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ARTESANIA DE MANABI Mediador de Identidad
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INDICE
L El Problema.. 3 g U. MarmTeórioo... UL Metodologfa 29 ry. Contexto General La Región ....... 45 V. Momocristi. 53 VL Diagrúctio Art€sarial del Canrín............ 67 VII. Los Proc€sos de Producción............ 77 VIII Las Relaciones de Producción........... l0l IX. La Artesanía como ele¡nento Mediador de ldentidad lm X. Corplusiorcs............ ll5
Artesanla de manabl
I
EL PROBLEMA
El problema de la IDENTIDAD en los últimos años ha cobrado ciert¿ relevancia a propósito de la celebración de los 500 años del Descubrimiento de América,la Integración subregional andina, el discurso polltico para la integración nacional del pafs. En el sentido más estricto, el tema es importante en la medida en que toda sociedad requiere descubrir al otro para afirmar sus particularidades, caracterfsticas y asf mismo lo que ésta tiene de los otros, cómo lo integra dentro de sf,lcómo lo recodifica, reinterpreta asume en un discurso coherente y cotidiano. Esta necesidad, como lo señala Todorov, bien puede suscitarse al interior mismo de una sociedad diferenciada por edades, sexo, trabajo, etc., o hacia afuera, con un grupo extraño a esa sociedad. (Todorov, 1982:pp.
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En nuestro pafs esta problemática cobra cierta particularidad pues nuestra sociedad tiene como caracterfstica principal{la convivencia de varios grupos éurica y culruralmente diferenciados,lo cual nos ha dado la caliñcación de ser un pafs multiétnico y pluricultural, espccificidad que ya ha sido reconocida en la Constitución de la República y considerada como uno de los problemas nacionales en el Plan Nacional de Desarrollo del actual Gobiemo (1989-1992), debido a la desintegración de intereses para el desarrollo común de la nación.
Teresa Vdsquzz B.
Pero una de las grandes limitaciones para poder rebasar el nivel de la enunciación al de la práctica dentro de las Polfticas Sociales, es el que aún el problema de la Identidad sigue siendo manejado como una macrocategoría, al igual que el de Cultura, con la cual se pretenderfa "orientar y potenciar la actividad de la sociedad" como un mecanismo de "afirmación en el presente y de la constitución progresiva de la Nación", idenüficada como una de las grandes ausencias de nuestro proceso social e histórico. (Op. cit.: pp.242), perc que no logra consolidarse en propuestas concretas. Pero cómo recuperar, reafirmar o descubrir esa identidad coque mrin está ausente, enfrentados especialmente a aquella pluriculturalidad y mulüetnicidad antes citada?. La altemativa más viable es realizar un esfuer¿o teórico para definirla y un ensayo práctico para ubicarla en sus componentes y procurar asf bajar del nivel de la enunciación al de los cotenidos, y enfrentar una problemática claramente identificada en sus lfmites, riquezas y poténcialidades. Es asf que la intención de este trabajo es brindar ciertas llneas de reflexión sobre el tema. Qué mejor si no, a través de una de las expresiones culturales más ricas de nuestro pafs: la artesanfa, en un pueblo de mestizos costeños o montubios, que practican tradicionalmente esta tarca.
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Con este objetivo hemos planteado la hipótesis principal de este trabajo que consiste en afirmar que la Artesanfa, al ser una exprcsión de la cultura de un pueblo constituye uno de sus mediadores para reafirmar los ,¡asgos de identidad y pertenencia a un grupo social. Pero la Identidad, al ser un discurso que se va creando en el transcurrir del tiempo, sufre cambios permanentes,-alimentada o empobrecida por factorcs exógenos y en decadencia, de factores propios, lo que configura una nueva imagen, que no deja de ser una reañrmación del "nosotros".
Artesanlo dc m.anabí
Se plantea que la Artesanfa es uno de los tantos mediadores de
los que dispone una cultura, sin duda podemos encontrar, muchos de ellos al interior de un grupo social. Entendiéndose por mediación, a aquellos elementos que ejercen las funciones de engranajes en la relación entre el sujeCI y el objeto, en ellos se encontrará reproducido un conjunto de sfmbolos y significaciones creadas por el individuo como ser social. Ejemplos de mediadores hay muchos, entre otros: el vestido, la música, la lengua, el habitat, el arte, la fiesta, etc. Con ello se quierc señalar que la Cultura, al ser un sistema interrelacionado de elementos, valores, expresiones y costumbres, permite acuñar en cada uno de estos, su caracterfstica particular, su sello.
Al poseer esta particularidad, crea un conjunto de referentes que genera en cada uno de los miembrosldel grupo un sentimiento de coparticipación y pertenencia. cada uno de cstos elementos lleva dentro un rcferente racional y/o afectivo que hará que el individuo se sienta miembro de..., oriundo de..., etc. Sentimiento,que en
nuestro lenguaje castizo se expresa con el apelaüvo de ,,paisano" o "chagra", con lolcual referimosl la no-pertenencia.
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Los poseedores de esk habilidad, son generalmente pocos y siempre han sido considerados como hombres "dotados" y por lo tanto afortunados de ser depositarios de la admiración y el respeto de sus parientes, amigos y hasta de los desconocidos. Al parecer, ma-
Teresa Vósquez B.
yor es su importancia cuanto menor es el prcceso de industfialización; pero la historia nos demuestra que en toda época, la labor artesanal sigue rcactualizando y cobrando nuevas dimensiones, nuevos valores, se refuncionaliza.encontrando nuevos espacios, donde es igualmente considerada como la actividad privilegiadaEstos objetos que representan las habilidades de un pueblo y se mantienen atractivos especialmente para cierto tipo de consu-
midor, conservan el prestigio del lugar de donde son originarios para darse a conocer hacia afuera. Lo que hace que la artesanfa otorgue, no sólo a los artesanos, sino también a los miembros de esa comunidad, un importante mediador de identidad.
El proceso de refuncionalización del que habfamos hablado, refiriéndonos a esa capacidad de adaptación que poseen los artesanos, ha hecho que con el devenir histórico, algunas ramas artesanales, trasciendan su papel de meramente utilitarias, ceremoniales o decorativas para la comunidad, pan tomarse en un objeto esencialmente decorativo o "souvenir" para el turisf.a, manteniendo el objetivo primero de responder a la satisfacción de las necesidades internas del grupo,bajo otra modalidad. Esta vez, mediante la venta con lo cual ganan un ingreso que cubrirá, quizás otro tipo de necesidades o las mismas, bajo otra óptica.
Pero este conjunto de referentes de los que es depositario un objeto artesanal -materia prima, color, diseño, imaginación, habilidad, etc., no sólo es un discurso pertenecientg a la autoimagen de la cprnunidad que comunica'a travéS de su arte el artesano. También lo es de la imagen que éste se hace del otro, deJpg¡g.4p-ial comprador, di!¡u-ús-E q-dg!.g¡¡.ranjero, complementando asf el cfrculo de afirmación de la identidad, que se construye en la dimensión del otro, para reconocerse a sf mismo, lo que MacCanell ha llamado la "etnicidad recorctrulda", que se explicará más adelante.
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Artesanla dc manabt
Este tema por sf m¡smo es controvertido. Algunos autores como Garcfa Canclinil plantean que, ésto +l dedicarlas habilidades artesanilÑdüñ pTeblo para ei turista que lo despoja de su sentido , es la enajenación cultural, que se expresa en la ruptura del objeto y el sujeto creador, convirtiendo a la artesanfa en mero objeto de consumo.
La otra lfnea, expresada en autofes como el anteriormente plantean que no hay una expropiación total de ese citado contenido cultural de la artesanfa, sino una capacidad demostrada por los artesanos de lograr introducir dentro de su discurso la imagen del otr), que a la postre se constituye en una imagen reconstruida de sf mismos.
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Aparentemente, estas dos posiciones son opuestas, veremos más adelante que arnbas podrfan confluir en una misma lfnea enfocando dos momentos. Es decir, existen nrmas de la artesanfa que se han entregado total e incondicionalmente al mercado extemo, conservando apenas la técnica; otras se inscribirán en un esfuerzo por reconstruir un discurso original rescatando no sólo la técnica sino también los contenidos de su cultura. O bien pudieran constituirse en una segunda y tercera altemativa, es decir o que se consütuyan en un discurso culturalmente enriquecedor o en uno decadente, alienante o enajenante.
Planteado asf el problema, considero que la artesanla montecristense denuo de la complejidad social del poblado a la que pertenece posee un particular sentimiento de identidad. Aplicando la dimensión que Todorov le otorga al concepto de ldentidad, tanto al interior de la misma sociedad, dentro del gremio de artesanos, que constituyen un grupo importante y representativo no tan sólo en número y acüvidad económica, Si no y particularmente por su representatividad cultural, pues trasciende del interior del grupo a constituirse en el orgullo del "montecristense": asf como en la relación
TeresaVdsqucz B.
aparcntem€nte conflicüva y enajenante con el turista, es decir hacia afiIe¡a. Ptanteado asf el problana, a conünuación ertraremos a desanollar algunos de los elementos teóricos necesarios para enmmbarla comprobación de la hipótesis. He considerado fundamental, abrir ese acápite con la presición del término Cultura, que constituye el especüo macro donde se origina el de ldentidad.
Artesanlo
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II MARCO TEORICO
Como se habfa planteado incialmente, la artesanfa forma parte de las expresiones culn¡rales de un grupo social. Al ser este el parámetro conceptual mayor, se hace necesaria su deñnición.
Asf, es menester -aunque se dan por superadas- recordar aquellas corrientes para quienes Culn¡ra era un término sinónimo al de "buenas cosn¡rnbres" o lo que hacfa referencia al vasto conocimiento, privilegio sólo de algunos hombres ilustrados; igualmente han sido replanteadas aquellaq para las que Cultura era lo que simplemente hacfa diferentes a unos grupos humanos de ot¡os, estos últimos, por lo general calificados con el apelativo de "salvajes".
El tema de la Cultura al margen de zus usos en el lenguaje ordinario, desde finales del siglo XVm ha ido adquiriendo un nivel técnico y concepn¡al importante dent¡o de la Antropotogfa, hasta el punto de convertine en uno de los temas centrales de esta disciplina"
En primera instancia cabe una apmximación de fondo. La Culn¡ra ha sido concebida en el opuesto de la dicotomfa Naturaleza/ Culn¡ra en la que esto (Culnra) se conesponde a la idea de hombre dentro de una tradición clararnente idealista y espiriualista. A esta primera aproximación,la respuesta que surge es: "La claridad de la oposición naturaleza/cultura es sólo aparente: la nan¡raleza aparecz,
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TqesaVósqucz B.
siempre mediada por el hombre y del mismo modo los contenidos culturales son, en cualquier caso, productos naturales. Además, la
culura no prede ser entendida exclusivamente en un senüdo mental, "espiritual" (frente a la naluraleza que serfa lo corporal), ya que la cultura también es espfritu objetivo: loza, alcantarillas, viviéndas (cultura ésta que curiosamente es más pererule que la moral y la reügión de los pueblos)". (Bueno, 1928, en: Reyes, 19g6:234:) Por otra parte, continúa el mismo autor, ...1a cultura no puede oponerse a la naturaleza porque ella misma se da en la naturaleza y recfprocamente" (Op. cit.)
Esta discusión entre lo espiritual y lo material, reivindica nuestra afirmación inicial de que la Artesanfa es evidentemente una expresiór cultural, relacionada fundamentalmente al ámbito de la técüca 2, que segrin los términos en los que se expresa la cita anterior, coresponde al campo del espfritu objetivo, según la cual, las relaciones que se dan en la escala de lo humano, de lo crcado y per_ teneciente al hombre, son parte de su cultura. A esta lfnea de interpretación algunos la han llamado: cultura .'material.', de la que obtenemos gran parte de ese conocimiento aplicado a los objetos: produc¡os, artefactos, lrcrr¿mientas, armas, etc. Esta diferenciación rm es posible detectarla desde el prirrcipio
del origen del concepo de cr¡ltura. Asf vemos que la principal corrierite de la Anuopologfa de principios de siglo, cuyo prirrcipal exponenete Sir Edward Bumetr Tylor (1g71) define cultura en los siguientes términos:
...es ese todo complejo que incluye conocimientos, creerrcias, afte moral, ley, costumbres y toda la serie de capa_ cidades y hábitos que el hombre adquiere en tanto miembros de una sociedad dada. (Iylor, lg7l).
Artesanla dc manabl
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En la cita precedente, en efecto no se menciona -al menos en forma evidente- el que los productos materiales sean parte de la cultura del Hombre, sin embargo nos da un refercnte oon una amplitud que, "podrfamos incluso decir que los diversos tipos de definiciones de cultura que se ensayaron posteriormente no son m¿ls que subclaves de esta definición omniabarcante..." (Alvargonzllez, en: Reyes,
1986:235). M!¡s tarde, los Antropólogos de la lfnea de "Cultura y personalidad" (Benedict, Mead), hacen énfasis en priorizar la configuración de la Pensonalidad Base de una cultura, apoyados en las experiencias que para la época ya se tenfan en psicologfa y en psicoa-
nálisis. Sostienen que la Cultura material es producto de la C\rltura y no la Cultura en sf misma... (Rossi y O'higgins, s.f.; 36), dotándole asf de una independencia e integralidad a las obras del hombre como parte de su comportamiento. El ejemplo más claro podrfa ser el de los avances tecnológicos que son producto de la experiencia, el conocimiento y la habilidad del hombre para mejonr sus condiciones de vida, los que se constituirán en important€ sustento para el surgimiento de nuevos valores, creencias y modos de explorar el medio circulante. (Op. Cit. :36).
Hay autores que van más allá, llegando a diferenciar dos clases de sociedades: "...unas fundadas en el orden moral, donde la
conducta del hombre se basa en la reciprocidad de los lazos afecüvos y en el sentido de la rectitud y de las motivaciones de üpo religioso.
otras sociedades se basan en el orden técnico,donde la conduóta se sustenta en consideraciones que tienen que ver con la eficacia de tipo técnico, material y contractual." @edfield, 1965: 3). Esta nueva altemativa de definir dicotómicamente el tipo de cultura que determina el carácter de una sociedad, no encontró mucho eco en la discusión, pues la primera observación podrfa ser que diflcilmente se podrfa determinar cu¡lles son los casos más pu-
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ros, vistos desde la deümitación y parámetros que ayudan a definirlas como tales.
En el otro extremo de la discusión y en una posición más radical, Beals'y Hoijer (1963) en su "Inüoducción a la Antropologfa", sostienen que existe una particularidad de la culnra, que hace que ésta, "...en su aplicación mils general, se rcfiere a la totalidad de los comportamientos aprcndidos de la humanidad entera... (o modos de comportamiento caracterfsticos de una sociedad)." (Op. cit,129). Por lo tanto, al ser una abetracción del comportamiento,..."no deáe corfundirse con las acciones individuales ni con la llamada cultura material,los artefactos son resultantes de cierto tipo de comportamiento..." (Op. cit.,l978:129) EI subrayado es mfo. Co¡r ello se logra eliminar la posible distinción entre dos cultuirs: unamental o no matefial y otra material, concluyendo que ambos aspectos: conocimiento y técnicas están estrechamente relacionados entre sf hasta el punto en que comúnmente'se expresan bajo un mismo comportamien¡o u objeto.
Malinowsky (1884-1942), conocido como el padre del Funcionalisno, ya planteaba esta intenealción, cuar¡do sostierp que cada Cultura representa un sistema del cual todos los elementos son solidarios. Por descontado Que no deben estudiarse separadamente, fuera de su contexto, olvidando el papel que desempeña un rito, un rásgo cultural o una técnica en el funcionamiento global de la sociedad.
En sus palabras:
En todos los tipos de civilización cada costumbre, objeto o creencia cumple alguna función vital, üene que llevar a cabo alguna tarea, representa una parte indispensable del aparaúo. @nciclopedia del Mundo actual, 1977:lM).
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Artesanl.a de manabl
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papel de la cultura para enfrrentar la noción de necesidad es decir óomo fundamental mecanismo adaptativo del hombre a su entomo.
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caso que una cofinotación que va más allá de su aPafiencia, como el .en los Trobiand- tam"la canoa cuando dice
Ere cita Malinowsky, (Argobién tiene su sociologfa"; o el comercio simMlico del kulé de la esencia fepfesenta nautas del Pacffico , lg22) donde el objeto le atribuyen los valores de la sociedad trobiandesa al que algunos la sexo simMlico o ha sido interprelado por ciertos etnólogos como ridel la similin¡d a por rapto debido supervivencia del matrimonio tual; otros interpretan que podrfa estar ligado a la inestabiüdad de las "chieffers,' o jefaturas dcpendiendo del poder polfüco en cada una de las islas del ArchiPiélago En cualquier caso lo importante es rcscatar el carácter simbólico y comunicacional de estos objetos, donde se sincretiza el pensamiento, las costumbres y la técnica. Es decir el +*o^ianzta fndinp nre rrvlrfr eJocAf rln referente inmEfiffi nivel fndice su ni¡rol trasciende orr gg_{gr.d.S no exisEuna y s.g*qigq!!.cado, sino que permite
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Asf mismo habrán objeos que tan solo hablan de una relación funcional, es decir que cumplen con un papel determinado para cubrir una necesidad, por ejemplo una vasija. Pero vemos que aquel utensilio también pos@ una forma original que lo üferencia de entre otras de una cultura distinta. Este objeto'posee un diseño, un tamaño determinado, color, material uitlizado, técnica de fabricación' Todos estos elementos juntos constituyen un discurso que, indudablemente, tiene el mismo valor que un ritual, una leyenda o cualesquier otra práctica culUral. Esta propiedad la conserva aunque el objeto haya zufrido cambios radicales de su original y que tan solo
TqqaVósqucz B.
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guarde dentro de si la evocación de lo que antiguamente fuera, pmbablemente la técnica. Igualmente este guardará la expresión de un pfoceso. De lo expuesto se corrluye que la Artesanfa, pese a pertenecer al ámbito de lo que se ha llamado la Culn¡ra Material, no carece de elementos simbólicos culturales, que construyen un discurso elocuente de su trasfondo que es la sociedad en sus car¡rcterfsticas más esenciales y como mediador de ldentidad para el grupo al cual se peftengce. 2.1
ElobjenArtesanal Continuando con el Marco Teórico, se hace latente la necc-
sidad de definir en términos más precisos el carácter de lo Artesanal.
Asf, consideramos que la caracterfsüca material de la Artesanfa4, nos iremite en primera instancia a su condición primaria de objeto, que insertó dentro de una lógica de relaciones adqüiere su significado,es decir, lo que habfamos visto: zu condición cultural.
Asf, se hace necesario revisar ésta su caracterfsüca fundamental de objeto y su proceso hacia la configuración de la actual condición de objeo-consumo que detenta.
El Diccionario de la Irngua Española, señala, entre varias de las acepciones de Objeto, la que interesa para este acápite, dice: "Todo lo que puede ser materia de conocimiento o sensibilidad de parte del sujeúo, incluso éste misrno" (Op. cit.).
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Se ha elegido este calificativo para la artesanfa, con la finalidad de diferenciar su especificidad, partiendo de la evidencia de que el objeto como tal, en sf mismo, no es nada más que materia. está ¡gn_tg-mggi4 en qre éqte conlleva diferentes y significaciones que vienen a conv@r, a tI s
A¡tesanía de manabl
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contradecirse, a anudarse sobre sf mismo, dgglnctolg de senEdo a Iasl[Plg¡0ateda. En palabras de Baudrillard: "No es nada más que la lógica oculta que ordena ese haz de relaciones al mismo tiempo que el discurso manifiesto que lo oculta". (Baudrillard,I9ST:52-53)
El objeto artesanal en el caso que nos interesa, es la expresién de esas relaciones que lleva ocultas. De hecho h3¿un-a red de relagigryt g.qe_pen-niten su exis¡_e,.npjq: relaciones de producdiéñ, relacionelrie pe1ellplgo y recjpg¡pida_d_, etc. Sin embargo, su contenido implfctio se ve postergado tras su función inmediata. Existe cierta pautación de los procesos económicos y sociales implfcitos en el objeto como tal. Este proceso, guarda exactamente el mismo valor o quizás más, que el objeto en sf mismo. La incidenrf g!.t_r_gf:gocapitalistaquecaracterizaapaf
sesdepenilffi te-_-lób-
mo el nuestro, ha determinado que los objetos artesanales también sgfran la enajenación de ser producto del trabajo del hombre para entregarse al mercado, ateniéndose a una relación meramente mercantil que, si bien posibilita la subsistencia y reproducción económica del artesano, va perdiendo su razón de ser o función original. Como lo señala Garcfa Canclini:
La superación entre los aspectos materiales e ideales de la producción aparece, en el momento mismo del trabajo, como una consecuencia extrema de la descomposición que el capitalismo le inflige. La pérdida de su propiedad económica sobre el objeto va junto con la pérdida de su propiedad simbólica. La distancia que la organización capitalista del trabajo y del mercado crean entre él y las artesanfas es complementada por la fractura entre lo económico y lo simbólico, entre el sentido
material (mercantil) y el sentido cultural (étnico). (Garcfa Canclini, 1980: 120).
TeresaVdsqucz B.
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.
En esa medida el objeto ya no es el original. En el proceso de I comercialización, el artesano, motivado por la necesidad de subsisI tencia, busca con asiduidad otrener la remureración monetaria de su j¡ trabajo. Si bien el sello o la origninalidad del producto surgida en zu matnzcultural, puede o no servirle para enriquecer su uabajd, hay
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una prioridad que es la de subsistencia.
El objeto mien¡ras más exito tiene en el mercado de consumo, el artesano reproduce mayormente el mismo diseño hasta saturarlo, por lo tanto la creaüvidad y la inspiración culn¡ral, pasan a un segundo plano, casi hasta constituirse en un aditamento de lujo. Es asf que hablar de los objetos artesanales como descontex-
tualizados de su función social original y en el escenario del consumo, asumen en este prcceso nuevas funciones, ya sea:
L 2.
Como objeo de invenión y de fascinación, de pasión y de proyección
Ya sea (enre el Objeto, conmayrúscula, que tierp status de nombre propio y de equivalente proyectivo del sujeto, y el objeto, con minúscula, que tiene status de nombre común y de utersiüo) como objeo especificado por
MARCA, cargado de las conrptaciones diferenciales de status deprestigio y de moda. (Baudrillard, 1987: 53). zu
Estas dos tendencias que motivan el consumo del objeto artesanal en su nueva condición de "souvenir" marca la diferencia entre el obieüo creado para el uso, a lo que se ha denominado donde este aal artesanfa uti adquiere nuevas connotaciones, como "fecuerdo" que se lleva el visitante, de su permanencia en un pafs extranjero; o de status al
denotar con su adquisición, no sólo que quien compra tiene un criterio amplio y gusto exótico, -como lo plantearfa Néstor Garcfasino que demuestra el poder del mercado para imponer la moda.
