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Bitácora del viaje

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[Seleccionar fecha] 7970aguirre

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14 de Octubre: tercer día –Ruta Circular al monte Tubqal en tamazigt, o Toubkal en transcripción francesa (en árabe, ‫ل‬ ‫ل و‬ yabal Tūbqāl.

Refugio Toubkal 3.207 m – Collado Sur 3.971m – Tobkal W 4.030m - Collado Sur 3.971mToubkal 4.167 m – Collado Norte 3.900 mAntecima de Imouzzer 4.000m – Tibherine E. 3.870 m - Refugio Toubkal 3.207

secundaria pero con buenas vistas de la parte Suroeste del macizo, o a la izquierda, para en una hora llegar al Toubkal. Los que decidan subir a la hermana menor y cumplido el objetivo, tomarán rumbo Este y regresarán al collado para subir al Toubkal y reagruparse con los que estarán ya en la cumbre principal. Desde la cumbre, en lugar de descender por el mismo sitio, se bajaría hasta el collado norte y una vez allí, acercarse en unos 20 minutos hasta la cumbre del Imouzzer. Una pequeña cima, poco representativa pero que nos ampliaría las vistas hacia el Noroeste. Por último y ya de regreso, el que quiera, hará sin problemas y en un corto trayecto, la última cumbre del día, El Tibherine Oriental (3.870 m). Y para completar el circuito nos quedarán 700m de descenso (1 h 30 minutos) hasta el valle Mizane donde está el refugio.

Para empezar a recorrer las cumbres del macizo, lo haremos por la cima principal, el Tubqal o Toubkal) y sus 4167 metros. El itinerario del recorrido pasa por combinar esta ascensión con la posibilidad de hacer otras tres cumbres de la cuerda de la montaña: el Toubkal Oeste o Azro Nidwaarif (nombre tamazig) (4.030 m), el Imouzzer (4.010 m) y El Tibheirine Oriental (3.870 m). Por ello, en lugar de hacer la ruta normal realizando el ascenso y descenso por el mismo itinerario, se completaría un recorrido circular en el que se subiría, en poco más de dos horas y media, por la canal o ikhibi sur, hasta el collado Tizi n'Toubkal (3.971 m), en travesía Suroeste-Noroeste. Una vez en el collado, podremos optar, por torcer a la derecha, para comenzar por la cima Oeste y en menos de 30 minutos, sin apenas desnivel, hacer por terreno evidente y sin complicaciones el Ttoubkal Oeste, cima Cuaderno Viaje Atlas 2016

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Su ascensión en condiciones normales no tiene ninguna complicación, si bien es una subida constante con rampas que no superan los 35º, lo único problemático es que la falta de adaptación a la altura pudiera afectar a alguien. Desde Imlil, en dos días salvaremos 2.427 m de desnivel y cada organismo responde de distinta manera ante la bajada de presión y oxigeno que supone. Pero la buena aclimatación con lo que llegamos para acometer la cima nos da garantías de superar el fatídico mal agudo de montaña (MAM), llamado coloquialmente mal de altura.

Nos hemos levantado sin prisas para desayunar tranquilos. Muchos se pegan el madrugón para iniciar temprano el ascenso, pero nuestra experiencia nos ha demostrado qué es mejor salir más tarde. Desayunamos y subimos a la habitación para preparar las mochilas y el material para la ascensión. Para manejar los petates, algunos les hemos sacado al pasillo. Hay un desordenadillo que comienza su guerra particular y diaria con el petate y no encuentra las botas de monte que trajo ayer puestas..

El itinerario de subida empieza unos metros por encima del refugio dirección ligeramente Sudeste. Recorridos unos 200 m, cambiamos de dirección y cruzamos el torrente de Asif-nIssougouane, dejando a la derecha la pequeña cascada.

El día ha salido bueno y la circular de unos 10 km nos llevará unas 8 horas. No hay nieve, por lo que la subida y bajada será por una pedrera. Esperemos que como en ocasiones anteriores, el salir los últimos nos permita disfrutar de la cumbre para nosotros solos. A cuatro mil metros y a la hora que llegan los madrugadores, la estancia en cima da únicamente para sacarse la foto y poco más. A la salida del refugio nos sacamos la foto del grupo y partimos pasadas las 9,30 h.

