Espectáculos
Miércoles 7 de noviembre de 2007
LA NACION/Sección 4/Página 3
Mañana se estrenará La mujer de mis pesadillas
Ben Stiller y una luna de miel embrujada En la nueva versión de una comedia de 1972, los hermanos Farrelly recurren otra vez al protagonista de Loco por Mary LOS ANGELES (Page Up/The New York Times News Service).– Hay sólo dos personas en el mundo que probablemente jamás vean la nueva comedia de los hermanos Peter y Bobby Farrelly, La mujer de mis pesadillas. Se llaman Ella y Quinlin Stiller, tienen cuatro y dos años, respectivamente, y son los hijos del protagonista de la película. “A lo mejor, dentro de 45 años los autorizo a verla”, admite Ben Stiller, cuyas escenas de sexo en esta película superan todo lo estrafalario y escandaloso que le hemos visto nueve años atrás, también a las órdenes de los Farrelly, en Loco por Mary. La mujer de mis pesadillas (The Heartbreak Kid) es la nueva versión de la película de 1972 escrita por Neil Simon Un cambio de planes. Allí, Charles Grodin personificaba a un hombre que se enamoraba perdidamente en su luna de miel, pero no de su esposa. Stiller lleva adelante ese papel en la remake acompañado por la debutante Malin Ackerman, como la esposa, y Michelle Monaghan como la tercera en discordia. Jerry Stiller, padre en la vida real de Ben, cumple el mismo papel en la película como un hombre obsesionado con el sexo. “Tanto en esta historia como en la original, el personaje está realmente empeñado en llevar adelante la relación y hacer las cosas como corresponde. No quiere pegarse un tiro en el pie. Lo que cambia es la edad del protagonista: en la película original es mucho más joven y ahora anda por los 40 y quiere formar una familia, algo que presiona a muchos hombres en nuestra cultura de hoy”, señala Stiller. “Tengo amigos que tuvieron hijos y que sólo seis o siete años después decidieron casarse. La estrategia me parece bien, porque el matrimonio quedó así sometido a una prueba de fuego, y todos mis amigos mantienen la pareja”, agrega el actor, de 41 años.
Cómo sentar cabeza El propio Stiller admite que dejó de ser un muchacho impulsivo cuando, a los 34, decidió sentar cabeza junto a la actriz Christine Taylor. “Tuve en el pasado varias relaciones, un par de relaciones muy serias, pero cuando conocí a mi mujer supe inmediatamente
importante en nuestras vidas, pero que tratamos de mantener en secreto. Por eso, cuando se ven estas cosas en la experiencia comunitaria de un cine, quizá nos sintamos más libres de entenderlas”, argumenta.
La comedia como legado
El actor vuelve a interpretar a un recién casado luego de su éxito en La familia de mi novia UIP
que con ella todo sería diferente. Enseguida supe cuánto disfrutaba el simple hecho de estar con ella. Me llevó un tiempo encontrar que las cosas eran placenteras y divertidas, pero como no había ningún tipo de angustia alrededor de la relación apareció una nueva sensación en mí. Nos comprometimos apenas cinco o seis meses después de conocernos”, explica. Por entonces, Stiller rodó uno de sus mayores éxitos como actor, La familia de mi novia, y todo el proceso que lo llevó desde que empezó a cortejar a su novia hasta el casamiento tuvo
bastante que ver con la base argumental de la película. Su futuro suegro no era un ex agente de la CIA, como Robert De Niro en la ficción, pero había algunos curiosos puntos en común entre ambos. “El estado de nuestra relación en ese momento era bastante parecido al de la película. Me tocó encontrarme con el padre de Christine y decirle que quería casarme con su hija. En ese momento, él había comprado una empresa de seguridad en Allentown, Pensilvania. Mientras hablaba con él pensaba qué extrañas coincidencias había entre la ficción y la
vida real”, recuerda. Afortunadamente para Stiller, su auténtico casamiento y su luna de miel no tienen nada que ver con la experiencia vivida por Eddie, el protagonista de La mujer de mis pesadillas. “Christine y yo nos casamos en Hawai en una ceremonia de muy bajo perfil, sólo con algunos amigos. Se suponía que pasaríamos allí la luna de miel, pero viajamos a una pequeña isla cercana a las costas de Australia. Había un solo hotel en toda la isla, pero un día empezamos a explorar el lugar y encontramos un hotel abandonado
Nuevas versiones, una obsesión Hollywood apuesta por las fórmulas probadas en el pasado Remake es una palabra básica y clave en el vocabulario cotidiano de Hollywood. Hasta podría imaginarse que cada gran estudio posee, en su departamento creativo, al menos una oficina en la que un grupo de gente evalúa las posibilidades ciertas de éxito que podría surgir del reciclado de tal o cual título del pasado. La fórmula persevera más allá de los resultados. La historia más reciente de Hollywood registra éxitos probados como La gran estafa y sus continuaciones, cuyo original es Once a la medianoche, hit del clan Sinatra, y fracasos rotundos como Invasores, para muchos la peor revisión de un clásico del terror y la ciencia ficción como La invasión de los usurpadores de cuerpos. Por eso, en las perspectivas de los estudios nunca faltan proyectos ligados al aprovechamiento de lo que en el pasado supo funcionar. La mujer de mis pesadillas es el ejemplo más inmediato, tomado de un film de 1972 conocido aquí como Un cambio de planes.
