Autora: Ana Mª Plana. [email protected] 1 OPCIÓN A

del derecho al trono a las mujeres. ... carlismo, debido a su tradicionalismo foral. .... La organización política de los visigodos se sustentaba en el derecho ...
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UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID PRUEBA DE ACCESO A LAS ENSEÑANZAS UNIVERSITARIASOFICIALES DE GRADO Curso 2012-2013 (Junio) MATERIA: HISTORIA DE ESPAÑA INSTRUCCIONES Y CRITERIOS GENERALES DE CALIFICACIÓN El alumno elegirá en su totalidad una de las dos opciones propuestas. Ambas opciones constan de tres partes: 1.- Seis cuestiones: debiendo responder a un máximo de cuatro, calificándose cada una hasta 1 punto. De manera orientativa se recomienda una extensión de unas 10 líneas por cuestión. 2.- Fuente histórica: con una puntuación máxima de 1,5 puntos. Se sugiere una extensión de unas 15 líneas. 3.-Tema o comentario de texto, según la opción elegida, con una calificación máxima de 4,5 puntos. Se recomienda una extensión de unas 50 líneas. En el caso de comentario de texto, siempre a título orientativo, se sugiere distribuirlas de la siguiente manera: 5 líneas para el resumen, 15 líneas para señalar y explicar las ideas fundamentales del texto y 30 para responder a la cuestión específica sobre el contexto histórico del texto.

OPCIÓN A CUESTIONES 1) Pueblos prerromanos. Colonizaciones históricas: fenicios, griegos y cartagineses. A los pobladores que vivían en la Península antes de la conquista romana se les llama pueblos prerromanos. Los fenicios y griegos llegaron por el Mediterráneo y cartagineses por el norte de África. Todos vinieron atraídos por los metales. Fenicios, griegos y cartagineses traen la orfebrería y la cerámica. Los fenicios comerciaban con los pueblos mineros del interior, especialmente con los tartesios, desde sus factorías en Gadir (Cádiz) y Málaca (Málaga). Difundieron el uso del hierro e importaron la conserva en salazón, el torno de alfarero y la escritura alfabética. Los griegos se extendieron por las costas catalana y levantina y su influencia sobre las tribus ibéricas se aprecia en el arte, en la lengua y en la industria. De los griegos viene el cultivo de la vid y del olivo. La colonia más importante fue Ampurias (Emporiom). Los cartagineses llegaron en el siglo III a.C. y fundaron Cartago Nova (Cartagena). También se dedicaron al comercio de metales, sobre todo el estaño. Querían expandirse hacia el interior, lo que les hizo enfrentarse al ejército romano en las Guerras Púnicas (237-201 a.C.), en las que los cartagineses resultaron derrotados. 2) Los reinos cristianos en la Edad Media: los primeros núcleos de resistencia. Los godos que se resistieron a la dominación musulmana se refugiaron en Asturias y Pirineos. Desde allí se inició la Reconquista, que duró más de siete siglos. Al frente de la rebelión de los astures se puso Don Pelayo, primer rey de Asturias y León, que obtuvo su primera victoria sobre el Islam en Covadonga. Su sucesor, Alfonso I recorrió el Valle del Duero y trasladó a los cristianos de esa zona hasta Asturias. Así se consolidó su reino y la meseta septentrional se convirtió en un territorio de nadie entre los dominios musulmán y cristiano. Carlomagno, rey de los francos, penetró hasta el sur de los Pirineos, en una zona donde los pamploneses habían logrado mantener cierta independencia. Los condados catalanes se mantenían en la denominada Marca Hispánica. 3) Los Reyes Católicos. La conquista del reino Nazarí y la incorporación del reino de Navarra. Al comienzo del reinado de los Reyes Católicos la Península se dividía en cinco reinos: la corona de Castilla, la corona de Aragón (Aragón, Valencia, Mallorca y el principado de Barcelona), el reino de Navarra, el reino Nazarí de Granada y Portugal. En 1492 culmina la reconquista, iniciada ocho siglos antes, con la caída de Granada. En las Capitulaciones de santa Fe, los Reyes Católicos se comprometieron a respetar la religión y las leyes de los musulmanes granadinos que quisieran quedarse. Aunque fue papel mojado gracias a la Inquisición y a la presión del cardenal Cisneros, confesor de la reina. A principios del siglo XVI los musulmanes granadinos fueron obligados a elegir entre la conversión o el exilio. Los moriscos se establecieron en Granada, Valencia y el valle del Ebro hasta que fueron expulsados por Felipe II. Navarra estuvo vinculada a la dinastía francesa. Las tropas del Duque de Alba terminan con la independencia del reino de Navarra, aunque conservó su propio ordenamiento jurídico, sus instituciones y su autonomía.

