Aristóteles de Estagira (384, 322 a. C.) (1) Filósofo de ...

(1) Filósofo de Macedonia, discípulo de Platóny preceptor de Alejandro Magno. (2) Sus obras principales son: el Órganon, Metafísica, Ética a Nicómaco y ...
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Aristóteles de Estagira (384, 322 a. C.)

(1) Filósofo de Macedonia, discípulo de Platón y preceptor de Alejandro Magno. (2) Sus obras principales son: el Órganon, Metafísica, Ética a Nicómaco y Política. (3) Inventó la lógica, la teoría del lenguaje y se le considera “padre de las ciencias descriptivas o experimentales”. (4) Su filosofía se denomina hilemorfismo. (5) Junto con Platón, constituye la principal influencia de Sto. Tomás y, en general, de toda la filosofía. (6) En general, su sistema puede ser considerado como una reflexión acerca de los distintos tipos posibles de discurso lingüístico. (7) Su análisis parte de la noción de categoría (herramientas lingüísticas a través de las cuáles damos cuenta de la realidad). Son capitales en la filosofía de Aristóteles las nociones de sustancia, forma, materia, potencia y acto. Ontológicamente en el mundo sólo existen los objetos materiales externos y existentes. Éstos constituyen las sustancias primeras. Pero para referirnos a ellos empleamos ideas y términos lingüísticos, que constituyen las sustancias segundas (los géneros y las especies). Cada cosa es en sí misma (ontología) única; pero los seres humanos, para entendernos empleamos términos que las agrupan en clases (géneros y especies) en función de las semejanzas. De ahí que toda ciencia lo sea de lo universal (no de lo singular) y que, por tanto, la ciencia constituya no un saber universalmente válido sino una aspiración pragmática continua hacia la verdad. Otras categorías son las de la forma, la materia, la potencia y el acto. Lo que cada cosa es en sí es la forma de cada cosa (lo cual coincide con la sustancia segunda) mientras que lo que subyace a las mismas es la materia. Algo está en potencia cuando no se ha desarrollado en lo que puede ser pero tiene capacidad de hacerlo. Mientras que el acto o actualidad es la plena realización de sus posibilidades o potencias. Una teoría fundamental de la física y de la concepción teleológica de la metafísica aristotélicas es la de las cuatro causas. Aquello que genera algo o que cambia la naturaleza de algo puede ser una causa material, formal, eficiente y final. La causa material es la materia; la formal, la forma; la eficiente se refiere al movimiento de la cinemática y la final al Motor Inmóvil, un agente extrínseco que induce mejoras en la totalidad del mundo. Gracias a él se explica el progreso económico y social. Hay tres tipos de alma: vegetativa (propia de las plantas y encargada de la nutrición, el crecimiento y la reproducción), sensitiva (característica de los animales que viene dada por los sentidos, la imaginación, la memoria y el apetito) e intelectiva (que es propia del ser humano y que consiste en el pensamiento racional y la voluntad). Los dos primeros tipos de alma son irracionales y el tercero es racional. Todo conocimiento procede del alma sensitiva a través de la sensación: no existe nada en nuestro conocimiento que antes no estuviera en nuestros sentidos (metáfora de la tabula rasa); por tanto, también el análisis político también depende de la observación, es decir, de aquellas formas de gobierno que se presentan en la realidad.

Para Aristóteles es un hecho que todos los seres humanos tendemos por naturaleza a la sociedad. Las personas somos seres sociables que nos agrupamos en la familia (cuya finalidad es la supervivencia), el municipio (cuyo objetivo consiste en vivir bien) y el Estado (el cual tiene como propósito la vida perfecta y autosuficiente de los ciudadanos). Ahora bien, por un lado, (1) hay dos modos de gobierno: recto (cuando los gobernantes ejercen su función con miras del bien común) y degenerado (cuando su objetivo es el interés particular); por otro, (2) hay tres tipos de gobierno atendiendo a cuantas personas intervengan en él: uno, varios o muchos. Luego hay tres formas de gobierno rectas (monarquía, aristocracia y república) y, respectivamente, otras tantas degeneradas (tiranía, oligarquía y democracia). El Estado tiene como objetivos (1) la comunidad de leyes o isonomía que garantizan los derechos comunes y el intercambio, (2) la autosuficiencia o felicidad de sus ciudadanos y (3) el formar buenos ciudadanos, es decir, el hacerlos virtuosos. Ésta última característica es la que diferencia a la polis o ciudad-estado de las alianzas. En la polis no sólo se persigue el beneficio sino el mejorar a las personas, el convertirlos en buenos ciudadanos. Cabe distinguir dos tipos de virtudes: por un lado, (1) éticas las cuales únicamente dependen del ejercicio y de la costumbre; vienen fijadas por la tradición y cualquiera puede practicarlas siempre (basta con elegir un término medio entre diferentes opciones); por otro, (2) diano-éticas; éstas dependen del talento y la deliberación. Sólo pueden ser practicadas por aquellas personas que posean alma intelectiva – que además esté en acto. El mejor de los gobiernos consistirá en el término medio de los gobiernos rectos (es decir, la aristocracia) y los peores gobiernos serán los extremos de los gobiernos degenerados (la tiranía y la democracia). Aristóteles tiene una concepción económica de la sociedad. Toda sociedad está dividida en tres clases: alta, media y baja. Cada una de ellas se distingue por la riqueza o propiedad que posee y el carácter de los componentes de cada clase depende de ello. Y es que para Aristóteles, el alma no es algo divino, independiente de las circunstancias, sino que depende de la biología y del aprendizaje, es decir, se trata de un principio vital que es susceptible de corromperse y morir. La clase alta se caracteriza por su soberbia: al creer que se lo pueden permitir todo, pues tienen abundancia de bienes, se convierten desde pequeños en caprichosos déspotas. La clase baja, en cambio, privada casi de lo más elemental, está formada por personas caracterizadas por su insidia (miserables), incapaces también de racionalidad y de moralidad: son capaces de delinquir por cualquier nimiedad. Sólo la clase media permite la racionalización y el progreso de los Estados porque al disponer de una propiedad media se someten a la razón. De ahí que la evolución y el progreso dependa de la producción que permite que la clase media sea cada vez mayor dentro de las sociedades.