Epistemología y Evolución del Pensamiento Científico Cuadernillo para el cursado
2015
Universidad Nacional de Tucumán Fac. Bioquímica Química y Farmacia Profesores: Titular: Dra. María Natalia Zavadivker JTP: Prof. Marisa Álvarez
UNIDAD II - Inferencias formales y no-formales: inducción, deducción, abducción y analogía- El método inductivo y la concepción popular de observaciónMecanismo lógico y fundamento de la inducción- Críticas al método inductivo.
Introducción El ser humano en su quehacer cotidiano se enfrenta a la realidad constantemente, debiendo para ello interpretarla a cada instante. Esta interpretación de la realidad, llevada a cabo por el cerebro y se efectúa generalmente de manera inconsciente mediante el uso de razonamientos. A su vez estos razonamientos operan haciendo uso del lenguaje a través de conceptos que se van relacionando entre sí mediante nexos para formar juicios o proposiciones. Para el científico el estudio de estos razonamientos implícitos llevados a cabo por la mente, le permite hacer uso de ellos de manera consciente en su intento por aprehender la realidad. La lógica es la parte de la filosofía que se dedica al estudio de las formas y los principios generales que rigen el conocimiento y el pensamiento humano. Un concepto es la unidad más básica de toda forma conocimiento. Los conceptos son construcciones o representaciones mentales de un objeto, hechos, cualidades, etc., que nos permiten categorizar y comprender la realidad que nos rodea. Dos características de los conceptos son: la extensión y la comprensión. La extensión es el conjunto de individuos a los que se les aplica un concepto. Por ejemplo la extensión del concepto de vertebrado es aplicable a todos los animales con columna vertebral. La comprensión, por otrolado, es el conjunto de características que definen un concepto. Por ejemplo la comprensión del concepto de hombre es: ente, substancia, viviente, animal, racional. La ley general de la comprensión y la extensión nos dice que existe una relación inversa entre comprensión y extensión. Es decir: a mayor extensión, menor comprensión. Los conceptos pueden clasificarse según su extensión en singulares, aquellos cuya extensión se reduce a un individuo (por ejemplo: este hombre es…); particulares, cuando su extensión se reduce de un modo indeterminado (por ejemplo: algún hombre es…); y universales, aquellos cuya extensión abarca todo un conjunto (por ejemplo: todo hombre es…). Otra manera de clasificar a los conceptos es según si comprensión en simples, complejos, abstractos y concretos. Además los conceptos pueden clasificarse por mutua oposición en: Contrarios: aquellos que permiten entre dos conceptos opuestos, situaciones intermedia. Por ejemplo: Alto, mediano, y bajo. Contradictorios: cuando se trata de una oposición en que el segundo concepto es el primero negado. Por ejemplo: Perro, no-perro.
Los conceptos se asocian y relacionan para formular juicios o proposiciones. Estos juicios están formados por un “sujeto” unido por la copula “es” a un “predicado”, y afirman o niegan la existencia de algo. Tienen la característica de ser Verdaderos o Falsos. Los juicios según Aristóteles son el término medio entre un concepto y un razonamiento. Según Kant los juicios o proposiciones pueden se: analíticos o sintéticos. En los juicios analíticos el concepto que expresa en el predicado está contenido en el sujeto, estableciéndose entre ambos una relación de identidad. Por ejemplo cuando uno expresa “todos los vertebrados son animales”, el concepto de animal se halla implícito en el concepto de vertebrado. En cambio, en los juicios sintéticos, el contenido del predicado no está comprendido en el sujeto, ni existe una relación alguna con este. Con lo que el predicado proporciona una información adicional que no estaba contenida en el sujeto. Por ejemplo en “estas rosas son rojas” la cualidad de ser rojas no está comprendida en el concepto de rosa. Además pueden distinguirse cuatro tipos de juicios:
Juicios de Cantidad: 1. Universales: Todo S es P 2. Particulares: Algún S es P 3. Singulares: Un S es P
Juicios de Calidad: 1. Afirmativos: S es P 2. Negativos: S no es P 3. Indefinidos: S es no P
Juicios de relación: 1. Juicios categóricos simples: S es P 2. Juicios hipotéticos: si S es P, entonces Q es R 3. Juicios disyuntivos: incluyentes o excluyentes
Juicios de modalidad: 1. Juicios problemáticos: S probablemente es P 2. Juicios asertivos: S es efectivamente P 3. Juicios apodícticos: expresan una necesidad “un triángulo es un trilátero”
