esta arquitectura de casa con patios se reconstruye, adaptándose a nuevos dictados culturales y nuevas condiciones sociales, por lo que las edificaciones se ven obligadas a crecer a un segundo piso, para homogeneizar el perfil urbano de la ciudad".

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Sec 30: Casa del Lic. Roberto Silva Int/ día Entrevista 7: Lic. Roberto Silva Ex Morador

Entrevistado 7 dice: "El barrio de San Marcos se distinguió en nuestro tiempo por ser uno de los mejores barrios señoriales de aquí de Quito". "Es uno de los barrios más hermosos y pintorescos que tiene la capital de la República".

Sec 31: Calle Junín Ext/ día Fachada de la casa ubicada en la Junín y Montúfar Sec 32: Calle Gutiérrez Ext/ día Toma de la calle+parte lateral de la iglesia con dirección a la calle Junín Sec 33: Calle Junín Ext/ día Fachada del Ex edificio del Colegio María Auxiliadora Sec 34: Casa Arq. Muñoz Mariño Ext/ día Cuadro de la Iglesia del barrio pintado en acuarela ambiental+música+efecto Voz en Off dice: "San Marcos, caracterizado por ser un barrio de casas y edificaciones antiguas, y por guardar una amplia arquitectura y riqueza histórica, se le ha catalogado como parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad". Sec.35: Parque del barrio Ext / día Imagen del parque con pileta + puerta de iglesia 266

Sec.36: Museo de Manuela Sáenz Int/ día Imagen de la Sala de Manuela Sáenz Sec.37: Guambrateca Metropolitana Int / día. Instalaciones de Guambrateca Sec.37 / Int 1. Rótulo de la Guambrateca Sec.37 / Int 2 Sala de Pintura Infantil Sec.38: Cedime Int/ día Oficina Recepción del Cedime Sec.39: Fundación Caspicara Int/ día Imagen del patio de la casa Sec.40: Taller Sr. Olivo Chiliquinga Int / día Joven armando una guitarra Sec.41: Casa Sr. José Gómez Cruz Int / día Señora tocando el piano Sec.42: Parque del barrio Ex / día Paneo del parque, al fondo la Casa donde funcionó el Colegio Alemán ambiental+música+efecto Voz en Off dice: "Representado no sólo en su iglesia y parque, sino en los museos, centros culturales, instituciones, fundaciones, y habitantes que lo conforman, quienes en conjunto han contribuido con el embellecimiento y mejora de este querido rincón de la capital". Sec.43: Calle Junín Ext/ día Toma de la fachada del Cedime

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Sec.44: Convento Sta Catalina Int/ día Imagen de la calle Flores desde el Campanario del Convento. ambiental+música+efecto Voz en Off dice: "Es que San Marcos no solo fue un barrio residencial, también albergó a importantes personalidades". Sec.45: Casa Sr. Luis Palacio Int / día Imagen de este personaje hablando con su muñeco Sec.46: Calle Junín Ext / día Fachada de la casa del pintor Zapata Sec.47: Casa Sr. José Gómez Cruz Int / día El músico junto a su piano Sec.48: Taller Sr. Marcelo Ruiz Int / día Restaurador junto a un bargueño Sec.49: Archivo Personal Int / día Foto del escritor Luis Alfonso Ortiz Bilbao

ambiental+música+efecto Voz en Off dice: "Constituyó el sitio preferido de artistas, pintores, músicos, compositores, artesanos, y ciudadanos involucrados en la vida política y económica del país".

Sec.50: Taller Sr. Marcelo Ruiz Int / día Entrevista 8: Sr. Marcelo Ruiz, Restaurador

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Entrevistado 8 dice: "San Marcos representa para mí, mi segunda casa". "Porque aquí ha salido mis obras". "Y aquí mismo me he iniciado como maestro" Sec.51: Taller Sr. Olivo Chiliquinga Int / día Entrevista 9: Sr. Olivo Chiliquinga, Hacedor de Guitarras Entrevistado 9 dice: "Escogí este barrio por lo tranquilo, la gente es bastante acogedora". Sec.52: Casa Sr. José Gómez Cruz Int / día Entrevista 10: Sr. José Goméz Cruz Músico

Entrevistado 10 dice: "Es un barrio muy seguro, habitable". "Es el centro de". "La Ciudad Histórica"

