Colecta Pública Nacional AUXILIO para
DESASTRES
Y acciones solidarias
1. INTRODUCCIÓN: a. Saludo: Apreciados hermanos un feliz sábado, hoy es un día muy especial para la iglesia en el Perú, porque tendremos el privilegio de participar todos juntos de la colecta pública nacional, auxilio para desastres cuyo slogan es “Ayudar esta en mis manos” b. Motivación: El pasado 16 de abril, ocurrió uno de los peores terremotos de la historia de Ecuador, se calcula que 20 mil personas quedaron sin hogar, 6,622 viviendas derribadas, 13 edificios de salud afectados, 281 instituciones educativas con daños diversos, 71 kilómetros de vías y carreteras perdidas, 7,081 kilómetros de tendido eléctrico destruido y 118 estaciones móviles de telefonía tanto públicas como privadas afectadas y lo mas desastroso, cerca de mil personas fallecidas, el presidente Rafael Correa en una declaración de prensa manifestó que las pérdidas se calculan en 3 mil millones de dólares. Fue muy triste esta situación para Ecuador, ¿pero saben? Algunos analistas comentan que lo mas trágico no fue todas las pérdidas ocasionadas por este movimiento sísmico, aun cuando produjo mucho sufrimiento y pérdidas irreparables, lo más trágico es que Ecuador nunca se imaginó que tendría semejante terremoto, por eso no se prepararon, esa fue su tragedia, no estar preparados para un desastre natural. El director del Instituto Geofísico del Perú (IGP), comunicó en rueda de prensa que la franja costera entre las ciudades peruanas de Chimbote (costa norcentral), Lima y Pisco (centro-sur) mantienen un silencio sísmico de hace 270 años, por lo que existe la posibilidad de que ocurra un sismo de 9.5 grados. Según los estudios estas zonas se encuentran sobre una fractura en el terreno conocido como falla geológica. Aproximadamente entre los 400 o 450 kilómetros de longitud, no ocurre un terremoto importante desde 1746, lo que significa que esa área está acumulando energía que podría liberarse en un evento sísmico de gran escala y que sería devastador para la ciudad de Lima. Estos últimos años el gobierno peruano viene educando a la población y motivando a participar en diferentes simulacros. Nosotros como iglesia no estamos ajenos a esta realidad, y aunque somos conscientes que Dios está al control de todo, necesitamos estar preparados y juntar los recursos necesarios para auxiliar en estos desastres. Es por eso que la iglesia en el Perú a través de su agencia humanitaria ADRA PERÚ, viene desarrollando cada año la Colecta Publica Nacional, auxilio para desastres. c. Proposición: En el Nuevo testamento encontramos registrado que la recolección de donativos, ofrendas o las colectas de dinero para ayudar a los necesitados ya era una práctica en la vida de la iglesia primitiva, siempre que hubo necesidad la iglesia se levantó para brindar auxilio, porque está demostrado que juntos somos más fuertes.
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Una de esas experiencias es la que sucedió en las iglesias de Acaya, Galacia y Macedonia, distrito pastoral de Asia, cuyo líder era el apóstol Pablo. Y a través de esta experiencia queremos sacar algunas lecciones que pueden fortalecer nuestra solidaridad y generosidad. d. Texto: 2 Corintios 8: 1-5
2. SITUACION DE LOS CREYENTES EN JERUSALEN. ¿Por qué fue necesaria una recaudación de fondos o colecta de dinero en los tiempos de Pablo?, ¿Qué necesidades estaban pasando los creyentes en Jerusalén? a. Después de Pentecostés los judíos y prosélitos de otros lugares que se hicieron discípulos en aquella ocasión permanecieron en Jerusalén por algún tiempo para aprender más de la fe verdadera. Cuando era necesario, los compañeros creyentes los ayudaban con gusto a llevar la carga que suponía quedarse allí tanto tiempo (Hechos 4:32-37). b. A fin de que ningún seguidor de Cristo padeciera hambre, se distribuían diariamente alimentos a las viudas necesitadas (Hechos 6:1-6). c. Sin embargo, Herodes se empeñó en perseguir a la congregación (Hechos 12.1) esto hizo que las necesidades de los hermanos aumentaron como consecuencia de esta persecución. d. A mediados de los años 40 DC, un hambre asoló Judea. tales circunstancias produjeron“Sufrimientos”,“tribulaciones” y “el saqueo de sus bienes” (Hechos 11:28–30). e. En esas circunstancias el apóstol Pablo organiza la colecta para auxiliar a los afectados por esta hambruna en Jerusalén.
