Para atrapar a la ladrona

que pone en marcha la historia: una mujer enigmática y sensual que pa- sea su figura ... “Estaba en Lérida con mi película anterior cuando en un diario leí un.
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ESPECTACULOS

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CINE s LLEGA LA VIEJA DE ATRAS

Miércoles 19 de enero de 2011

CINE s ESTRENO DE MAÑANA

Una historia sobre el fin de una etapa “La segunda película es la más difícil”, dice Pablo José Meza, el director que hace seis años llamó la atención de la crítica y del público con Buenos Aires 100 km, en la que observaba con atención el particular mundo de adolescentes en un pueblo. Ahora su mirada apunta a nada más que dos personajes, un joven provinciano apenas más que adolescente instalado en la gran ciudad para estudiar medicina y una señora mayor muy solitaria, que vive en el mismo edificio, en la otra punta del pasillo. En La vieja de atrás, que Primer Plano estrenará mañana, Meza reunió a la consagrada Adriana Aizenberg y a un cada vez mejor plantado Martín Piroyansky, para contar una historia de distancias y soledades, en un pequeño departamento. “Estaba en Lérida con mi película anterior cuando en un diario leí un aviso en el que una anciana ofrecía casa y comida a cambio de compañía para conversación”, recuerda Meza, en diálogo con LA NACION. La película, por la que Aizenberg ganó el premio a mejor actriz en el Festival de Huelva y Piroyansky el dedicado a mejor actor en el de Gramado, contó además con la participación de Marina Glezer, Rafael Sieg, Brenda Gandini y Atilio Pozzobón.

–¿Cuáles son tus obsesiones? –Creo que la soledad y en los finales de etapas. Con el fin de la infancia en la primera y de la adolescencia en ésta, y también el último tramo de alguien mayor. Lo otro que creo tienen en común las dos películas es que tanto los chicos como los ancianos hacen lo que quieren, no tienen el filtro que le podemos poner los adultos a nuestros deseos, preocupados por la mirada de los otros. Más allá de un juicio de valor por lo que hagan, es algo más honesto. –Hablame de los personajes... –Cuando era chico atendía un negocio en el que venían muchas ancianas a comprar, y me quedó mucho de las mañas que tienen y esta cosa de la soledad impuesta por el destino. Marcelo debía transmitir toda esa cosa del hermetismo de los adolescentes, a los que les parece que todo les da lo mismo, y la sensación de que la ciudad te puede tragar. Me gusta mucho reflejar la realidad y quizá por eso, al ser todo tan crudo, mis películas pueden generar rechazo. Hay que bancarse la realidad. Es complicado cuando una película puede convertirse en un espejito que nos muestra cómo somos.

Claudio D. Minghetti

El director de La vida de los otros, Florian Henckel von Donnersmarck, cambió el drama de autor por el franco entretenimiento COLUMBIA

Adriana Aizenberg, como la “vieja” del título PRIMER PLANO

Angelina Jolie y Johnny Depp protagonizan este sofisticado thriller ambientado en Venecia

CINE

ESTRENOS Los viajes de Gulliver

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(EE.UU.) De Rob Setterman. Con Amanda Peet y Billy Connolly. Un escritor que viaja en barco se pierde en las Bermudas y llega a una isla habitada por seres diminutos, quienes lo verán como un gigante.

morirán de terrible forma.

La vieja de atrás

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(Argentina-Brasil) De Pablo José Meza. Con Adriana Aizenberg y Martín Piroyansky. Ver aparte

Sidra

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El turista

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(EE.UU.) De Florian Henckel von Donnersmack. Con Johnny Depp y Angelina Jolie. Ver aparte.

(Argentina) De Diego Recalde. Con Martín Policastro y Gabriela Lema. Aventuras y desventuras de un grupo de jóvenes frente a sus deseos y obsesiones.