Sec.53: Casa Sr. Pablo Villacís Int / día Entrevista 11: Sr. Pablo Villacís, Morador Entrevistado 11 dice: "Mi papá fue escritor, escribió muchos libros de historia, se destacó aquí en la parroquia, siempre era solicitado para entrevistas". "Perteneció a la Academia de Historia Eclesiástica, de Historia Nacional, fure miembro de Número" Sec.54: Casa Flia Moscoso Int / Día Toma de la sala de la casa Sec.55: Oficina Arq. Alfonso Ortiz Int / día Foto del Arq. Ortiz 269

Sec.56: Consultorio Dr. Hernán Proaño Int / día Foto del Dr. Proaño Sec.57: Radio Municipal Int / día Foto del Lic. Hernán Cevallos Sec.58: Casa Sra. Lola Crespo Int / día Foto de la Sra. Crespo

ambiental+música+efecto Voz en off dice: "Es un barrio donde vivieron varias familias de renombre, que de una u otra forma aportaron al desarrollo urbano, intelectual, económico y social del sector".

Sec.59: Consultorio Dr. Hernán Proaño Int / día Entrevista 12: Dr. Hernán Proaño Ex Morador Entrevistado 12 dice: "Después como una opción de negocio, de inversión, construyeron mis padres, en mi casa, una sección que se dedicó a baños públicos, pero a la final esos baños públicos significaron una gran ayuda para la gente del barrio y de otros barrios".

Sec.60: Consultorio Sr. Gustavo Claudio Int / día Entrevista 13: Sr. Gustavo Claudio Antiguo sastre del barrio Entrevistado 13 dice: "Tendría unos 25 años, ¡Sí! Formé el equipo, El Junín, porque en el barrio había dos, San Marcos y Junín. Sí, pregunte ahí, y éramos la rivalidad de los dos equipos".

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Sec.61: Convento Sta Catalina Int / día. Varias tomas del convento Sec.61 / Int 1 Foto de las religiosas estudiando Sec.61 / Int 2 Toma del patio del convento Sec.61 / Int 3 Foto de las religiosas elaborando las hostias Sec.62: Ex Casa Flia Calisto Int / día Estructura Interna Casa Calisto + entrada lavandería Sec.63: Ex Casa Flia Silva Int / día Cancha de la casa Sec.64: Calle Junín Ext / día. Toma de calle y escalinata Sec.64 / Int 1 Toma de esta calle desde el Col. Virgen del Consuelo hacia el parque del barrio. Sec.64 / Int 2 Toma de la Escalinata que da a la calle Inclana Sec.65: Calle Junín Ext / noche Vista de la calle desde Plaza Sandes hacia el Parque ambiental+música+efecto Voz en off dice: "Es su arquitectura, su gente, y toda su riqueza histórica, lo que ha caracterizado a San Marcos, haciendo de él un lugar singular, pues con la calle Junín, como eje articulador de los diferentes espacios sociales y culturales, nos transporta al pasado, donde el tiempo y los recuerdos se detienen".

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Sec.66: Oficina Arq. Alfonso Ortiz Int / día Entrevista 14: Arq. Alfonso Ortiz. Historiador, Ex Morador

Sec.67: Museo Manuela Sáenz Int / día Entrevista 15: Sr. Carlos Álvarez Director Museo Manuela Sáenz

Entrevistado 14 dice: "Ellos tienen que ser los dueños del barrio, los vecinos, ellos son los que deben intervenir, ellos son los que deben poner las pautas, de cómo quieren su barrio, cómo quieren utilizarlo, y cómo atraer a la gente". "Pero también los jóvenes tienen mucho que decir, y hay que escucharlos a ellos". "Ellos son los que tienen qué decir que quieren para su barrio". "Los jóvenes tienen todo el derecho para intervenir y proponer los suyo".

Entrevistado 15 dice: "Que lean la historia, que visiten los museos". "La lectura es lo que más da".

Sec.68: Convento Sta Catalina Int / día Entrevista 16: Hna. Mercedes Quintana Superiora del Convento Sta Catalina

Sec.69: Consultorio Dr. Hernán Proaño Int / día Entrevista17: Dr. Hernán Proaño Ex Morador

Entrevistado 16 dice: "Con el estudio, y para que ellos aprecien lo que es el arte".

Entrevistado 17 dice: "Es una riqueza turística, es una riqueza histórica". "Que tengan conciencia de que están viviendo en un muy tradicional de Quito".

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Sec.70: Casa Lic. Roberto Silva Int / día Entrevista 18. Lic. Roberto Silva Ex Morador

Sec.71: Radio Municipal Int / día Entrevista 19: Lic. Hernán Cevallos. Ex Morador / Actor

Entrevistado 18 dice: "Les invito a nuestros jóvenes, ahora, a preservar, a buscar, a hacer grupos sociales, en donde ellos florezcan a nuestro barrio".

