Buenos Aires es un hombre. Que tiene grandes las piernas,. Grandes los pies y las manos. Y pequeña la cabeza. (Gigante que está sentado. Con un río a su ...
Buenos Aires es un hombre Que tiene grandes las piernas, Grandes los pies y las manos Y pequeña la cabeza. (Gigante que está sentado Con un río a su derecha, Los pies monstruosos movibles Y la mirada en pereza.) En sus dos ojos, mosaicos De colores, se reflejan Las cúpulas y las luces De ciudades europeas. Bajo sus pies, todavía Están calientes las huellas De los viejos querandíes De boleadoras y flechas. Por eso cuando los nervios Se le ponen en tormenta Siente que los muertos indios Se le suben por las piernas. Choca este soplo que sube Por sus pies, desde la tierra,
Con el mosaico europeo Que en los grandes ojos lleva. Entonces sus duras manos Se crispan, vacilan, tiemblan, ¡A igual distancia tendidas De los pies y la cabeza! Sorda esta lucha por dentro Le está restando sus fuerzas, Por eso sus ojos miran Todavía con pereza. Pero tras ellos, velados, Rasguña la inteligencia Y ya se le agranda el cráneo Pujando de adentro afuera. Como de mujer encinta No fíes en la indolencia De este hombre que está sentado Con el Plata a su derecha. Mira que tiene en la boca Una sonrisa traviesa, Y abarca en dos golpes de ojo Toda la costa de América. Ponle muy cerca el oído: Golpeando están sus arterias: ¡Ay, si algún día le crece Como los pies, la cabeza!
2010 - Reservados todos los derechos Permitido el uso sin fines comerciales
_____________________________________
Súmese como voluntario o donante , para promover el crecimiento y la difusión de la Biblioteca Virtual Universal. www.biblioteca.org.ar
Si se advierte algún tipo de error, o desea realizar alguna sugerencia le solicitamos visite el siguiente enlace. www.biblioteca.org.ar/comentario
poder de los indios salvajes, y las fronteras de la provincia de Buenos Aires se han retirado como cuarenta leguas mas adentro, dejando todo ese inmenso ...
a menudo con peine del Citoro alisa sus cabellos y qué le sienta bien consulta a las ondas que contempla, ahora, circundando su cuerpo de un muy diáfano ...
María estaba bajo las enredaderas que adornaban las ventanas del aposento de mi madre. II. Pasados ...... Las gasas de su manto recogió: 10 ...... temblorosas las estrellas; y donde los ramajes de la selva de una y otra orilla se enlazaban.
Literatura española en la Universidad de Columbia, dio una de las conferencias organizadas ..... se toca la idea religiosa y se encuentra a Dios. Ella le habla ...
literaria y dividían las opiniones de la multitud. Voltaire .... nación, el choque obstinado de opiniones y dogmas religiosos que por largo tiempo la agitaron, el ...
entraba en el puerto de Nueva York, a bordo de ese vapor que ya había ..... una montaña de barriles que debían de estar amontonados milagrosamente, puesto ...
Para proporcionarles bienestar a la madre y al hijo, el Verdello trajinaba día y noche por anchas carreteras y senderos impracticables, ejercitando con ardor su ...
ellos, mayormente, la mujer no dejó de reclamar su derecho a hacer oír su voz ..... Lo relevante del personaje de la Noche es que se coloca al foral como una.
prisiones, para confesar á la faz del mundo, que preocupado mi entendimiento del error, obscureciendo hasta el grado de no conocerlo, llegó á creer justa la ...
barril pintado de rojo, ofrecía un asidero salvador a los nadadores incipientes, y, en lo hondo del tajo, la cueva, con su dosel de hiedra trepadora, traía a la ...
Sobran libros, no cabe duda, en la literatura moderna; y si en otros países tal exceso en ... en países de tanta anarquía literaria y de tan poca educación clásica (hoy por hoy) como el nuestro. A ..... naturaleza... o la música profunda y sabia.
Al anochecer saltó las paredes del huerto de la hechicera, cogió en un momento un puñado de ruiponche, y se lo llevó a su mujer, que hizo enseguida una ...
Es hijo de un empleado de ferrocarril que fue soldado durante la guerra de 1866, en la división del príncipe Humberto, y que dicen que tiene tres cruces.
la plaza de la aldea de N*** algunas personas a caballo, que llegaban de una hacienda con el ... aldea grande, no obstante el enojo que a sus vecinos causaba el oírla llamar así, pues ...... valle en que vivía Dolores. Al llegar a la vereda que ...
partes de la tierra y sojuzgaron muchos pueblos, se establecieron allí, y de .... más, o por los ganados que al medio día sesteaban a su sombra, o más aún por la ..... lo raro e insólito de su aparición le ha dado la extraña idea de que por mar ...
totalización dialógica entre los personajes: hay una primera serie de diálogos grabados por el .... Sayers Peden: Drops are falling steadily on the stone trough.
Con dos prisiones nos ata el amor cuando se enciende hermosura es la que prende, y la gracia es la que mata. Ya mi alma está en pasión; los miembros tengo ...
disciplinas, se agruparon para formar la. Asociación internacional contra el ruido ..... nieros de la industria automovilística. Se ha descubierto, por otra parte, que.
jugaban al béisbol que, olvidados de las necesidades impuestas por la naturaleza y, no ...... Se movía el pulpo y se estremecían los continentes. Como en una.
Shakespeare, y del gusto que reina todavía en los espectáculos de aquella nación. En esta obra se ...... incurables, o se alivian con desesperados remedios.
Yo creí en todo, como ellos. "Mi engaño duró mucho. Hace poco, se desgarraron para mí los últimos jirones que me velaban la verdad; pero hace ya bastantes ...
por Yáñez, que iba al timón, se encaminaba hacia una bahía muy amplia que se divisaba en la costa occidental de la isla grande de Borneo, por la parte que la ...
isla grande de Borneo, por la parte que la bañan las aguas del golfo de Sarawak. ...... claridad sobre las negras aguas del amplio golfo de Sarawak y podía ...
Hermano mío, el recuerdo de tales horas basta para ...... el canto de los trovadores conservará y transmitirá tu nombre a la posteridad. Las edades futuras oirán ...