Escupiré sobre tu tumba

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(EE.UU.) De Steven R. Monroe. Con Sarah Butler y Jeff Branson. Una joven escritora se traslada a una casa ubicada en un bosque y será atacada por varios individuos que, como venganza de ella,

Para atrapar a la ladrona

Más información. Mirá los avances de las películas en www.lanacion.com.ar

FERNANDO LOPEZ PARA LA NACION Si el éxito de un film dependiera sólo del peso de los nombres, podría decirse que El turista (The Tourist), que Columbia dará a conocer mañana, lo tiene casi garantizado. A la cotizadísima pareja Angelina Jolie-Johnny Depp, dos estrellas en el tope de su fama, hay que sumar al director alemán Florian Henckel von Donnersmarck, a quien le bastó un solo largometraje –su ópera prima La vida de los otros– para ganar prestigio internacional y unos cuantos premios, entre ellos el Oscar a la mejor película extranjera de 2006. Y también la curiosidad que puede despertar su ingreso en un género bien distinto: la comedia policial. Pero aún hay más: la elegancia y la espectacularidad de los escenarios –Venecia y, en menor medida, París–, por ejemplo. O el sofisticado vestua-

rio –obra de la premiada Colleen Atwood– que luce, del principio al fin, la misteriosa dama que encarna Jolie y que, por supuesto, seduce al turista animado por Depp.

La dama aparece De misterio se trata. Y también de expertos en lavado de dinero, mafiosos violentos, investigadores encubiertos, operadores financieros que a veces se quedan con el dinero de sus clientes y desaparecen como por arte de magia y damnificados tan interesados en atraparlo como los gobiernos y las policías de media Europa, todo en una clave que aspira a parecerse más a La pantera rosa que a los clásicos de Hitchcock. La presencia del ex 007 Timothy Dalton en el elenco dice algo al respecto. Como se ve, un brusco cambio para Donnersmarck: del film de autor al franco entretenimiento.

Pero el realizador nacido en Colonia hace 37 años lo ve de otro modo: “No hay grandes diferencias –ha dicho–; los momentos de juego puro con los actores son más o menos similares, no importa si uno trabaja en Hollywood, en Venecia o en Berlín o si los intérpretes son estrellas internacionales o figuras escasamente conocidas fuera de Alemania. La gran diferencia está en los objetivos. En La vida de los otros mi intención era condensar en dos horas la densidad emocional y la caracterización compleja de un personaje que podría encontrarse, por ejemplo, en una novela de Balzac; en El turista lo que busqué está más próximo a la sofisticación y el glamour de una revista de modas”. Y Angelina –“puro glamour y femineidad aun cuando acaba de despertarse por la mañana”, según opina el cineasta– es Elise Ward, el personaje que pone en marcha la historia: una

mujer enigmática y sensual que pasea su figura de modelo por las calles de París sin darse por enterada del cortejo que la observa a prudente distancia. Claro que no se trata de admiradores: son los que, uniformados o no, no le pierden pisada con la esperanza de que en algún momento los conduzca al ladrón de guante blanco que se ha esfumado después de alzarse con una fortuna de origen incierto que debía blanquear. Tarde o temprano, se presume, la dama, enamorada del fugitivo, tendrá que encontrarse con él. Depp, un turista a quien conoce en el tren a Venecia, le servirá de pantalla. El film, cuyo elenco incluye también a Paul Bettany, Steven Berkoff, Rufus Sewell, Alessio Boni y Raoul Bova, es la remake de El secreto de Anthony Zimmer, film francés que en 2005 dirigió Jérôme Salle, con Yvan Attal y Sophie Marceau.

MUSICA s JAURIA, EN MAR DEL PLATA

El rock ya no puede esperar Continuación de la Pág. 1, Col. 2 Buenos Aires recién se presentarán el 16 de abril en El Teatro de Flores. “Queríamos despuntar el vicio y tocar. Teníamos una idea medio fantasiosa: hacer un showcito de amigos”, cuenta Ciro Pertusi, sentado a la mesa con sus nuevos compañeros y en su nueva sala de ensayo, en San Telmo. Ni sangre ni ira ni patadas a los tobillos. No hay palabras agresivas para sus ex compañeros de Attaque 77 ni revelaciones sobre las supuestas causas que derivaron en su salida de la banda. Casi todo es futuro y este presente que, en un abrir y cerrar de ojos, formó una banda, grabó un disco y ahora sale a tocarlo. “Tenía unas canciones de Attaque que me gustaba hacer, pero primero lo llamé a Pichu [Serniotti], con quien hacía tiempo que quería hacer algo”, agrega Ciro y se cae de maduro que ese primer plan nunca se llevaría a cabo, pero sí uno mucho más pretencioso. En ese llamado a Pichu iba impresa su admiración por el guitarrista. “Me gustaba mucho Cabezones. Siempre tomo como referencia tres discos: Alas, muy power; Intraural, muy íntimo, y Jardín de extremidad, donde juntaron las dos cosas. Yo sabía que él estaba detrás de la

