apologetica/ppt/Ministerio o negocio


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Vivimos en tiempos muy particulares dentro de la Iglesia de Cristo… en pos de la modernidad y la adaptación a los cambios sociales la Iglesia sufre desde sus entrañas un fenómeno muy importante que aunque es impactante no significa por esto que sea novedoso… ya que el mismo Pablo escribiendo a Timoteo le hablaba de aquellos que toman la piedad como fuente de ganancia y le recomendaba explícitamente: apártate de los tales. (1ª Timoteo 6:5) ¡Si!.. El negocio de la fe llegó en medio nuestro para quedarse por mucho tiempo y lamentablemente genera todo tipo de estrategias para generar lucro aprovechándose de la buena voluntad de cristianos deseosos de agradar a Dios que darán lo que consideren necesario para que estas empresas de la fe sigan subsistiendo… ¿Cómo podemos identificar un negocio?... realmente es algo sencillo… un negocio mide sus logros por medio de sus ingresos económicos… no importa el producto que esta empresa venda… el éxito del mismo se mide a través de estadísticas que demuestran crecimiento en sus ingresos… si esto no sucediera dejaría de ser un negocio… En un sentido, no está nada mal que un negocio sea evaluado por el caudal de ingresos porque esta es la manera de saber que es rentable… si no lo fuera, no podría seguir adelante y perdería su razón de ser perjudicando por igual a dueños y empleados… Lo que SI está mal es decir que se desarrolla un ministerio y tener ocultas intenciones puramente comerciales… un ejemplo… se realizan campañas para recaudar dinero colocando metas que se alcanzarán por medio de promesas de fe y finalmente se habla de éxito si se lograron los objetivos planteados o si hubo crecimiento en lo prometido comparando con el período anterior… eso es un negocio disfrazado… un ministerio de verdad no actúa de esa manera… Observemos por un momento un pasaje clásico sobre el dar: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra… 2ª Corintios 9:6-8 Cuando leemos el versículo 6 de este pasaje pensamos que dar ofrendas es necesario para agradar a Dios y generar incluso algún rédito o bendición posterior… ese es el enfoque que le dan muchos aprovechadores que tomando este texto fuera de su contexto lo utilizan para sacar dinero a bien intencionados hermanos que desean agradar a Dios inclusive con sus bienes… pero el pasaje no termina allí porque continua clarificando y ampliando el concepto…

El dar es algo que debe hacerse de la siguiente manera: De corazón• Sin tristeza• Sin obligación (eso es lo que significa• necesidad) Con alegría• Por la Gracia de Dios• Hoy en día el negocio de la fe utiliza todo tipo de tácticas de manipulación para generar en el corazón aquello que no estaba allí… por medio de estrategias bien elaboradas se apabulla a la gente para convencerla que debe dar… En muchas ocasiones se apela a la tristeza… si ustedes no dan algo malo sucederá… fue famoso el caso del predicador que aseguró que si no se recaudaba cierta cantidad de dinero Dios le iba a quitar la vida… quizás no se llegue a esos extremos pero asegurar que el ministerio en tal lugar va a terminar si no se ofrenda es apelar a la tristeza Obviamente, esto lleva a la gente a prometer sumas por obligación… de eso se tratan las famosas promesas de fe que no tienen sustento bíblico pero están tan difundidas por diferentes medios y especialmente en las entidades generadoras de pseudos ministerios… ¿Puede haber alegría cuando se da sin razonar?... por supuesto que los receptores de estas ofrendas y promesas generan un ambiente festivo para celebrar este dinero porque su objetivo y única meta es reunirlo… pero… ¿genera verdadera alegría en quien da sin reflexionar seriamente? Dar es una Gracia de Dios… concretamente es Dios Quien nos capacita para ofrendar… ¿prometer lo que no tengo es tener fe o abusar de la Gracia de Dios?... Si Dios por Su Gracia me capacita para dar $ 10… ¿Es correcto que prometa $ 20 que no tengo?... Concretamente… en este pasaje hay suficientes elementos para considerar que asistimos a una realidad demasiado común que no tiene sustento bíblico… podríamos extendernos en su estudio pero no es necesario en este momento ya que una lectura sencilla del mismo nos brinda la seguridad que la modalidad de apremiar para recaudar no está contemplado por Dios de ninguna manera… En el artículo Comunicación Cristiana en los medios el Hno. Arnoldo Wiens dice lo siguiente: Frecuentemente las motivaciones que dicen tener los comunicadores, no corresponden con su ética en materia económica. La costumbre de muchos de confundir el medio de comunicación con la iglesia tiene una detestable resultante que es la constante manipulación de la audiencia para conseguir recursos económicos. Recordemos que el compromiso de ofrendar regularmente debe ser manejado dentro del marco de las actividades de la iglesia. El Señor puede muy bien guiar a una congregación a sustentar económicamente algún medio de comunicación, mas esto no debe ser confundido con las permanentes apelaciones de crear fondos económicos, las cuales se vuelven una parte central de muchos ministerios de comunicación. Las verdaderas empresas que surgieron en el pasado como resultado del esfuerzo de algunos comunicadores cristianos no fueron un buen testimonio para el evangelio. La falta de discernimiento en muchos cristianos contribuye a que estos ministerios continúen con la práctica de solicitar permanentemente nuevas ofrendas para sus programas, incluso intimidando con amenazas de un castigo divino a quienes no den su aporte. Debemos resistirnos a seguir alimentando esta clase de manipulaciones.

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Los pseudo ministerios utilizan los medios de comunicación como soporte principal de su negocio encubierto… lamentablemente detrás de una programación atractiva se ocultan intereses oscuros que afectan seriamente los verdaderos propósitos del Señor… ¿Qué debe hacer un cristiano ante estas apelaciones y demandas de dinero?... directamente ignorarlas y destinar sus ofrendas a la Iglesia Local donde tiene su membresía la cual puede apoyar con sabiduría los ministerios que merecen respaldo o pagar servicios que son necesarios para continuar con la Obra del Señor… ¿Qué debe hacer un pastor?... enseñar y advertir a su congregación… nunca un buen fin justifica medios erróneos... apoyar estos engaños afecta seriamente la integridad de la Obra del Señor… Cuando estos ministerios descubren que la Iglesia no responde a sus demandas con el tiempo dejan el lugar donde estaban desarrollándose porque no les conviene económicamente… dando muestras claras de sus verdaderos objetivos… por ese motivo, lo mejor para el Pueblo de Dios es que simplemente levanten campamento y se retiren de nuestro medio quienes pretenden manipular la sencilla fe y las buenas intenciones… Es nuestra oportunidad… no seamos parte de este engaño… Momento de Decisión

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