Por qué se descontrolan los jóvenes

municipal. “Se trabaja en conjun- to desde las 3 ... conjunto con la policía y el municipio para prevenir excesos. ... DARIO PALAVECINO. CORRESPONSAL EN ...
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INFORMACION GENERAL

Domingo 1º de febrero de 2009

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VIOLENCIA EN VACACIONES Y EXPLICACIONES DE ESPECIALISTAS

Por qué se descontrolan los jóvenes Continuación de la Pág. 1, Col. 5 enero, respecto del año anterior y sus potenciales compradores eran los adolescentes. En cuanto al crecimiento de la violencia entre los jóvenes, Rosa Petronacci, psicoanalista, especialista en niños y adolescentes y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) sostuvo que “es un fenómeno complejo atravesado por múltiples factores sociales, culturales, familiares, e históricos y no hay una causa única que lo explique”. Sin embargo, indicó que “los adolescentes tienden a la descarga inmediata, y si a eso se le suma el alcohol y la droga, la inhibición baja y se favorece a acciones sin pensar”. Según Miriam Mazover, psicóloga y directora del Centro Dos, una Asociación civil para la asistencia y docencia en Psicoanálisis, “la violencia y el descontrol están creciendo en todos lados, y no sólo en la costa, porque algunos adultos no ejercen bien su función de amparo, de protección y de transmisión de la diferencia, es decir, saber diferenciar los roles y qué está bien y qué está mal”. La especialista precisó: “Cuando desaparece la función del adulto y con ella la noción de diferencia, aparece la acción sin ley, la violencia”. Para Mazover, la sociedad también invita a que muchos padres no cumplan con su función. “Estamos inundados de estímulos para que los padres se igualen a los chicos y no les pongan límites ni les transmitan valores”, sostuvo. Eva Rotenberg, psicóloga y directora de la Escuela para Padres, coincidió con su par. “A los padres les cuesta poner límites. Esa falta de autoridad que comienza cuando los chicos son pequeños y continúa en la adolescencia, lleva a que los chicos se descontrolen más”, dijo. Las psicólogas coincidieron en que el adolescente necesita límites claros y no violentos y que es fundamental que los padres generen vínculos de confianza, los escuchen y los contengan. “La presencia afectiva del adulto en una etapa tan difícil como la adolescencia es una de las claves para un buen desarrollo”, añadió Petronacci. Además el diálogo es fundamental antes de que los chicos partan de vacaciones con los amigos. Adrián Dall Asta, director ejecutivo de la Fundación Proyecto Padres, que durante el verano realiza acciones educativas sobre el descontrol adolescente en las playas bonaerenses, manifestó su preocupación: “Desde el comienzo de la temporada la fundación está denunciando casos de violencia en la costa. El grado de descontrol y de desconcierto de los chicos es muy grande”. Según Dall Asta, en San Bernardo “los jóvenes toman alcohol como agua desde las cinco de la tarde y además la droga circula por todos los balnearios”. Para el director de la fundación, los padres no son los únicos responsables. “Los chicos están huérfanos de padres, de un Estado que les ponga límites claros y de una buena educación”, detalló y sostuvo que “esta ausencia de modelos termina en violencia porque los jóvenes necesitan manifestarse; el descontrol es un llamado de atención para los padres”. Por otro lado, Vivian Perrone, presidenta de la Asociación Madres del Dolor, también se mostró consternada por el descontrol en las playas. “Nos confirmaron que desde el 1º de enero hasta el 15 se ahogaron 11 jóvenes. Tres de ellos murieron por haberse excedido con el alcohol y todavía se está investigando qué sucedió con el resto”, dijo. Los especialistas consultados coincidieron en que lo que sucede en la costa es una expresión magnificada de lo que ocurre todo el año con jóvenes de todos los estratos sociales.

