ALEGACIONES DE OCEANA AL PROYECTO DE DRAGADO DEL PUERTO DE MAO (MENORCA)
INTRODUCCIÓN En el año 2009 Autoridad Portuaria de Baleares presentó un proyecto de dragado para el puerto de Maó con el objetivo de solucionar problemas de calado. El análisis del material a dragar fue elaborado por la empresa GEHYM y se obtuvo como resultado que el nivel de contaminación por metales pesados era considerado de categoría I, lo que significa que este material se podía verter al mar sin previo proceso de descontaminación, ni ningún tipo de seguimiento ambiental. El GOB Menorca y científicos de la Universidad de Barcelona (UB) revisaron el proyecto y detectaron errores graves. El GOB detectó un error de cálculo a la baja en la suma de concentración de mercurio; y los científicos de la UB un error en el sistema de muestreo por haberse analizado solamente la capa superficial del material a dragar, en lugar de alcanzar la profundidad que se dragaría (1m). Debido a estos errores, Autoridad Portuaria se vio obligada a paralizar el proyecto de dragado.
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En enero de 2012, Autoridad Portuaria inició los trámites para realizar un nuevo proyecto de dragado. En este caso, el análisis de contaminantes fue realizado por una empresa diferente (CBBA). Con los precedentes descritos, se volvieron a revisar los estudios y se han encontrado por segunda vez graves deficiencias que ponen en peligro la salud humana, determinadas actividades económicas y la conservación del medio ambiente marino. En consecuencia, se estaría vulnerando la declaración de Menorca como Reserva de Biosfera por la UNESCO. A continuación se describen las deficiencias detectadas. 1. ALTOS NIVELES DE METALES PESADOS, PRINCIPALMENTE MERCURIO. El proyecto de dragado del puerto de Maó llevado a cabo por CBBA sigue las recomendaciones del CEDEX1 (1994) para determinar el tipo de gestión a aplicar en el material dragado dependiendo del nivel de metales pesados de los sedimentos. El CEDEX determina dos niveles diferentes de concentración en metales pesados: Nivel I y Nivel II. Así: ‐
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Los materiales a dragar con una concentración por debajo del Nivel I, se consideran de Categoría I, y sus efectos químicos y/o bioquímicos sobre la flora y fauna marinas son prácticamente insignificantes. Los materiales con una concentración entre Nivel I y Nivel II, con concentraciones moderadas de contaminantes se consideran de Categoría II, y pueden ser vertidos de forma controlada. Los materiales con concentraciones que superan el Nivel II, con concentraciones elevadas de contaminantes se consideran de Categoría III, y deben de ser aislados de las aguas marinas o sometidos a tratamientos adecuados.
CBBA ha analizado un total de 23 muestras y los resultados indican que el material a dragar tiene concentraciones elevadas de mercurio principalmente, pero también de cobre y plomo. En referencia al mercurio, del total de muestras analizadas se han detectado 7 que presentan una concentración considerada de Categoría III. Esto significa que un 30% de las muestras analizadas presentan concentraciones elevadas de contaminantes. En cuanto al cobre, 18 muestras del total se consideran de Categoría II y el resto se considera de Categoría I; por último, en cuanto a contenidos de plomo 6 muestras se consideran de Categoría II y el resto corresponden a Categoría I. Otros metales pesados analizados (Cadmio, Zinc, Cromo, Níquel y Arsénico) presentan concentraciones consideradas de Categoría I en todas las muestras analizadas. Por otro lado el proceso de “normalización” utilizado no está claro. Haciendo uso de una fórmula que mezcla las muestras contaminadas con las menos contaminadas, se rebaja la concentración de mercurio de toda la zona a Categoría II. Así, se concluye que el material dragado puede verterse al mar de manera controlada. El Instituto Español de Oceanografía (IEO) considera que si el 30% de las muestras analizadas son de Categoría III, es suficiente para determinar que los materiales están altamente contaminados y deben ser descontaminados en tierra (ver informe del IEO en los documentos adjuntos).
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Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente)
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Por otra parte, en el documento de recomendaciones del CEDEX se especifica que los niveles de concentración de metales pesados son provisionales hasta el año 2000, para cuando se tendrían que haber establecido “…niveles de acción que se correspondan con las características regionales del litoral español y evaluar realmente los efectos negativos de los dragados contaminados sobre la biota”. Desafortunadamente y a pesar del tiempo transcurrido estos “Niveles actualizados” no se han determinado aún. Por ello Oceana, para tener otros valores de referencia además de los de CEDEX, ha realizado una recopilación de estudios científicos y metodologías que establecen las concentraciones de metales pesados en material de dragado por encima de las cuales su vertido implica efectos negativos en el ecosistema marino. En concreto, se han revisado cinco estudios alternativos (ver Bibliografía “Metodologías alternativas usadas”) para los cuales se ha determinado el equivalente de Nivel I y Nivel II del CEDEX (ANEXO, Tabla 1). Los resultados de la comparación para mercurio determinan que, si usamos los valores “normalizados” del CEDEX, los 5 estudios alternativos consultados consideran que la concentración de mercurio supera el Nivel II (ANEXO, Tabla 2). Incluso hay tres de estos cinco estudios que consideran que absolutamente todas las muestras superan el Nivel II (ANEXO, Tabla 2). Para el caso del Cobre (ANEXO, Tabla 3) y el Plomo (ANEXO, Tabla 4), también se considera que alcanzan valores de contaminación altos, ya que según dos de los cinco estudios consultados superan el Nivel II tomando en consideración los valores “normalizados”. Los datos para cobre y plomo coinciden con un análisis de metales pesados llevado a cabo por científicos de la Universidad de Barcelona en un punto central del puerto de Maó (Orellana et al., 2008). Según este estudio, el vertido de estos metales proviene del auge de la industria bisutera en Menorca desde los años 40 hasta los 70 y otras industrias como la naval y la textil. Por otro lado, el GOB Menorca2, ha detectado de nuevo un error importante en el muestreo, ya que no se han analizado el 50% de la superficie a dragar coincidiendo estas áreas con las más contaminadas por mercurio y plomo en el análisis llevado a cabo en el 2009 por la empresa GEHYM (ANEXO, Mapa 1; Mapa 2). Por lo tanto, todo parece indicar que si se analizara el 50% restante, el contenido en metales pesados sería superior al actual. Otro error detectado en el informe elaborado por la empresa CBBA, es que mientras que en el documento de caracterización de sedimentos el punto 15a (correspondiente a la capa más superficial de muestreo: de 0 a 25 cm de profundidad de sedimento) hay un 14,03% de limos‐ arcillas (material de diámetro inferior a