CÓMO ECHAR FUERA AL TEMOR (1) ¿Ha pensado cuántas oportunidades y cosas buenas en la vida ha perdido por no intentarlo? La razón más común por la que renunciamos al intento es el miedo de fracasar. Es cierto pues decir con el presidente Roosevelt que “Lo único que debemos temer es el temor mismo”. Que este sentimiento era bien conocido aun en tiempos bíblicos podemos leer en Salmos 55:5-7. Si usted alguna vez se ha sentido atrapado por el miedo, está en buena compañía. !David, rey y héroe, sintió igual! El TEMA es El Temor y cómo vencerlo y el PROPÓSITO es reconocer las consecuencias negativas del miedo para encontrar la solución verdadera. ¿Cómo se puede vencer el miedo?
09 de Abril de 2019 Nº 10
1. ESTIMAR EL RIESGO (Pr 14:8): El temor en sí no es malo. Bien enfrentado nos hace evaluar el riesgo que corramos y nos impide actuar a la loca. Esto es especialmente importante cuando hay que • pensar si estarán en riesgo otras personas que ignoran la situación,
Deuteronomio 14:26 Dfdfdfdf
• pensar si estará en riesgo mi integridad moral, • pensar si estará en riesgo mi integridad física, • pensar si estará en riesgo mi economía presente y futura. Cuando David se encontró en peligro real, prefirió huir de Saúl, pero no para siempre. Se trata de evaluar bien las consecuencias de la acción planeada y esperar el momento oportuno. Existen también los miedos irreales que no implican riesgos verdaderos, pero que son grandes obstáculos en nuestro progreso. La probabilidad de quedar lastimado en un accidente en carretera es real , pero la solución no es dejar de usar carro. Más bien, revise los frenos, póngase el cinturón, y arranque orando por la protección del Señor. 2. EVALUAR LAS CONSECUENCIAS REALES: Imagínese ahora mismo estar en una de las situaciones que le hacían huir. ¿Un examen en el colegio, una entrevista de trabajo, una solicitud de crédito al gerente del banco? Hágase esas dos preguntas: 1. ¿Qué es lo peor que puede pasar si enfrento la situación? Las respuestas pueden ser múltiples, pero casi siempre tienen que ver con el fracaso. Lo peor podría ser fallar en el examen o no conseguir el empleo o recibir el rechazo de la petición. Pero en ningún caso le cortarán la cabeza, ni le echarán a la fosa de leones. 2. ¿Qué es lo que ocurrirá si evado la situación y me escondo? No pasará el examen, no conseguirá el empleo y no habrá ninguna respuesta a una petición no hecha. Así que a causa del miedo tendrá asegurado el fracaso, pero intentarlo le dará una oportunidad de vencer. 3. A largo plazo, no enfrentarse a estos miedos genera un círculo vicioso: • el miedo conduce a la inacción; • la inacción lleva a la falta de experiencia; • la falta de experiencia cobija ignorancia; • y la ignorancia produce miedo. David no permaneció atrapado en la jaula de sus miedos, recurrió al que es bueno y poderoso para ayudarnos (Sal 118:6-9). Conclusión: Vivir significa arriesgarse, la cuestión es saber estimar la magnitud de los riesgos. Cuando evadir a una situación tiene las mismas consecuencias que lo peor que puede pasar al enfrentarla, no hay nada que perder sino la oportunidad de vencer. Acompáñenos la otra semana para ver cómo convertir esta oportunidad en un hecho, contando con la ayuda de Dios.
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Marcos 12:30