Artesanla dc manabí
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El momento en que la artesanfa se descontextualiza de su mauiz cultural, trasciende de ser el objeto-signo al objeto de conzumo. El primero, aún fuera de la relación de cambio posterior a su creación: está apropiado, detentado y manipulado porlos sujetos individuales, como signo. El consumo, el objeüvo de su producción, se encuentra inserto dentro de la misrna red de relaciones de la que es producto.
Al momentode la ruptura de la relación social conocida, preestablecida o esperada, el objeto pierde su sentido en la relación con-
creta enFe dos personas, y trasciende a una relación distinta que la adquiere en otros espacios, fuera de su referente inmedia¡0, enúonces adquiere una nueva relación esta vez, respecto de ouos signos. Enton@s, cuando los objetos se autonomizan como signos cuyo referente es exEaflo al original devienen en objetos de consumo. (Bau-
drillard, 1987:56) Es asf que en adelante se optará por hablar de Objeo artesanal
para referimos a la Artesanfa, para resaltar fundamentalmentre su condición de elemento culn¡ral, cuyo conjunto de signos y sfmbolos, se constituyen en un discurso de ldentidad, que es el que pretendemos dilucidar en el tratamiento de esta tesis. Sintetizando, seguimos al mismo autor, quien nos dice que no se puede hablarde la existencia de un verdadero objeto de consumo
si no es desügado: . de sus determinaciones psfquicas como sfmbolo . de sus determinaciones de función comoutensilio . de zus determinaciones mercantiles de producto
Por lo tanto, liberado como signo, y reintegrado a la légica formal de la moda, es decir la lógica de la diferenciación. (Op, cit, s9).
t8
TqesaVósqwz B.
La lógica de la difercnciación a la que alude Baudrillard, para nosotms es el inicio de una nueva etapa de estudio, gue es a la que refiere esta tesis, en la que se puede detectar que en el objeto artesanal se expr€san otro tipo de significados y simbolismos, expresión de relaciorps vigentes, especialmente con el turista2.2 Artesanlay turismo
2.2.1. Construcción de ldentidad. El problema del otro.
La artesanfa, apar€ntemente, ha entrado en una de sus etapas ¡ | *ás crfücas, en especial al verse enfrrentada a una lógica distint¿ de I su original: un nuevo mercado, un comprador distinto, una nueva ltmodalidad
de transacción. Pero, sorprendentemente, en lugar de
dejarse absorber por la irdusria o desaparecer irrernediablemente, el artesano ha ido creando un nuevo espacio de reproducción.
Si bien, ha sido relegada al plano de lo marginal, no deja de ser una estrategia importante para enfrentar la crisis económica de
los actuales momentos, siempre empleada junto con otros mecanismos de subsistencia, tales como la agricultura (en los medios rurales) y el subempleo (en los urbanos).
En el estudio introductorio de la publicación del Banco Central y el CONADE (1985) se ratifica esta afirmación, respaldada en datos estadfsticos como los que se citan a conünuación: "...e1
número de artesanos sigue creciendo, al menos en términos absolutos. Actualmente se esüma que exisrc al rededor de 245.000 . artesanos que trabajan en sus oficios a üempo completo o como lf actividad complementaria. Si se incluye a los familiares de estos
ll artesanos se puede suponer que hay más de
un
millón
de
ff ecuatorianos que dependen económicamente de las actividades | | artesanales." (Op. cit.:72).
Artesanlo dc manabt
19
En el mismo estudio antes mencionado, se plantea que tal situación obedece a varios aspectos, entre ellos:
La localización: Nuestro pafs adolece de un crónico estado de retraso industrial. A lo mucho, las principales ciudades (Quito, Guayaquil, Cuenca) o determinados ejes de desarrollo, han logrado uri llamémosle- decente nivel de indusuialización. Ello ha permitido que lugares no tán apartados, más aún los verdaderamente apartados conserven intactas sus tradiciones artesanales, sustentadas en parte por el corrsu,mo elitista que es el dcl uris¡no. La crisis económica: Si bien la industrialización no ha llegado a determinados pun¡os del pafs, la crisis si tiene el podér de afectar a todo nivel. Asf, las famiüas de esc¡rsos rccursos económicos se han visto en la recesidad de enfrentar la subsistencia, blandiend o varias estrategias de supervivencla, generalmente la migración temporal de hombres y mujeres y la combinación del trabajo agrfcola con el de las artesanfas.
De esta manera logran obtener ingresos extras que vienen a alivianar las necesidades del nricleo fatrniliar.
Altas tasas de desempleo y zubempleo: La misma crisis prcvoca que las expectativas de encontrar en la ciudad una fuente de ingresos segura, es anulada porla sah¡ración de mano de obra y la escasez de fuentes de trabajo. Siendo asf, la grtesadf¡fe constinrye en el refugio que logra paliar las necesidades más inmediatas. (Op. cit.:
7s). Es decir, debemos su permanengia p.lecisagrente graciasjr nuestrys cho mils que sometemos a una situaciffde crisis exÍema. Sin em-
Qgp
20
TeresaVósqucz B.
bargo, cabe a lavez que adherimos a este análisis, plantear algunos oros elementos que consideñlmos, han contribuido a la permanencia de la Artesanfa.
Uno de los aspectos más importantes es su condición de expresión cultural, tema que ya lo hemos abordado anteriormente, pero, y sobre todo, la caracterfsüca que este condiciorunte le otorga. Es decir,la posibiüdad de que a través de esta habilidad, el artesano y sus coterrárieos encuentren un mecanismo eficiente para comunicar los valores, sentimientos y formas de ver el mundo suy:ls. Según Barth, todo grupo étnico6 posee esta cualidad,la que se expresa en dos órdenes: "1. señales o signos manifiestos: los rasgos diacrfticos que los individuos esperan descubrir y exhiben para indicar identidad y que son, por lo general, el vestido, el lenguaje, la forma de vivienda o en general el modo de vida, y 2. las orientaciones de valores básicos: las normas de moralidad y excelencia por las que se juzga la actuación ." (Op.cr?.:16) Esta caracterfstica, que para nosotros es fundamental, permite rescatar de la artesanfa no sólo su función económica y expresión de
crisis societal, sino que permite recuperar su valor positivo, que es el de constituirse en un vehfculo de ldentidad de sus creadores, en dos sentidos: en primer
lufar el que permite reflejar en ella la imagen
de sf mismos y su contexto, en donde, pertenecer a una categorfa éftica implica ser cierta clase de persona, con determinadaidentidad básica, esto también implica el derecho de juzgar y ser juzgado de acuerdo con normas pertinentes para tal identidad. (Op. cit.:16)
En segundo lugar, aquella que los artesanos üenen del destinatario (parte del "otro"), al que no conocen directamente pero del que se hacen una idea de lo que les podrfa gustar, al que evalúan de acuerdo a sus propios parámetros de valores.
Artesanlo
d.e
manabl
2l
Asf pues, -como acertad¡rmente lo analizara Nestor Garcfa CancliniT- la artesanfa dentro del actual sistema económico de pafses en vfas de desarrollo como el nussÍo, cumple una función múltiple' Alavezque se constituye en una manifestación cultural y económica de los grupos que la gestan, es también un elemento de identidad 1ocal y objeto de atracción u¡rfsica. Es decir, recrean parte de su mundo, de sus costumbr€s, de sus habilidades, pero también le imprimen la idea que üenen del sujeto que podrfa ser el potencial comprador del objeto artesanal, en vista de que una de sus caracterfsticas es la de (como hacen los sastres) elaborar "el trabajo a la medida" del usuario, entendido éste no como individuo, si no como el género del grupo "usuario". Es evidente que el objeto artesanal, especialmente el artfsüco$r en una fuente de recursos importante y además es ha consütuido se uno de los principales atractivos turfsticos de nuest¡o pafs, su fama ha trascendido a nivel inrcmacional.
Efectivamente en un momento dado, cuando parecfa que la tecnologfa desplazaba a la artesanfa, esta resurge gracias al desanollo turfstico. El avance de las comunicaciones y el perfeccionamiento indusuial de los pafses desarrollados, vuelcan a una amplia población a visitar pafses en donde la tradición y lo "exótico" se mantienen casi en estado nan¡ral. Porotra parte la promoción de las riquezas naturales e históricas de nuestro pafs, le ha permitido su reconocimiento como "Patrimonio de la Humanidad" 1o cual a no dudarlo, ha sido nuestra mejor cfrnpaña pubücitaria para el turisrno. Los tapices Salasacas, los Ejidos de Oitavalo,las esculn¡ras en madera de San Anonio de lbarr¿, el sombrcro de paja toquilla, la cerámica prccolombina, etc. Todo objeto nistico que representa a nuestro pafs, üene buena acogida para el turista que quiere llevarse un recuerdo de su visita.
22
TeraaVócqwzB.
La demarda
se ha
que la pmducción se
multipücado en los riltimos años a tal punO
serializa El turista brsca lleva¡ algo "üpicp"9,
aurque no sea original. En esta lfnea se ha llegado a hablar de lo que se denomina la "etnicidad reconstulda'ú0, qve viene a ser algo asf como una rcadaptación de los individuos en relación al otro, al espectador, al consumidor, al turista. Para ejemplificarel concepto, MacCanellll, autor del térmirp, proporie la siguiente comparación:
Darwin zugiere que a la serpiente venenosa no le basta con s€r venenosa; necesita además, por todos los medios, parecer tenible y co¡wencer de que lo es al enemigo en tanto que prBsa. (MacCanell, 1988: 2ú) El subrayado es mfo.
J'
La idea principal es que los grupos éuricos en general, er¡frentados a la nueva rcalidad, del turismo, que surge oomo una altemativa de subsistencia, deben crear un "... nuevo realismo interétnico, en el que las propias imágenes negativas se transforman en posiüvas." (MacCanell, 1988: 213).
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Este proceso de palapt?9i9.{r
cJlg"d
j
aviesa un proceso de
Idenüdad suya propia, que se establece en la relación frente al otro. Se edifica en la relación nosotroslellos, puesto que uno de los grupos se maniñesta modelilndose sobrc la imagen invertida del otro grupo. (Op. cit.:215)
Esta misma idea, la defiende Barttr para quien, esta adscripción étnica se da cuando una persona clasifica a otra de acuerdo oon su idewidad básica y más general, supuestamente detemrinada por su origen y su formación. En la medida en que los actores utilizan las identidades étnicas para categorizarse a sf mismos y a los otros, conf¿es de interaccíón, forman grupos étnicos en este sentido de organización. (Barth, 1976: l5).
¿\rtesanla
d,c ma,¡tobl
28
Estas interacciones, desde el momefito mismo cuando entran en contacto dos agentes perüenencientes a distinos grupos (para el caso: artesano-turista), ponen en juego una serie de posibilidades,
dado el momento de ingerencia dent¡o del contexto de uno de los dos. Esus posibiüdades se expr€san de la siguiente ma¡rera:
l) 2) 3) 4)
un gn¡po inferior trata de asociane a un grupo zuperiór el grupo inferior se define como la andtesis del grupo zuperior, o define a este como la anltesis de si mismo un grupo superior trata de asociarse a un gnrpo inferior, copiando sus ma¡reras un Supo zuperior se define como la antftesis del grupo inferior (MacCanell, 1988: 216-217)
En nuestro ciso, se podrfa hablar de una combinación de todas ellas que se suceden en varias etapas. En una primera instancia, el extranjero, el turista está en condición de sentirse superior o inferior-según sea el caso-, porque: o desconoce el medio y se ubica en la primera fase, o se siente rcspetado por el hecho de ser extranjero. Después,la relación puede con$imfrse en un mecanismo de anltesis mutua, sentifse ambos, distino al otro y él mismo. Quizás luego le suceda el sentimiento de pertenencia o el querer sentirse parte el up del otro "copiando sus maneras" ¡)ara finalmente ur¡o de los dos ocupar el lugar del dominante, dependiendo de las circunstancias.
En el camino, se van configurando identidades propias y se va asimilando una imagen del otro, para sf la misma que se exprcsa posteriormente en lo que el artesano crea para el turista y lo que el turista busca del artesano. Ambos tiene una imagen prefigurada del otro, de ahf la proliferación de diseños rústicos, imágenes folklóricas estereotipadas,etc.
En este proceso de construcción del otro, ratifica su sentimiento de no pertenencia de sentirse distinto, rcvalorizada su culU-
2A
TercsaVóqua B.
ra y orgulloso del prestigio que sus atributos le dan. "El mejor sombrcro del mundo" porejemplo.
La "revalorizrción"lL,que los turistas hacen de las costumbrcs y expresiones culn¡rales de los pueblos, también es una forma de reforzar la concierria de si misrnos y el deseo de autodeterminación de la mirnrfa étnica, (Op. cit.:224) arrl';u;uando su orgullo por pertenecer a zu tierr¿ un "chauvinismo" en gestación. De esta relación se desprende un doble valor. Uno positivo en la medida en que los artesanos y zu comunidad logran reconstruir su ideruidad y perterprrcia gupal ; alavez que se puede dar lugar a una relación muy superficial entrc ellos y el turisur, que al fin no logn si no interesarse en las exprcsiones m¿fs fáciles de acceder, sin llegar a co¡r@er realmente su cultura. Por otra parte se da lugar a manipulrciorcs por ambas partes: "...constiurye siemprc un buen teneno para la proliferación del engaflo, la explotación y el recelo, asf como para la creación de estereotipos ." (Op. cit., 224) En esa medida, la conclusión que cabe, es que la influerpia del turisuto y el ersanchamienO del mercado, irdudablemente ha provocado una bn¡sca transformación de los valorcs culturales tradicionales. Sin embargo, pese a lo que anticipadamente podrfa advertirse, I los artesarns han demostrado más bien una extraordinaria flexibilill Ou¿ para readaptarse a las exigencias de un mercado diferente y en f l expansión y han sabido aprovechar hábilmente la nueva situación p"t desarrollar sus antigu¡ls habilidades artesanales y hasta han i errcontrado nuevas brechas de producción artesanal que antes no I' exislan.(CONADE-BAf.ICO CENTRAL, pp. 46).
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l) J
\\¡l
Resumiedo, hemos viso el papel que cumple la Artesanfa en sus dos ¿lmbios del sistema social en el que se integra. Como una qmd:.tt"a que permite la subsisterrcia del grupo y que atra*wiOr¿ viesa por las fases de prcducción, circulación y consumo, oon su respecüva problematización; asf como parte de la expeg!ón gggio@ELen la que se puede percibirel juego de influencias¡ penna-
Artesanla dc manobf
25
nencia de uadiciones y conformación de nuevos discursos culturales, que conforman el contenido de la ldentidad de un pueblo. Después de esta argumentación podremos desarrollar las especificidades de la Artesanfa de Montecristi, para lo cual hemos considerado necesario rcmitimos a su contexüo ecológico y geográfico como primer refercnte.
2.2.2. EI lugar de estudio Montecrisü, es uno de los catorce cantones de la Provincia de Manabf, donde habitan al rededor de 30.00 habitantes (según Censo de 1982), de los cuales el367o habitan en el sectorurbano y el 64 7o en el rural. Es una población de mestizos montubios, cuya principal ca-
racterfstica, según la propia autoidentificación de los oriundos del lugar, relatados en tono algo apologético, es la de ser "...un hombre capesino rudo, fuerte, trabajador e industrioso; pacffico y honrado, con un alto sentido del honor y la dignidad." Pero como todo tiene su envés, también se observa que son algo descuidados, despreocupados y hasta podrfa decirse conformomistas con su situación.
Montecristi es un asentamieno poblacional muy antiguo y que llegó a terpr mucha importancia durante alguna eupa de zu historia. Sin embargo de ello no logró capitalizar una inftaestructura urbana significaüva y menos aún, ello significó'una influencia decisiva en los factores que permitan la constin¡ción de una ciudad modema.
El motivo pmbable es la absoñencia que ejercen los dos ejes urbanos entr€ los que se encuentra: h¡erto de Manta y Poroviejo,la capital de la Pnovincia. El Pueblito -asf se le llama a Montecristi urbano- adoleoe de la ausencia de los principales senricios ptlblicos,
26
TercsoVósqua B.
como alcantarillado. En la opinión de muctros, se ha quedado a la zaga como un apéndice de una de las dos ciudades más grandes que
lo han convertido a lo mucho en estancia de fincas para veñmeo, gracias al clima agradable con el que cuenta y cuya única gloria es haber sido la cuna del "Viejo Luchador", Don Eloy Alfaro. Eso
sl
el mayor de sus patrimonios son sus artesanfas de fama mundial, tanto asf que se habla de Montecrisü como la capital de las artesanfas de la hovincia y del Litoral en gerrcral.
Aquf hizo historia el sombrcro de paja toquilla o el mal nombrado "Panama Hat", tradición artesanal que aún hoy en dfa se manüene aurque revestida de menor importancia. Pero además se puede encontrar un sinnúmero de objetos ar_ tesanales fabricados con esmero en una cantidad igual de materiales que va¡r desde las fibras nan¡rales, pasan por la madem y termina en el hábil uso del bano y la hojalata.
Sin embargo de ello, actualmente la mayor riqueza del Cantón, sus artesanfas en fibras naturales, se han viso enften[adas a una de sus más serias crisis, ocasionada por la intensa explotación de las tierras para pastizales y la cons@uente deforestación de especies naturales autóctonas, como la paja toquilla, el bejuco, la cabuya y las maderas, que sirven de materia prima. En este momento, Montecristi se encuentra clasificado dentro dela znna Monte espinoso tropical,cuya cañrcterfstica principal es la aridez de su tierra y la necesidad de grandes inversiones para poder rehabilitarlas. Este aspecto incide directam€nte en la producción artesanal. Primero con el campesino, quien pese a que pueda disponer de un pequeño trozo de tierrar r, necesita de cuantiosos recu$os finan. cieros para poder explotarla y paralelamente, se ve en la necesidad
Artesanlo dcmonabl
de emprender en la brlsqueda de estrategias alternativas
27
de
subsistencia para poder sobrevivir con su familia. Estas estrateg¡as son por lo genenl o la migración temporal hacia centros ubanos, y/o el ejercicio de tarcas artesanales en momentos de ocio @ara los hombrcs) y después de las jomadas de tareas domésticas o escolares, para las mujeres y los niños rcspectivamente.
Ouo de los obstáculos constinrye el no poder acceder directamente a la fibra, les hace prcsa de los intermediarios que comercian con el producto, encareciendo su costo. Como se revela en lo antes descrito, el caso nos permite desarrollar algunas lfneas argumentales para comprobar la planteada. En primera instancia es,una localidad en donde la tradición artesanal se remonta a la etapa preinca, como se podrá comprobar más adelante, lo que además nos habla de la indiscutible jerarqufa de objeto portador de cultura.
En segunda instancia, las artesanfas de Montecristi, en lugar de desaparecer absorbidas por el mercado industrial, han logrado persistir y readaptarse conforme a las nuevas circunstancias, recursos materiales e incluso a los usuarios, principalmente turistas.
Entercerlugar, al hablarde identidad y de culurra, tenemos la defectuosa tendencia de pensar que los grupos indfgenas son los casos más pertinentes de ser estudiados, dada la "pureza"l4 de su condición. Sin embargo, y aquf otro de los objetivos del presente trabajo, también cabe destacar que entre los grupos mestizos, se encuentra una riqueza muy grande de rasgos y expresiones culturales, que de tanto mantenerse inundadas de la cotidianidad que vivimos como mestizos, pasan desapercibidas.
28
TerceaVísgwz B.
Finalmente, al ser Montecrisü un centro artesanal de fama, ha sido objeto de una serie de intervenciones y programas de fomento y desarrollo tanto de parte de organizaciones intemacionales como de organismos estatales. De atrf que, se pueda percibir también en la artesmfa la calidad de mediador permanente de identidad, en la medida que va expresando en su proceso, no sólo las diferentes fases históricas por las que ha aEavesado este grupo social, sino también las readaptaciones que sus gestores han sabido aplicar oportunamente, sea por inspiración propia o por sugerencias y técnicas inducidas desde afuera; asf como la imagerr de sf mismos y las que tienen de los extraños,los turistas o simplemente los compradores de sus artesanfas. Para lograr estos objetivos, a continuación se explicará la modalidad que se ha elegido para procesaresta informacióa
29
Artesanía de manabí
trI METODOLOGIA
Para el análisis de la artesanfa como mediador de IDENTIDAD, se ha diseñado un tipo de matriz de doble entrada que permitirá, alavezque damos una pauta de clasificación de las distintas disciplinas artesanales del Cantón, ubicar las tendencias y valores que las caracterizan.
Para tal efecto se han considerado tres tipos de variables básicas: una económica, expresada en el par Artfstico-Utilitario; una histórica, que se representa en el de Decadeneia-Recuperación; y otra que denota la relación social-cultural expresada en los valores de Identi dad-Enajenación.
TIPO DE ARTESANIA
VALORES
OPUESTOS
Artística
utilitaria
Decadencia
recuperación enajenación
identidad
A continuación
se hará una precisión de tales conceptos.
TetzsaVósqua B.
30
3.
I . Artistic a-U tilinrin
Este primer p¿u nos remite a la variable económica, en tanto su acepción más primaria, ps decir de la Economfa como administra-
ción, dirección o distribución de bienes. En el caso de-lqarústico,la precisión es clara' Al igual que cualquier objeo, elbrlgis pIglpglg dp la transformación de la realidad material o cultuñtmedianté un rabajo para satisfaceruna neces
En otro p:frrafo del mismo texto, precisa que ese proceso de transformación responde además a una "...utilidad placentera y producüva de los objeos que ct€a..." su autor, "no en su orginalidad o en la ganacia que deje su venta. Su valor supremo esla reprc' sentacióny satisfacción solidaria de deseos colectivos" (Op. cit., pp.74).Con lo cual iniroduce la noción de disfrute del producto creado por sobre su incersión, exitosa o no, en el mercado. Asf mismo, es suscepüble de distribuirse, proceso que servirá entre el objeto creado y el consumidor. Según el intermediario de mismo autor antes citado, el sistema de distribución determina las
cg!qt9¡W!-9!gge
uggAr-ár-r-l a
Epqdún-cquaq.9&F
q6@ con@o-
J--guáles n9-.
