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SEGURIDAD

I

Jueves 17 de mayo de 2012

UN DELITO SIN FRENO s COMO OPERAN LOS ASALTANTES EN EL OESTE DEL CONURBANO

Cobraron US$ 200.000 por secuestros Se trata de los rescates que la banda obtuvo por liberar a la ex mujer de un colaborador de Boudou y por una serie de hechos similares GUSTAVO CARABAJAL LA NACION Una banda de secuestradores cobró más de US$ 200.000 por rescates de hechos cometidos en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Según informaron fuentes judiciales y policiales, esta banda sería la misma que secuestró a Andrea Mariana Bagatelas, la ex esposa de Juan Zabaleta, el colaborador del vicepresidente la Nación Amado Boudou. Además, el grupo integrado por al menos 15 delincuentes sería responsable de los secuestros de los hermanos Pablo y Andrés Dinatolo, del piloto de Aerolíneas Argentinas que fue tomado cautivo el 7 de mayo pasado en Ramos Mejía, del hijo del dueño de una maderera de la zona oeste y de un empresario. En todos estos casos los delincuentes cobraron casi US$ 80.000 de rescate. Ese monto surge de los US$ 40.000 que la banda cobró por el rescate de Bagatelas, los casi US$ 5000 que los malvivientes obtuvieron del piloto de aviones y los US$ 35.000 que el grupo percibió por liberar sanos y salvos a los otros dos hombres. Pero los investigadores de la justicia federal de Morón buscan más elementos para probar que la banda fue responsable de otros secuestros exprés ocurridos en el corredor del Acceso Oeste y que posiblemente hayan sido denunciados en alguna fiscalía de instrucción de los distritos de Morón, San Martín o Mercedes. Fuentes policiales indicaron que esta afirmación se fundó en el hecho de que el último de los siete sospechosos detenidos tenía en su poder US$ 120.000, que serían el producto de los

rescates cobrados por la banda en una serie de secuestros cometidos antes de los cinco hechos investigados. “Es mucho dinero para que lo tenga un integrante de la banda. Por eso sospechamos que el grupo habría cometido más secuestros exprés y tal vez no se denunciaron o pasaron como hechos de robo y privación ilegal de la libertad”, dijo una importante fuente del caso. Entre los siete imputados figuran cinco hombres y dos mujeres que fueron apresados durante allanamientos realizados en el barrio Las Catonas, de Moreno, y en un asentamiento situado en las adyacencias de la villa Carlos Gardel. Fuentes de la investigación indicaron que una de las características de la banda fue la tranquilidad que mostraba para operar en la zona. Así quedó demostrado en el secuestro del hijo del dueño de una maderera. Ningún policía bonaerense o gendarme detuvo a los delincuentes a pesar de que, a bordo del Volkswagen Vento de la víctima, hicieron un trayecto importante y a contramano por la colectora del Acceso Oeste. Esa seguridad para operar con total impunidad también quedó expuesta por el hecho de que la banda siguió cometiendo secuestros a pesar de que varios de sus integrantes habían sido detenidos. Cuando los secuestradores tomaron cautivos a los hermanos Dinatolo en la zona de Moreno, parte de la banda había sido detenida y tenía un pedido de procesamiento y prisión preventiva en contra de los delincuentes, presentado por el fiscal federal de Morón, Sebastián Basso. Los hermanos Dinatolo fueron

Asesinaron a tiros a un ex policía

ARCHIVO

Ante la falta de presencia policial, como en Vergara y Acceso Oeste, la banda actúa con impunidad

Seis balazos por evitar un robo LA PLATA.– Un hombre de 38 años identificado por la policía como Sergio Pera fue herido de seis balazos al enfrentarse con los delincuentes que lo habían asaltado a él y a sus suegros en una vivienda de Moreno. Según el último parte médico el estado de Pera es “gravísimo”.