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4) Economía y sociedad en la España del siglo XVI. La población creció en Castilla aunque en Aragón, apenas hubo aumento. Esto, unido a la fuerte demanda desde América, explica el auge de la agricultura. Pero las tierras de labor estaban en manos de nobles y clérigos y con alquileres desorbitados, por lo que muchos campesinos sin tierras y pequeños propietarios hipotecaron sus fincas o pidieron préstamos para arrendar nuevas tierras. Las malas cosechas provocaron los impagos y los pequeños propietarios perdieron sus tierras. Por lo que la expansión económica no transformó el sector y las tierras siguieron en manos de los grandes latifundistas. Se desarrolló la industria artesanal, la metalurgia vasca, la construcción naval en Valencia y Cataluña y los textiles de Sevilla, Toledo, Cuenca y Segovia. Pero la monarquía favoreció a los exportadores de lana frente a los productores de tejidos y otorgó protección a los textiles flamencos. El comercio fue el sector más potente en Castilla por las relaciones con América, decayendo en Aragón y el Mediterráneo. Pero en Castilla, el desarrollo del comercio sin la previa transformación de la agricultura y la industria, no se llegaba a abastecer la demanda. Esto, unido a la gran cantidad de oro y plata, dio lugar a una terrible inflación. Por ello, la monarquía permitió la importación, de manera que el comercio con América benefició más al extranjero que al país. La sociedad seguía dividida en estamentos en los que prevalecían los privilegios marcados desde la cuna. La nobleza era una elite que acumulaba patrimonio. El clero se dividía en alto clero (arzobispos, cardenales y abades) que era la nobleza de la Iglesia y el bajo clero (párrocos, capellanes, monjes...) que vivía con pobreza. Los pecheros (sujetos al pago de tributos y a la justicia ordinaria) eran campesinos y población urbana. Entre ellos también había grandes diferencias. Además, moriscos y judíos conversos eran marginados y perseguidos. 5) La España del siglo XVII: esplendor cultural. El Siglo de Oro. En una época de profunda crisis económica y moral, se desarrolla la etapa más gloriosa de las Artes y Letras españolas. En literatura, Cervantes escribe El Quijote y continúa la producción de novela picaresca. En poesía Góngora y Quevedo enfrentan el culteranismo y el conceptismo y el teatro pasa por su momento más importante con obras de Lope de Vega (El caballero de Olmedo, Fuenteovejuna, El perro del hortelano,…), Tirso de Molina (El burlador de Sevilla, El condenado por desconfiado,…) y Calderón de la Barca (La vida es sueño, El alcalde de Zalamea,…). En el mundo del ensayo, El Criticón, del filósofo y escritor Baltasar Gracián. En arquitectura, se levantaron grandes obras del Barroco español como la Plaza Mayor de Madrid (de Juan Gómez de Mora). A los Churriguera (con un estilo muy recargado que tomó su nombre: churrigueresco) se debe la Plaza Mayor de Salamanca. En escultura, donde la policromía refuerza el realismo, hay que señalar a Gregorio Fernández, Martínez Montañés, Alonso Cano... Zurbarán, Murillo y, sobre todo, Velázquez (Las Meninas, La rendición de Breda, La fragua de Vulcano,… son grandes nombres de la pintura del momento. 6) La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III. "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Esta máxima resume el Despotismo Ilustrado. Se trata de una teoría política que pone al mandatario al servicio del pueblo, pero sin contar con su opinión. Deslegitima así el sufragio universal y el concepto de ciudadano (que llegará más tarde). En España, el monarca que llevará esto a la práctica es Carlos III, que antes de ser rey de España lo fue de Nápoles. Podemos distinguir dos períodos en su reinado:  1759-1766 Gobiernos de Esquilache y Grimaldi. Los intentos reformistas terminaron en el Motín de Esquilache, contra un decreto que obligaba a cambiar capas y sombreros. Los jesuitas, acusados de fomentar el motín, fueron expulsados en 1767.  1766-1788 Gobiernos del Conde de Aranda, Floridablanca y Campomanes. Aquí se intentaron poner en marcha algunas reformas, frenadas por la oposición del clero y la nobleza. Los ilustrados proponían reformas en la agricultura, muy atrasada. Se crearon asociaciones como las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País. Carlos III preparó diversos planes de reforma (el Memorial Ajustado de Campomanes y el Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos). Denunciaban que existían enormes propiedades en manos de unos pocos (la nobleza y la Iglesia) lo que dificultaba el acceso a la tierra al campesinado que la trabajaba. Se empieza a hablar de desamortización, pero no se llevó ninguna a cabo (la Inquisición, por ejemplo, abrió un proceso por este tema al Conde de Aranda). Sí se repartieron las tierras comunales en Extremadura, se intentó repoblar Sierra Morena, se redujeron los derechos de la Mesta y se llevaron a cabo obras de regadío.

