¿Puede la Ciencia Cristiana ser verdad - ObreroFiel

"Ciencia y salud con clave de las escrituras" como sus dos textos sagrados. .... Eddy enseñó que Jesús nos ayuda a resolver nuestro problema del engaño al darnos .... y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que ...
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¿Podría tener razón la ciencia cristiana? Un examen de la cosmovisión de la ciencia cristiana Por Ted Miyake

Tres preguntas: Cada visión del mundo tiene que responder a tres preguntas importantes. Primero: "¿Cómo hemos llegado hasta aquí"? Esta pregunta es, obviamente, fundamental para la forma en que vemos al mundo que nos rodea y cómo es que entendemos nuestro papel dentro de ese mundo. Segundo: "¿Cómo se puso todo en tan mal estado?" Todos sabemos que hay algo roto en el mundo en que vivimos, ¡y nuestra visión del mundo nos ayuda a entender qué es lo que está roto! Tercero: "¿Cómo podemos arreglarlo?" Esta pregunta final es la culminación y la conclusión de nuestra visión del mundo. Comenzamos con una idea relacionada a cómo hemos llegado hasta aquí, pero en última instancia, respondemos a las preguntas más importantes de la vida. La ciencia cristiana ofrece respuestas a estas tres preguntas a cerca de la visión del mundo. Examinemos estas respuestas para ver si son coherentes y se relacionan al mundo tal como lo conocemos... Una breve historia de la ciencia cristiana: Mary Baker Eddy nació en Bow, New Hampshire, el 16 de julio del 1821. Era la menor de seis hermanos, y sus padres la criaron en una iglesia cristiana "congregacionalista". Sufrió una serie de enfermedades infantiles que la llevaron a estudiar los pasajes bíblicos que hablan específicamente de la curación. A medida que crecía a ser una mujer, sus enfermedades persistentes continuaban. En 1862, a la edad de 41 años, se hizo paciente de Phineas Quimby, un "hipnotizador" y sanador "magnético". Quimby era un dualista que creía que la mente era "materia espiritual" y que el hombre “existe fuera de sí mismo". Veía a la mente y el cerebro como dos entidades separadas que interactuaban entre sí, y desarrolló la teoría de la "curación mental". Él creía que la enfermedad era simplemente el resultado de un pensamiento defectuoso, y su trabajo con Mary Baker Eddy fue formativo para su propia escritura y pensamiento teológico. En 1866, a la edad de 45 años, Eddy sufrió una caída y una lesión en la columna. Buscó respuestas en la Biblia, y se recuperó de la lesión rápidamente y de forma inesperada. Pasó los próximos tres años estudiando la Biblia y formulando la base de la ciencia cristiana como una filosofía de la mente, una teoría de la curación, y un sistema teológico. Hizo pruebas de sus teorías por varios años y, finalmente, publicó "Ciencia y salud" (rebautizado más tarde como "Ciencia y salud con una clave a las escrituras") en 1875. Propuso este punto de vista y teoría teológica de la ciencia mediante el establecimiento de la Iglesia de la ciencia cristiana, con estudiantes que enseñó en el Colegio metafísico de Massachusetts en la década de los 1880´s. Hoy en día, hay cerca de 100.000 estudiantes de la ciencia cristiana en más de 60 países, en total cerca de 400.000 miembros, en 1.850 a 2.000 congregaciones. Utilizan la Biblia y "Ciencia y salud con clave de las escrituras" como sus dos textos sagrados. ¿Cómo responde la Ciencia Cristiana a la pregunta: "¿Cómo llegamos hasta aquí?" (¿Cuál es la naturaleza de Dios y la creación?) La ciencia cristiana enseña que toda creación es el producto de la mente divina, y el dios de la ciencia cristiana es muy diferente que el Dios del cristianismo bíblico ortodoxo. Eddy describió a Dios como un "principio" impersonal en lugar de una persona (como se describe en la Biblia). De hecho, a menudo Eddy describió a Dios con un número de sinónimos similares impersonales, como 'Principio', 'Alma', 'Mente', 'Espíritu', 'Vida', 'Verdad', y ‘Amor ’. La ciencia cristiana también niega a la trinidad y enseña que mientras que Jesús es divino, no es Dios. Para la ciencia cristiana, hay una distinción entre la naturaleza humana de Jesús y su divino "Cristo".

