Opinión
Domingo 17 de febrero de 2008
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LA NACION/Sección 2/Página 6
MARGEN DE LA SEMANA
Crecimiento a marcha forzada C
UENTAN en algunos despachos oficiales que Néstor Kirchner le dejó una recomendación a Martín Lousteau (a quien no conocía personalmente cuando su esposa decidió designarlo Ministro de Economía), en el primer encuentro formal que mantuvieron en noviembre del año pasado. Palabras más o menos, lo que Kirchner le pidió a Lousteau fue que dejara de Por Néstor lado en su biblioteScibona ca todos los textos ortodoxos que recomiendan enfriar la economía para bajar la inflación. Cierta o no, la anécdota resulta creíble, ya que muestra la obsesión del matrimonio Kirchner por lograr el mayor crecimiento posible del producto bruto interno (PBI) como principal activo político, sin considerar otros costos. Para más datos, hasta la propia Presidenta se encargó de adelantar diez días el anuncio de que el PBI de 2007 subió 8,7%, en línea con el promedio anual de los últimos cinco años (8,8%). Además, el efecto de arrastre estadístico que deja esa suba (casi 4 puntos) asegura para 2008 un piso de crecimiento de 7%, en la medida en que los coletazos de la crisis financiera estadounidense no terminen por afectar la cotización de las principales commodities agrícolas que exporta la Argentina, uno de los principales soportes de aquella espectacular expansión. Para la Casa Rosada, está de más destacarlo, el crecimiento de la economía (y su correlato en la recaudación tributaria y el gasto público) equivale a votos. Por eso el oficialismo se dedicó en los últimos tres años a impulsar la demanda interna por encima de lo que que crecía la oferta doméstica; y, especialmente en 2007 (año electoral), al gasto público muy por encima de lo mucho que subía la recaudación. Pero, según indican los textos que Kirchner le recomendó desechar a Lousteau, este fenómeno crea mayores presiones inflacionarias; sobre todo cuando no existe coordinación de políticas y ninguna variable (gasto, salarios o expansión monetaria)
Néstor y Cristina Kirchner, Martín Lousteau y Guillermo Moreno, subidos en el tren del crecimiento a toda velocidad
actúa como ancla. A la larga, una inflación más alta termina por afectar la actividad económica por el deterioro del poder adquisitivo. Sin embargo, los economistas no se ponen de acuerdo sobre cuál sería el nivel anual de inflación crítico en este sentido (¿15%, 25%,40%?). De ahí que los políticos razonen como tales y en su gran mayoría, con los Kirchner a la cabeza, consideren que “un poco de inflación” ayuda al crecimiento, como si la Argentina no tuviera pasado. Cuesta aceptarlo, pero también buena parte de la sociedad volvió a comprar este argumento. En 2007, el Gobierno resolvió este dilema sin ninguna sutileza: falsificó los índices de inflación del Indec y comisionó a Guillermo Moreno para que atacara personalmente, y manu militari, los cuellos de botella de pre-
EL
cios o de abastecimiento que crea la sobreexpansión de la demanda. En lo que va de 2008, nada indica que este arbitrario sistema vaya a modificarse, por más que la manipulación de las estadísticas no implique de ninguna manera bajar la inflación, ni mucho menos sus consecuencias. De ahí que, al igual que lo que ocurrió en 2007, los actuales reclamos salariales en paritarias, lo mismo que muchos ajustes de precios, apunten más a cubrirse de la mayor inflación esperada que a tomar en cuenta los números del Indec. Con tanta cosmética estadística, de poco vale hablar de acuerdos salariales a dos años si serán revisados semestralmente en función de la inflación real y no aparece una estrategia articulada para bajarla. Después de cinco años de crecimiento a marcha forzada con la ayuda de
una situación externa excepcional, el desafío para el Gobierno no es ahora buscar el número más alto de suba del PBI, sino hacerlo sostenible en los próximos años. No sólo porque la perspectiva financiera externa se complicó aún más (por eso se retomó la negociación con el Club de París), sino porque internamente proliferan cuellos de botella entre demanda y oferta, ya sea por imprevisión o ausencia de políticas a largo plazo.
Déficit energético Quizás el más conocido es el déficit energético. En la reunión que mantendrán a fin de esta semana Cristina Kirchner, Lula y Evo Morales discutirán con muy poco margen cómo repartirse un gas boliviano que, al menos en 2008, no alcanza para los tres países mientras la producción local sigue es-
algunas críticas que tienen ambos sistemas. En el caso europeo se señala que algunos de los sistemas de gestión apuntan más a ver cómo deshacerse de la basura una vez generada, en lugar de incentivar más fuertemente la reducción en la fuente (el caso español es mencionado). Una crítica relacionada se refiere a la llamada “valorización energética”. La incineración se está cuestionando tanto por el consumo de energía que implica como por la eliminación de sustancias tóxicas durante el proceso. También suele mencionarse el problema que presenta el uso de impuestos.