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Para desarrollar la industria, los ministros de Carlos III rompieron el monopolio de los gremios; se establecieron las Reales Fábricas con apoyo del estado aunque las industrias textiles privadas catalanas fueron más competitivas que las empresas estatales. En el comercio, se mejoraron vías comunicación y se suprimieron aduanas interiores. Se liberalizó el comercio con América, acabándose el monopolio de la Casa de Contratación, aunque se mantuvo el proteccionismo. En el terreno financiero, se estableció el Banco de San Carlos, antecedente del Banco de España. Aparece la peseta.

FUENTE HISTÓRICA: Explique a través del siguiente mapa la oposición al liberalismo: el carlismo y la guerra civil en el reinado de Isabel II.

La primera guerra carlista Aquí van a valorar tu capacidad para describir lo que ves y para asociar la imagen con las circunstancias históricas. Las Guerras Carlistas fueron tres guerras civiles desarrolladas en el siglo XIX. En 1830, meses antes del nacimiento e Isabel II, Fernando VII publicó la Pragmática Sanción que abolía la llamada Ley Sálica, que excluía del derecho al trono a las mujeres. Al morir Fernando VII sin descendencia masculina, los partidarios de que ascendiera al trono el hermano del rey y no su hija, encienden la mecha del conflicto. Pero las guerras carlistas fueron algo más que el enfrentamiento entre carlistas e isabelinos, de fondo, luchaban absolutistas contra liberales. En el mapa se muestran ´los puntos calientes de la primera de estas guerras, que se desarrolló entre 1833 y 1840. Así, se aprecia que el campo y las pequeñas ciudades del País Vasco y Navarra apoyaron mayoritariamente al carlismo, debido a su tradicionalismo foral. Precisamente por recuperar los derechos forales perdidos tuvo también importancia el movimiento en Aragón y Cataluña. Los liberales controlaban las principales instituciones, la mayoría del ejército y todas las ciudades importantes. Esto también se aprecia en el mapa: la expedición de don Carlos hacia Madrid y la de Miguel Gómez por el centro y sur de España no consigue controlar ninguna de estas zonas, que continúan siendo ciudades liberales.

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Las expediciones cumplían varios objetivos para los carlistas: llevaban la guerra a lugares donde el carlismo no tenía efecto, se llevaban lejos a las tropas que no podían pagar y obligaban a los isabelinos a estar en guardia en sus zonas de control sin posibilidad de plantear un ataque al frente vasco-navarro. La flecha que se observa por toda la Península es la de la ya citada expedición del General Gómez, inicialmente pensada para alentar focos carlistas del norte. Pero Gómez, por iniciativa propia, comienza una incursión por todo el país, sin grandes victorias, pero sin ser detenido por el ejercito isabelino. Maroto y Espartero firmaron la paz de Vergara en 1839, acordando mantener los fueros en las provincias vascas y Navarra e integrar a la mandos carlistas en el ejército nacional.