secuestrados cuando circulaban a bordo de un Mercedes-Benz y un Mini Cooper en Paso del Rey, en el partido de Moreno. En principio, los secuestradores exigieron US$ 50.000 de rescate, después bajaron las pretensiones a US$ 20.000 y finalmente liberaron a los hermanos sin obtener dinero a cambio, porque, supuestamente, advirtieron que se puso en marcha un operativo policial para encontrarlos. Al día siguiente, la misma banda secuestró al piloto de Aerolíneas Argentinas que habría sido identi-

ficado como Fabio de Castro. Este hombre fue interceptado cuando salía de la casa de sus padres, en Ramos Mejía. A punta de pistola, los delincuentes obligaron al piloto a que los llevara a su vivienda. Allí se apoderaron casi de US$ 5000 que De Castro guardaba en su casa. Pero en el trayecto y, debido a que el familiar al que llamaban para pedirle el rescate no atendía el teléfono, le propinaron una golpiza. El delincuente que lo golpeó fue apresado anteayer con US$120.000 de otros hechos.

Un ex policía aeronáutico fue asesinado anoche en la puerta de su casa, situada en la esquina de Rodríguez Peña y José Hernández, en la ciudad bonaerense de San Martín. Según dijeron fuentes policiales a LA NACION, la víctima fue identificada como Luis Argentino Díaz, de 41 años, que había sido exonerado de la entonces Policía Aeroportuaria Nacional (PAN). El hecho ocurrió a las 20, cuando Díaz oyó un tumulto en la puerta de su casa y salió a la vereda con un teléfono Nextel a ver qué ocurría. Allí, dos sujetos le dispararon unas cinco veces. Una de las balas le perforó el tórax. Los delincuentes habrían escapado en un Fiat Uno azul, que era intensamente buscado anoche por personal de la policía bonaerense. Debido a las graves heridas sufridas, el ex policía aeronáutico murió minutos después en el Hospital Castex, del partido de San Martín. Peritos de la Policía Científica provincial analizaban anoche la escena del crimen para determinar la planimetría y la balística ocurrida durante el homicidio. A su vez, los investigadores intentaban determinar con el testimonio de vecinos y la familia de Díaz en qué circunstancias ocurrió el episodio.

ALARMA POR OCHO CASOS EN MENDOZA

LA MASACRE DE POMPEYA

Preocupa una serie de suicidios de policías

Huelga de hambre de un condenado

Se argumenta que sufren “fuertes presiones” PEDRO CIFUENTES PARA LA NACION MENDOZA.– Doce días atrás, cuando el auxiliar Walter García mató de un tiro en la cabeza a Franco Díaz, de 19 años, para terminar con una ruidosa fiesta nocturna en Godoy Cruz, las redes sociales se llenaron de acusaciones contra la policía de esta provincia. “No creo en la Justicia ni en la policía”, dijo después el padre de la víctima, a pesar de que el agente García quedó imputado por homicidio agravado y podría recibir una condena de cadena perpetua. “Es un hecho aislado”, afirmó el gobernador, Francisco Pérez, tras defender la represión policial. Todos los agentes del operativo utilizaron balas de goma. Menos García. A la policía de Mendoza le cuesta salir de la tapa de los diarios. El año pasado se suicidaron ocho agentes uniformados: más que en ninguna otra provincia, y una tasa cuatro veces mayor que la policía de Nueva York. Este año había comenzado mejor,

pero el absurdo homicidio del joven Franco vuelve a poner de relieve la tensión interna de una fuerza que a duras penas contiene la escalada sostenida de inseguridad. El barrio Villa Sardi, donde fue baleado Díaz, pidió “sumar personal policial y unidades móviles”. Los mandos son conscientes de que hay una “crisis” en la fuerza. “Los agentes soportan una tensión enorme y permanente”, admite a este diario un alto responsable de la policía mendocina. Hay un factor en el que están de acuerdo todos los actores consultados: la demanda política de “más policías” y la instalación de la seguridad como tema central de las campañas electorales posteriores al descalabro social de 2001 ha relajado los controles de entrada: hoy un joven puede convertirse en policía en 15 meses, cuando antes eran necesarios años de academia e internado. “La selección es inadecuada”, explica a este diario una fuente médica que prefiere mantener el anonimato. En Mendoza trabajan hoy 9000