Entrevistado 19 dice: "Invitaría a los jóvenes a conocer su historia, porque quien no conoce una historia, no puede amarla". "Ese barrio y la juventud tiene que recuperar aquellos espacios que nos dejaron, para que ellos sean los dueños del barrio, que se interesen en el barrio, y que hagan labor, que se note el deseo de servir no solo al barrio sino a la bella Quito". Sec.72: Iglesia de San Marcos Ext / día Toma del parque y pileta del barrio. Al fondo el Col. Alemán Sec.73: Calle Gutiérrez Ext / día Toma de la fachada de la Guambrateca + imagen de calle Sec.74: Convento Sta Catalina Int / día Toma del Panecillo con una parte de la calle Flores Sec.75: Parque del barrio Ext / día. Varias tomas del parque Sec.75 / Int 1 Toma de la pileta Sec.75 / Int 2 Imagen de agua brotando de la pileta

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Sec.75 / Int 3 Paloma caminando en el parque ambiental+música+efecto Voz en off dice: "Éste es San Marcos, fuente de vida y paz, uno de los más bellos rincones de Quito, parroquia llena de imágenes sencillas y bellas". Sec.76: Pantalla en color (Texto): Créditos de finalización Sec.77: Pantalla en color (Texto): Créditos de agradecimiento

ambiental+música+efecto

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CAPÍTULO 5: EVALUACIÓN DE LA CAMPAÑA

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5.1. PARTICIPACIÓN DE GRUPOS BENEFICIARIOS EN LA GESTIÓN DEL PROYECTO -

Para alcanzar el objetivo del presente proyecto trabajamos con el 80% de estudiantes de los Colegios Virgen del Consuelo y Dora Isella, por cuanto consideramos una muestra representativa y manejable para la realización de nuestra propuesta comunicativa.

-

Y con el 30% de los habitantes del barrio San Marcos, que corresponden al 80% de habitantes de la calle Junín, por ser ésta el principal eje vial del barrio, por su alto contenido histórico y por el que se concentran y transitan el mayor número de habitantes.

COLEGIO TÉCNICO VIRGEN DEL CONSUELO El Colegio Técnico Virgen del Consuelo está ubicado en la calle Junín 642 y Montúfar. Pertenece a la Parroquia de San Marcos de la ciudad de Quito, cuenta con 113 alumnas pertenecientes a un nivel social económico bajo, divididas en los tres cursos del Ciclo Básico y en los tres del Ciclo Diversificado. Su educación se encamina a la capacitación profesional en el área de Corte y Confección. Colaboran con este trabajo 12 profesores que tienen a su cargo la tarea docente y administrativa. El Colegio está dirigido por las Hermanas Misioneras Agustinas Recoletas, cuyo principal objetivo es lograr bajo una ideología y compromiso netamente cristiano, la formación integral de las jóvenes, quienes con capacidad suficiente, puedan responder a las exigencias del mundo actual. COLEGIO ARTESANAL DORA ISELLA El Centro Artesanal Municipal Dora Isella Russel fue creado el 4 de octubre de 1945, primero como Escuela de Corte para las madres de familia de la Escuela

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Uruguay, años más tarde como Taller de Costura para las mujeres del cantón, y mediante Ordenanza Municipal N° 865, del 3 de febrero de 1956 se lo inserta como parte de Departamento de Educación y Cultura Popular. Este centro está ubicado en la calle Javier Gutiérrez N 3 95 y Junín. Beneficia a jóvenes y adultos que deseen tener el certificado de haber concluido el Ciclo Básico para obtener el título de Maestras en Corte Confección y Bordado. HABITANTES DE LA CALLE JUNÍN Según informe del último censo de población realizado en el año 2001, por el Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC, el barrio San Marcos como parte de la parroquia del Centro Histórico de Quito, está conformado por 4700 habitantes, distribuidos entre 2270 hombres (48,30%) y 2430 mujeres (51,70%). Se estima que de este porcentaje, el 30% habitan en la calle Junín, principal eje vial de San Marcos. De las personas que residen en esta calle (muestra considerada para nuestra propuesta), la mayor parte proviene de diferentes provincias, particularmente de la región litoral; en realidad son pocos los oriundos que han nacido o viven en el sector. Los moradores pertenecen, en gran porcentaje, a una clase social media y media baja, y se dedican a la actividad comercial y artesanal. 5.2. ENCUESTAS A GRUPOS BENEFICIARIOS De las encuestas realizadas en el barrio San Marcos, particularmente en la calle Junín y en los colegios Virgen del Consuelo y Dora Isella podemos concluir lo siguiente:

