Conclusiones
A través de la historia han existido en la mayoría de las sociedades del mundo ciertas desigualdades entre los géneros. Estas desigualdades han impactado al género femenino de manera especial por el simple hecho de ser mujeres. La construcción de órdenes sociales desiguales y basados en las creencias sobre la superioridad de un sexo sobre el otro han resultado en situaciones desventajosas para las mujeres quienes han sido objeto de discriminación y violencia. La discriminación y la violencia contra las mujeres también señalamos que han originado el surgimiento de movimientos de mujeres a nivel mundial en donde la búsqueda del reconocimiento de sus derechos en igualdad de condiciones con los hombres y de sus aportaciones a la humanidad han sido las demandas fundamentales. Estas demandas mencionamos que encontraron eco con la creación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) puesto que este instrumento ha significado avances para la situación de las mujeres en el mundo. Anteriormente señalamos que la CEDAW es el tratado internacional más extenso que protege y garantiza el reconocimiento de los derechos humanos de la mujer. Asimismo dijimos que la Convención cuenta con 185 países miembros, entre los cuales se encuentra México. En este sentido, explicamos que la CEDAW fue firmada por México en 1980 y posteriormente fue ratificada en 1981. A su vez, hicimos hincapié en que nuestro país adquirió un compromiso más fuerte de cumplir con las obligaciones establecidas en la Convención puesto que ratificó el Protocolo Facultativo de la misma en el año 2003.
Sin embargo, también hicimos notar que a pesar de los compromisos y las obligaciones de México ante la CEDAW con respecto a los derechos humanos de las mujeres ha habido sucesos en el país que no solamente obstaculizan el cumplimiento adecuado de la Convención sino que también
atentan contra ésta en tanto son violatorios a sus
disposiciones. Los asesinatos de mujeres y niñas en Ciudad Juárez dijimos son tal vez uno de los ejemplos más claros de esta violación a los principios de la CEDAW en tanto impiden a las mujeres gozar de sus derechos más fundamentales, entre los que destacan el derecho a la vida , a la no discriminación por motivos de sexo y a vivir libres de violencia. Los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez comentamos que han sido definidos como feminicidios precisamente en virtud de que son perpetrados contra las mujeres por el simple hecho de ser mujeres, por pertenecer al género femenino. Los feminicidios de Ciudad Juárez señalamos que se relacionan ampliamente con las desigualdades de género y el sexismo que persiste en nuestra sociedad y a su vez enfatizamos que estos fenómenos pueden explicar el desinterés de las autoridades mexicanas por investigar y esclarecer los crímenes contra mujeres. Con base a todo lo señalado anteriormente, se estableció al principio de la tesis el propósito de demostrar la siguiente hipótesis: El desinterés de las autoridades mexicanas por investigar a fondo los feminicidios de Ciudad Juárez responde a una institucionalización del sexismo que viola las disposiciones de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Motivados por el propósito de demostrar la hipótesis antes citada dividimos la tesis en tres capítulos. En el primer capítulo definimos los conceptos de discriminación y violencia contra las mujeres y analizamos su relación con el concepto de género. Asimismo explicamos que el género es una creación cultural y social mas no natural, es decir, una 112
“construcción simbólica establecida sobre los datos biológicos de la diferencia sexual”.1 En este sentido señalamos que el género constituye toda una serie de atribuciones, deberes y prohibiciones hechas a los individuos en función de su sexo. De igual manera dijimos que la construcción de los géneros se apoya en las cosmovisiones, mitos y tradiciones presentes en cada cultura. Así pues, hablamos del mito del patriarcado según el cual las mujeres son colocadas en una posición inferior y subordinada con respecto a los hombres- quienes son el grupo dominante y el paradigma- puesto que a éstas se las asocia más con la mera sexualidad y la naturaleza. De esta forma concluimos que la desvalorización y la inferiorización de las mujeres y de lo femenino desde el
patriarcado y a través de la historia han contribuido a la
discriminación y la violencia contra las mujeres puesto que éstas se dan en un contexto de desigualdad con respecto al grupo dominante constituido por el género masculino, los hombres, por esta razón subrayamos que la discriminación y la violencia contra las mujeres están estrechamente ligadas a la desigualdad de género. Posteriormente en la segunda parte del capítulo uno analizamos la situación de las mujeres después de la Segunda Guerra Mundial en varios países del mundo. Mostramos cómo a pesar de los cambios favorables que trajo la guerra para las mujeres éstas aún continuaban siendo objeto de discriminación
en muchos ámbitos. Dijimos que esta
discriminación generó el estallido de movimientos de mujeres que ayudarían a la consolidación de uno de los movimientos de mujeres de más impacto en la historia: el Women´s Lib o la llamada Segunda Ola del Movimiento Feminista en la década de los sesenta y al surgimiento del concepto de género y la teoría de género. A su vez, explicamos 1
Lamas, Marta. (comp) (1996). “Introducción”, en El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. México: PUEG-UNAM, p.12.
