Dos mil quinientos años son nada

Hey Boy Hey Girl y sitúa en el contexto de un reality show te- levisivo con dos grupos rivales de concursantes agrupados en sendas casas. El adaptador dice.
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··· de verano, para mí, es una comedia exquisita por el difícil equilibrio que hay entre lirismo, fantasía, sexualidad, y casi diría, exploración de la psique, de las necesidades, de los deseos, de los personajes. Es una obra que, por momentos, toca episodios muy oscuros como el bestialismo en la relación sexual con el burro, que de nuevo podemos eludir y convertir en cuento de hadas, pero no es lo que la obra está contando. Y al mismo tiempo es una comedia muy luminosa, con equilibrio entre imágenes perturbadoras y oscuras, reflejos de la psique y del mundo interior de los personajes. ¿Se ha sentido incapaz de llevar a cabo alguna obra? Por supuesto. Como creador convives con la insatisfacción. Eso no significa que seas incapaz de llevarla hasta... ¿Siente que forma parte de una generación nueva dentro del teatro en autores, directores, actores...? En actores, sí. ¿En lo demás, no? Creo que España está en un momento muy bueno y floreciente de creadores, pero me resulta difícil sentir esa sensación generacional. ¿Quizás utilizar la palabra generación resulta tópico? El teatro está necesitando que las pautas se cambien. No cabe duda, y eso está pasando, pero desde diferentes flancos y aproximaciones que no necesariamente tienen por qué encontrarse. Lo que lo unifica es la necesidad de ese cambio. Eso es muy positivo y cada uno lo estamos haciendo. Eso va a generar un caleidoscopio de propuestas que va a ser sobre todo enriquecedor para el teatro, el público y lo que se pueda llegar a ver. Será un cambio. ¿Es necesaria esa ruptura? Lo que es necesario es la convivencia. La convivencia no existía. Los nuevos lenguajes no tenían espacio o no han tenido espacio en los teatros institucionales, o no han formado parte de la realidad cultural de este país. Siempre hemos estado relegados al ámbito de los festivales o, curiosamente, a trabajar fuera de España, o a ámbitos mal llamados artísticos, underground... Lo que es necesario es la convivencia. ¿Han sido generosas las generaciones pasadas con las nuevas gentes del teatro? Lo están siendo. Sí. Eso es muy importante, porque sin ese apoyo es imposible. Es fundamental. El teatro es algo que compartimos y hacemos todos juntos. No creo que en ningún caso

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Su método «No hay que hacer las escenas, que las escenas nos hagan a nosotros» Nuevos rumbos «Hay un público que espera del teatro algo más que una historia narrada de la forma más literal posible» Los ensayos «Puedes ver algunas cosas que después no se van a ver sobre el escenario y que son maravillosas» tenga que ver con la rivalidad, ni mucho menos. Al contrario, tiene que ver con la generosidad, el compartir. Yo he tenido la suerte de aprender de grandes directores de este país, y he visto sus espectáculos desde joven y he aprendido viéndoles. Para mí es un honor compartir con ellos ideas sobre el teatro o tener ocasión de escucharles. Cuando el otro día pasé por la sala de ensayo, aquello era un espectáculo dentro del espectáculo. Es un show. Puedes ver algunas cosas que después no se van a ver sobre el escenario y que son maravillosas y muy especiales. Es un proceso vital para todos. Compartimos cosas muy especiales. ¿Qué diferencia hay entre trabajar en el cuarto, muy privado, muy interior, y saltar al escenario? Aquí empieza la parte, digamos, menos poética del trabajo. Empieza una parte más de carpintería, de ir ajustando todo lo técnico. El actor empieza a sufrir porque su viaje emocional ya no es lo prioritario, por lo menos en la primera etapa del trabajo de escenario, porque hay que ajustar todos los elementos técnicos para que, cuando se acerque el estreno, el actor pueda hacer su viaje emocional con todos los elementos, luces, sonido, vídeo. Todo parece tan intenso que me pregunto si es capaz de pensar ahora mismo en su siguiente proyecto. Es muy curioso, porque cuando estoy en mitad del proceso es cuando empiezo a trabajar en el siguiente. LAURA REVUELTA

Dos mil quinientos años son nada Desde el pedestal del tiempo, los clásicos nos explican y nos contienen. Darío Facal y una larga lista de dramaturgos y creadores escénicos los miran con ojos contemporáneos

