ESTUDIO DE GRACA MACHEL.
Estudio de Graca Machel Informe- Recomendación para la Protección de los Niños en Situación de Guerra. Disponible en: http://bit.ly/11WkTdi Lunes, 11 Noviembre de 1996. De acuerdo con Graça Machel, "El mundo se está sumergiendo en un vacío moral desolador". El informe de Graça Machel detalla el sufrimiento de los niños en algunas de las 30 guerras que asolan el mundo. Constituye el análisis más comprensible que, sobre este tema, se haya realizado jamás. Sus conclusiones están libres de compromiso alguno: "A causa de la brutalidad de los momentos actuales, ha llegado el momento de decir ¡basta!" El resultado de los dos años de investigaciones y consultas llevados a cabo por Graça Machel hacen de su informe algo más que una fotografía de la situación actual. "Por encima de todo, este informe es una llamada a la acción. Es evidente como vemos de una manera tan consistente y clara los ataques a los derechos de los niños y como fallamos a la hora de defenderlos. No podemos cerrar los ojos ante el hecho de que los niños sean asaltados, violados o asesinados sin que nuestra conciencia se revuelva y sin que lo sintamos como un reto a nuestro sentido de la dignidad." En 1.994, el Secretario General de las Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali, designó a Graça Machel, anteriormente ministra de Educación en Mozambique, como su Asesora para llevar a cabo un estudio del impacto de los conflictos armados en los niños, en respuesta al encargo de la Asamblea General de realizar un examen detallado de este tema. La señora Machel está en Nueva York para presentar su informe al Tercer Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Si las recomendaciones del informe son adoptadas por los estados miembros de la ONU, se formará un frente de acción para salvaguardar a los niños de este tipo de conflictos. A la vez que ella propone un número concreto de medidas para proteger a los niños del impacto de los conflictos armados, la petición más fundamental de la señora Machel es que "simplemente los niños no tomen parte en las guerras". El informe ataca la complacencia mundial y el cinismo que han permitido que millones de niños hayan muerto a causa de conflictos armados en la pasada década, y que un número tres veces superior haya sido seriamente herido o incapacitado. "Hay millones de niños que han sido involucrados en conflictos en los que ellos no han sido meros espectadores, sino que han sido objetivos de guerra. "La comunidad internacional debería denunciar estos ataques a los niños, simplemente porque son intolerables e inaceptables." La necesidad de una actuación concreta nunca ha sido más urgente, dice el informe. En él se habla de la naturaleza cambiante de la manera de hacer la guerra. Actualmente las guerras
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no son entre estados, sino dentro de ellos, de pueblo a pueblo y de calle a calle. Esto ha puesto a la población civil en la línea de fuego y, hoy día, constituyen el 90% de las víctimas de guerra. Cerca de la mitad de esos muertos son niños. Muchos son matados por bombas y balas, otros mutilados por minas terrestres. Muchos más perecen como resultado de consecuencias más indirectas e intangibles, como la destrucción de los centros sanitarios o de las conducciones de agua potable o por ser separados de sus familias y comunidades. La rápida disponibilidad de armas ha incrementado el número de bajas, de acuerdo con este informe, contribuyendo al reclutamiento de decenas de miles de niños y niñas en los ejércitos. La nueva generación de rifles de asalto, con sus diseños simples y ligeros, hace que puedan ser transportados, montados y utilizados por niños de diez años o incluso por niños menores. Además estos rifles no son caros; en Uganda un rifle de asalto AK-47 cuesta lo mismo que un pollo. El informe pide una campaña mundial para detener el reclutamiento en los ejércitos de niños menores de 18 años y para asegurar que todos los ejércitos desmovilicen inmediatamente a todos los niños menores de 18 años que actualmente tengan reclutados. Urge a todos los países a apoyar la adopción rápida del borrador del Protocolo Opcional de la Convención de los Derechos del Niño, aumentando el mínimo de edad de reclutamiento y participación en los ejércitos a 18 años. Pide la designación de un Representante Especial del Secretario General para controlar el progreso de las recomendaciones del informe, para mantener el tema de los niños en conflictos armados en un lugar prevalente dentro de la agenda internacional. Reconociendo las necesidades desesperadas del creciente número de refugiados, el informe recomienda que UNICEF asumiese el liderazgo en la protección y cuidado de los niños refugiados en cada situación de conflicto. Resaltando las especiales amenazas sobre mujeres y niñas durante los conflictos, con el uso de la violación y otras formas de violencia como armas de guerra. El informe recomienda que, en tiempo de guerra, todos los casos de violación y tortura sexual sean perseguidos como crímenes de guerra y que todo el personal militar, incluido aquellos que se dedican a salvaguardar la paz, debería recibir un entrenamiento y una instrucción especial acerca de sus responsabilidades con las mujeres y los niños. Incluso después de que un conflicto haya concluido, los niños siguen expuestos a los peligros ocasionados por los aproximadamente 110 millones de minas antipersonales disgregadas por las zonas de guerra. Apoyando el crecimiento de una campaña internacional que llegue a la prohibición completa de la producción, uso, comercio y ubicación de minas terrestres. El informe resalta la importancia de la retirada humanitaria de minas, de la realización de programas adecuados a la edad sobre las precauciones y alerta sobre las minas y de la necesidad de rehabilitación para estos niños. Sugiere que tales iniciativas deberían estar financiadas particularmente por aquellas empresas y países que se han aprovechado de las ventas de estos mortíferos productos.
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El informe argumenta que los apoyos a la salud y a la educación y el apoyo psicosocial deberían ser los tres pilares sobre los que descansasen todas las intervenciones de emergencia en épocas de guerra, para proteger el desarrollo a largo plazo de la infancia. También hace una llamada a la comunidad internacional para asegurar que las sanciones que se puedan imponer se enfoquen adecuadamente y que no afecten los servicios sociales básicos que sean esenciales para el bienestar de los niños. El impacto de estas sanciones sobre los niños debería estar cuidadosamente controlado. Y las exenciones humanitarias deberían estar enfocadas hacia los niños. A largo plazo, dice el informe, la comunidad internacional debe dar los pasos necesarios para detener las guerras atacándolas en su origen, incluyendo las raíces económicas y sociales de los conflictos y prohibiendo el embarco de armas a las zonas en guerra. Al mismo tiempo, sin embargo, todos los que están involucrados en la defensa y la ayuda a los niños afectados por conflictos armados tienen la responsabilidad de denunciar todas las violaciones de los derechos de los niños. Asimismo, el informe de Graça Machel, hace una llamada para la diseminación mundial y para un agresivo fortalecimiento de los acuerdos internacionales que ya existen para proteger a los niños, tales como la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención de Ginebra y sus protocolos, y la Convención para el Fin de la Discriminación de la Mujer. La Sra. Machel dice: "Estas recomendaciones son prácticas y asequibles. Simplemente necesitamos tener el impulso para hacer que se lleven a cabo. La alternativa -no hacer nadaes impensable. Para una paz futura, necesitamos invertir hoy en la protección de los niños."
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