Beneficios del asiento terapéutico en las sillas de ruedas para personas discapacitadas No todas las sillas de ruedas son uniformes y diferentes personas necesitan diversas clases de estas sillas. Muchas personas piensan que las sillas de ruedas son del tipo básico y plegable, como las que se ofrecen en los hospitales ó lugares públicos como los aeropuertos, y que se ven frecuentemente distribuidas en los países en vías de desarrollo. Incluso, mucho más básicas que las plegables son las sillas de ruedas hechas de sillas plásticas de jardín que son menos costosas y que están siendo distribuidas por varias misiones en algunos países. Uno se pregunta qué tiempo durarán éstas sillas plásticas antes de romperse. Si tanto estas sillas como las plegables llegaran a durar entonces serían de ayuda a adultos que tengan uso de la parte superior de su cuerpo, equilibrio al sentarse, que tengan sensación en la parte inferior del cuerpo, pero que no puedan caminar. Estas personas antes caminaban pero ahora debido a amputaciones u otras condiciones médicas ya no lo pueden hacer. Estas sillas no pueden ayudar a todos. El concepto de “un tamaño cabe a todos” es inadecuado para las sillas de ruedas ya que su uso puede causar serios problemas a individuos con necesidades severas como las de los niños con problemas de la clase motora. Especialmente para estos niños, una silla de ruedas correctamente medida a su postura y que se pueda ajustar a medida que el niño crece, representa mucho más que un medio de transporte. Viene a ser una herramienta terapéutica que puede ayudar al niño a desarrollar su control motriz, incrementar su tolerancia a permanecer sentado, y mejorar el uso funcional de sus manos. Asimismo asiste al niño a comer, digerir y respirar. El asiento y la postura apropiada pueden limitar é inclusive prevenir las deformidades ortopédicas y las llagas de presión en la piel que causan pérdida de función, hospitalización, cirugía é inclusive la muerte. Continuamos con una breve descripción de los beneficios del asiento terapéutico en la silla de ruedas. •
Apoyo para limitar o prevenir deformidades – Niños nacidos con incapacidades motrices frecuentemente cuentan con el tono muscular demasiado flácido o tenso o variaciones de los mismos. Esto significa mucho más que sólo fuerza ó debilidad sino que está fuera del control del niño. Problemas del tono muscular y otros factores pueden resultar en que el niño quede limitado sólo a ciertas posiciones aminorando su capacidad de moverse. Cuando un niño pasa demasiado tiempo en una misma posición desarrolla deformidades permanentes del esqueleto. En el caso de los niños más pequeños la temprana intervención puede limitar o prevenir estas deformidades. El sistema terapéutico provee apoyo al niño para sentarse, guiando su cuerpecito en alineamiento ortopédico durante sus años de crecimiento. Al converso, el sentarse mal, caído o de costado y en una silla mal medida puede causarle deformidades irreversibles.
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Incrementar la tolerancia de estar sentado – El sentarse beneficia la inhalación, alimentación, digestión, comunicación, e interacción social. La persona que está sentada es mejor percibida y mejor tratada que la persona que está acostada en el suelo o en la cama. El niño o adulto que no puede sentarse por su propio medio puede tolerar sentarse en una silla de ruedas que le provea apoyo especial a las caderas, el tronco, y cabeza. Casi todos, sin importar su limitación, pueden sentarse en una silla de ruedas si el equipo apropiado está
disponible. Una vez acomodados en la posición correcta muchas personas paulatinamente incrementan su tolerancia a permanecer sentados. •
Fortalecer el control funcional de la cabeza y las extremidades – Muchos niños con incapacidad motriz carecen de la estabilidad innata que nos permite el control funcional de nuestros cuerpos. El suministro de estabilidad externa en puntos clave del cuerpo les permitirá sacar provecho de sus habilidades más limitadas. Por lo tanto, un niño que tiene limitaciones con el control de la cabeza, el uso de las manos, y que no puede sentarse en el piso sin ayuda, puede demostrar un buen control de la cabeza y mejorar el uso de las manos cuando esté sentado en un sistema de silla terapéutica. Esto trae implicaciones para la inhalación, la alimentación, el hablar, la capacidad de mover la silla de ruedas, y el aprender. Cuando estos niños estén colocados en la posición apropiada podrán desarrollar un mejor control de la cabeza, el tronco, y un mejor uso de las manos.
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Prevenir las llagas causadas por la presión en la piel – Las llagas de presión son causadas por una variedad de factores y pueden amenazar la vida cuando no son tratadas a tiempo. Las personas que son incapaces de poder sentir ó mover partes de su cuerpo están especialmente en alto riesgo. Encontramos una niña de 7 años que debido a que su único método de movimiento en el piso era sobre patines, desarrolló una llaga de presión que exigió una cirugía. Otro joven tuvo cuatro llagas debido a estar sentado directamente en una silla que carecía de una almohadilla. Una silla de ruedas correctamente medida, con la almohadilla apropiada puede prevenir ó al menos minimizar el desarrollo de las llagas, mientras que la ausencia de una silla de ruedas o una silla mal medida pueden causarlas.
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Mejorar la nutrición – Muchos niños que sufren de incapacidades motrices tienen dificultad al comer debido al insuficiente control que tienen del tronco, la cabeza, y la boca. Sistemas de sillas planificadas apropiadamente brindarán apoyo al niño en posiciones óptimas para controlar la cabeza y la boca. Esto dará como resultado una mejor masticación y deglución de la comida. A medida que estos niños crecen, se vuelve más difícil para los miembros de la familia el alimentarlos adecuadamente. Una silla con el asiento apropiado puede aliviar este aspecto del cuidado de sus niños. El mejoramiento de la nutrición beneficiará tanto la salud como el desarrollo del niño en todas las áreas.
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Repercusión en el aprendizaje y la comunicación – Si para un niño se le hace difícil el sólo mantener su equilibrio al sentarse, se le hará mucho más difícil concentrarse en aprender y comunicarse con otros. Niños que sufren de incapacidad de la clase motora pueden aprender, comunicarse, participar en actividades y actuar mejor con sus familias cuando cuentan con el apoyo de una buena silla terapéutica.
Tamara Kittelson-Aldred, MS, OT, ATP Occupational Therapist/RESNA Certified Assistive Technology Practitioner Eleanore’s Project, Inc. 501 E. Central Ave. Missoula MT 59801 USA www.eleanoresproject.org Copyright © 2006 Tamara Kittelson-Aldred/Eleanore’s Project, Inc.