NARRATIVA EXTRANJERA
El genio maligno que mece la cuna Autor de una influyente serie de novelas policiales, Andrea Camilleri propone una biografía de Luigi Pirandello en que realidad y ficción se entrecruzan para homenajear el inimitable estilo del mayor escritor siciliano POR WALTER CASSARA Para La Nacion
N
o hay nada más extraño, más distorsivo y potencialmente aterrador que la percepción de la propia individualidad. En el centro de ese armazón tan frágil que llamamos “yo” está soplando siempre un huracán. Nada impide pues que una mañana, al mirarnos al espejo, experimentemos de pronto “un descenso al maelström” y, al igual que el marinero en el célebre cuento de Edgar Allan Poe, regresemos sanos y salvos del naufragio, aunque transformados completamente en otra persona. Todos pasamos a diario por momentos como esos. Y todos, además, fuimos como Luigi Pirandello “hijos cambiados”, es decir: niños anacrónicos, dislocados, puestos en la cuna por la mano de un genio malicioso y amargo que se complace en el malentendido.
A veces, dicho genio puede ocultarse en la figura de un padre omnipotente y arbitrario, como lo fue Stefano Pirandello para el pequeño Luigi. Del mismo modo, el malentendido universal puede confundirse con la vida y tomar la forma de un cuento o una comedia del propio Pirandello. Al menos, así lo entiende Andrea Camilleri, que ha encarado esta biografía del autor de El difunto Matías Pascal respetando las convenciones del género, aunque disponiendo libremente de los materiales en favor de la ficción. La leyenda del hijo cambiado, desde la cual Camilleri narra y reinterpreta la vida de Pirandello, es una historia que tiene antecedentes en diversas culturas y creencias populares a lo largo de todo el mundo. Un niño cambiado es el hijo de una criatura fantástica dejado clandestinamente en el lugar de un niño humano. Su variante mediterránea “es la de una madre incapaz de resignarse a la realidad: en la cuna su hijo es un ser deforme, pero ella reacciona refugiándose en la convicción de que su verdadero hijo, guapo y rubio, ha sido raptado por las donne (las brujas) dejando en su lugar a este otro, feo, lisiado y que ni siquiera habla. Un día llega al pequeño puerto una nave extranjera con un príncipe joven y enfermo a bordo, que ha venido a curarse al sol del sur. Y la madre se convence al punto de que el príncipe
Andrea Camilleri, creador del detective Montalbano LEONARDO CENDAMO / AFP
es su verdadero hijo que ha regresado milagrosamente (sic).” Suele decirse que esta antigua fábula es una respuesta supersticiosa para explicar el nacimiento de niños defectuosos. Pero vista al contraluz de ese maestro en el arte del histrionismo y los desdoblamientos de la personalidad que fue Luigi Pirandello, adquiere la significación de una intricada alegoría o de una broma macabra. De este modo,
BIOGRAFÍA DEL HIJO CAMBIADO POR ANDREA CAMILLERI GADIR TRAD.: FRANCISCO DE JULIO CARROBLES 290 PÁGINAS $ 50
sobre un friso de datos presuntamente “auténticos” (cartas, referencias y testimonios biográficos) Camilleri entrecruza la ficción con la realidad, al mejor estilo del comediógrafo de Seis personajes en busca de autor, en cuyas numerosos relatos (filmados genialmente por los hermanos Taviani) y piezas de teatro el ar-
te y la vida tienen la misma entonación. “Cada siciliano es, de hecho, una irrepetible ambigüedad psicológica y moral. Igual que la isla, que es una mezcla de luto y de luz” escribió alguna vez Gesualdo Bufalino, otro gran maestro del ácido humor mediterráneo. Un párrafo aparte merece la erudición y la fina ironía con los que Camilleri aborda el árido paisaje y la retorcida mentalidad de la Sicilia de fines del siglo XIX, esa pintoresca ensalada de clasicismo y barbarie agreste, de fervor religioso y fanfarronería, de hombres chapuceros y mujeres santurronas de las que se nutrió considerablemente la obra de Pirandello. Andrea Camilleri nació en 1925 en Porto Empedocle, en la provincia de Agrigento. Actualmente vive en Roma, donde imparte clases en la Academia de Arte Dramático. Durante cuarenta años fue guionista y director de teatro y televisión. En 1994 creó el personaje de Salvo Montalbano, el entrañable comisario siciliano protagonista de una serie que en la actualidad consta de nueve novelas. Como Pirandello, a quien retrata en este libro con una prosa precisa y amena, abrevó en la sátira popular —tan propia del carácter y la historia de esa isla que dio tantos nombres ilustres a la literatura— así como en la tradición de la novela culta moderna. © LA NACION
Sábado 3 de noviembre de 2007 I adn I 17