DERECHOS HUMANOS, Proyecto de vida y ENVEJECIMIENTO EXITOSO

Primera edición: junio, 2012 ISBN: 978-607-8211-71-5

D.R. © Comisión Nacional de los Derechos Humanos Periférico Sur 3469, esquina Luis Cabrera, colonia San Jerónimo Lídice, C. P. 10200, México, D. F. Diseño de portada e interiores Itzel Ramírez Osorno

Impreso en México

ENVEJECIMIENTO EXITOSO Y DERECHOS HUMANOS

Adultos mayores en México En México, el proceso de envejecimiento demográfico es de 10.8 millones de adultos mayores (INEGI, 2010); 10 de cada 100 habitantes tienen 60 años o más, por lo que la población de adultos mayores ha crecido a ritmos más acelerados que la de otros grupos. Así, se estima que para el año 2030 habrá más adultos mayores que menores de 15 años, y para el año 2050 el 30 % de la población tendrá más de 60 años. En el siglo XX, el promedio de vida de una persona en México era de 62 años; hoy, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) estima que la esperanza de vida es de casi 80 años de edad. Por lo anterior, es fundamental promover la conciencia respecto de la importancia de un envejecimiento exitoso y activo de las personas adultas mayores, así como garantizar sus derechos fundamentales, tomando en cuenta los cambios físicos, psíquicos, sociales y emocionales, y respetando la dignidad de la persona, como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 5

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Marco jurídico Eliminar la inequidad y la discriminación, y alcanzar la justicia social son dos objetivos fundamentales que debe contemplar toda política social. Para ello, es necesario contar con un marco legal que reconozca las especificidades de la población adulta mayor, a partir del cual se fomente el conocimiento y reconocimiento de sus derechos fundamentales, así como que se asuman como sujetos de derecho con las capacidades necesarias para ejercerlos. En este sentido, es un acierto la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de junio de 2011, en la que se señala que todas las personas —sin distinción— gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección. Otro acierto es elevar a rango constitucional el deber de las autoridades de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, establecido en el párrafo tercero del artículo 1o. de la Constitución, y en consecuencia la obligatoriedad del Estado de prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos. Pero no únicamente la Constitución Federal establece disposiciones protectoras de los derechos de las personas adultas mayores; a nivel federal existe legislación que trata de manera general los derechos de las personas adultas mayores, tales como la Ley General de Salud, la Ley Federal del Trabajo,

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el Código Civil, etcétera; sin embargo, fue hasta el año 2002 que el Poder Legislativo creó la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, cuyo objetivo es garantizar el ejercicio de los derechos de las personas adultas mayores, así como establecer las bases y disposiciones para su cumplimiento, mediante la regulación de la política pública nacional para la observancia de los derechos de las personas adultas mayores, así como los principios, objetivos, programas, responsabilidades e instrumentos que la administración pública federal, las entidades federativas y los municipios deberán observar en la planeación y aplicación de la política pública nacional. En el ámbito internacional, se debe mencionar que a la fecha no existe ningún tratado internacional que regule de manera específica los derechos fundamentales de este grupo; sin embargo, la Declaración Universal de Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Recomendación 162 de la OIT sobre el Trabajo de las Personas de Edad, y la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer son instrumentos que protegen los derechos de los adultos mayores. Respecto de la legislación estatal, únicamente Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Distrito Federal, Morelos, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas cuentan con una ley específica para la atención de las personas adultas mayores. Con preocupación se observa que en 2010, en el Distrito Federal se hizo necesaria la creación de una Agencia Especializada para la Atención de las Personas Adultas Mayores Víctimas de Violencia Familiar, por lo que este Organismo Nacional considera prioritaria la atención que pueda otorgarse a este grupo en condición de especial vulnerabilidad.

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Concepto de envejecimiento exitoso y activo

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “el envejecimiento activo es el proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. El envejecimiento activo se aplica tanto a los individuos como a los grupos de población. Permite a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo de vida, y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que les proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia. El término “activo” hace referencia no sólo a la capacidad para estar físicamente activo, sino a una participación continua en las cuestiones sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas. Las personas adultas mayores que se retiran del trabajo y las que están enfermas o viven en situación de discapacidad pueden, y deben, seguir participando activamente con sus familias, semejantes y comunidades. El envejecimiento exitoso y activo se orienta a promover condiciones que permitan a las personas tener una vida larga y saludable. Esto supone intervenciones a través de todo el ciclo de vida para garantizar la salud y el empleo; promover que cada vez

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los adultos mayores sean personas independientes, participativas, autónomas, con menores niveles de deficiencias a causa de enfermedades crónicas; desmitificar la vejez como problema, y crear condiciones para que las personas mayores sigan interviniendo en la vida económica y productiva por medio de diversos empleos, así como en la vida familiar. La base del reconocimiento de los derechos humanos se refiere a conceptos de independencia, participación, dignidad, atención y autodesarrollo. Así, desde esta perspectiva, algunos factores que determinan el envejecimiento exitoso y activo serían: Inclusión social y participación La inclusión social significa que las personas adultas mayores puedan aprovechar las oportunidades para mantenerse activos, eliminando las barreras que enfrentan en su vida cotidiana, y animarlos a participar en las actividades de su elección. Una mayor inclusión social y participación conducen a la más duradera de las relaciones familiares, de amigos y de cuidadores, y una mayor participación en la vida social. Dieta y nutrición La buena nutrición juega un papel importante en el bienestar de las personas adultas mayores, ya que consumir alimentos sanos ayuda a retrasar y reducir el riesgo de contraer alguna enfermedad. Los cambios nutricionales cambian con la edad del cuerpo; las necesidades calóricas y nutricionales disminuyen conforme envejecemos.

