Cómo adaptarte con éxito a tu nuevo país

Arthur Schopenhauer(1788-1860). Filósofo alemán. Tal y como se ha venido explicando, uno de los principales desencadenantes del proceso de duelo ...
381KB Größe 4 Downloads 41 vistas
EDUARDO MARTÍNEZ NARVÁEZ

EL RETO DE EMIGRAR Cómo adaptarte con éxito a tu nuevo país

1

EDUARDO MARTÍNEZ NARVÁEZ

EL RETO DE EMIGRAR Cómo adaptarte con éxito a tu nuevo país

2

EL RETO DE EMIGRAR © Eduardo Martínez Narváez (2014) Todos los derechos reservados. Corrección: Raquel Marcos Alarcón Diseño de portada y contraportada: Eduardo Martínez Narváez Imagen de portada: Naxo culturambo http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mapamundi_tipografico_paises.svg

Registro de propiedad intelectual de Safe Creative: 1406161253481 http://www.eduardomartinez.es

3

Dedicado a todos los que alguna vez salieron de su lugar natal para emprender el proyecto más importante de su vida. A Loli, mi esposa, por haberme permitido recorrer con ella el camino de ida y vuelta. A mi hijo por su paciencia y colaboración mientras redactaba este trabajo. A todos los que de una u otra manera han formado parte de mi aventura vital como emigrante.

4

PREFACIO En el año 1989 me convertí en emigrante. Por aquellas fechas decidí trasladarme a España desde Venezuela, mi país de origen. Ese fue el comienzo de una serie de traslados, viajes y cambios de residencia a lo largo de veinticinco años, durante los cuales y gracias a una constante actividad dentro del ámbito asociativo inmigrante, he podido sumar a mi experiencia personal la de muchas otras personas, emigrantes como yo, quienes compartieron conmigo su vivencias, éxitos, logros, fracasos, alegrías, tropiezos, bautizos, bodas y hasta algún triste sepelio. Amigos que de forma generosa me brindaron la oportunidad de conocer parte de su bagaje vital. En este escrito he intentado, más que generar una publicación con cariz académico, ofrecer una humilde aportación en forma de manual práctico, trasladando mi visión del proceso migratorio tanto como sujeto que lo ha experimentado personalmente como desde la posición de observador privilegiado del mismo. Dicha visión es producto de una trayectoria de muchos años dentro del entorno asociativo inmigrante en España, país que ha recibido a millones de inmigrantes de todas partes del mundo en un corto período de tiempo, tarea durante la cual pude colaborar en la organización de talleres y jornadas informativas dirigidas a personas inmigrantes. El texto también está complementado en base a diferentes estudios, trabajos de campo, tesis académicas, etc. en el ámbito de la migración y los desplazamientos geográficos de las personas, realizados por profesionales de distintas disciplinas como: Miguel Pajares, Ubaldo Martínez Veiga, E.G. Ravenstein, Joseba Achotegui, Everett Lee, Hannah Arendt, Ricard Zapata, Adam Smith, Stuart Mill, Jordi Moreras, entre otros, todos ellos estudiosos de los procesos migratorios en sus respectivas épocas y cuyas aportaciones han resultado en muchos casos referencia a nivel mundial en este campo. En el momento de mi llegada a España (1989) el fenómeno de la inmigración era algo prácticamente desconocido para la sociedad de este país. De hecho durante muchas décadas España no sólo no fue territorio receptor de inmigrantes, sino que millones de sus nacionales salieron a lo largo de ese tiempo rumbo a diversos destinos alrededor del mundo. Debido a ello la evolución de los volúmenes migratorios en este país durante las últimas décadas han sido muy dinámicos, cambiantes, y podría decirse que hasta apasionantes, contemplado el fenómeno desde la atalaya de quienes poseemos mucho interés en este tipo de fenómenos sociales. 5

