Tirada de EL IMPARCIAL de ayer: m 4 4 0

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KX. I i n £ - A R C I A I < e n « I petUMm e&teulntbHa, d e E a p a j i a .

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DIARIO

FUNDADO POR D. EDUARDO GASSET Y ARTÍME

Número suelto 5 céntimos EL TRATADO CON FRANCIA T

«LA ÉPOCA»

La Época, contestando á nuestro artículo de aj'er, dice que nada ha mendigado, y que lo contrario á nuestro aserto es la verdad. 1 .ii-a probar cumplidamente que lo c o n trario á la afirmación del colega es la v e r dad, no precisa cansarla atención del lector obligáhiiole á recorrer largas parrafadas del trah-íjo ,ie La Época seguidas de extensos c I >.. :ii;i;-ii>s, basta con reproducir a l g u n a s * A, :;iodo que para convencerse de que alg u i e n pide, solicita y m e n d i g a , no hace falta escuchar la inacabable relación de tristezas y desdichas, es suficiente v«rle abrir la mano y extenderla. Véase lo que La Época dice: «Todo nos inclina y nos lleva hacia Francia, vamos á ella con losbrazos abiertos: ¿nos rechazará:?» * Aquí el colega n o abre y extiende la m a no, sor. los brazos. «España está dispuesta á negociar, desea negociar, necesita negociar, y s u s deseos y aspiraciones encuentran eco e n casi todas las naciones.» Aquí se está viendo al pobre e n el inevitable momento d e e x c l a a m r : «¡Que lo pido COI mucha necesidad!» L u e g o añade refiriéndose al tratado: «Pero que sea pronto, pues n o podemos perder minuto.» ¿No es esto mendigar el tratado? Conviene no aparecer desdeñosos ante el arreglo comercial, conviene mostrarse d i s puesto á las negociaciones; pero de eso á mendigar h a y una inmensa distancia. Cuando se procede á contratar, el a l e g a to de. la necesidad no sólo carece de fuerza sino que es á todas luces perjudicial, porque al seiitimentalismo se le concede m u y e s c a sa participación en la negociación de los tratados de comercio. Jamas se ha visto que un i)aí3 diga «vamos á rebajarle las tarifas a esta pobre nación que lo pide llorosa y con razones t a n quejumbrosas que parten el alma.» Loáargumentos es preciso escribirlos c o n tinta paró que se destaquen las letras sobre el bl a IICQ del papel. Los a r g u m e n t o s escritos con lágrimas n o se v e n , son i n i u t e l i g i b l e s . I por tíau ní> d-in resultado.

MISCELÁNEA POLITÍGA Para cosas de gracia, la comisión del Congreso q u e entiende e n el proyecto sobre descanso dominical. Ví>an ustedes: «Kl domingo oirá la informaeion pedida por los 'Jcpendieiites do comercio.» Aún no ha terminado el proyecto y y a empieza á «faltarle.» La comisión no descansa ni en d o m i n g o . iN'i deja descansar. Las relaciones que median entre nuestro gobierno y el de los Estados Unidos son buenas y amistosas. En vista de lo cual «es de esperar» q u e puedan conseguirse ventajas y concesioueM... mas adelante. Ya. Cuando v u e l v a al gobierno Fabié el intraldblc. Que es como dice él que l e llaman e n América. A pesar de que no pueden quejarse del trato que les dio á los americanos. ('0,1)0 el que para nosotros quisiéramos los e.=ilañóles. A «patriótico estudio»... himno p a t r i ó tico. Canta Z« Época: «lia sido tan dlscatido en los periádicos j en I03CJ1TS el salón
cogió un , , , . , „ . . „ocretario Lo que diceu ahora los a m i g o s del señor del hotel para que fuera testigo, se dirigió al cuarto de su mujer, del quo poco antes había sa! L! Mlcance del fusil espaflol no llega á la rai- li(!o la doncella, quien no notó nada anormal en ia , ! i i.icHiicj o los íusiíes usados por las de- la habitación, según ha declarado. Tan pronto como Mr. Deakon entró en el cuarII,íu; ¡:,ic;.nios e Hopeas, .atuviéramos una guerr.x, r:i,.Hti-,s i'-iiaios - sf-ariau sufriendo bajas to se dirigió hacia la cama, derribando las butavnr I. :// •,;-;> ;/ Mí---[¡Itilmie.tro antes de alcaii- cas, sillas y cuanto encontró al paso, mientras el secretario, cuya conducta ha sido muy censurada ¿ar fl-i/i'íin Uro al itremigo.^ J.ii cambio al Sr. lío iiero Robledo no le en Cannes—según dice Le f?a«Zo/s,—perinaneoia b a r o i v i d o do nada que su proyecto t u v i e s e en la puerta alumbrando con una bujía. Abrió enseguida Mr. Deakon la puerta del mucho alcanca. • «Harto ^a« ooinuuicaba con el salón y eaoontró i Y con lento de aumento.

