Las 12es: Estado de Alta Autoestima y Alineación de Misión, Visión y Valores Bienvenido a un nuevo audio de Hipnosis Paralela, o de las "Doce Puertas" como también nos gusta llamarlo. En este audio vamos a hablar de algo súper interesante, es algo que vas a experimentar y que realmente va a cambiar tu percepción de ti mismo, de ti misma sobre todo. Así que vamos a empezar con este audio para la autoestima. Antes de nada, como siempre, asegúrate de estar en un sitio cómodo, donde puedas descansar, estar relajado o relajada y de una manera pues que tu cuerpo te lo agradezca estar en esta posición. Así que te dejo unos segundos para que te acomodes antes de empezar. Eso es. Ahora, como siempre, vamos a empezar con tres preguntas muy sencillas. ¿Puedes dejar tu cuerpo cómodamente descansando donde estés? Perfecto. ¿Puedes tomar una respiración muy, muy profunda y soltar el aire lentamente? Perfecto. Y por último. ¿Puedes cerrar tus ojos cómodamente ahora? Eso es. Muy bien, lo estás haciendo perfecto. Y ahora, con los ojos cerrados, quiero que te imagines que pudieras milímetro a milímetro de tu cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, ir bajando por cada uno de esos milímetros de tu piel haciendo que cada parte se relaje. Para eso, voy a ir contando del diez hasta el uno y será como si una nube tibia muy cómoda te fuera tocando desde la cabeza, la cara, los hombros, milímetro a milímetro hasta llegar a tus pies. Y cuanto más vaya bajando, más profundamente relajado, relajada estarás. Así que empezamos a contar. Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos y uno. Eso es, perfecto. Lo has hecho perfecto. Y ahora, para hacer que esa relajación sea aún más profunda, quiero que te centres en tus ojos. En los músculos que rodean tus ojos. En esos cincuenta y tres músculos que hay alrededor de tus ojos ahora mismo, muy relajados. Y de hecho, quiero que tú mismo, con tu imaginación, hagas que esos músculos se relajen aún mucho más. Tan relajados, tan sueltos, que simplemente, incluso si quisieras no se abrirían, porque están cómodamente relajados. Así que ahora quiero que imagines que están completamente relajados, completamente sueltos. Sueltos, relajados. Eso es. Y ahora, cuando cuente tres, vas a mandar como si fuera una ola
muy rápida desde tus ojos hasta los pies y hasta la cabeza toda esa relajación que tienes en esos músculos, al resto de tu cuerpo. Prepárate. Uno, dos, notando toda la relajación en los ojos y a punto de estallar hacia todo el cuerpo, y tres. Deja que se vaya a todo el cuerpo toda esa relajación. Eso es, eso es. Y ahora, quiero que te imagines que pudieras ver tu cuerpo desde fuera, que te vieras ahí sentado o sentada, tumbado o tumbada, en la posición que estés ahora mismo. Que vieras cómo tienes los ojos cerrados, cómo tu cuerpo está muy relajado, cómo tu pecho sube y baja con cada respiración. Eso es. Y mientras te ves, mientras te fijas en tu pecho, quiero que te des cuenta cómo cada vez que tomas aire, al soltar el aire, más se relaja todo tu cuerpo, y puedes ver cómo la cara se relaja, lo puedes ver desde fuera. Puedes ver los brazos completamente relajados, las piernas completamente relajadas. Eso es, eso es Ahora, lo que vamos a hacer es lo siguiente. Quiero que te imagines que pudieras flotar e irte hacia el cielo, muy alto en el cielo, a una nube muy cómoda, muy placentera, donde puedes sentarte, porque es tu imaginación, y aquí eres capaz de cualquier cosa. Así que estás sentado o sentada en esta nube muy cómoda, muy segura, muy grande. Y vas a ir con ella, porque hace lo que tú le digas. Vas a ir con ella hacia un bosque. Un bosque que quizás ya conozcas. Así que ves ahora hacia el bosque en tu nube. Eso es. Y bajas con esa nube hasta el suelo, hasta ese bosque donde empiezas a andar por un camino, donde empiezas a ver muchos árboles, pero uno de ellos te llama más la atención que los demás. Así que te sientas en ese árbol, apoyas tu cabeza y mientras escuchas cada una de mis palabras, empiezas a quedarte dormido apoyado, apoyada en ese árbol. Y mientras estás dormido, dormida, empiezas a soñar, y sueñas que estás en una ciudad, una que ya conoces, andando por una calle, y ves una puerta que te resulta muy familiar. Te diriges hacia ella, entras dentro de esa habitación, y ves que hay doce puertas que ya conocías. Sabes que cada una de ellas te lleva a un universo paralelo donde otra versión de ti mismo o de ti misma está viviendo paralelamente gracias a la física cuántica, otra vida, con otras decisiones que tú no tomaste. Y hoy, vas a ir a la puerta de esa versión de ti mismo o de ti misma que tiene una autoestima de diez. Que tiene una autoestima por las nubes, que sabe lo que vale, y consigue lo que se merece. Así que ponte frente a esa puerta y cuando cuente tres, abrirás la puerta y saltarás a este universo paralelo. Al principio, cuando saltes sólo verás a esa versión de ti mismo o de ti misma, y verás cómo hace las cosas en el día a día. Qué hace para tener esa versión tan buena de su autoestima. Así que empiezo a contar.
