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Martes 7 de junio de 2011

MAÑANA EN ¡HOLA!

OM s POR LUIS AUBELE

De la puerta para adentro «BUSQUEDA

Todavía ninguna técnica armonizadora superó al feng shui y su intención de cambiar el afuera para que cambie el adentro iles de años atrás, en China, hombres sabios comprobaron que el lugar donde uno vive, trabaja, se divierte y hasta los objetos que lo pueblan influyen decisivamente en el bienestar. Que para vivir plenamente se necesita estar en equilibrio. Así nació el feng shui, que literalmente significa viento y agua, técnica para lograr el equilibrio con los cinco elementos de la naturaleza: agua, fuego, tierra, metal y madera. Punto de partida. “Sabios como eran, imaginaron que, si lo que es adentro es también afuera, al cambiar el afuera empezamos a cambiar el adentro. Entonces, el feng shui es una técnica excelente para cambiar la persona a través de cosas más concretas, lo que nosotros hacemos a través de viviendas o lugares de trabajo. Incluso es más divertido, porque al cambiar el afuera, el adentro empieza a cambiar naturalmente”, reflexiona Laura Valiente, arquitecta especializada en la aplicación del feng shui al diseño y la construcción. Primero, limpieza energética. Lo primero que hay que hacer para aplicar feng shui es la limpieza con los cinco elementos, sobre todo en caso de mudanza, tras una discusión o en esos lugares donde uno dice que hay mala onda. “Empezamos limpiando el elemento tierra. A mí me gusta hacerlo con sal gruesa: se esparce en todo el perímetro del lugar, especialmente en los rincones, que es donde más se junta la basura energética. Se va cerrando el círculo, se lo deja un día y, al siguiente, se aspira o se barre y se tira. Así se limpia el cuerpo de la casa”, explica Valiente. Después llegará el turno del alma del lugar, la limpieza intuitiva,

M

Con eje en el feng shui, el último trabajo de la arquitecta Valiente, un condominio para gente mayor GENTILEZA LAURA VALIENTE

con el elemento fuego, con una vela o un sahumerio. Se va pasando también por el perímetro. Entonces habrá que limpiar el cuerpo mental, que corresponde al elemento aire. “Se hace con madera y metal, colocando campanas de viento, carillones de madera o metal, que rompen muchísimo las barreras energéticas”, sigue la arquitecta. Por último se limpia el cuerpo emocional de la casa con el elemento agua. “Me gusta hacer una mezcla de agua con esencia de rosas, con alguna otra o con el perfume de la dueña de casa. Se rocía todo con vaporizador. Habría que hacer esta limpieza cada dos o tres meses, o al menos una vez al año.” Después, activación. El segundo paso es activar los sectores de la casa. Fundamentalmente hay dos escuelas: una es la de la forma, basada en la orientación de la puerta principal del hogar, la más usada en Occidente, y la otra es la de la brújula, desarrollada a partir de los

puntos cardinales. Se divide la casa en nueve partes iguales que corresponden a distintos lugares y energías. Se puede usar el Pa kua: diseño octogonal milenario que deriva del I Ching. Fama, matrimonio, plata. El sector comprendido desde la puerta de entrada hasta el fondo corresponde a la fama. El elemento es el fuego. Lo activan el verano, el color rojo, el sol, las velas, etcétera. “A la derecha de la fama está el matrimonio. Su elemento es tierra, que se activa con los colores del otoño, amarillos, ocres. También con almohadones, alfombras, cortinados, algo muy acogedor. Importante: siempre hay que colocar las cosas de a dos y hay que tener mucho cuidado de no poner cosas de a tres”, advierte. A la izquierda, en tanto, se encuentra el dinero. Su elemento es la madera, su color el verde. Es ideal poner hojas, plantas, una fuente. Pero cuidado: una fuente en el lugar de la fama, con elemento

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fuego, la apagaría. También es aconsejable instalar una fuente en el sector correspondiente a la puerta de entrada: “Es el lugar de la carrera, la profesión, también llamado viaje de la vida. El elemento es agua y el color es el azul”.

Amigos, sabiduría, creatividad, ancestros, salud. Más a la derecha están los amigos benefactores. Su elemento es metal y ahí puede ubicarse algún símbolo de creencias espirituales. A la izquierda espera la sabiduría. Su elemento es tierra y su color, ocre. “En el centro de la casa, a la derecha, es el área de la creatividad. Su elemento es metal y sus colores son blanco o gris plata. A la izquierda están los ancestros y el elemento es madera. El medio es el lugar de tai chi, la energía total, y es la última casa, la salud. Ahí se encuentran los cinco elementos, y todo debe ser lo más abierto y lo más despejado posible para que pueda disfrutarse de una gran libertad y posibilidades”, concluye la arquitecta.

Laura Valiente estudió Arquitectura en la UBA y completó sus formación en la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Allí, “con los mejores arquitectos del mundo”, recuerda, aprendió a proyectar a partir de los opuestos: “De los vacíos, de los deslugares, lo no lugares, los in between”. Además, a usar la relación espaciotiempo: “Por ejemplo, diseñábamos un espacio para un minuto, que era un pasillo. Un espacio para un segundo: abrir y cerrar una puerta. Para una hora, una sala de estar, etcétera”. En Nueva York le llamó la atención que las empresas se empezaban a construir con técnicas del feng shui. Entre otras, la Trump Tower en la Quinta Avenida. De vuelta en la Argentina cursó un posgrado en Gestión Ambiental Metropolitana en la UBA y empezó a estudiar feng shui y su aplicación en el diseño. Su última obra es un senior living en Nordelta, un condominio para gente mayor, primero en el país, que utiliza técnicas del feng shui: elementos naturales para equilibrar la energía y armonizar el medio ambiente, la salud y el bienestar.

«LECTURAS Feng shui y vida (Lillian Too) El libro del feng shui. Proyectos sencillos para vivir mejor (Simon Brown) L Feng shui en tu cocina (Lam Kam Chuen y Lam Kai Sin) L Feng shui rápido para la prosperidad (Stephanie Roberts) L L

De todo un poco A partir de mañana, el que consiga la edición local de ¡Hola! podrá enterarse, entre otras cosas, que, tras su separación del futbolista Carlos Tévez, la actriz Brenda Asnicar declara: “Es imposible mantener la pasión a la distancia. Le deseo lo mejor para su vida, porque lo amo de verdad”, dice. Y, hablando de distancias, anuncia que se va a vivir un año a México, donde va a protagonizar una telenovela. Mientras tanto, Carlos Tévez, el jugador del pueblo, volvió a la Argentina. “Vine al país para reconquistar a mi ex mujer y a mis hijas”, asegura. Y mientras se prepara para la reconquista de su ex, Vanesa Mansilla, armó en su casa de La Horqueta un circo con carpa y malabaristas para festejar el cumpleaños de Florencia, la hija mayor. Por otras latitudes, y a un mes de su casamiento, Kate y William, los duques de Cambridge, brillaron en el Derby de Epsom, la carrera que inaugura la temporada de turf británica; y para sacar ideas y quedar como un duque, un especial con sugerencias de moda y belleza para el Día del Padre.

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