ÍNDICE

PREFACIO

05

INTRODUCCIÓN

08

SOMOS INMIGRANTES, NO TURISTAS

13

DUELO MIGRATORIO

17

UNA CUESTIÓN DE ACTITUD

29

PLANIFICANDO Y TOMANDO DECISIONES

33

REDES DE APOYO MUTUO

35

AJUSTE DE EXPECTATIVAS

40

IDEALIZAR EL LUGAR DE ORIGEN

43

NO ES UNA FOTO, ES UNA PELÍCULA

48

CONOCIMIENTO DEL ENTORNO

50

VIDAS PARALELAS: AQUÍ Y ALLÁ

54

RACISMO Y XENOFOBIA

57

EPÍLOGO

61

7

Un caso emblemático y muy reciente es el de Barack Hussein Obama, actual presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, cuyo padre fue un inmigrante nacido en Kenia. El mismo Obama vivió la experiencia de ser un emigrante ya que cuando tenía seis años de edad su madre, casada en segundas nupcias nuevamente con un extranjero de origen indonesio, trasladó a toda la familia a Yakarta, capital de ese país. La vida de Obama ha transcurrido entre Honolulu, Yakarta, Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Cambridge y ahora Washington DC; es decir, una de las personas más influyentes y conocidas del mundo ha vivido buena parte de su vida como inmigrante. ¿Sería Barack Obama quien es hoy sin esa experiencia vital? Emigrar es lo que probablemente tenga en mente el lector o quizás ya lo haya hecho. Justamente, para que emigrar, la transformación que ello implica y el hecho de trasladarnos a residir en otro sitio – sea cual sea el motivo que nos mueva – no se convierta en un vivencia traumática o adversa, deberíamos hacernos con toda la información que esté a nuestro alcance acerca de lo que implica convertirse en emigrante. Para ello, debemos afrontarlo de una manera programada, conociendo en qué consiste el proceso, cómo manejarlo cómo manejarlo para así, mediante ese conocimiento previo, poder extraer el mayor beneficio posible a esa experiencia.

12

Una opción que puede considerarse, si contamos con esa posibilidad, es llegar inicialmente donde familiares o amigos que ya lleven radicados un tiempo en el sitio. Así podremos hacer una búsqueda de alojamiento a largo plazo sin urgencias ni falta de información. Si contamos con esa opción, una excelente forma de evitar posibles malos entendidos y conflictos consiste en establecer desde el inicio unas reglas de convivencia claras, una aportación económica por nuestra parte así como un respeto irrestricto por las costumbres y usos de quienes nos ceden su casa. Cuentas claras… 

Una vez establecidos, normalmente iremos recibiendo visitas de familiares, amigos, etc. Mientras más atractivo sea el lugar donde vivamos desde el punto de vista turístico, mayores serán la frecuencia y duración de esas visitas. Y aquí es muy probable que se nos presente uno de los dilemas más conocidos por nosotros los inmigrantes: ¿Cómo explicarle a nuestros visitantes que nosotros no estamos de vacaciones y que nos resulta muy complicado realizar según qué gastos? ¿Cómo decirles a mis amigos que no puedo acompañarles en esa visita a la atracción turística que han escogido? ¿De qué manera les transmito a mis padres, a mis hermanos, a mis amigos que me encuentro intentando consolidar mi situación aquí y que no cuento con un céntimo de sobra para gastos adicionales por motivos lúdicos? Las respuestas dependerán y serán diversas en función de nuestra condición particular, pero deberíamos estar alertas ante el trastorno que puede causarnos en nuestra economía personalfamiliar acceder a según qué gastos por evitarnos una explicación o excusa a tiempo. Descuidemos. Las personas que realmente nos estimen sabrán comprender perfectamente la situación.



Un turista normalmente no requiere ponerse al día acerca de las regulaciones legales, usos y costumbres culturales o sociales del lugar que visita. Quienes nos convertimos en ciudadanos, en residentes de ese lugar, difícilmente podremos desenvolvernos de manera adecuada si pretendemos actuar como si fuésemos turistas. Así pues no escatimemos esfuerzos en hacer todo lo que esté a nuestro alcance para solventar ese desconocimiento.