Y finalmente el consumo, causa y fin de la creación. El consumo completa el hechdáffisTEb, nos dirá Garcfa Canclini, modifica su sentido según la clase social y la formación cultural de los espectadores (consumidores). (lbid, pp. 60) Tal relevancia del üpo de consumidor no es gratuita, en ella se ve condicionado el significado del objeto artfstico, constituyéndose en el momento en que la obra se realiza y se concreta, es decir no es sólo el final del proceso económico de la producción artfsüca, si no, su misma realización.
Aftesanlo
dcmaúl
31
Para entender de mejor marcra la presercia de estos pfocesos en la artesanfa, serfa menester, referimos en primera insuncia lo que se está entendiendo por arte o ardstico en la artesanfa. se enterderá, toda aquella exAsf, por presión artesanal que permite, a través de una determinada experticia manual, el "acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido (en nuestro caso de la primera), imita o expresa el hombre lo material o lo inmaterial, y crea copiando o fantaseando." (Diccionario IJNESCO de Ciencias Sociales)
@
Al igual que la ciencia, el arte no procede delazar, sino de la experiencia. Con lo que se quiere decir que para ello hace falta una uayectoria histórica, en gl transcurso de la cual se han ido construyendo ciertas habilidades las que son tnnsmitidas de generación en gerrcración, como ri0o tesoro de un bagaje cultural. En esa perspecüva, la artesanfa artfsüca se constituye además
en un sfmbolo cultural que permite que los miembros del grupo (montecristenses) se identifiquen con un antepasado "cono@dor del arte" y duefos de una experticia que no la tiene cualquiera. Por ej., dicen ellos, "...rp es lo mismo un sombrcro de Montecristi que uno del Azuay, siempre el nuest¡o es más fino, porque se 1o hace fntegramente a mano". (Alvaro Franco, azocador experto). De esta manera se demuestra que la artesanfa a más de ser un proceso económico es un elemento de identidad culh¡ral, al permiür que los artesanos que aún practican esta habilidad se sientan herederos de un arte. caso de la artesanfa.I ltiliaria, también podemos aplicar la misma categorización de la variable económica: producción, disuibución y consumo, con la diferencia de que en este caso hacemos alusión a un tipo distinto de artesanfa.
Al
Teresa Vósquez B.
32
Io
que le hace disünta es precisamente su caracterfstica de t$iJi&ria que contrariamente a la Artfstica, se define como aquello que , "antepone a tdo la utilidad" (Diccionario Manual e ilustrado
,ieffi
dentro del proceso apropiaciónenajenación, el objeto atraviesa por diferentes fases: el "uso furcional del objeo, que pasa por su estructura técnica y su manipulación práctica"; en segunda instancia, "el uso del objeto-sfmbolq pasa por su presencia concreta y su nombre "propio", es identificado como algo "necesario" para remediar cierto tipo de carencia, o para finalmente derivar en el "consumo del objeto que pasa por su marca, que no es su nombre propio, sino una especie de nombre de pila genérico". (Baudrillard, 1987: 60) En esta instancia, Ia relación del objeto con el sujeto es indis-
tinta. Bien puede
ser reemplazada por cualquier otro objeto que cumpla con las misrnas funciones, sin necesidad de reparar sobre su
origen. Según el mismo autor antes citado, en esta instancia el objeto se ha constituido en signo y no adquiere ya su sentido en la relación
concreta entre dos personas, 1o adquiere en la relación diferencial respecto de otros signos. (Op. cit.,56), es decir se refuncionaliza dentro del nuevo sistema de valores y significado que se le de a éste dentro de una nueva escala de valores.
-
De esta manera, el par Ardstico-utilitario, representan los dos
extremos de la gama de posibilidades que podrfan surgir en su intermedio, y la expresión de que en esta relación se exprcsa una economfa de producción, circulación y consumo, caracterizada por su especificidad.
3.2. La artewnÍa'en decad¿nciay en recrEeración
La segunda variable mencionada es la Histórica. Todo proceso producüvo, deviene de una relación temporal ubicada en un
Artesanía de manabí
33
contexto histórico determinado. Su configuración y especificidad responde no sólo a la particularidad que le da su gestor, sino también a las relaciones y hechos que se han configurado en su discurso latente.
En nuestro caso el objeto artesanal a más de poseer el valor neutral de responder a un momento histórico dado, expresa dos valores polares: la Decadencia y la Recuperación como su opuesto. El parámetro de valoración será una visión émic (de adentro de la comunidad), que actúa como catalizador del conjunto de relaciones económicas, sociales o históricas, que le permite avisorar cuál es la curva de popularidad que va a alcanzarun producto.
Asf mismo, para entender mejor esta segunda variable se hace necesario remitimos en primera instancia a la definición de sus componentes. El primero la decadencia, término cuyo uso, ... se generaliza avatvado ya el Renacimiento y especialmente desde el siglo XVII en conuaposición a "progreso". Procede de cado y más proximamente de decadoy decido: es decir, términos conla connotación de cacr.
Lavozdecadencia enciena necesariamente ideas de espacio y tiempo, pero contiene sustancialmente la idea de un objeto que decae (proceso). (lbid,628) Este proceso, aplicado al tema de nuestro interés, se evidencia en aquellas ramas artesanales que han perdido vigencia, tanto en el mercado de consumo turfstico, cuanto en el mercado de consumo intemo, razón por la cual están desapareciendo. Su opuesto, la recuperación,imphcaaquellas otras ramas de la artesanfa local que están resurgiendo, luego de un perfodo -corfo o largo- de decadencia y casi desaparición. Ambos procesos representan la dinámica intrfnseca del mercado que, de acuerdo a las "modas", recupera o desplaza a cierto tipo de objetos.
TercsaVósquaz B.
34
3 .3
.
I de ntüad- ali e¡nc ión- erwj enación
La tercera variable expresa sobrc todo el tipo de relación social que se genera al interior del grupo gestor de las artesanfas. La variable se expresa asf mismo, en el juego de dos términos oponentes: la ídenüdad y la enajenación, enn los que se quiere eviderrciar la función que las artesanfas desempeñah como mediadores de identidad, en la medida en que permiten afirmar o rechazar la pertenencia o no al grupo social de artesanos.
La complejidad teórica de los dos conceptos nos obliga a tratar de definirlos de Ia manera más precisa posible, en la medida que además es el par más importante y recupera el espfritu de este análisis. De hecho los dos anteriores grupos conceptuales se hallan presentes en este tercero.
El primer concepto: la identidad recoge aquellos casos que se perfilan en las Artesanfas Artfsticas y las que se encuentran en proceso de Recuperación. Su primera acepción, nos remite a la definición que Rodolfo Stavenhagen hace de los grupos émicos, término que emplea al referirse a "...comunidades de indios y ladinos: Grupo social cuyos miembros participan en la misma cultura. El mismo puede caracterizarse a veces en términos biológicos o raciales. Sus miembros son conscientes de pertenecer a dicho grupo y participan en un sistema de relaciones con otrros conjuntos similares." (Diccionario UNESCO de Ciencias sociales, Tomo II, Ed. Planeta-Agostini, pp. 842)
El concepto refiere principalmente un sentido de pertenencia de los individuos a su grupo, a través de elementos comunes que les confiere identidad, es decir se establece un proceso de IDENTIFICACION término que según la acepción freudiana"...no equivale a la simple imitación. Constituye cierta asimilación inconciente de los rasgos del otro". Esta misma caracterfstica es trasladada al plano de
Artesanía de manobí las relaciones sociales, cuando se habla de "IdentifiCación con un
35
fol
social", es decir, no sólo internalización del mismo, sino apropiación, y de "identificación con un grupo social" es decir, "intemalización del sistema de roles del grupo y autoconsideración como miembro del mismo" (Sociology, Routledge Kegan, Londres, 1966' pp. 128)
Peter L. Berger y Thomas Luckman enmarcan el concepto ...en el cuadro del "otro generalizado" y de la consiguiente "asunción de roles", a lo largo del proceso de socialización primaria o secundaria concebida dialécücamente. "Se da una dialéctica enüe la auto-identificación y ta identificación que hacen los otros, entre la identidad objetivamente atribuida y la que es subjetivamente asumida. La dialéctica que se presenta en todo momento en que el indi-
viduo se identifica con-sus otros significantes, resulta ser, por decirlo asf, la particularización en la vida individual de la dialéctica general de la sociedad." (La construcción social de la realidad Amorrortu, Bs. As., 1968: 167). Pero yendo más allá de las definiciones epistemológicas encontramos que la ldentidad, es un proceso que se halla pennanentemente en consuucción, lo cual es posible sólo gracias a la existencia de un "ot¡o" que se contrapone y permite la conciencia de sf mismo. Esto aplicado al caso que nos concita quiere decir que se evidencia una clara identificación tanto del creador como del consumidor o, segrin el lenguaje que estamos utilizando, del nosotros y del otro o de "ellos", es decir se logra encontrar una definición del gusto del comprador, asf como, se logra comunicar una noción que se tiene de aquel. Para ser más explfcitos, el objeto se encontrará presente tanto en la imagen que el creador o el artesano tiene de su potencial comprador, como la concienci¿ que tiene de sf mismo y que quiere trans-
mitir para éste. Lo que MacCanell, llama la "etnicidad reconstrufda".
TercsaVóequcz B.
36
Los conceptos de enajenación o alienación son empleados como términos con los que se quiere calificar el sentido opuesto al de ldentidad.
El término originalmente fue tomado de la picologfa. Con él se refiere al estado de extravfo mental de una persona, calificándolo de enajenado o alienado de sf mismo.
Apücado a las ciencias sociales, y al estudio del comportamiento del hombre en su relación societal, se distingue dos significados fundamentales de este término. En Hegel primeramente alienación quiere decir "... separación y, segundo, esta palabra quiere decir tanto como el trasp¡lso de un derecho a otro..". (Schaff, 1979: s2).
El mismo autor, para explicar esta definición rescuada de Hegel, procura adentrarse en el idioma original en la que fue escrita la obra de dicho autor, para lo cual estudia la etimologfa de la palabra alienación. Y nos dice: "El primer signiñcado se deriva del uso habitual de la palabra frernd (extraño), en relación con Fremdheit (extrañez, en el serrido de completamente diferente), Frerndartigkeit (rareza), diferenciaci ón, rc-idenidad. Alienación implica que algo "se hace extrarño". (Op. cit.)
El significado, nos refiere claramente el sentido de no pertey nécia de no-identidad del individuo frente a un referente determiáádo. En este sentido fue empleado por teólogos de la Reforma para señalar la separación del serhumano de Dios.
En su segunda acepción, el término en cambio, se deriva del concepto de cesión o traspaso de un derecho a otra percona. Aquf se prefiere utilizar el término enajenación, al describir la acción del hombre al separarse de algo. (Shaff, 1979:52)
Artesanla, dc matwbl
g7 .
Para proñrnüizar en estos conceptos, otfos autorcs, prcfieren establecer diferenciaciorpsenFe lo objeüvo y lo subjetivo.
Asf en el primer caso,'la alienación subjetiva es entendida "...alienación del hombre frente a un sistema de relaciones la como determinado. Se define por oposición a alienación objetiva, que es como se designa la relación de los productos enajenados frente a su crcador, el hombre social. (PP. 188)
En Marx la forma de uüüzar el concepto de alienación es asociándolo al & expropiación al hombre, del objeo producido en el proceso de trabajo. Segrln MaDl, la,hisoria de la humanidad es una historia del desanollo cfeciente del Serh¡manO y de su enajenación, que creae al mismo tiempo. El socialismo de Manr significa la liberación de la alienación, el retomo del hombre a sf misrno, la realización de si mismo,(S ehaff , 1979: 221) Existe otra corriente que procura diferenciar el proceso de alienación con uno más próximo que es el de ANOMA. Para autofes cflmo Emile Durkheim, esta sin¡ación soCial está Caractenzada por la ausencia de no.rmas de la corwivencia humana socialmente acesadas; diclro más cxactamente , por la rupfura del sistema de normas hasta entonces obligatorias. (Op. cü.,pp. l%)) Anomfa significa, pues,la ausenca de reglas determinadas' de leyes sociales determinadas- La situaciónlen la cud la sociedad pierde esta fuerza mo&r¡dora. (Schaff, 1979:194)
La Anomfa debe pues entendene como un colapso de la esEuctura cultural, que se produce especialmente cuando se llega a una separación aguda entrc nonnas y metas culturales y las posibiüdades socialmente estructuradas de los miembrcs del grupo para actuar en consonancia con estas metas y nofmas. (op- cit.:2oo)
38
TercmVóqua B.
El concepto de Anomf4 nos es ritil para caracterizar el proceso de alienación social. Nos determina el origen de una reacción de rechazo y distanciamiento del individuo frente a su conglomerado social, es decirun proceso de rn-identidad.
Como lo habfamos planteado en el desarrollo del Marco teórico, al aplicar este juego de posibilidades a la Artesanfa, podemos encontrar que un mismo lugar, como Montecrisü, se pueden encontrar ramas artesanales que se encuentran en diferentes etapas de este proceso ldentidad-enajenación o alienación, algums proyectándose hacia añncar rasgos de rescate.culn¡ral, otros en proceso de dejarlos definitivamente para entregarse al mercado y la competencia o qre han nacido precisamente debido a esta presión
En todo caso, considerando la importancia de esas trcs variapara la aplicación del análisis, se hace necesario una clasificables ción de las artesanlas de Montecristi, de acuerdo al material y tipo que se fabrica.
Asf, veremos que los objetos artesanales son zusceptibles de ser fepfesentativos de uno o varias categorfas del juego de categorfas que hipotétic¡rmente las planteamos anteriormente. Con tal fin hemos diseñado una matriz de doble entrada en la que se cn¡zan dos variables: el tipo de artesanfa con una subclasificación, segrin el caso: sombreros (s), juguetesl5 O,sacos(sc),muebles (mueb.), piezas arqueológicas (arq.), decoraüvas (dec), candiles (can), con las variables conceptuales que se explicaron anteriormente.
'{rtesanla
d.e
39
manabl
MATRIZ DE OBSERVACION
PrJr
MATERIAL ARTICULO
SJ
ARTISTICA
x
Crbuyr
Jsc x
UTILITARIA
x-x
Mlmbre Ccránr. Muyuyo HoJ c.tr mucb Arq dec b¡rr
xx TX IX
x
DECADENCIA RECUPERACION
X
x
IDENTIDAD
X
x
ENAJENACION
xx x-x
x
XI
x
x-x
x-x
Del análisis del cuadro se puede colegir que las distintas expresiones artesanales que s€ han citado en la matriz penenecen a las siguientes categorfas:
l.
Paja toquilla:
Sombreros:
Ardculos:
2.
Cabuya:
Juguetes:
Sacas:
3. 4.
Artfstica, en recuperación,idenüdad Uülitaria, recuperación, enajenación
Mimbre:
Muebles:
Utilitaria, recuperación, enajenación
Cerámica: Arqueológica: Arlstica,dcadencia,idenüdad
Decorativa:
5.
Artfstica, en recq)eración e idenüdad
Artfstica, en recuperación e idenüdad
Artfstica,rccuperación,enajenación
Muyuyo:
Baniles:
Utilitaria, decadencia, idenüdad
40
Teresa Vósquez B.
6.
Hojalatería:
Candiles:
Utiütaria" decadencia, enajenación
CLASIFICACION ler. grupo: Ardstica, en decadencia, identidad: Reproducciones arqueológicas de la Pila.
2do. grupo: Artfstica, en recuperación y con identidad Juguetes de paja toquilla y artfculos cabuya, sombreros de paja toquilla. 3er.
grupo:
Utilitaria, recuperación y enajenación: Sacas de cabuya y muebles de mimbre
4to.
grupo: Utilitaria,
en decadencia y enajenación
Candiles de hojalata
5to.
grupo: Utilitaria,
óto.
grupo:
en decadencia y con identidad Baniles de muyuyo y candiles
Ardsta, en recuperaciÓn y enajenaciÓn Cerániica decorativa.
En base a esta primera clasificación se han selecionado las que a nuestro criterio son las más representativas para el estudio que proponemos, asf en base a la siguiente sistematización se procederá a la selección.
SELECCION De este procesamiento se obtiene los casos que serán objeto de estudio, estos son:
Artesonla
4l
d¿ monabí
la Pila, que
l.
Reproducciones arqueológicas de
2.
presentan caraterfsticas de ser artesanfa artfstica, en decadencia y con ñ¡sgos de sermediador de identidad. Baniles de muyuyo, por ser artesarúa netamente uü-
litaria, que se encuentra en proceso de desaparición o decandentes y que además también actuarfan como 3.
mediadores de identidad. Sombreros y Juguetes de paja toquilla, porque además de ser una artesanfa por excelencia artfstica, presenta rasgos de recuperación y permite un fuerte nexo de identidad.
Como se puede apreciaren los tfes casos seleccionados se ha considerado la variable "identidad" como una constante, en vista de que lo más importante p¿lra este trabajo es la comprobación de que efectivamente la artesanfa puede jugar un rol de mediador de identidad culn¡ral.
En los tres casos se hará un detalle de sus procesos de producción, las relaciorps que se dan alrededor de zu fabricación y en el mismo objeto, rasgos de
i<idad.
En aquellos objetos artesanales como por ejemplo el de los juguetes de paja loqui[a yde cabuya Yercmos que al tener el radgo de artfstica, en recuperación y con rasgos de identidad, se podrá derivar un potencial mayor de mediador de identidad, y esto poque en ellos se ve reflejada la expresión aÍfstica, la ma¡rcra de ver el entonp.que tieren los artesar¡os. sobretodo la manen que üenen de ver y de interpretar el gusto que los turiStas tiene sobre las artesanfas. Es decir hay una clara identificación del otro, tal es asf que los objetos de la lfnea de jugueterfa tienen tanro exito. En el caso de las piezas arqueológicm, el caso tiene doble vaHay un rescate de zu historia. A través de la reproducción de la cerámica precolombina, se evidencia que el manejo de conocimien-
lor.
42
TercceVósque B.
tos sobre su origen y significado, les permite tener un mejor mercado donde poderubicarlas. En este caso hablamos del rescate de factores de idenüdad a través de la evocación histórica. Esto puede percibirse en el hecho de que ellos tiene una clara idea del valor que tienen las piezas arqueológicas en la historia de su pueblo. saben qüe es un objeto cultural de mucho valor para si mismos y que será apreciado por cierto tipo de compradores. Es decir hay identidad del grupo y del ürisra-
En el de los baniles, se puede hablar del otro extremo de la identidad, es decir es la fabricación del objeto para la saüfacción de sus necesidades o para necesidades bien identificadas y que conesponden a las dc su gnrir. Hay claridad sob¡e los requerimientos y
las normas de estrictez que deben guardar los objetos para que tengan éxito en su mercado. Como medida meüodológica además se ha elegido un gn¡po del rango opuesto, es decir, aquellas artesanfas que no signincan más que una reproducción serializada destinada al mercado y que no guarda ningun poterrcial de rescate, expresión o mediador de iderui-
dad en el sentido que le estamos otorgando. Tal es el caso de los muebles de mimbre y los candiles. Sin embargo ello no quiere decirque se dewaloriza su importancia, ni que umpoco sean útiles para la cgmprobación de nuestra hipótesis.Como se dijo anteriormente, y-io rccalcamos, estas ramas de la artesanfa Montecristense serán consióeradas como elemer¡tos comparativos para expresar las diferencias sustarrciales que se pfesentan entrc unos y otfos.
De ahf que pam ejemplificarel caso, tomaremos como refe_ rentes las siguientes ramas artesanales: sacas de cabuya y muebles
de mimbre, ambas catalogadas en el grupo: utilitarias, en recuperación y con rasgos de enajenación, por su carácter serializado.
Artesonla de manabl
43
Cabe señalar que los criterios que han influenciado en la ubicación correspondiente de cada una de las ramas artesanales bajo las diferentes categorfas, ha sido la percepción, producto del trabajo de ca¡npo. Este se reü26 durante los meses de abril a septiembre del año 1989, en el marco de una Investigación p¿¡ra el desarroüo de Centros de Cultura Popular, realizada para el Instituto Andino de Artes Popularcs.
Este trabajo permitió el nexo Oirec¡o con la Asociación General de Artesanos de Montecristi (AGAM), con quienes se desanollaba un proyectode promoción artesanal que confluyó en la realización de un Encuent¡o de Artesanos de Manabf y una Feria Artesanal en Montecristi. Paralelamente, fuiinos recuperando información para el presente trabajo, utilizando como técnicas básicas: la obeervación parti-
cipante y testimonios de algunos artesanos (en total l2), cadauno de ellos representativo de las distintas ramas artesanales del Cantón, criterio que se sustenta básicamente en el tiempo de trabajo en esa especialidad, y la "fama" o reconocimiento por parte de los pobladores del lugar. Para iniciar el análisis, partiremos de una visión general del contexto social, ecológico, histórico, donde se gsstan las artesanlas de Montecristi.
45
Arlesdnla d¿ manabí
ry CONTEXTO GENERAL LA REGIONIó
Mortecristi es uno de los Cantones que conforman la Provincia de Manabf.'?Esta está ubicada on el centro litoral del pafs, cuyos linderos lo conforman las provincias de Esmeraldas, Guayas y Guayas y Pichincha, al norte, sur y este respectivamente; hacia el oeste el Océano Pacffico, condición que le ha otorgado su bien ganado prestigio de poseer las playas más hermosas del litoral ecuatoriano, que se aontituyen en uno de los principales atractivos turfs-
ticos de la Provincia Es una zona cálido-hrimeda influenciada por la coniente frfa de Humboldt, que le permite poseeruna enonne riqueza ictiológica'
como en las demás zonas del litoral.ecuatoriano. La temperatura promedio es de 25 grados centfgrados, llegando a registrar 36 grados en la época más cálida y hasta ?3 enla más frfa. Topogrilficanrente se carar;tenza por ser un tenitorio plano con elevaciones de escasa altura que no sóbrepasan los 1.000 metros de altura. El sistema cordillerano de Chongón y.Colorrche atraviesa la provincia de norte a sur.
r Esu¡diosos de la geograffa
{
destacan dos zonas ecológicas ela-
rarrrnt€ identificadas: una seca z)na del ceibo y del coco-, dentro de la que se subclasifica la zona árida en la que se encuentran los
46
TercmVócqueB.
Cantones: Montecristi, Manta, portoviejo
y
Charapotó; y otra
húmeda -zona de la paja toquilla y del café-.