MARIANO GAIK ALDROVANDI LA NACION

GENTILEZA LOS ANDES

Reciente protesta contra la policía por el homicidio de Franco Díaz policías. En los ocho últimos años, el porcentaje de nuevos agentes con poca o muy poca formación se ha multiplicado respecto a las décadas anteriores. “Nosotros vemos casos gravísimos”, confirman especialistas consultados, que recuerdan que “una persona sin autoestima, o muy angustiada, puede terminar con su vida porque se le ha quemado la comida y siente que no sirve”. Según los mandos consultados, recibir órdenes el contacto permanente con la muerte y la violencia y la inestabilidad familiar son las principales causas de estrés policial. El panorama se complica porque los policías suelen ser muy reacios a reconocer problemas psicológicos

y solicitar ayuda. Primero, porque temen que sus carreras serán destruidas; segundo (y más importante), porque una eventual retirada del arma reglamentaria, además de su valor simbólico, le acarrea una pérdida salarial notable. Según Martín Appiolaza, asesor gubernamental en seguridad, “la reiteración de muertes con armas, ya sean homicidios o suicidios, debe llevar a revisar si la escasa formación de un auxiliar es suficiente y adecuada para darle tantas responsabilidades, si quienes ordenan los operativos conocen cómo gestionar conflictos sin apelar sólo a la violencia o si la presión laboral es más fuerte que vocaciones muchas veces frágiles”.

Fernando Carrera, condenado a 30 años de prisión por la “masacre de Pompeya”, comenzará hoy una huelga de hambre en reclamo de una “pronta resolución” de la Corte Suprema de Justicia sobre presuntas irregularidades en su causa. El hombre, un vendedor que no tenía antecedentes penales, está preso en el penal de Marcos Paz desde 2005 sin condena firme. En 2007 fue sentenciado por robo agravado, lesiones, abuso de arma y portación ilegítima de un arma de fuego. El hecho ocurrió el 25 de enero de 2005, cuando un supuesto ladrón que huía de la policía atropelló y mató a tres personas, entre ellas un niño, frente a la Parroquia de la Virgen del Rosario, de Pompeya. En mayo de 2008, la Cámara de Casación Penal confirmó el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 14. El acusado siempre dijo ser inocente y denunció que la causa fue armada por la Policía Federal para ocultar un caso de “gatillo fácil”. Desde agosto de 2010, el caso está en el máximo tribunal. “Faltan dos votos decisivos”, ade-

lantó a LA NACION Pablo Galfré, un periodista que investigó el caso, que luego se transformó en el documental El rati horror show, que él produjo y dirigió Enrique Piñeyro. La ministra de Seguridad Nilda Garré, presentó, el 23 de febrero pasado, un informe en el que se critica “el grave mal desempeño” de la Policía Federal en la investigación, revocó el sobreseimiento con el que se había beneficiado a siete policías de las seccionales 34a. y 36a. y pidió al actual jefe de la fuerza, comisario general Enrique Capdevila, que iniciara una nueva investigación. “Por eso empieza una huelga de hambre, para que para bien o para mal concluya todo esto”, afirmó Federico Ravina, abogado del acusado. “No se puede demorar más”, dijo Galfré. “Hay pruebas como para pedir un nuevo juicio o que otra sala de Casación Penal revea la sentencia y todo lo actuado.” Hoy, a las 19, se proyectará el documental en la plaza San Martín de la ciudad bonaerense de Salto, de donde es oriundo Carrera. Con la consigna “Salto por Fernando”, amigos, vecinos y el director de la película se reunirán en el lugar.