Preocupación de Scioli por la sucesión de incidentes Exhortó a los jóvenes, padres y comerciantes

MAURO V. RIZZI

La policía distrital de Mar del Plata tuvo que aumentar la cantidad de uniformados en las puertas de las discos para prevenir incidentes

La policía reforzó la vigilancia frente a las discos marplatenses Son pocos los disturbios entre chicos; dicen que se triplicó la venta de alcohol en enero DARIO PALAVECINO CORRESPONSAL EN MAR DEL PLATA MAR DEL PLATA.– “En serio. Lo juro. Es chocolatada”, balbuceaba entre risas, mientras aceleraba el paso la chica, de 20 años, y abrazaba, como su más preciado tesoro, esa caja sin abrir de seis vinos espumantes que tanto esperaba su grupo de amigos unos metros más adelante. Porque no hacía falta cruzar la puerta de un bar o una discoteca para tener alcohol al alcance de la mano. Las bebidas llegaron en manos de sus propios consumidores que sobre la calle, o más temprano en la playa, arman su propia previa y a un costo más bajo que el de consumir en cualquier barra. Aún cuando en la ciudad se reconoce menor nivel de gasto en los turistas, un comerciante vinculado al sector aseguró a La Nacion que en este enero triplicó la venta de cerveza con respecto al año anterior. El consumo de alcohol es excesivo, tanto en paradores como en locales nocturnos, pero aún así las autoridades aseguran que en lo que va de la temporada no hubo grescas ni lesionados de magnitud por peleas de grupos dentro o fuera de los boliches. Sí, en cambio, cada madrugada llegan a la guardia de los hospitales algunos jóvenes o menores que han bebido más de la cuenta y requieren atención médica, inclusive internación en casos más graves de coma alcohólico (ver aparte). Desde la Jefatura Departamental aseguran que el operativo de control de la nocturnidad está

dando los resultados esperados. El capitán Cristian Prendes, a cargo de la comisaría 7a., con jurisdicción sobre las discotecas de la avenida Constitución, afirmó que cada noche realizan un importante despliegue de uniformados en toda la zona. Recuerda que allí no sólo se va a bailar después de medianoche. También hay matinés para adolescentes, de 20 a 23, y una discoteca que ya recibió una decena de recitales en vivo. “No hemos tenido inconvenientes”, aseguró. Apenas, resaltó una escaramuza entre jóvenes enfrentados por pertenecer unos a Quilmes y otros a Peñarol, clubes locales rivales en el básquet. Además, señaló que sólo se regis-

tran en lo que va del mes 40 aprehendidos por averiguación de antecedentes, en su mayoría jóvenes en actitud sospechosa o que bebían alcohol antes de entrar en las discotecas. “Es una labor preventiva”, aclaró. En el otro extremo de la ciudad, la diversión nocturna se concentra en la calle Alem y sus alrededores. Por allí circulan decenas de miles de jóvenes y adolescentes cada noche. Y la mayoría va de aquí para allá, de un bar a otro, siempre con un vaso en la mano. “Por suerte no hemos tenido casos importantes de violencia”, aseguró el capitán Pablo Bianchi, titular de la comisaría 9a. Atribuyó este resultado a la fuerte presencia policial en todo el sector

Casos de coma alcohólico Sobre 321 casos atendidos en guardias hospitalarias por profesionales de adicciones, más del 84% correspondió a excesos en el consumo de alcohol. Según informaron fuentes oficiales, los cuadros más graves correspondieron a cinco jóvenes, entre ellos tres menores de 9, 17 y 16 años que llegaron a los distintos hospitales con diagnóstico de coma alcohólico. La estadística corresponde a este mes de enero, fue difundida ayer por la Subsecretaría de Atención de las Adicciones del Ministerio de Salud bonaerense y alcanza a las localidades balnearios que se extienden en la

costa atlántica desde San Clemente del Tuyú hasta la zona de Monte Hermoso. El alcohol, según el informe, estuvo presente en el 84,1% ya sea por consumo exclusivo de bebidas o, en casi un 15%, combinado con otras sustancias como psicofármacos, marihuana o cocaína. Entre los menores atendidos los profesionales constataron que en el 90,2% de los casos estaban bajo los efectos de un consumo excesivo de alcohol. En cuanto a los cinco casos de coma alcohólico, correspondieron a dos mujeres de 17 y 18 años y tres varones de 16, 9 y 23.

a partir de refuerzos que tuvo esa dependencia y el trabajo mancomunado con otras divisiones de la policía y organismos de control municipal. “Se trabaja en conjunto desde las 3 hasta las 8, todos los días”, remarcó. Pero poca intervención dicen haber tenido por roces entre jóvenes o grupos. Admite que siempre algo de eso puede haber, pero nada que haya pasado a mayores.