TEMA: La dictadura de Primo de Rivera. Antes de desarrollar el tema conviene que hagas un esquema donde expongas las ideas que después vas a desarrollar. Aquí se valorará sobre todo tu capacidad de síntesis. También deberías relacionar conceptos, no sólo repetir lo memorizado. El golpe (1923): • Razones que condujeron al golpe. • Primeros momentos: apoyo de Alfonso XIII y suspensión de garantías constitucionales y las Cortes. Directorio Militar (1923-25): • La Unión Patriótica se erige como partido único. • Contra los nacionalismos. • "Mano dura" en todo lo referente al orden público. Directorio Civil (1925-39): • Asamblea Nacional Consultiva • Organización Corporativa del Trabajo. • Oposición • Crash del 29 y crisis económica. Cuando Primo de Rivera da el golpe de Estado, la sociedad española estaba en crisis. El ejército estaba descontento tras el desastre de Annual y quería evitar las consecuencias del expediente Picasso que pediría responsabilidades para algunos altos mandos, como el general Berenguer. Los nacionalismos periféricos, los republicanos y el movimiento obrero estaban en pleno auge provocando inestabilidad. Además, el fascismo en Italia estaba en auge con el ascenso al poder de Mussolini. No es de extrañar, pues, que diversos sectores de la sociedad española (sobre todo alta burguesía, clases medias) lo viera como una solución. Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, se sublevó en 1923 y rápidamente contó con el apoyo de Alfonso XIII. Se suspendieron las garantías constitucionales y se disolvieron las Cortes sin resistencia popular a la dictadura. Tras el golpe, Primo de Rivera se nombró ministro único, asesorado por un Directorio Militar, la oligarquía de terratenientes e industriales que habían controlado el país durante la Restauración. Las primeras medidas de Directorio fueron: • La Unión Patriótica se erige como partido único. • Contra los nacionalismos se adoptan medidas como la prohibición de la bandera y el himno catalán y restricción del idioma al terreno privado. • "Mano dura" en todo lo referente al orden público. El desembarco de Alhucemas en 1925 supuso el fin de la guerra en Marruecos dio gran popularidad al dictador. A fines de 1925, un gobierno civil, presidido por Primo de Rivera, sustituyó al Directorio Militar. Así se institucionalizaba la Dictadura. Primo de Rivera calcó el modelo italiano y, en 1927, se constituyó una Asamblea Nacional Consultiva formada en su mayoría por miembros de Unión Patriótica elegidos por sufragio restringido. Pero la Asamblea no pudo redactar una ley fundamental que hiciera las veces de Constitución. También se imitó a Mussolini con la Organización Corporativa del Trabajo, una especie de sindicato que fracasó. La oposición comenzó a gestarse entre algunos liberales y conservadores, republicanos, socialistas, anarquistas, intelectuales, movimiento estudiantil... El ejército comenzó a estar molesto. Tras el crash del 29, los problemas económicos se extendieron y en España comenzaron las huelgas. En enero de 1930, Primo de Rivera presentó su dimisión al monarca. Dos meses después, el dictador fallecía en el exilio en París.