"Jesús es el nombre del hombre que, más que todos los demás hombres, presentó a Cristo, la verdadera idea de Dios, curando a los enfermos y pecando y destruyendo el poder de la muerte". (Ciencia y salud, 473:10-17) Mientras que Eddy enseñó que toda la creación es un producto de la Mente Divina, hizo una distinción importante que es la diferencia fundamental que separa la ciencia cristiana del cristianismo ortodoxo. Eddy enseñó que la creación de Dios es totalmente espiritual y perfecta y que la materia no existe. Además, el pecado, la enfermedad y la muerte tampoco existen. Aunque podamos pensar que estas cosas materiales existen a nuestro alrededor, estamos equivocados. Simplemente son una ilusión: "La única realidad del pecado, de la enfermedad o de la muerte es el terrible hecho de que las irrealidades parecen reales a la mente errante humana, hasta que Dios le quite su disfraz". (Ciencia y salud, 472:2729). La ciencia cristiana enseña que estamos atados por el mundo material hasta que por fin entendamos que este mundo no es real. Una vez que entendamos la verdad de que la materia, el pecado, la enfermedad y la muerte no son reales, nosotros también tendremos poder sobre ellos. Dios es espiritual y no puede estar enfermo. El hombre, como su creación, es un ser espiritual eterno que ha sido engañado a pensar de que hay un mundo material donde la enfermedad y el pecado tienen poder. Eddy enseñó que la enfermedad era simplemente algo imaginado por el que se llamaba la "mente mortal". Eche un vistazo a un breve resumen de estas ideas que se ofrecen en la "Declaración científica del ser" de la ciencia cristiana que se recita como un credo en iglesias de la ciencia cristiana: No hay ni vida, ni verdad, ni inteligencia ni sustancia en la materia. Todo es mente infinita y su manifestación infinita, porque Dios es Todo-en-todo. El Espíritu es verdad inmortal; la materia es un error mortal. El Espíritu es lo verdadero y eterno, la materia es lo irreal y temporal. El Espíritu es Dios, y el hombre es su imagen y semejanza. Por lo tanto, el hombre no es material; es espiritual. (Ciencia y salud, 468:9-15) Mary Baker Eddy enseñaba que la Biblia estaba llena de errores y sólo era útil cuando se interpretaba a la luz de su propia escritura, "Ciencia y salud con clave de las escrituras". En este volumen, Eddy rechazó al capítulo 2 de Génesis como una corrupción (una "mentira") y se basó en el capítulo 1 de Génesis a fin de afirmar que los seres humanos son una creación totalmente espiritual y no tienen nada que ver con la materia (recordemos que Génesis 2 dice que el hombre fue creado del polvo de la tierra). La ciencia cristiana enseña que la verdadera naturaleza del hombre es que es una creación puramente espiritual e inmaterial de un dios puramente espiritual e inmaterial. Cómo responde la ciencia cristiana a la pregunta: "¿Cómo se puso todo en tan mal estado?" (¿Qué separa al hombre de Dios?) Si Dios es el creador espiritual e inmaterial de todas las cosas, y la única realidad de esta creación es espiritual, el problema con el mundo en que vivimos es sencillo: hemos sido engañados a pensar de que la materia, el pecado, la enfermedad y la muerte existen, ¡pero la verdad es que no existen! ¿Cómo pudo suceder esto? La ciencia cristiana enseña que estamos engañados como resultado del diablo, pero define al diablo como "la maldad, la mentira, el error... una creencia en el pecado, la enfermedad y la muerte...", o la creencia en el mundo material que nos rodea. El diablo no es una persona, sino simplemente una creencia que nos dice a cada uno de nosotros que: "Yo soy la vida y la inteligencia en la materia. Existe más que una mente, porque soy una mente, - una mente malvada, hecha por sí misma o creada por un dios tribal y puesta en lo opuesto de la mente,