15

DUELO MIGRATORIO

“Quien quisiera que el hombre no conociera el dolor, evitaría al mismo tiempo el conocimiento del placer y reduciría al mismo hombre a la nada.” Michel de Montaigne (1533-1592). Escritor y filósofo francés.

El proceso migratorio ha sido ampliamente estudiado por sociólogos, antropólogos, psicólogos y diversos especialistas de las ciencias sociales. Existen trabajos de todo tipo que intentan explorar desde diversos ángulos las fases que constituyen dicho proceso, pero prácticamente todos colocan al emigrante como objeto de análisis sin involucrarle directamente, sin hacerle partícipe consciente y activo de esos estudios. Los estudiosos de los fenómenos sociales tienden a dejar fuera de la ecuación al sujeto que sufre las transformaciones, a quien las experimenta día a día. ¿No es eso un contrasentido? Intentemos ilustrar lo anterior recurriendo al ejemplo que nos brindan los deportistas profesionales: estos atletas participan a lo largo de sus carreras en diferentes ensayos clínicos y se les efectúan diferentes tipos de monitoreo para saber cuáles son las reacciones, consecuencias, alteraciones y efectos del ejercicio sobre sus cuerpos. Dichos resultados son puestos posteriormente a disposición de cada persona, normalmente de la mano de su entrenador, para que al atleta le resulte más fácil manejar determinadas situaciones una vez se encuentren en plena competencia y que con ello logren obtener el mejor resultado posible. No sólo se le observa y estudia sino que se le involucra como interviniente activo que es. Como es lógico cuando alguien se traslada desde el que ha sido su lugar de origen o donde ha desarrollado una parte de su vida a un sitio nuevo, ese cambio tiene consecuencias, produce efectos. La emigración expone a la persona a nuevas situaciones: distinto clima, cultura, alimentación, idioma, costumbres sociales, geografía, códigos de comportamiento, etc. y si no se está lo suficientemente preparado o atento a esos cambios, que serán repentinos e instantáneos desde el primer día en que se está en el lugar de destino, la novedosa situación

17

también una componente de negación, de rechazo a aceptar las nuevas circunstancias en que se encuentra la persona. Se produce la imposibilidad de continuar con actividades que ya eran rutinarias, que formaban parte del día a día del emigrante y eso ocasiona incomodidad, incertidumbre y desorientación. Inicio de reconstrucción de la vida: culminada la ruptura con las antiguas costumbres que ya no son posibles de mantener debido al cambio, llega el momento de comenzar con la reestructuración, la reconstrucción y ajuste de la vida cotidiana dentro del marco de nuevas circunstancias presentes. Se va produciendo paulatinamente una aceptación de que se ha modificado el marco vital y se inicia el recorrido para intentar normalizar la situación. Búsqueda de nuevos objetos de amor o amigos: como sabemos, el hombre es una criatura social, gregaria, que propende a vivir en sociedad rodeado de otras personas. Dicho grupo social es una parte imprescindible a la hora de desarrollar la vida cotidiana, ya que es un elemento clave dentro del marco de referencias sobre el cual un individuo construye su cosmovisión, esto es, la manera cómo afronta y da tratamiento a los sucesos y experiencias que le afectan. Un cambio de residencia desde luego que afecta de manera importante esa cosmovisión y lo hace desde el momento en que nos encontramos ante nuevos usos, costumbres, modismos del idioma, etc. En este sentido, la consecución de nuevas amistades, relaciones, compañeros, colegas, etc. con los cuales establecer relaciones al igual que las teníamos en nuestro lugar de origen, constituye una parte importante para superar el proceso de duelo. Terminación del reajuste: transcurrido un plazo bastante variable, que O’Connor establece entre dieciocho y veinticuatro meses, la persona asume finalmente la modificación definitiva en sus circunstancias de vida y ya se desenvuelve de forma normal, dejando atrás la constante sensación de desasosiego, tristeza, vacío, perplejidad y desánimo que venía presentando. Otra gran aportación en lo referido a la manera como el inmigrante se ve afectado por el desplazamiento desde su lugar de origen, lo ha realizado el psiquiatra español Joseba Achotegui, profesor de la Universidad de Barcelona, quien viene trabajando en este campo desde los años ochenta. 24

PLANIFICANDO Y TOMANDO PREVISIONES

“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.” Henry Ford (1863-1947). Industrial estadounidense.