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las diferentes corrientes del feminismo que surgieron en la época para dar un panorama sobre cómo cada una de ellas concebía la desigual situación de las mujeres en la sociedad. De igual manera mencionamos la respuesta a las demandas feministas por parte de la Organización de las Naciones Unidas con la designación del Año Internacional de la Mujer, la Década de la Mujer y la realización de diversas conferencias internacionales para tratar las problemáticas a las que se enfrentaban las mujeres como la discriminación y la violencia. Al respecto de estas conferencias en la tercera parte del capítulo uno hablamos sobre la Conferencia de Beijing y las metas que esta planteó con respecto a la eliminación de la discriminación contra la mujer. Mostramos cómo éstas metas no se han cumplido como se acordó puesto que también analizamos la situación actual de las mujeres en el mundo a doce años de la Conferencia de Beijing y las diversas formas de discriminación y violencia a las que se siguen enfrentando de manera que concluimos que pese a los movimientos de mujeres surgidos durante las últimas décadas del siglo veinte- mismos que significaron un avance para el reconocimiento de sus derechos humanos de las mujeres- las desigualdades de género y el sexismo que motivan la discriminación y la violencia contra las mujeres aún persisten en la mayor parte de las sociedades del mundo y no son fenómenos exclusivos de los países en desarrollo. En el capítulo dos analizamos la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). En el primer apartado de este segundo capítulo hablamos sobre los antecedentes que motivaron la creación de la Convención e hicimos énfasis en el papel de la Conferencia de México en 1975 como parte aguas de la CEDAW. Asimismo mostramos el significado de la Convención para los derechos de las mujeres y subrayamos el por qué era necesario crear un instrumento protector de sus derechos que fuera realmente vinculante. 114
Posteriormente en el segundo apartado explicamos el contenido y estructura de la CEDAW y su Protocolo Facultativo. También analizamos la importancia que tiene la Convención para las mujeres, para superar las desigualdades de género y diversas prácticas sexistas que las perpetúan. De igual manera hicimos hincapié en cómo el Protocolo Facultativo de la Convención es un mecanismo más de apoyo para las mujeres en la medida que garantiza la exigibilidad de sus derechos humanos. En el tercer apartado hablamos sobre la aplicación de la Convención en el mundo, ofrecimos un panorama general sobre las medidas que han tomado diversos países en cumplimiento de la CEDAW. También mostramos cómo muchos de estos países no han cumplido de manera adecuada con las disposiciones de la CEDAW. En este sentido, señalamos algunas reservas hechas a la Convención que han resultado incompatibles con los principios de ésta. Estas reservas mencionamos que han sido justificadas en base a ciertas creencias y tradiciones culturales, religiosas y a los sistemas políticos de los países que las han impuesto. Por ésta razón concluimos que uno de los mayores obstáculos que hoy en día sigue enfrentando la CEDAW es precisamente el relativismo cultural en tanto ha llegado a dificultar su aplicación. Por último, en el cuarto apartado de éste segundo capítulo hablamos sobre la aplicación de la CEDAW en México. Señalamos algunas observaciones hechas a México por organismos internacionales en donde se hacen notar ciertos abusos a los derechos humanos de las mujeres, abusos que sin duda atentan contra la CEDAW y ponen en evidencia las fallas de México en el cumplimiento de la Convención. Así pues, analizamos los aciertos y las fallas de nuestro país en el cumplimiento de la CEDAW y concluimos que pese a los avances de México en el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres nuestro
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país ha estando incurriendo en serias violaciones a la Convención que contravienen sus obligaciones. En el tercer capítulo, analizamos los feminicidios de Ciudad Juárez y su vinculación con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. En la primera parte del capítulo ofrecimos un panorama general sobre Ciudad Juárez y posteriormente analizamos cómo el contexto de ésta ciudad fronteriza genera un ambiente de violencia estructural y cómo ésta violencia ha afectado a las mujeres y las ha puesto en desventaja por el simple hecho de ser mujeres. En éste sentido hablamos sobre cómo se fueron dando los feminicidios en Ciudad Juárez y cómo ha evolucionado la situación de 1993 hasta el año 2007. Posteriormente en la segunda parte mostramos la inacción de las autoridades en la investigación y esclarecimiento efectivos de los feminicidios en Ciudad Juárez. Mostramos como ésta inacción