Es el estado moral y espiritual de un esclavo del pecado, sentenciado al infierno. La vieja naturaleza del creyente fue crucificada con Cristo (Romanos 6:6). El «espíritu de vuestra mente» debe ser renovado (Efesios 4:23). Sin Cristo, cada individuo camina en la «vanidad» (inutilidad, depravación) de su mente. Al conocer a Jesús en la experiencia personal de la salvación, es redimido de una vez para siempre y comienza una larga vida de experiencia de renovación en el espíritu de su mente. Su curso descendente de pecado es transformado en un curso ascendente de rectitud. El creyente eficaz debe vestirse «del nuevo hombre» (Efesios 4:24). El «viejo hombre» era pecador; el «nuevo hombre» es santo. El «viejo hombre» es despojado; el «nuevo hombre» es puesto. El «viejo hombre» se relaciona con Satanás; el «nuevo hombre» participa de la naturaleza de Dios. El «viejo hombre» era injusto para con los hombres e impío para con Dios; el «nuevo hombre» es justo para con los hombres y santo para con Dios. El «nuevo hombre» es simplemente la vida de Cristo vivida en el creyente por la morada del Espíritu Santo (Gálatas 2:20). Ningún creyente puede ser eficaz a menos que el «viejo hombre» sea quitado y el «nuevo hombre» sea puesto para que haya una limpieza continua y elevada de su mente en semejanza de Cristo. Esa es la clase de miembros que una iglesia necesita para ser eficaz. El cultivo: El creyente eficaz tiene que cultivar las cualidades de carácter que lo marcan como hijo de Dios. En principio, el «viejo hombre» está muerto y el «nuevo hombre» vive. Lo que es verdad en teoría tiene que llegar a ser verdad en la práctica, si uno quiere tener un testimonio eficaz por Cristo. La mentira debe ser sustituida por la conducta honesta. La mentira incluye cada forma de fraude y deshonestidad, inclusive las prácticas fraudulentas en los negocios, la deshonestidad en las relaciones personales, el uso corrupto de oficios gubernamentales y todos los esfuerzos para engañar y abusar de otros. La ira pecaminosa debe ser sustituida por el autodominio. No permita que la ira egoísta controle su vida. No permanezca enojado de un día a otro. Resuelva la causa de la ira inmediatamente. Entonces, Satanás no tendrá lugar de actuar en su vida. El robo debe ser sustituido por la caridad. En lugar de tomar las cosas por medios fraudulentos, trabaje por las entradas honestas para que pueda ayudar a otros en necesidad. Eso, también, es esencial para la verdadera vida cristiana. Las palabras corruptas deben ser sustituidas por palabras que edifican y fortalecen a los que las oyen. ¿Cuál es la «palabra corrompida » prohibida en Efesios 4:29? Pueden ser palabras «sucias» o palabras inútiles. Cualquiera de las dos es indigna en el vocabulario de un creyente de Jesús. Es importante que tal conversación sea dejada de una vez para siempre. El entristecer al Espíritu Santo debe ser sustituido por buenas acciones, sentimientos tiernos, completo perdón y otras virtudes que muestran la actitud del Señor Jesús. Todo lo que es indigno de un cristiano lastima al Espíritu Santo cuando se encuentra en un creyente. La lista en el versículo 31 incluye un espíritu áspero y resentido, las explosiones repentinas de ira, un sentimiento fijo de malicia, riñas públicas y chismes privados así como cualquier disposición cruel. Tales no tienen lugar en la vida del creyente.
Iglesias del Nuevo Testamento
3 La Iglesia Eficaz: Éfeso Efesios 4:17-32 17
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. 20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
La Lección en Resumen Cada iglesia debe fielmente manifestar la mayordomía eficiente de todo lo que Dios le ha confiado. «No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu» (Efesios 5:18).
¿Qué es una iglesia eficaz? Es una que logra hacer la tarea que Dios ha dado a las iglesias: la gran tarea de llevar el evangelio a todo el mundo. Hay una diferencia en ser eficaz y ser eficiente. Algunas iglesias son eficientes pero no eficaces. La eficiencia significa la habilidad de hacer una cosa con destreza. La eficacia significa que produce el efecto deseado. ¿Cómo puede la iglesia ser eficaz? Será eficaz en proporción con su mayordomía eficiente de todo lo que Dios le encarga. Cuando la iglesia es fiel, Dios la hace fructífera. «En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos» (Juan 15:8).
