PALABRAS DE REYES RODRÍGUEZ, MAGISTRADO DE LA SALA REGIONAL DE MONTERREY. Ciudad de México a 29 de septiembre de 2016.
Buen día. Presidente y Secretarias de la Comisión de Justicia, Senadoras y senadores, Representantes de la Sociedad Civil que siguen este proceso:
Es un privilegio tener nuevamente la oportunidad de comparecer ante ustedes.
En 2013, el Senado de la República me nombró Magistrado de la Sala Regional Monterrey.
Gracias al voto de confianza del Senado y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; a mi trayectoria profesional y académica; y a mi experiencia adquirida como juez constitucional, hoy me postulo para Magistrado de la Sala Superior. 1
Estoy aquí por mi compromiso con la impartición de justicia. Creo en una justicia abierta, equitativa y socialmente útil.
El poder judicial tiene el imperio que le otorga la Constitución y sus leyes; pero tengo claro que la Sala Superior necesita, además, de esa fuerza que los antiguos llamaron autoridad.
Esa autoridad se conquista a través de la motivación razonable y coherente de las sentencias.
Sólo a través de resoluciones convincentes, sólidas y claramente argumentadas, se puede restaurar la paz jurídica entre las partes y prevenir conflictos similares en el futuro.
La función jurisdiccional no es un acto de imposición sino de persuasión: hay que convencer con razones que las decisiones que tomamos colegiadamente son apegadas a derecho e imparciales.
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Para ello, el poder legislativo ha creado las condiciones de independencia del Tribunal Electoral. Sin embargo, me gustaría reparar, respetuosamente, en la necesidad de una reforma:
Que las y los integrantes de la Sala Superior no puedan ser postulados a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Este debe ser un cargo terminal en la carrera jurisdiccional. Eso evita que los magistrados electorales tengan incentivos de poner su carrera antes que su imparcialidad e independencia.
La Sala Superior es un órgano límite en conflictos electorales. Y eso conlleva dos desafíos importantes:
• Primero, debe ser una institución a la que los actores políticos y sociales le tengan confianza. Sólo así puede ser un buen árbitro final, creíble y respetado. 3
• Y segundo, cuando resuelve un caso debe, por un lado, mirar hacia las partes y el pasado, y por otro, hacia la sociedad y el futuro.
Las decisiones de este órgano no sólo hacen justicia en el caso concreto sino, además, establecen criterios de interpretación constitucional y legal vinculantes a futuro.
Gracias a esto último, la Sala Superior puede ser un factor clave de la predictibilidad jurídica en materia electoral y así desincentivar mayores conflictos y excesiva litigiosidad.
Es así como veo la función de esta institución.
Estoy consciente que el principal desafío será afianzar la confianza pública y la calidad de la democracia.
Esta visión va de la mano con las razones por las que quiero ser Magistrado de la Sala Superior.
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• Aspiro a ser Magistrado porque creo en una justicia abierta: transparente, participativa y colaborativa. No soy una persona motivada por el protagonismo.
Un órgano colegiado funciona mucho mejor cuando los jueces que lo integran buscan consensos para que hable la voz del tribunal.
Ello es clave para la predictibilidad jurídica. Una sentencia con muchos votos disidentes y concurrentes fractura esa predictibilidad.
• Aspiro a ser Magistrado por el reto que representa restablecer la paz jurídica de los más importantes conflictos que se suscitan en las contiendas electorales.
• Aspiro a ser Magistrado porque tengo el carácter para garantizar los principios de independencia, imparcialidad y objetividad del poder judicial.
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Pero, sobre todo, porque comprendo la relevancia de las instituciones y la confianza pública en ellas, para que la sociedad funcione y el país prospere.
Ustedes pueden evaluar mi labor como magistrado regional. He puesto a su disposición la información necesaria para hacerlo, misma que es accesible al público.
En la Sala Regional Monterrey adoptamos, en consenso, una política institucional de justicia abierta, con sentencias claras y compromiso con la igualdad.
Implementamos las audiencias de alegatos con un procedimiento transparente y en presencia de sus tres integrantes.
He expuesto mi interés para que estas audiencias también sean públicas.
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Otro logro de la Sala Regional Monterrey, fue la creación de un modelo de sentencias ciudadanas: claras, concisas y convincentes.
• Una sentencia clara se escribe con una estructura simplificada para ser entendida.
• Una sentencia concisa incluye únicamente la información pertinente y relevante para resolver el juicio.
• Y una sentencia convincente se caracteriza por
su
argumentación lógica, coherente y persuasiva.
Gracias al esfuerzo y dedicación de las y los funcionarios de la Sala Regional, de las tres ponencias que lo integran, compartimos esta forma de elaborar sentencias a través de la impartición de más de 21 talleres para diversos tribunales de justicia y organismos estatales electorales.
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Es nuestro deber atender el derecho a entender el Derecho y acercar la justicia a la sociedad.
Señoras y Señores:
La reforma electoral de 2014 otorgó al Tribunal un momento constitucional para edificar la igualdad política entre mujeres y hombres.
En el ensayo que presenté expuse varias sentencias sobre paridad de género.
Las elegí para mostrar la diversidad de criterios sobre paridad horizontal y para hacer evidente la necesidad de un diálogo judicial que ordene y entrelace una visión integral del derecho que ha de regir en cada caso.
La complejidad de las sentencias se puede simplificar en tres perspectivas:
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• 1ª. Legislar la paridad de género es facultad de los Congresos estatales;
• 2ª. Implementar la paridad horizontal es función del legislador y de la autoridad electoral administrativa, y para ello deben establecer reglas predeterminadas, sin afectar la certeza ni la seguridad jurídica de los procesos comiciales; y
• 3ª. Cumplir la paridad horizontal es una obligación de los partidos políticos, sin importar lo avanzado de la contienda electoral.
Hay que reconocer que la paridad de género es una realidad que emana del derecho a la igualdad en el acceso a cargos electivos, y este derecho no debería tener distinciones.
Sabemos que en México la brecha de género impacta en todos los sectores.
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Sin embargo, gracias a que el Poder Legislativo ha traducido la igualdad de género en normas sustanciales tenemos la oportunidad de: Romper los techos de cristal y asegurar un cambio concreto, sistemático y estructural, que equilibre la realidad política, económica y social entre mujeres y hombres.
México está preparado para proteger la autonomía de cada persona; y así lograr que las mujeres no sean excluidas de la participación política y del debate público. México está preparado para pararse del lado correcto: el de una sociedad libre e incluyente.
Las puertas de la justicia deben estar abiertas de par en par, sin categorías, sin condicionamientos, ni privilegios.
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Honorables Senadoras y Senadores:
Estoy comprometido con el diálogo y con la construcción colectiva de un sistema electoral.
Mi formación como servidor público se ha nutrido de valores como la honestidad, la legalidad y la transparencia.
Conozco la relevancia y la seriedad del poder judicial tanto en el ámbito académico como en el ejercicio de la importante labor de dictar sentencias.
Soy consciente de lo que significa integrar un órgano terminal.
Sé, por experiencia, que desde este poder no se reparten privilegios ni se dictan cátedras personales.
Estoy convencido de que la confianza en las instituciones es un reflejo de funcionalidad democrática, y de una sociedad y gobierno abiertos. 11
La Sala Superior es una institución clave para garantizar la gobernabilidad democrática.
Sería un honor formar parte del órgano que tiene esta enorme encomienda.
Por lo anterior, guiado por mi convicción y carácter, es que puedo ser Magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Muchas gracias por su atención.
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