Contexto histórico, sociocultural y filosófico de Santo Tomás de Aquino Santo Tomás nació en Italia en 1224, en una época de cambio: frente a una sociedad estamental dirigida por la nobleza y el alto clero, una jerarquía social presidida por el emperador y el Papa que establecía relaciones de vasallaje con sus súbditos y el feudalismo de la Iglesia, aparece una nueva clase de plebeyos adinerados (burgueses) que comienza una ascensión social, así como las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos) que se encargaron de los mendigos de las ciudades, y cuyos enfrentamientos nutrieron parte de la filosofía del XIII. También comenzó un gran desarrollo de las universidades, que empezaron a aparecer en el siglo XII, gracias a la creación de nuevas traducciones de libros clásicos (Escuela de Traductores de Toledo), y que empiezan a secularizarse. Además, comienzan a constituirse las distintas nacionalidades, avanza enormemente la Reconquista en España (lo que da lugar a la convivencia de árabes, judíos y cristianos, alcanzando su punto álgido en la escuela arriba citada), y se produce una expansión comercial que da lugar al capitalismo financiero. En el ámbito filosófico cabe destacar un evento muy importante que sembró la discordia entre los pensadores de la época: la traducción de la obra de Aristóteles, que marcó decisivamente la trayectoria de Santo Tomás. Ante la obra del autor griego surgieron tres posturas: de rechazo (franciscanos) por considerarla carente de trascendencia y espiritualidad, de aceptación total (averroísmo latino), defendida por miembros de la Universidad de París como Siger de Bravante, y que atentaba contra el cristianismo con ideas como la eternidad de la creación y el monopsiquismo, y que acabaron siendo censuradas por heréticas; de síntesis con el cristianismo, defendida por Santo Tomás y su maestro San Alberto Magno, y que concilió a Aristóteles con el dogma de la Iglesia cristiana.

Influencias y repercusiones del pensamiento de Santo Tomás Santo Tomás recibe, a través de su maestro San Alberto Magno, la influencia de dos filósofos griegos que marcarán su pensamiento: Platón a través del neoplatonismo y Aristóteles de la traducción latina de Guillermo de Moerbeke. De Platón recode el concepto de ejemplarismo y las teorías de participación y de los grados del ser para aplicarlas a su filosofía de la naturaleza y su metafísica; del neoplatonismo, la idea de emanación, en la que la Divinidad es como una luz que se difunde por el Universo; de Aristóteles recibe la mayor influencia, aunque cabe destacar el hilemorfismo y la teoría de la sustancia y los accidentes, que son aplicadas en la teoría de la naturaleza, y la teoría del acto y la potencia que utiliza, entre otras cosas, para demostrar la existencia de Dios. De la época clásica también recoge de los estoicos el concepto de ley eterna, fundamental en su ética. Por otro lado, también recibe influencias de algunos pensadores cristianos: de San Agustín recibe los conceptos de la iluminación divina, de las verdades eternas y de la ética, de San Isidoro y San Abelardo comparte el concepto de ley natural. Las repercusiones que ha tenido la obra de Santo Tomás ha sido profunda en todos los ámbitos y épocas, y cabe destacar las siguientes: el hecho de que constituye la segunda gran síntesis doctrinal de la “filosofía cristiana” y de que sigue siendo la base de la ortodoxia de la doctrina de la Iglesia; la demostración de la existencia de Dios a través de las cinco vías tomistas, que influyeron en filósofos posteriores como Kant; las

relaciones entre fe y razón que estableció, que fundaron las bases de la autonomía de la razón; la concepción de Santo Tomás sobre la ley natural, que significó la base del iusnaturalismo del siglo XVIII y dio lugar a la Declaración de los Derechos Humanos; y finalmente su reaparición en el siglo XIX (neotomismo), centrada en la Universidad de Lovaina.