Brasil apoya a Venezuela en el Mercosur

Para la cadena de heladerías más grande de la Argentina, Buenos. Aires es una plaza poco relevante. La cordobesa Grido se convirtió en la última década en ...
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ECONOMIA & NEGOCIOS

Domingo 20 de diciembre de 2009

CONSUMO

El éxito no atiende sólo en Buenos Aires Heladerías, farmacias y marcas de ropa del interior triunfan en el país ALFREDO SAINZ LA NACION Para la cadena de heladerías más grande de la Argentina, Buenos Aires es una plaza poco relevante. La cordobesa Grido se convirtió en la última década en la mayor vendedora de helados de la Argentina casi sin pisar la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Reúne 650 locales, de los cuales sólo media decena están repartidos en Flores, Quilmes, Paternal, Hurlingham y Villa Bosch. “Entrar a Buenos Aires nos está costando un poco más. Es un mercado diferente al del resto del país y nuestra política de precios nos obliga a trabajar más para vencer el prejuicio que tienen los porteños de que el helado barato no es de calidad”, expone Alejandro Yankilevich, gerente de la cadena que compite con el kilo de helado a $ 20.

Sin la prepotencia porteña El caso Grido es la mejor prueba de que, a contramano de lo que podría pensarse, el sello porteño, lejos de asegurar el éxito en el interior, puede convertirse en un lastre difícil de remontar. “En muchos casos las marcas que vienen del exterior cuentan con la ventaja de que su llegada a un nuevo mercado es mucho más humilde, sin esa prepotencia porteña que termina jugándole en contra a empresas que vienen de Buenos Aires”, relata el consultor Fernando Moiguer.

La voz del interior Córdoba es también el origen de Economed, cadena de farmacias especializada en genéricos, que cuenta con 23 sucursales en cinco provincias. Economed nació en 2003, poco después de la sanción de la ley de venta de genéricos, para atacar un nicho de negocios, en el que el Dr. Ahorro ya estaba operando desde hace unos meses. Sus planes para 2010 incluyen media docena de aperturas. “Nuestro modelo de negocios está enfocado en la venta de medicamentos en blisters, lo que se adapta muy bien a las necesidades de los clientes en el interior”, explica Kayrina Guenem, socia de Economed.

Mercados divididos El rubro de indumentaria es otro en el que a simple vista se podría pensar que las marcas porteñas cuentan con ventaja. Sin embargo, en los últimos años, Rosario demostró estar en condiciones de competir mejor que Buenos Aires contra la competencia internacional. “En el negocio de la ropa, la Argentina está dividida en dos: Buenos Aires y el resto. A las marcas que son líderes en la Capital muchas no les va bien en el interior porque no les interesa el mercado, no tienen la logística o subestiman a los clientes”, explica Sergio Collatti, socio de Trial Internacional, firma rosarina dueña de la marca This Week, que acaba de inaugurar su primera tienda en Madrid y que para 2010 tiene planes de sumar locales propios en el shopping Abasto y en las ciudades de Córdoba y Mendoza.

Blog. Más información y comentarios sobre consumo en blogs.lanacion.com.ar/ secretos-de-la-piramide

LO QUE VIENE GIGASET Nombre del producto: Siemens Gigaset SL 785. Tipo o variedad: teléfono inalámbrico de línea fija para el hogar. Precio estimado: $ 799 (IVA incluido). Posición en el mercado: en el mercado local, Gigaset está posicionado en el segundo puesto en el segmento de teléfonos inalámbricos de línea fija para el hogar (Fuente: GFK).

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ECONOMIA INTERNACIONAL

Brasil apoya a Venezuela en el Mercosur Con tres años de retraso, el Senado brasileño ratificó esta semana el ingreso del país de Hugo Chávez en la unión aduanera regional

JUAN ARIAS EL PAIS RIO DE JANEIRO.– Tres años necesitó el Congreso de Brasil para aprobar el protocolo de entrada de Venezuela en el Mercosur. El último voto, el del Senado, se arrastraba desde marzo y el margen de aprobación la noche del lunes pasado fue muy pequeño: 35 votos a favor y 27 en contra. Ahora falta la aprobación del Congreso de Paraguay para que Venezuela pueda entrar a pleno título en el club de los países del Mercosur. Incluso senadores del gobierno brasileño, como Antonio Carlos Valadares, del Partido Socialista Brasileño (PSB) en el Congreso, quisieron dejar constancia de que habían votado a pesar del presidente Hugo Chávez. “Yo no he votado a

favor de Chávez. He votado a favor de Venezuela”, subrayó después de haber dado su voto positivo. La oposición del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) había sido desde el primer momento contraria a la aprobación del protocolo. El líder de los socialdemócratas, Tasso Jereisati, había presentado un documento en contra de la entrada de Venezuela en el Mercosur con estas palabras: “En Venezuela, hay periodistas en la cárcel; funcionarios públicos son obligados a afiliarse al partido oficial. Hay también políticos encarcelados. Estamos abriendo un precedente muy peligroso”. El líder del gobierno en el Senado, Romero Jucá, respondió a las críticas de la oposición: “No ampliamos la democracia aislando a

La Argentina y Uruguay ya habían ratificado la sociedad plena con Caracas; falta Paraguay los demás. Si existen problemas, y admito que los hay, la medicina es la integración, la apertura, la intermediación internacional”. La oposición insistió hasta el último momento en que las reglas de entrada en el Mercosur son muy explícitas y que exigen que los países que integran el bloque gocen de instituciones plenamente

democráticas, algo que, según la oposición, no existe en Venezuela. El presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que siempre ha tratado de mantener con Chávez buenas relaciones para frenar sus ímpetus autoritarios, llegó incluso a decirle en 2007 que si no quería entrar en el Mercosur, se podía quedar fuera. Chávez le había amenazado con no integrar el grupo de los cinco, si el Congreso brasileño no aprobaba enseguida el ingreso de Venezuela. El Senado le hizo esperar casi tres años y le ha demostrado con un voto ajustado, con sólo ocho votos de diferencia, que ha firmado el protocolo más bien a regañadientes y para no aislar aún más a Venezuela. AFP

© El País, SL

El Senado brasileño, el lunes