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OPCIÓN B CUESTIONES: 1) Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: instituciones y cultura. Desde comienzos del siglo V, van apareciendo distintos pueblos germánicos: Primero los suevos, vándalos y alanos (407) y luego los visigodos (418). A partir del reinado de Leovigildo, el dominio visigodo se extiende a la mayor parte de la Península. Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, los visigodos se establecieron en la Península en el siglo VI, situando su capital en Toledo. La conversión al cristianismo de rey Recaredo (III Concilio de Toledo) y la publicación del Fuero Juzgo hicieron posible la unidad política lograda en tiempos de Leovigildo. La organización política de los visigodos se sustentaba en el derecho germánico. El absolutismo romano y el derecho a heredar el trono no cuajó en su gobierno. La Asamblea de los hombres libres trasfería el poder al rey, que era juez, jefe del ejército, legislador,… Gobernaba junto al Officium Palatinum (formado por nobles llamados “comes” y por “duces” provinciales, comites civitates y gardingos), en el que intervenían dos órganos: el Aula Regia o Consejo del Rey y los Concilios de Toledo. En el plano cultural, destaca San Leandro (s.VI), creador de una escuela en Sevilla para la enseñanza del Trívium (gramática, retórica y dialéctica) y el Quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía). También, las obras de San Isidoro de Sevilla (en las Etimologías recogió todo el saber de la antigüedad) y Braulio de Zaragoza, así como la creación de una rica arquitectura (hoy casi desaparecida) y una importante labor artesanal (un ejemplo en orfebrería son las coronas votivas de los reyes). 2) Al-Ándalus: la crisis del siglo XI. Reinos de Taifas e imperios norteafricanos. La muerte de Almanzor fue el principio del fin de Al-Ándalus: El reino se fue dividiendo y en treinta años nueve califas se sucedieron en el trono hasta que el Califato de Córdoba desapareció en 1031. En su lugar apareció un conjunto de pequeños reinos, los Reinos de Taifas: Almería, Murcia, Alpuente, Arcos, Badajoz, Carmona, Denia, Granada, Huelva, Morón, Silves, Toledo, Tortosa, Valencia y Zaragoza fueron independizándose. De los 27 iniciales, los más débiles fueron anexionados por los más poderosos y pagaban a los cristianos las parias, unos impuestos. Esta superioridad cristiana se vio dos veces interrumpida por la irrupción en Al-Ándalus de dos invasiones norteafricanas. Tras la pérdida de Toledo (1805), el imperio almorávide (tribus beréberes dedicadas a la ganadería, que acababan de crear un imperio en el norte de África y eran muy dogmáticos en lo religioso) unificó el poder político en Al-Ándalus y logró contener a los cristianos. Sus éxitos militares más importantes fueron las batallas de Sagrajas (1086) y de Uclés (1108). A mediados del siglo XII la unidad de Al-Ándalus se vino abajo. Se daba paso a los llamados Segundos Reinos de Taifas. Los almohades, que habían constituido en el Magreb un nuevo imperio, unificaron nuevamente AlÁndalus e hicieron frente a los cristianos con éxitos como el de Alarcos (1195) contra Alfonso VIII de Castilla. En este período se construyeron edificios como la Giralda de Sevilla. Pero la derrota sufrida ante los cristianos en las Navas de Tolosa (1212) supuso el hundimiento del imperio almohade. Las nuevas Taifas no pudieron con el avance cristiano y la España musulmana quedó reducida al reino nazarí de Granada. 3) Los Reyes Católicos y la unión dinástica: integración de las Coronas de Castilla y de Aragón. En 1469 contrajeron matrimonio Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, de las familias reales de Castilla y Aragón, ambos de los Trastámara. En Castilla, tras la muerte de IV, estalló la guerra civil entre los partidarios de su hermana Isabel de Castilla (apoyada por Aragón) y los de sus supuesta hija, Juana "la Beltraneja" (apoyada por Portugal). Tras la batalla de Toro y la paz de Alcaçovas con Portugal, Isabel I fue reconocida reina de Castilla en 1479. Ese mismo año, Fernando I era coronado rey de Aragón. Los nuevos reyes conseguían fundir ambos reinos bajo una sola corona. En 1492, la unión territorial culminó con la conquista de Granada y el fin de la Reconquista. Con la firma del tratado de Barcelona, Aragón había recuperado de Francia el Rosellón y la Cerdaña, y, Castilla había concluido la conquista de Canarias. Con Portugal, los Reyes Católicos intentaron una unión matrimonial que no funcionó. Navarra se anexionó a Castilla tras la muerte de Isabel. Esta primera unificación de España era sólo dinástica ya que cada reino mantuvo sus leyes e instituciones.