“Peleas hay todas las noches” Los vecinos de la zona destacaron dos hechos puntuales. Uno con un joven golpeado a la salida de un bar de Alem y Quintana y otro incidente en el que los atacados fueron dos policías. “Peleas hay todas las noches”, insisten quienes sufren desde más cerca esta concentración de jóvenes desde la noche hasta el amanecer. Pablo Villar, titular de la cámara que reúne a los dueños de bares de la zona, insistió que se está actuando en conjunto con la policía y el municipio para prevenir excesos. “Nos reunimos y así se reforzó la seguridad en la zona desde hace más de quince días”, relató a La Nacion. Mientras que el capitán Bianchi sólo reconoció algunas detenciones en la zona, pero los vinculó a hechos ajenos a trifulcas o situaciones de violencia. En su mayoría, los detenidos fueron cuidacoches sospechosos y algún otro individuo por intento de robo a vehículos estacionados o casas de la zona. Desde la policía se explicó que tuvieron pocas intervenciones por entre grupos de adolescentes.

LA PLATA.– El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se mostró consternado por la violencia registrada en las recientes peleas juveniles ocurridas en San Bernardo y Pinamar, una de las cuales terminó con un muerto. “Les pido a los jóvenes que se cuiden, que cuiden su cuerpo, su mente y a las personas que quieren y que recuperen el apego por la vida”, dijo el mandatario provincial. “Me permito como ciudadano, como padre y como gobernador, sin deslindarme de la responsabilidad institucional que me encomendaron, pedirles a los jóvenes un compromiso simple: que se cuiden, que las vacaciones sean un momento de merecido descanso y que no sean empañadas por la droga y el alcohol y por actitudes desmedidas”, remarcó Scioli en un reportaje que concedió a Radio Provincia. Es que, para Scioli, las drogas y el alcohol “potencian la violencia”. Por eso, como se ha informado en ediciones anteriores, el mandatario provincial se opone al proyecto de despenalización del consumo de drogas, promovido desde el gobierno nacional. Este es, tal vez, el único punto en el que Scioli se ha mostrado en desacuerdo con Cristina Fernández de Kirchner. El gobernador, cabe recordar, dijo a LA NACION, en una entrevista reciente: “La droga es una de las raíces del delito. ¿Quién me garantiza que esa persona que después se droga no va a salir a cometer algún delito? Detrás de esos hechos de inseguridad, en los que vemos una ferocidad incomprensible, generalmente hay drogas. Por eso, no hay que legalizarla”. En efecto, fueron muy violentas las últimas peleas en la costa: en la madrugada de anteayer, durante una reyerta ocurrida a la salida de un boliche de Pinamar, un joven fue herido con un cuchillo. El día anterior, en San Bernardo, José Luis Frano, de 23 años, fue degollado luego de haber ido a bailar.

“Reforzar el diálogo” Scioli no sólo les habló a los jóvenes. También se dirigió a los padres de esos jóvenes y a los dueños de boliches y quioscos. A los primeros les pidió “reforzar el diálogo con sus hijos, recuperar la confianza con ellos y enseñar en la cotidianeidad los límites y valores morales de la familia”. Además añadió: “Los jóvenes son nuestra gran ilusión y tenemos que depositar en ellos toda nuestra fe y motivarlos a que cambien todo lo que haya que cambiar”. A los comerciantes les recordó que en la provincia está prohibida la venta de alcohol a menores de 18 años. Dijo que es necesario que cumplan con esa norma, ya que “en ese caso, la responsabilidad salva vidas”. “Yo me comprometo a trabajar codo a codo con los intendentes –agregó– para que los establecimientos cumplan con los permisos de habilitación y fortalecer los controles de alcoholemia en las avenidas en las que se encuentran los boliches”, agregó.

