A upa con los más chiquitos

alteraciones que le producían los cambios de horario y la su- .... Chopin, Balada n° 4 op 52; de Falla, Nocturno, Serenata Andaluza y Cuatro pie- zas Españolas ...
4MB Größe 3 Downloads 32 vistas
8

|

espectáculos

| Jueves 31 de Julio de 2014

allegro

Ser pianista o ser piloto

Colores primarios, de la compañía La Zopenca

A upa con los más chiquitos novedad. Mañana comienza el Primer

Festival Internacional de Teatro para Bebes

en distintos lugares del mundo. Sin dudas, los bebes como destinatarios específicos tienen particularidades y una de ellas es, como plantea Hillar, “inaugurar la experiencia del rol de espectador”, pero además es una experiencia que tiene doble lugar de suceso, por un lado, en el escenario y también en la platea, donde ocurren cosas como aplaudir, ponerse de pie, compartir galletitas, compartir con los adultos que acompañan. Hillar cuenta que hay teatro para bebes en México, Colombia, Chile, Brasil, Canadá, Francia, España y que las obras que eligieron para este I Festival fueron aquellas que se consideran pioneras, como es el caso de Aranwa Teatro, de Chile, y la Compañía Uruguaya de Teatro para Bebes; además se incluyó a España, con Andenes de agua. Por la Argentina, además de los espectáculos de Proyecto Upa, se sumarán la compañía de títeres y objetos La Zopenca y la compañía rosarina Vamos que Nos Vamos. Además de los espectáculos, que son un muestrario de lo que se está haciendo en teatro para bebes, se propone el intercambio entre artistas y la participación de especialistas que se ocupan tanto de la creación artística como de temas vinculados con la crianza. Y estas charlas están abiertas a la comunidad. Se trata de un festival bastante particular que mostrará otra arista del teatro en esta ciudad de múltiples propuestas. ß

Una gran novedad tendrá el teatro infantil de Buenos Aires en estas vacaciones de invierno. Se trata del Primer Festival Internacional de Teatro para Bebes en la Argentina, que comenzará mañana y continuará hasta el domingo. Esta sorpresa en la cartelera ha sido promovida y organizada por el Proyecto Upa, la primera compañía de teatro para bebes de la Argentina y de América latina, que existe desde 1993, y tiene como objetivo acercarse a un público de entre los seis meses y los tres años. Desde su inicio buscó brindar una experiencia estética para los más pequeños y el lema que llevan adelante es “Los bebes también van al teatro”. A partir de esta premisa, desarrollaron una primera obra que se denominó Canciones a upa y arriba el telón, con una música muy pegadiza y letras vinculadas a los acontecimientos diarios de los más pequeñitos, de a poco, dejar los pañales, despedirse del chupete, aprender a prestar, vincularse sin morder, en fin, todas esas cuestiones centrales en la vida de los lactantes y pequeños infantes. Luego se sumaron los títeres en Soluciones para ir a dormir, el circo para bebes en Circo a upa y el movimiento en Danza a upa, una historia de amor en movi-

miento. Este año se viene un estreno que pondrá en primer plano la narración oral, Cuentos a upa. Gabriela Hillar es la fundadora del Proyecto Upa y pionera en teatro para bebes. Responsable, desde hace 20 años, de este tipo de propuestas que combinan los distintos lenguajes artísticos en propuestas sencillas, lúdicas que proponen una primera experiencia de acercamiento al teatro. Claro que Hillar no está sola, Analía Tarrío Lemos es la coordinadora artística del Festival y Verónica Bonina, coproductora y coordinadora del Teatro Taller del Ángel, dirigido por Patricia Palmer. “Un niño pequeño tiene sensibilidad artística y capacidad de contemplación”, afirma Hillar, cuando se le pregunta por qué tenerlos en cuenta como espectadores. Y describe que las propuestas están destinadas a una serie de estímulos que conjugan diversos lenguajes, hacen hincapié en desautomatizar los objetos con los que se vinculan de manera cotidiana para encontrarles otras facetas, incluida la lúdica. La idea es apuntar a todos los sentidos. La organizadora comenta que llevó adelante la selección de espectáculos personalmente, a partir de una investigación que le demandó diez años, conociendo a quienes hacían propuestas equivalentes a la suya

internacional

desde mañana

teatro documental

estrena La maratón de Nueva York

Versión libre de La Gaviota, de Chéjov

Carne oscura y triste ¿qué hay de tí?