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4) El descubrimiento de América. Cristóbal Colón descubrió América en 1492. Ante sus ojos se encontraba un nuevo continente, un hallazgo que cambiaría la historia, la economía y la política europea… aunque fue una casualidad: Colón, al igual que otros aventureros portugueses y castellanos, intentaban encontrar una ruta alternativa a las Indias ante el peligro turco en las habituales rutas comerciales. Los portugueses ya controlaban, a finales del siglo XV, la costa occidental africana. Fue entonces cuando Colón ofreció a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste, partiendo de la idea de que la tierra era redonda. El 3 de agosto de 1492 Colón partió de Palos de la Frontera, en Huelva con tres carabelas. La expedición llegó a las Antillas el 12 de octubre. El descubrimiento supone el éxito de la empresa y el inicio de una época de pujanza española, en la que el sol nunca se ponía en el Imperio. La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas (1494). 5) La crisis de 1640. Se trata de un momento difícil en el que diversos territorios se sublevan contra el poder central. Aunque las revueltas se produjeron también en Andalucía, Aragón y Nápoles, las más importantes fueron en Cataluña y Portugal. La guerra de los Treinta Años se prolongaba demasiado y tenía unos costes no previstos. El Conde-Duque de Olivares propuso la “Unión de Armas”, para reclutar soldados. Cataluña y Portugal se negaron. Olivares mandó tropas castellanas a Cataluña al estallar la guerra con Francia, lo que provocó revueltas del campesinado catalán. El día del Corpus Christi de 1640, grupos de campesinos atacaron Barcelona y asesinaron al virrey. La Generalitat de Pau Clarís encabezaba la rebelión. Los rebeldes llegaron a aceptar la soberanía de Francia para que este país los ayudara contra los castellanos. Los galos derrotaron a las tropas castellanas en Montjüic. Aunque España recuperó Barcelona, perdió el Rosellón y la Cerdaña en la Paz de los Pirineos en 1659. Aprovechando la crisis catalana, los portugueses se sublevaron: España no les ayudaba contra los holandeses, que ambicionaban las posesiones portuguesas en Asia. Los Braganza, apoyados por Francia e Inglaterra iniciaron la revuelta que culminó con la subida al trono de Mariana de Austria (madre-regente de Carlos II) y la independencia de Portugal en 1668. 6) La España del siglo XVIII: evolución de la política exterior en Europa. Las líneas de la política exterior española arrancan del Tratado de Utrecht. España quería recuperar Gibraltar y Menorca (en manos británicas), y los territorios italianos. Dos fueron los principales movimientos: alianzas con Francia y enfrentamientos con Inglaterra (por la amenaza que suponía en las posesiones americanas). La política exterior de Felipe V se dirigió a la recuperación de los territorios italianos. Optó por la alianza con Francia que se concretó en el Primer Pacto de Familia y el Segundo Pacto. España apoyó los intereses franceses en la Guerra de Polonia y en la de Sucesión de Austria. A cambio, Felipe V consiguió que el infante Carlos (futuro Carlos III de España) fuera coronado Rey de Nápoles y Sicilia y que el infante Felipe fuera nombrado Duque de Parma. Con Fernando VI (1746-1759), el gobierno español adoptó una política exterior de neutralidad. Carlos III (1759-1788) volvió a la alianza con Francia y firmó el Tercer Pacto de Familia y a la participación de España en la guerra de los Siete Años. La victoria británica llevó a firma del Tratado de París por el que cedimos Florida a Inglaterra y Sacramento a Portugal. Para compensar esas pérdidas Francia nos cedió Luisiana. España junto a Francia apoyó a los rebeldes norteamericanos contra Inglaterra. La derrota británica llevó a la firma del Tratado de Versalles y se recuperó Menorca, Florida y Sacramento. En tiempos de Carlos IV se da la Revolución Francesa que derivará en España en la guerra de la Independencia contra Napoleón en los inicios del siguiente siglo.

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FUENTE HISTÓRICA: Relacione la siguiente estadística con la Transición a la democracia.