Aplicación: La iglesia de los tiempos apostólicos tenía una clara conciencia de su deber. Los líderes como Pablo entendían que el evangelio de Cristo es la respuesta al sufrimiento de la humanidad. No se trata de un evangelio que solo se preocupa por el bienestar espiritual, sino que apunta al restaurar al hombre en su ser entero: físico, mental y espiritual. Debemos ser una iglesia que muestre el amor de Cristo a la humanidad como lo hicieron los primeros cristianos. Una iglesia solidaria y con corazón compasivo, lista para ayudar en los momentos de más dificultad. Hoy también hay situaciones de crisis excepcional. Hay desastres que afectan a millares de personas. No podemos permanecer indiferentes cuando el sufrimiento y el desamparo se apoderan de las multitudes.
3. ¿CÓMO SE ORGANIZÓ LA COLECTA? Frente a la situación de emergencia que el hambre había creado, la iglesia actuó de forma solidaria, uniendo sus esfuerzos para afrontar la adversidad. ¿De qué manera la iglesia se organizó para realizar esta colecta? Pablo estaba al tanto de la situación difícil por la que pasaban muchos miembros de la naciente iglesia en Jerusalén. Y decidió hacer algo para aliviar las necesidades. A diferencia de los cristianos judíos, los cristianos gentiles no tenían el hábito de ayudar financieramente a personas que para ellos eran extrañas. Es por eso que Pablo empieza una persistente instrucción a la iglesia en la que enfatiza que como creyentes en Cristo deben ayudarse tanto espiritualmente como financieramente. (Romanos 15:26,27). En la Palabra de Dios se menciona que muchas iglesias respondieron con gran entusiasmo a la colecta convocada por Pablo. Se menciona a las iglesias de Macedonia y Acaya como muy dispuestas a contribuir (Romanos 15:26). Hay exhortaciones realizadas por Pablo a los corintios para que puedan contribuir. Todo esto nos muestra que Pablo le asignaba una tremenda prioridad a la colecta de ayuda a los pobres de Jerusalén.
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Cuando finalizó la colecta entre los hermanos gentiles, Pablo organizó el envío del dinero hacia Jerusalén. Sabía que una imagen de trasparencia debía proyectarse en todo el proceso, por lo que reunió una comisión con representantes de las diversas iglesias para entregar el dinero. Hechos 20:4, menciona el nombre de los miembros de esta comisión: “Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo.”
Aplicación: El apóstol Pablo considero de suprema importancia la ayuda que los creyentes darían para los pobres de Jerusalén. Organizó a la iglesia de tal manera que la colecta pueda ser realizada con total trasparencia. Promovió enfáticamente la participación de las iglesias en esta colecta. Finalmente, formó un grupo de personas notables que lo acompañasen en la entrega de la ayuda. Hoy en día, el miembro de iglesia dispone de tres niveles en los que puede ayudar y mostrar solidaridad al prójimo. El primer nivel es el individual, en el que muestra el amor de Jesús a través de acciones concretas de ayuda en el lugar en donde se encuentre. El segundo nivel es el de su iglesia local, donde deben realizarse planes de ayuda concreta a la comunidad a la que la iglesia pertenece. El tercer nivel es el institucional, a través de ADRA, donde el miembro de iglesia puede ayudar en proyectos mayores, que no podrían realizarse apenas de modo personal. En casos de desastres que dejan a miles y cientos de miles en una situación de extrema necesidad, se hace necesario un trabajo bien planificado y trasparente para ayudar de modo efectivo a quienes fueron afectados.