Desde hoy, y por únicas seis funciones, se presenta en Buenos Aires La maratón de Nueva York, del italiano Edoardo Erba. Una producción española en la que actúan Joan Negrié y Albert Triola, dirigidos por Juan Carlos Martel. Dos hombres se entrenan para alcanzar una meta mientras conversan sobre distintos aspectos de sus vidas. Un desafío físico y teatral. Hasta el 9 de agosto, en el Camarín de las Musas, Mario Bravo 960.ß

Los viernes, a las 23, estrena La Desgracia, del grupo Los niños de la capilla. Esta obra es una versión libre de La gaviota, de Antón Chéjov, escrita y dirigida por Diego Badaracco. Una familia disfuncional que se encuentra en una casa de verano. Actúan Diego Badaracco, Silvina Beigbeder, Giovana Calero, Canela Corno, Juan Cei Levinton, Norma Espina, Majo Mastromarino, Nahuel Saa, Alexis Sabbione. En La Mueca, Cabrera 4255.ß

Con textos documentales del ensayista y periodista Rafael Barrett sobre los mensú –antecesores históricos de los cosecheros de yerba mate– publicados en 1906, y extractos de entrevistas a tareferos realizadas entre 2008 y 2013. Actúan Facundo Nahuel Giménez y Mariana Brusse, y los dirige María Luz Roa. Con música original del Chango Spasiuk. Los sábados, a las 22.30, en No Avestruz, Humboldt 1857 (4777-6956).ß

Mónica Berman PARA LA NACION

La Boca y el tango, Festival y Mundial, típicas y cantores presentación. Ayer se anunció

la programación del encuentro porteño Viene de tapa

Además de este circuito que está dentro del denominado Distrito de las Artes (La Boca, Barracas y San Telmo), habrá actividades en la AMIA, la Academia Nacional del Tango y en el Luna Park, como cada año, con las dos finales del concurso de tango danza, que estarán animadas musicalmente por San-

dra Mihanovich, con un homenaje a Eladia Blázquez (el lunes 25) y Lisandro Adrover, Horacio Ferrer y Julia Zenko (al día siguiente). En cuanto a la programación, el festival promete algunas secciones nuevas, como Los Clásicos del Futuro, que según adelantó el programador artístico, Gustavo Mozzi, es uno de los ejes de esta edición. Será

Festival Internacional de Teatro para Bebés Desde mañana hasta el domingo, en el Taller del Ángel (Mario Bravo 1329), Multiespacio Korova (Paraguay 4667) y La Casona Iluminada (Corrientes 1979) De 11 a 20. Consultas por obras y reservas: [email protected]

la gran vidriera que expone el panorama actual del tango. Entre El Arranque y Pampa Trash hay un abanico de propuestas que tienen asilo en el festival. Y habrá subrubros: Nuevos Ensambles, Nuevas Típicas, Cantores de Hoy, Biromes y Servilletas, Compositores y Coreógrafos y Tango Garage. En este marco, la producción coreográfica tomará un nuevo impulso. Dentro de las propuestas, por ejemplo, llama la atención la presentación de obras que fueron escritas especialmente por diez músicos con la idea de que sean estrenadas en una pista de baile, no frente al público de un auditorio. Porque la premisa fue crear música para la milonga y que sean los bailarines los encargados de estrenarlos. Habrá conciertos de cruces, co-

yefim bronfman. En una muy franca confesión personal, Yefim Bronfman, el gran pianista ruso, reveló las ansiedades que lo afligían cuando recién iniciaba su carrera y cómo vivía esa condición de muy activo músico trashumante que siempre debía lucir eficiente, artístico e impecable. Tenía temores cada vez que se enfrentaba a un piano que nunca era el suyo y recordaba las alteraciones que le producían los cambios de horario y la sucesión de orquestas y directores diferentes con los cuales tenía que colaborar en lapsos breves. Se desvelaba por la falta de tiempo para dedicarse al estudio de obras nuevas y a la relectura de obras ya conocidas. Pero para este supremo intérprete de la música de Bartók y Prokofiev lo peor era el pánico escénico. Era tan grande el estrés que sufría, aún cuando estaba excelentemente preparado, que solía pasar malas noches y tener sueños horribles. En uno de ellos “me veía tocando el segundo concierto para piano de Brahms en el Carnegie Hall y no me salía nada. ¡No lo sabía!” No en vano, Bronfman afirma que los músicos desarrollan su trabajo en vivo y que están siendo examinados todo el tiempo. Así iba todo hasta que esa vida de perturbaciones fue amenguando a partir de una mirada diferente que le presentó Mstislav Rostropovich: “Una noche, algunos minutos antes de tener que tocar el primer concierto para piano y orquesta de Chaikovski con él como director al frente de la Filarmónica de Viena, fui a su camerino y le dije: «Maestro, estoy tan nervioso que no sé qué hacer». Se sonrió y me dio la respuesta perfecta. «Yefim, pase lo que pase, después del concierto saldremos y nos iremos tranquilamente a cenar. Ser pianista no es ser piloto. Si eres piloto y cometes un error, se mueren todos. No te olvides, después vamos a cenar»”.ßPablo Kohan

