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Viernes 21 de noviembre de 2008
FUTBOL
El seleccionado
Noventa minutos como esos primeros 25... “Diego nos hizo las cosas más fáciles a nosotros. Nos sacó toda la presión de este partido”, explicó el Gringo, de Crespo, la ciudad entrerriana // A P
“Diego te habla de juggador a jugador””
Esa es la receta de Carlos Bilardo para ser campeón del mundo La posición original y todo el respaldo Uno de los cambios más significativos en el debut de Maradona como DT fue que Heinze jugó como marcador central. “Me siento bien. En la otra (lateral izquierdo) tampoco tengo problema, pero acá me siento bien”. Desde fuera, Maradona respaldó a Heinze tras el recordado error ante Paraguay. “Se lo tengo que retribuir jugando, dando todo. No tengo otra forma de hacerlo”.
GLASGOW (De un enviado especial).– Enfundado en un elegante traje oscuro, Carlos Salvador Bilardo vio el partido, como haría cualquier secretario técnico, desde las alturas del Hampden Park. Se diferenció del resto de los trajeados y encorbatados que lo acompañaban, eso, porque no paró de tomar notas en papeles apoyados sobre las rodillas, desde aquel mirador privilegiado. “Dormir es perder tiempo. Ya voy a dormir en el avión”, diría horas después, exactamente a las cinco y media de la madrugada, en el lobby de Radisson Sas y vestido de manera bien diferente: remera Adidas blanca con tiras azules, de cuello redondo y onda retro; pantalón del buzo oficial del seleccionado y… los zapatos negros que complementaban su traje en el estadio. –¿Lo dejó conforme el equipo? –Sí, sí. Bien, bien, el arranque. –¿Es cierto que…? –Sí, sí, lo dije, lo dije: si jugamos 90 minutos como esos primeros 25, somos campeones del mundo. –Para nosotros, la figura fue Gago.
Humberto Grondona
El plan lo incluye
Gabriel Heinze fue el que mejor defin nió las señales que dejó el debut de Maradona; “uno tiene una doble responsabilidad: no podés defraud dar a la persona que confía y te habla de una forma mu uy directa”, asumió
Bilardo anotó todo en Glasgow // FOTO BAIRES
Por Daniel Arcucci Enviado especial
G
LASGOW.– Así como suena cansadoramente reiterativo hablar de La Mano de Diego en este país que lo identifica constantemente con aquel gesto, puede sonar pretenciosamente exagerado hablar de La Mano de Diego sobre este seleccionado argentino, después de apenas cuatro días, con partido incluido, en esta ciudad. Sin embargo, sí es posible detectar un par de señales que han marcado el comienzo de este ciclo de Maradona al frente de la Argentina. Y ambas se encarnan en Gabriel Heinze. La primera, evidente, porque fue al único jugador al que reposicionó, en más de un sentido, pero sobre todo devolviéndolo a su función de marcador central. La segunda, esencial, porque fue el propio Gringo quien mejor puso en palabras el estilo de conducción del nuevo entrenador: “Diego te habla de jugador a jugador”, dijo. Y, sin buscarlo ni saberlo, represen-
tando el sentimiento de todos sus compañeros, le dio a Maradona la respuesta que más le preocupaba escuchar. Como cuando le dijo, en una de las tantas charlas íntimas que hubo en estos días en el tercer piso del Radisson Sas: “Queda un año y medio para el Mundial. Yo mato: o salgo campeón del mundo o me retiro”. Pero no quiere contar, eso no, cuáles fueron “las dos cosas fundamentales” que Diego le dijo a él: “Particularmente, esas cosas trato de tenerlas dentro mío”. –En el final, tuviste el mismo gesto que Maradona: la piña al aire… –Sí, porque personalmente necesitaba un partido así. Primero, por la confianza que me dio el entrenador. Y también por partidos anteriores en los que no me han salido bien las cosas. Era un desafío para mí y para la gente que ha confiado en mí. Y ese abrazo con Diego fue de agradecimiento. –Hasta pateaste tiros libres... –Eso significa que estoy, que nunca me fui. Que a veces uno puede tener una mala racha, aunque eso es difícil explicárselo a los que escriben, o a ustedes.