4.1 Apuntes históricos
lo que es ahora la hovincia de Manabf fue el marco geográfico para el desarrollo de varias culturas precolombinas. A saber: Machalilla y Chorrera (2.000 a 1500 A.C.), Jama Coaque, Bahfa y Guangala (500 A.C.-500 D.C.), enrre orras. Los hisoriadores señalan como la más importante a la de los Mantas (Jocay) y la de los gueneros Caras (en lo que es hoy Bahfa
de caráquez), identificadas como los dos núcleos culturales de mayor importarrcia de la Prrovincia. @erfn, 1986: 3) Es interesante observar que la caracterfstica prirrcipal de estos
pueblos fue su intensa acüvidad económica, circunscrita al comercio. Asf lo confirman estudios arqueológicos realizados en la zona' en los que se concluye que "...para estos pueblos el comercio constitufa una actividad tan importante que les llevó desarrollar la técnica de la navegación y a estar inmersos en una activa y amplia rcd de intercambio." (Holm, 1982: 18-19 en:
Ibidp.ll)
Durante la colonia, Manabf fue cor¡ocida como la p¡ovincia de h¡erto Viejo, una villa rica y de bastante importancia. "For el carácter comercial y militar...se habfa constituido en un cenÍo de poder en la costa...", además por su ubicación estratégica de puerto áccesible para la navegación se consütuyó en el "...p6o obligado de los españoles que se dirigfan a cualquier territorio de la Real Audiencia de Quito..." (lbid, pp. 4) Pero su prestigio duró muy poco. Los frecuentes incendios de los que fue vfctima la ciudad, debido en gñrn parte a lo endeble de
sus construcciones urbanas
y el temprano agotamiento de
los
metales prcciosos que existfan en la zona, obügó a los habitantes de
Artesanía de manabí
47
la primera ciudad-puerto, a trasladarse seis leguas hacia dentro, dejando abandonado el desembarcadero y permitiendo que el poder económico y polftico se traslade hacia Guayaquil.
Ello es posible apreciar en, la primera distribución geográfica realizada apenas inciado el perfodo Republicano del Ecuad-or (tgzq, Manabf pasó a formar parte der Departamento de Guayaquii constituldo por los cantones de: portoviejo, Jipijapa y t tontócriiti. 4.2 Población En cuanto a su composición poblacional, está conformada por catorce cantones y sesenta y siete parroquias (23 urbanas y 43 rurales) que se distribuyen aro largo de lg.g00 Km. con una-pobtación de 956'896 habs. (INEC, proyección de ra pobración esrimada 1 982- 1985), de las que er 72vo vive en er sector rurar y er rgvo en el urbano.
Las ciudades más pobladas son: portoviejo (l76.76}hab.) y Manta (112.483 hab) y registra una densidad poblacional de 44 habitantes por kilómetro cuadrado con un fndice de 2.9vo en el perfodo de 1985-2000. (Ibid) 4.3
hnrcnraagraria La*grovincia de Manabf se halla ubicada en una región
claramente dividida en dos tipos de tenenos, aspecto que influencia directamente el tipo de estructura agraria que tiene. La irimen zona, corresponde de la parte norte de la provincia, clasificada dentro de la zona ecológica de bosque tropicar y, la parte sur es zona
bosques xerófilos.
Sin embargo,
de sabana
y
toda la provincia entró en la modalidad de siembra del cacao, para atender la demanda extema del producto, en
.
Teresa Vósquez B.
48
aquella época cuando éste producto llegó a ser el principal rubro de exportación. Es asf que, al igual que en el resto del litoral,a mediados del siglo pasado se integró a la explotación cacaotera, luego de que su mayor rubro de expoftación agrfcola hasta entonces, habfa sido el de las materias primas especialmente fibras vegetales como la cabuya; la paja mocora y en menor grado la paja toquilla y el tabaco. (Dueñas, 1986:63)
En ese sentido, al hablar de la estructura agraria de Manabf, podemos añrmar que es la misma que comparte con el resto de la Costa, donde la tenencia de la üena asume rasgos de extrema potarización,detectándose una clara división entre aquellas propiedades que no sobrepasan las 5 Ha. y que controlaban apenas el 37o de la supefficie total de las tienas hábiles en el litoral y que representan el 46.7Vo de las unidades productivas; y aquellas de más de 500 Ha que se encontraban en posesión del 41.4 Vo dela tierra y que.no
óbrtant constituyen solamente
eLO.SVo
de las unidades censadasl
E
De lo que se puede concluir que la mayor parte de la tierra se hallaba concentrada en manos de pocos hacendados,'muy podenosos
y ricos, quienes obtenfan mano de obra mediante la sujeción del trabajador directo y su familia -sembrador peón- a la gran propiedad
tenitorial. Esta caracterlsüca define el panorama posterior que pres€nta Ia
provincia: una gran cantidad de tierras destinadas al cultivo del cacao, al principio concentrada en manos de pocos propietarios que sobre eüa levantaron grandes fortunas y la definición de una masa de
campesinos pobres, asalariados' que explotaban pobremente sus parcelas, con productos para el autoconsumo; y después atomizada en pequeñas y medianas propiedades por efecto de las polfticas ejecutadas posteriormente.
Artesanío de manabl
49
La más importante de ellas es la lry de Reforma Agraria, con la que a partir de los años 60 se da un giro en la caracterlstica de posesión de tierras en el litoral, al evidenciarse un proceso de creciente minifundización. Proceso que va de la mano con la paulatina cafda de las exportaciones del cacao que se iniciara a finales de los años 20 y que se prolonga a lo largo de las décadas posteriores; crisis que se mantiene alentada por ligeros repuntes y fundamentalmente la esperanza de muchos, de no perderlo todo.
Hacia los años 70, después de la expedición de la Ley" de t 9, el abolición del Trabajo precario y la aplicación del Decreto tggl permitiendo proceso iniciado con la Reforma Agraria se reafirma además la efectivización de un cambio en la orientación productiva que se destina a la explotación de otros producüos como el mafz, café, banano, arroz y otros cultivos de menor importancia y fundamentalmente a la actividad ganadera, para lo cual han destinado grandes extensiones al cultivo de pastos. 4.4 Breve diagnóstico artesa¡wl de la ProvinciaLo
Sefun Rosa Ferrfn (Op. cit.),las principales actividades económicas de la población manabita, siempre fueron: la agricultura, caza, pesca, artesanía y elcomercio. Ibid, 1986: 18) (El subrayado es mfo)
Actualmente Manabf registra un ZOVo de Población Económicamente Activa (PEA). Conservando la misma caracterfstica de mantener una primacla en la agricultura, pese a que durante los tilümos años ha sufrido una aguda sequfa. Además el comercio que como se vio- ha sido una constante en su acüvidad económica y finalmente la artesanfa que es otra de las manifestaciones o estrategias de supervivencia de esta población. se habfa anotado anteriormente,la provincia de Manalas últimas décadas ha sufrido un permanente e irrefrebf, durante
Como
DU
Teresa Vósquez B.
nable proceso de sequfa, lo que ha afectado notablemente el rendimiento del sector agrfcola, principal fuente de recursos económicos para esta población. Las estadfsticas revelan que en el perfodo 1974-1982 el sector ha perdido aproximadamente un de su población activa. (CEPAR, 1985:28)
32Vo
Itl
Esta circunstancia afecta de manera directa la capacidad de ingresos de la población por lo que se ven abocados a desarrollar otras estrategias de sobrevivencia, generalmente recurriendo a viejas tradiciones y a la práctica ancestral de este pueblo.
;, Ir l!:
Asf, obsewamos las estadfsticas proporcionadas por el INEC en su III y IV censo de población (1982), veremos que se ha dado un giro de la economfa de subsistencia, volcándose al sector de servicios y manufacturero. Asf se puede apreciar en el siguiente cuadro comparativo:
;
ñ
Distribución de la PEA según sector económico Sector
r974
r982
Agric.
8l.97Vo
63Vo
Serv.
ll.4lVo
28.O4Vo
Manuf.
6.62
9.96Vo
Vo
r
Fuente: INEC, en CEPAR. 1983:30
Asf observamos que mientras la agricultura tiene una tendencia a la baja, las áreas de servicios y manufacturas incrementan. Algo que aparentemente, sería contradictorio en el marco de desanollo industrial del pafs. En la práctica resulta ser una actividad constante, de apoyo a la economfa familiar, aunque también vfctima de los caprichos del mercado que pone en riesgo la subsistencia de técnicas tradicionales y se enfrentaalanueva tecnología y el cambio radical de las prácticas culturales de la población.
at
f F [ür
)
t
A¡tesonla
d.e,
ma.no,bl
51
En el marco de la región,la tradición artesanal ha ido oonc,en_ trándose en ciertas zonas.
Por motivos metodológicos sólo se han tomado ciertos nicleos de producción, sin que ello signifique que en lugares pequeños o dispersos se mantenga vigente esta forma de subsistencia. A conünuación se hará un detaile de las zonas de mayor importancia:'
. . . . . .
Calcera (Cantón Bolfvar), dónde se trabaja la paja mo-
con Colóny San lgnacio (Valle del rfo portoviejo),
arte_
sanfa en cuero como: monturas, bridas, frenos y demás aperos de montar.
Picoazrí (portoviejo) se trabaja el sombrero de paja toquillá Sotwte (portoviejo) se trabaja _o trabajaba_ la cerámica. Al parecer esta actividad está en vfas de desaparición. Se hacfan ollas, maceteros y distintos recipiéntes en cerámica rudimentaria. Rocafucrre @ortoviejo): talleres de carpinterfa dedica_ dos casi exclusivamente a la fabricación de sillas plegables. Puerto Cayo,Machalilla, h¡erto l_ópez,Bahfa de Cará_ quez, San Vicente y Canoas, son pueblos ubicados a orillas del mar, donde se practicaba la artesanfa naval y la pesca; ahora esta actividad ha disminuido radical_ mente debido sobre todo a la afluencia turfstica, lo que obligó a trasladar la fueza de trabajo al área de ser_ vicios (restaurantes, hoteles, tiendas, etc.). En algunos sectores sólo se mantiene la pesca artesanal, en especial de la larva del camarón para lo cual utilizan la fuerza de trabajo de toda la familia incluyendo la de los niños.
El más destacado centro artesanal, se encuentra en er cantón Montecristi. Aquf se desarroüan varias ramas artesanales.
53
Artesanía de manabí
v MONTECRISTI
La problemática artesanal de Montecristi, üene una estrecha relación con la dinámica y factores extemos que de alguna manera inciden en sus caractenzación. Por tal motivo a continuación se abordará el contexto cantonal desde tres variables básicas: ecológica, histórica y cultural. 5.1 Antecedentes históricos del Cantón
Ya desde 1544 se üene noticias de la existencia de Motecristi. Cieza de León lo describe como una de las comarcas encontradas por los españoles a su arribo a la Provincia. Se lo conocfa entonces con el nombre de Monte-Cristo. @errfn,1986: 12)
En su territorio se asentaban las parcialidades indfgenas de Jaramijó, Levique y Capil (Ibid: l3). Su fundación definitiva, según Herminda data de 1687, "al parecer -dice el autor- fue fundada antes que Manta, pero al ser saqueada y destrufda tuvo que retirarse al lugar donde se encuentra ahora." (1972: 17) Es decir, aparcntemente el primer Monte-Cristo se fundó en lo que actualmente es Manta y luego, acosados sus pobladores, por el permanente saqueo de los piratas que durante cierta época atacaban
los Puertos del Pacffico, tuvieron que retirarse al lugar donde actualmente está asentada.
54
Teresa Vósquez B.
Una vez en este territorio -se dice- tuvo una época de gran florecimiento. A su ambiente pacffico se sumaba un agradable clima y la disponibilidad de vertientes naturales de agua dulce, lo que garantizaba una agradable estadfa. En Manabf fue considerada como la Ciudad Imperial, donde residfan hombres de enorme poder económico y polftico. La cuna de lo mejor de la aristocracia manabita. Fue considerada la más rica, la más hospitalaria.
Su cercanfa al Puerto de Manta hizo que evidentemente, la actividad comercial creciera enormemente, el Puerto se habfa habilitado por un corto perfodo (1864-1867), momento que fue aprovechado para la solidificación de inmensas fortunas y el levantamienúo de la ciudad. (Velez, 1988: 92)
Tal fue su importancia que, durante este perfodo Montecristi fue declarada la capital de la provincia. (Op. cit.,pp.92) Pero la bonanza dura poco. Los historiadores señalan una fecha fatal: el 15 de julio de 1866, cuando un voraz incendio la destruyó completamente y pmvocó que sus comerciantes acaudalados la abandonaran y se establecieran en Panamá, Tumaco y Guayaquil. (San Andrés, 1905). Seguramente a más del incendio que habfa desvastado la ciudad, debió haber existido alguna intemrpción del servicio de Puerto para que se provoque tal movilización. Pero Montecristi no sólo aparece como un asentamiento de gran prestigio y poder dentro del contexto regional, durante esta época.
Algunos investigadores sostienen que éste poblado ya constitula "... el centro económico más importante de la provincia en virtud de su desarrollo precedente que se plasmó en la existencia de
Artegonh
d¿ monabl
55
una sostenida. agricultura silvestre y un alto fndice de producción ganadera." (Velez, 1988: 91) Con lo cual se demuestra que a mils de su clima agradable y cercanfa al h¡erto, Montecristi fue una tierra fértil propicia para el cultivo y la ganaderfa, otra fuente m¿ls de riqueza.
5.2 Duos generales. Cowetto ecológicoy social Montecristi se encuentra localizado en las faldas del ceno del mismo nombre, a 142 menos s.n.m. y a 14 Km del h¡erto de Manta, en 80 grados de latitud Oeste.
caracterizaprla
aridez de sus tieras, razón por la cual se lo ha clasificado deritm delazona Monte espirnso tropical, donde se cultivan productos de ciclo corto: fréjol,haba, mafz; además algunos frutos cftricos y café, algodón y banano -en las zonas más bajas-. Se
Según algunos estudios (MAC, CRM:
l8l)
Manabf en
general y Montecristi en particular, posee una esFuctura agraria desigual con bajo nivel de utilización del suelo, donde se hace indispensable la inigación. Se le ha calificado oomo una zona de powenir agrfcola, siempre y cuando sea sujeto de un programa intensivo de
reforcstación. Desde el punto de vista vial, Montecristi al estar ubicado enre las dos principales ciudades de la provincia, se halla atravesado por la Panamericana, gran vfa asfaltada de primer orden que recibe la circulación pennanente de transporte pesado, de pasajeros y particular. Importante aspecto q¡e como se verá posteriormente incide de manera positiva en la comercialización de las artesanfas y en el acceso de los turistas al lugar. .Más bien, al intemarse en las calles del poblado se percibe la real situación de precariedad infraestructural de la que adolece la ciudad. No posee red de alcantarillado y sus calles están plagadas de cerdos que comen, retozan y desanollan
TeresaVósqua B.
56
sus necesidades fisiológicas en üotal
libertad. De atrf la proliferación
de moscas que sumado al olor fétido, hace que en algunos trayectos sea imposible transitar con üanquilidad.
Demás está decir que esta circunstancia afecta de manera directa en la salud de los pobladorcs del lugar, especialmente de los niños que descuidadamente juegan en plena calle sin percatarse del peligro que esto signiñca para su salud.
Asf mismo la vivienda, cafece de las condiciones mfnimas panr una subsistencia digna. Muy pocas poseen SS.HH. y sólo algunas disponen de poso sépüco o letrinas. El agua proviene de una vertiente natural que está ubicada en lo alo del ceno y que actualmente se encuentra casi seca. De esta generalización se exime la parte más turfstica de la ciudad, que es la que corresponde al parqüe central, donde se encuentran las dependencias del Municipio, la Gobemación y las famiüas más acomodadas del poblado. De eüo se puede colegir la extrcma despreocupación de los poderes locales para proporcionar mejores cqldiciones de vida a esta población. Si este es el panorarna de la parte urbana del Cantón, laparte rural vive una situación más extrema. Tan sólo se pude rescatar el hocho de que posee una red vial de óptima calidad, dotada de una circulación pemanent€ de transporte piblico.
El Can6n en general y el Pueblito en particular, gozan de un agradable clima que registra temperaturas promedio de 22 grados centfgrados. La época de lluvia empieza a fines de. noviembre y termina en mayo. Se encuentra localizado en una pendiente de7 a 14 grados de
inclinación.
Artesanla de monobl
57
Después de haber sido uno de los Can¡ones más gnndes de la
Provincia, actualmente se ha reducido a sólo dos parroquias: una urbana -el Pueblito-, y una rural -Jaramijó, sector de playa -, concentrando al3.57o de la población de la provincia con 33.570 habitantes, de los cuales 8.190 residen en la zona urbana; y el rcsto en algo más de 50 rccintos y sitios distribufdos en todo su tenitorio. De lo antes expuesto se puede concluir que el Cantón gozade un buen circuito de comunicación vial y de un gran porvenir agrfcola y artesanal, siempre y cuando se le de el tratamiento adecuado a la
tierra.
Además es un sitio muy bien ubicado para la
comercialización de la materia prima y de artesanfas elaboradas.
Los aspectos en contra son:
.
La aridez y deforestación de la tierra que no permite el desarrollo de un plan de producción de materia prima dentro de los lfmites cantonales.
.
I¿ainsalubridad urbana y rural, que incide en la salud y desanollo de sus pobladores.
.
Laescacez -casi absoluta- de beneficios que permitan sustentar un nivel de vida digno para sus habitantes.
5.3. Datos poblaciornles En cuanto a sus caracterfsticas sociales se puede anotar que es un poblado de 31.986 habitantes (segrún Censo de 1982), mismo que se disribuye de la siguiente manera:
Panoquiaurbana 11.528 G6.A4VI) Conglomerado n¡ral 20.458 (63.95%)
TeresaVd.sque B.
58
ser un Cantón tan antiguo (1822) cuenta con un pasado histórico de gran riqueza.
Al
Uno de los hitos más relevantes es el de la creación de la primera imprenta l:stimosamente fue imposible recuperarla fecha exacta, perc se conooe que su autor fue el irdfgena Calixto Quijije, a quien se le rinde justo homenaje.
El proceso de poblamiento del Cantón ha sido sumanente regular. Entre poblamientos y abandonos, la ciudad en ciertos momentos daba visos de un prominente futuro como el que se citó anterionnente, pero de.spués se intem¡mpen y desaparecen, provocando un constante empzar de "cero" y desarticulando su desanollo. 5.4. Eútcación
Asf mismo en el campo de la Educación, según el historiador Estrada (citado en Polit, 1983: 25), el 2 de Abril de 1 821 se fundÓ en la población de Montecristi,la primera Escuela Fiscal de Niños "Sucre". Más tarde en 1893 se constituye el Colegio del mismo nombre. "En ese año regresó a Montecristi, su tierr¿ natal, el prcsügioso educador Don Anlbal San Andrés Rebolledo. Los alumnos que es esa época, recibfan clases en este prestigioso plantel eran de Portoviejo, Manta, Batrfa de Caráquez, Chone, Rocafuerte, Santa Ana, Calceta, Tosagua, Junfn, etc. (Op. cit., 125) El tiltimo censo escolar (1983) al que tuvimos acceso, revela que existen cinco Colegios en todo el Cantón que rcunfan un total de 915 alumnos (510 hombres y 405 mujeres); 8 escuelas fiscales urbanas, 3l rurales, una de las cuales es particualr. En total 39 escuelas en las que estudian un total de 6.292 alumnos (3.306 hombres y 2.886 mujeres); y I jardfn de infantes con 94 alumnos (39 hombres y 55 mujeres).
Artesanla
d¿
manabl
59
Es decir un total de 7.301 alumnos en una población total de 31.986 habitantes del Cantón que equivale al 22.82Vo de la población escolar. 5.5. Fesrtvidades
Los eventos festivos del Cantón, de la misma manera que en todos los pueblos andinos, se ven ligados-tanto al aspecto rcligioso, como cfvico.
En Montecristi las fechas más relevantes coresponden precisamente a estos dos üpos: en Julio las Fiestas de San Pedro; en Noviembre las de Cantonización y la más importante de todas la Romerfa de la Virgen de Monserrate. En vista de que esta última es la más destacada del calendario y la más visitada por personas de dentro y fuera de la ciudad, asf como de extranjeros, a continuación se hará una rcfercncia más pun0¡al:
La Romerla de laVirgen de Monserrate
La Cofradfa de "Nuestra Señora de Monserrate" fue una de las más antiguas y de las más ricas de la Provincia y hasta se podla decir, del pafs. Se dice que esta Cofradfa fue obsequiada por Carlos V en 1751. Su fama trasciende incluso las fronteras nacionales, pues el Santuario era constantemente visitado "¡nr los navegantes del Pacffico... porque los buques y veleros cuando venfan de Panamá o iban hacia allá, hacfan escala en Manta para prcveerse de agua dulce, leña y vfveres que era necesario conseguir en Montecristi, por ser Manta un sitio despoblado y sin agua." (Polit, 1982:52)
Teresa Vósqucz B.
Para 1830 esta Cofradfa, además de diez mil cabezas de ganado tenfa algunas arboledas de cacao en Bonce, Chone, Calceta,
Montaña de Mosca (Junfn) y tierras para cultivos diversos en otros
lugares. (Loor, 1976:93). La devoción de sus feligreses se expresaba en la donación de estos bienes y además en sendas ofrendas que consislan en "...oro, plata, piedras preciosas... los moradores de Montecristi, de los campos y pueblos vecinos solfan regalar ganado y tienas que pasaban a serpropiedad de la Virgen." (Op. cit.: 129). Actualmente y por todos estos antecedentes es la fiesta de mayor importancia no sólo para los habitantes del sector, sino para la Provincia entera, inclusive zu fama ha trascendido a odo el pafs. La afluencia de devotos es tal que en la fecha de la Romerfa a la Virger¡ se forman inmensas columnas que se prolongan a lo largo de las calles principales del poblado y haita llegan a la Panamericana.
Como se puede apreciar es una época muy propicia para redimir las deudas del espfritu y para los habitantes de Montecristi, la posibiüdad de nivelar los negocios. Fructiferan los puestos de comida, las casas de habitación familiar se convierten en hospederfas y no hay quien deje de comprar uno que otro recuerdo tfpico del lugar, es decir sus artesanfas. 5
.6
O r g anización S o c ial.-
El nivel de organización social se ve expresado en el tipo de mecanisrnos que se emplean para aglutinar al grupo en favor de una acción común para la consecusión de un objetivo o defensa gremial. Para el caso que nos intercsa: la artesanfa, existen Íes agrupaciones gremiales, la mayor de ellas la Asociación General de Arte-
Artesa,ntd d¿ monabl
61
sanos de Montecristi (AGAM), que es la más antigua y la que ha logrado aglutinar a la mayor cantidad de artesanos pertenecientes a las más diversas actividades artesanales.