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5.2.1. Colegio Técnico Virgen del Consuelo Las encuestas se realizaron a 102 alumnas del Colegio Técnico Virgen del Consuelo, que corresponde al 90% de las estudiantes que conforman el plantel, distribuidas entre el ciclo básico y diversificado. A continuación un informe de los resultados obtenidos: -

El 90, 26% de las estudiantes del Colegio Técnico Virgen del Consuelo conocen algo más del barrio San Marcos, por cuanto los datos revelan que la mayoría considera a este sector del Centro Histórico de Quito como un lugar histórico y pintoresco que debe ser reconocido y valorado por su historia, casas, balcones, calles, personas importantes, tradiciones, instituciones, museos, fundaciones, etc.

-

Se puede precisar, además, que este mismo porcentaje de estudiantes coinciden en que es importante recuperar la riqueza histórica y cultural del barrio, no solamente por ser una joya que guarda un patrimonio tangible, sino por toda su riqueza intangible representada en la cultura, música, costumbres, tradiciones, actitudes, y en toda una serie de manifestaciones culturales propias de la comunidad San Marqueña.

-

Del grupos de alumnas encuestadas, el 89, 4% desea contribuir con la recuperación de este legado histórico, a través de la promoción y difusión de campañas, apoyando proyectos, participando en actividades, preservando la imagen del barrio, conservando limpias las calles, adornando las casas, convirtiéndose en portavoces de la belleza e historia del barrio, valorando e investigando el pasado y difundiendo su importancia.

-

Podemos concluir que el mensaje de la campaña tuvo gran acogida, pues abarcó mucho más que el porcentaje de indicadores previstos en el plan de nuestra propuesta comunicativa, en razón que las estudiantes, casi en su totalidad, coincidieron sobre la importancia de amar, cuidar y valorar el barrio San Marcos, recordándolo no únicamente como una herencia histórica, sino como un valuarte que merece ser recuperado y difundido entre sus habitantes, quienes de meros espectadores deben convertirse en portavoces de su memoria histórica y cultural.

-

Es claro apreciar en las respuestas un alto nivel de aceptación de la campaña, y aunque un 4% de estudiantes prefirieron abstenerse de realizar algún tipo de

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comentario sobre la misma, la mayoría la catalogaron como: excelente, exitosa, de fácil comprensión, interesante, organizada, motivadora, espectacular, magnífica, y que a la vez, debe ser el punto de partida para promocionar y difundir éste y otros barrio de la ciudad de Quito. 5.2.2. Colegio Artesanal Dora Isella También se realizaron encuestas a 88 alumnas del Colegio Artesanal Dora Isella, que corresponde al 89% de las estudiantes que conforman el plantel. A continuación un informe de los resultados obtenidos: -

El 85, 71% de los estudiantes del Colegio Artesanal Dora Isella opina que con la implementación de la campaña, su conocimiento sobre el barrio San Marcos ha incrementado, porque ahora conocen más sobre él en relación con su historia, personajes, casas, estructura urbana, familias, etc.

-

Este mismo porcentaje opina positivamente sobre la importancia de recuperar la riqueza histórica y cultural del barrio, porque por el hecho de forma parte del centro Histórico de Quito y de todo su patrimonio, debe conocerse, aprenderse y rescatarse todo su pasado, otorgándolo así el realce que merece.

-

Por otra parte, a excepción de un 11% que no responde la pregunta, el 79, 59% de los alumnos piensa contribuir con la recuperación de este sector colonial, apoyando campañas y programas culturales, transmitiendo lo aprendido, colaborando en la realización de reportajes y material impreso y audiovisual, participando en mingas y manteniendo limpio al barrio.

-

Respecto al mensaje que les dejó la campaña, casi todos acuerdan en que es una joya colonial, un lugar agradable e importante que guardaba tesoros ocultos que deben ser preservados. Concluyen además, que es posible reconstruir el pasado, colaborando y participando en actividades, investigando y comunicando los conocimientos, sintiéndose orgullosos del lugar donde viven, y sobre todo, conservando las raíces culturales e identitarias que a pesar del paso del tiempo nuca desaparecerán.