4. ACTITUDES FRENTE A LA COLECTA DE SOLIDARIDAD Hay necesidad en todo lugar. Estas necesidades aumentan exponencialmente en los casos de desastres naturales. Frente a las innumerables necesidades existe la severa limitación de los recursos. El llamado que se nos hace es a sumar esfuerzos y reunir la mayor cantidad de recursos para aliviar el terrible sufrimiento de la población afectada. Veamos en la historia bíblica qué actitudes asumieron los hermanos de la iglesia primitiva frente al llamado de reunir recursos para ayudar a los pobres en Jerusalén. a. Actitud de egoísmo. Algunos miembros de la iglesia podrían haber dudado de ayudar a otros cuando ellos mismos estaban en gran necesidad. Frente a ellos, podemos resaltar el ejemplo de los hermanos de Macedonia, quienes también estaban en gran necesidad, sin embargo, ellos rogaron a Pablo que se les permitiese ayudar (2 Corintios 8:3,4), y lo hicieron con gran gozo, incluso más allá de sus propias fuerzas. b. Actitud de sospecha. Algunos miembros de iglesia parecían tener una ceja levantada, porque pensaban que todo este asunto de la colecta era algo fraudulento. Pablo fue muy claro en establecer que se haría un uso adecuado de los recursos (2 Corintios 8:20,21). c. Actitud de indiferencia. Quizá la más terrible actitud, porque la solidaridad es una auténtica expresión de amor y lo verdaderamente contrario al amor es la indiferencia. En 2 Corintios 8:9, el apóstol Pablo resalta la actitud de Cristo con las siguientes palabras: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. Cristo no fue indiferente frente a la tragedia humana, sino que él mismo se entregó para nuestra salvación. En el corazón del cristiano no hay espacio para la indiferencia frente al dolor del prójimo. d. Actitud de obligación. Algunos miembros de la iglesia podrían sentir que los estaban forzando a realizar algo que no era de su agrado. El apóstol Pablo les da este mensaje: En 2 Corintios 8:8 “No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro”. Así, les explica que, en actos de amor, libres y voluntarios, es en los que se prueba la sinceridad del amor cristiano. e. Actitud de entusiasmo inicial. Los hermanos de Corinto habían empezado con mucha alegría la colecta para ayudar a los pobres de Jerusalén, sin embargo, con el paso del tiempo se olvidaron y algunos hasta empezaron a oponerse a Pablo en la realización de esta actividad. En 2 Corintios 8:10, Pablo les exhorta a no dejar su tarea
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inconclusa: “Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.” f. Actitud de verdadero amor cristiano. El apóstol siente verdadera alegría al compartir el testimonio de generosidad de los hermanos de Macedonia. Algunas características resaltan en la manera como los macedonios participaron en esta cruzada de solidaridad: i. Estaban deseosos de hacer su parte. 2 Corintios 8:4 nos revela un detalle sorprendente de la historia: los macedonios rogaron a Pablo que les dejase participar. Esto significa que Pablo tenía ciertos reparos para pedirles que apoyen en la colecta, posiblemente porque la pobreza en la que los macedonios se encontraban era semejante a la de los hermanos pobres de Jerusalén. Sin embargo, estos maravillosos cristianos de Macedonia habían entendido que la mayor pobreza es el egoísmo y la mezquindad. Su ejemplo nos muestra que ellos abundaban en riquezas espirituales. ii. Tenían el gozo cristiano porque habían recibido la gracia de Dios. En 2 Corintios 8:1, el apóstol Pablo describe a los macedonios como personas que recibieron la gracia de Dios, y en el siguiente versículo dice que tenían abundancia de gozo. Sin duda, los macedonios habían aprendido que el auténtico gozo no provenía de las riquezas materiales, ni de la fama o el poder. Ellos aprendieron que el gozo verdadero y la felicidad duradera se encuentran en recibir la gracia de Dios. Eso hacía que tuviesen un gozo inefable a pesar de sus tribulaciones y su extrema pobreza. iii. No consideraron su extrema pobreza como un obstáculo para ser generosos. Ni el propio Pablo habría condenado a las iglesias de Macedonia si éstas se hubiesen negado a participar aduciendo su propia situación de pobreza. Sin embargo, el amor de Cristo colmaba el corazón de los macedonios, y cuando el amor es grande el egoísmo desaparece. Ellos entendieron que ayudar estaba en sus manos. Su deseo de ayudar a sus hermanos era mucho mayor que la pobreza y la tribulación que enfrentaban. Pablo dice que “abundaron en las riquezas de su generosidad” (2 Corintios 8:2). iv. Dieron espontáneamente más allá de sus fuerzas. Los hermanos de Macedonia nos enseñan también que no se deben hacer las cosas simplemente por cumplir. Ellos hicieron su mejor esfuerzo. No eran personas que se complacían en la medianía ni la mediocridad. Colocaron toda su confianza en el Señor y dieron más allá de lo que se esperaba de ellos. El propio Pablo se sintió sorprendido y dijo que los macedonios se manifestaron de una manera que él mismo no esperaba, es decir superaron las expectativas (2 Corintios 8:5). v. Entendieron que ellos mismos eran la verdadera ofrenda. Esta es una verdad teológica fundamental que los macedonios habían entendido a cabalidad: Ellos mismos eran la verdadera ofrenda. 2 Corintios 8:5 dice que ellos “a sí mismos se dieron primeramente al Señor”. A diferencia de otras actividades de recolección de fondos, al entregarse ellos mismos al Señor, transformaron el simple acto de dar dinero en un acto de adoración. El entregarnos a Dios como una ofrenda viva es lo que hace que la simple entrega de dinero se transforme en un acto de adoración.