Trepamos una roca para salir al sendero que seguiremos brevemente dirección SE para empezar una subida que va ganando altura. Rápidamente cambiamos de dirección a NE, para encarar el primer repecho importante del ascenso. Hay que superar una fuerte pendiente para atravesar la pedrera que cruza por encima del refugio, realizando una diagonal ascendente de derecha a izquierda, hasta un resalte de rocas que nos introduce en la canal del pedregoso y escarpado Ikibi Sur, que más que un valle, es un barranco más o menos estrecho que te lleva a pies de cumbre. Vamos en estirada fila india y hemos hecho un par de paradas para esperar a Mikel y Txutxi que vienen por detrás y reagruparnos.

He leddo que Tubqal, la montaña techo del Norte de África, en bereber para unos significa “aquel que creer en la tierra”; para otros, “la tierra que ruge o que habla”.

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A partir de aquí el itinerario transcurre entre grandes bloques, remontando este angosto valle.

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puntiaguda y con la cabeza cuadrada, que se recorta muy cerca del collado que separa al sur el Biiguinoussene de 4.002 m y al norte el Tinhararin de 3.910 m.

A nuestra izquierda la larga Arista Oeste/Noroeste del toubkal, y a la derecha las paredes verticales de la Tète d’Ouanoums (3.970 m) y del Toubkal Oeste (4.030 m) Según vamos ganando altura el camino se va encajonando entre altas paredes a izquierda y derecha que nos llevará hasta un falso collado, llegado al cual, vemos la fuerte subida que nos queda hasta el collado de Tizi n’Toubkal.

Estamos un buen rato reponiendo fuerzas para acometer el empinado tramo final hasta el collado.

La ascensión la vamos realizando progresiva, con mucha calma, tenemos muy presente en la cabeza que una de las pocas cosas que puede frustrar nuestra ruta es el mal de altura. Hasta el collado de Tizi n’Toubkal tenemos que superar un desnivel de 760 m que nos va a llevar casi tres horas al paso que marca nuestro guía Hassam. El ritmo justo, porque “prisa mata”, pero “pachorra remata”.

El día es espléndido y como estamos subiendo dirección E, el sol nos da de frente. La pendiente es fuerte, pero vamos ganando altura y tenemos el collado al alcance.

El lema de que “prisa mata” aquí se hace evidente y si se intenta acelerar el paso, cosa que yo hago en ocasiones para sacar las fotos, el corazón te sube literalmente a la boca. Así que, aplicando como símil una línea del afamado y controvertido regatón –Despacito- del portorriqueño Luis Fonsi, donde dice: >. Única línea de todos los párrafos de la canción que nos puede servir perfectamente para nuestro ascenso a la cima. Ya que el contenido y la pretensión de la misma, subidita de tono, va por otros derroteros y escucharla entera en plena ascensión nos alteraría la bilirrubina, como mal menor.

Alcanzamos amplio collado de Tizi n’Toubkal que separa ambos Toubkales sobre las 12,30 h. Llegado a este punto el grupo se divide. Txutxi, Sira, Mikel, Manolín e Iñaki continúan hacia el Toubkal. El resto nos desviamos hacia la derecha, dirección Oeste, para ascender hasta la cima del cercano Toubkal Oeste, el primer cuatromil del día.

Hacemos una parada técnica para avituallamiento y sacar unas fotos. A nuestras espaldas la encajonada canal por la que ascendemos y estupendas vistas al Oeste del Dedo del Tadat, la característica aguja Cuaderno Viaje Atlas 2016

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Al toubkal Oeste o Azro Nidwaarif (nombre tamazig), también se le conoce como Petit Toubkal o pequeño Toubkal, y es una llamativa cumbre con estupendas vistas, situada al Sudoeste de su hermano mayor.

Atxarte y Zigor rompen techo con su primer cuatromil para el curriculum. A esta cima, poco conocida y frecuentada, vale la pena subir, pues posee unas magníficas panorámicas de todos los 4000 de la zona. Maravillosas vistas y escudriñamos el corredor noreste del Ras que se ve al fondo y a su izquierda el Timezguida (cimas que afrontaremos unos cuantos mañana) , el Akoiud, los Afellas, y todos los picos de esa parte del atlas. También hay una excelente vista de la cresta que sube al Toubkal desde el Dôme d`Ifni y las marcada sendas de ascenso por donde subiremos a la cima del techo del Atlas. Y sobretodo cabe destacar las vistas de la vertiente sur del lago de Ifni, situado casi 2000 metros por debajo nuestro.

