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G E N E R AmJS!\ ~)UOi~ Decimoquinto
per'!~odo
Distr. GENERAL
A/C.4/451 . 1~ noviembre. 1960 ORIGINAL:
ESPAÑOL
de sesiones
CUARTA COMISION . Tema 38 del prograna ESTUDIO DE LOS PRINCIPIOS QUE DEBEN SERVIR DE GUIA A LOS ESTADOS NIEMBROS PARA DE'.l'Emfl:NAR SI L'f(STE O NO IA OBt!GACION DE TRANSMITIR LA. INFOBMACION QUE SE r tDE EN EL INCISO e DEL ARTICUlO 73 DE lA CARTA DE LAS HACIONES UNIDAS
Declaración formulada por el· re;presentante de México en la 103la. sesiÓn de la Cuarta Comis_i6n, el 19 de noviembre de 1966 Nota de la Secret~:!a: .En conformidad con la d~cisiéSn adoptada por la Cü&X~a Camisi3n· en su 103la. sesión, se distribuye el texto d'3 la siguiente declaración para in~o:mación de los miembros de esta Comisión. 1. El Capítulo XI de la Carta establece restricciones a la administración colonial. Incluso va I!Uts allá: impone obligaciones a las Potencias que conservan baJo su égida a países y territorios otros que el propio. La interpretación.de . . . este Capítulo ha motivado largas y a veces enconadas controversias e~ el seno.de la Asamblea. · Abundantes han sido los esfuerzos por esclarecer su alcance y fij~ . . su significado. ~or importancia aún tienen los hechos por nuest~ C~sión para determinar cuándo fenecen las obligaciones que en est~ aspecto impone la . . Carta a las Potencias administradoras; y en estrecha relación, aquéllos .por . . . . determinar cuándo se inicia su responsabilidad. A éstos dio li~eamientos precisos la resolución 1467 {XIV). En cumplimiento de ella se reunió la C~sión Espe~ial de los Sei~ ··cuyo info~e ha sido _presentado a la. Asamblea como documen:to A/4526. 2. Cupo a mi delegación el.honor de formar parte de ella. Con . entusiasmo participamos en sus trabajos. Desde la Conferencia de ChapultePec - que antecedió un poco a la de San Francisco • el Gobierno de Mexico ha defendido la necesidad
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de que nuestra Organiza.ci6n se preocupe por el futuro de los territorios no aut6nomos. Ante el silencio de las propuestas de Dumbarton Oaks sobre este punto; ante el interés de mi Gobierno por ver continuada la labor iniciada en la Sociedad de las Naciones; ante la demanda de los pueblos por alcanzar su propia autodeterminacion, México se pronunei6 de modo firme. Insistid en que fuese la comunidad tpternacional la que normara la evoluci6n de aquellos pueblos aún incapaces de dir,:tgir libremente sus propios destinos; y se adelant6 hasta afirmar que la propia comunidad internacional decidiese cuáles territorios queda· rían bajo su protecci6n. 3. Mi Gobierno ha defendido siempre la suprema~!a de los principios sobre los intereses particulares. Ha procurado encarnar, en su propia conducta, aquellas directivas que coadyUven a mejorar a todos los pueblos que aún no alcanzan la autodeterm1naci6n. Consider6 por consiguiente como un honor haber sido electo para participar en l~s trabajos de dicho Comité Especial. A ellos llev6 la convicci6n de que co~yuvar!a a que las labores de ese grupo fuesen benéficas para la altísima cr.ll:sa que con tanto ahinco defendemos. 4. ·· Los trabajos de' la Comisi6n se distinguieron por la voluntad de cooperaci6n que anim6 a todos sus miembros. En forma plfulica mi delegaci6n desea felicitar i a los otros componentes; siempre hall6 en ellos una plena comprensi6n de s~s puntos de vista y un' constante deseo por encauzar este importante problema. VaJan nuestros agradecimientos al Embajador Jha y a su delegaci6n que tanto hicieron por llevar a buen fin nuestras deliberaciones; a los representantes de los pa!ses administradores, que adelantaron la determinaci6n de nuestros principios; a la delegaci6n que labor6, como es su costumbre, con inacabable paciencia. 5. El tema que nos' ocupa procura determinar la obligaci6n de transmitir la informaci6n a que se refiere el inciso e del Art!culo 73 de la Carta. Ser!a err6neo que nos le a~roximáramos cual si se tratara de aplicar una disposici6n novedosa en su esencia. Porque nuestros anhelos son los que occidente tiene de siglos atrás. Y lo que ahora hacemos es dar cuerpo a dudas y preocupaciones que han coexistido con ese mismo movimiento colonial cuya fructífera tra.nsformaci6n ·! hoy procuramos. 1
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6.
Cual el Jano de los antiguos romanos tiene la c1v111zaci6n occidental dos
caras. . . La una, adusta y hostil, presenta un. colonialismo agresivo y absorbente . . . . . bajo el cual tantos pueblos - de los aquí presentes - hemos sufrido. La otra en
cam~io, _esp~itua.l
_Y COJ?.Structiva, se ha_ preocupado siempre por las cosas
trascendentes. 'Aquélla condujo a sus huestes a los cuatro rincones del orbe; cav6 los grandes imperios ~oloniales, cuyas fallas cri~icemos, y afiadi6_ inntlmeras pá'ginas al sutri.mic!lto de
ia
h'UD18.llidad.
Esta, en cambio, salida de la misma
·fuente; ·,siempr'e procuró contrarrestar aquella acci6n, falsa en cuanto 'sólo abocada a f~es ~á.teriale·s.
Junto con el conquistador lleg6 a América el fraile; a· lA
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sombra de los esclavistas aparecen Lincoln y l·lil1 er:f'orce¡ y ahora, en contra de intereses coloniales ya pretéritos, aparecemos nosotros que desde esos mismos .
.
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presupuestos cristiano-occidentales defendemos la primacía de los intereses mundiales
7.
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sobre los particulares de ésta o aquella Potencia.
Desde un principio las grandes mentes europeas se elevaron contra el sistema
colonial.
Desde un principio también hubo la idea de
estab~ecer restri~niones
al ejerc~ c:to de· la fuerza contra pueblos extraños y débiles. ..
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La misma Bula
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Alejan~ina, al fijar un reparto que ha sido muchas veces criticado, imponía
obllgá.ciones de neto carácter internacional. .
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tOs grandes españoles del siglo XVI
- frailes codo a codo con obispos y misioneros .. se elevan una vez y otra contra los actos de lá conquista. 8.
Uno mismo es el espíritu que condujo _a la propia Europa a oponerse a la
contin~i6n de ia esclavitud. Tempoco.la Conferencia de Berl!n desecha su respon• sabilidad, netamente e~opea, por .el futuro de los pueblos africanos. Siempre .. . . ~
hallamos~ pues, una vigorosa protesta intelectual contra los abusos col~~ial~~i
que _cor~e ~areja c'ón. ellos.
Así como de. Europa nos viene
vicios, de ella también nos viene el antídoto:
ei
colonialismo y sus
la comunidad internacional
. orgánic~, ·l~s-derechos humanos, la superioridad de los intereses generales sobre los partic~ares de ésta o aquella soberanía.
9.
No se diga, pues, que las Naciones Unidas innovan en materia colonial.
Siguen una corriente que es también centenaria. .
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.
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Quieren corregir los abusos !le .
un sistema que creemos la :fatal epítome de una Europa en pleno auge expansivo. Las Naciones Unidas se fundan para ello en ideas que esa misma Europa elabor
