¿Qué es la mixomatosis?

las provincias de. Mendoza, Neuquén y. Tierra del Fuego), como a la doméstica, criada por su piel, su carne o como mascota. La mixomatosis es una infección ...
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Biól. Never Bonino [email protected] Area Recursos Naturales INTA EEA Bariloche

¿Qué es la mixomatosis? La mixomatosis es una infección producida por un virus (mixoma) que se aloja en el conejo de monte o tapetí, el cual habita naturalmente el norte argentino y otros países de Sudamérica. El virus no afecta al tapetí, pero es mortal para el conejo europeo. Fue precisamente en conejos criados en un laboratorio en Uruguay donde se detectó en 1898, por vez primera, que esta enfermedad causaba una gran mortalidad, especialmente en animales adultos. Teniendo en cuenta esta característica, los australianos fueron los primeros en ensayar el uso del virus de la mixomatosis como un método de control. Vale recordar que el conejo europeo había sido introducido en Australia y Nueva Zelanda donde se convirtió en una plaga de extraordinarias proporciones. Posteriormente, fue introducido en Chile y Argentina donde también causa perjuicios de índole diversa.

Se trata de una enfermedad altamente

La mixomatosis es muy temida por los criadores de las distintas razas de conejo doméstico ya que causa grandes pérdidas, aunque para estos casos existe una vacuna contra la enfermedad.

Contagio

contagiosa que afecta al conejo europeo, tanto a la forma silvestre, (en nuestro país se encuentra en las provincias de Mendoza, Neuquén y

El virus puede ser transmitido por insectos que chupan sangre o por contacto directo. Los más efectivos son los mosquitos y pulgas ya que pueden infectar un número grande de conejos ubicados sobre una gran superficie. En cambio, el contagio directo está limitado a los animales de las cercanías con los cuales puede entrar en contacto el individuo enfermo.

Síntomas

Tierra del Fuego), como a la doméstica, criada por su piel, su carne o como mascota.

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Los primeros síntomas se presentan 5 o 6 días después del contagio y son (en orden de aparición): falta de apetito, inflamación de los párpados, hinchazón de la nariz con secreción transparente, inflamación en los labios, las mamas, los genitales y las orejas. Estas últimas llegan a

doblarse por la hinchazón. Los animales afectados mueren de 2 a 3 semanas más tarde. Los gazapos menores de un mes son aparentemente resistentes a la enfermedad. Los que tienen más de un mes de vida y se ven afectados pueden recuperarse pero quedan con deformaciones. Los adultos que enferman muy difícilmente sobreviven, ya que la tasa de mortalidad puede superar el 90%.

El virus como método de control En el caso del conejo silvestre, cuyas poblaciones naturales es necesario controlar en muchas situaciones, el uso del virus como método de control es una alternativa viable, como fuera demostrado en Australia . La gran ventaja que tienen el uso de este virus es la especificidad; es decir, ataca mortalmente al conejo europeo y a ningún otra especie animal. De allí que es citado con frecuencia en la literatura como uno de los escasos ejemplos del control biológico ideal. En Australia, donde el virus se utilizó de manera oficial para controlar a la plaga de conejos, la mortalidad superó el 90% en los primeros años de aplicación. Pero con el paso del tiempo este método fue perdiendo efectividad ya que, por un lado, el poder del virus fue menguando y, por otro, los conejos fueron desarrollando resistencia a la enfermedad. El virus también fue usado oficialmente por Chile en 1954 para combatir a la plaga de conejos en la isla de Tierra del Fuego; para ello se importó el virus desde Inglaterra y Alemania, y la tasa de mortalidad fue tan grande como en Australia. En Argentina, el uso del virus como método de control nunca fue permitido por las autoridades sanitarias; sin embargo, es conocida su presencia en la Provincia de Neuquén, producto de iniciativas privadas ante la falta de respuesta oficial a la problemática planteada por el conejo. Así, esporádicamente, es posible escuchar del rebrote de esta enfermedad en algún lugar de dicha provincia. Pero lo mas interesante es que, en algunos casos, también se ha escuchado la voz de sectores conservacionistas alegando sobre el peligro de esta enfermedad para la fauna silvestre nativa. Al respecto, es interesante destacar que Australia, antes de autorizar el uso del virus, realizó numerosos ensayos para establecer la seguridad de que la enfermedad no afectaba a otros vertebrados, especialmente mamíferos y aves. Tampoco se reportaron casos de animales nativos afectados por la mixomatosis durante los 50 años en que se utilizó el virus. Algo similar ocurrió en otros países donde estuvo presente la mixomatosis, como Francia e Inglaterra. En nuestro caso, podría alegarse que la fauna de la región es muy distinta, por lo tanto, corre el riesgo de verse afectada; sin embargo, tampoco existen antecedentes entre la fauna del norte argentino donde se encuentra el portador natural del virus (el tapetí o conejo de monte). Con esto no se pretende justificar un uso indiscriminado del virus que, por otra parte, ni siquiera está permitido legalmente, sino aclarar algunos aspectos de una realidad que no puede soslayarse y muchas veces es distorsionada.

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