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©Akihiro Ikeshita

Índice

Un viaje extraordinario Cuando la nave espacial Hayabusa volvió finalmente a la Tierra el 13 de junio de 2010, portaba en su interior una mercancía singular y preciosa: partículas de polvo recogidas en la superficie de un asteroide. La misión, que duró siete años y fue ejecutada por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA, por sus siglas en inglés), no sólo representa una de las mayores proezas tecnológicas de la era moderna, también nos ha proporcionado información novedosa y de incalculable valor acerca del nacimiento y la evolución de nuestro sistema solar.

3................................................................................................................Acerca de la JAXA 3............................................................................La sonda de asteroides Hayabusa 4...................................................................................................................... El sistema solar 5.....................................................................................................................................La misión 5............................................................................................................................Las muestras 5............................................................................................................El asteroide Itokawa 6.......................................................................................................................................... El viaje 7............................................................................J. Kawaguchi, el jefe del proyecto 8....................................................................................................En palabras de Daisuke 8............................................................................................ De la idea al producto final 9........................................................................................... Acerca de LEGO® CUUSOO

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Acerca de la JAXA La JAXA es la agencia aeroespacial nacional de Japón. Fue fundada en 2003 como resultado de la fusión de tres organismos independientes con el objetivo de combinar las más avanzadas actividades en materia de investigación y desarrollo tecnológico con el lanzamiento de satélites y naves espaciales al espacio. Fiel a su lema, «Conquistar el cielo, explorar el espacio», la JAXA continúa desafiando fronteras desconocidas e inexploradas por medio de su amplio espectro de misiones de investigación y desarrollo, con el fin último de contribuir a la paz y la felicidad de la humanidad en su conjunto.

La sonda de asteroides Hayabusa Los desafíos tecnológicos a los que se enfrentó la misión Hayabusa fueron enormes. Esta sería la primera nave espacial diseñada deliberadamente para aterrizar en la superficie de un asteroide y recoger muestras físicas de suelo para su análisis en la Tierra. Dado que las distancias eran considerables y los científicos no sabían demasiado acerca del asteroide en el que la sonda Hayabusa (que, en japonés, significa «halcón») habría de aterrizar, la misión se vio obligada a alcanzar cotas inéditas en las áreas del desarrollo de motores iónicos, el control autónomo y la navegación óptica.

FICHA DE DATOS DE LA SONDA DE ASTEROIDES HAYABUSA

Fecha de lanzamiento: 9 de mayo de 2003 Fecha de reentrada: 13 de junio de 2010 Peso: 510 kg (con gases propelentes) Anchura total: 6 m Estructura principal: 1,0 m x 1,1 m x 1,6 m (hexaedro) Propulsión principal: Motores iónicos (de descarga de microondas) Gases propelentes: Xenón, hidracina y tetróxido de dinitrógeno Velocidad durante la reentrada: 12 km/s Distancia recorrida: 6.000 millones de kilómetros

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Sol

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Marte

Cinturón de asteroides

Tierra

Nuestro sistema solar se formó, fruto de una nube de polvo cósmico, hace unos 4.500 millones de años. El tercero de sus planetas, la Tierra, desarrolló condiciones favorables para la vida. La humanidad ha mirado siempre a las estrellas, pero no fue hasta hace relativamente poco tiempo que pudo comenzar a observar los diferentes planetas a través del telescopio. Hoy, la avanzada tecnología de la que disponemos nos permite enviar sondas al espacio y observar, casi al instante, lo que ocurre en los cuerpos celestes. Los grandes telescopios nos han permitido también descubrir mundos completamente nuevos y comprender el funcionamiento de los sistemas planetarios. Aunque a veces creamos que la tecnología moderna ha permitido a los científicos resolver la mayor parte de los misterios del espacio y la humanidad, la exploración del origen de la vida y el universo no ha hecho más que comenzar.

El sistema solar

Mercurio Venus

Luna

Itokawa

Júpiter Saturno Urano

Neptuno Plutón

La misión

Las muestras

Antes de que se pusiera en marcha la misión Hayabusa, la Luna era el único cuerpo astronómico de cuya superficie se había conseguido recoger muestras físicas. Sin embargo, debido a los grandes cambios que el satélite ha sufrido a lo largo del tiempo como resultado de diversos procesos térmicos, tales muestras no nos proporcionaron demasiada información. Los científicos pensaban que los asteroides, al ser más pequeños, debían esconder un registro menos adulterado de la época durante la que tuvo lugar la formación de los planetas. Así, si era posible conseguir una muestra de suelo de la superficie de un asteroide, puede que se obtuviesen nuevos indicios acerca de las primeras etapas de la nebulosa protosolar y las materias primas de cuya combinación surgieron los planetas. Tal fue, exactamente, el objetivo de la misión Hayabusa.