Próximos estrenos En la lista de próximos estrenos en nuestro país ocupa el primer lugar, por cuestiones de cercanía (el 15 de noviembre), Amores asesinos, en la que Jared Leto y Salma Hayek reescriben la misma historia, que Arturo Ripstein concibió en Profundo carmesí. John Travolta y James Gandolfini aparecen en este film, que tuvo su primera versión cinematográfica en 1970, Los asesinos de la luna de miel, de Leonard Kastle. Poco después llegará, en esta suerte de resurrección que parece estar
Stallone, vengador anónimo ARCHIVO/AP
viviendo el western, 3.10 a Yuma, a medio siglo de la versión original dirigida por Delmer Daves y protagonizada por Glenn Ford y Van Heflin. Aquí, un granjero con necesidad de reivindicarse ante su familia (Christian Bale) decide escoltar a un peligroso bandido (Russell Crowe) hasta el tren que lo llevará a la ciudad en la que será juzgado. Más adelante, en enero, conoceremos la nueva versión de Sleuth, que en 1972, con el título local de Juego macabro, se convirtió en un apasionante duelo actoral entre Laurence Olivier y Michael Caine. En esta actualización, firmada por Kenneth Branagh, Caine ocupa ahora el papel de Olivier y encuentra como partenaire y adversario a Jude Law. De allí en más, el universo temático
de las remakes se agranda. Ya está muy avanzado el proyecto de hacer nuevamente Los pájaros, clásico de Alfred Hitchcock, con Naomi Watts en el papel que en su momento llevó adelante Tippi Hedren. También se espera para el año próximo la nueva versión de otro título clave de la ciencia ficción: El día que paralizaron la Tierra, que en 1951 dirigió Robert Wise y mostró lo que para muchos es la primera aparición en pantalla de un alien, llegado a nuestro planeta junto con un robot con el fin de hacer una advertencia decisiva para el futuro de la humanidad. Keanu Reeves sería el protagonista. Y también podrían conocerse en el transcurso de 2008 la nueva Fama, que parte del exitoso musical de los años 80 ambientado en una escuela de formación artística, y la no menos recordada comedia ¡Dios mío!, que en su momento tuvo como protagonistas al impagable George Burns y al desaparecido cantante John Denver. Pero el más reciente capítulo de este relato interminable tendrá como protagonista a Sylvester Stallone. El último fin de semana se supo que está muy cerca de dirigir y protagonizar El vengador anónimo, puesta al día del personaje que a partir de 1974 hizo popular en varios films al duro Charles Bronson: un hombre que hace justicia por mano propia en las calles, tras sufrir la muerte de su esposa a manos de un grupo de marginales.
Marcelo Stiletano
ARCHIVO/REUTERS
A juicio: el actor Keanu Reeves fue demandado por el paparazzo Alison Silva: lo acusa de haberlo atropellado con su Porsche en Los Angeles, provocándole serias lesiones.
en la otra punta. Era una mezcla rarísima entre Survivor y Lost. Por lo demás, llovía todo el día, así que nos quedamos en nuestra habitación jugando a las cartas y mirando películas”, recuerda. En La mujer de mis pesadillas, Stiller reitera su habitual fórmula de hacer reír a través de situaciones ligadas al sexo y el actor y director tiene algunas ideas sobre la razón por la cual esta fórmula normalmente funciona. “Se trata de algo que todos hacemos, pero casi nadie quiere hablar de eso. Es un tema
Hijo de comediantes, Stiller creció con sus padres (Jerry y Anne Meara) en el Upper West Side de Nueva York y apenas tenía 10 años cuando empezó a hacer sus propias películas con una cámara Súper 8 antes de empezar una carrera de enorme éxito. En los próximos años se hablará y se escuchará mucho sobre él, a partir de los múltiples proyectos que están en sus manos. El año próximo volverá a ponerle la voz al león Alex en la segunda parte de Madagascar, prepara un proyecto de larga data junto a Tom Cruise (Hardy Men) y espera volver lo antes posible a trabajar junto a Owen Wilson, que iba a ser el protagonista de Tropic Thunder (una comedia de acción en la que Stiller actúa y dirige) cuando quedó internado a raíz de un aparente intento de suicidio. “Amo a Owen, es uno de los actores más talentosos que he conocido y tal vez la persona que más me hace reír”, dice Stiller, que trabajó por primera vez junto a Wilson en El insoportable. En ese momento, ambos eran solteros. Hoy, la vida de Stiller cambió radicalmente desde que se casó. “Estoy más feliz que nunca y siento que he crecido en estos siete años mucho más que en el resto de mi vida. Tener una familia incluye todos los clichés que cualquiera puede imaginar, pero siento profundamente que es el lugar en el que quiero estar”, señala. Stiller comenzó a trabajar en su personaje de Madagascar antes de que nacieran sus hijos. “Y cuando terminé esa película ya tenía una niña de tres años y un varón de seis meses. Estoy feliz de tener algo que los tres podemos ver juntos y decirles: «Esto es parte de mi trabajo».” Por todo eso, si los chicos tienen planes para ver La mujer de mis pesadillas, tendrán que arreglárselas por sí mismos.
Nancy Mills