provocó la indignación de varios sectores de la sociedad juarense, mexicana e internacional al originar toda una serie de movilizaciones para dar solución al problema de las llamadas “Muertas de Juárez”. También en ésta segunda parte hicimos énfasis en las recomendaciones emitidas a México por parte del Comité de expertos de la CEDAW en ocasión de su visita a México en octubre de 2003. En la última parte del tercer capítulo demostramos que las autoridades mexicanas han pasado por alto la gran mayoría de las recomendaciones hechas por el Comité de expertos de la CEDAW. La prueba está en que los feminicidios de Ciudad Juárez continúan sin que hasta ahora las autoridades hayan aportado soluciones efectivas ni dado una sanción ejemplar a los responsables. De ésta manera demostramos también que las autoridades han echado mano de un doble discurso que se apoya en la persistencia del sexismo en nuestra sociedad. Un doble discurso que de acuerdo a la conveniencia de las autoridades se ajusta 116
a las exigencias del momento pero que en realidad es solamente un reflejo de su desinterés por investigar a fondo y esclarecer los feminicidios de Ciudad Juárez. Por todo lo anterior concluimos que
el desinterés sexista de las autoridades por
investigar, esclarecer y sancionar estos feminicidios demuestra la incapacidad de México de cumplir con sus obligaciones ante la CEDAW y de garantizar a las mujeres sus derechos más fundamentales. Más aún, demuestra que México no ha comprendido el significado, la importancia y la esencia de ésta Convención puesto que aún
parece no estar
verdaderamente comprometido con hacer cumplirla. Mientras persista el sexismo en nuestra sociedad y éste se siga reproduciendo sólo se logrará institucionalizarlo de manera más permanente. No se podrán erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres, se seguirá violando la CEDAW y seguirán muriendo más mujeres en Ciudad Juárez quedando sus asesinatos impunes. Hoy en día la situación en Ciudad Juárez no ha cambiado mucho. Según
la
organización no-gubernamental Nuestras Hijas de Regreso a Casa siguen apareciendo mujeres asesinadas y las autoridades siguen minimizando sus asesinatos por tratarse de mujeres sin mucho valor social. Éste es ya el tercer sexenio desde que iniciaron los feminicidios en 1993 y aún no se resuelve nada pues los feminicidios continúan. En junio del año 2007 el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, en su visita a Italia se comprometió a esclarecer los feminicidios de Ciudad Juárez para demostrar que a su gobierno si le interesan las mujeres. Sin embargo, la opinión de los líderes de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa es contraria ya que señalan que si el presidente Calderón habló sobre los feminicidios fue en respuesta a la presión de parlamentarios y activistas que apoyan la causa de Nuestras Hijas de Regreso a Casa: “Tenemos tres peticiones de audiencia con él y no ha respondido aún. Si él hizo un 117
pronunciamiento en Italia fue porque fue cuestionado y nosotros estuvimos en el Parlamento una semana antes, precisamente para decirles a los parlamentarios italianos que nos ayudaran. Interróguenlo, avergüéncelo cada vez que sea posible”.2 Al tomar en cuenta todo lo anterior podemos decir que demostramos la hipótesis planteada al principio de la tesis: El desinterés de las autoridades mexicanas por investigar a fondo los feminicidios de Ciudad Juárez responde a una institucionalización del sexismo que viola la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Para finalizar quisiéramos puntualizar que aunque las autoridades no han investigado de manera eficaz los feminicidios de Ciudad Juárez y han violado la CEDAW esto no significa que nosotros como sociedad no tengamos un poder para contribuir a que las cosas cambien. En realidad como señalamos al principio de la tesis el género, las desigualdades de género y el sexismo han sido construcciones humanas, por lo que si hemos sido capaces de construir en México una cultura sexista y de desvalorización hacia las mujeres entonces también seremos capaces de cambiar de rumbo. Es tiempo de dejar atrás esas actitudes sexistas que continúan estando arraigadas en nuestra sociedad y asumir una actitud responsable y de reconocimiento a las mujeres, que por cierto somos la mitad de la población, porque el problema de las “Muertas de Juárez” es un problema de todos los mexicanos. La cuestión es decidir qué camino tomaremos y cómo tanto las autoridades como la sociedad en general vamos a usar ese poder si para continuar oprimiendo o para empoderar a las mujeres.
2
Bastida, Leonardo . (2007) “Juárez: Un discurso precioso oculta feminicidio”, consultado el 10 de agosto de 2007, disponible en: http://www.argenpress.info/nota.asp?num=045921&Parte=0
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