–Dijiste que no te fuiste, pero en un momento surgió la versión de que ibas a renunciar a la selección. –Pregúntenselo a quienes lo dijeron. Es imposible decirle que no a la selección. –No te gusta la palabra, pero… –¿Revancha? No. Yo en mi carrera ya tengo muchos golpes que me han dado ustedes, o el fútbol en general. Yo no me parto. Hago mi trabajo, soy así. Tengo un solo camino, que es el trabajo, confiar en mis condiciones, en la gente que tengo al lado, y nada más. Después, las cosas me pueden salir bien o mal, pero dar todo por esta camiseta es mi forma de vida. –Por cómo hablás parece que sentís que tenés que pelear tu reconocimiento más para afuera que para adentro. –Ustedes lo saben más que yo. A veces, las personas que menos hablan con los periodistas son los más fáciles de criticar. Pero lo tomo como es, también he cometido errores que son criticables. Lo que yo siempre digo es que hay buena y mala fe, aunque no me pongo a pensar. Mientras mis compañeros y mi entrena-
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partidos en la selección ya suma Heinze; disputó 16 con Bielsa, 17 con Pekerman, otros 17 con Basile y fue uno de los mejores en el debut del ciclo Maradona.
dor confíen en mí, yo les tengo que responder a ellos. –Te molesta sentir que hay mala fe. –No, me da pena. Doler no, porque son las reglas de juego. Pero sí me da tristeza por la gente que está al lado mío. Yo estoy acostumbrado: es el camino que yo elegí, el camino de la verdad, de ir de frente, de tener un carácter muy fuerte. A veces hay que dar y yo no la di. Pero fue mi elección. Para mí es blanco o negro. Y seguiré eligiendo toda mi vida, porque así me lo han enseñado. En mi interior sé y, como siempre digo, no son todos, pero es una lástima que los que tienen mala intención son los más escuchados. Es una lástima en el fútbol, aunque no los voy a cambiar yo ahora. –Diego dijo que encontró un equipo de hombres. ¿Cómo fue el contacto con él en estas horas? –Nos sacó toda la presión de este partido. Porque son partidos que marcan. Era un debut, y teníamos que demostrar qué puede proponer Argentina en el futuro. Diego nos hizo las cosas más fáciles a nosotros.
–¿Les pidió algo en especial? –Jugamos como nos pidió el entrenador. Tener mucha posesión de balón y siendo agresivos. Encima se ganó, por eso estamos demasiado contentos. –¿En estas horas fue necesario hablar más del aspecto anímico que del táctico? –Eso también es fundamental. Se hace fácil verlo en el aspecto anímico: Diego te habla de jugador a jugador. Y uno tiene una doble responsabilidad: no podés defraudar a la persona que confía y te habla de una forma muy directa. Yo creo que en el fútbol se gana jugando al fútbol, pero a veces también jugando mal, apretando los dientes, sabiendo jugar mal. Con Escocia hubo momentos en los que se jugó mal y se sacó adelante. Esto recién empieza: no hay que tirar nada al aire porque es pronto. –¿Hablar de jugador a jugador puede ser la diferencia del Maradona DT con los otros? –Puede ser, nos habló de jugador a jugador y a veces uno necesita una palabra en ese sentido.
–Está bien. –Mirando los diarios británicos por Internet, hay uno que dice que el equipo por momentos jugó un 4-2-4. –No, nada que ver. Jugó siempre igual. Lo que cambió fue que después se tuvo menos la pelota, pero bien, bien… Un par de noches atrás, en otra de sus madrugadas de lobby, en la que hasta hizo parte de su programa de radio desde el teléfono de la conserjería (“sin hablar de la selección, ¿eh?”), había hablado de la selección. “Trato de complementarme con Diego. Lo peor que ustedes pueden escuchar son dos versiones distintas. El sale a la cancha. Yo trato de hablar con él antes. Se lo dije el primer día: “Mirá que el que dispone sos vos”. En aquella extensa charla, habló también de Messi: “Depende de él, como dije en su momento de Maradona. Y depende de si se te da para campeón: si Messi sale campeón, será el mejor del mundo”. Dos veces en 48 horas, Bilardo relacionó con optimismo las palabras Argentina y “campeón del mundo”. De traje o de buzo, el secretario técnico sueña. Y duerme poco.