Todos sabemos que las probabilidades de éxito al emprender algún proyecto normalmente van en relación directa al grado de previsión, planificación y estudio previo que realicemos sobre el mismo. La decisión de emigrar puede considerarse un proyecto de gran calado, que afecta de forma importante a la persona en prácticamente todas sus vertientes y que por lo tanto merece ser asumida con la mayor prudencia, cuidado y meticulosidad. A grandes rasgos la información que resultaría útil recoger, así como los detalles que serían convenientes de considerar antes de viajar, se podrían recopilar a partir de las siguientes preguntas: ¿Cuál es la legislación que regula la inmigración en el país escogido y qué requisitos se exigen para residir y trabajar allí? ¿Cuáles son los procedimientos para revalidar u homologar las titulaciones de estudios? ¿Existen algún tipo de convenios académicos entre mi país de origen y el de destino a los cuales poder acogerme? ¿Cómo funciona el servicio de salud? ¿Es de acceso público o requiero de algún seguro privado? ¿Son necesarias algún tipo de vacunas o inmunizaciones similares? ¿Cómo funcionan las instituciones financieras y cuál es el tipo de cambio entre monedas de distintos países? ¿Cómo funciona la tributación de impuestos y otros temas fiscales? ¿Existe algún tipo de tratados o convenios con mi país de origen? ¿Qué productos alimenticios o de otro tipo puedo llevar como equipaje? ¿Cuál es el clima en el lugar de destino? 33

REDES DE APOYO MUTUO

“No puede impedirse construirse molinos.”

el

viento,

pero

pueden

(Proverbio holandés).

Una de las mayores pérdidas que se produce cuando nos convertimos en inmigrantes es la de nuestro círculo de amistades, colegas de profesión, compañeros de trabajo, de organizaciones a las cuales hemos estado afiliados, etc. y que representan nuestro “capital social”. Ese capital lo constituyen las redes a las cuales solíamos recurrir para resolver situaciones diversas o simplemente para pasar momentos de ocio, realizar celebraciones, solicitar consejo ante determinada circunstancia y en general para satisfacer tantas otras necesidades que se nos presentan en el día a día. A partir de lo anterior una de las grandes tareas que nos corresponde hacer cuando llegamos al lugar de destino, es volver a construir esa malla de contactos, de personas en las cuales podremos confiar en un momento dado y que podrán apoyarnos en el momento en que lo requiramos. Es muy importante poner empeño en esta actividad social, de relación con personas de nuestro entorno, ya que este nuevo grupo de conocidos y amigos vendrá a sustituir o complementar a aquel que teníamos en nuestro lugar de residencia anterior. Las estrategias que podemos poner en práctica para este cometido son varias: 

Afiliarnos a entidades de tipo cultural, agrupaciones deportivas o similares ya que nos será mucho más sencillo establecer lazos sociales o de amistad con los lugareños cuando se comparten aficiones o intereses en determinadas disciplinas que nos sean comunes.



Intervenir activamente en centros de estudiantes (en el caso de que se esté cursando estudios), en las asambleas de padres (si se tiene hijos en edad escolar) o incluso en las asociaciones de vecinos del sitio donde residimos. Este tipo de participación nos permitirá acercarnos de una manera muy natural a personas de nuestro entorno más cercano y hacernos una buena idea del funcionamiento en general de la sociedad en la cual comenzamos a desenvolvernos. 35

NO ES UNA FOTO, ES UNA PELÍCULA

“El cambio es la única cosa inmutable.” Arthur Schopenhauer(1788-1860). Filósofo alemán.