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llamada la materia, para reproducir de allí un universo mortal, incluyendo al hombre, no a la imagen y semejanza del Espíritu, sino a su propia imagen" (Ciencia y salud, 584:20-25) Este es nuestro dilema: estamos engañados por esta falsa creencia en el mundo material y la falsa creencia de que somos seres independientes materiales. Debemos superar a estas creencias antes de poder esperar resolver el problema que tenemos mientras existimos en este mundo lleno del pecado, de la muerte y de la enfermedad. Aunque veamos el mal que nos rodea, la ciencia cristiana lo describe como una ilusión: "El mal es una negación, porque es la ausencia de la verdad. No es nada, ya que es la ausencia de algo. Es irreal, porque presupone la ausencia de Dios, el omnipotente y omnipresente. Todo mortal debe aprender que no hay ni poder ni realidad en el mal". (Ciencia y salud 186:12-15) En esta visión del mundo, el mal no es en realidad "real" en lo absoluto. El mal no es una parte ni del ser de Dios ni de su creación. Aunque el mal pueda aparecer real, en realidad es una visión equivocada de Dios y el hombre. La ciencia cristiana enseña que Dios y su creación (siendo realidades puramente espirituales) son completamente (y exclusivamente) buenos. Como seres humanos engañados por nuestra percepción del mundo material, a menudo tenemos pensamientos y actuamos al contrario de nuestra bondad recibida de Dios. Cuando sucede esto, sufrimos de alguna manera. En esencia, experimentamos lo que pensamos que es malo porque hemos entendido mal a la naturaleza de nuestro mundo. Mientras que Dios ha creado todas las cosas para ser buenas, seguimos "malinterpretando" su creación y luego "aplicando mal” los principios de su creación, dando como resultado el sufrimiento que experimentamos en la tierra. Cómo responde la ciencia cristiana a la pregunta: "¿Cómo podemos solucionarlo?" (¿Cómo podemos ser reunidos con Dios?) ¿Cómo podemos "arreglar" este malentendido y mala aplicación para que podamos corregir nuestra situación? La cosmovisión cristiana ortodoxa promete una nueva vida en el cielo con el Dios que nos creó, pero la ciencia cristiana rechaza la idea del cielo como la morada de Dios. Para el adherente de la ciencia cristiana, el cielo y el infierno son simplemente estados de mente. El cielo se describe así: "La armonía, el reinado del Espíritu; el gobierno por el principio divino, la espiritualidad, la felicidad, la atmósfera del alma". (Ciencia y salud, 587:25-27) De manera semejante, el infierno se describe así: "La creencia mortal, el error, la lujuria, el remordimiento, el odio, la venganza, el pecado, la enfermedad, la muerte, el sufrimiento y la autodestrucción; la agonía autoimpuesta, los efectos del pecado, aquello que "produce la abominación o hace una mentira". (Ciencia y Salud, 588:1-4) Como resultado de estas creencias sobre el cielo y el infierno, el adherente de la ciencia cristiana no busca escapar del juicio de Dios y el destino del infierno como un lugar de castigo eterno, sino que trata de liberarse a sí mismo de la ilusión del mundo material. El cielo (la "armonía" y "reino del Espíritu") se puede lograr si uno simplemente puede aprender la verdad y conectarse con la mente de Dios. La "salvación" según la ciencia cristiana se define así: "La vida, la verdad y el amor, comprendidos y demostrados como supremos sobre todo; la destrucción del pecado, de la enfermedad y de la muerte". (Ciencia y salud, 593:20-22) Cristo es parte de la solución según la ciencia cristiana, pero no como un redentor que pagó el precio por nuestros pecados individuales en la cruz. (De hecho, la ciencia cristiana enseña que Cristo no murió en la