LIBEIWL

ADMINISTRADOR Ds »£L lAPARaiAL»

Calle de Mesonero Romanos, mm. 3 !

tancia buques de la armada que alumbran de noche con sus poderosos focos da luz eléctrica el campamento; y, según ios maliciosos, están á la mira por si quisieran los de tierra sublevarse e n viarles algunas peladillas por elevación ó en dora .'hura que calmasen sus ímpetus belicosos. La situación política general continúa siendo un enigma indescifrable. En tras grupos se halla dividido el mundo electoral de esta República: el radical con su candidato el doctor Irigoyan; al autonomista con el doctor Roque Saanz Peña, aspirante á la presidencia, y al nacional, sin candidato, dirigido por los generales Mitre j Roca, que reanudaron el acuerdo. Susurrase, con fundamento bastante sólido, que esta último grupo levantará á última hora la candidatura del doctor Luis Saanz Peña, la cual podría ser una buena j verdadera solución nacional. El doctor Luis Saenz Peña no puede ser combatido por el partido radical, porque ha sida su candidato y tiene en él mas partidarios que el mismo doctor Irigoyan. Ko puede encontrar oposición en el srnpe que sostiene á Roque Saanz Peña, porque les buenos hijos no esgrimen armas contra sus padres, j el doctor Saenz Paña, h^o, quiaro j ráspate á su progenitor lo bastante para no aceptar el papel da rival y competidor. Sería, pues, una candidatura sin resistencias de importancia, pues sólo quedarían los que oreen que no hay gobierno posible sin Mitre 6 sin Roca an la presidencia. No hay, sin embargo, que hacerse demasía las ilusiones respecto á estas soluciones tan patriéttcas por lo unánimes y juiciosas, porque en este país lo absurdo y lo perjudicial tiene siempre noranta en cíen probabilidades de éxito. • e Preocupa mnoho aquí la cuestión surgida y tan agravada entra Chila y Estados Unidos, por las causas da todos conocidas. Para apreciar ios argentinos esa oneation ponen en un platillo de la balanza la resistencia á toda imposición que parta del coloso del Norte, da la república angloamericana, absorbente y fuerte, v vaya á herir el honor nacional de cualquiera da las repúblicas del Centro 6 del Sud del continente f de origen faispaue. Las relaciones del fuerte con el dábil han de ser muy nobles y elevadas para no despertar recelos en los quo, igualmente débiles aisladamente, calculan en su vecino lo que puede suoaderles á ellos un dia ú otro. Si Estados Unidos atrepella á Chile, en virtud de ser mas fuerte, lo mismo haría con la Argentina si llegas» al caso de un choque cualquiara. Nace de astas oonsideracionas al espíritu de unioil y solidaridad entre las repúblicas hispano-araericanas para contrarrestar eon la cohesión U fuerza de su antagonista. En el otro platillo colocan el oaráetOr orgulloso, duro, cruel de los chilenos, quienes en el tondo de su alma miran eon desden 6 con Ira, pero siempre desde la altura en que orean haliarae respecto de los demás, á los argentinos eeara á los damas pueblos falspano-amíenaanoa. Agregan al ejemplo da abusa da fuerza de Chile sonre el Peni, la clase da guerra de desti-uoelon y saqueo que hicieron los chilenos, y por fin recuerdan que en la interminable cuestión de límites que sostiene con la Argentina, y que en cualquier momento puede agriarse y producir nn conflicto, no se han revelado los chilenos, no ya generosos, pero ni siquiera justos. Y con poso tan igual y equilibrado, allá van los platillos de la balanza, osuilanio por turno y con tendencias al repuso. Que Estados Unidos respete á Chile como n a ción, y hasta le disculpa cualquier ligereza, eome cumple á ana hermana mayor respecto da otra mas joven é irreflexiva, aará siarapre aplaudido por la nación argentina. Que á los chilenos les haría falta una laooion dura (]ae los hiciese bajar los humos y les quitase esos aires de vencedor permanente, hé ahí una idea que se anida en los cerebros del 90 por ICIO de los argentinos. Se comprende bien por estos antecedentes públicos é íntimos, el interés que despertará en esta República el desenlace del litigio q^ue desda el irimer momento ha tenido el privilegio de llamar a atención de las naciones europeas. Espaoialtuente en Inglaterra se han hecho curiosos y datallados cálculos sobra el poder marítimo de las dos repúblicas amerioanas y sus oondioiones guerreras. Cálculos que no han de tener aplicación, pues qne, como se ve, EUSUdieron á tiempo unos y otros para negociar on el terreno pacífico lo que por una botaratada había llegado á causar casi un rompimiento. vale mas así para honor del tan decantado progreso del siglo XIX.