El ascenso a su cima desde el collado, nos llevará unos veinte minutos. Dejamos nuestras mochilas que recogeremos a la vuelta y emprendemos la breve subida por la ladera. Hassam se queda esperándonos.

Nos hacemos las fotos de rigor para inmortalizar el momento y desandamos el camino de vuelta al collado para recoger las mochilas y de nuevo emprender la ascensión en busca de nuestro siguiente objetivo, la ascensión al Toubkal, donde nos encontraremos con el resto del grupo.

La subida al Toubkal Oeste no tiene ninguna dificultad, no va por la arista, sino que recorre la rocosa vertiente de la derecha. Vamos ascendiendo por una pequeña senda por el lateral de la montaña. Al fondo como se ve en las fotos una pequeña prominencia anuncia su cima. Llegamos a ella y dejamos los bastones para hacer una pequeña trepada de cinco o seis metros, con buena roca, para llegar al torreón de su cumbre y ya tenemos el primer cuatro mil del día en el bolsillo.

Cumbre del Toubkal al fondo

Existe una controversia sobre cuántas montañas de 4000m hay en el Atlas, y la cumbre que hemos ascendido no se escapa a dicha polémica. El Toubkal Oeste está formado claramente por tres cimas superiores a los 4.000 m, siendo la principal la más alejada del collado, que es a la que nosotros hemos ascendido. Cuaderno Viaje Atlas 2016

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(En ambas fotos, al fondo los Timezguida, Ras, Akioud y Afella)

cuatromiles:

He puesto estos primeros planos de las chicas. Porque del resto del grupo no me las pasaba ni el Photoshop.

Recogemos nuestras mochilas que dejamos para hacer más cómodo el ascenso y rápidamente llegamos al collado.

Tenemos que descender hasta el collado para seguir con la ascensión final al Toubkal. De vuelta al collado se pueden ver las otras dos cimas de los Toubkales Oeste. Ahora bien, el dilema está en si tienen la consideración de cimas independientes. Separados entre sí lo están, eso es cierto, y por brechas bastante profundas (Fuente revista oxigeno). Cuaderno Viaje Atlas 2016

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/ ennayer (Año Nuevo bereber) significa la renovación o el despertar de la naturaleza después de su sueño.

Desde el collado subimos las pendientes hasta llegar a un falso collado desde donde observamos unos espolones rocosos encima de los cuales ya podemos divisar el vértice geodésico triangular que está asentado en la cumbre del Toubkal. Giramos hacia la izquierda para bordear el falso collado y encaramos los últimos metros por pendientes suaves hasta llegar a los 4.167 m de la cumbre más alta del África del norte.

Como habíamos previsto toda la cumbre es para nosotros. El día es espléndido y las vistas son extraordinarias, nos rodean todas las cimas del circo: al oeste, de sur a norte, observamos el Plateau de Tazaghart a 3980 m y el conjunto de los Ouanoukrims con el Timesguida, Ras, Akoiud, Afella, Biiguinoussene, Tadat y Alguelzim. Hacia el norte, al NW en la lejanía la llanura de Marrakech y la larga cresta NE hasta el Tichki, pasando por Imouzzer y Afekhoui. Hacia el sur la cadena montañosa del AntiAtlas justo delante de las primeras extensas llanuras del Sahara, al SE 3500 metros por debajo nuestro y al este el largo cordal del Alto Atlas Central con macizos tan importantes como el Jbel Rat, Tignousti y el Mgoun.

Nuestros compañeros ya llevan tiempo en la cumbre. Llegamos a la cima, con su característica estructura piramidal Txutxi se acerca para recibirnos. Abrazos, fotos y alegría generalizada de todo el grupo por haber hecho todos cumbre y cumplir nuestro objetivo. Ahora toca disfrutar del momento. Llamada por los beréberes "la montaña de las montañas" (Adrar n' dern). La primera ascensión documentada por una expedición europea se materializó el 12 de junio 1923, estando integrada por los franceses Vincent Berger, conocido como el Marqués de Segonzac, y Hubert Dolbeau. Fueron los que consiguieron entrar en la historia por ser los primeros europeos en subir por primera vez a esta montaña. Pero dicen que la cima ya la frecuentaban los lugareños que la tenían como lugar sagrado y llena de pequeños “Cairns” o “kerkours” como los llaman los bereberes.

“Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira la cumbre, pero más importante es admirar las cosas bellas del camino. Sube despacio, firme, y disfruta cada momento. Las vistas desde la cima serán el regalo perfecto tras el viaje.” (Harold V. Melchert)

En el norte de África, el verbo ZKO -izka, ur izké ad Izko- significa en lengua bereber tanto construir como enterrar e ikerkar (plural akerk akerkour), es un amontonamiento de piedras sagrado que sirvió para marcar la ubicación de los primeros entierros en el Sáhara. En algunos lugares se convirtieron en monumentos funerarios reales También entre las tribus bereberes del noroeste de África, ver el sol nuevo -Año Nuevo- desde las montañas o Cairns. Yennayer Cuaderno Viaje Atlas 2016

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Incluso para los que ya somos repetidores, la sensación es de subidón por haber conseguido el reto. Si bien, también se juntan emociones y sentimientos al traerte la mente recuerdos de personas queridas que nos han dejado y con las que también queremos compartir el éxito. Txutxi ha tirado unas medallas de montaña “in memoriam” de su padre fallecido y todo un referente en los inicios del montañismo en nuestra Villa. También la cumbre le trae estupendos recuerdos compartidos con su compañera Mari, que disfrutó de esta cima y que nos dejó hace ya cinco años. Un especial recuerdo para ella. Los que la conocimos y disfrutamos de su compañía, sabemos que lo que no se ha ido ni se irá nunca, será el recuerdo de su encantadora e hilarante carcajada contagiosa. Estamos más de una hora disfrutando de las vistas y haciendo fotos y después de comer algo, partimos de la cumbre sobre las 15 h. Dejamos atrás la característica y repintada pirámide metálica de la cima y nos disponemos para hacer la bajada. El descenso más habitual del Toubkal se hace deshaciendo el itinerario de subida y bajando por el mismo valle sur (Ikhibi sur) hasta el refugio. Este itinerario le toman Mikel, Sira e Iñaki a quienes acompaña Txutxi. El resto nos dispondremos a completar la ruta descendiendo por el Ikhibi norte. Un amplio y empinado valle similar al Ikhibi Sur, separado de el por una elevada arista. De esa forma cerramos una bonita circunvalación al Toubkal. En el refugio nos reencontraremos todo el grupo.

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Se sale dirección norte descendiendo de la meseta somital hasta que ésta se convierte en la arista norte. Un par de corredores descompuestos, y siguiendo la fácil arista se alcanza el Collado Norte del Toubkal. Se trata de un amplio collado en el que se inicia el enorme corredor que baja, paralelo al que hemos utilizado en el ascenso, el Ikkibi Norte.

Bajamos con cuidado pero el descenso se hace rápido aunque tiene fuerte inclinación hasta el collado Norte, (unos 30-35 grados), salvando unos 200 metros de desnivel. Desde aquí fuimos bajando un collado a la izquierda del Imouzzer (4.010 m) hasta dar con el circo de Tikint n’ Ouanas, lugar en donde a nuestra derecha y ya encarando el valle que nos tiene que llevar hasta el Refugio del Toubkal están la llamada Torre de Tikint n’Òuanas de 3.700 m y la cima oriental y occidental del a los que se les considera picos menores y eso que superan los 3.800 m. Situados en el contrafuerte Oeste del Imouzier y separados de este último por el collado de Tikint n’Ouanas.

Empezamos a descender por la arista norte que no presenta grandes complicaciones hasta llegar a las pendientes que nos llevan al collado norte a 3.950 metros.

Tenemos una estupenda vista de Arumd y el valle de Imlil a más de 2000 m de desnivel de nuestros pies. Estas cumbres, situadas al norte del Toobkal son muy poco frecuentadas. Desde el collado, a su derecha, casi sin desnivel, está el Imouzzer (4.010 m) Su cima consiste en bajar y subir un par de brechas, hasta llegar a la poco perceptible cima. Algunos se han animado a subir a su antecima volviendo a superar los 4.000 m. El resto antes de iniciar la bajada por el Ikhibi Norte, nos desviamos hacia la cercana cima del Tibheirine Oriental de 3.870 m para ver los restos del motor del avión accidentado en la década de los 60 que hace equilibrios en su cumbre.