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cruz, sino que sus seguidores fueron engañados y creían que estaba muerto cuando él estaba vivo en la tumba). Además, es importante recordarnos que la ciencia cristiana enseña que el pecado y el mal son parte de nuestra ilusión material. Eddy enseñó que Jesús nos ayuda a resolver nuestro problema del engaño al darnos información verdadera sobre la naturaleza del mundo espiritual en que vivimos. La ciencia cristiana describe a Jesús así: "El más alto concepto humano corpóreo de la idea divina, para reprender y destruir el error y llevar a la luz la inmortalidad del hombre”. (Ciencia y salud, 589:16-18) Eddy describió a Jesucristo como el medio por lo cual Dios presentó el "Cristo", que se define como: "La manifestación divina de Dios, que viene a la carne para destruir el error encarnado. (Ciencia y salud, 583:10-11) Jesucristo nos salva, pero no por medio de la "expiación sustitutiva" descrita en el cristianismo ortodoxo. En cambio, es el vehículo a través de lo cual Dios imparte la visión correcta del mundo espiritual en el que vivimos. La ciencia cristiana enseña que podemos tener acceso a la verdad de Dios por medio de la oración como un medio para aprender acerca de la naturaleza de Dios, para que podamos comenzar a ver las cosas como él las ve. En la oración, tenemos que hacer más que pedir un resultado concreto; debemos pedir claridad en nuestra percepción de lo que realmente está sucediendo al nivel espiritual y reclamar lo bueno que existe en este nivel. Al hacer esto, el adherente de la ciencia cristiana espera que surja una visión renovada de la situación. Si el creyente fue engañado al creerse enfermo, por ejemplo, la nueva conciencia espiritual de la realidad invisible curará esta noción falsa y el creyente será sanado. Los adherentes de la ciencia cristiana creen que su fe se perfecciona con el tiempo, que desarrollan más y más su capacidad de discernir la ilusión del mundo material a medida que aprenden más y más sobre el carácter de Dios y el mundo espiritual (mediante la oración). Por esta razón, creen (al menos en teoría) que cuanto más practican su fe, más se va a superar la ilusión. Ellos creen (en teoría al menos) que cuanto más practican su fe, más van a superar la enfermedad, el pecado e incluso la muerte. De este punto de vista, debería ser posible que un científico cristiano fiel viva libre de enfermedad (al menos en teoría) e inmune a la muerte. Las preguntas difíciles a las cuales la ciencia cristiana tiene que responder: Hemos echado un vistazo a la manera en que la ciencia cristiana responde a las tres preguntas más importantes abordadas por toda visión del mundo ("¿Cómo hemos llegado hasta aquí?", "¿Cómo se puso todo en tan mal estado?" Y "¿Cómo podemos arreglarlo? "). Pero, ¿cómo sabemos si las respuestas de la ciencia cristiana son realmente ciertas? Una forma de examinar la perspectiva de la ciencia cristiana es simplemente ver cómo responde a algunas preguntas importantes filosóficas y teológicas que surgen a medida que entendamos mejor lo que enseña la ciencia cristiana; entonces hagamos esas preguntas en un esfuerzo por llegar a la verdad. Las siguientes preguntas son diseñadas para desafiar las afirmaciones de la ciencia cristiana acerca de la realidad y ayudarnos a iniciar una discusión con algunos amigos o familiares que tengan esta visión del mundo: Preguntas filosóficas Empecemos con algunas preguntas que surgen de unas preocupaciones filosóficas básicas: 1. Si no se puede fiar en el mundo material, ¿cómo podemos confiar en la Biblia y en "Ciencia y salud", si los dos existen en este mundo material? Este parece ser el problema fundamental con cualquier vista del mundo que sostiene que toda materia es una ilusión, ¡pero luego afirma haber aprendido esta verdad de algo que pertenece al mundo material! ¿Cómo se puede fiar en las escrituras de Mary Baker Eddy si son parte de la ilusión? ¿Cómo se pudiera

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haber fiado en ella durante su vida si ella misma era parte de la ilusión? 2. Si toda la realidad es una ilusión a cada uno de nosotros individualmente, ¿cómo es que todos experimentamos la misma ilusión? Pensemos en esto por un momento. Si la realidad es una ilusión que cada uno de nosotros percibe, ¿cómo es que todos experimentemos la misma ilusión? No hay tal cosa como una alucinación “en grupo”, y de igual manera, no puede haber una ilusión material “en grupo”. La ciencia cristiana enseña que una persona puede superar la ilusión del mundo material y vencer la enfermedad y la muerte, y se supone que este logro iluminado es posible al nivel individual. En otras palabras, está claro que la ciencia cristiana enseña que cada uno de nosotros está experimentando la ilusión del mundo material y que hay que superar a esta ilusión individualmente. Entonces, ¿cómo es posible que cada uno de nosotros (individualmente) esté experimentando la misma ilusión? 3. ¿Cómo es que un Dios bueno, que creó todo bueno, permitiera que exista el engaño? Tenemos que hacer la pregunta fundamental: "¿Es un mundo de ilusión material y de engaño" ‘algo bueno’? Si no lo es, entonces ¿cómo es que un Dios bueno permitiera que exista un mundo así? ¿Qué puede ser el propósito tan bueno que Dios está tratando de lograr que REQUIERE engañar a la gente? Como cristianos, se nos pregunta a menudo cómo el mal puede existir si Dios es todopoderoso y todo amor. Nuestra respuesta es que Dios tiene un mejor propósito (la capacidad de amar desde una posición de libre albedrío), y así tiene que permitir el mal que también resulta del libre albedrío. Pero, ¿qué es el propósito mejor que el dios de la ciencia cristiana está tratando de lograr al permitir maldades tales como la ilusión material y el engaño?

