Después de los Brics, los MINT buscan un lugar entre las potencias

19 ene. 2014 - numerosas ventajas: una demogra- fía favorable, una excelente ubica- ción geopolítica, economías cada vez más abiertas y a veces ciertos.
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| Domingo 19 De enero De 2014

Después de los Brics, los MINT buscan un lugar entre las potencias los sucesores. A pesar de varios déficits, México, Indonesia, Nigeria y Turquía son candidatos a

convertirse en las próximas estrellas de la economía global y en imán de inversiones Luisa Corradini

CORRESPONSAL EN FRANCIA

PARÍS.– Después de los Brics –acrónimo de Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica–, que constituían la oportunidad de inversiones verdaderamente rentables en los últimos diez años, he aquí un nuevo objeto apenas identificado de las finanzas internacionales: los MINT. La expresión original BRIC (a la que luego se agregó Sudáfrica) fue inventada por el economista Jim O’Neill, en 2001, cuando dirigía el departamento de investigación global de Goldman Sachs. MINT –México, Indonesia, Nigeria y Turquía– apareció hace poco gracias a la empresa de inversiones Fidelity International, que, en 2011, se lanzó en busca de la “próxima gran oportunidad” de los mercados globales. También esta vez, O’Neill está seguro de que este nuevo grupo de países emergentes podría sorprender por sus performances económicas en los próximos años. “Los cuatro países tienen demografías favorables por al menos 20 años y sus perspectivas económicas son muy interesantes”, afirmó recientemente, al concluir una visita a cada uno de ellos. Para O’Neill, los inversores que abandonaron la idea de que los Brics podrán mantener un ritmo de crecimiento suficiente para alcanzar a los países desarrollados deberían mirar hacia esos nuevos gigantes. Los MINT disponen en efecto de numerosas ventajas: una demografía favorable, una excelente ubicación geopolítica, economías cada vez más abiertas y a veces ciertos regalos del cielo, como el petróleo u otras materias primas. No obstante, para transformarse en verdaderos El Dorado de los inversores, cada uno de esos países deberá mantener ritmos elevados de crecimiento a largo plazo, a veces del orden del 7%. Por el momento, sólo Nigeria cumple ese requisito. Cuando llega la hora de subrayar sus debilidades, esos expertos reconocen que es bien probable que los MINT experimenten los mismos obstáculos que los Brics: fuertes tensiones sociales que afectan el ambiente empresario, incapacidad para desarrollar una economía competitiva en todos los sectores del mercado e, incluso, interferencias del terrorismo o del fundamentalismo religioso, amenazas éstas presentes tanto en Turquía como en Indonesia y en Nigeria. México y Nigeria ofrecen algunas de las mejores perspectivas de los mercados emergentes. Nigeria, en particular, atrajo en el último año la atención de los inversores. El país está en vías de hacer una revaluación de su PBI. Al finalizar ese proceso, podría terminar siendo la mayor economía de África, incluso más grande que Sudáfrica, estima Renaissance Capital. La empresa financiera estadounidense afirma que la economía nigeriana alcanzaba los 405.000 millones de dólares en 2013, comparada con los 355.000 millones de su vecino sudafricano. El país se lanzó en un proceso de reformas del sector público conducido con habilidad. “Pero, incluso sin esas reformas, la economía nigeriana creció a un ritmo del 7% desde 2000”, señaló Renaissance. “Los desafíos son considerables –desde la corrupción hasta el robo de recursos naturales–, pero Nigeria es un mercado con una población de 170 millones de habitantes, cuyos ingresos y oportunidades aumentan en forma constante”, agregó. Ocasión histórica México es, en América latina, el mercado que más atrae a los inversores. Tiene la ventaja de realizar reformas liberales y haber tomado conciencia de hallarse frente a una oportunidad histórica que empuja al actual gobierno a hacer lo posible para atraer inversiones. El problema de la economía mexicana reside en sus estrechos lazos con Estados Unidos. Por otra parte, el país sigue debatiéndose contra una sólida red de narcotráfico, mientras que todo nuevo emprendimiento empresarial está obligado a someterse al soborno y el arreglo. Indonesia y Turquía se transformaron en los países preferidos de los mercados hace dos años. En aquel momento, Indonesia era el sitio más atractivo de Asia. El país musulmán más grande del mundo parecía haber realizado con éxito su transición de la dictadura militar a la democracia y elegido un gobierno estable y respetable. Con 247 millones de habitantes, goza de una fuerte demanda interna que consiguió mantener-

lo lejos de la crisis financiera internacional, una demografía joven y cantidad de reservas de carbón, en momentos en que las necesidades de energía en China nunca habían sido tan importantes. Pero desde entonces varios indicadores salieron de sus rieles. El cuadro fiscal se vio afectado por los déficits de la balanza de pagos y del presupuesto, la moneda se devaluó y hay una verdadera preocupación por la posible salida de capitales extranjeros. Luego está Turquía. Con una inflación cercana al 8%, el país también enfrenta problemas de déficit y una moneda que se debilita. Muchos consideran que hay una suerte de

derrumbe de la economía turca. Y, aunque no todos piensen lo mismo, vale la pena retomar una frase del informe de previsiones de Renaissance sobre los MINT: “Confiamos en Nigeria para el primer trimestre de 2014. No estamos para nada seguros respecto de Turquía”. Uno de los puntos fundamentales señalados por quienes creen en este nuevo grupo de emergentes es su ubicación: Indonesia es considerada el corazón de Asia, México tiene la ventaja de estar a un paso de Estados Unidos, Turquía es una combinación de características de Oriente y de Occidente, y Nigeria es la mejor ilustración de un con-

tinente africano en pleno ascenso. “Todos esos sitios tienen, en efecto, un impacto positivo en el comercio. Pero más allá de esa consideración, a la luz de la experiencia reciente, está la cuestión más general de saber si convertirse en los próximos Brics es algo bueno”, analizó la economista francesa Agnès Bénassy-Quéré. En sus predicciones, Jim O’Neill hace el bosquejo de un cuadro económico que se concretará en décadas y generaciones. “Sus observaciones deberían ser analizadas a muy largo plazo. Pero el inversor común, que estudia la posibilidad de invertir en esos países, tal vez debería tener en cuenta que

las acciones de los Brics han costado mucho dinero al mundo desarrollado durante varios años y que, probablemente, vuelvan a hacerlo en 2014”, señaló, a su vez, el economista francés Jean-Paul Fitoussi. En otras palabras, los MINT deberían hacer esfuerzos en materia de reducción de la corrupción, transparencia de los intercambios, garantías jurídicas de los contratos y de la propiedad privada e incluso en la rapidez administrativa para tratar las solicitudes de las empresas extranjeras, antes de poder constituir realmente una oportunidad interesante de inversión, a un riesgo razonable.ß

El camino a la cima Todavía falta, pero tienen condiciones para llegar

Top 15

La futura posición Las cuatro economías de los MINT podrían estar entre las 15 primeras del mundo en 2050, según el Banco Mundial y Goldman Sach, un sector exclusivo que ya integra México (14)

7%

El crecimiento necesario Para transformarse en objetos de deseo para los inversores extranjeros, las economías de estos cuatro países deberían crecer al 7% anual, un requisito que por el momento sólo lo cumple Nigeria