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La presencia en Buenos Aires de la tripnlacion del buque-escuela Nautilut tiene el carácter de un pequeño acontecí miento. OoB cariñosa curiosidad se ran pasar los jdvenes alutnnos por las calles de la ciudad, tan oorreatos y gallardos como l»£am« pregona. El hecho de que los aspirantes' á tuorinos s a luden marcialraente á los ofidaleí y jefes del ejército y armada argentina, cuando se cruzan en las calles, ha sido de un bellísimo efecto. Las simpatías que ya inspiraban con sn sola presencia se han aumentado con esa hidalga g a lantería de los mocitos, qua están siendo objeto ÚN DISCURSO DEL EMPERADOR da las mas afeotuosas atenciones. El Centro Union Obrera Española ha sido el (POR TELÉGRAFO) primero on organizar un espléndido banquete (DK NÜBSTBO C O R B B S P O X . ' Ü A L ) para obsequiar á los marinos del Nautilus. Fiesta entusiasta en que la fibra patriótica vibró sin Berlín 24 (8,15 nacha) cesar, manteniendo á los comensales apartados Otra vez ha pronunciado el emperador ante del mundo real y trasportados al hispano suelo los diputados de la dieta de la provincia de Bran- bajo el amoroso abrigo del pabellón querido da deburgo un importantísimo discurso, cuyas de- grana y oro. claraciones han causado impresión profunda e n Cábele á esa sociedad que presida el Sr. Miró, tre los políticos de esta capital y son comentadas meritoria por mas de nn concepto, la honra da por la mayoría de los perió lieos. Guillermo II asistió anoche á una comida á habar iniciado la serie da festejos en honor de que estabín invitados los miembros da la oitada nuestros compatriotas. JSn otra ooosioa be da oeuparm* oon mas atencorporación, y aprovechando la oportunidad para aludir á loa problemas que mas preocupan en la ción del Centro Union Obrera española, quien actualidad á la nación alemana y á todo el mun- merece una palabra da elogio que al par que hado culto, dijo que el pueblo no necesita ocuparse ga justicia le sirva de alisnto en su noble tarea. de las contiendas y discusimes de los políticos de Un drama terrible sa ha desarrollado en un partido acerca da la conducta y actos del mochalet del vecino pueblo del Tigre, resi lencia venarca. Sigo mi camino, agregó éste, y mi camino es raniega de buen número de familias de la buena el derecho. Vivimos en un período de transición; sociedad bonaerense. Un joven malagueño, Joaquín Lebrón, casado mas estamos predestinados á presenciar grandas acontecimientos, y yo os ha de conducir á 1 M hace tras añjs oon una bella señorita argentina, Uejía lo Buenos Aires al chalet en que pasaba oí buenos tiempos que vendrán después. Los que no quieran secundarme deben sacudir verano con su esposa y parte da la familia da de su calzado el polvo de la patria alemana. Os ésta. Se encierra en la habitación y en breves ruego, exclamó el emperador, que confiéis en mí instantes olava nueve veces la hoja de una navaja sevillana en el busto y brazos in su compañey me prestéis vuestra ayuda. No os necesario advertir qne la prensa liberal ra, que pide auxilio oon angustiada voz. Por 81 quedaba un resto de vida, Lebrón desLa acogido con profundo disgusto una aloonoion en que traspiran las tendencias cesaristas de Gui- carga dos tiros da su revólver sobra la joven y llermo I I , y muchas personas temen que envuel- enseguida se luvanta la tapa da los sesos oon otros va amenazas de guerra y sea una significativa dos tiros quo se aplica en la sien colocándose trente á un espejo. advertencia.—Kdler. ¿Las causas de osa crimenf Quedarán seguramente an el misterio. Hay, según algunos indicios, algo de celos el parecer ini^undados: según otros detallos, parece que su situación economiua no le tenia satisfecho. Sea de ello lo qne quiera, es lo cierto que Buenos Aires 2 Febrero 1892 donde hubo juventud y vida nn momento antes, F u s i l a l b r a z o . — I P o l i t l c a e l e c t o r a l . — solo quedaron dos mudos y ensangrentados cadáC h i l e y E s t a d o s U n i d o s . — n e f l e x l o n e s . veres. ENRIQUE OETBOA. —El s A í a u t i l u s . B — B a n q u e t e á l o s m a rinos.—El Centro U n i o n obrera e s p a i&ola.—Crimen t e r r i b l e .