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-

Sobre algún comentario de la campaña, la califican como: productiva, importante y clara, una gran idea con buenas expectativas, ha dejado muchas enseñanzas y ha permitido que los jóvenes conozcan algo más del barrio San Marcos, según afirman, gracias a ella (campaña) fue posible transportarse al pasado y recordar lugares tan bellos pero muy olvidados.

5.2.3. Habitantes de la Calle Junín Finalmente, las encuestas realizadas a los habitantes de la calle Junín, representa un porcentaje del 30%, distribuidos entre hombres y mujeres. A continuación un informe de los resultados obtenidos: -

Inicialmente estimamos trabajar con el 30% de la población del barrio San Marcos, es decir, aproximadamente 1410 habitantes que residen en la calle Junín. De este porcentaje sólo participaron un 0, 36%, sobre el cual realizamos las encuestas y obtuvimos los siguientes resultados. La razón de la ausencia de los moradores de esta calle se debe a la división que existe en el barrio, existiendo discrepancias entre los mismos, razón por la cual no fue fácil reunir a todo el público objetivo.

-

El 82, 35% opina que con la implementación de la campaña, su conocimiento sobre el barrio San Marcos incrementó, conociendo ahora de él: su antigüedad, valor arquitectónico, tradiciones, grandes personalidades, origen, cultura, etc. Cerca del 6% afirma no conocer nada nuevo, y un 11, 76% no responde.

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El 88, 23 % de habitantes piensan contribuir con la recuperación de este legado histórico, con buena actitud, concienciando a las demás personas, cuidando el ornato de las casas, protegiendo que no lo destruyan, enseñando a otros la riqueza arquitectónica de San Marcos, formando sitios de encuentro como cafeterías de artes; contribuyendo con la limpieza, seguridad y solidaridad en campañas sociales que se efectúen en el barrio. Aportando con datos históricos y algunas publicaciones, promocionando su riqueza histórica y cultural. Sirviendo como guías turísticos, es decir difundiendo el conocimiento a los turistas, colaborando, respetando, trabajando y haciendo obras, trabajando por el rescate de la cultura, tradición y la unidad de los

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moradores, colaborando desde la directiva en la realización de proyectos como éste, investigando y haciendo conocer el patrimonio tangible e intangible que tenemos. -

Sobre el mensaje de la campaña, los habitantes coincidieron en la importancia de valorar lo que tenemos, cuidar del barrio y de sus habitantes, y de sus tradiciones. Es necesario unirse entre los vecinos y conocerse mejor, querer el sitio y el lugar donde se vive y en especial el lugar que les vio nacer. Este tipo de campañas servirá de ejemplo para la juventud del barrio, para poder sacarle adelante al barrio, cuidando y dando a conocer a la gente su importancia histórica y cultural, valorándolo y sintiéndose orgulloso de pertenecer a él. La campaña es un buen comienzo para futuras investigaciones.

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Acerca de algún comentario sobre la campaña, los moradores la califican de exitosa y buena. La mayoría coincide en que hay que recuperar el barrio, y como es la primera vez que alguien se preocupa por rescatar sus riquezas históricas y culturales debe servir de ejemplo para el futuro. La campaña es buena para atraer al turismo, y contribuir con la memoria de Quito y del mismo barrio. La participación de los habitantes fue de su agrado, les pareció hermoso participar en la recuperación de este legado, les llenó de satisfacciones por ser parte de esta comunidad, y su compromiso sería esforzarse por ser mejores vecinos y mejores ciudadanos.

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CAPÍTULO 6: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

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6.1. CONCLUSIONES -

Podemos concluir que la etapa más importante de la Gestión del Proyecto fue la fase de diagnóstico, por cuanto la recolección y procesamiento de información recopilada en este periodo es de suma importancia para el resto de etapas del proyecto, porque si los datos provenientes de fuentes bibliográficas, entrevistas, encuestas, etc., no son bien manejados, los obstáculos para ejecutar el resto de acciones impiden el normal desarrollo del proyecto. Y es lo que ocurrió con una de las Instituciones del barrio, que en nuestras investigaciones nos informaron sobre el lugar con un título muy diferente al que ahora se le identifica. Aunque esta fase requería de todo un proceso investigativo, por ser intensa y profunda, logramos cumplirla a cabalidad, pues sirvió de base para la elaboración de los productos comunicativos, la aplicación de la campaña y la evaluación de la misma.