Otra de reciente creacién' es la Asociación de Sastres y modistas de Montecristi, qr¡e procura defender los intereses de su gremio en particular. Y finalmente,la más pequeña de todas es la de Artesanos Cabuyeros de Chonillo, la que se consütuyó a partir de la clauzura de la fábriea de cabuya que trabajaba en este lugar.
Corno se dtF la mayores la AGAM, esa fue creada mediante el Acuerdo No.473 de fecha 15 de Octubre de 1982 e inscrita en el Departamento de Organizaciones laborales y Estadfsicas mediante el Registro No. 14, foüo 36 No. 648 de 9 de Octubre del mismo año. Actualmente dispone de un local propro y participan 52 socios activos, artesanos, en su mayor parte calificados. De ellos once son miembros de la directiva.
Los socios hacen un aporte mensual'de mil sucres que son invertidos en el mantenimiento del lmal y en la creación de una Funeraria que presta servicio social a los socios y sus parientes más cercanos. También pr€stan servicios a la comunidad en general, recabando por ello un ingrcso extra por zu anendamiento. La AGAM debido aque es el más grmde organismo grcmial de Montecristi,y pese a que carcce de malores r€cursos, ha logrado cierta representatividad en el Cantón. De alguna manera ha logrado viabilizar ayudas de distintos organismos nacionales e intemacionales para brindar ciertos servicios a sus socios y a los artesanos del Cantón en general. Asf por ejemplo: cun¡os de capacitación, la realización de ferias anuales de exhibición y venta de artesanfas y Encuentros de
62
TercnVd,equaB.
artesanos. Asf mismo cierto üpo de beneficios como aportes económicos para la terminrción de la constn¡cción de la sede, entre oEos.
Sin embargo, hay quienes consideran que la AGAM definitivamente no ha cubierto las expectativ¡¡s que cada uno de los artesanos del Cantón alberga. Asf por ejemplo, se expresan los siguientes criterios:
El bajo nivel culrunl y el no acceso a la autoeducación de los anesanos de Montecrisü ha sido en su mayor parte uno de los principales obstáculos para que alcancen una sólida organización clasista. Se han limitado solamente a realizar en familia sus trabajos cotidianos...
También es una de las causas principales, para que el producto de los artesanos no haya alcanzado el valor monetario real que le corresponde y sea mal pagado... Qntriago, l98l:30) Esta cita expresa de alguna ma¡rera la inconformidad de cierto sector de la población que considera ineficaz la labor de la Asociación, sin embargo se podrfa comentar que el retraso de la organización no se debe al "bajo nivel cultural" ya que porel contrario, especialmente en el caso de los artesanos, es un grupo que posee un rico bagaje de tradiciones, costumbres, prácücas, que son precisamente la fuente que alimenta su trabajo; por otra parte tampoco se trata de que "no tengan acceso a la autoeducación" poque ésta sugiere que sólo depende de uno mismo el acceso o no acceso a mejores niveles de instrucción.
Entendemos que problablemente el autor, quizo decir que los artesanos no han consolidado su organización debido a un desconocimento y falta de empeño porexplotarel recurso de la Asociación para mejorar sus condiciones. Punto que se comparte en su totalidad.
Artesonla
d.e
¡nanobl
63
Efectivamente se hace imperiosa la necesidad de capacitación
y concientización de los artesanos sobrc sus problemas, además de un proceso analftico de las posibles soluciones. Por otra parte, y algo que debe enfrentar desde la penpectiva de la presente tesis, es la evidente falta de representatividad de los dirigentes, con respecto a los mismos artesanos. Una de las principales acusaciones que han surgido al interior de la organización es la que alude a la acüvidad económica que desanollan sus lfderes, que en la mayorfa de los casos es la de comerciantes que hace üempo han abadonado los talleres.
En esa medida, se abre una gran brecha socio-económica al interior del gremio, pues es bien conocido que los comerciantes de artesanfas poseen ün mejor nivel económico y social que los artesanos de base.
Esta situación provocó la salida del Presidente de la AGAM, meses más tarde de mi permanencia en el Cantón. Pero, al parecer no fue precisamente un aftesano quien le sustituyó en las funciones,
sino, unjoven estudiante universitario cuya actividad artesanal es una panaderfa.
Esta información nos encamina sobre el tema central de la tesis: la identidad. El gremio busca en sus dirigentes, no tanto aqueilos que pertenezcan necesariamente a la misma rama de actividad, aunque ello sin duda es un requisito para integrar la organización, sino que posibilite eso sf, la defensa de los intereses de la mayorfaPara ello es rcquisito la destreza y la suficiencia que el lider debe tener, en el conocimiento de trámites y negociaciones con organismos gubemamentales y no gubemamentales.
El otro requisisto
es que, el dirigente se encuentrc en la misma que situación económica el grupo a fin de que sienta en came propia, la necesidad de defender sus intereses.
64
TeresoVdsquez B.
De hecho, el ascenso social y el mejoramiento de la calidad de vida durante la gestión, a qiterio del grupo, no siempre es "bien visto". En muchas ocasiones se ha comprobado que los dirigentes han sido presa de las manipulaciones polfticas y los malos manejos
financieros que han dado como resultado el alejamiento de la dirigencia con respecto a los verdaderos objetivos que inspiran la organización.
Utilizando nuestJo lenguaje, el sujeto entra en un proceso de enajenación o alienación social, alejándose y fnalmente separfidose del grupo. Es decir, la condición gremial no es el único aspecto relevante para establecer identidades con el grupo, como sf lo es la sinnción económica y social. 5.7 I-a actividad artesarul. Anteced¿rues
Los antecedentes más remotos son los que nos proporcionan los vesügios arqueológicos de la zona. Es fácil'percibirque en primera instancia la misma cerámica es un testimonio vivo de la habilidad de estos pobladores. A ello habrá que añadir el rico vestuario con el que se fepresentan especialmente las figuras humanas: tocados, trajes, accesorios, etc. Por otra parte la re$ión es famosa por sus trabajos en cesterfa y tejido en fibra de algodón y lana, que para entonces se habrfa cónstiu¡fdo en un importante rubro de comercialización e intercambio enue parcialidades irdfgenas ubicadas a lo largo del perfil costallero, de dorde segummente les viene el apelaüvo de "mantenses", es decir aquellos dedicados a la fabricación de mantas. (Ferrfn, 1986: 19) Esta tradición, tanto en la elaboración de objetos artesanales como la de expertos comerciantes y navegantes, se prolonga a lo largo de la historia de la región.
Artesonío
65
d¿ monabl
Es decir en las descripciones de los Cronistas se destaca que los "manteñ6 tenfan ya fama de comerciantes y que pam este efecto habfan desanollado las comunicaciones fluviales.
Según el Censo de pobtación de Manabf de 1865 (citado en Op. cit.:33), & una población total de 4.484 habitantes que tenfa el
Cantón, 2.424 (ó4.05%) (2,25Vo)
*
dedicaban a labores artesanales; 101
enn comerciantes y habfan 8 profesores (0.087o).
En estos datos se expresa con:toda vehemencia la importancia económica de la labor artesanal superior en mucho a las demás acüvidades.
Las principales ramas artesanales de la época, -según la misma fuente- entre oras eran: la cesterfa, el tejido de lana, tejido de sombrero de paja t4oquilla, manufacturas en fibra de cabuya, etc. De ellas destaca principalemten el tejido del sombrero, cuya explotación comercial coincide con este perfodo ,-fines del siglo XVIIII- a la que se ha denominadofase artesatul.
Otra rama que también tuvo su representividad fue la dsl tejido en fibras naturales, particularmente el bejuco y la cabuya. Hacia el siglo XVII incluso fue un rubro de exportación similar al del sombrero de paja toquilla. (Op. cit.:21) Esta tradición tan anaigada entre los pobladores de la zona de Montecristi y sus alrededores, se prolonga hasta nuestros dfas, con ciertas modificaciones, en particular en cüanto a que existe una clara tendencia a la elaboración artesanal, pues en el comercio generalmente intervienen agentes extemos.
Acn¡almente segrÍn datos proporcionados por Velez (1986: 93), se estima que un 4O7o de la población nonl se dedica a tareas artesanales. Cabe aclara¡ que este porcentaje conesponde a aquellos
66
TeresaVósqua B.
quienes se dedican exclusivamente al uabajo artesanal. pero si se añade a esta cifra, esa gran población -especialmente del sector ruralque combina el trabajo agrfcola con el artesanal obtendrcmos un porcentaje muy superior. pn efecto, no es desconocido que la sub_ sistencia en todas las rcgiones del pafs, se toma cúaveimás precaria y el hombre recure a la práctica de diversas estraüegias de supervivencia para redondearun ingreso que medianamente cubra sus necesidades.
En Manabf y particularmente en Montecristi, _como ya se y gmadertason catalogadas como actividades marginales, debido en gñn parte a la ausencia de tierr¿s fértiles para tales firrcs. a¡¡otó anteriormente- la agricultura
La industria -en cambio- durante estos rfltimos años ha cobrado gran importancia. En el sector se han instalado una serie de fábricas, debido en gmn parte a la facilidad vial con la que cuentan y a la cercanfa tanto a la ciudad capital de la provincia: portoviejo, como al Puerto de Manta. Entre otras se puede mencionan La procesadora de café Solu-
ble "PRESCAFE 2", una industria de productos qufmicos: "DAN QUMICA", Industria agrfcola maderera SA y planteles avfcolas.
Artesonla
&
manabl
67
VI DIAGNOSTICO ARTESANAL DEL CANTONzI
Montecristi, a no dudarlo es un centro artesanal de prestigio, como ya se advirtió. Aquf se desanolla una gnm canüdad de tareas artesanales, orientadas principalmente al u¡rismo, aunque sin duda, subsisten actividadeb que se las podrfa calificar de autóctonas y que se fabrican para cubrir las necesidades inmediatas. En total se ha registrado 23 puntos de actividad artesanal, distribt¡fdos a lo largo y ancho del Cantón.
Al Norte: El Arroyo, Colorado y Jaramijó Al
Al
Sur:
Ese:
Al Oeste:
Tohalla, Cárcel (de aniba y de abajo), Los Bajos (de la Palma, de Afuera y pechictre). La pila, Lagunas, Manantiales, El Jurón, La pampa, Camarones, San Bartolo, piles, Unión patria, Rfo de Caña,I¿ Solita.
La Sequita, pepa de Uso, Cerro de
hojas,
Estancia Las Palmas, Guayabal, El Jaboncillo. Rfo de Manta y Chonillo
En cada uno de estos sitios, existe una especialización; asf en
algunos lugares se dedican al tejido fino del sombrero de paja toquilla, en otros lugares realizan el mismo trabajo pero en diferente calidad. Asf mismo hay sectores en que toda la población se ha
Te¡esaVósque B.
especializado en determinado trabajo, tal es el caso de La Pila, donde se trabaja la cerámica, especiaknente lo que son réplicas arqueológicas; o Chonillo donde la imagen del Puebüto se caractefiza por sus calles asfaltadas de cabuya secilndose al sol y el ruido del traquetear de los telares.
Procurando hacer una primera clasificación de este conjunto de ramas artesanales se procurará dividirlas entre la de tipo turfstico o aquella que cubre las necesidades intemas, tendrfamos: Ar tc sanf a p u a e I wr is t¡n
-
En paja
-
Mocora
toquilla somblEtos, cafteras, paneras,aftfculos decorativos y adomos navideños caftefas, bolsos, sombreros muebles en general, artfculos decorativos Arlculos decoraüvos: almohadones, man-
- Bejuco - Cabuya
teles, cortinas hainacas, tapetes' etc.
- Cerámica
Obras creativas, réplicas arqueológicas adomos, recuerdos, etc.
Artesanta Para conswrlo iüer no
- Cabuya
l¿drillerfa - Banilerfa
-
-
Carpiriterfa Hojalaterfa
-
Artesanfa
naval
-sacasdecafé
l¿drillos, bloques para la consÍucción' Tinas, pipas, toneles, barriles, instru mefitos musicales Muebles en general
Cedazos, baldes, homos para asar verde y garticularmente candiles construcción de embarcaciones, fabricación de redes y aperos para la pesca.
Aestashayquesumafaquellasactividadesartesanales categorizadas en el árca de seruicios, por ejemplo la sastrerfa, salas
Ar-teso¿nl¿
&manobl
69
de belleza, me.cánicas, etc., que no han sido consideradas para el prcsente estudio. 6.1 I^a artesanla en Mortecristi.Se conoce que el 19.5% de los habitantes montecristenses se dedican de ma¡rera rinica y pennanente a la artesaúa (II Censo de Ar-
tesanal CRM, 1982), sin tomar en cuenta aquellos que realizan manufacturas como acüvidad complementaria al ingreso familiar, con lo cual ottrendrfamos un fndice mayor, talvezequivalente al 50 o ffi%o. Tómese en cuenta que en este porcentaje no se ha inclufdo las tareas de recoleccién de las fibras.
En el mencionado Censo también nos brirda daos obtenidos de una encuesta en la que nos permite observar en términos porconl tuales, de qué manera está distribufda la actividad económica del Cantón. Asf tenemos que de un total de 657 entrevistados en el sec¡or urbano, las prirrcipales actividades son:
Actividad Porcentaje
l.
Elaboración de ladrillos
2. Manufacu¡ra en paja toquilla 3. Elaboración y tejido de mimbre 4. Elaboración de muebles A nivel rural igualmente
3l.OSVo
14,1670 lO,66Vo 7,1570
se encuestaton a 647 personas de las
que se dedican a las siguientes tareas:
l.
Manr¡factura en pqja oquilla
2. Artesanfa en cabuya 3. Carpinterfa naval
70,6370 9,748o
3,lovo
TercsVósqrwB.
70
Haciendo una evaluación de los dos sectores, encontnmos que, en orden de prevalencia, las actividades más f€presentativas son:
l. 2. 3. 4-
Manufacrura,en paja toquilla Elaboración de ladrillos (que se justifica por la aguda sequfa $rc cada vez integra mils tenenos a la producción de ladrillos) Artesarifa en cabuya
Elaboración de muebles de mimbre
Como se pude apreciar, estos datos nos permiten tener una idea de la importancia. que la actividad artesanal tiene dentro del panomma económico del Cantón, lo cual nos permite contarcon una argumento más para justificar la importancia de este lugar como universo de esrudio.
Sin embargo, en nuestra propuesta metodológica se habfa planteado la necesidad de delimitar el análisis a tres de ellas, de las que se destaca la de manufactura de paja toquilla, que además coincide con ser una de las prácticas mils anüguas y la de mayor popularidad como lo revela este censo, lo cual le da mayor relevancia al caso seleccionado para los objetivos que perseguimos.
De esta manera, una vez conclufda la visión panorámica del Cantón y sus caracterfsticas más sobresalientes, corresponde, adentr¿rmos en laproblemática que hemos plateado inicialmente. Es asf que pam iniciar nuestro aniilisis partir€mos precisamente de la manufactura en paja toquilla, porlas razones ant€s argumentadas, realizando un registro de su proceso de producción, para ello a conünuación revisaremos cada una de las etapas que se deben cumplir para obtener el producto final, poniendo énfasis de sus antecedentes históricos, aprovisionamiento de materia prima, procesos de elaboración, etc.
Artesanb de tnanabt
7r
Sin embargo antes de entrar en el t€ma es necesario hacer hincapié en la condición de artesanos tejedorcs de fibra que tienen los hombrcs de esa mna, raz6n por la cual haremos una feftrcrrcia a la evolución histórica del tejido de fibras naturales de la que es parte importante el tejido del sombrero de paja toquilla. 6.2
los
antecedc¡xes del tejido
enfibra
El manabita tierp fama de ser buen-comerciante y tejedor, por ejemplo se dice que desde üempos muy antiguos a la Sierra se llevaba "...sal, pescado salado, sombreros, carutstas y utensilios de c ocina elaborados en paj a toquilla." (Ferrfn, I 986: 19). "[.os de Picuazá (sic) tenfan como ocup¡rción prirripal el comercio dela cabuya y tejidos de algodón." (Op.cit., 19)
Al parccer el tnbajo de cesterfa tiene su mils antiguo pr€cedente en el tejido de prendas de algodón, que además era un cultivo muy importante en la épocdÍ'También se conoce que las clases superiores se ataviaban con prendas tejidas en lana de llama. (Loor, 1937:32 en Ferrfn, 1986: 20). Hay otros autorcs que conoboran esta tesis. Asf se "probablemente el tejido empezó en la llamada época de (Confederación Manteña), pues en diferentes ñgurines piedra o cerámica, se puede apreciar que los hombres especie de protección en la cabeza - a manera de cascohaber sido hecho con este material -paja toquilla-." (
tJ|i|ENTACI0f{
H¡S{g-YALA
2r). En el siglo XVI se da origen al tejido de sombreros de toquilla y al parecer su explotación comercial se remonta a fines del siglo XVil y principios del XIX.
Al
respecto hay otras hipótesis que dan fechas, nombres y
anécdotas, sin embargo, para efectos de nuestro estudio interesa rc-
72
Tercsa Vósqucz B.
saltar que es una actividad centen¡uia que se mantierrc"hasta nuestros dfas y que llegó a ser tari representativa como que la demanda del mercado mundial con respecto al Ecuador se centraba en el cacao, sombrero de paja toquilla, caucho, tagua y café. (Ferrfn, 1986: 46)
Sin duda, como lo comprueba el estudio de Rosa Ferrfn la explotación de esta manufactura vino a fortalecer la conformación de un artesanado por una parte y de una pequeña burguesfa comercial, que basa su capacidad de acumulación en el tejido del sombrero. (1986:30) Con ello se grafica claramente la importancia de esla acüvidad dentro del proceso de acumulación del capital en la Provincia de Manabf durante los siglos XVm y XIX a la que se ha denominado la Fase Artesanal. Ademils nos da una idea de la canüdad de campesinos que se vinculaban a ella, tanto en el tejido como en la recolección y cultivo de la fibra.
Ello trajo consigo el enriquecimiento repenüno de muchos comerciantes y exportadores que vinieron a conformar una nueva clase, actores principales de su misma crisis posterior. Una vez dueños de capital, invierten en la adquisición de üerras desinadas al culüvo de otros productos de igual o mayor éxito que el de la paja toquiüa, especialmen¡e el cacao, entrando a la Fase Agrfcola de la e¡onomla manabita"
La privaüzación de estas üerras limita el acceso de los ca¡npesinos a la materia prima y decae considerablemente su producción y porotra parte el irrcremeno de tienas de cultivo mismo de poductos para la exportación, demandan aburdante mano de obra que la prestan prirrcipalmente los hombres.
Por otra parte, un elemento que aporta a la crisis es que el contrabando de la fibra se habfa venido fortaleciendo desde hace algunos años. La materia prima se la envfa a Penl y Colombia. El
A¡tesanta
d¿ monobl
73
Gobiemo de tumo, preocupado por tal situación, en diferentes ocasiones expidió decretos que sancionaban dichas acciones sin lograr eficientes resultados, pues esta es una modalidad que se emplea hasta hoy en dfa.
A partir de la década del40, el tejido del sombrelo decae. La crisis de postguerra en todo el mundo, llega a afectar las economfas familiares a tal punto que se deja de consumir artfculos sutuarios como el sombrero. Con ello viene la nueva moda, que revoluciona el atuendo masculino y femenino, poniendo en desuso este artfculo. Por lo tanto el artesano que hasta entonces habfa encontrado en éste, un medio de subsistencia, abandona la práaica y dedica su tiempo a la realización de otras tatcas, especialmente la agriculura, y en su a¡serria dada la dificultad de tnabajaren un teneno casi desér-
tico-, lamigración. Pese a ello cabe aclararque en ningún momento se abandona
la práctica del tejido. Se mantiene, como hasta ahora, como una actividad complementaria que permite al artesanado contar con un ingreso extra que ayuda a la mantención, ya no con la expectativa económica que les brindaba el saber que su producto era objeto de exportación y con ello la gran demanda de trabajo.
6.2.lF;l Servicio Cooperativo Interamericano de Indusuias y Artes Manuales (SCIAlvf)
En vista del apego que el artesano de Montecristi demuestra para con el tejido de la fibra, hacia fines de la década del 50 .según
el investigador Sergio Velez- interviene el Servicio Coperativo Interamericano de lndusuias y Artes Manuales (SCIAM), que pertenecfa a lo que entonces se conocfa como Punto IV. Equipa un taller demostrativo y de producción en Montecristi con el fin último de formar una Cooperativa de Ahono y Crédito. (1988: 97,98).
74
TercsVóqua
B.
El SCIAM, forma parte de uno de los paquetes de ayuda para el desanollo y ayuda para América Laüna de la CEpAL que, desde su perspectiva busca incenüvar la formación de pequeñas empresas en el campo artesanal de todo el pafs.
Tal es asl que, se sabe de su intervención, con iguales caraclerfsticas en otras provincias de fama artesmal como: Imbabura (San Antonio de lbana), Otavalo, Cotacachi; en Tunguratrua en Salasaca y en Cuenca, adem¿ls de Montecristi. Se sabe que este organismo, interviene de manera efectiva en la reacüvación de estos oentros artesanales, pu€s provoca innovaciones deñniüvas en la calidad y diseño del trabajo artesanal y con ello incide de manera deñnitiva en el actual perfil de la artesanfa orientando su producción a satisfacerun merca& de turist¿s locales
y panicularmente, debido a su intervención directa expresando gus-
tos mÍls propios del consumidor norteamericano. Un ejemplo elocuente de lo dicho son los muebles de mimbre con diseños ropicales.
La estrategia consisüó en rctomar el trabajo artesanal en las fibras naturales: paja toquilla, cabuya y bejuco (o mimbrc) y darte un toque "modemo" y "deseable" a los diseños. Asf porejemplo en cabuya se empezó porestimular zu cultivo incluso sustituyendo el tradicional cultivo de paja toquilla. Se promovió el tejido de las "sacas" para el café y de artfculos de consumo cotidiano como carteras, bolsos, sombreros, tapetes. (Op. cit., pp. 98). Con la paja toquilla se incorpora la fabricación de nuevos productos, "dando origen a la confección de artfculos decorativos apareciendo la lfnea de jugueterfa y de adomos navideños." (Op. cit.,
pp.e8).