Vista de la Torre de Tikint n’Ouanas e Imlil al fondo Cuaderno Viaje Atlas 2016

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Nos dirigimos hacia la arista Sudeste del Tibheirine, para ascender la cumbre Este, algo más baja que la Oeste.

El “comité de sabios” : Manolín y Gauna, que ya han estado anteriormente en esta cima, lo de que el aparato era una avioneta, a la vista de las proporciones del los restos del motor – lo mascan pero no lo tragan-. Yo a la vuelta del viaje a Marruecos de hace dos años indagué sobre el asunto, y la información encontrada sobre el accidente aéreo, les da la razón a nuestros dos compañeros escépticos. Lo que la historia y las crónicas de la época cuentan. Lo que se estrelló fue un cuatrimotor Lockheed L.749A Constellations c/n 2662, de más de 36 toneladas de peso en vacio.

Una pequeña ascensión por la ladera y nos topamos con la chatarra del motor en la cima.

El Lockheed Constellation (apodado como "Connie") fue un avión comercial de cuatro hélices con motores a pistón, fabricado por Lockeed Corporation entre 1943 y 1958 en su planta de Burbank, California. El Constellation fue usado como avión comercial de pasajeros, transporte militar, y de carga, incluyendo su participación en servicio durante el Puente Aéreo de Berlín y el de Biafra.

Los locales hablan de los restos de una avioneta de contrabandistas que llevaban dinero y armas. Tras el accidente sus ocupantes fueron enterrados a los pies del Ikhibi Norte

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La verdad que es sorprendente como pudo quedarse el motor en la misma cumbre tras el trágico accidente.

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Envergadura: 38,47 m Altura: 7,54 m Superficie alar: 153.7 m2 Peso vacío: 36 150 kg (79 700 lb) Planta motriz: 4× motor Potencia: 2437,5 kW cada uno.

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abasteció en lo más básico a los asediados biafreses. Los aviones de la JCA hicieron innumerables viajes (los hacían varias veces a lo largo de la noche) y participaron en la evacuación de la población donde el genocidio era seguro. Este puente aéreo fue el primer puente aéreo civil importante en la historia, y quizás el más grande de cualquier esfuerzo civil de socorro de cualquier tipo

Hace 40 años, el 30 de mayo de 1967, Biafra región del SE de Nigeria, poblada fundamentalmente por la etnia “ibo”, declaró su independencia de Nigeria y proclamó la República de Biafra.. Inmediatamente estalló una de las guerras más cruentas que haya sufrido África (más de un millón de muertos) –la Guerra de Biafra- y uno de los mayores genocidios, que incluyó la más terrible de las hambrunas: más de 1.500.000 civiles, la mayor parte menores, sucumbieron al drama.

El 28 de Noviembre de 1969 el cuatrimotor Lockheed L.749A Constellations c/n 2662, realizaba un vuelo desde Faro (Portugal) a la isla de Santo Tomé (Golfo de Guinea) transportando armas y municiones para el Gobierno de Biafra. Su vuelo, realizado a una altura de 4000 m fue interrumpido bruscamente por el impacto contra la única cordillera en los casi 5000 km de trayecto que superaba esa altura: el Atlas. Como resultado sus ocho tripulantes murieron, 7 hombres y una mujer. Sus restos fueron encontrados casi un año después, en Julio del 70, y recibieron sepultura en la misma montaña.

En 1968, un año después del inicio de la Guerra Civil nigeriana, se informó que un gran número de niños murieron de hambre debido a un bloqueo impuesto por el Gobierno Militar Federal (FMG) y el ejército. En 1969 se informó que más de 1,000 niños por día morían de hambre. Un representante de FMG declaró: "El hambre es un arma legítima de guerra, y tenemos toda la intención de usarla". Con el advenimiento de la información televisiva mundial, por primera vez, la hambruna , la inanición y la respuesta humanitaria se vio todas las noches en la televisión mundial. Gente de todo el mundo exigió acción. Los contendientes pudieron mantener el conflicto durante tres años gracias a la ayuda armamentística de las potencias occidentales deseosas de continuar con sus seculares negocios africanos. De hecho, la propia independencia de Biafra fue alentada por los intereses extranjeros (Francia, Portugal, Sudáfrica...) en sus riquezas mineras, sobre todo petróleo.