Cuando la cápsula de la sonda Hayabusa fue recogida a su regreso a la Tierra, se encontraron en ella más de 1.500 partículas individuales de polvo procedente de la superficie del asteroide Itokawa, la más grande de las cuales medía tan sólo 0,3 mm. Un análisis detallado demostró la presencia de minerales como el olivino, el piroxeno y diversas plagioclasas, así como la de sulfuro de hierro. Hoy, los científicos creen que el asteroide Itokawa se formó inmediatamente después del nacimiento del sistema solar, hace 4.500 millones de años, como resultado de la colisión de diferentes cuerpos celestes similares a los asteroides.

El asteroide Itokawa El asteroide Itokawa es uno de los muchos objetos cercanos a nuestro planeta que orbitan entre este y Marte. Fue descubierto en 1998 y bautizado posteriormente como «25143 Itokawa» en honor al Dr. Hideo Itokawa, uno de los pioneros en el campo de la astronáutica. El Itokawa es un asteroide relativamente pequeño (535 m x 294 m x 209 m) y de forma irregular. Aunque ciertas regiones de su superficie son notablemente escarpadas y contienen un gran número de rocas, otras son más llanas y uniformes. Los análisis de las partículas de polvo recogidas por la sonda Hayabusa demuestran que permanecieron depositadas sobre la superficie del asteroide Itokawa durante varios millones de años. Las pruebas sugieren también que, probablemente, el asteroide se compone de fragmentos internos de un asteroide de mayor tamaño que se dividió. Las regiones más importantes de la superficie del asteroide Itokawa han recibido nombres relacionados con el proyecto Hayabusa.

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Salida de la atmósfera

Sombra de la sonda Hayabusa sobre el asteroide Itokawa

Contacto con la superficie del asteroide Itokawa

Reentrada de la sonda Hayabusa

El viaje El viaje de la sonda Hayabusa comenzó el 9 de mayo de 2003, cuando fue lanzada desde el Centro Espacial Kagoshima (hoy conocido como Centro Espacial Uchinoura). Sus propulsores principales eran cuatro motores iónicos con el mismo poder de aceleración que un suspiro, pero extremadamente eficientes en cuanto al consumo de combustible. Los motores iónicos se mantuvieron en funcionamiento casi continuamente durante dos años, propulsando lentamente a la nave espacial hacia su encuentro con el asteroide Itokawa, que tuvo lugar a mediados de septiembre de 2005. A lo largo de su recorrido, la sonda Hayabusa contó también con la ayuda gravitacional de la Tierra. La sonda Hayabusa analizó la superficie del asteroide desde una distancia aproximada de 20 km antes de aproximarse cautelosamente a ella para la recolección de las muestras. Aquel fue un momento crítico para la misión: debido al enorme retraso que sufría la comunicación como resultado de la distancia, no era posible controlar la sonda en tiempo real desde la Tierra, por lo que esta habría de hacer uso de sus propias funciones de navegación autónoma.

minutos. Seis días más tarde, la segunda operación de aterrizaje salió tal y como se había planeado. Sin embargo, se descubrió que la sonda no había disparado ninguno de los proyectiles destinados a fragmentar la superficie y cabía la posibilidad de que hubiera penetrado algo de polvo en el tubo de muestras debido a los impactos sufridos durante el aterrizaje. La sonda Hayabusa experimentó diferentes problemas a partir de entonces. Una serie de fallos de comunicación provocó que el centro de control perdiera todo contacto con la sonda durante seis largas semanas, algo que, finalmente, postergaría tres años su retorno a la Tierra. Durante el retorno fallarían tres de los cuatro motores iónicos; por fortuna, el equipo logró combinar las piezas de dos de los motores averiados para que funcionasen como uno solo. Todos estos infortunios fueron resueltos gracias a la creatividad de los científicos e ingenieros que componían el equipo, cuya colaboración permitió que la misión siguiera adelante. Por fin, el 13 de junio de 2010, la sonda Hayabusa volvió a casa con su preciosa carga; finalizaba así uno de los viajes más espectaculares de la historia de la exploración espacial.

