CELEBRANDO LA NAVIDAD DE MANERA CRISTOCÉNTRICA No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo,… que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Lucas 2:10-11 Por Erika Villalobos Muchas de las festividades que se celebran actualmente en nuestra sociedad tienen orígenes que no son necesariamente cristianos. En el caso de la navidad, podríamos discutir largamente sobre de dónde proviene todo lo que realizamos al festejarla. Aunque el origen de la celebración de navidad es el nacimiento de Jesucristo, a lo largo de la historia se han ido infiltrando otras tradiciones que se alejan mucho del propósito inicial. Y de aquí podríamos partir hacia dos extremos: no celebrar nada de lo que la navidad en nuestra cultura implica (nada de pino, nada de Santa Claus, nada de regalos), hasta el otro extremo de incluirlo todo sin conciencia alguna de su significado. John Piper dijo al respecto que a él le preocupaba no tanto el origen pagano de las tradiciones navideñas, sino el nuevo paganismo que se ha infiltrado en ellas. Con esto, Piper se refiere a que hay prácticas que desvían por completo la atención del propósito principal que es celebrar a Cristo. Él cita como ejemplo a Santa Claus, una reminiscencia del alemán San Nicolás que vino un 6 de diciembre, el cual se ha adaptado para nosotros como quien premia a todo el mundo en este día con los regalos que se le han pedido. Ni mencionemos lo distractor que puede ser que desde que son pequeños, a los niños se les enfatice la importancia del objeto material como premio por buena conducta durante todo el año, y evaluemos qué tan opuesto es esto ante el único y gran regalo espiritual de quien vino una sola vez para redimirnos a todos. Así podríamos indagar en cada una de las tradiciones que rodean estos festejos, como el pino, las decoraciones, las piñatas, las posadas... en fin. Pero ningún sentido tendría eliminarlas todas por completo o alienarnos de ellas. Muchas, a pesar de sus orígenes, se han adaptado y retomado con un significado relevante para el cristiano. No podremos evaluar ni juzgar cuáles pueden ser utilizadas y cuáles definitivamente desechadas porque está en el criterio de cada persona. Sin embargo, sí puede analizarse cada una de las cosas que realizamos alrededor de los festejos navideños con nuestros amigos o familias y recordar que lo que hagamos o de la manera que festejemos, en nada debemos juzgarnos. Lo más importante es que el nacimiento de nuestro Salvador sí es un motivo de festejo y alegría, y que eso no lo podemos pasar por alto. Si mantenemos este acontecimiento como el objetivo central de nuestra celebración, estaremos honrando dignamente a quien vino y trajo el mejor regalo a la humanidad. Fuente: desiringgod.org Este material fue tomado del Boletín dominical de la Iglesia Bíblica Unidos en Cristo (IBUC) en Monterrey, NL, Méjico. Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.