DEL RESENTIMIENTO AL PERDÓN Por Susan Seiferling Usado con permiso
A. LAS CONSECUENCIAS DEL RESENTIMIENTO Y EL RENCOR. 1. Consecuencias físicas: dolor de cabeza, problemas gástricos, tensión alta, problemas cardiacos, dolores musculares, trastornos con relación al sueño, algunas clases de artritis. 2. Consecuencias emocionales: estrés, depresión, ira, mal genio, angustia, amargura. 3. Consecuencias sociales: Se rompe la relación con el ofensor. Crece la amargura hasta dañar todos los aspectos de la vida. Se aleja de otras personas, porque ve en ellas las características del odiado. Se vuelve esclavo del ofensor, porque revive constantemente la ofensa. Al final se vuelve como la persona odiada, porque vive pensando en ella y en la ofensa. 4. Consecuencias espirituales: duda del amor de Dios, duda de la salvación, se aleja de Dios, se enfría espiritualmente, pierde comunión con otros creyentes. B. CONCEPTOS FALSOS CON RELACIÓN AL PERDÓN. 1. Dios perdona, yo no. Colosenses 3:13. 2. Yo no tengo por qué perdonar si el ofensor no me pide perdón. Lucas 23:34, Efesios 4:31-32. 3. El verdadero perdón implica la confianza total. Juan 2:23-25. 4. Si todavía me duele la ofensa, no he perdonado. Lucas 23:34. 5. La persona espiritual no toma en cuenta las ofensas. Mucho menos reprende al que le ofendió. Lucas 17:3-4, Juan 18:19-23. 6. Si no he olvidado la ofensa, no he perdonado de verdad. Perdonar es olvidar. Mateo 5:44. TALLER: ¿QUE DICE LA BIBLIA? 1. Compara Colosenses 3:12-13 con Marcos 11:25-26. ¿Con qué va ligado el perdón humano en cada caso? ___________________________________________________________________________ ¿Cómo nos perdona Cristo? _________________________________________________________ ¿Qué nos dice esto con relación al perdón que nosotros damos a otros? _______________________ _________________________________________________________________________________ ¿En qué sentido tenemos que perdonar a otros para que Dios nos perdone? ____________________ _____________________________________________________________________________________ 2. Según Hechos 7:59-60, ¿Cómo vemos la actitud de Cristo reflejada en las oraciones de Esteban? _____________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ¿Qué relación tiene el ejemplo de Esteban con tu vida? ____________________________________ _____________________________________________________________________________________ 3. Lee Mateo 18:15-17. ¿Este pasaje contradice Colosenses 3:12-13? _______________________________ Según Colosenses 3:12-13, ¿Qué tiene que hacer el ofensor para ser perdonado? _______________Según Mateo 18:15-17, ¿Qué tiene que hacer el ofensor para ser perdonado? _______________________ (Nota: Hay dos clases de perdón a nivel humano: perdón incondicional que nos libra de resentimiento, y perdón condicional que reestablece la comunión y confianza con el ofensor. Trataremos esto más a fondo en otro estudio.) 4. Lee Mateo 18:21-35. ¿Cuál fue la preocupación de Pedro? _________________________________ ¿Cuál debe ser el límite de nuestro perdón? _____________________________________________ ¿Cómo mostró amor el rey a su siervo endeudado? _______________________________________ ¿Qué esperaba el rey de su siervo perdonado? ___________________________________________ ¿Qué hizo el rey al siervo que no quiso perdonar? ________________________________________ Nota: El rey no volvió a cobrar al siervo la deuda original, porque ésta ya había sido perdonada. Le cobró la deuda que no quiso perdonar a su consiervo. ¿Cómo se relaciona esta parábola con tu vida? ___________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________
C. EL PERDÓN DE DIOS 1. El perdón del Juez al pecador que cree en Jesús como su Salvador. • Se basa en el sacrificio de Cristo. El pagó el precio que exige la justicia de Dios: la muerte (Romanos 6:23). Murió física y espiritualmente. Mientras estaba en la cruz cargó nuestro pecado y como consecuencia fue separado del Padre (muerte espiritual). Después su cuerpo murió, y fue sepultado (muerte física). Ahora que Cristo ha cancelado nuestra deuda, Dios puede perdonarnos. 2 Corintios 5:21. • Su única condición es que creamos en Jesucristo como nuestro Salvador. Dios no perdona a todo el mundo, sino solamente a los que acuden a él por medio de Jesús. Juan 14:6. • Se da una vez para siempre. Romanos 5:1. • Libra al pecador de la condenación eterna. Juan 3:18. • No se puede perder, porque está basado en la obra de Cristo, no en nuestras obras. Efesios 2:8-9. 2. El perdón del Padre a sus hijos. • Se basa en el sacrificio de Cristo. 1 de Juan 1:9. • Reestablece la comunión entre Dios y nosotros. La vida eterna no se pierde, sino la comunión con Dios. 1 Corintios 11:31-32. • La condición es reconocer el pecado, confesarlo, y arrepentirse de corazón. 1 de Juan 1:9 • Se da cada vez que nos arrepentimos de nuestras ofensas. 1 Juan 1:7, Salmo 51:2. • La falta de arrepentimiento resulta en disciplina, no en la condenación eterna. Hebreos 12:5-11. CLASE DE PERDÓN: Absolución incondicional Romanos capítulos 4 y 5 2 Corintios 5:21
LO QUE ES: Dios declara justo al pecador. Borra el pecado para siempre y le viste de la justicia de Cristo.
