26/06/2016

El marketing de guerra. “La información que desinforma”.

Domingo 26/6/2016

Domingo 26/6/2016

El marketing de guerra. “La información que desinforma”. “Propaganda, desinformación y censura”, estás fueron las características presentes en los medios de comunicación en lo que duró la guerra de Malvinas en 1982. Cuando se habla de manipulación y censura, hay que comprender el contexto e intereses a los que éstos están ligados, para ese entonces el país se encontraba en un marco de restricción de la escena pública y del control de la información durante el proceso llamado “Reorganización Nacional” vigente desde el gobierno del General Videla en 1976, donde los medios de prensa pasaron a estar al control de las Fuerzas Armadas. El 2 de abril de 1982, el general Fortunato Galtieri anuncio la ocupación de las islas Malvinas, en un marco de una creciente tensión política y social que se vivía en la Argentina, el gobierno militar controló el flujo informativo en el ámbito nacional, que en sus aristas más extremas dio lugar a una burda manipulación informativa que iba desde el trucaje de fotográfico hasta la difusión de noticias triunfalistas falsas, censurando todo aquello que pudiera atentar contra la “seguridad nacional” con el fin de dar una sensación de apoyo y cercanía y así poder “limpiar” su imagen luego de la manifestación ocurrida tres días atrás la cual había sido fuertemente reprimida, por ende en tres días se vio una sociedad totalmente cambiante, que pasó del descontento y malestar hacia la dictadura militar al máximo fanatismo y apoyo hacia la misma.

En el caso del diario Clarín dedico la mayor parte del sus páginas a informar sobre lo que ocurría en la guerra, entre sus titulares durante los primeros meses se encontraban: “Euforia popular por la recuperación de Malvinas”, “Estamos ganando”, “Duro ataque aéreo a barcos británicos”, un artículo de Clarín (del 11 de abril del 1982) cita textualmente todos y cada uno de los cantos que entonaba la gente reunida en Plaza de Mayo, en los que sobreabundaban en frases que, con el paso del tiempo, parecen teñidas de ironía: “porompomponón, porompoón, salí Galtieri, salí al balcón”/ “No cabe duda, no cabe duda, la reina de Inglaterra es la más boluda”/ “¿Si este no es el pueblo, el pueblo donde está?/ , entre otros cánticos y celebraciones que realizaba la gente.

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La postura de Clarín incentivaba el sentimiento nacionalista en la sociedad al punto que la manipulación que se realizaba fue tal que la gente no se daba cuenta que el país se encontraba en guerra contra uno de los bloques más poderosos como lo era Gran Bretaña.

más urgentes (Clarín, Ed. “El sentimiento de la ciudadanía”, 22/6/1982), que, acompañadas de la opinión pública de la época, configuraron una especie de “versión oficial” de la historia reciente argentina que actuó como el más sólido fundamento, tanto a nivel ideológico como discursivo, de la nueva democracia.

Malvinas ocupó todos los temas de las agencias periodísticas durante los 74 días que perduró la guerra hasta el 15 de Junio de 1982, cuando se dio a conocer la drástica noticia de rendición de las tropas Argentinas. Mientras Clarín titulaba el día anterior “Bombardeo sobre las avanzadas Británicas”, al día siguiente el titular era “Cesaron los combates en las Malvinas. Se firmó un acta para retirar a las tropas argentinas”, el diario comenzó a mostrar una postura contradictoria entre las noticias que ejercía, luego el 18 de Junio cuando se dio a conocer que Gatlieri sería desplazado de la conducción del régimen, el diario no se mostraba claro con respecto al devenir interno del “Proceso”, en poco menos de tres páginas informaba que Galtieri “cayó”, “renunció” y “fue relevado”, expresiones que suponen ciertas ambigüedades respecto a los acontecimientos allí narrados y que ponen de manifiesto la situación experimentada por los poderes militares en esos días.

En medio de este punto de inflexión que se generó en la línea editorial del diario luego de la guerra, se escribieron tres notas en quince días, entre ellas una titulada : «Prioridad: la paz» la cual convocaba a los argentinos a cerrar una etapa de violencia para la reconstrucción democrática. En relación con la causa Malvinas, si durante el conflicto bélico se había asumido como portavoz de la sociedad en la defensa de la soberanía, ahora hablaba en nombre de «los soldados muertos» para apostar a la vía de la negociación. Luego, el 24 de junio Clarín publicó un editorial fuertemente crítico titulado “La gravedad del momento”. Allí, realizaba un diagnóstico sobre lo que consideraba como los principales problemas a resolver y sus causales, en el que sostenía que:

“Los traumas sufridos –Malvinas,

Con la derrota de la guerra comenzaba el periodo de declive del gobierno militar, a pesar de la censura aún vigente durante el mandato de Bignone desde Junio de 1982, en un clima de oposición al régimen debido al descontento social, los medios comenzaron a liberarse de la “autocensura” que se había impuesto. El final del conflicto cerró el capítulo de la dictadura y fue un factor decisivo para la reinstauración de la democracia.

la guerra todavía

En los meses sucesivos desde las páginas de Clarín, comenzaron a construirse y a dar forma a las imágenes contrapuestas y mutuamente dependientes del “Proceso” y de la “Democracia” convirtiéndose en portavoz del “sostenido sentimiento de aflicción, rabia e impotencia” de la ciudadanía y de sus reclamos

cultural, la censura,

pendiente, el aislamiento internacional, la caída productiva, la demolición de la industria, la crisis social, el apagón el manejo unilateral de los medios de comunicación de masas– se deben sustancialmente a

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la soledad vocacional en que los poderes públicos se manejaron con respecto a la ciudadanía”.

La tristeza con las que se contaban las calamidades, contrastaba con el orgullo que antes exhibía acerca del rol cumplido por la prensa, la comunidad y el gobierno actuando en consonancia durante los momentos más difíciles del país. Ahora, centraba en las Fuerzas Armadas la responsabilidad exclusiva del manejo de los medios de comunicación que contribuyó a aislar a las autoridades de las grandes mayorías del pueblo, y a “crear un clima de irrealidad, en el cual cada receptor del mensaje se sentía incomprendido, sin advertir que su caso se multiplicaba hasta conformar legiones” (Clarín, “La gravedad del momento”,24/6/1982). La última publicación de esa triada se tituló “Repensar el país, reconstruir el país” (1/7/1982), un extenso editorial firmado por Ernestina Herrera del Noble, directora del diario Clarín, el cual realizaba una convocatoria propia de un fin de ciclo para reclamar el restablecimiento de la democracia, la vigencia de la Constitución Nacional y el imperio de la soberanía popular. A su vez, daba cuenta de las razones que dieron por resultado un «tejido social agraviado» y la carencia de una «sociedad estable y segura de sí misma» En cuanto a la prensa durante la guerra de Malvinas hizo hincapié en que «el triunfalismo de los medios de comunicación en manos del estado contrastó con el cruel desenlace y que la libertad de expresión debe ser una prenda de sinceramiento con que se emprenda en la nueva etapa» Por lo tanto, Clarín pasó por un proceso de transición en cuanto a las posturas que adoptó en el transcurso del tiempo, la retórica del

matutino porteño daba muestras de la ruptura que propuso desde la dictadura de 1976, cuando se posicionó como socio ideológico del Estado terrorista, reacomodando su posición sin caer en la culpa, demostrando que ese reposicionamiento era resultado de una estrategia ante la nueva etapa de transición a la democracia.

Breve Análisis de la guerra en la actualidad: La dictadura de Leopoldo Galtieri llevó a los argentinos a una guerra improvisada con Gran Bretaña por primera vez por las Islas Malvinas la asimetría en el respaldo internacional, el desamparo de nuestros soldados y la impericia de la conducción local precipitaron el desenlace. (La sangre de Malvinas, Clarín | 28.08.2005)

Eduardo van der Kooy. PERIODISTA DE CLARIN. (Clarín | 28.08.2005) Causas y consecuencias: Las percepciones erróneas de militares argentinos y responsables de la política exterior, las pretensiones continuistas del Proceso y las aspiraciones personales de Galtieri, fueron tan desencadenantes como la euforia nacionalista y el desafío a EE.UU. y Gran Bretañai. Tras la guerra se precipitaron la caída de la dictadura, la recuperación de la democracia y la hipoteca de la deuda externa. ¿Qué

Significó?

“La guerra de las Malvinas sigue siendo hoy tan difícil de aceptar, por lo absurda, como en 1982. Pero esa lejanía en el tiempo permite tener otra perspectiva y arrimarnos quizás a cierta comprensión. En esa comprensión debe caber el marco de un mundo dividido entonces por ideologías y poderes que no existen más — la bipolaridad— y una sociedad que, como la

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nuestra, varió en 20 años su vertebración económica, social y cultural. El conflicto tuvo, sin duda, un contraluz. Por un lado alejó a la Argentina, en el plano político, de una reivindicación legítima e histórica. El retroceso internacional fue notorio. La democracia cargó con ese costo. También sumió a la mayoría de la sociedad en una honda frustración. El arraigado sentimiento por Malvinas se transformó para las nuevas generaciones en una sensación

distante. Esa pérdida que tiene estrecho vínculo con la identidad nacional posibilitó, en cambio, el nacimiento de otra ilusión: la derrota militar terminó por tumbar a la dictadura y abrió las puertas a la democracia, imperfecta, pero que los argentinos añoramos por décadas.”

Satulovsky María Belén.

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