Artesanle dc manabl
75
Con esta nueva perspectiva de la producción se da gran impulso a la formación de talleres artesanales utüanos y la mano de obra campesina viene a ser un complemento especializado en el uabajo Msico. Porejemplo sólo tejen el sombrero pero no conocen las técnicas del "acabado", es decirel femate, azacúo,despeluzado, hormado, etc. Asf misno el trabajo de tejido con bejuco viene a ser un patrimonio de los sectores urbanos y desaparcce en las zonas rurales. Por otra parte viene a darse un gñm impulso a la intervención de comerciantes o intermediarios, tanto en la materia prima como en el comercio de los prúuctos. Su actividad no sólo se remite al comercio del sector rural al urbano, si no también del de otras Pmvincias a MontecrisÉ (Azpay y Cañar) y de Montecristi a los centros comerciales de Quito y Guayaquil. Estos comerciantes manejan el negocio a pequeña escala y no intervienen en el comercio ext€rior, al parecer de esto se encargan poqufsimas empresas que han subsistido a la crisis del sombero.
se
El caso de la comercialización del bejuco y la cabtrya, en paÍe exonen de estas pautas debido a que sufrren un proceso distinto,
mismo que se analizará postedormente.
"
Para analizar este panomma a continuación se revisa¡á en su proceso particular de poducción cada caso seleccionado, esto es:
paja toquilla (sombreros
y
juguetes), cerámica (piezas
arqueológicas) y banilerfa, además mueblerfa en mimbre y sacas de cabuya. Sin embargo, se encontrarán desanollados procesos de
producción de otras ramas artesanales, no seleccionadas, pero mencionadas en el diagnóstico general,lo cual hemos considerado valioso, en el afan de dar al leCtor un panorama de la artesanfa en este Cantón.
Artesanía
77
d¿ ¡nanabí
vII LOS PROCESOS DE PRODUCCION
7.1 Artesanía
en
paia toquilla
El nombre cientffico de la toquilla es Cardulovica pahruta que según descripción del cientfñco Eric Wolf se "pat3ce a una palma sin tfonco cuyas hojas en forma de abanico se levantan directamente del suelo sobre un pecfolo largo..." (Woll 1975:471472). Es una especie de n¡bérculo que se da especialmente en bosques tropicales de las regiones occidental y oriental del Ecuador, en lugares cálidos y hrlmedos y del Alto Amazonas. Pertenece a la asociación vegetal higróftla que forma la selva tropical. Ocupa todo el sector litoral que recibe abundantes lluvias; siempre y cuando el terreno tenga suficiente drenaje.
Los terrenos donde se reproduce además son sectores cubiertos por espesa vegetación, con alturas de hasta mil metros sobre el nivel del mar y que mantiene temperaturas superiores a los 25 grados centfgrados y precipitaciones que sobrepasan los 1.700 mm. anua-
les. (Aguilar, 1988:7) En nuestro pafs por lo tanto prolifera en la Provincia del Gua-
yas: montañas de Manglar Alto, Barcelona, Cadeote, Las Lomas, Valdivia, Olon, Pedro Carbo, Isidro Ayora; y en la Provincia de Manabf en los sitios más bajos: Rfo de Manta, alrededor de Mon tecristi
78
Terc*Vósqtu
B.
y en los sitios llamados Pile y el Aromo. También se conoce que se da en la Provincia de Esmeraldas y en provincias de la amazonfa. Aparentemente es una planta que se da en forma silvestre perc la experiencia del hombre ha determinado una serie de estmtegias de su cultivo para optimizar calidad y rendimiento. Por ejemplo el que se debe sembrar en hileras a cuatto var:rs de distancia entre una y otra a lo ancho y a lo largo. La planta asf empieza a producir a los dos años y medio de sembrada y hay que
empezar a cortarla al principio cada treinta dfas, luego se puede disminuir el tiempo, pero en aderante se lo hará en iguar perfodó. Además -señala Marfa Leonor Aguilar- se observan las fases de la luna. si le "coge la creciente o luna tiema, la planta se pondrá raquftica y se morirá al efectuarse el corte de los cogollos." (l9gg: 42). Prefieren sembrarla en lugares inclinados donde los rayos del sol no hieran la planta durante la mañana.
Del corte, depende en mucho la calidad del producto, en es_ pecial del sombrero. Asf pues se dice que cuando el cogollo se corta muy tiemo la paja resulta floja y el sombrero sale blando; si por el contrario ha estado muy madura (muy "jecha" o "hecha"), jamás se consigue darle otro color que el verde. La única herramienta que chete o cuchillo bien afilado.
se
utiliza para la cosecha es un ma_
En cuanto a su representatividad dentro de los esquemas de cultivos tradicionales, según estudios del GENDES realizados en 1983, se conoce que hubo cerca de 70.000 Ha. sembradas para esta época, lo cual ofrecfa más o menos 9 a l0 mil toneladas que luego del tratamiento post-cosecha se reducfa a 1.150 toneladas de paja
Artesonfa dc ma¡wbí
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seca. De esta'cantidad hay una gran parte -290 toneladas- que se vende clandestinamente a los pafses vecinos, en especial al Pent.
(Hoffmeyer, 1988:4). Como se puede observar esüa es una práctica que se mantiene vigente en el transcurrir del tiempo. Asf, por aportes de los informantes, se conoce que en el recinto Barcelona (Prcv.del Guayas),la población se dedica al cultivo y comercio clandestino de la fibra hacia el Penf.
Además nos informan que la planta está en vfas de extinción, en parte debido a que los ganaderos en el afán de incrementar sus pastizales están quemando grandes exteruiones de paja. 7.1.1 hocesamiento de la fibra
Del productor pasa a manos de las "secadoras", ellas se encargan del "desvene" o "desheche" o "esparcido", tarea manual para la que se ayudan con cualquier objeto filo (prfas, espinos, gramil); luego se procede al cocinado en ollas de barro para luego realizar el "destile", que consiste en colgar la paja sobre cordeles por urn o dos dfas de acuerdo a la intensidad de los rayos solares, preocupándose de virar constantemente la paja para que se sequé por igual a los dos lados. Una vez seca la paja se "sahuma" en un homo o cajón bien cerrado en cuya base se encuentra un bracero de leña o carbón al que se echa azufre para que la paja blanquee. Si es posible hay que dejarlo en el homo durante todo el dfa aún a pesar de que se apague el fuego. Con esto se termina la primera fase. Una vez procesada la fibra pasa a manos del recolector mayorista que a su vez vende el producto a otros intermediarios para finalmente entregarla al tejedor, a través de las "pajeras" o vendedoras de paja.
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Gráfico No.
I
PROCESO DE TRATAMIENTO DE LA PAJA
Productor
secador
desvene
coc¡nado destile sahumado
recolector mayorista I I
intermLdiarios pajeras I
I I
tejedor I
t
acabador
Asf, una vez en manos del tejedor, se procede a un nuevo tratarnienfo. Este consiste en dejar secar al sol los cogollos de paja, ésta bien seca se somete al "calibrado" de la hebra, es deci-r a seleccionar la paja que sea del mismo grosor. Este procedimiento se lo reaüza tomando la fibra entre los dedos pulgar e fndice e introduciendo la uña del pulgar entrc las hebras, de tal ma¡rera que toda la paja quede "pareja". De esto dependerá la calidad del sombrero que se fabrique.
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El barril de muyuyo. El de uso cotidiano.
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el "dedicado" al turista.
Artesanía de manabí
7.l.?El tejido
8t
del sombrero
El norteameric arn tan inteli gente,lo único que no ha Podido fabricar son los muñecos de barro'Piezas
arqueológicas- Y el sombrero de Mowecristi"
Alvaro Franco La finura del sombrero depende tanto de la calidad de la paja cuanto de la habilidad del artesano por realizar un tejido perfecto. Para lograrlo se guarda ciertos "secretos" o más bien cuidados durante la labor.
Asf, el tejido debe realizarse en horas de la madrugada -de 3:00 a 6:00 horas- o en la tarde o noche, cuando el ambiente refresca, especialmente si es inviemo. Son dos las razones para ello: la primera que cuando hace mucho calor al tener que humedecer más continuamente la paja, hace que se negree y por consiguiente el sombrero no es bien cotizado; la segunda razón es que las horas intermedias de la mañana y tarde se dedican a actividades mejor remuneradas. Se teje con tres hebras, formando primeramente la "plantilla" luego se sigue el tejido por puñados, es decir se recoge una porción
de hebras y se teje cinco carreras. Una ida es media carrera, el regreso completa la carrera. Después se selecciona otro puñado para rcalizarla misma tarea.
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TeresoVósquez B.
La posición para el tejido
es:
La persona reclina el pecho sobre la almohada. Entre el almohadón y el sombrero se coloca un paño o algodón para evitar el roce al tejer.
El trabajo dura de 30 a ó0 dfas, dependiendo del grcsor de la pajay el grado de dificultad del tejido. Como se trabaja sólo ciertas horas, cuando se deja el tejido hay que taparlo con un lienzo blanco para que no se posen las moscas.
Una vez terminado el tejido se lava con detergente o jabón azul. Nuevamente se "sahuma" y se entfega al "acabador" sin rematar. Una vez en manos de este, se procede al asoque o remate, se despeluza (cortar las hebras sobrantes) y se descorona (cortar los remates de la copa del sombrero),
Luego se procede a poner el sombrero al sol y después se "palea", es decir se coloca en grupos de cuatro sombreros sobre una piedra asentada en la tiena y con un mazo de madera negra, que pesa entre 12 y 15 libras o de l0libras -para los más finos- y de hasta 20 libras para los más gruesos, se procede a golpear el material con el fin de lograr un tejido homogenizado. Para ello se pone azufre sobrc la superficie de los sombreros y se los vira de lado y lado con el fin de que todos reciban el mismo impacto.
A continuación
se colocan los sombreros en horma
y sobre
estos se pasa una plancha de hieno de más o menos l0 cm. de largo, por las partes más amplias; una de 5 a 6 cm. para los filos y otra de 3 a 4 cm. para el sombrero fino o para "sacar amrguitas". Estas planchas son calentadas sobre carbón y se destemplan en una tina de agua. Si está muy caliente se aplica sobre el sombrero pero con una tela fina.
El tradicional sombrero de paja toquilla, conocido internacionalmente como "Panama Hat", es el orgullo del montecri sten se.
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Finalmente se saca el sombrero de la horma, se welve a poner azufre y se cepi[a. Para darle la forma ñnal se aflica una goma que se extrae del árbol del zaqte. Para obtenereste lquido, se mja la conee del ár-
bol y se deja que el lfquido -"la lechecia"- se "duema". Se ponela sustancia a rcmojar y se mueve de vez en cuando pam que no se "abombe".
Hay sombreros de todo precio; desde $5.0ülO0 hasta $50.000,00 dependiendo del trabajo. Se logra rcoogermás o mems 500 docenas por mes (entrc Azuay y Manabf). Este material se comercia en Quito y Guayaquil prirrcipalmente y un mfnimo porcentaje se exporta a los Estados Unidos a través de pequeños irttermediarios. Aunque cabe hacer la misma reflexiór¡ que Hofrireyer hace en su trabajo, y es que se desconoce la canüdad de sombreros que se van en las maletas de los turistas que han visitado nuestro pafs. Este serfa también rm mecanismo informal de exportación. '
Por otra parte en cuanto a la exportación se refiere, cabe señalar que no exisrc la suficiente producción en el pafs pam cubrir altas demandas como la del Japón y del mismo Estados Unidos. El problema más agudo de la fabricación del famoso sombrcro de Montecrsisü a criterio de los mismos artesanos es que, fuen de la escacez y alto precio de la fibn,la uadición del tejido se va perdien-
do poco a poco; los más jóvenes ya no continiian en el mismo trabajo. Al parecer ésta serfa una bomba de tiempo a cofto plazn. En el Cantón, el tejido del sombrero se lo realiza en los sitios: La Sequita, Pepa de Uso, Ceno de Hojas, Guayabal, Estancia de las Palmas, Cerro de Hojas, Jaboncillo, Santa Rosa, Piles, Unión Patria, Rfo de Caña, Camarones, La Pampa, La Solita, San Bartolo, El
Arcmo ylagunas.
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.1.3 Llneade artlculos menores y adomos navideños
Como se habla señalado esta lfnea de 'Jugueterfa" se inicia hacia fines de los años cincuenta por iniciativa del SCIAM y se extiende a todo el Cantón, especialmente en los sitios: los Bajos (Pechiche, de Afuera y de Las Palmas), Tohalla, Camarones, La Pampa, El Aromo, Jaramijó (en menor escala).
El proceso es más simple que el del sombrero y la fibra no requiere poseer las mejores condiciones. Es decir, bien se puede aprovechar los deshechos del tejido del sombrero. De attf que en la mayorfa de lugares donde se teje éste, se teja los juguetes.
El rinicp procedimiento particular es el ünturado de los cogollos en base a anilina. Cada fundita de colorante cuesta $ 250,00 y sirve para un máximo de diez cogollos. Se pone a hervír la paja con el colorante disuelto en agua durante media hora y se mueve de vez en cuando para que Ia tintura sea homogénea. Algunas personas le echan sal para que fije el color. Después se enjuaga las fibras tinturadas y se las pone a secar al sol; una vez secas se procede al tejido.
7.1.4 Comercialización de'la paja toquilla
-
La comercialización de la paja toquilla tiene varias etapas que se señalarán a continuación, previa la advertencia de que entfe una y otra fase siempre se debe pensar en la presencia de los intermediarios.
Asf en primer lugar, para la venta de la fibra en bruto, utilizan las siguientes medidas como unidad de venta: un "ocho" igual a 112 cogollos (Austro) . un "mazo" igual a 9ó cogollos (Costa)
se
AquÍ destaca la diferencia del acabado. Entonces, la diferencia de precio.
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Cada cogollo cuesta $250,00, pero de este no toda la paja es útil, hay que hacer una selección para el tejido.
La segunda etapa es la de la venta de la fibra secada a los tejedores, en la que el precio varfa de acuerdo a la calidad del secado.
Si es de óptima calidad, como para la fabricación de un sombrero fino, el precio será de hasta 2.500 sucres por cogollo. Finalmente, tenemos la etapa de venta del producto semiacabado a los azocadores o acabadores, quienes se encargan de darle los detalles finales al sombrero. También en esta caso los precios varfan de acuerdo a la calidad del tejido, a la puntada, a la "finura" del trabajo. El precio promedio de un sombrero es de 1.500 a 3.000 para los más nísticos.
En la lfnea de artfculos menores el proceso de comercialización es más sencillo. Por lo general las mismas secadoras de paja, son quienes fabrican estos artfculos, por lo tanto no hay etapas en las que el producto pueda encarecer. Los artfculos que fabrican son muy baratos, especialmente los más pequeños. Se fabrica un sinnúmero de artfculos que tienen que ver con las fechas festivas del año, que es cuando se perfila un mejor mercado:
Para Navidad: campanas, coronas, noeles, recipientes colgan(bombillos), nacimientos. tes Para Semana Santa: Huevos de Pascua
Además artfculos de uso común y que son factibles de vender
en cualquier época del año en especial en el inviemo cuando hay mayor afluencia de turistas nacionales. Estos artfculos son: carteftN, bolsos de playa, canastas, paneras, artfculos para mesa (individuales, porta-vasos, porta-servilletas), juguetes (anim ales, chines-
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cos, sombreros para muñecas, abanicos), accesorios de vestido cinturones, manillas, zapatos- (Hoffmeyer, I 988).
7.2lrcerómica En una panoquia de Montecristi llamada La Pila, desde hace algunos años se viene practicando el trabajo en cerámica, la que en poco tiempo ha logrado gran renombre por su originalidad y calidad. La Pila, es un recinfo que se encuentra a 20 minutos de Montecrisü vfa Guayaquil. Es un poblado de apariencia desértica que se halla a la vera de la carretera principal. Aquf,las posibilidades de la agricultura son escasas, por no decir nulas, y la gente se ha dedicado al trabajo en cerámica especialmente a la fabricación de las tan conocidas réplicas arqueológicas, que se vende a los turistas en las calles principales de Quito, Guayaquil y Cuenca, muchas veces como si fueran auténticas. Esta labor ha proporcionado ingresos a estas familias desde hace más o menos 2O o 3O años -no se puede precisar con exacütud. Al parecer el origen de esta producción fue el huaquerismo, pues en la zona se conoce que existen o existieron vestigios arqueológicos i mportantes, pertenecientes a la cultun m anteño -huancavilca. Entonces se vendfan las piezas originales. Luego, la "viveza criolla" dio origen a la fabricación de las piezas logrando muy buenas imitaciones; inclusive estos artesanos llegaron a tener un verdadero manejo de las caracterfsticas ffsicas de la cerámica correspondientes a cada una de las culturas.
Por ejemplo aplicando ciertas técnicas en el homeado del bano -que no son tinturas artificiales-, le dan el tono negro para la cultura Manteña, para la Chonera el color café, rojo para la Bahfa, etc. También realizan réplicas de las culturas Valdivia y Jama Coaque. Inclusive se han dedicado series pomográficas en miniatura que han sido un gran éxito en el mercado.
Los adornos navideños, como este ,,pesebre criollo',, tienen mucha acogida entre los turistas.
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Las reproducciones se realizan en base de la copia de ilustraciones de rcvistas cientfficas especializadas en arqueologfa, publicadas especialmente por el Museo Arqueológico del Banco Central. También hacen uso de cualquier texto que se haya publicado con estas imágenes.
Los detalles son imitados a la perfección, inclusive les dan el provocando ciertas imperfecciones en la cerámica, antiguo toque como roturas o piezas incompletas o desgastes en los rasgos y textura de bano antiguo obtenida del entenamieto de lapieza en tiena húmeda durante algunos dfas.
El comercio de estas piezas llegó a tener mucha popularidad tanto dentro como fuera del pafs, hasta el punto en que preocupó seriamente, a los funcionarios del Banco Central, quienes decidieron intervenir en la comunidad para reorientar esta práctica. Para ello fundaron el Museo "Hemán Crespo" que funciona pobremente en los locales del Colegio Técnico "La Pila", además han motivado a los artesanos para que realicen también obras creativas, invitándoles a participar en diferentes encuentros, exposiciones y concursos de cerámica creativa. Sin embargo ellos manüenen fuertemente enraizada la actividad de las réplicas, pues es evidente que tienen el respaldo del mercado turfstico.
Otra lfnea dentro de la cerámica en este recinto, -aunque no mayormente desarrollada- es la de los recuerdos para bautizos,.matrimonios, primera comunión, imágenes religiosas, floreros, etc. El mercado para estos artfculos es fundamentalmente Portoviejo, Manta y Guayaquil. Para ello se emplea una técnica más sofisticada que la utilizada para las réplicas, utilizando ya no el barro, sino un derivado del caolín y cociendo el material en homo eléctrico. la diferencia más importante, es que estos últimos son producidos en serie.
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.2.1 Proceso de Producción.-
El bano se obtiene en un lugar cercano a La Pila üamado Santa Rosa. Este se consigue a través de personas que bajan al recinto a vender el barro o de lo contrario el artesano debe ir a recolectarlo personalmente, lo cual no significa ningún esfuerzo extra, pues el bano abunda en cualquier sitio de la comunidad.
El tipo de barro que se obtiene en este sector es el más apropiado, tiene su[rciente plasticidad para el trabajo que se ejecuta. La üerra se la mezcla con agua, se amasa y luego se la deja podrir al sol durante una semana. Mientras más dfas, es mejor la calidad de la arcilla que se obtiene. Entronces el barro está listo para usarlo. a
Para elaborar las réplicas y las obras creativas se hace la figura a mano, sólo la cara tiene un molde. Una vez realizada la pieza se deja secar al sol el tiempo suficiente que requiera lapieza, esto depende de la intensidad del sol y del tamaño del objeto -dos o tres
seco, entra en un homo de leña que consiste en un agujero cavado en la tiena donde se coloca la leña como combusüble y se lo cubre con la misma tiena. Para quemar adecuadamente el barro se necesita temperaturas de 600 a 700 grados centfgrados. El tiempo que se deja la pieza en el horno y la combustión con leña determina la coloración del objeto. Después se pule y si es necesario se lo vuelve a quemar hasta obtener el color que se le quiere dar.
dfas-. Bien
7.3 Barrilerta y nnelerta
La elaboración de barriles, pipas, toneles, tinas, es una labor que cubre las necesidades de un importante grupo de consumidores de este sector. Aunque se ha tratado de darle un maüz atractivo para el turista, aún se las sigue utilizando para su finalidad original. tiempo se viene realies suficientemente uso zandO este trabajo, pero aparentemente su No
se puede precisar desde hace cuánto
Las réplicas arqueológicas de intervención del Banco Central.
La Pila que provocaron la
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antiguo como para haber cubierto las necesidades que ahora nos brinda el plástico. Especialmente en lugares apartados donde es diffcil acceder o es inexistente el agua entubada y demás innovaciones de la tecnologfa modema. Por la caracterfstica de ser un trabajo que se realiza en madera, la rama de banilerfa deberfa pertenecer a la carpinterfa, pero üene sus especificidades.
La principal condición para el éxito de la fabricación de estos artfculos es la de utilizar la madera que sea impermeable, cualidad que con bondad ofrece el palo de muyuyo -cordía lutea-, mismo que se encuentra en los alrededorcs de Montecristi, en las zonas de montaña o en Jipijapa, Julcuy y cerca de Portoviejo. Además se utiliza el pechiche, guachapelf y laurel, dependiendo del tipo de trabajo, el artfculo que se va a fabricar y el uso que se le va a dar. Sin embargo para el artesano que trabaja en esta rama, si se va a destinar para la recolección de agua, opina que el muyuyo es el mejor. Se da fácilmente como planta silvestre, nunca escasea, sólo en temporada de inviemo pero no porque deparezca la planta, sino porque es imposible ingresar a las zonas donde crece, debido a las malas condiciones del camino en esta época del año. Otra de sus virtudes es su ductilidad y suavidad para trabajarlo y no es caro, cuesta $3.000 los 100 palos.
Actualmente la actividad se ha cbncentrado en Montecristi urbano, existen 8 a l0 talleres, no hay mucha competencia; más bien esta la hacen los artfculos de plástico que han venido a invadir el mercado. Aún asf, atienden demandas del sector -especialmente en épocas de cosecha de café- y de algunas provincias de la Siena, especialmente Imbabura, donde se venden estos artfculos en las ferias.