-

Es importante diseñar y formular claramente el proyecto, pues de él se desprende el resto de actividades. Así, para elegir y contactarse con el grupo beneficiario, y a la vez, contraparte del proyecto, no fue una tarea difícil, pues inicialmente hubo la apertura necesaria por parte de las instituciones educativas y del comité barrial, así como de sus representantes. Indagar por los antecedentes del proyecto conllevó una ardua pero posible tarea, no porque sea difícil de encontrar la información, sino porque una institución pública, tan importante como el Municipio de Quito, no brindó la apertura necesaria para dar cumplimiento a este punto, lo que da entender que hubo ocultamiento de información, propendiendo a impedir el surgimiento de este tipo de proyectos.

-

Previo a la ejecución del proyecto fue necesario elaborar previamente el material impreso y audiovisual. Para ello nos basamos en la información recopilada en la fase de diagnóstico, cuyo contenido fue más sencillo de elaborar que el de diseñar su estructura, por cuanto en el primer caso, los datos recolectados en el diagnóstico cubrieron todas nuestras expectativas, en cuanto a texto, imágenes y fotografías se refiere. Respecto a su diseño, éste no fue sencillo porque aparte de tener muy poco conocimiento en esa rama, recurrimos a una serie de modelos, formas y colores, hasta conseguir uno que se relacionara con el propósito de la campaña, y lógicamente

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con el mensaje que queríamos transmitir. Elaborar los afiches y trípticos llevo más tiempo del que esperamos, al igual que su costo superó el total de los recursos económicos previstos en el plan de nuestra propuesta comunicativa. Sobre la realización del libro guía y video, fueron los dos productos en los que más nos centramos, el primero, por ser un producto con contenido más profundo, detallado, con fotografías, entrevistas y testimonios orales. Y el segundo, por constituir un resumen audiovisual de todo lo expuesto en el texto impreso. De igual manera, el tiraje de productos comunicativos fue limitado, especialmente el libro guía y video, por cuanto al formar parte de nuestro proyecto de tesis no puede ser comercializado, pese a que los estudiantes y habitantes del barrio insistieron en adquirirlos de una u otra manera. -

Sobre la campaña implementada en la calle Junín y en los dos colegios del barrio San Marcos, ésta causó curiosidad a las estudiantes y habitantes, pues era la primera vez que se organizaba un evento similar. Cabe aclarar que sin su participación activa, difícilmente concluiríamos este proceso, porque gracias al poco espacio de tiempo que nos concedieron las representantes de los grupos beneficiarios, y a la cooperación de las alumnas y moradores del barrio, fue posible alcanzar el propósito de nuestra propuesta: promover la recuperación de la memoria histórica del barrio San Marcos y fortalecer su identidad cultural.

-

Acerca del grupo beneficiario, es importante delimitarlo en la medida de lo posible, en

nuestro caso luego de aplicar las encuestas nos encontramos con algunas

complicaciones en la tabulación de datos, por cuanto había que analizar las respuestas individualmente, por curso y por colegio, por lo que se volvió un trabajo tedioso y largo. Esta deducción lo hacemos considerando que el trabajo realizado con las alumnas del Colegio Dora Isella no fue una tarea fácil, porque para transmitir el mensaje de la campaña y procesar los resultados, se tomó en cuenta previamente su nivel de formación personal e intelectual, que al inicio no era del todo admisible; ello impidió a las estudiantes reflexionar claramente sobre su propio entorno. -

Respecto a la evaluación de la campaña, podemos definirla como aceptable. En el caso de ambas instituciones educativas, la recepción del mensaje alcanzó al final un impacto positivo, porque la mayoría adquirió más conocimientos sobre el barrio, se

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comprometió a contribuir, participar y colaborar con la recuperación de este legado histórico. Lamentablemente no podemos decir lo mismo de la directora y maestra de uno de los establecimientos, quienes se mostraron indiferentes y molestas por interrumpir el horario normal de clases de las alumnas. En el caso de los habitantes, aunque no hubo la acogida que esperamos, del pequeño grupo que participó en la presentación de nuestra propuesta, casi todos calificaron como una gran idea la realización de la campaña, de igual manera se comprometieron a cooperar con este querido barrio de la capital. 6.2. RECOMENDACIONES -

Aquellos estudiantes que planteen propuestas comunicativas deben dirigir su propósito a buscar la participación e interrelación entre el grupo beneficiario, buscando la complementariedad, respetando las diferencias y los modos de pensar y actuar de la gente, considerando su realidad cultural, y colocando al ser humano y su calidad de vida como el centro de los procesos de desarrollo.

-

Es importante recuperar el sentido social de la comunicación, reconociendo que los impactos comunicacionales no se miden sólo en la calidad de la relación comunicativa, sino en la misma sociedad. Por lo que nuestras propuestas tienen que volver a la comunicación en su sentido original como relación, participación y puesta en común.