clásica

Barenboim y el inquietante mundo de Wagner Pola Suárez Urtubey —PARA LA NACION—

U

na larga y brillantísima trayectoria mundial acumula Daniel Barenboim en relación con el Tristán e Isolda wagneriano, que comenzará a dirigir en nuestro Colón a partir del próximo lunes. Según se viene anunciando, no se trata de una versión completa con su respectiva escenificación, sino de una presentación en forma de concierto en el que se incluyen el Preludio, el Segundo Acto y “La Muerte de amor” del tercer acto. Barenboim llega en este 2014 con una familiaridad de más de tres décadas de contacto con la historia de los inmortales amantes, en gran parte ligada a lo más profundo de su itinerario por el mundo de la interpretación lírica. Sin pretender abarcar todas las veces que pueda haberla dirigido en el curso de su extraordinaria carrera, imposible no colocar en primer lugar a sus presentaciones en el Festival de Bayreuth desde 1982 hasta 1997. En las funciones de los años 1982,83, 85 y 87, lo hizo con la dirección escénica de Jean-Pierre Ponnelle, responsable asimismo de los decorados y vestuarios. Y luego, entre 1993 y 1997, con todos los años intermedios (cinco temporadas) con la “régie” de Heiner Müller, acompañado por E. Wonder e Y. Yamamoto en el rubro decorados y trajes. En el curso de estas temporadas, del 93 al 97, contó con Siegried Jerusalem para las partes de Tristán y con la misma Isolda que tenemos ahora en Buenos Aires, Waltraud Meier, que ya en la temporada de 1985 de Bayreuth había tenido a su cargo la parte de Brangania. *** La colaboración en Bayreuth de Barenboim y Ponnelle quedó reflejada en la pantalla de cine. Fue ya un clásico de aquellos años para los espectadores del culto wagneriano lo que se designó como “el

árbol de Ponnelle” por cuanto se había convertido en el leitmotiv escénico de Tristán e Isolda. Algo que se consideró entonces como una formidable creación poética cuyo contorno y color se transformaban en función de la acción interior de la obra. Árbol de luz, de vida, de amor o de muerte. Ya por entonces Barenboim, que se iniciaba en su larga trayectoria tristanesca, fue exaltado por su lirismo y musicalidad sutil y coloreada. También el cine registró el trabajo de Barenboim con Heiner Müller como régisseur. Y fue en esa versión donde brilló la Isolda de Waltraud Meier, al evaluar los espectadores que su encarnación del papel respiraba inteligencia y sensibilidad. Una intérprete sensacional según fue juzgada, acompañada por un músico tan extraordinario como Daniel Barenboim, de quien se dijo que, en relación con su trabajo de la época de Ponelle, mostraba ahora una enorme maduración, por su tensión dramática, su variedad de colores y un sentido de los cambios de tempo propios de su excepcional categoría. La relación de Barenboim con el mundo inquietante de Wagner ha sido ratificada este año por el prestigioso premio a la mejor dirección de orquesta de la Real Sociedad Filarmónica del Reino Unido, en mérito a su magistral interpretación de la saga wagneriana El anillo del Nibelungo. Ahora en el Colón, se vibra de entusiasmo por conocer su visión de Tristán e Isolda, en cuya propuesta lo acompañan, como en casi todas sus restantes presentaciones, la Orquesta West-Eastern Divan y los cantantes Peter Seiffert (Tristán), Waltraud Meier, ya se dijo, como Isolda, Ekaterina Gubanova (Brangania) y René Pape (Rey Marke). Los esperamos con una inquietud difícil de contener.ß

CláSiCa

Impresionismo al piano recital del pianista javier perianes. ★★★

bueno. programa:

de

Chopin, Preludio n° 1 en Do mayor; de Debussy, “Danseuses de Delphes”; de Chopin, Barcarola op 60; de Debussy: “L’isle joyeuse”; de Chopin, Berceuse op 57; de Debussy, “Clair de Lune” y Preludio n° 4 “Les sons et les parfums”; de Chopin, Balada n° 4 op 52; de Falla, Nocturno, Serenata Andaluza y Cuatro piezas Españolas (Aragonesa, Cubana, Montañesa, Andaluza) y Fantasía Baetica. organiza: Centro Cultural de la Embajada de España. sala: Museo de Arte His-

panoamericano Fernández Blanco.