GLASGOW (De un enviado especial).– Había un plan; se cayó. Hay otro plan; está en marcha. En aquellas semanas que compartieron en Pekín, Julio Grondona se convenció de que Diego Maradona estaba en condiciones de ser, ahora sí, el DT de la selección argentina. Se lo prometió para después de 2010, en realidad, pero la salida de Alfio Basile aceleró los tiempos. La idea incluía a Batista y a Brown, pero algunas “palabras de más” la derrumbaron. No se sabe si se podrá reconstruir, pero sí que el cuerpo técnico tendrá, más pronto que tarde, un nuevo integrante: no como técnico alterno, sino como parte de la secretaría técnica, en algún momento se pretende sumar a Humberto Grondona, el hijo del jefe.
Para Heinze, la salida del ex DT se debió a la falta de triunfos
“El Coco Basile se fue por nosotros” GLASGOW (De un enviado especial).– La impactante revolución maradoniana hace que todo parezca lejano. Pero el cambio es fresco, está en la piel todavía. –Mascherano, al tomar la cinta de capitán, les agradeció a Zanetti, Ayala y a vos por cómo lo ayudaron cuando era pibe. –Eso es lo mejor que me pueden decir a mí, más que si jugué bien un partido. Es lo más importante. Que un compañero piense eso de mí, porque algo le pude dar de mi bondad, desde mi humilde posición, porque no soy quién para decirle algo a Mascherano... Masche estará entre los mejores capitanes de la selección argentina. Y que te diga eso es un halago, una forma de ratificar el camino que elegí. –Fernando Gago no habló, pero directamente te abrazó en aquel partido contra Perú por las eliminatorias. –Son compañeros, que siempre cuando
uno está mal lo quieren ayudar. Y es algo que también tengo que agradecer. –Después de que te sacaron del equipo hubo un montón de lecturas... –Eso reafirma el cariño que me tienen. –Hablamos mucho de Maradona, pero Basile se fue recién. ¿Cómo evalúas lo que terminó abruptamente? –Es una lástima, pero los responsables somos los jugadores: el Coco Basile se fue por nosotros. No pudimos estar a la altura en esos partidos, no pudimos ganar. Por eso es tanto responsable Basile como nosotros. Yo no me voy a esconder nunca. Voy a querer ser el primero de la fila para ser el máximo responsable. –¿El máximo responsable? –Sí, como Basile. En realidad, no el máximo responsable. Pero me pongo en la misma línea que Basile. Los que me conocen saben cómo soy.
Diego llega al hospital de Madrid
// EF E
“Mascherano tiene el puesto asegurado” En Madrid, dijo que hasta Messi debe pelear un lugar
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ADRID.– Diego Maradona sorprende con cada acción. Con sus actitudes, como ayer, cuando, indignado por las versiones sobre la salud de su hija Giannina, él mismo llamó a Radio La Red para aclarar el asunto de una vez por todas. O con sus frases tan directas que deslizan que Juan Román Riquelme y Lionel Messi tendrán que ganarse un lugar en el equipo, a la par de que el único que tiene un lugar fijo es Javier Mascherano. Maradona llamó al programa Tarde de radio, conducido por Paulo Vilouta, y sus aclaración fue –palabras más, palabras menos– así: “Quiero decirles a los b... que dijeron que mi hija había perdido al bebe que hablaron pavadas. Ellos están muy bien”. El DT del seleccionado confirmó que Giannina recibió el alta médica y que descansa en su casa de Madrid, junto con Sergio Agüero –que ayer se reintegró a los entrenamientos de Atlético de Madrid– y que el embarazo de seis meses sigue sin complicaciones. La situación familiar lo angustiaba y sólo bastó una última referencia: “Tenía un dolor en el corazón y en el pecho”. Todo lo que siguió le apuntó al futuro del seleccionado tras el debut ante Escocia, con el triunfo por 1-0, anteayer, en Glasgow: “Me encanta Román. Le dije que es jugador mío. También se lo dije a Messi. Pero es buena la competencia sana. Depende de cómo se adapten ellos dentro de la cancha, jugarán. Por supuesto que se ganaron un lugar en la selección, y es de respetar, pero nosotros no podemos regalar nada y tenemos que ir con jugadores que corran y sientan la camiseta”. Y fue entonces cuando lanzó la siguiente frase demoledora: “Mascherano tiene el puesto asegurado. Nadie más, y eso ya lo saben todos”. Y agregó: “Yo no conocía a varios jugadores; me enfrenté cara a cara y paseé por todas las habitaciones en momentos de reflexión, cuando los jugadores se abren y hablan de lo que están sintiendo. No hay uno que no me haya contado todo para que yo pueda solucionar los problemas de esta selección”.