-

La comunicación en su relación con el desarrollo debe promover el respeto por las diferencias y el ejercicio de la libertad, en el que no falte el diálogo permanente, pues las acciones de desarrollo son una magnífica ocasión para promover prácticamente hábitos y símbolos de diálogo y cooperación para la transformación de la realidad.

-

Respecto al fortalecimiento de la identidad, en ella es clave su naturaleza comunicativa, es decir, su proceso productor de significaciones. Porque no podemos buscar identidad sólo en aquello que es fácilmente perceptible: vestido, lengua, ritualidad, fiesta, sino también en aquellas manifestaciones simbólicas que no siempre están conscientemente vividas, ni obviamente manifiestas. Hay que ir más allá de lo externamente perceptible, porque la cultura se expresa tanto en lo social,

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económico, político, como en lo ideológico, en el mundo de las representaciones y de los imaginarios simbólicos. -

Los conceptos de identidad cultural y desarrollo son complementarios. El desarrollo no debe percibirse como una transformación procedente del exterior que socava los valores tradicionales y la identidad de un pueblo, sino que, por el contrario, en el proceso de desarrollo es preciso considerar las especificidades locales, haciendo que la identidad sea explícita, compartida y reconocida socialmente.

-

Nuestra recomendación a los profesores de historia, está apuntada hacia la utilización de la memoria y sus fuentes alternativas (relatos orales, entrevistas, foros comunitarios, talleres de charlas, encuentros, programas radiales, etc.) como mecanismos de construcción de conocimiento histórico e identidad, donde los estudiantes experimenten el formar parte de una historia, de contar con un pasado tan importante que se articule con un presente y se proyecte hacia un futuro.

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Es importante revitalizar la memoria histórica, representada no sólo en un patrimonio tangible, sino en todo lo intangible de la historia oral, porque un patrimonio no únicamente constituye la prueba más fidedigna de la identidad de un pueblo en el que encontramos todo lo que somos y lo que queremos llegar a ser, sino también porque se constituye en fuente del conocimiento, y en un espacio de aprendizaje que une la experiencia en el aula con el entorno social.

-

El reconocimiento de la identidad cultural, del patrimonio nacional, de las raíces históricas y de toda la memoria colectiva de un pueblo, constituye una de las principales fuerzas impulsoras del desarrollo de cada nación, el mismo que basado en estos factores sólo puede lograrse a través de una participación activa de la población a todos los niveles de la sociedad. Porque no basta con afirmar la importancia de la dimensión cultural del desarrollo, sino que es preciso subrayar que el reconocimiento de la identidad cultural es un elemento primordial de independencia y desarrollo nacional.

-

Finalmente, se requiere de una educación integral que no solamente informe y transmita, sino que forme y renueva, que permita a los educandos tomar conciencia de la realidad de su tiempo y de su medio; y sobre todo, forme sujetos patrimoniales que asuman, reconozcan, se apropien y protejan su patrimonio.

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6.3. ESTRATEGIAS DE CONTINUIDAD Para hacer de éste un proyecto que pase del archivo histórico y documental a una propuesta real y continua consideramos las siguientes estrategias: -

En coordinación con los responsables del Comité de Gestión del barrio San Marcos crear una especie de estrategia comunicacional, para que dentro de su Plan de Trabajo se definan actividades culturales que pueden complementar el presente proyecto, así como determinar los roles y participación que deberán asumir tanto las autoridades del barrio como sus habitantes, el fin es seguir fomentando en la gente un profundo sentido de pertenencia y aprovechar los impactos recientes que los beneficiarios poseen a propósito de la campaña.

-

Juntamente con los responsables de los Centros Educativos beneficiados del proyecto, acordar la realización de una o más reuniones periódicas, con la finalidad de establecer dentro de su programación del año lectivo, actividades y/o eventos de orden cultural, para que a través de representaciones teatrales u otras de tipo artístico se reavive la historia del barrio, se fortalezca la identidad cultural, así como también se de a conocer el mensaje de la campaña, que sin duda constituirá la base para el surgimiento de nuevas propuestas.

-

Los estudiantes como beneficiarios directos del proyecto pueden aportar con el mismo al convertirse en portavoces y transmisores de una memoria histórica, oral y colectiva a los habitantes del sector y a la gente que visita este barrio, símbolo representativo de la ciudad antigua.