LAS CUALIDADES DE LA IGLESIA EFICAZ ¿Qué son algunas cualidades que usted esperaría encontrar en una iglesia eficaz? La tendencia sería buscar una congregación grande, un edificio impresionante, un gran presupuesto y una buena reputación en la comunidad. La iglesia en Éfeso no tenía ninguna de esas cualidades cuando comenzó la evangelización de su región. Una iglesia puede ser eficaz aunque no sea grande. Hechos 19:1-7 relata la introducción del evangelio en Éfeso. Alguien había llegado ahí anteriormente predicando de Juan el Bautista. El apóstol Pablo llegó a la ciudad y encontró a los supuestos convertidos. Cuando les habló del Espíritu Santo, era evidente que no eran creyentes en Cristo. Pablo los instruyó en la fe en Cristo Jesús. Ellos creyeron, fueron bautizados y el Espíritu Santo se manifestó en ellos. El número total de convertidos era cerca de doce. De ese pequeño comienzo surgió una gran iglesia y un ministerio eficaz en la ciudad de Éfeso y toda la provincia de Asia. Una iglesia puede ser eficaz aunque esté en medio de grandes pruebas. La congregación de creyentes en Éfeso tenía grandes problemas: Muchos judíos en Éfeso se oponían al evangelio, «maldiciendo el Camino» (Hechos 19:8-9). El evangelio fue imitado y pervertido por ciertos «exorcistas ambulantes» (Hechos 19:13-14). Unos plateros que hacían templecillos de plata de la diosa Diana causaron un alboroto que casi se volvió tumulto (Hechos 19:23-41). La iglesia tenía en su membrecía ciertos hombres que Pablo caracterizó como «lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño» que hablarían «cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos» (Hechos 20:29-30). Había otros problemas que no están enumerados en el libro de los Hechos. El apóstol Pablo escribió después: «Si como hombre batallé en Éfeso contra fieras, ¿qué me aprovecha?…» (1 Corintios 15:32). A pesar de la oposición, Pablo y la iglesia de Éfeso eran eficaces. Una iglesia es eficaz cuando testifica por Jesús. El testificar era el corazón del ministerio efesio. Comenzó cuando el apóstol Pablo enseñó a doce hombres de Cristo Jesús. Continuó cuando él habló en la sinagoga, persuadiendo a los judíos acerca del reino de Dios (Hechos 19:8). Se extendió a los gentiles cuando Pablo enseñó diariamente en la escuela de Tiranno (Hechos 19:9-10). Los nuevos creyentes también comenzaron a testificar de su fe. «Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos» (Hechos 19:18). Unos quemaron sus libros de magia negra y brujería (Hechos 19:19). La Biblia dice: «Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor» (Hechos 19:20).
Mientras los creyentes efesios testificaron de su fe en Jesucristo, el evangelio se extendía. Dos años después de su introducción a Éfeso, el evangelio de Cristo se había anunciado a cada persona en la ciudad y la provincia alrededor (Hechos 19:10). Ese era un ministerio eficaz. La iglesia de usted puede ser eficaz por medio de un testimonio positivo y diario por Jesucristo. No es suficiente la presencia de una iglesia en la comunidad. Los miembros tienen que hablar de Cristo a los incrédulos para que los pecadores se conviertan en santos. Una iglesia es eficaz cuando está llena del poder de Dios. No hay sustituto para el poder espiritual. El poder de Dios fue manifestado claramente en los creyentes efesios. «Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús» (Hechos 19:17). Ahí es donde la mayoría de las iglesias fallan. Muchas iglesias están creciendo. Unas crecen por las mismas técnicas usadas en el mundo secular. ¿Cuántas están creciendo a consecuencia del poder de Dios en su testimonio por Cristo? La gran necesidad de nuestros tiempos es que el poder de Dios sea manifestado en las iglesias. Pero el poder divino no puede ser usado como mejor nos parezca. Al contrario, Dios nunca nos da Su poder. Nos lanzamos al servicio y Él da poder a nuestro testimonio. Este poder es absolutamente esencial para un ministerio eficaz.
LAS CUALIDADES DEL PUEBLO Hay un peligro al hablar de una iglesia eficaz. Muchas personas piensan de la iglesia como algo intangible y muy aparte de ellas. Es imperativo que usted se considere una parte de su iglesia. La iglesia es la gente que compone su membrecía. Una iglesia es eficaz sólo si los miembros son eficaces. ¿Qué clase de gente forma una iglesia que logra resultados, como la iglesia de Éfeso? La respuesta se encuentra en nuestro texto bíblico. La separación: El creyente eficaz tiene que hacer una separación clara y completa del sistema del mundo no regenerado en el cual vive. Ya no puede caminar como los perdidos e impíos. Su conducta debe estar de acuerdo con su ciudadanía celestial y su membrecía en la familia de Dios. El mundo camina «en la vanidad de su mente» (una mente llena con cosas que nada aprovechan) y con «el entendimiento entenebrecido » (Efesios 4:17-18) porque es duro e insensible a las cosas del Espíritu. Si eso parece ser un juicio demasiado duro en nuestro «mundo moderno», mire la embriaguez, el abuso de las drogas, los pecados sexuales y la agresividad cruel en su alrededor. Si el creyente participa en pecados, perderá su eficacia por Cristo. Si los miembros de la iglesia participan de esas contaminaciones, la iglesia se volverá ineficaz. Hay que estar completamente separados de los pecados del mundo. La relación: El creyente eficaz necesita compartir una relación vital y continua con Jesucristo. Las primeras verdades del evangelio enseñan que los creyentes están en el mundo, pero no son del mundo (Juan 15:17-19; 17:9-20). Tal relación con Cristo incluye tres cosas: El «viejo hombre» debe ser despojado (Efesios 4:22). El «viejo hombre» se refiere a la naturaleza no regenerada que todos compartimos antes de que Cristo nos salvara.