Perdón condicional 1 Juan 1:9.
Dios reestablece la comunión con el creyente que ha caído en el pecado.
SE BASA EN: Jesucristo sufrió todo el castigo que nuestro pecado merece cuando murió como nuestro sustituto en la cruz. Jesucristo pagó nuestro pecado para que pueda haber amistad entre Dios y nosotros.
SE DA CUANDO: El pecador se arrepiente y recibe por fe a Jesús como su Salvador.
El creyente arrepentido confiesa su pecado.
D. EL PERDÓN HUMANO 1. Nuestras emociones: soltamos la carga emocional de ira, rencor, resentimiento, y amargura. No seguimos pensando en la ofensa. Dejamos a un lado las auto-justificaciones, los pensamientos vengativos, y la autocompasión. Más bien, dejamos la ofensa en las manos de Dios. No permitimos que las acciones y actitudes de otras personas roben nuestro gozo espiritual. Proverbios 24:29, Mateo 5:44-45. 2. Nuestra relación con el ofensor para reestablecer la comunión: lo tratamos siempre en amor, deseando lo mejor para él. A veces expresamos nuestro perdón espontáneamente, a veces esperamos una expresión de arrepentimiento, a veces reprendemos al ofensor en amor. En todo caso, estamos buscando el bien de la persona que nos ofendió, no nuestra propia satisfacción. Mateo 5:44-45, Mateo 18:15-17. CLASE DE PERDÓN: Perdón incondicional Mateo 5:44-45 Romanos 12:17-21. Perdón condicional Mateo 18:15-17 Efesios 4:31-32.
LO QUE ES: Soltamos la carga de ira y resentimiento contra alguien que nos ha ofendido, entregando la ofensa a Dios. Reestablecemos comunión y confianza con el ofensor.
SE BASA EN: Nuestra confianza en la fidelidad, santidad y justicia de Dios. El nos defenderá y él hará justicia. Dios nos perdona cuando reconocemos el pecado y lo confesamos
SE DA CUANDO: En el momento de la ofensa, la entregamos inmediatamente a Dios y empezamos a orar por el ofensor. El ofensor reconoce su ofensa, pide perdón, y muestra evidencia de un cambio de vida.
E. VICTORIA SOBRE EL RESENTIMIENTO Rechazar la idea de la venganza. Romanos 12:17-18. “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”.. 1. Decidimos que no vamos a pagar con la misma moneda. 2. Decidimos tratar bien a todos, sin importar cómo nos traten.
3. Decidimos que no vamos a buscar contienda ni pleito. Dejar la venganza a Dios. Romanos 12:19. “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. 1. No tenemos el derecho de vengarnos a nivel personal porque no vemos el cuadro completo, y por eso no podemos hacer justicia completa. Queremos que la otra persona sienta lo que estamos sintiendo, pero nosotros sólo podemos ver nuestro punto de vista. Sentimos el dolor de la ofensa, pero no sabemos lo que está sintiendo la otra persona. No podemos ver sus motivos verdaderos, ni lo que Dios está haciendo en el fondo de su corazón. Tampoco vemos las ligaduras que Satanás tiene sobre su alma. Véase Efesios 6:12 y Juan 8:34. 2. Tomar venganza a nivel personal daña nuestra propia vida. Creemos que la venganza nos llenará de satisfacción, pero en verdad nos convierte en personas amargadas, egoístas, y aisladas. Nos concentramos en nosotros mismos y en cómo nos tratan, en vez de estar enfocados en cómo podemos ayudar a los demás, 3. Dios tiene el derecho de vengar la maldad, porque él es justo, ama a todos por igual, y ve todos los detalles del asunto. Dios no pasará por alto la maldad. El está viendo todo, y dará a cada uno su recompensa justa. Véase Gálatas 6:7-10. ENTREGAR LA OFENSA A DIOS Y PROCURAR HACERLE BIEN AL OFENSOR. Romanos 12:2021. “Antes bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta. No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien”. (NVI) 1. Buscamos la manera de hacerle bien al enemigo. Esto no quiere decir necesariamente que buscamos su compañía. Más bien, si podemos ayudarle, lo hacemos de buena gana. Además, cuando recordamos la ofensa, oramos por el ofensor. Confiamos que Dios hará la obra en él. 2. Al tratar al enemigo con amor, estamos venciendo el mal con el bien. 3. A algunos les ayuda escribir las ofensas del otro en una lista, para luego hacer oración entregando cada ofensa a Dios. Luego se rompe el papel en pedazos, y se quema. El fuego es símbolo de que las ofensas ya están en las manos de Dios, y de ahora en adelante el recuerdo de ellas no nos podrá hacer más daño. TALLER: VICTORIA PARA MI (personal) 1. 2. 3. 4.
¿Estás guardando en tu corazón alguna ofensa, o hay alguna persona que te es difícil perdonar? ¿Has entregado esa ofensa o aquella persona a Dios para que él haga justicia? ¿Estás orando por la persona que te ofendió? ¿Deseas la bendición de Dios para su vida? ¿Has examinado tu propia vida para ver en qué puedes haber ofendido a aquella persona? ¿Le has pedido perdón? 5. ¿Estás dependiendo del Espíritu Santo para llenar tu corazón de amor sobrenatural hacia el ofensor? 6. Si has contestado “sí” a la primera pregunta y “no” a alguna de las demás, toma tiempo ahora para arreglar cuentas con Dios. Descansarás de la carga de resentimiento y rencor, y podrás disfrutar de lleno la libertad emocional y espiritual que Cristo quiere darte.
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