Normalmente, no es posible razonar directamente mediante conocimientos en un estado mental, por lo tanto hacemos uso de representaciones simbólicas, es decir conceptos, que se expresan por medio de palabras, símbolos, fórmulas, gráficos, etc. a través del uso del lenguaje. Este lenguaje lleva implícito una sintaxis, que consiste en las relaciones existentes entre los términos empleados, así como también una semántica, que consiste en el sentido de referencia. Para el estudio de los razonamientos, la lógica se vale de un lenguaje simbólico propio, un lenguaje formal, que le permite librarse de las “imperfecciones” del lenguaje de uso corriente, como ser las variaciones en el uso del lenguaje y las ambigüedades y le brinda una mayor claridad, precisión y abstracción. Éste metalenguaje le da la ventaja a su vez de ser universal. Mediante el uso de este lenguaje un razonamiento puede expresarse, por ejemplo, de la siguiente manera: Todos los hombres son mortales...si A es B; o bien si A entonces B Sócrates es un hombre....................C es A Entonces Sócrates es mortal……....entonces C es B Los enunciados universales, como las Leyes, se formulan en base a juicios universales, asumiendo que ocurren siempre del mismo modo. Este tipo de enunciados utilizan siempre el condicional, es decir “si p, entonces q”. Los enunciados de este tipo tienen una necesidad fáctica, es decir que la relación condicional establecida entre los términos es necesaria solo bajo las condiciones del universo en el que vivimos. No hay una necesidad lógica de que las cosas sean como son. Los enunciados particulares predican sobre algunos de los miembros de una clase o grupo. Tienen una forma existencial debido a que informan de la existencia de al menos un individuo con determinadas características. Pueden expresarse como “Existe al menos un p tal que q”; o bien “Algunos p son q”. Los enunciados particulares tratan o informan acerca de un individuo en particular. Como punto de partida del estudio de las leyes que rigen el proceso del razonamiento, se han establecido ciertas leyes fundamentales, que se consideran generales y anteriores a todos los que de ellas se deducen, que son producto de la intuición (resultado de un conocimiento directo e inmediato), y sobre los cuales se fundamentan todas las restantes normativas lógicas. Estos principios se consideran verdades axiomáticas, evidentes por sí mismas, que no tienen que, ni necesitan, demostrarse. Son cuatro principios:
El principio de identidad que establece que en una proposición verdadera el concepto contenido en los predicados es total o parcialmente igual al concepto contenido en el sujeto: “el triángulo tiene tres lados”.
El principio de no contradicción que establece que un objeto no puede ser y no ser al mismo tiempo, con lo cual dos proposiciones contradictorias no pueden ser ambas verdaderas: es decir que si “el triángulo tiene tres lados”, no puede ser verdad que “el triángulo no tiene tres lados” El principio del tercero excluido se desprende del principio de no contradicción y establece que existen dos proposiciones contradictorias entre sí, una debe ser verdadera y la otra falsa, y como no existe un valor intermedio entre lo verdadero y la falsedad, no puede existir una tercera posibilidad.
El principio de razón suficiente se basa en que todo lo que existe tiene una razón de ser, y por lo tanto todo juicio es verdadero o falso por alguna razón; y por lo tanto debe ser posible establecer su verdad o falsedad por medio de la razón. De éste principio se deriva el principio de la causalidad que expresa que todo lo que existe tiene una causa, por lo cual todo lo que es efecto de una causa puede convertirse a su vez en causa de otro efecto.
Inferencias formales y no-formales: inducción, deducción, abducción y analogía En la lógica clásica aristotélica y sus desarrollos medievales, se estudiaban las estructuras del pensamiento, distinguiendo tres componentes: Los conceptos, que actualmente se denominan clases y se expresan mediante los términos; Los juicios, que actualmente se denominan enunciados o proposiciones, y que expresan relaciones entre los conceptos; y los razonamientos, que también se denominan inferencias y que a su vez expresan relaciones entre los enunciados. Los razonamientos o inferencias, relacionan diferentes proposiciones previamente obtenidas, para inferir una conclusión que nos brinda un nuevo conocimiento. Los razonamientos son susceptibles de ser validos o inválidos dependiendo de la coherencia de su estructura interna, independiente de la verdad material de las proposiciones que lo forman. Es decir que un razonamiento puede ser lógicamente válido independientemente de si su conclusión se corresponde efectivamente con un hecho en la realidad. Por ejemplo el razonamiento: todos los procariotas tienen un nucleo bien definido; Escherichia Coli es un procariota; E. Coli posee un nucleo bien definido; se advierte que el razonamiento es válido, pero no así la verdad de la primera premisa y de la conclusión.