Tal y como se ha venido explicando, uno de los principales desencadenantes del proceso de duelo migratorio es la modificación del marco de referencia vital que se produce cuando cambiamos de residencia. La familia, los amigos, el sitio donde estudiamos, el equipo deportivo en el que jugamos, los compañeros de trabajo, etc. forman parte de nuestros recuerdos y nos dan estabilidad psicológica y afectiva. Por eso inconscientemente tendemos a mantener una imagen lo más estática posible de ese cuadro que dejamos al salir de nuestro lugar de origen. Cuando recordamos lo que dejamos atrás al emigrar, lo hacemos basados en la fotografía del momento, con la situación y circunstancias que había en ese instante en que partimos. Rememoramos una imagen fija, inmóvil, de una realidad dinámica, olvidando muchas veces que la misma cambia y se va modificando con el paso del tiempo. Los amigos se casan, los sobrinos crecen, nacen nuevos miembros de la familia, otros desaparecen, los lugares se transforman, etc. y no podemos ser testigos directos de ello dado que no estamos en el lugar, esos cambios no los presenciamos en primera persona. Este es el testimonio de una emigrante mexicana radicada en Nueva York: «Cada vez que regreso al pueblo lo siento muy cambiado, vengo cada uno o dos años pero a veces he tardado hasta tres años en regresar y, pues, ya ni conozco a nadie, todos cambian, hasta mi familia. Ahora, cada vez que vengo, me atienden como si fuera un empresario o alguien importante, a diferencia de mis hermanos que están aquí y que ni los pelan. Yo les he dicho: —No sean así, traten igual a todos. Pero, pues, cambia mucho el trato, porque yo traigo dinero, les doy a todos mis carnales para comer; si alguno de mis sobrinos necesita algo, les compro ropa o cualquier cosa que haga falta. Cambia mucho la relación con tu familia y tus amigos cuando te ausentas tanto tiempo, cambia todo. Uno mismo cambia, yo, por ejemplo, ya no me acostumbro al pueblo, no puedo estar mucho tiempo, vengo sólo de vacaciones. Siento raro todo, ya no 48

y sin adaptación - producto del desconocimiento -, el negocio u ocupación que se desempeñaba en el lugar de origen a su nuevo sitio de residencia. Existen muchas probabilidades, sobre todo en países con economías muy maduras y desarrolladas, de que esa actividad que en un principio se percibe como una magnífica oportunidad de negocio dado el éxito que la misma pudiera haber alcanzado en nuestro país originario, sea imposible de acometer debido a regulaciones de tipo ambiental, laboral, administrativas, etc. Aunque resulte algo de sentido común, de lógica absoluta, no son pocos los casos en los que por encima de esos factores se impone la impulsividad, la ilusión por creerse ante una oportunidad e incluso por soberbia y se invierten cantidades de dinero y tiempo para luego verse ante la terrible circunstancia de que esa actividad, ese negocio, esa empresa, es inviable por motivos legales y normativas que son inexistentes en el sitio de dónde venimos. Cuidado entonces con esto. No escatimemos esfuerzo y tiempo en ponernos al día, en empaparnos al máximo de todos los conocimientos e información posibles del lugar donde hemos escogido desarrollar nuestro proyecto migratorio.

53

una vida llamémosla imaginaria o virtual (porque no estamos físicamente allí) además de nuestra vida “real” en el nuevo destino escogido, visto lo que eso representa en desgaste y dispersión. De hecho hay personas que están mucho más al corriente de lo que ocurre en su lugar originario que en el sitio donde viven, añadiendo a veces con ello motivos adicionales de duelo y tristeza al experimentar la sensación de que se están perdiendo de algo. Manteniendo esa forma de proceder al final del día no habremos vivido ni aquí ni allá, aunque tengamos la sensación de estar llevando vidas paralelas sin mayores inconvenientes.

