Pronombres y Adjetivos Es simplemente imposible hablar de los adjetivos sin hablar de pronombres. La relación entre ellos es clara, a partir del momento en que, dependiendo de la frase, las mismas palabras serán una cosa u otra. Vamos a empezar a estudiar estas palabras por los llamados posesivos
POSESIVOS Los posesivos en español son los siguientes: MÍO – MÍA TUYO – TUYA SUYO – SUYA NUESTRO – NUESTRA VUESTRO – VUESTRA
MÍOS - MÍAS TUYOS - TUYOS SUYOS - SUYAS NUESTROS - NUESTRAS VUESTROS - VUESTRAS
Lo que ocurre es lo siguiente: Si tenemos una frase así: El perro mío es muy malo.
La traducción de esta frase es: O cachorro meu é muito mau.
Pero nosotros en español no usamos ese tipo de construcción, con el posesivo después del sustantivo, a menudo. Lo que se suele usar es el posesivo antes del sustantivo. Pero entonces tendremos que aplicar en el posesivo una regla llamada APÓCOPE. Esta regla tiene por objetivo “cortar” una parte del adjetivo justamente cuando este se antepone a un sustantivo.
Ejemplo: El perro mío es muy malo. Cuando ponemos el adjetivo posesivo delante del sustantivo reescribiremos la frase de esta manera.
Ejemplo Mi perro es muy malo. O sea, hemos cortado la letra “O” y el acento. Lo mismo va a pasar con los posesivos TUYO, TUYA, TUYOS, TUYAS, SUYO, SUYA, SUYOS, SUYAS.
Sus formas apocopadas serán: TU (para el masculino y el femenino) TUS (para el masculino y el femenino), SU (para el masculino y el femenino), SUS (para el masculino y el femenino). ¡OJO! Los posesivos NUESTRO Y VUESTRO y sus respectivos femeninos y plurales no sufren apócope.
Pero cómo un adjetivo puede volverse un pronombre? Un adjetivo se volverá un pronombre cuando este tome el sitio de algo o alguien.
Ejemplo: La casa de Juanita es azul. Pues la mía es blanca.
En este caso el posesivo deja de ser un adjetivo y se vuelve en un pronombre, pues en la frase que está empleado, se refiere a la palabra casa.
INDEFINIDOS
En esta parte de indefinidos vamos a detenernos en los más importantes, que son: UNO, ALGUNO, NINGUNO, CUALQUIERA. Las palabras alguno y ninguno sufren apócope delante de un sustantivo, masculino y singular. Ejemplos: No hay ningún libro encima de la mesa. ¿Hay algún coche en el garaje?
La palabra UNO no sufre apócope en ningún caso, pues ella siempre asume la forma de un nombre.
Ejemplos: Ella amó a uno y a otro. Cuando uno es ama, es feliz.
La palabra cualquiera sufre apócope delante de todo tipo de sustantivo, incluso en su forma plural.
Ejemplos: Haré cualquier favor que me pidas. Cualesquier personas que digan la verdad, están en el camino de la paz.
Buenas clases!
