Comunidad/Editoriales/2006/Análisis electoral desde la visión de género


99KB Größe 8 Downloads 49 vistas
CARTA DEL MES 30 de Octubre de 2006

Análisis Electoral desde la visión de Género Dicen que los números no mienten, porque no son susceptibles de interpretación, el 1 es 1 o no es nada, León Roldós en su intento anterior por llegar a la presidencia, obtuvo votos ciudadanos por 15.5% Rodrigo Borja tuvo 14%, lo mínimo que se esperaba de un compromiso electoral es que la Izquierda Democrática sume un porcentaje de su 14% (que es el promedio obtenido por ese partido político en todas las elecciones desde 1979, con excepción de aquella en la que quedó presidente Borja). La realidad resultó diferente de la expectativas, León Roldós mantuvo su porcentaje y los votos de la ID se dispersaron para todos los candidatos presidenciales, 15.5 + 14 no fue igual a 29.5, en política la suma de esos números dio 14.84. Para muchos analistas Gilmar Gutiérrez fue la sorpresa electoral, para otros el estupor es descubrir que Quito no es todo el Ecuador y que lo que quiere la capital no es necesariamente lo que quiere el resto del país. ¿Qué hubiera pasado si Lucio hubiera sido el candidato, o si Gilmar hubiere sido el Vicepresidente de Noboa? ¿Que hubiera pasado si en los debates en lugar de una aspirante que obtuvo la mitad de votos que Gutiérrez, hubiera estado presente este candidato? Algunas empresas encuestadoras tendrían que explicar cómo funcionan los modelos que aplican a su trabajo, por ejemplo, nos queda la intriga del correo electrónico con la hoja Excel de la empresa CEDATOS que daba cuenta de la encuesta realizada entre el 11 y el 13 de Octubre, tomando muestras de 16 provincias y en la misma que se divulgó a sus suscriptores (apenas a pocas horas de las votaciones) estas cifras: Correa 29.7%, Noboa 22,7%, Roldós 16,8%, Viteri 10,7% y Gutiérrez 7,2%. La misma empresa entregó los resultados a boca de urna, totalmente diferentes a los enviados horas antes. ¿Es posible que en 24 o 48 horas el orden de los factores cambie afectando substancialmente el resultado de la elección? ¿Qué hubiera pasado si Gutiérrez hubiera aparecido siempre con opción de llegar a la segunda vuelta, es decir si hubiera entrado dentro del voto útil y no solo del voto conciencia? El total de empadronadas y empadronados fue de 9’165.125. Se esperaba repetir el ausentismo histórico de 35%, tomando en cuenta los millones de personas ausentes del país que no votarían, sin embargo el nivel bajó sustancialmente según los datos del TSE bordeando el 29%, lo sorprendente es que quienes bajan el promedio real son las mujeres, su voto ha sido decisivo en estas elecciones, son el 50.45% del padrón, históricamente excluidas y mayoritariamente ausentes de los procesos electorales, ahora son las que mas votaron, su ausentismo es el equivalente al 27%, cifra histórica. Pero no solo es cantidad sino calidad, el voto femenino fue mucho más reflexivo y perceptivo que nuestro voto masculino. Cuando se inició la campaña, Rafael Correa tenía un respaldo femenino que fue creciendo hasta el ultimo mes, sin embargo durante las tres últimas semanas las fallas de la estrategia de campaña de su candidatura sumado a la agresividad de los ataques publicitarios de sus competidores disminuyó ostensiblemente el apoyo femenino y con ello la posibilidad de tener un apoyo mayoritario en la primera vuelta. Cuando Correa según las encuestas privadas tenía mas de 1.500.000 votos, la composición de su electorado era 60% mujeres y 40% hombres, alcanza su techo y comienza a perder votos, pero los votos que pierde son de las mujeres pues el 40% de los votos masculinos que eran 650.000 son mas o menos los que obtuvo el 15 de octubre, pero el voto de las mujeres que era de 850.000 mil, el día de las elecciones bajó a 570.000, es decir, la votación de los hombres se mantuvo o aumento en mas de 27.000 y la votación de las mujeres “se asustó” y se fueron 280.000 votos femeninos.