VOTANTES (votó el 77,7 % del censo)

PORCENTAJE (%)

VOTOS SÍ VOTOS NO VOTOS EN BLANCO VOTOS NULOS

94,2 2,5 3 0,3

Resultados del referéndum para la aprobación de la Ley para la Reforma Política (1976) Aquí van a valorar tu capacidad para describir lo que ves y para asociar la imagen con las circunstancias históricas. En 1976 se celebró en España el referéndum por el que se preguntaba a la sociedad española sobre la Ley para la Reforma Política aprobada ya en las Cortes. Los resultados son los que aparecen en la tabla. Con una amplia participación, los españoles demostraban que tenían ganas vida política después de cuarenta años de dictadura, con aplastante victoria a favor del cambio. Es curioso como el número de votos en blanco superó al voto negativo. Había más pasivos ó indecisos que partidarios de franquismo. Y aún así, esos indecisos se acercaron a votar, un acto bastante democrático. También contribuyó a la enorme participación, la publicidad que se le dio en los medios: Adolfo Suárez, que había sido director de RTVE se había dado cuenta del gran poder de la televisión. Tuvo, por ejemplo, mucho éxito el lema “Habla, pueblo, habla”. La Ley de la Reforma Política fue la concreción legislativa del desmantelamiento del franquismo. Suárez, al frente del gobierno tras Arias Navarro, la presentó a las Cortes en septiembre de 1976. Si no se hubiera aprobado en las Cortes, hubiera sido su suicidio. Aún estaban presentes y vivas algunas voces del franquismo más inmovilista (el "bunker", con figuras como Blas Piñar). La labor de políticos más aperturistas como de Fraga, Areilza ó el propio Suárez, fueron claves para marcar el camino hacia la democracia. Tras aprobarse en las Cortes, se consultó al pueblo sobre esta Ley. Hay que decir que el referéndum es una herramienta política que se emplea para pedir el acuerdo de la población. No son unas elecciones legislativas, sino una pregunta ante una decisión importante. La realidad es que los gobernantes convocan referéndum cuando saben que lo van a ganar y las medidas impopulares se aprueban, por ejemplo, por Decreto Ley. De hecho, en la historia de la democracia española, sólo se han dado cuatro referéndums: el que se propone en la tabla, otro para dar el apoyo a la Constitución, el de entrada de España en la OTAN y el de aprobación de la Constitución Europea. Era el comienzo: Dos años después, tendríamos Constitución.

TEXTO: MANIFIESTO DE LOS PERSAS (12 de abril de 1814) "Artículo 1. […] en ausencia de V M. se ha mudado el sistema que regía al momento de verificarse aquélla, y nos hallamos al frente de la nación en un Congreso que decreta lo contrario de lo que sentimos y de lo que nuestras provincias desean, creemos un deber manifestar nuestros votos y circunstancias que los hacen estériles, con la concisión que permita la complicada historia de seis años de revolución. [...] Artículo 134. La monarquía absoluta […] está subordinada a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado; fue establecida por derecho de conquista o por la sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron sus reyes. […] No pudiendo dejar de cerrar este respetuoso Manifiesto en cuanto permita el ámbito de nuestra representación y nuestros votos particulares con la protesta de que se estime siempre sin valor esa Constitución de Cádiz, y por no aprobada por V. M. ni por las provincias [...] porque estimamos las leyes fundamentales que contiene de incalculables y trascendentales prejuicios […] Madrid, 12 de abril de 1814.

ANÁLISIS DEL TEXTO Y CUESTIONES: 1. Resuma con brevedad y concisión el contenido del texto. (Puntuación máxima: 0’5 puntos). Los “persas” son los diputados absolutistas que piden la vuelta a este modelo de gobierno con Fernando VII al frente. Con la ausencia del Rey (desde la abdicaciones de Bayona hasta 1814) se da un gobierno contrario a la nación. El segundo párrafo habla de la justificación del absolutismo (legitimidad divina). En el tercero piden la anulación de la Constitución de Cádiz, de carácter liberal.

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2. Señale y explique las ideas fundamentales del texto. (Puntuación máxima: 1 punto). Los “persas” son los diputados absolutistas que piden la vuelta a este modelo de gobierno con Fernando VII al frente. Desde la abdicaciones de Bayona hasta 1814, Fernando VII está ausente y el gobierno de José Bonaparte dictaba leyes contrarias a la nación. La monarquía absoluta es designada por Dios y en eso, como en la tradición histórica, se fundamenta. Esta idea viene desde el Medievo y que se afianza en la época de Luis XIV de Francia, paradigma de los reyes absolutos. Piden la supresión de la Constitución de Cádiz, y la disolución de las Cortes, por los tremendos prejuicios. 3.