-

Los beneficiarios indirectos también pueden contribuir con la continuidad del proyecto, como mediadores para dar a conocer la memoria histórica del barrio, expandir los valores culturales y fortalecer la identidad cultural.

5.3. FACTORES DE RIESGO Para el diseño, ejecución y evaluación del presente proyecto es probable la presencia de algunos factores que obstaculicen su desempeño, por ello la importancia de considerar algunas previsiones: 287

1) Que los habitantes del barrio San Marcos no colaboren con las autoras y ejecutoras del proyecto en cuanto a proporcionarles información, sea porque desconocen los objetivos del proyecto y su nivel de participación; o porque demuestran poco o ningún interés en rescatar lo cultural, pues dentro de sus prioridades enfatizan los problemas de orden social y económico. Ambos hechos impedirían principalmente el cumplimiento cabal de la fase de diagnóstico e investigación. Como respuesta a este factor negativo, las estrategias de solución podrían ser que: -

Previo a la investigación de campo en el barrio San Marcos demos a conocer sobre los contenidos de nuestra propuesta, no únicamente a la directiva del barrio sino también podamos dialogar indistintamente con algunos habitantes del sector, y creando un ambiente favorable resaltar que su participación no sólo beneficiará al proyecto sino al mismo sector que con el progresivo rescate de su memoria histórica y cultural, incrementará el ingreso proveniente del turismo, promoverá el aprendizaje de niños y jóvenes, y fomentará la identidad de sus habitantes que se sientan parte de él.

-

Junto a los miembros de la directiva del barrio coordinemos para estar presentes en algunas de las reuniones semanales que realicen, y así aprovechar la oportunidad para dar a conocer nuestra propuesta, vinculando a la comunidad beneficiaria desde las ideas generales mismas del proyecto.

-

El tiempo estimado para cada actividad por objetivo de ser necesario se prolongue una semana adicional, pues la recopilación de información proveniente de fuentes bibliográficas, entrevistas, encuestas, investigación de campo, etc., puede llevar más tiempo de lo estimado. Esta previsión beneficiará a nosotras como

ejecutoras

del

proyecto

por

cuanto

sustentará

mejor

nuestra

fundamentación teórica, pues los datos que se registren serán más reales y confiables, más no inventados, interpretados subjetivamente u omitidos por las presiones del tiempo. 2) Que los datos e información recopilada en la fase de diagnóstico no aporten satisfactoriamente para la construcción del mensaje que contendrán los productos

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comunicativos a elaborar, o por el contrario, no sepamos que hacer con tanta información recolectada. Este problema ocasionará que el empleo de los códigos y símbolos no sean los adecuados, que el grupo meta decodifique un mensaje muy diferente al propuesto en el diseño del proyecto, que los recursos económicos no sean invertidos adecuadamente y que los resultados de la campaña no sean los esperados. Como respuesta a este factor negativo, las estrategias de solución podrían ser que: -

Como autoras y ejecutoras del proyecto realicemos una nueva y exhaustiva revisión bibliográfica y documental, pues es probable que entre la información recopilada existan los textos o imágenes que deseamos incorporar en la realización del material impreso y audiovisual.

-

Solicitemos la asesoría de especialistas en la realización de los productos comunicativos, pues con su orientación podremos asegurarnos de que los elementos artísticos y comunicacionales utilizados en la construcción del mensaje sean los adecuados para nuestro grupo beneficiario.

-

Una vez elaborados los productos comunicativos se definan adecuadamente el número de ejemplares, de lo contrario en el momento de emplearlos como instrumentos de difusión no cubrirán el área geográfica seleccionada, y tan sólo un pequeño sector participará de su fase promocional, sea porque la premura del tiempo impidió imprimir más ejemplares o porque su costo superó el monto establecido inicialmente, pues el estudio de mercado no fue debido y oportunamente investigado.

3) Que en el momento de presentar los productos a la comunidad, ésta no cuente con el suficiente auditorio o en su lugar no los valore totalmente, y si lo hace no quiera sentirse comprometida para dar continuidad al proyecto, y además piense que su participación terminó cuando concluyó la ejecución del mismo. Este factor producirá que pocos habitantes del sector conozcan del contenido de la propuesta y que los efectos de la campaña sean mínimos. Como respuesta a este factor negativo, una estrategia de solución podría ser que:

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-

En coordinación con los responsables de los grupos beneficiarios se definan anticipadamente las fechas de convocatoria para la presentación de los productos, resaltando que su presencia es importante, más aún cuando la comunidad participe activamente y comprometiendo al grupo beneficiario con la continuidad del proyecto.

290

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