Por Nadin Argañaraz
Marco regulatorio Desde 1975, el Consejo de la Unión Europea ha intentado establecer un marco regulatorio común para el tratamiento de los residuos. Desde 1994, rige la Directiva Europea de Residuos de Envases, que fija metas mí-
Reciclado de residuos de envases 80
Objetivo min. 08
70
55%
60 50
Objetivo min. 01
40
25%
30 20 10
Fuente: elaboración propia sobre la base de European Environment Agency
nimas para cumplir y deja librado a cada país el modo de implementación. Así, cada país elige la forma de gerenciamiento de los envases y sus residuos. La responsabilidad extendida al fabricante obliga al sector privado a implementar medidas tendentes a modificar los procesos industriales, prevenir la generación de residuos y recuperar y reciclar sus envases. Se ha permitido que la cadena de sectores involucrados en un proceso productivo creara sistemas de gestión privados con recolección dife-
El problema de los residuos va a ser permanente y creciente, lo que obliga a los gobiernos a diseñar políticas de largo plazo renciada y recuperación de envases. Se pueden citar como ejemplos el Duales System Deutschland (Alemania), el Ecoembalajes (España) y el Valpak (Reino Unido). En cambio, en Estados Unidos cada estado tiene sus propias regulaciones. El Acta de Recuperación y Conservación de los Recursos es una ley federal que regula y limita el uso y cantidad de rellenos sanitarios, regula los parámetros para la incineración y además promueve el reciclado mecánico. En determinadas ciudades de este país se financia la recolec-
Grecia
Irlanda
Portugal
Reino Unido
España
Francia
Finlandia
Italia
Luxemburgo
Suecia
Austria
Bélgica
Alemania
Dinamarca
Incentivos
0
Países Bajos
Tasa de reciclado en 2002 (%)
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UÉ hacer con la generación de residuos y su tratamiento posterior es actualmente un tema de gran debate en varias ciudades argentinas. Este se da en un contexto en el que visiblemente ha aumentado el rechazo de las poblaciones a la basura que, en parte, ellas mismas producen. Esto es conocido mundialmente como “fenómeno Nimby”, cuya traducción al español podría ser ‘no en mi patio trasero’. Claramente, debe buscarse una solución sustentable, que, sin duda, exige generar los incentivos adecuados para que por un lado la generación de desperdicios sea más racional y por otro, para que, una vez generados, aumente la proporción de recuperación y reciclado de ellos, también según criterios de eficiencia. La experiencia internacional señala que el problema de los residuos va a ser permanente y seguramente creciente, lo que obliga a los gobiernos a diseñar e implementar políticas de largo plazo. Lo que por fuerza debe evitarse es que los problemas “estallen” en algún momento, situación que sucedió recientemente en la ciudad de Nápoles, Italia. Desde el punto de vista de nuestro país, la ventaja de la que hoy se dispone es que se puede analizar qué cosas han funcionado y qué cosas no en otros países. El propósito de esta columna es mencionar las grandes estrategias que han seguido las naciones más desarrolladas y resaltar algunos aspectos que se creen útiles como referencia para el diseño local. ¿Cómo han enfrentado el problema otros países? Se pueden identificar dos modelos, en algunos casos con aspectos comunes. Por un lado, el europeo, que obliga a las empresas a responsabilizarse de los residuos en que terminan determinadas partes de los bienes que producen (envases), basado en el principio de que quien contamina, paga. Por otro, el modelo estadounidense, en el que los estados y municipios son los que aplican las estrategias de gerenciamiento de residuos; el sector privado no está obligado por ley.
tancada. Pero la lista es mucho más amplia. En materia de infraestructura, hay problemas en rutas y puertos que elevan costos para la producción exportable y los accesos a Buenos Aires amenazan con colapsar como contrapartida del actual boom automotor. Un caso insólito es el turismo: en muchas provincias los emprendimientos hoteleros brotan como hongos, pero el flujo de viajeros no puede aumentar por escasez de vuelos regulares, mientras las compañías aéreas aducen que cuanto más vuelan más pérdidas registran por la regulación tarifaria. También es preocupante la escasez de recursos humanos calificados en muchos de los sectores más dinámicos de la economía, como informática o industrias de alta tecnología, que también implica una elevación de costos laborales.
