Discurso de Tomislav Topic, Orador Invitado en la XXVIII Incorporación Colectiva de Profesionales 2016 de la ESPOL Señor Rector, Señores de la mesa directiva, Señores Profesores, Señores Padres de Familia de nuestros Graduandos, Señores Graduandos, compañeros politécnicos: Es un honor para mí y probablemente uno de los mayores, dar a ustedes hoy este discurso de graduación, de esta nuestra Universidad, la mejor Universidad del País ¡nuestra POLITÉCNICA! Quiero, en este discurso, presentar tres temas interrelacionados por un mismo hilo conductor subyaciente. Los temas son: La importancia de esta Universidad, la significancia de esta Ceremonia y cómo, el hilo conductor que ellas dos presuponen, moldearán el tercer tema, vuestro futuro y el futuro de vuestras familias y nuestra comunidad. Sobre nuestra Universidad: Una excelente Universidad como nuestra Politécnica no se puede crear por Decreto, así como vuestros títulos no se pueden adquirir de la noche a la mañana. Tampoco la excelencia de una Universidad está dada por la cantidad de dinero que un Gobierno pueda destinar de pronto a ella, ni por los sobresueldos que ese gobierno les quiera pagar a sus extranjeros rectores o profesores. ¡No! La excelencia de una Universidad está dada por sus descollantes estudiantes, los excelentes maestros que ella tenga y un largo, pero imprescindible, apasionado proceso de decantación de estos dos elementos. Solo estudiantes y profesores apasionados por lo que hacen pueden llegar a conformar una Universidad excelente. Por esto, es solo por ustedes señores graduandos y por ustedes señores maestros, que la POLITÉCNICA es la mejor Universidad del país y lo seguirá siendo. Esta Universidad tiene lo que muchas otras quisieran y que no pueden comprar ni adquirir vía resolución. Los tiene a ustedes, los más descollantes, los más apasionados del país. Esa es la pasión que ha permitido que sean graduados de la ESPOL Vice-Presidentes, Ministros, Líderes de Industrias, Profesores, renombrados Investigadores, muchas personalidades descollantes, todas ellas apasionadas por lo que hacían. Y es esa pasión la que junto a similares procesos de decantación terminarán definiendo el brillante futuro profesional que para ustedes ahora comienza. Sobre esta ceremonia: Esta ceremonia es muy probablemente la ceremonia más importante que ustedes tengan en vuestra vida profesional. Cuando uno es joven, como la inmensa mayoría de ustedes, cuando se tiene la
mayor parte de la vida por delante, uno no tiene tanta visión retrospectiva como la que tenemos los que tenemos más vida hacia atrás que hacia adelante, y es tal vez por eso que creo necesario hablar sobre esta ceremonia a través de una anécdota muy personal, muy cercana a mí. Ingresé a la ESPOL hace 42 años, en 1974, cuando me gradué, en 1995, habían transcurrido ya 21 años! Durante mucho de esos 21 años me dediqué realmente a trabajar, relegando el graduarme, posponiendo este momento. Mi padre, quien tenía al momento de mi graduación en 1995, 72 años, nos confesó entonces, a mi director de tesis quien es ahora nuestro Rector y a mí, que habiéndome ya graduado yo de la POLITÉCNICA, ¡él podía morir en paz! No sé si lo dijo premonitoriamente, pero lo cierto es que murió poco después, en paz, por el hecho de saber que había cumplido con su parte. Murió sabiendo que su hijo ya era un ingeniero de la POLITÉCNICA y una de los mayores sosiegos en mi vida es saber que él, aunque murió demasiado joven, lo hizo cuando yo ya era Ingeniero graduado como fue su deseo. Yo, sumergido en el trabajo, con la mayor parte de mi vida en ese momento todavía por delante, no atinaba a entender adecuadamente su interés, no veía la importancia de un título, la importancia de esta ceremonia. Él sí lo sabía, por supuesto con una inmensa experiencia de vida al haber participado en la II Guerra Mundial, al haber sufrido las penurias de ser inmigrante en tierra extranjera, sin personas conocidas a las cuales recurrir. ¡Él sí lo sabía! Estoy seguro que muchos padres y madres sienten aquí, ahora, la satisfacción íntima del deber cumplido que seguramente sintió mi padre. A ustedes señores padres, ¡Felicitaciones! han hecho un excelente trabajo con sus hijos. Pueden y deben sentirse plenamente orgullosos de tener una hija, un hijo politécnico. Regresando un poco al tema de la Universidad, después de graduarme de la ESPOL obtuve dos títulos más en Universidades extranjeras y estoy ahora en estudios de Doctorado, pero no hubiese podido optar por esos títulos ni el Doctorado, sino hubiese sido Ingeniero, y les aseguro a ustedes. que, ningún título es para mí tan querido, de ningún título me siento tan orgulloso como el ser un Graduado de la ESPOL, un Ingeniero de la ESPOL y esto por una simple razón, fue aquí en la ESPOL donde aprendí lo que yo creo ha sido lo más importante en mi vida profesional: La pasión por la excelencia, la pasión por la investigación, por el análisis científico, por el análisis cuantitativo. Eso no solamente me ha ayudado, sino que ha galvanizado y definido mi vida profesional entera. En esta ceremonia se gradúan 3258 personas dentro de un amplio espectro de profesiones: desde Ingeniería Eléctrica y Computación, pasando por Ingenieros Mecánicos, Civiles, Alimentos, Turismo, Arqueólogos y muchas otras! En mi época, los Arqueólogos sabrán que esa era la época Pre-Cámbrica. En esa época no teníamos tantas carreras disponibles en la Politécnica, pero sí teníamos la misma pasión por el análisis científico, por la investigación, por la excelencia que todos ustedes tienen y que es lo que nos define y nos vincula