Aplicación a. También hoy podemos ver las mismas actitudes cuando se hace un pedido de ayuda a los necesitados. Sin embargo, debemos seguir el ejemplo de nuestros hermanos de Macedonia, que dieron mucho más de lo que se esperaba de ellos. Los macedonios se entregaron completamente al Señor y así pasaron de ser simples donantes a ser auténticos adoradores. b. La entrega de nuestro ser a Jesús tendrá como principal consecuencia que cada día su carácter se irá formando en nosotros. El carácter de Cristo nos llevará a tener una verdadera actitud de amor cristiano y de compromiso con quienes están sufriendo.
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IV. CONCLUSIÓN: a. Resumen: El apóstol Pablo había percibido las grandes necesidades que tenían los cristianos en Jerusalén. Entendía que la iglesia es una fuerza que debe usarse para causar el mayor bien posible, y que no podía permanecer indiferente. Con denuedo, Pablo organiza la primera colecta de ayuda a los necesitados a través de una sólida comprensión teológica y misional del evangelio. El apóstol espiritualiza la actividad. Para él, esta colecta no era solo recoger dinero, era una disciplina espiritual que daría frutos espirituales. b. Ilustración: Un niño quería probar a su profesor. Tomó un pajarito y colocó sus manos atrás, escondiéndolas de la vista del profesor. Luego le preguntó: “Profesor, puede adivinar lo que tengo en mis manos”. El profesor, que lo había visto, le dice: “Claro que sí”. El niño le dice “entonces, adivine ¿Qué tengo en mis manos?”. El profesor le dice: “Tienes un pajarito”. Toda la clase empezó a reírse por el intento frustrado de burlarse del profesor. El niño no se dio por vencido. Le dijo “Tiene razón, es un pajarito, pero ¿Está vivo o muerto?”. Toda la clase guardó silencio. El profesor se dio cuenta que, si decía “muerto”, el niño presentaría el pajarito vivo, y si decía “vivo”, el niño mataría el pajarito y lo mostraría muerto. Después de una breve reflexión el profesor dio una sabia respuesta: “niño, si el pajarito está vivo o muerto, no sé, solo sé que la decisión está en tus manos”. No hubo risas en la clase, en silencio los niños aprobaron la sabia respuesta de su profesor, y luego de unos instantes todos aplaudieron. c. Apelación: Así es mis queridos hermanos, así como la vida de ese pajarito estaba en las manos de aquel niño, también hoy en día la decisión de alcanzar a los sufrientes y a los necesitados está en nuestras manos. Quiero decirle a mi Dios que asumo el compromiso de amar y mostrar compasión y solidaridad por quienes se encuentran atravesando el valle del dolor y del sufrimiento. Hoy tomo la decisión de ayudar en las necesidades espirituales y materiales de mi prójimo, porque entiendo que “ayudar está en mis manos”. ¿Quieres tomar la misma decisión para la honra de Dios? Amén.
Pr. Rubén Montero, Ministerial UPS Pr. Enzo Chávez, Presidente UPS
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