E CONOMÍA
COLUMNISTA INVITADO
La basura, un problema mundial Para LA NACION
Sin admitir abiertamente estas restricciones al crecimiento económico futuro, el área económica del Gobierno ha comenzado a moverse para estimular inversiones que aumenten la capacidad de oferta. El Senado acaba de dar su aprobación al proyecto para prorrogar hasta 2010 los incentivos impositivos (devolución anticipada del IVA y amortización acelerada en Ganancias) para el equipamiento de empresas, pymes exportadoras y proyectos de obras públicas. No obstante, el cupo fiscal autorizado en los primeros dos casos, de 1000 millones de pesos anuales (algo menos de 300 millones de dólares), resulta insuficiente frente a la inversión necesaria para sostener un crecimiento del PBI del orden del 8% anual. Paralelamente, el Banco Central hizo punta con un instrumento financiero para fomentar el crédito a mediano plazo a la producción. El anunciado régimen para crear un mercado de swaps de tasas de interés permitiría a los bancos financiar proyectos de empresas a tasa fija y plazos de entre 2 y 5 años. Para evitar el descalce entre depósitos a corto plazo y préstamos a mediano plazo, las entidades podrán celebrar contratos a futuro de tasas de interés fijas de Badlar (que hoy equivale a 8,5% anual) más un spread (que se estima entre 2 y 4 por ciento), y el BCRA arbitrará la diferencia entre los flujos mensuales de tasas de interés fijas y variables. También dentro de un par de semanas iniciará licitaciones de swaps, de las que sólo podrán participar los bancos que aumenten sus préstamos a la actividad productiva a plazos superiores a dos años. Desde la banca oficial, a su vez, el Banco Nación podría comenzar a ofrecer dentro de un mes líneas de crédito a 10 años y tasa fija para proyectos de inversión, con el fondeo de depósitos del sector público por unos 25.000 millones de pesos. Mientras tanto, el Ministerio de Economía estudia ampliar el subsidio de tasas en los préstamos de la banca privada para pymes. Poco a poco, parece llegar el momento de ocuparse de aumentar la oferta y no sólo la demanda interna, pese a que la inflación se mantiene como la principal amenaza para una y otra variable.
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LA NACION
ción de los residuos sólidos mediante cargos según el costo adicional de recolección y depósito de la basura que se ocasiona (“pagás según lo que arrojas”). La experiencia indica que este tipo de instrumentos ha sido en muchos casos positivo para reducir la cantidad de residuos generados. En Suiza e Irlanda se implementaron sistemas similares. Desde el punto de vista comparativo, el objetivo central de ambos modelos es el mismo: reducir los impactos ambientales de la generación y tratamiento de los residuos. La diferencia radica en objetivos secundarios y en los instrumentos utilizados. Los esquemas utilizados en los países europeos parecen haber sido exitosos en enviar señales a los fabricantes sobre el diseño de sus envases y embalajes y en mejorar las tasas de reciclado de materiales tradicionales, donde claramente desempeñan un papel importante las familias con la separación de residuos que realizan inicialmente en sus hogares. La directiva establecida por la Unión Europea en 1994 dispuso metas de reciclado y de recuperación de material de envases. Los objetivos impuestos para 2008 fueron superados por Alemania y otros países mucho antes. Estados Unidos, por su parte, no ha alcanzado las mismas metas de reciclado que Europa. Pero ha sido exitoso en otro de los frentes centrales del problema: mantener relativamente estable el volumen de residuos generados. Resulta interesante mencionar
La tasación basada en el volumen de basura proporciona a priori incentivos a los ciudadanos para reducir su cantidad. Pero a medida que los costos de eliminación aumentan, los incentivos para la eliminación ilegal también lo hacen. Por lo tanto, el diseño de una tarifa que cubra los costos de la eliminación de los residuos debe tener presente la posible aparición de un canal informal de eliminación. Sin duda, se requiere que las políticas e incentivos que se diseñen en nuestro país conduzcan a reducir la generación de desperdicios y a aumentar su recuperación y reciclado, todo bajo un criterio de eficiencia económica. Es esencial señalar que no sólo el Estado y las empresas tienen un papel que cumplir para alcanzar objetivos sostenibles. La ciudadanía debe tomar conciencia de que es un problema al todos deben aportar su grano de arena. Se debe contar con los incentivos adecuados para que vayamos incorporando en nuestra vida cotidiana hábitos que fomenten la minimización y clasificación de residuos. En definitiva, para el desarrollo sustentable del país es clave hacer compatibles las políticas económicas y ambientales. Como parte de esta estrategia, se deben establecer señales económicas que hagan que todas las decisiones de producción y consumo tomen en cuenta sus efectos sobre el ambiente. La experiencia internacional muestra que existe más de un modelo de referencia. La clave está en obtener y aplicar con el criterio necesario las mejores prácticas relevadas. El autor es presidente del Ieral de Fundación Mediterránea.