como Politécnicos. Y esto me lleva al tercer tema, vuestro futuro. Señores, nunca, nunca en la historia de la ESPOL y del Ecuador han sido ustedes particularmente ustedes, tan necesarios. Los graves problemas económicos que enfrenta Ecuador ahora, palidecen señores, son minúsculos comparados con los problemas que el mundo comienza a enfrentar y seguirá enfrentando durante varias décadas de necesario ajuste. El mundo entero se enfrentará en estos próximos años a dramáticos cambios tecnológicos mucho más importantes y trascendentales que los que hemos experimentado en los últimos 50 años, y estos cambios ocasionarán profundas, aunque imprevisibles, consecuencias sociales, similares o peores tal vez a las que ocasionaron las Primeras y Segundas Guerras Mundiales. Los últimos avances en Inteligencia Artificial a través de redes neuronales profundas; carros auto-piloteados por inteligencia artificial; la impresión en 3D que puede implicar un cambio paradigmático en varias industrias de distribución; la mayor eficiencia de robots en las fábricas que hará que muchos operarios ya no sean necesarios, auguran ya tremendos ajustes. Pero tenemos otros cambios ad-portas, tal vez aún más significativos, por ejemplo, a 10 años es posible que nano-robots, implantados en nuestra corteza neo-frontal se comuniquen con otras personas o con sistemas neuronales fabricados por nosotros mismos accediendo ya no solo a información, sino a inteligencia sobre ella. Dicho de otro modo, en los próximos 10 años tendremos cambios mucho más radicales y transformadores que los cambios suscitados por Internet, los celulares, por Google. Dentro de este escenario señores, solo personas intensamente preparadas y apasionadas por lo que hacen, solo personas como ustedes podrán ayudar a que nuestra comunidad, nuestro País abrace y se posicione adecuadamente en la cresta de esta marea de cambios tecnológicos. Si no lo hacemos, perderemos el tren irremediablemente. Es por esta acelerada tasa de cambio que de ustedes señores y básicamente solo de ustedes depende ahora más que nunca, nuestro futuro. Muchas veces en mi vida profesional he escuchado varios comentarios acerca de los Politécnicos, que la ESPOL es para los cerebros, para los fuertes de carácter, para los apasionados, para los perseverantes. Permítanme decirles,….son ciertas. Conozco muchas historias de cómo familias enteras se han sacrificado para que sus hijos puedan estar aquí, cómo muchos padres y madres han dado todo de ellos para que ustedes puedan estudiar, como muchos de ustedes viajaban o viajan desde ciudades cercanas cada día, como algunos de ustedes han tenido que hacer, por ejemplo, de taxistas informales en la noche para poder seguir estudiando durante el día. Señores, eso es pasión, esa es la pasión de la que hablamos antes. El largo proceso de decantación que nuestra POLITÉCNICA ha experimentado durante
sus ya casi 60 años está lleno de casos como esos. Estos sacrificios son los que hacen que ustedes sean calificados como idóneos en esta ceremonia, no solo para enfrentar los cambios de los que hablamos antes, sino para liderarlos. La mayoría de ustedes tal vez puede sentir incertidumbre ahora. Habiendo terminado vuestros estudios, el tratar de emprender nuevas cosas o el tratar de conseguir trabajo dentro de una economía nacional deprimida en un año preelectoral va a ser una ardua tarea para algunos, sino para muchos. Pero, no solo tendremos que aprender a vivir con incertidumbre, vamos a tener que hacer que esa incertidumbre sea nuestra mejor amiga y compañera. Ustedes, la pasión y la perseverancia que han demostrado al estarse graduando ya de esta Universidad hace que estén particularmente preparados para aprovechar las oportunidades que esa incertidumbre trae, que estos cambios generan. Dos consejos: La vida es larga, muchas veces impredecible. Yo, por ejemplo, dos veces en mi vida he estado a punto de quebrar. Solo la sólida educación que tuve aquí en la ESPOL me mantuvo en la lucha. Solo la perseverancia aquí aprendida hizo que continúe. Cada uno de ustedes experimentará en vuestras vidas varios momentos de verdad, momentos en los que una decisión mal tomada puede dar inicio a una debacle de la que difícilmente uno se recupera. Señores, en esos momentos, nunca escojan el camino más fácil, ese no es digno de ustedes. Escojan el más conveniente a mediano y largo plazo, siempre. Nunca claudiquen en sus valores, eso solo hará que ustedes pierdan el respeto por ustedes mismos. Y sepan siempre que toda nuestra comunidad está viéndolos a ustedes para poder seguirlos. Señores, vuestras familias, vuestras comunidades los necesitan. Guayaquil los necesita, Ecuador los necesita, ahora más que nunca. Apliquen sus conocimientos y habilidades con toda la pasión que puedan. Solo tenemos una vida que vivir, vívanla plena y apasionadamente siempre. No sean normales, sean descollantes, para eso SON POLITÉCNICOS. Innoven, emprendan. Solo así tendrán el brillante porvenir en vuestra carrera profesional que ahora tan bien empieza. Muchas gracias, Tomislav Topic G.