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7.3.1 Proceso de Producción
Los palos de muyuyo vienen en atados y miden aproximadamente 50 cm., a estos primero hay que "cantearlos", es decir pelar la cnfteza,luego se realizan los trazos para cortar las piezas que van a formar el banil. Las piezas son curyas y se deben cortar con serucho y pulir para que puedan ensamblarse unas con otras. Después se une las piezas -cada una tiene más o menos seis o siete cm. de ancho-, y se asegura o "azoca" con una cinta metálica que se llama "suncho", la misma que se elabora en el mismo taller. A conünuación se hace el "rebajo", es decir se igualan las piezas armadas por dentro, para ello se usa el machete. Para la base -o tapas-, una si es pipa, dos si es banil se cortan cinco, seis y siete tablas- segtin el tamaño del barril-, y se las coloca en forma exagonal. Se junta con clavos de dos puntas y se traza sobre estas una circunferencia que debe corresponder a la medida que se repite exactamente seis veces en el borde interior del barril.
Luego se corta con sem¡cho dicha circunferencia. Se coloca la base. Esta debe calzar perfectamente para
evitar
que se filtre el agua; para esto, se afloja los sunchos, se coloca la base y se les vuelve a asegurar.
Para el acabado, se nivela la superficie exterior, ayudados por una herramienta que se llama "guilleta". Primero se hace el rebajo en forma vertical, luego en forma horizontal. Finalmente si se desea, se baña el banil en bamiz y se pinta de negro los sunchos.
Un banil de 50lts. cuesta en el mercado $4.000,00, para éste se ha invertido $2.000,00, en material y queda de ganancia los $2.000,00 reslantes. Se obtiene una ganancia lfquida de aproximadamente $30.000,00 en un mes.
Los muebles de miembre son, después del sombrero de paja
toquilla, la artesanía más conocida.
El mayor éxito de esta especialidad es que el artesano puede hacerle casi cualquier diseño. Sólo tiene que llevarle el catálogo.
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Son talleres de tipo familiar y se emplea la fuer¿a de trabajo exclusivamente masculina, por ser ésta una actividad que demanda
esfuezo ffsico. 7.4
Hoialatería
La particularidad de este trabajo consiste en el aprovechamiento de las latas de desperdicio, sean de insecticidas, desodorantes, conservas, etc. Con ellas se elaboran candiles de uso casero.
El proceso de producción de estos artfculos es bastante sencipuesto que la parte industrial se aprovecha de éstos deshechos, llo, de tal manera que sólo resta cortar y darle el acabado correspondiente. Algo de suelda, un mechero y en ocasiones una agarradera. Estos candiles tienen muy buena venta. Se usan en los lugares apartados de la urbe, donde no se dispone de energfa eléctrica. Ceneralmente aumentan las ventas en época de cosecha de café, puesto que grandes cantidades de trabajadores deben desplazarse por
varios dfas a lugares donde no se dispone de infraestructura necesaria.
La actividad se ha concentrado en Montecristi, aquf existen dos talleres , que pertenecen a la misma familia, que abastecen el mercado de Portoviejo. Los candiles por ser de consumo popular también tienen un precio popular. Cada uno cuesta entre cien y ciento cincuenta sucres y tienen el mérito -para el artesano- de que poseen una vida limitada, entonces la demanda es pennanente. Además de esta lfnea de productos, se dedican en menor esca-
la a la elaboración de homos para asar verde -que han tenido muy buena acogida-, baldes, ralladotes, etc.
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75 Lacabuya La cabuya o ógave americano, es una planta silvestre que
se
da principalmente en terrenos húmcdos dotados de buen regadfo y de clima templado o cálido.
Existen algunas clases de cabuya, la más usada para las labores artesanales es la clsal, que se cultiva en la zona del litoral, particularmente se sembraba en las jurisdicciones del Cantón Montecristi, Manantiales y Chonillo. Para que la planta rinda de mejor manera, es decir para que sus hojas sean más grandes, es necesario sembrarlas cuidando cierta distancia entre unas y otras, con el fin de que las espinas de la una no lastimen a la planta vecina y pueda extenders€ lo más posible. De ahf que se recomienda que para su cultivo se debe sembrar a una distancia de tres metros entre Sf y de dos metros de calle a calle.
La planta se da con bastante facilidad. Su mayor virn'rd es que resiste fuertes variaciones de clima y no es necesario dedicarle mayores cuidados. Se la puede sembrar en semilla, retoño o brotes. Para utilizar sus hojas es necesario esperar cuatro años, Se la puede sembrar cada arlo y tiene un ciclo de vida de diez. Pese a las facilidada, ou, presta esta fibra en estado silvestre, en Montecristi que es su centrc de producción, se puede apreciar una total desaparición de sus cultivos. En parte debido a la sequedad del
suelo, pero también por falta de programas que se hayan preocupado de reforestar o replantar la fibra.
La explotación de la fibra para la labor artesanal.apafentemente tiene sus orfgenes en la época precolombina. Era una tradición elaborar aperos para la navegación -cordeles-. En la época contemporánea, ie dice que fue iniciativa de funcionarios del Banco de Fo¡¡ento quienes en 1956 invitaron a un ciudadano ibarreño, Pedro
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Michelena, para que contrate personal e instale una industria cabuyera. Para esto se contaba con la experiencia del sector de Rfo Bravo, donde un Sr. de apellido Ampuero, habfa instalado una maquinaria y explotaba con bastante éxito este recurso. (Gómez, 1988:24)
Sin lugar a dudas, por ser ésta una región donde se cultivaba con gran facilidad la fibra, se prestaba para su explotación. Lo mismo consideró el SCIAM, por tal motivo uno de sus objetivos fue también el de incluir innovaciones en el campo de la cabuya; inclusive dedicó en sus programas, la forestación o introducción de otras zonas para su cultivo. Finalmente se instalaron algunas industrias en el Cantón, una de ellas, la más importante, se instaló en el sito llamado Chonillo. Una fábrica llamada FIBRA, cuyo dueño era un ciudadano norteamericano quien mannrvo la fábrica por cerca de veinte años. Cuando él decidió vender su industria y pasó a otras m¿ulos, el nuevo dueño no tuvo la preocupación de mantener buenas relaciones con sus obreros, lo cual determinó una huelga cuyo resultado fue la disolución de la fábrica.
A ralz de esto -hace tres o cuantro
años-. la mano de obra quedó libre y cada uno de los obreros, la mayorfa de habitantes de Chorrillo, formó su propio taller; de ahf que cada casa del poblado sea un núcleo de producción. 7.5.1 Proceso de Producción
Debido a la escasez de materia prima en el scctor, es necesario adquirir la fibra a través de,intermediarios, que la traen de la Provincia de Imbabura, Otavalo. Actualmente el costo de la cabuya desfibrada es de $12.000,00 el quintal.
El üpo de artfculos que se fabrican tiene mucho que ver con la infraestrucfura de la que dispone el taller. Asf por ejemplo un taller
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bien equipado con todos los implementos se dedica a fabricar "sacas" para café. Quienes no poseen más que su fuer¿a de trabajo, se dedican a confeccionar cordeles. En ambos casos la fabricación de
arlculos decorativos
es una tafea extra.
En el caso de los talleres, que es la modalidad común en el Chonillo, se emplea fundamentalmente la mano de obra familiar especialmente de mujeres y niños-, inclusive en temporadas altas se requiere de la ayuda de los (as) vecinos (as) a quienes se les paga un diario. Principalmente se requiere un telar a pedal, una urdidora y una bobinadora, máquinas bastante sencillas de fabricación casera movidas por electricidad o con motores de combusüble. Una vez comprada la cabuya se la tiene a secar al sol, con lo cual se reduce considerablemente el peso del quintal. Una vez seca, se forman manojos de una libra cada uno y se les unta cera para luego "peinarlos" sobre una tabla de madera que tiene colocada en la parte superior un juego de clavos de 6 a 8 pulgadas cada uno, sobre los cuales se azota la fibra para irla desmenuzando. De esto sale una fibra delgada y fácil de urdir, luego pasa a la bobinadora donde las mujeres van formando los hilos de la cabuya y los van envolviendo en carretes grandes. Esta labor la hace una máquina de dos trenes que contiene ocho carretes que van girando mecánicamente mientras la persona van envolviendo los hilos con sus dedos.
Una vez formados los canetes pasa el tendido de los hilos a la urdidora (un sistema complejo de más o menos cien carretes de hilo de cabuya colocados en una estructura de madera de diez cafretes de largo por diez de ancho), desde donde sc organizan los hilos para envolverse en unos carretes grandes de madera (1 metrc de ancho
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por 25 cm. de'diámetro), desde donde pasa finalmente al telar para tejer las sacas.
Diariamente se produce entre cuarenta y cincuenta sacas que se venden a $600,00 cada una. Pero generalmente se comercia la tela por metros a personas que se dedican exclusivamente a terminar las sacas y negociarlas con las exportadoras de café en Manta.
La producción de cabuya tiene también sus viejos antecedentes, al parecer corre igual suerte que la paja toquilla, aunque esta tuvo siempre mucha menos importancia.
La fibra en 1.614 se utilizaba principalmente para la elaboración de jarcias (cordeles) usados en los navfos; para 1.747 la producción de pita torcida (similar al cordel) era de 70.000 lbs. (Dueñas, 1983: I
l8)
7.6 Artesanía en bejuco (mimbre) Desde siempre el bejuco se mantenfa como fibra destinada a la tejedurla de canastas, tradición que se mantuvo hasta hace muy poco, pero ha ido cediendo espacio ante la utilización de la fibra para la fabricación de muebles de "mimbre" y ante la cada vez más aguda carestfa del material de la zona.
El bejuco -mal conocido como mimbre- es una planta trepadora que se da en las zonas cálido-húmedas del Litoral, especfficamente en ecosistemas de selva. Es la rama joven descortezada del arbusto de la familia de las Salicácias. Anteriormente esta planta abundaba en la Provincia de Manabf especialmente en Calceta, Junfn, Chone, El Carmen; pero por efectos de la misma sequía por la que atraviesa la Provincia y por la tala indiscriminada de los bosques, prácticamene se ha extinguido.
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Para aprovisionarse de la materia prima, cl tejedor de bejuco, debe contactar con comerciantes que traen la fibra desde Chontaduro (Provincia de Esmeraldas), lo cual incide dircctamente en el costo del
producto.
El quintal de bejuco en la actualidad cuesta $6.000 sucres del cual es sólo aprovechable el 25-3OVo, ya que se debe comprar el paquete cerrado y el material viene mezclado con lodo y ramas, que en el proceso de secado que tiene que realizar el tejedor, deben ser deshechados.
La escasez de la fibra por una parte y el alto costo de la misma por otra, ha incidido directamente en el diseño de los muebles, pues el artesano prefiere tejer aquellos que requieran de menor cantidad de fibra para bajar los costos. Para contrarestar en parte éste problema, muchos artesanos han optado por realizar tejidos en otas fibras, sqa en mocora (que no siempre es útil para todos los diseños que se realizan en bejuco), sea en plástico o hasta en una imitación de mimbre que es elaborada con
cartón torcido (en Quito).
Sin embargo de ello, aún existen en Montecristi urbano. Por apreciaciones de los mismos artesanos, se calcula que existen alrededor de 300 maestros dedicados exclusivamente a ésta tarea. A ello habrá que añadir aquellas personas que uabajan como operarios tanto en la parte de estucturas metálicas como en el tejido mismo. Además se deberá incluir la participación familiar, que sigue siendo un sustento importante de la producción artesanal de esta nma"
Al parecer, de acuerdo a los antecedentes con los que se cuenta, el trabajo de los muebles de mimbre, se inicia hacia fines de la década de los cincuenta con la promoción del SCIAM, lo cual por una parte abrió un gran campo de producción artesanal, tan importante que hasta hoy en dfa, pese a la escacez, sigue siendo el sustento
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de muchas familias; pero el uso intensivo de la fibra y la ninguna consecuencia de la explotación indiscriminada de la misma, ha provocado su actual crisis.
Coincide, a juicio de los entrevistados, que la escacez de la fibra empieza desde hace ya unos veinte años y hasta el momento no existe preocupación alguna ni de organismos privados, ni estatales para corregir el desabastecimiento.
Sin embargo estos artesanos mantienen la llnea de trabajo, aunque para ello tengan que elevar constantemente los precios, con la gran ventaja de que existe un público consumidor que pese a ello, siguen comprando estos muebles. 7.6.1 Proceso de Producción
El proceso tiene dos momentos, cl primero que es el trabajo de cenajerfa para la fabricación de estructuras metálicas y el segundo que es el tejido propiamente dicho. Para el primero se debe adquirir varas de hierro, sea en Manta
o en Portoviejo. Los precios varian. de acuerdo al tamaño y al grosor de la varilla. Por ejemplo un tubo de 314 y 6 metros cuesta $1.700,00, una de l2 metros y de 8-10 mm., cuesta $1.250,00. Es conocido que el precio del hierro es muy variable, especialmente durante los últimos años ha ido en un proceso irrefienable de aumento de precio. Para la construcción de la estructura metálica se requiere de las siguientes herramientas: una soldadora, soplete, transformadores, dobladoras v herramientas menores.
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Te¡zsa Vósquez B.
Este es el proceso básico para la elaboración del mueble, pues
de esto depende en parte la calidad del producto, -durabilidad, cualidad estética y diseño-.
Para la creación del modelo se siguen principalmente las indicaciones en un catálogo -si es que se trata de un pedido especial-, de lo contrario la producción normal se b¿sa en algunos modelos que ya han provado su popularidad en el mercado, es decir el tfpico diseño tropical: mecedoras, juego de comedor para jardfn, juegos de sala y algunos artfculos decorativos como bares, porta-revistas, etc.. Para el tejido se utilizan las siguientes herramienus: tUeras para cortar las esterillas, punzón para abrir o apretar el tejido, podadora para cortar los metales, martillo liviano usado para los montantes, cuchillo de hoja rfgida para cortar hebras gruesas, taladro con varias brocas y escofina cuando el trabajo es sobre madera. De acuerdo al modelo y a la superficie donde se aplique el te-
jido, este puede variar de estilo. Asf tenemos el compacto (para tejidos llanos), calado (transparente), esterillado (pimienta), gufas o montantes, hebras para envolver (liar labores). El tiempo que se emplea para la fabricación del mueble, depende de la cantidad de personal con el que se cuente. Para la soldadura y fabricación de la estructura metálica por lo general se demora un dfa y de un día a dos para cl tejido de un juego básico de muebles de sala.
Los principales centros de comercialización son Quito mercado de Santa Clara- y Guayaquil. Además hay una pequeña cantidad que se negocia en el poblado especialmente para cubrir la demanda de los turis¡as y de clientes de Manta y Portoviejo. Muchos talleres han optado por tener bajo su control el aspecto comercialización, para con ello excluir la participación del intermediario. Para ello el primer requisito es contar con un vehfculo -
Artesanía de ¡nanabl
camioneta- que facilite el transporte para lo cual se necesita cierto nivel de ingresos.
Artesanía de manabí
101
vur LAS RELACIONES DE PRODUCCION
En cuanto al tipo de población que se dedica a estas tareas, cabe resaltar que exist€ un alto porcentaje de mujeres, en particular a nivel rural y en las especialidades que requieren el trabajo de tejido
(paja toquilla, cabuya, mocora, mimbre). Muy en especial
se
dedican al diseño y fabricación de artfculos decorativos y de moüvos navideños -en el caso de la paja toquilla- y en general en tareas que no entrañan mayor esfuerzo ffsico.
La tarea del tejido se desanolla en los momentos de descanso, cuando ha cesado la actividad del hogar o de la agricultura. Estos son los momentos propicios inclusive para integrar al trabajo a los niños -en la tarde después de su jomada de estudio-, lastimosamente, a pesar de que estas tareas forman parte de su socialización, en la mayorfa de casos es abandonada una vez que los niños se convierten en jóvenes. Sus padres prefieren que se esfuercen por obtener alguna profesión que sea más rentable que la del artesano, 1o cual pone en peligro de desaparición a csta nof;le actividad. se obtienen las respuestas a la hijos pregunta sobre si sus continuarfan con la labor de los padres. Ellos contestan que prefieren que busquen otros medios de subsistencia. En sus palabras:
Ello se corrobora, cuando
r02
Teresa Vósquez B.
Antes yo decfa: porqué no enseñarel trabajo a los hijos?, pero ahora nre doy cuenta que ellos necesitan aprender otro oficio. Ahora vcmos cómo se sufre y cómo escasea Ia materia prima. Llegará un momento en que ellos ya no tengan con qué
trabajar y tienen que dcf'cnderse en la vida. "(Manuel Mantuano).
Los hombres adultos por el contrario, gracias al apoyo de sus mujeres e hijos, se especializan en diferentes fases de la producción a la que dedican pocas horas del dfa, pues la mayorfa del tiempo lo dedican a la agricultura y al comercio tanto de productos artesanales como agrfcolas. Como se puede apreciar la base de producción es la fuerza de trabajo familiar. La modalidad de talleres -como forma organizada
de producción que incluye cierta infraestructura y el contrato a operarios- es más caracterfsüca de los sectores urbanos. Prácticamente se ha eliminado la modalidad de aprendices de taller, como tradicionalmente se usaba23.
En el caso del sombrero de paja toquilla se ve una mayor complejización de las relaciones sociales, dadas las condiciones del proceso que implican varias etapas que van desde el blanqueado de la paja hasta los acabados del sombrero, para las que se cuenta con sus respectivos especialistas.
Artesanfa de manabl
103
IX LA ARTESANIA COMO ELBMENTO MEDIADOR DE IDENTIDAD
Luego de haber revisado los procesos, cabe llegar a la interpretación de su función para probar la hipótesis fundamental de este trabajo, de que la artesanfa es un elemcnto mediador de identidad denuo de la realidad.socio-cultural de Montecristi.
Como se habfa propuesto en la Metodologfa, de todo este material, que era necesario detallarlo para tener una idea del contexto artesanal del Cantón, en primera instancia, se eligieron las tres ramas artesanales sobre las cuales se ejercitará el proc'eso de anáIisis sugerido, estas pertenecen a las categorfas: artfstica, en decadencia y mediadora de identidad (Éplicas arqueológicas de La Pila); utilitaria, en decadencia y mediadora de identidad (Baniles de muyuyo); artfstica, en recuperación y mediadora de identidad (sombreros y juguetes de paja toquilla). En el marco teórico se sugirió que existen dos momentos en la determinación de las ldentidades a través de la artesanfa. Laprimera que se afirma en la oposición o relación con un otro diferente que ratifica las especificidades del grupo; y la segunda que es interpretar la identidad del otro para construir la suya, de acuerdo a intereses preestablecidos, es decir la "etnicidad reconstrufda".
Así, aplicando las dos posibilidades a los casos elegidos, podemos observar que los momentos propicios de aplicación se encuentran, para el caso de afirmación de identidad, en el proceso de
Teresa Vósquez B.
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producción del objeto artesanal, en la medida que éste reproduce o no los parámetros culturales del grupo que lo crea. Para el caso de la etnicidad reconstrufda o recreación de su identidad para el otro o el extraño, en el producto terminado y el consumidor al que está dirigido, lo cual le permite en cierta manera exito en el mercado.
Asf, analizando caso por caso tenemos que en cuanto a las manufacturas en paja toquilla y sus dos especialidades: la 'Jugueterfa" y el sombrero, primero existe un fuerte sentimiento de participación y pertenencia de los ejecutores de las distintas fases, en el producto acabado, y segundo, se üene muy bien identificado el tipo de consumidor para el que se destina la producción. Tomemos como ejemplo el sombrcro de paja toquilla. El proceso de producción se ha dividido en varias etapas de que las se encargan personas distintas. Una persona seca la fibra y la procesa, otra teje y por fin llega al acabador que es quien se relaciona con el intermediario final para la venta al por mayor o directamente con el consumidor en su taller.
Esta división del proceso, aparentemente harfa que en el transcurso se vaya perdiendo el factor de identidad (como pertenencia al grupo) que puede tener la creación artesanal para el artesano que domina todo el proceso. Sin embargo, es interesante observar que en esta división lo que se logra es extender a más actores, hasta a aquellos que realizan las tareas más humildes, la coparticipación en el objeto acabado. De esta manera se puede apreciar que, en desmedro de perderse el factor de identidad de tejedor, se reproduce, permitiendo además que al utilizar los desperdicios de la fibra del sombrero, puedan convertirse en productores de objetos más pequeños, pero aquf si, acabados, derivando nuevas lfneas de especialización artesanal.
Artesanía de manabí
105
Además es preciso anotar que de todos modos, estas personas que no son dueñas del producto final, también reclaman su nivel de participación o "autorfa", impresa en el tipo de tejido, la calidad y la armonfa del trabajo semiterminado. Este es el caso de las tejedoras.
Naturalmente, de esta generalizaciÓn se debe exclufr a los intermediarios, cuya actividad comercial es un ámbito bastante diferente del que se pretende enfocar en este estudio.
Para la segunda posibilidad, es decir para la creación de una imagen para el extraño o "etnicidad reconstruida",las tejedoras entregan al "acabador" un tipo de somblero base, sin una forma definida. Este paquete una vez en sus manos, se destina a diversos conductos de comercialización. Uno es a través del intermediario que dirige los sombreros acabados y en serie a distintos almacenes, locales, nacionales o en el extranjero. La otra modalidad es la de vender en el propio taller a donde acude el comprador aficionado en busca de algo original y más barato. En este caso se le recompensa con un gesto galante de permiürle escoger el tipo de sombrero que prefiera eligiendo el modelo que más le agrade, para lo cual consultan un catálogo generalmente de pubücaciones extm¡:tjeras-.
Esta modalidad ha permitido que los "acabadores", puedan identificar los gustos que se ponen de moda en el mercado y por lo tanto los que serán más vendidos. También les ha permitido ejercitar una habilidad para identiftcar el tipo de personaje que requiere el sombrero y con ello el modelo que mejor le sentarla de acuerdo a sus caract€rfsticas ffsicas y finalidad. Aquf se evidencia la pericia con la que estos artesanos manejan la imagen del ot¡o y a través de esta, la de sf mismos, plasmada en el ejercicio de una relación cara a cara con el comprador en la que se pone en juego no sólo su arte de "acabar" el sombrero, sino, el arte de identificar a las personas.
TercsaVósquez B.
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Todo esto en el marco de un intercambio social en el que cada sujeto ocupa su lugar. Cualquiera que incurra en una contravención de los códigos, las maneras y las reglas, desequilibra la relación e incomoda a uno de los dqs interlocutores. Por lo general a quien esté más sujeto a la normatividad, que en este caso a no dudarlo será el artesano. Será muy raro encontrar un artesano que use el tipo de sombrero que fabrica para la venta. En todo caso, empleará uno de dis-
tinto diseño y de calidad igualmente diferente. Por lo general el campesino de Montecristi utiliza uno elaborado en mocora (paja gruesa a manera de cintas) de estilo "cow-boy", que no es para la venta.