ALEMANIA

Desde la^Argentina

oora-c3r:Ei.Esso

Señor director de E L iMPABOiA-t. Pasaron las alarmas y quedaron los soldados sobre las armas con el pretexto de educarlos en la vida de campamento y de apartarlos de la ciudad para que no sufran tanto los rigores del v e rano. Instalados en la orilla del Rio de la Plata v a rios cuerpos de la Kuarnioion. tienen á éort* di|-

SESIÓN DBL 2Í BB FEBBURO DB 1892. De todos los ruegos del exordio, uno del señor Puigcerver fijó merecidamente la atención. Se trata dol propósito del gobierno de reducir el personal de (iraplead8 on un 10 por 100, medida que ha de ocasionar nn olamoreo de quejas ensordeoedor, j el «zmiaistro .lM>«r«l desM í « e

en sustitución do ese proyaoto, que da fijo dart lugar á mas da una iujascicia, sa adopta el oritario de ir amortizando las plazas qua vaquen eB la administración pública. Parecióla bien la innovación al ministro de Ultramar, si bien creyéndola impracticable e s ios casos en que deban concederse ascensos, y es de esparar que la tonga en cuenta cuando el asunto se someta á la deliberación dul gobiarno. Tambion hablóse de los registros que hacen los aduaneros de Irdn, resultando qua hubo al* guna exajeracion en lo denunciado anteayer, si« qua esto signifique que los abusos no hayan exÜ* tido. •% El proyecto de clases pasivas de ültrsmae avanzo poco, tan poco, que on ractificacMinas de los Sras. Laserna y ministro ae Ultramar diacu* tiendo la enmienda del primero y en un discurso del Sr. Pedregal explicando la conducta de 1« minoría rapubiioana en la votación da la en« mienda y recabando axplioaoiones del ministra que aclaran el ambrollo y puedan mayoría y mí* norias saber á qté ateaeese, se fuá ia mayor parte da la tarda. El debata adquirió an algunos momentos vaff dadora animación, y no faltaron pretextos par* qua al raspatabla publioo sa riera al oír cómo el Sr. Romero Robledo afirmaba seriamente qne tit «B el gobierno ni en la comisión habla habido eontradiooianas... Por fin el Sr. Laserna retiré su enmienda f pareció renacer la calma. ¡Tana esperanza! Otro diputado, y ministerial por mas sañas, el Sr. Ro« driguaz ÍJan Pedro, levantóse á dofendar otra enmienda radicalísima, puesto que pide en ella que á las dasifioacionas hachas con posterioridad á 1385 sa apliquen las disposiciones da 1888, sin que puedan satisfacerso las cesantías y retiros á ra* zon do peso por escudo sino á los qua estén domiciliados an Ultramar. [Buen debata promovía la tal enmiendal R e chazóla la oemÍBiou, saataniendo que al proyecto no tiene por objeto una ravísian general da expedientas; insistía el Sr. Rodríguez San Pedro en que IB equidad, la justicia y la razón aconsejaban una tuadída general é insistía al ^unto de pedir que la votación recaída fuera nominal. ¿Fué una estratajema para demostrar que e v la minoría liberal no había unanimidad da orite« ríos en el asunto, oomojafirmaba al dia anteriot el Sr. Sagasta? Posible as qua asta propósito acariciara el soñor Rodríguez San Pedro; paro no lo vio ouniplido dol todo, porque comprendiendo los diputados fusionistas que son militaras quu iban sus amigos i votar la enmienda, se escurrieron bonitamente del salón y no votaron. La enmienda fué deseafaada por 79 votos contra 3S de todas las minorías reunidas y de los d i putados cubanos. Aquello no pedia acabar en paz. Parece qne hubo error al anotar un secretario los nombres da los votantes, y el Sr. Ballesteros patentizó que entre los que figuraban votando había alguno qne no estaba en el salón. Esto dio lugar á uu mediano alboroto; explicó lo ocurrido satisfactoriamente al seerataño señor Bugallal, y para que el caso no sa repita prometió el presidente que los «liputados votarán ev lo sucesivo úuioamanta desde sus asientos.

