LA NEUMATOLOGÍA Por Lic. Luís Rodríguez La neumatología es la parte de la teología sistemática que estudia lo referente a la tercera persona de la trinidad, es decir, al Espíritu Santo. Al igual que la teología propia estudia algunos rasgos de la primera persona de la trinidad y la cristología estudia de Jesús, también la neumatología estudia la personalidad, la deidad y la obra del Espíritu Santo. Etimológicamente la palabra neumatología proviene de dos vocablos griegos donde (neuma) significa viento, aire o espíritu y (logos) estudio o tratado. En palabras sencillas se entiende entonces que es el estudio del Espíritu Santo. Las razones de estudio son diversas, sin embargo, es necesario su estudio ya que también es Dios y no conocerlo seria negligente. Por otro lado, la Biblia menciona que el Espíritu Santo tiene mucha relación con el hombre hoy día. Además, se le pide al creyente vivir en sujeción al Espíritu Santo, pero ¿Cómo entender esta relación con el Espíritu sin antes conocerle? Temas de importancia Personalidad del Espíritu Santo: Muestra rasgos de intelecto como se observa en 1 Corintios 2:10-11. Muestra además rasgos de voluntad al igual que un ser humano, como se observa en 1 Corintios 12:11. Otros actos que corresponden a la personalidad son por ejemplo enseñar (Jn. 14:26) o dar órdenes (Hch. 13:2). También se le identifica como una persona por el trato que se le da, como obediencia (Hch. 10:19-21) o mentirle (Hch. 5:3). La deidad del Espíritu Santo: La deidad del Espíritu Santo se puede ver desde dos aspectos. El primero se observa por los atributos divinos que se refieren al Espíritu Santo y que son comparables con Dios. En segundo lugar se puede ver en las obras que el Espíritu Santo hace y que tienen también relación con Dios mismo. Algunos de sus atributos son: eternidad (He. 9:14); omnisciencia (1 Co 2:10-13); verdad (Jn. 16:13). En cuanto a sus obras se pueden observar los milagros que el Espíritu Santo realizó (Hch. 8:39) o la inspiración misma de la Escritura (2 P. 1:21). ú

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La obra del Espíritu Santo: Además de las obras que se pueden observar que el Espíritu Santo realizó y que lo identifican con su parte divina, la Biblia también habla de la obra especifica que tiene con el creyente. A continuación algunos de los actos que el Espíritu Santo realiza y que tienen que ver con el creyente: regeneración (Tit. 3:5); morar en el creyente (1 Co. 3:16); sella al creyente (Ef. 1:13); bautiza al creyente (1 Co. 12:12-13). La Biblia menciona algunas otras acciones que el Espíritu Santo hace sobre el hombre pero probablemente estas son las más relevantes. Los dones del Espíritu Santo: Un tema de mucha controversia son los dones del Espíritu Santo. Algunas denominaciones cristianas opinan que existen dones espirituales que ya no son vigentes y que ya no se deben practicar. Por otro lado, existen denominaciones que aseguran que todos los dones están vigentes y deben practicarse. Y un tercer grupo asegura algunas otras prácticas como dones del Espíritu pero no se observan indicios en la Biblia y solamente son por deducción que se busca practicarlos. Un servidor no pretende dar a conocer cual de estos tres tiene la razón, sino que invita a tener balance en cuanto a la postura de dichos dones, no negando rotundamente y tampoco aceptando cualquier deducción. La actitud debe ser la que

Pablo instó a los corintios, buscando los dones mejores y practicando el amor de Dios. Sin embargo, es necesario explicar algunos rasgos bíblicos de los dones para poderlos entender mejor. La palabra “don” es traducida de la palabra griega (Xarisma). Esto implica que es una gracia divina dada a los creyentes, para capacitarles para alguna tarea especifica de la iglesia. Sin embargo, en Efesios se utiliza la palabra (domata) que tiene un significado de obsequio o donación. Por lo tanto los dones son regalos de Dios por medio del Espíritu Santo para la obra de la iglesia.

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