Responda a la siguiente cuestión: Absolutismo y liberalismo en el reinado de Fernando VII. (Puntuación máxima: 3 puntos) En 1813 Napoleón es obligado a liberar a Fernando VII y a firmar la paz de Valencay. Un grupo de diputados firmaron el “Manifiesto de los Persas”. En él reconocían la soberanía absoluta y el derecho divino del monarca. Fernando VII da un golpe de Estado, anula la obra de las Cortes de Cádiz y anula la Constitución de 1812. Era la vuelta al Antiguo Régimen. Comienza el Sexenio Absolutista (1814-1820). Durante estos años Fernando VII se mostró desinteresado por los asuntos internacionales y, pese a que España se había enfrentado a Napoleón, quedó marginada del reparto. La economía temblaba, el país estaba destruido tras la guerra de la Independencia,… pero Fernando VII, empeñado en mantener los privilegios estamentales, se negó a emprender cualquier reforma fiscal. ¿En qué se centra su gestión? En la represión de los enemigos del absolutismo: se produjo una depuración de afrancesados y liberales. En el Ejército se produjeron pronunciamientos liberales que obligaron al rey a jurar la Constitución. Primero fracasaron Mina Porlier y Lacy. Riego hizo que el rey jurase la Constitución. Y aquí comienza el llamado Trienio Liberal (1820-1823). Volvía a estar en vigor la Constitución de 1812 y la obra reformista iniciada en 1810. El rey seguía empeñado en la vuelta al absolutismo. Los liberales se dividían entre los que pretenderán modificar la Constitución buscando el acuerdo con el Rey (concediéndole más poder y creando una segunda cámara reservada a las clases más altas) y los partidarios de la aplicación estricta de la Constitución de 1812. El gobierno aplica una política claramente anticlerical: expulsión de los jesuitas, abolición del diezmo, supresión de la Inquisición, desamortización de los bienes de las órdenes religiosas... Todas estas medidas trataban de debilitar a una poderosísima institución opuesta al desmantelamiento del Antiguo Régimen. El enfrentamiento con la Iglesia será un elemento clave de la revolución liberal española. Alentados por las conspiraciones del rey y espoleados por la grave crisis económica pronto surgieron movimientos de protesta contra el gobierno liberal en Madrid. La contrarrevolución realista se concretará en la aparición partidas de campesinos fuertemente influidos por la Iglesia en el País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña. Alentados por estas protestas, la oposición absolutista se aventuró a crear Regencia Suprema de España en Urgel, cerca de la frontera francesa. Trataban así de crear un gobierno español absolutista, alternativo al liberal de Madrid. El fracaso de la Regencia de Urgel hizo evidente para Fernando VII y los absolutistas que la única salida para acabar con el régimen liberal era la intervención de las potencias absolutistas europeas. Y así fue: Tras la derrota de Napoleón en 1815, las grandes potencias absolutistas (Prusia, Austria, Rusia y la Francia de Luis XVIII) se habían comprometido a intervenir ante cualquier amenaza liberal. Reunidas en Verona, acordaron la intervención en España. El 7 de abril de 1823 un ejército francés, conocido como los “Cien Mil Hijos de San Luis”, entró y, sin encontrar resistencia popular, conquistó fácilmente el país. El 1 de octubre puso fin al último foco de resistencia del gobierno liberal en Cádiz y repuso como monarca absolutista a Fernando VII. La vuelta al absolutismo será llamada por los historiadores como la Década Ominosa. Se inició la represión contra los liberales yse crearon Juntas de Fe que ejercieron la función inquisitorial y represiva. Pero las conspiraciones liberales continuaron. Por ello, Fernando VII disolvió el ejército y pidió a Francia que se mantuvieron los Cien Mil Hijos de San Luis. Paralelamente se expulsaron miles de funcionarios, especialmente docentes y se reformó la Hacienda, lo que permitió un cierto equilibrio presupuestario. En esta época, España debe hacer frente a la emancipación de las colonias americanas. Así, hasta la muerte del monarca que dará paso a las guerras carlistas, en el fondo un enfrentamiento entre absolutistas y liberales.

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