Si vemos solamente la última encuesta realizada el día 14, Rafael Correa el domingo 15 de octubre pierde mas de cien mil votos femeninos, su electorado final en la primera vuelta es 55% hombres y 45% mujeres cuando el padrón esta compuesto por mas mujeres que hombres y cuando el ausentismo es menor en las mujeres. Los más de cien mil votos se dirigieron al mismo discurso de cambio, pero con otros actores, casi 78 mil mujeres más que hombres votaron por Roldós y 46 mil votos femeninos más que los masculinos tuvo Gutiérrez. La simpatía que Correa despertó en las mujeres poco a poco fue perdiendo piso ante la percepción del discurso y los símbolos utilizados. En varios focus groups realizados en estos días, con mujeres de 18 a 55 años que no votaron por Correa, pudimos verificar tres datos interesantes, existe un altísimo grado de simpatía por el candidato, sin embargo no votaron por él por dos razones: la una por que se lo percibe como machista. Mientras en la campaña de Noboa participa toda su familia, incluso su esposa es una figura más importante que el candidato a Vicepresidente. Correa pudo convencer a la ciudadanía de que es un hombre de familia, su esposa está en la casa cuidando de sus hijos, puede ser su decisión y una legítima necesidad de proteger a los suyos del peligro de la exposición pública, pero las personas lo perciben como un problema de machismo. Estas mismas mujeres reafirman este concepto en base al símbolo de la correa (emblema del padre represivo), que es por antonomasia el sinónimo de la violencia intrafamiliar: cuantos niños, niñas y mujeres han sido violentadas por la correa. La otra percepción que primó en las votantes es la autócrata, un Correa dueño de la verdad, intolerante e irascible, que no admite contradictores y que prefiere atacar a las personas antes que enfrentar las ideas. Sin embargo las ciudadanas se sienten atraídas por el discurso de Correa, están de acuerdo con las propuestas del candidato, con la reforma política, asamblea constituyente, enfrentar a los partidos tradicionales, las criticas al congreso, etc... están de acuerdo en casi todo su plan de reforma y de gobierno, “el problema no es lo que dice sino como lo dice”. Estas percepciones fueron fortaleciéndose por la campaña realizada por los contrincantes políticos (y políticos disfrazados de no políticos) de asociar esta candidatura con la violencia general y la inseguridad social. Si hay algo que la mayoría del Ecuador no quiere es la violencia, podremos ser cualquier cosa pero no queremos matarnos entre nosotros. Los otros candidatos contribuyeron a esta percepción acentuando la idea de que con Correa la violencia y el enfrentamiento se apoderarían del país. Noboa le gana a Correa con 217.685 votos según el TSE, pero si descomponemos el género resulta que una tercera parte de esos votos son hombres (72.857) y dos terceras partes son mujeres (144.828), las mujeres en esta ocasión le dieron el triunfo a Noboa. ¿Por qué votaron las mujeres por Noboa? Entre otras causas, porque este candidato brindó la imagen de seguridad económica (al punto del derroche) y la seguridad familiar, todos en su entorno le apoyan, invoca la imagen del trabajo comunitario, de minga. En cuanto a los temas de la campaña, solamente el 36.47% de los votantes (votos de Noboa y Viteri) se sienten cómodos con el discurso de mantener las cosas sin cambios radicales, el 63,53% de los votos válidos fueron para los candidatos que tenían un discurso similar al de Correa, es decir de cambio. Durante la campaña lo más importante es la percepción de la ciudadanía sobre el candidato, la asimilación de sus propuestas de gobierno y la identificación con su visión, filosofía y metas. Me parece que Noboa ha logrado con muchísimo éxito las dos primeras, mientras que Correa a logrado parcialmente la segunda y totalmente la tercera. Capítulo aparte es el tema de los votos negativos es decir Nulos y Blancos, hablamos de las y los ciudadanos que se acercaron a votar y expresaron su voluntad en las urnas, y lo hicieron talvez con la misma reflexión que los que votaron positivamente es decir por un candidato o candidata. En estas elecciones los votos negativos por escaso 2,33% (1.091.833) casi pasan a la segunda vuelta para

presidente. En cuanto a los diputados, cuando termine el conteo seguramente veremos que uno de los bloques más numerosos en el Congreso será el de los nulos y blancos. Si el voto negativo que refleja el rechazo a los candidatos, a sus propuestas o a sus movimientos políticos, tuviese un peso específico como invalidar la elección y obligar a que los partidos cambien de candidatos, posiblemente lograríamos disminuir la presión política. El TSE y la Ley de Elecciones nos habla de los votos válidos y todos los cómputos se realizan en base a ellos, los votos válidos son los positivos, aquellos en los que se consigna el apoyo a una persona o partido, pero si tomamos en cuenta todos los votos emitidos, incluyendo la voluntad de anularlos o dejarlos en blanco, simplemente para medir la real representación que tienen los candidatos tendríamos la siguiente sorpresa: Noboa 22,15%, Correa 18,85%, Voto Negativo 16,52%, Gutiérrez 14,38%, Roldós 12,25%, Viteri 7,95%. Porcentajes realmente modestos para una representación nacional, pues hablamos del pronunciamiento sobre seis millones cuatrocientos mil personas, porcentajes de representación que bajarían mucho más sobre un padrón de más de nueve millones. Los votos disputados o en juego para la 2da vuelta son 3.838.856 de los cuales el 54,13% son mujeres (2.077.908) y el 45,87% son hombres, cifra que nuevamente pone con mayor influencia el voto femenino. Algo que no cuadra en el resultado oficial publicado por el TSE en su página de Internet es el número total de personas que sufragaron, el Tribunal dice que son 6.610.504 pero si sumamos todos los votos válidos mas los blancos y los nulos (es decir todos) hay una diferencia de 61.064 más que el resultado real que fue de 6.549.440. No se entiende de donde toma el Tribunal la cifra oficial de sufragantes que influye en otras cifras como la del ausentismo.

Dr. Marco Albuja DIRECTOR

FUNDACION LEXIS * Análisis realizado para la Revista Vanguardia

proponer documentos