Otro ejemplo nos brinda el trabajo en la lfnea de producción denomlnada'Jugueterfá", e¡i la que se produce toda clase de figuras' sfmbolos y evocaciones propias de cada fecha, considerando que ninguna de estas es realmente para uso de ellos mismos, es de suponer que están fabricadas para un determinado tipo de consumidor.
Ello se hace más evidente cuando por simple observación se puede notar que ninguno de los hogares comunes de Montecristi utilizan estos adomos para tales fechas. Lo más probable es que por ejemplo, en Navidad en estas casas se encuentre nacimientos construfdos con figuras de yeso o plástico pero no de paja toquilla. En estos ejemplos podemos apreciar claramante las dos lfneas
de interpretación propuestas. El artesano, para lograr un mayor éxito en el mercado, ha utilizado el gusto y las costumbres del turista local promedio y hacia ello orienta su producción. Ha creado una estética, una imagen y una calidad de producto vendible pero no representativo de sus tradiciones o cultura.
Artesanla
d¿ ¡nanobl
LO7
Para sl'mismo guarda el conocimiento, la habilidad' la destreza de la técnica del tejido y la utiliza para identificarse como gremio y como tejedores expertos.
F;nla cerómica de l^a Pila econtramos un proceso algo a los de la paja toquilla. Fundamentalmente este consiste en que pese a que el uso de la técnica de la cerámica no es una habilidad heredada de sus más inmediatos predecesores, si 10 es de un pasado más remoto como el de las culturas preincásicas, aunque de ello ya no exista memoria, perc tenemos sus vestigios, como prueba de su existencia.
distinto, conformado por otros componentes
Esto es fácil comprobarlo. [¡s habitantes de esta parroquia tienen la fama de "huaqueros", debido a que en su tenitorio permanentemente se encontraban piezas arqueológicas desperdigadas por
el camino. En un principio el negocio fue vender las originales. Luego surge la idea de reproducirlas de la manera más exacta posible.
En sus palabras: ... en la zona se han encontrado innumerables piezas arqueológicas c¡lturas prehispánicas, muy cotizadas en el mercado, especiálmente para turistas, luego se pensó que podrfa ser un buen ingreso hacer las réplicas. (Luis Quijije, ceramist¿ de La Pila)
En este proceso de perfeccionamiento, se convierten en diestros artesanos que manejan a la perfección la técnica de la cerámica, con el aval de que para su trabajo recogen su herencia histórica autóctona de la que se han re-apropiado por necesidad, lo que se expresa en el manejo de los colores y los diseños que habfamos mencionado anteriormente.
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Es interesante observar la destreza y seguridad con la que describen estos detalles al entrevistador. Asf por ejemplo en el manejo del color:
Uno sabe bien que la cultura Manteña es color negro, la Chorrera es color café y asl por el estilo. Hay también una Jama Coaque, Bahfa, según las culturas.
Aurque sn algunos cÍlsos esta actitud haya rayado en suponer la ingenuidad del ot¡o, como lo demuestra el siguiente texto: Estas pasaban como auténticas (las réplicas), hasta que, según los relatores, un dfa se les ocunió hacer el busto de Don Eloy como pieza arqueológicay por supuesto cayeron en el engaño.
Observando esta actitud, algunas instituciones involucradas en el área arqueológica, vieron que ello no resultaba muy ético: el vender estas piezas como originales constitufaun engaño al comprador y una burla al patrimonio cultural. Pese a la ceruura que ello pueda metecer, para nuestro estudio
resulta el mejor ejemplo para definir el manejo de la imagen del ot¡o para reafirmar la identidad del grupo. Al fabricar estas ñguras demuestran una suficiencia en el conocimiento tanto de las caracterfsricas de la cerámica precolombina, de la técnica que emplean, asf como también del mercado turfstico y los gustos del extranjero.
A ello habrfa que sumar el hecho de que es un proceso de reapropiación de su pasado histórico para enfrentar el presente.
Es el caso de una artesanfa aftfstica, en recuperación, y mediadora de idenüdad grupal en el sentido de apropiación de su patrimonio histórico, del manejo y suficiencia en los detalles de estas piezas y en la idea que se hacen del comprador ingenuo que quiere creer en la autenticidad de esta artesanfa exótica que de ninguna manera desmerece la habitidad de estos artesanos.
Artesanla,
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Finalmente tenemos el caso de los Baniles de muyuyo. Aquf contamos con algunos elementos de identidad grupal, que refiere al subgrupo de los hombres del hogar. Este es un arte heredado desde generaciones atrás. Al ser un trabajo que requiere del trabajo duro de los artesanos desde la recolección de la madera hasta el azoque de los baniles, es de hecho una tarea de hombres.
En esta práctica artesanal, aún se mantiene la estructura de taller familiar, en la que los hijos aprenden del padrc y ayudan en el trabajo.
Contrariamente a 1o que se aprecia en las dos prácticas anteriores, en la fabricación del barril no existe un dominio del gusto del consumidor. Al contrario, parecerfa ser que se vio envuelta en la "fiebr€" del resurgimiento de la artesanfa montecristense.
Hay algunos elementos que nos llevan a afirmar esto. En primer lugar porque entre el banil destinado al uso cotidiano de los lugareños y aquel que se expone en las vitrinas de los almacenes, sólo media la diferencia de que éste (el turfstico) es bamizado y üene una llave (o grifo), y probablemente está elaborado con una madera menos noble que el "muyuyo", el resto es exactamente igual. En segundo lugar es interesante apreciar que, la expectativa de los mismos artesanos que se dedican a esta rama, no se encamina a la venta de los barriles en las boutiques artesanales de Quito o Guayaquil, si no en las Ferias de Otavalo o Saquisilf. Este es un caso en el que podemos ejemplificar el fuerte sentimiento de identidad del grupo hacia su interior -los hombres-, y horizontalmente, hacia un grupo de consumidores que tienen las mismas necesidades y status económico que ellos. Concluyendo que es una artesanfa de carácter utilitario, que se halla en decadencia debido al desplazamiento de la que es objeto por la invasión de los plásticos, y que es además ratificadora de identidades hacia dentro del grupo y de manera horizontal con grupos similares.
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TercsoVó.squcz B,
Como habfamos anunciado asnteriormente, la selección consideraba aquellas ramas artesanales que representaban el grupo de objetos utilitarios, en recuperación y con claros rasgos de enajenación del objeto artesanal con respecto a su creador. En esta cla-
sificación habfamos ideritificado: la fabricación de muebles de mimbre y la elaboración de tela de cabuya.
Revisando los respectivos procesos de producción, podemos encontrar como primer rasgo que permitirfa ratificar la condición señalada, el que se evidencia un distanciamiento entre el producto y el artesano. En ambos casos debido a la caracterfstica de "serialización" de la producción. Esto es la fabricación idéntica de grandes cantidades de objetos, con el mismo diseño y proporciones.
La originalidad y las posibles variaciones que se pueden en_ contraren los muebles de mimbre, porejemplo, prcvienen del cliente que hace su pedido exclusivo al taller, siempre bajo el modelo de un catálogo. La creaüvidad del artesano no entra en juego sino como "habilidad" para reproducir de Ia manera más exacta lasolicitud del comprador.
En el caso de la tela de cabuya, este aspecto, la creatividad, evidentemente no se encuentra en el objeto producido, aunque si en las adaptaciones técnicas que han realizado para poner en funcionamiento equipos que alivianen el trabajo manual, es decir en el proceso productivo y no en el objeto en sf mismo. por ejemplo aquella innovación del telar de pie, que pese a que exige un gran esfuezo físico del operario, permite obtener resultados más eficientes que con el telar de mano. Estas dos ramas artesanales tiene en común que su origen se debe a la intervención del scIAM en los años 50. como se habfa señalado, EI scIAM trata de recuperar algunas prácticas artesanales
Artesanía de ¡nanabl
111
de los lugares donde intervino, con el fin de darles cierto rdsgo atractivo para el mercado de exportación.
Asf fue en el caso del mimbre y la cabuya. Materia prima que para entonces existfa abundantemente en la zona y que con esta intervención, que no consideró el agotarniento y empobrecimiento de los suelos, creó especialización artesanal con un futuro incierto. Pero además esta intervención tiené otra caracterfstica. El objeto final que se obtiene, no posee un referente simMlico - cultural, su finalidad es rendir económicamente.
Sin embargo, no por ello podemos afirmar categóricamente que en el trarucurso de estos 40 años, el grupo de tejedores de mimbre y cabuya, se han constitufdo en un grupo diferente al de los tejedorcs de paja toquilla. Existe un elemento comtín en el fondo de estas actividades aparentemente distintas, pero que en realidad, no refieren una misma habilidad y condición: tejedores. Es asf que, nos vemos en la necesidad de relativizar la posición extrcma de la clasificación realizada, con lo cual est¿mos cuestionando nuestra hipótesis principal. Es decir, pese a que encontramos en este tipo de artesanfa aquel distanciamiento que se constituye en el rasgo principal de enajenación y que constatamos que es una artesanfa de üpo uülitario, no podemos afirmar categóricamente que deje de ser una actividad que excluya a estos artesanos del gremio. Todo lo contrario, al sentirse poseedores y al ser portadores de una habilidad y conocimiento heredado y desanollado en la práctica cotidiana, permite mantener r¡n fuerte nexo con aquellos otros miembros de la misma comunidad que se dedican a tareas más "artfsticas" y simbólicamente más ricas.
Esto podemos encontrar expresado en los testimonios ¡ecogidos durante la investigación, como el que citamos a continuación
ttz
Teresa Vósquez B.
que pertenece a Don Eudoro Palacios, antiguo dirigente artesanal,
especializado en la fabricación de muebles de mimbre y actual director del Insütuto Artesanal "Anfbal Palacios", quien nos dice:
En ¡elación al sentimiento de pertenencia al grupo de artesanos, heredado de sus padres y ratificado en una vasta experiencia de años:
Tengo 55 años en esta actividad, por ser vna herencia. Vengo practicándola desde los 8 años, mis padres eran artesanos... Aquf en Montecristi desde nuetros primeros padres se cultivó el arte de la paja toquilla mundialmente conocida por sus sombreros que por descuido de los gobiernos de tumo llegaba al resto del mundo con el nombre de "Panama Hat". En estos párrafos se puede percibir claramente el sentimiento de pertenencia por origen común, que se remonta históricamente a "...nuestros primeros padres". Además resalta, el reclamo de propiedad sobre el sombrero de paja toquilla, como el objeto más preciado de su identidad. Igualmente el sentimiento de Identidad resalta cuando el entrevistado refiere las cualidades más sobresalientes de su actividad. Por ejemplo, el siguiente testidronio: Porque nosotros consideramos que esa habilidad del artesano para plasmar en obra de arte la materia prima, la consideramos wt patrimonio, porque la consideramos muy rurcstra, muy propia... @l subrayado es nuestro) Se vuelve a evidenciar la calidad de herencia,-de patrimonio, de propiedad sobre aquellos conocimienúos y habilidades aprendidas desde niños y que en su momento constituyeron el contenido fundamental de su socializrciÓn
Artesanía de manabí
113
Este es un aspecto que de todas maneras preocupa a la mayor parte de artesar¡os, quienes sienten además que están perdiendo esta noble herencia y que se encuentran desprotegidos e impotentes frente a la abatida de la crisis económica y social que les espera a sus hijos, quienes tendrán que enfrentar la vida sin el respaldo de la herencia cultural que les ha permitido contar, casi por nacimiento, de una forma digna de subsistencia. Sobre el tema se expresan asf:
...siento que nosotros no podemos batir retirada porque tenemos la obligación de ver, tenemos nuestro mandnto tntimo d¿ nuestro corazón que nos dice que tenemos
que darle a las nuevas generaciones nuestras experiencias ...quercmos que no se pierda la artesanfa en Montecristi. El texto antes citado es elocuente. El sentimiento de estar perdiendo, en nuestro términos, un importante mediador de identidad de los habitantes de Montecristi, pone en peligro el futuro de este pueblo, de los hijos de los artesanos. Es el fin de su herencia y orgullo natal.
Artesanlo
115
d¿ ¡nanabí
vru CONCLUSIONES
Después de haber reseñado los pmcesos de producción de las artesanfas de Montecristi, podemos concluir que, los factores de identidad presentes en el producto acabado u objeto artesai-rai, son varios. Entre otros podemos señalar los siguientes:
1.
En el conocimiento sobre técnicas y estrategias para el cultivo de las fibras. De lo expuestro se deriva que existe una suficiencia en el manejo de las técnicas y cultivos, además de una carga cultural expresada en las estrategias, adecuaciones y creencias para optimizar su rendimiento.
2.
Igualmente dentro de la problemática del cultivo, se evidencia también, la preocupación que los artesanos expresan, al saber que las fibras se hallan en vfas de extinción total. Con ello comprobamos asf mismo que se encuentra latente el sentimiento de perder algo fntimament€ relacionado con su forma de vida.
En el proceso de producción en sf mismo, conclufmos:
l.
Que si bien el pmceso de pmducción -especialmente del sombrero de paja toquilla- se ha segmentado, esto no
ha influenciado negativamente en el sentimiento de
TeresaVósquez B.
116
identidad de los sujetos que participan en las diferentes fases. Al contrario, al parecer se ha dado un proceso de multiplicación de factores a través de los cuales los artesanos se ven como autores de la obra acabada.
2.
Aquf también podemos constatar el dominio que los artesanos demuestran en el manejo de las técnicas para
obtener determinado tipo de producto. Por ejemplo saben que la finura del sombrero -que se expresa como el meta-objetivo de su trabajo- depende de la calidad de la fibra y de la destreza del tejedor, asl como de la habilidad del acabador, entre otros de los "secretos" para
lograr el mejor resultado. Es un conjunto de identidades compartidas en el objeto artesanal último. 3.
Sobre este mismo aspecto es interesante resaltar la atmósfera de misterio que se siente al entrevistar a uno de estos artesanos. Por lo general guardan con mucho celo aquellas "maflas" o "secletos", de tal manera que el entrevistador entiende, sin mayor explicación, que es
un ámbito en el que no debe penetrar. Es un sentimiento de respeto a esta clase de "intimidad" o "pudor". En el ámbito del mercado:
1.
El mercado es otro de los elementos que actúan como catalizador de identidad. En ese caso se expresa en el conocimiento que posee el artesano para brindar el producto que va a tener éxito o al menos "el que tiene más salida".
Por ejemplo, fabrican un sinnúmero de artfculos que üenen que ver con las fechas festivas del año, cuando se perñla un mejor mercado. Pero no se encuentra ninguna de estas artesanfas adornando los hogares de las elrdora.s.
Artesanía
2.
d¿ manabí
El tipo de trabajo que
tL7
se obtiene:
color, forma, tamaño,
etc., expresa asf mismo un agudo conocimiento que posee el artesano de su potencial consumidor, lo cual sólo nos demuestra que al momento de fabricación tiene una imagen muy clara de lo que se quiere decir con estos objetos y el tipo de consumidor que los va a adquirir. Por ejemplo el aspecto de rusticidad que se maneja tanto en los juguetes de paja toquilla como en los barros de La Pila, quieren responder a la avidez de lo éxotico que caracteriza al turist¿ extranjero. 3.
El caso que nos permite contrastar lo dicho, es el de los barriles de muyuyo. Aquf contrariamente a Io que sc ha podido ver en las otras ramas, no existe ese conocimiento sobre el gusto del consumidor. Aparentemente, con los baniles se ha suscitado otro proceso en el que no se puede percibir esta adaptación de los diseños para el mercado. Larazún más probable para ello es el hecho de no haber sido objeto de la intervención del SCIAM.
Pero esto no quiere decir que en este caso la artesanfa deje su papel de mediador de identidad. Por el contrario, la identidad se revierte al interior del grupo -los hombres, y horizontalmente, hacia un grupo de consumidores que tienen las mismas necesidades y status económico que ellos.
Por otra parte, se observa que la,tradición se va perdiendo poco a poco; los más jóvenes ya no continúan en el mismo trabajo. En este sentido podemos presenciar un proceso de alienación o enajenación de los miembros más jóvenes de la comunidad, quienes, al ver que la actividad ya no les permite una subsistencia digna, buscan otras piofesiones más rentables.
r18
TercsaVósque B.
Llegando a las conclusiones de carácter general, apuntamos las siguientes: 1.
Se corrobora la hipótesis. de que la ,Artcsar¡fa es una mediadora de Identidad que se halla vigente y que se demuestra en sus contenidos, parámetros de referencia social y cultural que permiten el sentimiento de pertenencia y coparticipación de los miembros del grupo a su comunidad.
2.
Por otra parte, se puede concluir que el objeto anesanal cumple con las dos funciones de identidad. Esto es que en diferentes momentos de su producción cumple con su rol de afirmar la identidad del grupo cultural que las produce y en ofto seadscribe cualidades que el "otro" espera encontrar en esta.
3.
Finalmente se puede afirmar que contrariamente a una versión más ortodoxa, no estamos frente a un proceso de deculturación, si no más bien de enriquecimiento alimentado por una transformación permanente de las antiguas pautas culturales, en las que se engranan elementos sustrafdos, asimilados o simplemente tomados del otro, para fortalecer su actividad de artesanos y realimentar los contenidos de su identidad.
Noúos
119
NOTAS
1)
GARCIA CANCLIM, Néstor, Las Culturas Populares en el Capitalisrut, Ed. Nueva lmagen, México, 1982, 126.
2)
Conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte. Pericia o habilidad p¡rra usar de esos procedimientos o recursos. (Diccionario de la Real Academia de la l,engua)
3)
Los jefes rrobiándeses intercambian joyas sin valor comercial: brazaletes de cobre, conchas, colla¡es, mismos que siguen una trayectoria ci¡cular, algunos de ellos de Este a Oesre y siguiendo los otros el camino inverso. (EMA, 1977: 52)
4)
"...conjunto de actividades que concuren a la transmisión de unos bienes por otros nuevos, mediar¡te un proceso de producción caracteri-
zado por la prioritaria presencia de subprocesos tipificados por el predominio del ingenio y la habilidad manual sobre el efecto lransfo¡_ mador de las máquinas y las herramientas, por una limitada dívisión det trabajo y por una agregación del valor predominantemenre atribuída al trabajo humano vivo..." (CONADE, Banco Cenrral; 1979: 76) El
subrayado es mfo.
5)
Ello en vista de que para la mayoría de a¡tcsanías, el éxito de su venra es precisamente la particularidad culrural, que en algunos c¡tsos _si no en
todos- ha llegado a un estancamiento creativo, cuyo resultado es la serialidad y poca originalidad.
ó)
...comunidad que: l. en gran medida se autoperpetúan biológicamente
2. comparte valores culturales fundamentales realizados con unidad manifiesta en formas culturales 3. integra un campo de comünicación e interacción 4. cuenta con unos micmbros que se identifican a sí mismos v son identificados por orros y que constiruyen una caregofía distinguiúle de otras carcgorías del mismo orden. (Barth. 197ó: ll)
Artesonía de manabí
120
7) 8)
Op. cit. Término al cual nos referiremos en extenso posteriormente. "...es el resultado de la abolición de las diferencias la subordinación de un tipo común de los rasgos propios de cada comunidad." (García Canclini, 1982: 129)
e)
Típico:
l0)
Se ha utilizado el término "et¡nicidad reconstruida" para denotar las identidades étnicas que han surgido en respuesta al tu¡ismo. (MacCanell, 1988: 209)
1l)
MacCANELL, Dean, "Turismo e identidad cultural", en: TODOROV' Tzvetan, Cruce de Culturas y mestizaje cultural, Juca¡ Universidad, Madrid, 1988, pp. 207 -227.
r2)
Entre comillas, porque, tal revalorización está dada desde otros parámetros que los de la cultu¡a a la que pertenece el objeto artcsanal, de esa manera se Íata entonces de autentificar para el turista, algo que es normal para el creador. Este reconocimiento al parecer scria inne-
cesario.
l3)
En la Costa, al igual que en la Sierra se prcsenta un proceso de minifundización similar. Ello se evidencia en el ¿umento del número de las unidades eri el estrato de 0 a 5 Ha., que crece en un ll57o a partir de la expedición del decreto l00l en el año 1970. El promedio de extensión estl entre e123 a 1.9 Ha. (Fanel y Da Ros, 1983: 92)
t4)
Pureza va entre comillas, dado que se quiere destacar lo relativo de la afirmación. Es indiscutible que los mismos grupos indígenas se han visto expuestos a un fuerte mestizaje racial y cultural, desde el mismo
momenlo de la colonización.14) Con el término'iuguete" se alude a todo tipo de artículos menores, generalmente decorativos, tanto en paja toquilla como eri cabuya.
l5)
Con el término "juguete" se alude a todo tipo de artículos menores,
ló)
La Región es el nexo de unión, la continuidad y discontinuidad de la con la lociedad compleja. En ella se ven'represenados los
generalmente decorativos, tanto en Paja toquilla como en cabuya'
"omunidud esquemas formales y no formales del conjunto maclo que permite caracterizar al universo de estudio particular: Montecristi.
l7)
Ver Mapa de la Provincia en anexos.
121
Noúos
18)
INEC. Censo Agropecuario de
1954, citado en Gilda Farrel, El Acceso a
la tierra del campesino ecuatorian¿t, Mundo Andino, 1983, Quito.
l9)
En 1970, después del autogolpe de Velasco lbarr4. se expidió la Ley de
Abolición del Trabajo Precario en la Agricultura (decreto 373), la misma que estipulaba que los campesinos, que mantenían bajo tenencia precaria una parcela, estaban en capacidad de solicitar la expropiación de la misma. Esta L,ey fue complementada con un instrumento legal destinado a conferirle mayor dinamismo. Se trataba del Decreto l(X)l que declaraba de utilidad pública y sujetas a expropiación e inmediata ocupación, todas las tierras destinadas al cultivo del attoz, que estuviesen explotadas por Precaristas. (Velasco, 1983: 89)
20)
Ver Mapa artesanal en Anexos
2r)
Ver Mapa artesanal en Anexos
22)
Las causas para la extinción de la industria dcl algodón fueron: el comercio abierto con España y el paso obligado por Salango, lo cual facilitaba el contrabando. (Pérez, 1965: 28 en Op. cit., pp'20)
23)
Los aprendices, eran generalmente jóvenes que trabajaban en los talleres de los maestros obteniendo como única remuneración los conocimientos que podrían asimilar durante su práctica.
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