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FANTASTICO El dermatólogo número uno en Estados Unidos DR. BRANDT Sus zapatos y su bolso gris acharolado son de Prada, la hebilla plateada de su cinturón negro lleva el sello de Gucci… Seguramente también son de firmas del mismo calibre sus anteojos de marco verde, sus excéntricos pantalones y su camisa de tela indefinible. Se trata de un divo, de un personaje de revista en Estados Unidos, donde reparte dos semanas en Miami y dos en Nueva York, intercalando así las visitas de sus pacientes famosos. Sin embargo, es un dermatólogo tan respetado como el más formal, pero que construyó un personaje de sí mismo, como su paciente más famosa, Madonna. Entre sus proyectos más esperados, desea conducir su propio show televisivo. “Quiero un show como el de Oprah”, declara, pero, claro, en versión masculina. Estuvo en Buenos Aires, de la mano de su amiga Débora Arditi, directora de Luxurians, empresa dedicada a la biomedicina, con motivo del 21° Congreso Mundial de Dermatología, donde disertó sobre el uso de la toxina botulínica. Puntual, ameno, alejado del personaje de divo, incluso intentó un español con acento, pero bastante logrado. “Sólo hace el esfuerzo cuando está eufórico”, contaron. Es que se siente cómodo en la Argentina, donde está su químico de confianza y su jefe de investigaciones. En el Palacio Duhau recibió a LA NACION. –¿Qué puede contar de su libro 10 minutes/10 years: your definitive guide to a beautiful and youthful appearance? –Es para que la gente se vea y se sienta más joven por fuera y por dentro. Quise mostrar que pocos cambios en un tiempo muy corto pueden ser grandes cambios en la apariencia y en cómo uno se ve. La idea era no hacer sentir a la gente de entrada que es algo imposible. Doy tips, consejos muy cortos, no intimidatorios, que se pueden incorporar a la vida cotidiana hasta cuando uno se va de vacaciones. –Por ejemplo... –Tomarse el tiempo todos los días cuando uno se levanta a la mañana para limpiarse la cara y ponerse protector solar y un antioxidante, lo que lleva un minuto. Esto previene el envejecimiento provocado por la luz ultravioleta. Tomándose sólo unos minutos se puede ver un gran cambio en la piel. –¿Todos los días del año protector solar? –Todos los días del año porque cuando está nublado y hasta a través del vidrio pasa el sol. Cuando uno maneja sin protección quedan más manchas del lado de donde da el sol. –¿Cómo debe ser entonces la rutina? –A la mañana limpiar la cara, aplicar una crema antiedad, protector solar y una crema para los ojos. A la noche, limpiar la cara, algunas veces usar una crema con péptidos para la estimulación del colágeno, o con retinol. Una vez por semana se puede hacer un peeling o microdermoabrasión en la casa. Con el pulido se tiene la piel más radiante, ayuda en los casos de acné y a que los poros estén más cerrados. –Novedades hay en técnicas antiage... –La noticia más grande no es qué estás usando, sino cómo. La gran noticia no es la eliminación de las arrugas, sino balancear y remodelar la estructura de una cara. Cuando se es joven la cara es más grande arriba, es un triángulo invertido. A medida que uno envejece el triángulo se da vuelta y todo el volumen se va de los pómulos hacia la parte inferior. Lo que buscamos con los rellenos, como el ácido hialurónico (mi favorito) es remodelar la estructura de la cara. Cuando uno ve una foto de alguien joven, se ven los pómulos prominentes. Después, todo empieza a caerse como un edificio donde la estructura metálica se desvanece y colapsa. –¿Cómo reestructura la cara? –Relleno todo el pómulo para reestructurar las mejillas y levantar así toda la parte media. Se reestructura todo el contorno inferior de la cara,