LA CRISIS EN FRAN6U SIGUE SIN RESOLVERSE (POR

TELÉGRAFO)

(DB NUBSTBO 00RBE3P0PÍSAL)

París 24 (9,25 nsehe) Durante el dia da hoy Mr. Rouvier ha oonfarenoiado oon muobos hombres políticos á fin de cumplir el encargo de formar gobierno qna le habia sido confiado por el presidiante de la república. Con este motivo en los pasillos de la Cámara se ha hablado da muchas combinaoi>>nas, ninguna da las cuales tenia fundamento sólido, pues los mismos que las formaban sa tomaban luego el trabajo de desmentirlas. En determinados momentos sa dié como sagaro qua Mr. Rouvior habia constituido mitiisterio} 80 dijo públicamente el nombra de lo» futuro» ministros y hasta sa llegó á asegurar que el non nato gabinete declararía mañana en la Cámara por boca de su presi lente qua una parte da la prensa habia desfigurado ol carácter d? la» negociaciones suguidas con el Vaticano, y que los derechos del Estado habían sido djfandido» siemprelpor la anterior situación. Los hechos han probado qna todo esto era para fantasía. A pesar de sus buenos deseos y del Improbo trabajo que se ha impuesto, Mr. Rouvier no ha tenido nunca la segundad de que sus ofrecimientos serian definitivamanta aceptados por aquellas parss«nt»r»o mañana anta IM Cámaras y exponer sn prf-grama.

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PARÍS 24 (10 nooho).—Urgente.—En vista de

las condiciones formuladas por el Sr. Preyoinot para aceptar la cartera de Guerra y de jas reser* va» hechas en el mismo sontidv» por el Sr. Kibot, respecto á la cartera da Negocio», el gabinete Rouvier puede darse como fracasado. El Sr. Rouvior irá mañana al palacio del Elf • seo para decli oar el encargo recibido de formay ministerio.—Fabra.