El 20 de noviembre de 2005 se llevó a cabo un primer intento de aterrizaje. Por desgracia, un sensor detectó un obstáculo durante la navegación autónoma y acabó por desestabilizar el comportamiento de la sonda Hayabusa. Tras rebotar varias veces sobre la superficie, la sonda logró tomar tierra y permaneció inclinada durante unos 30 6

J. Kawaguchi, el jefe del proyecto El campo de la investigación espacial vive una nueva etapa. El objetivo de la misión Hayabusa era completar el primer viaje de ida y vuelta a un objeto solar, incluyendo un aterrizaje en su superficie. Este proyecto marcó el comienzo de una nueva era en el campo de la exploración espacial, al demostrar la posibilidad de transportar hasta la Tierra muestras y recursos procedentes de otros objetos

solares. Contemplo un futuro en el que se construirán bases en el espacio profundo que permitirán a las naves espaciales atracar con fines de reparación y repostaje antes de volver a ponerse en marcha y continuar recorriendo distancias cada vez mayores. Os animo a crear nuevas naves espaciales basadas en la sonda de asteroides Hayabusa.

J. Kawaguchi, jefe del proyecto 7

Daisuke Okubo

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Melody Louise Caddick

En palabras de Daisuke

De la idea al producto final

Lo primero que me interesó de la sonda de asteroides Hayabusa fueron los aspectos tecnológicos; no obstante, pronto descubrí que, además, Japón había sido un país pionero al completar con éxito una misión de este tipo. Sorprendentemente, no necesité más de dos meses para llevar a cabo el proyecto. Mucha gente me proporcionó ánimo y ayuda a través de Twitter y el blog; me gustaría enviar mi más sincero agradecimiento a todos los que contribuyeron y votaron por el modelo. La ilustración que aparecía en la propuesta del modelo LEGO® Hayabusa pertenece a un usuario llamado «In81212», al que agradezco su participación en el proyecto. Quisiera hacer constar el comentario que me hizo llegar: «La misión Hayabusa fue un logro extraordinario y pasará a la historia. Sin embargo, todo lo que sobrevivió de la sonda en sí es la cápsula; el resto se consumió. Quería recuperarla y hacerlo empleando ladrillos LEGO». Gracias de nuevo a todos los que me ayudaron. Espero que mucha más gente llegue a conocer así la historia de la misión Hayabusa.

Melody Louise Caddick trabaja como diseñadora en la sede central de LEGO®, en Billund (Dinamarca). Su tarea fue transformar el modelo de la sonda Hayabusa creado originalmente por Daisuke en otro a la altura de un set de construcción LEGO tradicional en cuanto a calidad y experiencia de construcción. Fue un proyecto gratificante, pero también sembrado de desafíos: «Trabajar con LEGO® CUUSOO es siempre emocionante y divertido. Sin embargo, recrear un objeto real, como la nave espacial Hayabusa, empleando ladrillos LEGO, puede resultar complicado. Por ejemplo, con los elementos de los que disponemos, no fue posible conseguir que los paneles se pudieran cerrar y plegar a continuación a los lados. También era preciso garantizar la estabilidad, de modo que cuando se construyese y exhibiese el modelo, este mantuviera la forma original en el máximo grado posible. Debo decir que estoy muy satisfecha con el modelo final».

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GET AN IDEA... ÜBERLEG' DIR ETWAS... TROUVE UNE IDÉE TEN UNA IDEA… TEM UMA IDEIA... HA VAN EGY ÖTLETED...

SHARE YOUR WISH... TEILE DEINE IDEE MIT ANDEREN... PARTAGE-LA... COMPARTE TU DESEO… PARTILHA O TEU DESEJO... TEDD KÖZZÉ, HOGY MIT SZERETNÉL...

GATHER SUPPORT... HOL' DIR UNTERSTÜTZUNG... RASSEMBLE DES VOTES... OBTÉN APOYOS… OBTÉM APOIO... SZEREZZ TÁMOGATÁST...

Acerca de LEGO® CUUSOO Con LEGO® CUUSOO, tus deseos LEGO pueden hacerse realidad. Todo lo que has de hacer es registrarte en el sitio web de LEGO CUUSOO y cargar un dibujo, una fotografía, un modelo o cualquier otra cosa que te permita compartir tu deseo con el mundo. Promociona tu deseo y consigue el voto de las personas que lo compartan. Si al menos 10.000 personas se unen a ti, LEGO Group revisará tu idea para considerar si puede convertirse en un producto real. El jurado de LEGO evaluará los proyectos en función de un conjunto específico de criterios: ¿Encaja el producto propuesto con los valores de LEGO Group? ¿Se puede fabricar el producto con la misma calidad que poseen los demás productos LEGO? Y, más importante si cabe: ¿Proporciona el producto una buena experiencia de construcción y resulta divertido jugar con él? Si la respuesta a todas las preguntas anteriores es afirmativa, daremos paso al desarrollo final de tu deseo y lo convertiremos en realidad para que tú, los que te han apoyado y el mundo entero podáis disfrutar de él.

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