Foro. ¿Qué opina de los métodos de rejuvenecimiento? www.lanacion.com.ar/moda

ANDREA KNIGHT

Por MALU PANDOLFO

Brandt, un personaje que se destaca por el sentido común

donde se dan los primeros indicios del envejecimiento. Emparejo el contorno y así también se sostiene el cuello. Cuando se levanta el contorno, el cuello automáticamente se levanta. Hago esto en vez de estirar. Cuando uno estira, la cara queda más chica, más esquelética, y eso no es joven. Cuando uno está estirado no logra un aspecto joven, sino que parece que algo malo pasó. –Usted no se rellena las arrugas, pero no tiene ninguna... ¿cómo hace? –Porque tengo solamente 25 años (ríe)… No tengo arrugas porque me pongo toxina botulínica. Yo descubrí la técnica para usar toxina botulínica en el cuello. Se están haciendo cosas novedosas con la técnica de inyección. Ahora se puede levantar, esculpir y eliminar arrugas. Incluso con las toxinas botulínicas se puede, selectivamente, levantar las cejas y el cuello. Pongo el énfasis en la rutina de cuidado y mantenimiento porque aun con cirugías no se va a parar el reloj. Cuando uno va al consultorio por primera vez necesita a lo mejor una hora para ver todos los problemas. Pero si uno después sigue un programa básico de mantenimiento, es un ratito por día y no es un cambio radical. Cuanto más temprano se comience con los cuidados, después es más fácil. La gente tiende a pensar que tiene que ir al dermatólogo cuando envejece. –¿Quiénes son sus pacientes? –Madonna, Gwyneth Paltrow, Ellen Barkin, Lenny Kravitz... –¿Qué se hacen? –Tienen disciplina. Madonna sigue un programa de mantenimiento, es muy disciplinada, se cuida del sol, se ejercita, come muy sano. No es como esas actrices que están todo el tiempo entrando y saliendo de rehabilitación, que salen de rehabilitación, se hacen una cirugía y a los seis meses están de nuevo en rehabilitación. Madon-

na dice públicamente en todas las revistas que usa su línea de productos. –¿Qué se hace con usted? –No se lo puedo decir, es secreto profesional. Es perfecta, de todas las personas que conozco Madonna es la más disciplinada. Si no, no podría ser famosa por tanto tiempo. –¿Cuánto tiempo por día le dedica un famoso tan bien conservado a su cuidado? –El cuidado de la piel no requiere de mucho tiempo. Cinco minutos a la mañana y cinco minutos a la noche. La otra cosa importante es el ejercicio. Yo me levanto temprano y hago todos los días una hora y media de yoga. –¿Tiene relación la actividad física con la piel? –Sí, hay una mejor circulación, hay más regeneración celular. Cuando se es muy gordo cambia el nivel de insulina y de andrógenos, cambian los niveles hormonales. El aumento de insulina desencadena un aumento de secreción hormonal y de esa manera hay un aumento de la acción de las hormonas en la piel. En los adolescentes aumenta la secreción en el nivel de las glándulas sebáceas y eso lleva a aparición de más acné. Uno es como una planta, la dieta afecta todo. Es más fácil si uno se acostumbra a tener una obsesión por la salud que a una obsesión por una enfermedad o un abuso. –Hay una obsesión por las novedades... –Sí, y no siempre lo nuevo es lo mejor. Vivimos en una generación donde las cosas pasan tan rápido, todos queremos tener un nuevo celular o una nueva televisión, pero las cosas para la cara no