EL (lEiERáL TERÍE19 A las dos y media de la tarde de ayer falleoié el teniente general 1). Emilio Terrero y Perinat, víetima de larga enfermedad cerebral, exacerbada por el golpe do que fué vi tima haco ouatro días, y delcual hecho dimos noti ia. Tenia sesenta y cuatro añ s, procedía del cuerpo de Estado Mayor, era toniente general desdo 1878 y gozaba fama de ilustrado, valiente j pundonoroso. '^ Tomó parte muy activa on la campaña carlista, y allí demostró superiores condicime» do jeSe de Estado Mayor, pues sabia organizar y nian« dar. , . I4M á^ioMt sargos gue desempeñé fuereiiw

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I.80O volitmenesen sascasag' y 161,633 del empera'lor Guiflermo. Si los militares alema- D. Miguel de la Torre I¡'ron, al id. niim. 19; don intensiJa 1. en la» raisiinas bibliotecas. . .^ nes se hubieran encontrado en los salonjBS de \Sk Nicasi> Montea Sierra, al il.,uútn. '3; 1). E n r i Una círoui;fere¡. son loides por adoKeaw ronesa WedeJ. De a z u e l a s señoritas de Dominé mielJimonoz Marín, y á los segundos tenientes . suprimñ-ías cantes y viejos. auo uson pantalones jvd» Collado y Alcaaari tmiy oJaaaniftoon el t r a - movilizados do las escuadras de Santa Catalina llo con un broclie. d a molatóu sugetos. al tobiLas dos líttimas oatagotlag corfospondan íS la W. IIÍCIOENTE ANTE tOS TmWJflAtES :]» biaineo o r l i i o d« pluma» asmlo», lan^arquasa do Guaso D. Nicanor Beyes y D. Manual Blanco El quiero una sociedad todo candor, todo man- música con 59.737 amcetéura, y las lenguas m.4 do Peñaíiel; do rosa, las sofíorítas do Buen do T o - Bodpiguoz. tranjeras, que no ocupan sobre el hemisterio mas gproa, que dasmentianla nutiaia da cjuo su madre —Destinando á los comandantes do carabineroi sodumbre;qtiÍ6rffqu(^d«8 los bofetOT ticia importante. circo Hipódromo, Usa-qau m e o a r t o . nes per Mr- Q«in«ta»»^ (ie^vi»mto4o aquí la fla^ AatattnDOHoi, porque sotfd' xn^poeo aspSHm l a rancia del delito, á cuyo autor señaló l a voz pii^ cuenta los periddioos de Ar^el!,, veéitícada ert la lica como culpabío. En olitwií-corfeo do aíiooho so han onviada á Irarrii consigo la otacnacíon do las de-mas co- sopa da ajó, rao liió con un paneciHói; francés en provincia de Consfcantina (Africa)'yquesoc«t»4dtis>ab««Q»d«i«s«* pues ya me lo ha dlbho muohas veoes. Yó no ten- nía de otros seis ú ocho cazadores,, ouandtf g^uos ftikri^«d'Suli«araatiiya^ 4 fio» deiavihuvotana» go á quien volver los ijpa y si alguna vez me ue alarma^ seguidos d e ai^fumm diá^ar^,, les »ocsití(«to»sqpe^ cional baUe de sociedad que el Círculo de la con motivo,de su último oatar.ro. de l a alarma; ; á pesaftdeilosiiitBDpellos qneH exéraurdinat. El doctor Nin hahia tirado a l grufO) y S » * B ^ EoxosuQMU, y sin toraor á equivocarnos, diroi- f Parte 24 (10 Bscte) mas di dlni^iiid') do nuestra.sociedad. La dliqu*»» ria, y (fua-deto psoeeators» á-umev»' o»Bvo»ato»i« ,imos,qu6.er,bMÍl9 dejará gratos recuordoaeucuaa- ' te-a bala, penetrando entre ojo y ojo do la fteííq Al prosoespa-ñolBenito Bamplanés, detenido do ÜBuna JlovaJja.con síiprensa dfetincion un-tra»- i píM-a-rosélwen lo» a»Bntprii»»i«si ^toaitftngau.la, fortunado coucurrir á^óL, hoy, so la, han ocupado bajo so leeho 41 oartuehos la dejó muerta instantáueamente, J9 do faya.gcis perl» y nn largo ÍIÍIJ de perlas d.t£1 C'adí estaba salvado. La» oposicionoB a^n?ove«han el moti»o»*o da la i •de dinamita» ftilminante», meehas^ una palan.111.; ii"¡. . 