4. Si nuestra existencia corporal es irreal, ¿cómo podemos confiar en algún testimonio presencial de la forma corporal de Jesús? Una de las mayores preguntas a la cual la ciencia cristiana tiene que responder es la de si la aparición material de Cristo era también una ilusión. Si lo fue, ¿cómo sabemos que los discípulos realmente vieron a algo en que se podría confiar? ¿Cómo sabemos si registraron con precisión sus palabras? 5. Nuestros sentidos son parte del mundo material. ¿Cómo entonces podemos confiar en ellos para saber si realmente estamos curados? La ciencia cristiana propone que por medio de la oración, cada uno de nosotros puede entender la naturaleza de Dios y la verdad de la realidad espiritual que nos rodea. Esta visión del mundo también enseña que podemos superar la enfermedad de esta manera y que hay una serie de curaciones registradas en la historia de la ciencia cristiana. Pero, ¿cómo podemos confiar en nuestras observaciones relacionadas con estas curaciones si estas observaciones existen dentro de la ilusión material? 6. Si las narrativas históricas bíblicas no son fiables (porque la historia material es una ilusión), entonces ¿cómo vamos a confiar en que Jesús vivió en la historia como en la Biblia? La ciencia cristiana tiene una tendencia a alegorizar todas las historias de la Biblia y minimizarlas desde una perspectiva didáctica. No es sorprendente que la ciencia cristiana devalúa todo tipo de material histórico, ya que la visión del mundo no confía por nada en las ilusiones de nuestra existencia física y material. Pero si no se puede confiar en las narraciones históricas de las Escrituras, ¿cómo se puede confiar en algo acerca de Jesús? ¡A fin de cuentas, Cristo se nos presenta en el contexto de una narrativa histórica! 7. ¿Por qué no ha producido la ciencia cristiana por lo menos unos pocos creyentes que han conquistado totalmente las enfermedades y la muerte? ¿Por qué no viven por más tiempo? Como hemos comentado anteriormente, los adherentes de la ciencia cristiana ven a su fe como un trabajo progresivo de crecimiento espiritual que debería permitir a los creyentes superar la ilusión del

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mundo material e iluminarse más y más acerca de la realidad espiritual de su existencia. Si esto fuera cierto, deberíamos ver la capacidad de un número de estos creyentes de conquistar el engaño y sufrir cada vez menos enfermedad y tal vez conquistar completamente la ilusión de la muerte. ¿Por qué no lo vemos? Preguntas Bíblicas Ahora hagamos algunas preguntas relacionadas con los temas que se tratan directamente en la Biblia. A fin de cuentas, la ciencia cristiana afirma que usa la Biblia como algún tipo de autoridad; por lo tanto es justo comparar lo que propone la ciencia cristiana a lo que enseña la Biblia:

1. Usted describe a Dios como un "principio" impersonal, no como una persona. ¿Cómo resuelve esta descripción con las enseñanzas bíblicas que describen a Dios como una persona que ve, que oye, que habla, que se acuerda, y que sabe? Génesis 6:5-6 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Éxodo 2:24-25 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. Números 11:1 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Salmo 79:8 No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, porque estamos muy abatidos. 2 Timoteo 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 2. Usted dice que Jesucristo no era Dios mismo. ¿Cómo resuelve esto con los pasajes bíblicos en que Jesucristo se describe como Dios o en que hay evidencia significativa de su deidad? Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Filipenses 2:5-8. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 1 Juan 2:22-23 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.

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3. Usted dice que Dios existe solamente como "principio" y que toda materia es una ilusión. ¿Cómo se resuelve esto con los pasajes bíblicos en que Jesús demostró la realidad de la materia? Juan 1:14-15 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Mateo 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 4. Usted dice que ni el pecado, ni el mal, ni la muerte existe. ¿Cómo resuelve esto con los pasajes bíblicos que enseñan que el pecado es real y nos separa de Dios? Isaías 59:2 Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Marcos 7:20-23 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre. Romanos 5:12, 6:23 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. 5. Usted dice que la sangre de Jesús en la cruz no nos limpió del pecado. ¿Cómo resuelve esto con los pasajes bíblicos que enseñan que la sangre de Jesús expió el pecado de la humanidad? 1 Pedro 2:24 Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 6. Usted dice que los discípulos fueron engañados a creer que Jesús estaba muerto cuando de verdad estaba vivo en la tumba. ¿Cómo resuelve esto con los pasajes bíblicos que enseñan que Jesús murió y resucitó de entre los muertos en forma corporal? John 20:16, 17, 20, 27 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Por lo tanto, ¿puede ser esto cierto? Cada visión del mundo tiene que ser consistente internamente (comparada con sí misma) y externamente

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(comparada con el mundo a lo cual propone describir). La inconsistencia en la ciencia cristiana parece existir a ambos niveles. Una serie de preguntas filosóficas y bíblicas parecen exponer las contradicciones internas de esta visión del mundo. Además, ¡sería difícil medir sí o no es externamente consistente, si ni podemos confiar en nuestras observaciones en el mundo material! Por estas razones, parece que la ciencia cristiana no pasa la prueba de un examen interno y externo.

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