En Pinamar, los excesos y la violencia llegan siempre de la mano del alcohol Los jóvenes forman rondas alrededor de heladeras llenas de botellas en la playa o en las veredas EVANGELINA HIMITIAN ENVIADA ESPECIAL PINAMAR.– Son los dueños de la noche. Los más chicos tienen 14 años y los mayores, los “decanos de la movida,” apenas llegan a los 25 años. Pasada la medianoche, esta ciudad se convierte en una fiesta a la que asisten más de 20.000 adolescentes cada noche, en la que el alcohol es el convidado de lujo y el descontrol el invitado que llega pocas horas más tarde, cerca del amanecer. Las crónicas de jóvenes heridos, apuñalados y hasta muertos cuando salían de bailar en la costa atlántica durante la pasada semana instalaron el foco sobre la nueva noche adolescente. Los vecinos y turistas de Pinamar y de San Bernardo denuncian que esas ciudades ya no son destinos de la familia y apuntan a la falta de controles del gobierno y a las inmobiliarias

que les alquilan a departamentos a adolescentes. En la madrugada de ayer, LA NACION recorrió los puntos más frecuentados por la juventud en Pinamar, entre las 2 y las 9. Los bares del centro estaban repletos. Había adolescentes que bajaban a la playa con sus heladeritas. Otros, armaban rondas en la vereda. Y los que podían, se sentaban en las mesitas a la calle y pedían un trago. Cerveza, licores, mojitos. En algunos bares y quioscos, se leía una calco de la campaña que cervecería Quilmes impulsó en la costa “Yo no les vendo alcohol a menores”. De todas formas, los chicos se las ingenian para conseguir bebidas. En la playa, a metros del mar, un chico se acuesta a la arena escoltado por dos ángeles: una rubia y una morocha. Primero se besa con una, después con la otra. Se quedan abrazados los tres, para espantar el frío.

Hasta las 4, todo son sonrisas, miradas, tragos compartidos y besos. Pero poco más tarde, cuando el alcohol comienza a subir, aparecen las discusiones. Una camioneta de la municipalidad recorre la noche adolescente para juntar las botellas vacías y sacarlas de circulación antes de que se conviertan en armas o misiles. No es para menos. Anteayer, al joven que fue internado a la salida del boliche Ku le rompieron una botella en la cabeza y después le tajearon la espalda. Las peleas callejeras se convirtieron en un signo de esta temporada. Según comprobó LA NACION durante la última quincena, todos los días, en el hospital local, se atendieron a uno o dos jóvenes con cortes o lastimaduras por peleas en la calle durante la madrugada. Cerca de las 4, muchos adolescentes peregrinan hacia El Alma -Ku, el gran

boliche de Pinamar. Ellas van de tacos, minishort e hiperproducidas. Ellos, de infaltable buzo con capucha. “Uy, Melu se puso violenta”, decían unas adolescentes que iban camino del boliche. La chica, con sandalias súper altas y short balloon, pateaba descontrolada una lata de cerveza que encontró a su paso. A pocos metros, todo el grupo de chicas dio alaridos cuando un auto casi las lleva por delante. Uno de los móviles policiales instalados frente al boliche recibió la noticia: rompieron la vidriera de un local del centro y varios chicos se cortaron. Hacia allá fueron las patrullas. La entrada al boliche cuesta unos 40 pesos y hay que sumarle los tragos. Además, no se les permite el ingreso a los menores de 18. Por eso, muchos adolescentes simplemente eligen deambular por las calles y los bares hasta que amanezca.

SOLEDAD AZNAREZ/ENVIADA ESPECIAL

Una imagen repetida: beber al amanecer en las playas de Pinamar