llevan ese ritmo. Lo que es más antiguo no tiene por qué ser lo peor. Por eso la gente se divorcia todo el tiempo, porque piensa que lo nuevo va a ser mejor, pero al final se divorcian y siempre es la misma cosa. Es una sociedad de descarte. Vienen a mi consultorio y me preguntan cuál es mi secreto. Piensan que estoy durmiendo en un laboratorio en formol. Es un proceso de cuidado diario desde hace muchísimos años, por eso mi piel está así. Tampoco tiene sentido ir a un consultorio a llenarse de hialurónicos y de toxina botulínica, y después ir a tirarse al sol y manchar toda la piel. –¿Cuáles son los límites? –El médico tiene que poner el límite. Pero si la paciente está empecinada en que quiere algo, siempre va a encontrar un médico que se lo haga. Al paciente hay que avisarle cuando se le va a desbalancear la cara y todo el mundo se va a dar cuenta de que se hizo algo. –¿A las estrellas les preocupa más el paso del tiempo en el cuerpo o en la cara? –Todo el mundo se preocupa por la cara, porque siempre puedes taparte con la ropa. –¿Hay algo nuevo para el cuerpo? –Hay muchos láseres y los que se usan para estirar la cara también se están empleando para el cuerpo. Pero si uno tiene 20 kilos de sobrepeso, lo que tiene que hacer es dieta. Ese es el problema, nadie quiere hacer un esfuerzo, quieren una varita mágica. Por eso hablo de los diez minutos, porque hay que empezar gradualmente. Si uno va a caminar todos los días diez minutos después va a construir sobre eso. El médico puede hacer todo, pero si después en la casa caen en todo tipo de abusos, toman, comen mal, nunca van a obtener resultados. –¿A qué práctica le tuvo que decir que no alguna vez? –Hay gente muy joven que se quiere poner rellenos o toxina botulínica, y yo les digo que no, que van a tener mucho tiempo por delante para ponerse inyecciones. Esta semana tuve una paciente con una piel muy linda que se quería hacer un láser de los semiablativos. Y le dije: ¿Para qué te lo vas a hacer si tu piel es justamente como queda después del tratamiento? Hay dos tipos de pacientes, las que se han hecho muchas cirugías y quieren seguir haciéndoselas y realmente no necesitan más, y las que tienen todo laxo y caído, la necesitan y no se la hacen. Están los dos extremos. Otra gente llega totalmente manchada y tienen una línea pequeña que uno ni ve, entonces uno tiene que tratarle las líneas, pero además educarlas para que realmente actúen sobre lo que molesta en esa cara. –¿Cuál es la edad para empezar con tratamientos de rejuvenecimiento? –Hay que empezar cuando son bebes, cuidándolos del sol. La gente puede gastar 500 dólares en cremas y no se pone protector solar. Podrían poner la plata en caridad. La necesidad de tratamientos antiedad puede aparecer en la mitad de los 30 años, cuando comienzan los cambios en la piel. –¿Qué no se haría nunca? –Nunca digo nunca, pero nunca me haría un lifting coronal que levanta las cejas, porque deja una cicatriz, se cae el pelo y no dura bastante tiempo. Con toxina botulínica se puede hacer un lifting y no lo necesitas. Nunca me hice un lifting, sólo rellenos, toxina botulínica, un poco de láser para tensar el cuello. En las manos me pongo protector solar. Me pongo una nueva luz. Uno se sienta por 35 segundos y produce cambios sutiles. La lámpara produce una luz, las células de la piel absorben esa luz que las regenera y las células se renuevan. Se hace dos veces por semana. Pero no puedo decir, no sé a los 80 qué voy a hacer. ¿Cuántos años tengo? –No sé... ¿cuántos? –58.

Jueves 8 de noviembre de 2007

San Telmo está de moda, cada vez con más propuestas de diseño. Opinaron los lectores en www.lanacion.com/moda ■ “San Telmo es de temer. Tiene mucho potencial, pero también mucha suciedad y desidia. Espero que el próximo gobierno haga algo al respecto. Creo que con poca plata es posible darle mucho carácter sin desvirtuarlo. Con que las fachadas viejas se limpien, se ilumine un poco más, y sobre todo se limpien las calles, sería un verdadero deleite.” (adeelia) ■ “Si quieren que Santelmoda no dé vergüenza, el gobierno porteño debería hacer mantenimiento y limpieza.” (marcealej0610) ■ “Hace 50 años nací en San Telmo. No hace tantos años mi barrio era sucio, feo, lleno de casas ocupadas, con gente que se colgaba de algún cable de electricidad de otro vecino y, sobre todo, bastante peligroso e inseguro. Me alegra haber podido vivir el cambio positivo, por nosotros, que vivimos en la zona, y por el empuje comercial y turístico que esto tiene.” (inesita2007) ■ “Es una lástima, van a terminar destruyéndolo como a Palermo Viejo, que ahora no es más que un shopping al aire libre, un caos peatonal y vehicular.” (fliporace) ■ “Me encanta la ropa argentina, sobre todo por el diseño y porque la gente que la usa la lleva muy bien. Pero, honestamente, la calidad argentina es pésima y los precios no van de acuerdo con la calidad.” (c_caballero) ■ “Aplauso para esos pocos diseñadores que llegaron a San Telmo hace tiempo y no son una fotocopia trucha de Palermo.” (manon1999) ■ “San Telmo da para todo y a mí me gusta cada día más.” (emaffia) ■ “¡Aguante, San Telmo! ¡Aguante, Monserrat! ¡Aguante, Almagro! ¡La calle Corrientes es de todos! (NietzcheX) ■ “Días atrás descubrí que se convirtió en un nuevo centro espontáneo de diseñadores vanguardistas, mamarracheado como Palermo. Detrás de la amplísima etiqueta de bohemia y vintage se esconden rendidores negocios, que van desvirtuando la esencia de los barrios porteños, hasta convertirlos en lugares indistinguibles los unos de los otros. Esto lo llamo globalización comercial destructiva. Alguien debería limitarla.” (pedro66) ■ “Vivo en San Telmo desde hace tres años, y si bien el barrio ha mejorado notablemente, el estado de las veredas destruidas, la falta de limpieza de los vecinos de sus veredas y el desastre que dejan los cartoneros afean y ensucian el barrio.” (mandryka)

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