La guerra civil de Nigeria fue una de las más sangrientas que ha sufrido el continente africano, con un millón de civiles muertos y 6 millones de desplazados. Durante este periodo tan turbulento, la Cruz Roja se empleó a fondo para tratar de paliar las necesidades de tantísima gente desplazada. Entre los voluntarios estaba Bernard Kouchner, que tras su experiencia en Nigeria y desavenencias con la gestión de la ayuda humanitaria por parte de la Cruz Roja, dio a conocer el conflicto al mundo y lideró la creación de una organización humanitaria que priorizara la atención a las víctimas de estos conflictos frente a las fronteras políticas y religiosas: Médicos sin Fronteras (1971). Debido a nuevas desavenencias con la dirección de MSF, en 1980 fundó Médicos del Mundo.

Diferentes países ofrecen su apoyo a los diferentes bandos: Portugal, Francia, Israel, Sudáfrica y Rodesia (hoy pertenece a Zimbaue) apoyan a los separatistas, mientras que la URSS, Reino Unido, Sudán, Siria, Níger y Arabia Saudita apoyan a los unionistas. Los respectivos apoyos se traducen en el envío de armamento y municiones por tierra, mar y aire. Si bien desde julio de 1968 hasta enero de 1970, la Joint Churches Aid (Ayuda Conjunta de las Iglesias) organizó desde São Tomé un puente aéreo humanitario que, gracias a la pericia de los pilotos de diferentes nacionalidades en peligrosos vuelos nocturnos, burlando a artillería nigeriana, Cuaderno Viaje Atlas 2016

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En la cima nos sacamos unas fotos haciendo equilibrio sobre el motor y descendemos hacia el collado. Nuestros compañeros que se han acercado al Imuzier, están ya de vuelta y se disponen a subir también al Thiberine. Nosotros les esperamos abajo para hacer el descenso al refugio juntos.

En esta otra parte, nosotros descendemos la fuerte pendiente por la vertiente derecha del valle para salvar un resalte rocoso que corta la parte izquierda. Una vez superado, el valle se orienta hacia el NW y llegamos a un balcón que preside el el rio de Assif Mizane y desde donde divisamos a nuestra izquierda el llano del refugio. Hacia allí nos dirigimos mediante un flanqueo en diagonal descendente.

La bajada es muy similar al valle sur. Desde nuestra situación, la vista del descenso por el Ikhibi norte, da la impresión de que te internas en un gran embudo.

Estamos encajonados entre los paredones de los Thibeirine y el Toubkal. Tras este último, Txutxi, Sira, Mikel e Iñaki, están desandando el itinerario de ascenso por el Ikhibi Sur para descender al refugio.

Llegando al refugio observamos que por la pedrera del Ikhibi Sur, baja también el otro grupo de Txutxi, Sira, Mikel e Iñaki. Llegamos todos al refugio sobre las 18,00 h, después de una estupenda travesía. Objetivo cumplido, Todos hemos puesto el empeño y las fuerzas necesarias y si en algún momento alguien ha tenido un momento de debilidad, ni se le ha ocurrido ni pensar: “No puedo”. ¡Ni de coña!, la motivación nos ha dado alas. Ya nos lo dijo Facundo Cabral: “No digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes”.

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En el refugio, orden y limpieza: Mochilas y material al cuarto y una reconfortante ducha.

Gauna y Oskar y en las féminas falta la cuarta roncadora.

Después hacemos tiempo en el salón hasta la hora de la cena y aprovechamos para recargar nuestras cámaras y móviles en los escasos y solicitados enchufes que disponemos para nuestros cargadores.

Bego, no hay mal que por bien no venga y en este caso la estadística te dice que en el fondo hemos tenido suerte. De haberse cumplido, en el dormitorio tendríamos otros casi cuatro roncadores y una de vosotras tres podíais haber entrado en la banda.

El salón, al calor del fuego de la chimenea, es el centro de reunión de todo el personal que pernocta en el refugio: Guías, cocineros, muleros y los practica trekking que estamos realizando rutas por este macizo. Y aquí nos damos cuenta de pequeñas grandes cosas que no valoramos en la vorágine de nuestra ajetreada vida diaria. Conversar en grupo, sin prisas y tener un rato para desenchufarte y dejarte atraer e hipnotizar, mirando fijamente a las llamas del fuego de la chimenea.