56

EPÍLOGO El proyecto migratorio personal es algo serio, muy serio, que modificará de manera radical el resto de nuestra vida. Sea durante una temporada, para, por ejemplo, cursar asignaturas universitarias en programas de intercambio en países extranjeros, aprender otro idioma o seguir un período de entrenamiento para una nueva responsabilidad laboral como si lo que tenemos contemplado es trasladarnos de forma definitiva nosotros y/o nuestra familia. La decisión de emigrar es tan relevante y reviste tal importancia que lo razonable es dedicarnos de una manera exhaustiva a diseñar un plan, cuidando cada detalle e intentando incluir en el mismo la mayor cantidad posible de información, previsiones y tentativos escenarios. Dada la relevancia y magnitud que los cambios producidos por una decisión migratoria ocasionan en las personas, en mi opinión es de una ayuda inestimable conocer algunas claves concernientes a este proceso. Principalmente porque el mismo es relativamente complejo y puede llegar a extenderse a lo largo de varios años en la vida de quien se convierte en inmigrante. Emigrar se equipara con otros sucesos tan importantes como la selección de una carrera universitaria, de nuestra pareja, tener hijos o la compra de una vivienda, decisiones que tomamos normalmente luego de informarnos en profundidad recopilando datos, recabando opiniones y revisando experiencias ajenas. Este material que pongo a la disposición de mis amables lectores intenta aportar claves, sugerencias y recomendaciones relacionadas con esa crucial decisión de emigrar. Cuestiones como las fases del proceso, las consecuencias de mantener determinadas actitudes personales y prejuicios, la forma como una pobre planificación del proyecto puede afectar su desarrollo, por ejemplo, han sido abordadas desde una perspectiva bastante personal pero a la vez soportadas en estudios realizados por profesionales de las ciencias sociales y del comportamiento humano. Otros aspectos igualmente vitales son el papel que juegan las redes de apoyo, lo importante que puede resultar un adecuado balance de expectativas personales, laborales y profesionales, pasando por la tentación que se corre de idealizar el lugar de origen así como evitar asumir el dinamismo y la inevitable variabilidad de las personas y las sociedades que estas conforman. Todos esos temas forman parte de este breve manual con la esperanza de que resulten útiles y sirvan de apoyo a quienes tienen previsto o ya se han convertido en emigrantes. ¡Mucha suerte y éxitos en tu nuevo destino de residencia! 61

BIBLIOGRAFÍA (1)Díaz Matey, Gustavo (2007). “Aproximaciones metodológicas al estudio de las migraciones internacionales”. UNISCI Discussion Papers, Nº 15 ISSN 1696-2206. (2)Arango, Joaquín (2007) - “Las migraciones internacionales en un mundo globalizado” Vanguardia Dossier Nº 22, Barcelona. (3)González Calvo, Valentín Trabajo Social No. 7, (2005) páginas 77-97 © Revista del Departamento de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia. (4)Álvarez, Lourdes (2011). Aula Virtual de la Universidad de Cantabria. http://ocw.unican.es/ciencias-de-la-salud/ciencias-psicosocialesii/materiales-de-clase (5)Kübler-Ross, Elisabeth y Kessler, David (2006) “Sobre el duelo y el dolor”. Editorial Luciernaga. (6)O’Connor, Nancy (2009). www.lamariposapress.com

“El

proceso

del

duelo”.

(7)Achotegui, Joseba (2012). “La crisis como factor agravante del Síndrome de Ulises”. Revista Temas de Psicoanálisis, Nº 3. (8)Arendt, Hanna (2009). “Nosotros, refugiados” en “Escritos Judios”. Barcelona, Edit. Paidós. (9)Fox, Jon E; Morosanu, Laura y Szilassy, Eszter (2012) “The racialization of the new European migration to the UK.” Sociology, 46 (4). pp. 680-695. ISSN 0038-0385 (10)Barómetro (2012). Observatorio vasco de la inmigración/ Dpto. de Empleo Asuntos Sociales del Gobierno del País Vasco. http://www.ikuspegiinmigracion.net/documentos/barometros/2012/bar_2012_cas_ok.pdf

62