■ El próximo domingo: el co-
lumnista invitado será José Luis Espert.
INTERNACIONAL
Las incógnitas de la petrolera Pdvsa C ARACAS (The Economist).– Luego de ganar la reelección hace un año, Hugo Chávez decidió que sería una gran idea presionar a las compañías petroleras privadas que siguen operando en Venezuela. Por lo que ordenó desconocer los contratos que firmaron en los años noventa, bajo los cuales estaban invirtiendo para explotar depósitos de crudo súper pesado. En lugar de aquellos contratos habría otros de colaboración en las que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) la compañía petrolera estatal, tendría el control. Pero pasado un año una de las multinacionales, Exxon Mobile, lo está enfrentando. Esto ha llevado a Chávez a quejarse de que Estados Unidos libra una “guerra económica” contra su país. El 7 de febrero Exxon anunció que había obtenido resoluciones interinas de embargos en los Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda y las Antillas Holandesas, que impiden a Pdvsa disponer de activos por más de US$ 12.000 millones. Buscó ese congelamiento de fondos como medida preventiva, para asegurarse de que Pdvsa pagará el reclamo de compensación de Exxon por sus intereses en el cinturón de crudo pesado del Orinoco. Varias compañías rivales aceptaron los nuevos términos del gobierno. Exxon, junto con ConocoPhillips, otra firma estadounidense, invocaron la cláusula de arbitraje en su contrato, que mantiene su validez por dos años más. El gobierno venezolano insiste en que en que el congelamiento de fondos solo se aplica a una cuenta bancaria en Estados Unidos (con US$ 315 millones) de Pdvsa. Chávez respondió con la amenaza de interrumpir las exportaciones de petróleo a Estados Unidos. Estas son del orden los 1,2 millones de barriles diarios y representan aproximadamente tres cuarto de los ingresos totales por exportaciones de Venezuela. Bajo Chávez, se ha vuelto fuertemente dependiente de las importaciones, especialmente de alimentos. No son muchos los que creen que puede implementar su amenaza y el precio del petróleo solo subió un poco. En cambio el valor de los bonos de Pdvsa cayó mucho, al temer los inversores que los prestamistas puedan enfrentar mayor riesgo de default. Pero hay muchas señales de que Pdvsa puede estar escasa de efecti-
vo. Desde el 8 de enero, por ejemplo, se le ha requerido a sus clientes pagar sus cuentas ocho días después del embarque, en vez de 30 días después de la recepción, como es lo acostumbrado. Para fines de ese mes ofrecía ocho cargas de súper tanque de fueloil a precios por debajo del valor de mercado a cambio del pago en efectivo.
Estado paralelo En 2007, la deuda de la compañía pasó de menos de US$ 4000 millones a más de 16.000 millones. Pdvsa ya no es sólo un productor de petróleo. Chávez lo ha convertido en lo que Elie Habalian, un antiguo representante venezolano ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo llama un “estado paralelo”. La compañía ha transferido miles de millones de dólares a fondos controlados por el presidente y financia y administra directamente una variedad de proyectos sociales. “Hay un ministerio de educación, pero Pdvsa también educa” dice Habalian. En respuesta a escasez de alimentos básicos, Chávez ordenó a Pdvsa crear una nueva subsidiaria para distribuir comida. Al mismo tiempo se han reducido las inversiones de Pdvsa, lo que llevó a una caída de la producción de petróleo, que es el motor de la economía, por diez trimestres consecutivos, según José Guerra, ex director del Banco Central. No se han encontrado yacimientos nuevos importantes desde que le presidente llegó al cargo en 1999. Los funcionarios reconocen que Pdvsa tiene escasez de equipo para exploración (aunque Chávez recientemente prestó dos equipos a Ecuador). Mucho depende por tanto en el desarrollo del cinturón del Orinoco, con reservas estimadas en 250.000 millones de barriles. Pero muchas de las compañías a las que se invitó (sin licitación) a participar de estos proyectos son empresas públicas de países, tales como Irán y Bielorrusia, cuyos gobiernos tienen buenas relaciones con Chávez; la mayoría de ellos no tienen conocimientos ni recursos como para explotarlos. La compañía petrolera de Venezuela “se caerá a pedazos en cuanto los precios bajen a niveles realistas” dice Habalian. A menos que cambie de rumbo, lo mismo podría sucederle al gobierno de Chávez. Traducción: Gabriel Zadunaisky