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os textos clásicos son un manantial inagotable de sugerencias y estímulos, de preguntas que nos llegan a través de los siglos, un latido esencial que nos inquieta y nos incumbe porque las viejas palabras están escritas en el lenguaje del corazón y los seres humanos seguimos vibrando con las mismas pasiones e incertidumbres. Los clásicos alimentan las raíces del mundo en que vivimos, aunque no siempre sepamos reconocernos en el espejo de sus enseñanzas, tantas veces terribles y también tan luminosas. Los creadores siguen acercándose a ese inmenso filón de

sabiduría y emociones para nutrirse y buscar nuevos brillos desde perspectivas distintas. Pero para que esos textos lleguen a los espectadores de hoy necesitan pasar por un proceso de adaptación a la mirada contemporánea. Es preciso que alguien limpie, reordene, aproxime y explicite los remotos tesoros, de tal manera que el adaptador sería una suerte de médium capaz de percibir el contenido profundo de las voces procedentes del pasado y traducirlo a nuestro lenguaje. El dramaturgo Juan Mayorga –que ha realizado versiones de obras de Calderón, Lope, Eurípides y Zorrilla, entre otros– tiene muy claro que «el adap-

tador está obligado por dos fidelidades: la fidelidad al texto original y la fidelidad al espectador actual. Esas fidelidades acaban por coincidir, pero hasta entonces se hallan en una relación tensa. El adaptador sabe que esa tensión está en el corazón mismo de su trabajo. La misión del adaptador es doble: conservar y renovar».

Fulgor juvenil Ha adaptado Fuenteovejuna en dos ocasiones, una para el Teatro Nacional de Catalunya y otra para La Joven Compañía. «En cada caso –explica– he tomado decisiones distintas, pues no es lo mismo trabajar para un elenco y un público adultos que para

ABC cultural

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SÁBADO, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2015 abc.es/cultura-cultural/cultural.asp

CITA CON SHAKESPEARE La adaptación de «Sueño de una noche de verano» realizada por Facal (en las imágenes) alzó el telón del Festival de Teatro Clásicos en Alcalá el pasado junio

un reparto y un público juvenil. Lo que no quiere decir que en el segundo caso se simplifiquen los conflictos o se abarate el texto persiguiendo la comunicación a toda costa. Es una labor delicada y compleja». También para La Joven Compañía ha trabajado el dramaturgo Jordi Casanovas con una versión de Romeo y Julieta de Shakespeare, que ha titulado Hey Boy Hey Girl y sitúa en el contexto de un reality show televisivo con dos grupos rivales de concursantes agrupados en sendas casas. El adaptador dice haber reescrito la obra original «para pensar, redescubrir y vivir el fulgor juvenil de nuestros días. El material de Shakespeare nos permite jugar con un referente universal y popular, para pervertirlo, darle la vuelta y reflexionar sobre las relaciones de amistad, amor, fama y poder tal y como las conciben ahora una buena parte de los jóvenes». Por la senda de aproximación a los clásicos camina desde otros presupuestos Teatro de la Ciudad, centro de una interesantísima y muy aplaudida experiencia que comprende «investigación, reßexión, creación, producción y exhibición» de espectáculos de

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expresión contan como a los JUAN temporánea. El espectadores MAYORGA: proyecto une a para las que fue«LA MISIÓN DEL tres grandes crearon escritas». ADAPTADOR dores escénicos: En ese mismo ES DOBLE: Miguel del Arco, contexto, Del CONSERVAR Andrés Lima y Arco recordaba Y RENOVAR» Alfredo Sanzol, que hace dos sicada uno de ellos glos y medio «los enfrentado a una griegos inventaobra de la antigüedad clásica, ron el teatro y la democracia, y respectivamente Antígona, Me- uno se apoyó en el otro, pero el dea y Edipo rey. Como subrayan, teatro es algo más natural para «tres espectáculos y una expe- el ser humano y la democracia riencia teatral, todo alrededor hay que aprenderla». ¿Y cómo de la tragedia clásica, el género se revisan los mitos clásicos que está en el centro de la for- para que sean actuales? «Desmación de la ciudad y de la de- contextualizándolos, que es lo mocracia». Se trata, han expli- que hacían los griegos –destacado, de utilizar «nuevos con- ca Lima en la documentación ceptos para volver a las raíces». del proyecto–. Trabajamos con términos trascendentales y ÞloPresente continuo sóÞcos que los hacen universa«El ser humano avanza en lo les. Por eso son tan impactanrelativo al progreso técnico tes. Hablan de algo que está en –afirmaba Sanzol en una entre- lo más profundo del ser humavista televisiva– pero sin em- no. Es fácilmente trasladable bargo hay poco progreso emo- porque vivimos con referencias cional. Dos mil quinientos años míticas. Posiblemente, los granson nada.» El director aludía al des dilemas de la era moderna concepto de «presente conti- también son míticos. Las grannuo», del que habla el drama- des guerras de este siglo, el Hoturgo José Sanchis Sinisterra, locausto… son los grandes mipara expresar que estas versio- tos que podremos analizar nes de clásicos materializan «la cuando tomemos distancia». necesidad de volver a contar esas historias porque nos afecJUAN I. GARCÍA GARZÓN