CuLtura

20 oct. 2014 - de las abejas; es la historia de un desarraigo y de un nuevo arraigo. En una especie de baile amoroso con el idioma francés pude hablar.
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cultura

| Lunes 20 de octubre de 2014

CuLtura

Edición de hoy a cargo de María Elena Polack www.lanacion.com/seccion | @LNcultura | Facebook.com/lanacion [email protected]

La semana en perspectiva

Lunes 20

Más libros, disertaciones, arte y recorrido cultural

Martes 21

Miércoles 22 Jueves 23

Cuentos. Presentación del libro Cosas de Nadie, de Laura Galarza, a las 19, en el Auditorio David Viñas, Agüero 2502 Literatura. “El Barroco literario en Córdoba del Tucumán”, disertación de Olga Santiago, a las 19, en el Palacio Noel Jornadas. Néstor Sánchez y Jorge Di Paola compartieron una misma escritura de gesto vanguardista; críticos y amigos los recordarán desde las 14.30 en Malba Clase Magistral. Rafael Spregelburd, a las 10.30, en French 3614. Organiza el Departamento de Artes Dramáticas del IUNA

Viernes 24

Mimo. Seis obras y pequeñas piezas en homenaje al maestro Ángel Elizondo, a las 19, en la Biblioteca Nacional

Sábado 25

Arte y tecnología. Experimentación, desarrollo y futuro, propuesta de Fase 6.0, desde las 12, en el Centro Cultural Recoleta

Domingo 26

Patrimonio. Último día del II Open House Buenos Aires 48 hs; recorrida por 70 edificios fundamentales de la ciudad

Literatura | La entrevista tácita

Escritora y editora, la especialista en letras francesas y españolas integrará la delegación de autores argentinos en la Feria del Libro de Guadalajara

Laura Alcoba. “Los buenos libros son los que nunca terminan de decir lo que pueden decir” Texto Silvina Premat | Foto Santiago Filipuzzi

E

l acento francés que tanto trabajo le dio incorporar desaparece a los pocos minutos de iniciado el diálogo en castellano, el idioma que preserva como el lenguaje de su corazón. A los 46 años, Laura Alcoba visitó recientemente una vez más la Argentina, país con el que no quiere perder relación. Tímida e introspectiva, prefiere no hablar de sus tres hijos ni de su marido francés. Fue invitada al país por la embajada de Francia y sus editores argentinos (Edhasa) para presentar su último libro, El azul de las abejas. En la próxima edición de la Feria del Libro de Guadalajara, integrará la delegación de escritores argentinos. Aquí las afirmaciones e inquietudes que compartió con la nacion. Me siento francesa o me siento argentina; depende de las situaciones. Me concibo como francoargentina. La Argentina cuenta mucho para mí. En mi infancia se jugaron acá cosas muy fuertes que tienen mucho que ver con las emociones que trabajo en la escritura. La Argentina está muy presente en mis libros. Para escribir mi primer libro (La casa de los conejos) sentí la necesidad física de volver al país y conectarme con la casa en la que había vivido y sobre la que quería hablar. Otras veces había venido a la Argentina, pero no había vuelto a esa casa. El vínculo con la Argentina es muy fuerte y al mismo tiempo me siento francesa. Creo que se percibe en El azul de las abejas; es la historia de un desarraigo y de un nuevo arraigo. En una especie de baile amoroso con el idioma francés pude hablar del pasado. Aprender un idioma es una aventura que se realiza en la mente, pero también en el cuerpo. Sucede mucho en el francés con las nasales, al principio ni siquiera se oye la diferencia de palabras que son distintas. Es una aventura física. Al principio, cuando llegás a otro lugar es muy angustiante no entender, no dominar el idioma, no poder expresarte o hacerlo y que te reconozcan como extranjero; y sentir vergüenza. En mi primer libro quería escribir sobre mi experiencia como una nena que vivió en la clandestinidad porque mis padres eran militantes y mi mamá se escondía en una casa donde había una imprenta de Montoneros. Todo el mundo murió y yo, en un rincón de mi memoria tenía grabados diálogos enteros en castellano de un tiempo de mucho silencio y mucho miedo. Sólo pude evocar esos recuerdos en francés, que es para mí un espacio de gran libertad. En la infancia puede haber mucha crueldad. Me interesa la intensidad de la infancia más que como tema diría casi como música. Los chicos están en un contacto directo, inmediato, con las cosas y hay una forma de intensidad y verdad en esa manera de estar en el mundo, pero también en la infancia puede haber crueldad. Los chicos no soportan ser diferentes. La vergüenza es algo muy infantil. Más allá de la dimensión que puede ser autobiográfica o que tiene que ver con el relato del exilio, en El azul de las abejas también hay una búsqueda de la infancia casi con mayúscula.

