Turismo
Página 10/Sección 5/LA NACION
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Domingo 16 de septiembre de 2007
[ SALUD Y VIAJES ]
El ambiente de la montaña, en pruebas de laboratorio Los turistas que vayan a zonas de altura pueden saber cómo reaccionará su organismo en una cámara hipobárica, similar a la cabina de un avión
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olor de cabeza, falta de aire, vómitos y cansancio, entre otras dolencias, son habituales entre los turistas que llegan a zonas altas. El llamado mal de altura o de montaña suele aparecer por encima de los 2500 metros, y se produce por una disminución del aporte de oxígeno a los tejidos, debido a que a mayor altura hay una menor presión atmosférica que provoca que disminuya la concentración de oxígeno en el aire que se respira. Los síntomas suelen desaparecer después de unas semanas de adaptación, aunque depende de cada persona, de cómo se acostumbre a las grandes alturas y de la velocidad en la ascensión. Pero si el viajero tiene alguna en-
La cámara hipobárica, en Quilmes
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fermedad o predisposición a tenerla, las dolencias pueden agudizarse en la altura y un viaje de placer puede terminar en una pesadilla. Para poder predecir y prevenir estos posibles trastornos en el Instituto de Medicina Aeronáutica del Sanatorio Modelo de Quilmes crearon una cámara hipobárica (baja presión) que simula ambientes de altura y reproduce las condiciones de vuelo en avión, la única para usos civiles que existe en el país, con la que se entrena a pilotos y tripulaciones aerocomerciales. “La cámara simula el ambiente del avión o de zonas de altura para poder evaluar cómo reacciona el paciente, siempre en situaciones controladas”, comenta el doctor Pedro Oliveri, di-
rector médico del servicio. Construida por el equipo de médicos del sanatorio, es como una gran cápsula blanca, como si fuera la cabina del avión, de tres metros de largo. Además de una butaca y aparatos médicos que miden la capacidad respiratoria y niveles de dióxido de carbono, entre otros, hay una cinta para correr, como en los gimnasios. Allí se realizan los tests de tolerancia de la altura, que pueden ser en posición sedentaria o en movimiento (caminando o corriendo).
Chequeo previo “Primero, antes de utilizar la cámara hipobárica es indispensable un chequeo médico general. Con los resultados en la mano se empie-
za a hacer pruebas graduales de tolerancia”, aclara Oliveri. La cámara también permite entrenar a deportistas que van a realizar actividad física en la altura. “Se hace una aclimatación previa al viaje, en sesiones de dos o tres horas para lograr mayor número de transportadores de moléculas de oxígeno”, comenta Oliveri y recuerda varios casos de deportistas que lograron aumentar la cantidad de glóbulos rojos, mejorar la oxigenación de su sangre y elevar la resistencia física. “Las personas que necesariamente requieren de una revisión médica previa antes de subirse a un avión o viajar a zonas de altura son las que tienen problemas cardiovasculares o respiratorios, que podrían consi-
derarse pacientes de riesgo. Con las pruebas de tolerancia podemos predecir cómo van a reaccionar y medicarlos”, dice el doctor Leonardo De Benedetti, especialista en cardiología. En el mismo sanatorio también funciona una cámara hiperbárica, de similares características, pero con presión alta, que además de tratar diferentes enfermedades sirve, por ejemplo, para prevenir enfermedades, o adaptar a personas que quieran bucear. Informes, Instituto de Medicina Aeronáutica, Catamarca 629, Quilmes Oeste; 4002-1100. E-mail:
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Andrea Ventura