E

n consonancia con el ambiente intimista del Museo Fernández Blanco y su preciosa sala, custodiada por las magníficas obras de arte de su colección, el recital del pianista Javier Perianes fue presentado, en cierta forma, como una de aquellas tertulias musicales del siglo XIX en las que el propio Chopin se sentía tan a gusto para compartir sus composiciones. El público reducido, el ambiente acogedor, el contacto directo entre músico y oyentes… todas condiciones que el gran genio polaco consideraba propicias para el desenvolvimiento de su arte, fueron recreadas para presentar a Perianes en su debut argentino, en el marco de una gira que incluyó varios conciertos en Colombia y Perú. Antes de iniciar su periplo interpretativo, Perianes se dirigió a los presentes (alrededor de ciento veinte personas que “envolvían” al piano en cómodo semicírculo), explicando el diseño de su programa, armado de a pares integrados a su vez por una obra de Chopin y otra de

Debussy. Ahondó en los elementos a través de los cuales vinculaba las piezas en cada conjunto, ya sea por un elemento rítmico o melódico, o bien por la atmósfera general de las composiciones. En tal sentido, vale la pena recordar que a Chopin se lo considera un precursor del impresionismo porque el camino que trazó dejó una puerta abierta hacia ese desarrollo estético, o aún más allá, hay autores que lo llaman “el primer impresionista”. Con lo cual, la comunicación entre ambos autores, fluye con total naturalidad. Respecto de la segunda parte de su recital, dedicada por completo a Manuel de Falla, Perianes se refirió a la estilización de los elementos folklóricos presentes en las obras del compositor español y al notable virtuosismo de su escritura, sin dejar de recordar el afecto que Falla expresaba por la Argentina, en especial por Córdoba, su localidad de Alta Gracia, donde vivió varios años y falleció en 1946. En lo relativo a la ejecución, Javier Perianes demostró un seguro dominio técnico, las notas correc-

mo el de la Orquesta de Cuerdas Elvino Vardaro, que tendrá como invitados al quinteto de Diego Schissi y al Sexteto Meridional, y la presentación del disco Sin red, de Pablo Agri y Juan Esteban Cuacci, grabado en la Usina. Ambos conciertos serán el 16. Volverá la orquesta de Osvaldo Berlingieri (el día de la inauguración, a las 21.30, en la Usina), y en las secciones de recuperación de obras se escuchará composiciones o arreglos de Lucio Demare, Osmar Maderna, “Cholo” Mamone y Leopoldo Thompson. Como no podía ser de otro modo en un año tan “troileano” como éste (semanas atrás se celebró el 100° aniversario del nacimiento de Pichuco), habrá una programación especial orientada al legado que Osvaldo Berlingieri dejó Aníbal Troilo.ß

tas, sin errores ni titubeos, con gran convicción y certeza en el abordaje de todo su repertorio, mostrándose sin dudas como un virtuoso del instrumento, merecedor de un premio nacional, como el que obtuvo hace dos años en su país. Quizás por la atención puesta en ese virtuosismo exacerbado, le faltó a la sonoridad de sus interpretaciones, de Chopin pero sobre todo de Debussy, un mayor espectro de matices y ese color característico del clima de ensoñación en ambos estilos (en el romanticismo y en el impresionismo, cada uno a su manera), un cierto recogimiento y estado de serenidad interior con el cual sugerir esa atmósfera particular. Fue valioso apreciar en una ejecución en vivo las composiciones de Falla, especialmente la Fantasia Baetica que, en su exposición inicial, Perianes la presentó como la obra cumbre de la literatura pianística del genio de Cádiz, dedicada a Arthur Rubinstein, que la estrenó en 1920 y al poco tiempo dejó de incluirla en su repertorio a causa del trabajo que le requería la extrema dificultad técnica de la Fantasia, según manifestó el pianista. Antes de terminar el concierto, los presentadores ya anunciaron el regreso de Javier Perianes en la siguiente temporada, con un concierto en la misma sala, una verdadera joya del patrimonio más exquisito de la ciudad.ß Cecilia Scalisi

ignacio arnedo