El Toubkal se eleva entre otras veinte cumbres que superan los 4.000 m y 600 cimas superiores a los tres mil metros, por lo que desde el refugio se pueden realizar ascensiones interesantes en los alrededores del macizo. Pero se necesita tiempo y nosotros lo tenemos acotado a l trekking de la cirdular. Mañana será otro día importante del trekking en el que pasaremos al vecino macizo de los Ouanoukrim, nombre que en Tamazight se traduce como “lugar alto y siempre frío” para ascender a dos cumbres que cierran el circo por el Sur. El Timezguida de 4.089 m y el Ras Ouanoukrim de 4.083 m de altura y, siendo el segundo y tercer pico más alto de la cordillera del Atlas respectivamente.

Los humanos descubrieron el fuego hace entre 400.000 y un millón de años y un estudio reciente con bosquimanos del Kalahari, en África, dice que las historias contadas al calor del fuego sirvieron también para hacer evolucionar el pensamiento humano, al reforzar las tradiciones sociales y cultivar la imaginación. Lástima que en nuestros tiempos modernos de estrés y prisas la práctica haya caído en desuso. Del salón a la sala comedor y la cena como siempre, lo que nos disponen nuestros chefs que acompañamos tirando de nuestro laterío, embasados, vino, licores y amena conversación. Nos retiramos a nuestros aposentos después de esta condensada primera jornada por este grandioso macizo del Idraren Draren (“Montaña de Montañas”). La caminata del día y el esfuerzo acumulado debería garantizar una noche tranquila, sin sobresaltos, pero la serenata nocturna no cesa, para el desquicio del algún@s.

Desde el refugio del Toubkal se pueden llevar a cabo ascensiones a las cimas que lo rodean, un cóctel de ascensiones clásicas y menos clásicas que nos acercan a los cuatromiles de este imponente macizo montañoso y a otras cimas interesantes que superan siempre los 3500 m

Pero dicen los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que la mitad de los hombres ronca y el 25% de las mujeres también. Así que en nuestro caso las estadísticas fallan, porque catalogados tenemos a Txutxi, Manolín,

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HISTORIA DE LAS ASCENSIONES DEL MAACIZO DEL TUBQAL-TOUBKAL

en compañía del marqués de Segonzac y otros amigos. Las condiciones climatológicas durante esa primera expedición no fueron buenas y obligaron al grupo a retirarse debido a la gran cantidad de nieve caída.

Los primeros europeos que ascendieron a cuotas superiores a 3.000 m fueron los ingleses J.D. Hooker, J.Ball y G. Maw, quienes en el año 1871 cruzaron el Tizi n’Tarharat y el Tizi n’Likemt y ascendieron al Jbel Gourza, de 3.280 m.

Dos meses más tarde, parte del grupo volvió a intentar la ascensión, y el 12 de junio de 1923, V. Berger, M. Dolbeau y el perseverante marqués de Sengozac lograron coronar su cima.

Después de la primera Guerra Mundial, grupos de oficiales, científicos e ingenieros hicieron estudios geográficos y geológicos de la zona, pero no tenían interés en coronar sus cimas.No fue hasta el año 1922 cuando el marqués de Sogonzac ascendió junto a Dolmeu, doré y Ungemacg a lo que ellos consideraron la cima más alta de la cordillera, que bautizaron como Djebel Tifnou, hoy en día conocida como Iferouane. A los pocos días se comprobó que la cima más alta no correspondía a esta cota, sino al cercano Toubkal.

Fue a finales de los años veinte y durante la siguiente década cuando se empezaron a abrir algunas rutas de escalada y se conquistaron las principales aristas de los picos más altos del macizo. Un grupo de franceses liderados por Jean Dresch y Jaques de Lépiney, realizó durante esta década gran número de primeras ascensiones, coronando el Toubkal por todas sus aristas principales. Cabe destacar la ascensión de la arista Sudeste en 1927. Estos dos franceses junto con jean Delaye, recogieron todas sus ascensiones en una publicación que recopila todas

Posteriormente fue cuando se creó la sección marroquí del CAF (Club Alpine Francaise) y en abril de 1923, E. Barabino organizó la primera expedición para ascender al Toubkal, Cuaderno Viaje Atlas 2016

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