1. 1 1 ^ ba varias vaoltasiá su garganta, anmlándose en obstinai-íoa del gobernador, provouawlo una-v»». Los periódicos argelinos se deshacen en elo» !>a ,—,. . 'queta, un rev^Slvor y una barrena. olp«chocoB un brochotíi|mo iJ«í« una reina, Su tacion para.dar á óüta caráater da censara á la ' fin la prefectura se cree q|io algunos cartur gíosdel célebre tiraUOr, enyft serenidad y dej^ heroiana, lasauorita d e Dominé, Tostla trajedp í {wssUssneia, A s í e * hií¡o,,eli eíiBcto^ per 16 voios 'ohosse expidieron á- varios anarguistus ^etran»- treza ha confirmado una vez mas ea>tierm» afri» eatuÑ coBtra-sei». gesa negro. j o r o s , algunos de ellos residentes ea BápaBa. í í ü E a T K O S GORBBSPOIÍSALES), La opinión pública es4& de««gi'a*lftMftmentO Cim e3pl'$n;'i.:1ft herraosarn, la sei5ora de AguiLos cartuchos llevan el sello de la Só'-iedad lera, hija poiítioa a-o la marquesa viuda d-í fto- impi-eaioiuuiaiá'OQBsecaeneia del pi-ocederdel go'fVancesa de explosivosC'tthny (Seino ct Marno). BACETA DE MADÍSD Pte-7a c o m e d i a BaJd», atraía las «tira las do todos y eso que ller bernardor, liasen-vtieltasda pergaminede los cartuchos Lisboa 24 (I:tanda)!, ,4. ' (D&hoy) vaha coiaa.iyiieo adfsrn» un grupo do rosadas pluSi> teníoa= Arteles e*»8««u6»oia»! para la- mar*IJarApsírejaido vivo cLgeranto de la caaaSilva- ^p«8an;98 gramosi—A'. Guetfv 9 liearirK».—nea\o» a^mtíXXn^e pnbllcd* m.a», colocada enírs ios.negros tules ft. (U. noticia e a uno do mis. tolegj'auiíaa.dfe Gobenutcion.~S.eiaLl orden osn^Man*» una previ», B^o^ee-que H ' e l gobierne no-tema en estd Fíenuüsaramfi.d'tí p.«rla^,y bVfllfmtBÍ parecin dcs- t fMflrno ausbriace está díspuosto á'adoptar nnevaiS deneia del goberaaler d»Xie«n^ por íaendi(} ^ j a r s o díd, suntuoso collar q,!!-.e ro-Jcal)a sjj gai>- 'c^*o»*^eH'8«»^^U|^«H^e8««l-80«»daB4•la8•GfeHsas'i'ttíe^ ayer. 'medidasrepresivas contra Ibs socialistas y anar^ un ftjuerdb dW all5«We d*ttio»o wuda*sobreuomlwfa* jjaV.ta. rida» poti«» refveeeiatiuit» & Itt OipwtacioByso- j LaaQaría».qHe hahia escrito dioiandequo se quistas y á impedir sobro tuda la propaganda por i»i«Bt» , v M-!y (.ieganeo.s, la c-)n-.'o.í.-4.lo Via-. )pdSKM«»e«4uJjt)Mte^%.di» itai.0Mscrat, ÜTueve i » u e « < i o s y e i s f f t f o ReiHWsis La policía tuvo que atacar á'losiKmBífestaa- Auxiliares nos manifiesta qU9 ígoterna». I k u n a cantera de explotación ha ocurricío BOMA 24.—El gobiemot VA dUpwesto qne las mera ensaama»» ni deiningona autoridad, puestercie pele ajfiul co'j adijrn-.s ''o :i.:al'acbo la .^eííOh- (loí-miitíafc (ia lac provinoitfcdflOóttiQto» fcii*>iif. , autoridades municigaáeside toda Italia empren- to queídfafnukwi'tedoslo» derecho» aíJ^uiridos a | ra dú JliftcUncz Oamp.o.i, y do blwuco (;oui»-iiai3i Iira«KlOí.pw«*«te.cai:s»••a l : d«- igual «¿««aal^Jíei- Jlíajr una nueva desgracia. I Avconsecuencia d e un hundimiento perecieron da-a.gcaadea. trabajos públicos, p a r a dar ocupa- ser le>'

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