Uno, dos, tres. Abre la puerta y salta a ese universo paralelo. Eso es, muy bien, lo estás haciendo perfecto. Y ahora, en ese universo paralelo, empiezas casi a espiar a esa versión de ti mismo o de ti misma, y vas viendo cómo pasan los días, las horas, y qué es lo que hace, porque sólo con mirarle, con mirarla, ves que tiene una autoestima de diez. Así que te voy a dejar en silencio durante veinte segundos, y mientras ve fijándote en qué hace para tener esa autoestima de diez. En veinte segundos volveré a hablar contigo. Eso es, lo estás haciendo perfecto. Y ahora, en un momento contaré hasta tres, y podrás interactuar con esta versión de ti mismo, de ti misma. Cuando cuente tres podrás hablar con él o con ella, y podrás preguntarle qué hace para tener la autoestima como la tiene. Cuál es su secreto. Te contará todo para que a partir de ahora tú también lo tengas. Así que prepárate. Uno, dos y tres. Y ahora os podéis ver y podéis hablar. Y empezáis a hacerlo, a transmitir todos esos conocimientos, incluso de manera inconsciente. Así que te dejo diez segundos para que te transmita todo lo que necesitas saber para que a partir de ahora seas tu mejor versión de ti mismo, de ti misma, con una autoestima de acero, de diez. En diez segundos, volveré a hablar contigo. Eso es. Eso es, lo estás haciendo perfecto, porque tienes una mente maravillosa. Y ahora, cuando cuente tres, vas a abrazar a esta versión de ti mismo, de ti misma, y te vas a fundir completamente con él, con ella, para así absorber toda esa habilidad de tener la autoestima por las nubes. Uno, dos y tres. Te fundes en un abrazo muy fuerte con esta versión de ti mismo, de ti misma. Eso es, eso es. Notando cómo en cada célula, cada fibra, cada nervio de tu cuerpo se va esparciendo esta nueva habilidad de tener una autoestima de diez. Eso es. Y ahora, mientras tomas una respiración profunda, ahora, voy a contar del uno al tres, y cuando llegue al tres volverás de nuevo por esa puerta, a esa habitación con las doce puertas. Y desde ahí iremos al siguiente lugar. Uno, dos y tres. De nuevo de vuelta en esa habitación donde ahora pensando en cuál es tu misión, cuál es tu visión, y cuáles son tus valores, por qué estas en este mundo, empiezas a ver que una de las puertas te llama más la atención. Y es la puerta que te va a llevar a esa versión de ti mismo, de ti misma, que tiene tan claro, y tan definida su misión, su visión en la vida y sus valores, que hace cada cosa alineada con estas tres cosas. Así que ponte enfrente de esa puerta, toma una respiración profunda, y cuando cuente tres, abrirás la puerta, saltarás dentro
y verás desde fuera sin poder interactuar de momento, a esa versión de ti mismo, de ti misma que tiene clarísimo cuál es su misión, cual es su visión en la vida, y cuáles son sus valores, y actúa de acuerdo a ellos. Prepárate. Uno, dos y tres. Abres la puerta y saltas a ese universo paralelo, donde ahora empiezas a ver el día a día de esta versión de ti mismo, o de ti misma, que tiene cien por cien clara su misión en la vida, su visión en la vida, y también sus valores, y actúa en consecuencia desde que se levanta hasta que se acuesta cada día. Así que durante veinte segundos te voy a dejar que observes a esta versión de ti mismo o de ti misma, para que puedas