• Dejaremos de depender tanto del petróleo cuando… • La humanidad dependió completamente de la luz solar hasta que… • La población de osos continuará disminuyendo mientras… • Las aves migran en cuanto… • …hasta que desaparezca/n. • …mientras no se conciencie a la población del problema. • …en cuanto apagaron el incendio. • …cuando se produce una catástrofe natural.
Superpoblación: más de 9 000 millones de personas. Envejecimiento de la población (una de cada seis personas superará los 65 años). Agotamiento de los recursos naturales (agua, petróleo, alimentos…). Casi la mitad de la población mundial, vegetariana. Tecnología más poderosa, eficaz y barata. Energía solar: la mayor fuente de energía. Explotar los recursos de otros planetas. Aumento del reciclaje. Más y mejor.
• El consumo de agua disminuyó después de que empezamos / empezáramos a usar el agua de la lluvia para regar. • Cada año, el consumo de agua disminuye después de que el gobierno amenaza con restricciones. • El consumo de agua disminuirá después de que el gobierno amenace con restricciones. • Los vecinos volvieron a sus casas antes de que cayera la noche. • Los vecinos vuelven a sus casas antes de que caiga la noche. • Los vecinos volverán a sus casas antes de que caiga la noche. • Los vecinos volvieron a sus casas después de extinguirse el incendio. • Los vecinos volvieron a sus casas antes de caer la noche.
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cuál los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yudo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana aradas en alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.