Se identifican según Samaja cuatro tipos de inferencias: la Deducción, la Inducción, la Abducción y la Analogía. En un razonamiento inductivo el proceso racional parte de lo particular y avanza hacia lo general o universal. El punto de partida puede ser completo o incompleto, aunque lo más probable es que sea incompleto. Es el caso general de las ciencias que proceden a partir de la observación o la experimentación, en que se dispone de un número limitado de casos, de los cuales se extrae una conclusión general. En un razonamiento deductivo el proceso racional parte de lo universal y lo refiere a lo particular; por lo cual se obtiene una conclusión forzosa. En un razonamiento abductivo el proceso racional parte de un conocimiento universal y lo contrasta con determinados rasgos observables de un objeto o fenómeno x, e intenta determinar de qué objeto (o fenómeno) se trata. En un razonamiento analógico el proceso racional parte de lo particular y asimismo llega a lo particular en base a la extensión de las cualidades de algunas propiedades comunes, hacia otras similares. No obstante esto nos permite la formulación de hipótesis y leyes universales nuevas, diferentes a las análogas de referencia. Deducción La deducción es un tipo de razonamiento que parte de la afirmación de un conocimiento general o universal denominado “Regla” o “Premisa mayor” que posee determinados “Rasgos” o caracteristicas, y la derivación de esos rasgos hacia un “Caso Particular” o “Premisa menor” que es un subconjunto de dicho conocimiento general. La conclusión de este tipo de razonamiento es un rasgo de la premisa mayor, aplicado a la premisa menor, de una manera tal que de las premisas se sigue la conclusión como la consecuencia única y necesaria, con independencia del contenido o materia de aquellas. Si la proposición que enuncia la regla es verdadera, y si el caso es efectivamente un caso de dicha regla, la conclusión deberá ser necesariamente verdadera. La deducción es un razonamiento lógicamente valido ya que si se parte de premisas verdaderas, se infiere una conclusión necesariamente verdadera; es decir que la verdad formal se conserva y depende de la verdad de las premisas. De modo que si una de las premisas es falsa, la conclusión queda indeterminada. Otra manera de analizar el razonamiento deductivo es como un conjunto con determinadas características que son transferidas a un subconjunto perteneciente al mismo. La estructura de la deducción propuesta por Samaja es: Regla + Caso Rasgo
Inducción La inducción, por otro lado, parte de conocimientos particulares, intenta reconstruir un saber general o universal. Es decir, va de lo particular a lo general. Intenta describir las propiedades de un conjunto de individuos (población) o fenómeno, a partir de las propiedades observadas en un subconjunto de individuos (muestra) perteneciente al mismo. La inducción, parte de una serie de enunciados observacionales que contienen al menos un rasgo en común, y extiende ese o esos rasgos a todos los casos posibles. La conclusión de un razonamiento inductivo es una regla general, es decir un enunciado de nivel 2. En este tipo de razonamiento, la verdad de una proposición no se conserva en la conclusión, por mas que los casos analizados sean verdaderos, quedando la misma siempre indeterminada. Ahora bien, si se demuestra que al menos un caso perteneciente al conjunto no cumple con la regla, se puede aceptar que esa conclusión es falsa. Para Samaha, la estructura de una inducción es la siguiente: Caso: a, b, y c son casos de X Rasgo: a tiene el rasgo &; b tiene el rasgo &; c tiene el rasgo & Regla: todo caso perteneciente a X posee el rasgo &
Abducción La abducción es un tipo de razonamiento que nos permite, mediante el conocimiento previo de una regla general, identificar un caso particular como subconjunto perteneciente un conjunto más amplio, mediante la observación de sus rasgos característicos. La conclusión de una abducción es un caso o fenómeno identificado. Desde el punto de vista lógico es un razonamiento inválido, debido a que afirmar que determinado caso pertenece a un conjunto, mediante la observación de alguno de sus rasgos no nos da la certeza de que sea cierto, sino tan solo posible. Por ejemplo, no podemos afirmar que llovió solo por que la vereda esta mojada, solo podemos afirmar que es posible que haya llovido. Es a esto a lo que se le llama la falacia de la afirmación del consecuente. La forma que Samaha da a este tipo de razonamiento es la siguiente: Regla + Rasgo Caso
Analogía El razonamiento analógico comienza con la precepción de un rasgo perteneciente a un fenómeno desconocido (rasgo anómalo), que nos recuerda por su similitud a otro rasgo de un caso de otro fenómeno que conocemos (caso familiar). Como conocemos la regla que rige el comportamiento del fenómeno del caso familiar (regla del caso análogo), lo que hace este razonamiento es utilizarla como protohipótesis para la creación de una hipótesis (regla hipotética) que venga a explicar a nuestro fenómeno desconocido. Por lo tanto, la conclusión de una analogía es una nueva regla o hipótesis teórica que puede pertenecer a enunciados del nivel 3 (leyes teóricas) y que pretende explicar el comportamiento de nuestro fenómeno. La estructura que explica este tipo de razo8namiento según Samaha es: Paso 1: Rasgo anómalo + Caso análogo (familiar) Caso (presunto) Paso 2: Rasgo + Regla del caso análogo (proto-Hipótesis) Caso (presunto) Paso 3: Rasgo + Regla hipotética Caso (identificado por abducción)