Trato de buscar una forma de belleza donde no haya cosas de más. Me gusta mucho la concisión. La concisión es también dejar el espacio de reflexión al lector Intento rescatar la fuerza de la literatura. Cuando detuvieron a mi padre, mi mamá logró salir de la Argentina, se fue sola a París. Yo me quedé dos años y medio con mis abuelos y luego viajé a reencontrarme con ella. Es una historia muy complicada. Mi padre estuvo seis años y medio en la cárcel como preso político y me propuso que leyésemos el mismo libro al mismo tiempo. Él en castellano, en la prisión, y yo en francés, en París, y que hablásemos de ello a través de cartas. Una idea que a posteriori me parece genial y que fue mi introducción en la literatura. Fue una especie de cita semanal que cumplimos con una constancia increíble. Es muy conmovedor en esa correspondencia ver una relación que avanza, ver cómo una persona ausente puede estar muy presente. Una paradoja. A pesar de la situación, él fue mi padre y lo fue gracias a los libros. Fue muy loco. Muy lindo. De repente yo estaba hablando por carta con mi padre sobre campos, flores, abejas, colmenas. Aunque fuese un viaje mental, era real, existía. Era auténtico. La literatura que me gusta es la que busca interrogar y no dar respuestas armadas. Lo que escribo es eco de ese tipo de literatura. Cuando una obra de arte viene con interpretación o con discurso incluido, deja de ser una obra de arte. Es un ensayo, un panfleto. Si hay una intención en mí al escribir es la de buscar una forma de armonía y una apertura. En términos literarios trato de buscar una forma de belleza donde no haya cosas de más. Me gusta mucho la concisión. Y la concisión es también dejar el espacio de reflexión al lector. Dar espacio para que resuene en el lector algo que lo sorprende.

Nació en La Plata en 1968 Vivió en la Argentina hasta que a los 10 años la trasladaron a París, donde estaba exiliada su madre, militante montonera. En una trilogía de novelas breves –La casa de los conejos, Los pasajeros del Anna C y El azul de las abejas– reconstruye su niñez en los años setenta y el exilio de sus padres. “Todo el mundo murió y yo, en un rincón de mi memoria, tenía grabadas palabras y diálogos enteros en castellano de un tiempo de mucho silencio y mucho miedo”

Los buenos libros son los que nunca terminan de decir lo que pueden decir. Soy una fanática de la relectura. Un buen libro es aquel que volvés a leer y te vuelve a sorprender, te vuelve a hacer pensar y a abrir puertas. Mis relecturas favoritas son, entre los argentinos, Borges y Cortázar. Tengo fascinación, entre otros, por La montaña mágica, de Thomas Mann, y por El lazarillo de Tormes, un libro cortito que nunca termina de decir todo lo que puede evocar.ß

Creciente interés en adquirir fotografía artística

FERIA. Con 30% más de público que el año último y buenas ventas, cierra esta noche la décima edición de BAPhoto El éxito en las ventas y en la afluencia de público a la décima edición de BAPhoto demuestra “que la gente sigue interesada en la cultura”. Así lo sintetizó ayer a la nacion Diego Costa Peuser, editor y director de Arte al Día Internacional, organizadora de la feria de fotografía que concluye esta noche en el Centro Cultural Recoleta. Hasta ayer, unas 22.000 personas habían visitado los espacios de las treinta galerías y los siete proyectos que allí se exhiben. Eso significa un 30% más de público que en la edición anterior.

La diversidad y la creatividad de los 150 artistas que participan en esta edición de BAPhoto también se ven reflejadas en los valores de sus obras. Se pueden adquirir imágenes desde 1000 pesos y hasta una instalación valuada en 75.000 dólares. Reservados y cuidadosos de sus clientes, los galeristas no son muy afectos a informar sobre el volumen de operaciones que se efectúan durante la feria fotográfica. Sin embargo, la costumbre cada vez más difundida de señalar las obras vendidas con una marca roja evidencia a simple vista las compras concretadas.

“Hoy (por ayer) vine a la feria a la mañana y la recorrí antes de que abriera al público. Quedé impresionado por las ventas al ver tantos puntitos colorados porque pensaba que en ese sentido éste sería un año duro”, afirmó Costa Peuser, el creador de BAPhoto hace una década, cuando la fotografía aún no era valorada en el mercado argentino como una disciplina artística. Y agregó: “Esto nos demuestra un crecimiento del interés por la fotografía. En estos diez años hemos visto que los galeristas incorporaron fotógrafos a sus staffs de artistas, así

como nacieron galerías exclusivamente de fotógrafos”. En esta décima edición, se destacaron los espacios Fuera de Foco y Zona Inédita. El primero está destinado a los fotógrafos más jóvenes, cuyos nombres aún no son muy conocidos en el mercado y cuyos trabajos se exhiben junto a los de consagrados como Annemarie Heinrich, Sameer Makarius y Anatole Saderman. En Zona Inédita predomina la sorpresa. Se reúne allí una selección de imágenes que nunca fueron publicadas o exhibidas porque no

fueron tomadas con ese propósito. Con un criterio amplio, se invitó a mostrar sus imágenes a artistas cuyas expresiones no suelen estar atadas al género. El único denominador común de los autores es ser “artista contemporáneo”. También se destaca la obra de Milagros de la Torre, la artista invitada, fotógrafa peruana residente en Nueva York. Este último día de exhibición es de ingreso gratuito. Al igual que durante el fin de semana, BAPhoto permanecerá abierto de 13.30 a 20.30, en Junín 1930, de esta ciudad.ß

Último día para disfrutar

1000

pesos Es el valor mínimo de venta de imágenes en distintas galerías

22.000

personas Ya recorrieron la gran feria anual de fotografía en el Centro Cultural Recoleta; hoy el ingreso del público es gratuito