producción y lo llamé porque quería hacer algo nuevo. –Con Ray, en cambio, se conocían más... –Con Ray sabía que cualquier cosa que hiciéramos iba a estar bien. El viaja con los estilos y es muy ducho con lo power. Y Mauro es un amigo de toda la vida, sólo nos faltaba tocar juntos. El tocó con mi hermano en Romanticistas, tiene su banda, Ninjas, y tiene la información del punk más vanguardista. Ciro cuenta que se fue a vivir a México como se pudo haber ido a cualquier otro lugar donde no lo conociesen. “Y donde yo me desconociese un poco y me encontrase. Ahí vacié un poco el disco rígido de toda la carga que tenía en general, de la vida, no sólo de la música y, al tiempo, sin querer, me encontré componiendo de vuelta. Me llevé una guitarra, por las dudas, y de repente empezaron a salir las melodías. Hice un demo muy precario y me di cuenta de que había material para hacer algo. Mientras, los chicos maduraban acá la cuestión de banda y cuando llegué ya estaban sonando. Ahora vení a probarte vos, me dijo Ray y nos encontramos con un set de 25 canciones que estaban buenísimas.” Ray conocía a la perfección su rol y su lugar en El Otro Yo, pero

hacía tiempo que había excedido el puesto de baterista. Se dedicó a tiempo completo a producir a otras bandas, algo que ya hacía en los días de EOY, y a escribir textos y músicas, como las tres canciones de su autoría que descansan en el debut de Jauría. “Tengo mucha música compuesta –cuenta Fajardo–. Generalmente la comparto con quien siento que debo hacerlo, como las ideas. ¿Viste? Ciro me preguntó si tenía canciones y le dije que tenía un último demo, porque cuando están listas las grabo y las guardo. Se las mostré, nos gustaron a todos y les dimos forma de Jauría. Estuvo buenísimo como fuimos creando la personalidad musical de la banda. Cada uno aportaba sus texturas, nos enamorábamos de eso como intérpretes y después Pichu le daba un orden a todo eso.” En la medida en que aumentaban las ilusiones, la comunicación fue in crescendo entre el DF y Buenos Aires. “Las conversaciones de MSN eran una risa, nos embalábamos escribiendo y llegaba un momento en el que no sabíamos de qué estábamos hablando . Después la seguimos cara a cara y al final nos dimos cuenta de que no somos tan distintos.” –¿Tuvieron que superar miedos personales?

Ciro: –Yo temía que alguien del público dijera volvé a Attaque, pero eso no pasó. Siempre hay quien quiere ver sangre, es un símbolo de estos tiempos. Un ciclo es toda una bola que desemboca en un final y hay cosas que tienen que quedar en la intimidad. El detonante es una gota que derrama un vaso que está lleno de un montón de cosas en las que vos sos el denominador común y si llegaste hasta esa instancia es porque estuviste de acuerdo. ¿Sabés por qué cada uno de nosotros estuvo en Attaque, en Cabezones, en El Otro Yo? Por amor. ¿Y por qué nos fuimos? Por amor. Yo buscaba enamorarme de nuevo, por eso la primera canción [“El tren”] dice Sigo en tren de un sueño mágico. Como dice el Indio [Solari]: Vivir solo cuesta vida. Yo viví 21 años en Attaque 77 y mientras vas viviendo hay cosas que van muriendo.

1PARA AGENDAR Jauría: primer show de la banda liderada por Ciro Pertusi. Hoy, a las 21, en Abbey Road, J.B. Justo 620, Mar del Plata. Entradas desde 50 pesos. Venta anticipada en www. viaticket.com.ar.

Serniotti, Ambesi, Fajardo y Pertusi, listos para salir a rockear SOLEDAD AZNAREZ