aprender de ella. En veinte segundos volveré a hablar contigo. Eso es. Lo estás haciendo perfecto, porque tienes una mente maravillosa. Y ahora, cuando cuente tres, podréis interactuar, podrás hablar con esta parte de ti, podrás transmitirle, preguntarle lo que necesites, y te ayudará. Así que prepárate. Uno, dos, tres. Y empezáis a interactuar, y para que lo hagáis cómodos, te voy a dejar diez segundos para que interactúes, preguntes, toques a esta otra parte, y descubras cuál es tu misión, tu visión, las acciones que tienes que tomar. En diez segundos volveré a hablar contigo. Eso es, muy bien, lo estás haciendo genial. Eso es, eso es. Ahora, cuando cuente tres, vas a abrazar para agradecer a esta parte lo que ha hecho por ti. Y al abrazarla o abrazarle, te fundirás y absorberás todo ese conocimiento inconsciente, casi que pasa desapercibido, pero que está ahí, y te hará crecer a partir de ahora, alineado con tu misión, con tu visión y tus valores. Uno, dos y tres. Abrazas a esa parte de ti mismo, de ti misma, y notas cómo cada célula, cada fibra, cada nervio de tu cuerpo, está alineado ahora con tu misión, tu visión y tus valores. Eso es. Y tomas una respiración profunda haciendo que se selle el cambio en tu cuerpo. Y mientras lo haces, voy a contar del uno al tres. Cuando llegue a tres, volverás de nuevo a través de esa puerta, a esa habitación con las doce puertas, donde continuaremos con el viaje. Uno, dos y tres. Abres la puerta y saltas hacia dentro, eso es. Y de nuevo en esa habitación con las doce puertas, tomas una respiración profunda, sintiéndote agradecido, agradecida por el viaje que hoy has hecho, por lo que hoy has cambiado, y sabiendo que puedes visitar de nuevo esta habitación siempre que necesites, sólo con cerrar los ojos y pensar en ella.
Y ahora sales de la habitación, de nuevo a esa ciudad que te es tan familiar, y conforme vas andando, empiezas a darte cuenta de que estás despertando sentando o sentada en un bosque, apoyado en un árbol, donde abres los ojos y empiezas a caminar hacia una nube gigante que te lleva siempre hacia donde tú quieras. Te subes a ella, y te lleva hacia donde estás sentado ahora. Eso es. Y puedes ver cómo bajas de esa nube, y te metes de nuevo en tu cuerpo, empezando a sentir tus brazos, tus piernas, tu espalda apoyada, los músculos de tu cara. Y cuanto más respiras, más te vas haciendo consciente de lo largo que ha sido este viaje, y de lo bien que te encuentras ahora. Y ahora voy a contar del uno al cinco, cuando llegue a cinco estarás completamente despierto, despierta, con los ojos abiertos, completamente alerta y sintiéndote genial, sabiendo que has hecho cambios muy grandes en tu vida. Uno, notando cómo la energía empieza a subir por los pies, la cintura, el pecho, la cabeza. Dos, notando cómo cada célula, cada fibra, cada nervio de tu cuerpo empieza a vibrar de nuevo. Tres, toma una respiración bien profunda, eso es, una respiración bien, bien profunda. Cuatro, notando toda la cara refrescada como por aire de montaña. Y cinco, ojos abiertos, completamente despierto, despierta y alerta. Bienvenido, bienvenida. Eso es. Ahora viene muy bien estirarse para volver a reincorporarse totalmente, y de nuevo bienvenido, bienvenida. Te habló Nacho Muñoz, nos vemos en el siguiente audio.