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Actividad física Las personas que son físicamente activas son generalmente más sanas, tienen los niveles más bajos de enfermedades como la diabetes, las cardíacas y algunos tipos de cáncer. Una mejor salud y vitalidad en general es igual a un menor riesgo de caídas, un mejor funcionamiento cognitivo y la reducción de los niveles de depresión. La educación y el aprendizaje permanente El concepto de aprendizaje durante toda la vida no sólo significa la obtención de títulos relacionados con la escuela o el empleo, también significa promover el aprendizaje a lo largo de la vida. Participar en cursos, grupos, escuelas y universidades es una forma de participación ciudadana, y puede conducir a la participación en actividades de voluntariado y redes sociales más grandes.

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Medio ambiente y accesibilidad Un factor determinante asociado con envejecimiento exitoso es el acceso a las áreas verdes y actividades al aire libre. Aunque las personas adultas mayores pueden tener dificultades para mantenerse físicamente activos, a menudo se desea ser más activo y dinámico. Por esta razón es importante promover zonas seguras, cómodas y accesibles. Cambios relativamente pequeños en el medio ambiente, al aire libre y espacios públicos pueden reducir las caídas dentro y fuera de la casa (una causa importante de hospitalización entre las personas adultas mayores). Nuevas tecnologías Las tecnologías se están desarrollando a un ritmo rápido y afectan todas las esferas de la vida. Aunque a menudo consideran una barrera de participación hacia las tecnologías de información y comunicación (TIC), éstas pueden desempeñar también un papel clave para que vivan una vida más independiente y saludable. Si bien las personas mayores pueden necesitar más tiempo para acostumbrarse y beneficiarse con las nuevas tecnologías, éstas tienen el potencial para ayudarlas en su vida cotidiana, vivir independientemente, monitorear su salud, crear y mantener redes sociales, permanecer en contacto con amigos y familiares, acceder a bienes y servicios, y participar activamente en el trabajo o en actividades de voluntariado.

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Por esta razón, es importante diseñar la tecnología que se puede usar y ser útil para las personas mayores. E-inclusión se centra en la participación de todos los individuos y las comunidades en todos los aspectos de la sociedad de la información, reduce las brechas entre las personas jóvenes y mayores con el fin de mejorar la calidad de vida y participación social.

Empleo y voluntariado Empleo y voluntariado enriquecen un envejecimiento exitoso, pues mantiene la buena salud de las personas mayores. Ambos evitan la alienación y la exclusión social y aumentan los niveles de ejercicio, interacción social y conexiones con la comunidad. Una de las barreras que enfrentan las personas adultas mayores es la discriminación por edad. Es necesario hacer un cambio de actitud para involucrar y hacer equipos intergeneracionales, en donde la transferencia de conocimiento y la experiencia se aprovechen para la reducción de la brecha entre las generaciones, y se logren compartir habilidades y conocimientos. Las personas adultas mayores deben ser alentados a asumir nuevos roles y aprender nuevas habilidades. El gran reto es crear una sociedad inclusiva para todos

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PROGRAMAS FEDERALES PARA LA ATENCIÓN DE LA POBLACIÓN ADULTA MAYOR Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) Petén 419, Col. Narvarte, México, D. F. Tel.: (01 55) 55 36 11 46 Lada sin costo: 01 800 462 72 61 Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) “Programa 70 y Más” Av. Paseo de la Reforma 51, piso 14, Col. Tabacalera, México D. F. Tel.: (01 55) 51 41 79 00, ext. 54805 Lada sin costo: 01 800 007 37 05 [email protected] Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) “Programa de Salud del Adulto Mayor a 59 Años” Lada sin costo: 01 800 623 23 23 Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) “Programa Envejecimiento Saludable y Grupos de Ayuda Mutua” Lada sin costo: 01 800 710 46 66

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Si requiere información comuníquese a: Comisión Nacional de los Derechos Humanos Coordinación del Programa sobre Asuntos de la Niñez y la Familia Carretera Picacho-Ajusco núm. 238, 2o. piso, Colonia Jardines en la Montaña, C. P. 14210, Delegación Tlalpan, México, D. F. Tels.: (01 55) 56 31 00 40 y 01 800 715 2000, exts. 2118, 2119 2010 y 2314

Derechos Humanos, proyecto de vida y envejecimiento exitoso, editado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, se terminó de imprimir en junio de 2012 en los talleres de Imprenta Juventud, S. A. de C.V., Antonio Valeriano 305-A, colonia Liberación, C. P. 02910, México, D. F. El cuidado de la edición estuvo a cargo de la Dirección de Publicaciones de esta Comisión Nacional. El tiraje consta de 32,000 ejemplares