UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES ESCUELA DE SOCIOLOGIA DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
Optativa de: Luís Cabeza.
Ensayo sobre:
Del “Pensamiento económico de la CEPAL” al “análisis sociológico de Cardoso y Faletto” sobre América Latina.
Profesor: Jorge Peña Participante: Br. Ricardo Pérez. c.i: 6.319.649.
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Se considera en los análisis de Cardoso Faletto y en “El pensamiento de la CEPAL” 1 que ha partir de 1880 el mundo entraría en un procesos de transformación e integración económica que se caracterizaría entre otras cosas por la División del Trabajo Internacional, la culminación de la libre concurrencia de mercado y una alta diversificación del modelo productivo en general. Dentro de esta nueva “normalidad” propio de la evolución del sistema capitalista –– ahora mundial ––, América Latina pasaría a integrarse definitivamente como un continente que aportaría materias primas al sistema 2 mundial. Dentro de otros aspectos se distingue también que los grandes países industrializados se hayan conformado al mismo tiempo como procesadores de dichas materias primas y por ende, la situación o relación económica entre países centrales y países periféricos se concretaría como un proceso de intercambio desigual. La libre concurrencia del mercado también culminaría al ser mayormente los países desarrollados los que producirían para el siglo XIX 7/8 de la demanda mundial de productos 3 en general, controlando así mas del 40% del mercado mundial y dando fin a la libre concurrencia, logrando simultáneamente una alta diversificación de la producción, abarcando todas las esferas de productos industriales de la demanda mundial y quedando América Latina relegada a una función de dependencia económica que fuere posteriormente indicada en las teorías de Cardoso y Faletto como el continente surtidor de materias primas. Así la nueva ubicación estructural del continente dentro del mercado internacional se definiría seguidamente y en consecuencia en la especialización y la dependencia de la exportación de bienes primarios (El pensamiento de la CEPAL; 4), donde la relación de precios entre los niveles industriales y primarios conformarían una desigualdad de intercambio que desmejoraría notablemente las condiciones económicas de la región. En este sentido la lógica a saber sería doblemente problemática para el siglo XX, la escasa tecnificación empleada para la elaboración de bienes básicos entraría 1
“El pensamiento de la CEPAL” Varios autores. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1969, ver: Introducción: “La evolución del pensamiento de la CEPAL”. 2 Tanto la CEPAL como el análisis de Cardoso y Faletto coinciden con este enunciado. 3 La afirmación es de Lennin en el Imperialismo como la fase superior del capitalismo.
en diferencias directa con los precios y los altos niveles de tecnificación de los productos traídos desde los países centrales, los cuales se reflejarían finalmente en el valor agregado que deriva de los procesos de transformación de materias primas en general; por la otra parte, los altos niveles de importación de alimentos y bienes favorecerían que la demanda interna creciera a un ritmo más violento que la oferta. Las palabras más alusiva a ésta situación quizás las conseguiríamos en la frase siguiente: “Cuando se habla de economía en América Latina no se debe de olvidar que aquí los caballos van siempre detrás de la carreta” 4 . Como vemos, la exclamación de un especialista y conocedor del tema advierte de la existencia de una estructura que por su conformación histórica se caracteriza por tener una estructura de naturaleza inflacionaria, porque no sólo prevé que en alguno de estos países como Venezuela la población haya crecido al ritmo del desarrollo de los medios de producción de los países centrales, sino que al mismo tiempo; la relación de intercambios se resumiría en un continente que vendería materias primas para comprar productos acabados con una alta diferenciación entre los precios finales. Como vemos, los efectos de esta relación desigual se harían sentir de inmediato en las balanzas de pagos, ya que la tasa de crecimiento de la demanda de divisas sería siempre mayor a la tasa de ingresos (El pensamiento de la CEPAL). Pero hasta aquí los asuntos marcharían de una forma que se viere modificada fuertemente por los hechos históricos de la crisis del capitalismo mundial en 1929, la segunda guerra mundial y por nuevos aportes teóricos sobre la situación de América Latina que reclamarían mayor especificidad explicativa. Con una nueva situación que afecta la demanda interna de los países centrales y la demanda del mercado en general, la propuesta del conocido “Pensamiento Cepalino” sería tratar de volver a la normalidad al sistema trastornado por los efectos de la II guerra mundial. Así con una demanda mermada por los destrozos de la guerra en Europa, la situación para América Latina sería depresiva al ver mermada al mismo tiempo las exportaciones de
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La afirmación la he leído en diferentes textos de economía del economista Domingo Felipe Maza Zavala (1922)
materia primas y la escasez de productos importados. Esto por supuesto ofrecería la oportunidad de intentar lograr suplir las necesidades internas con producción nacional y para lograrlo; sería necesario buscar en los países periféricos un modelo productivo sustentado en el crecimiento hacia fuera y en la diversificación del modelo productivo (CEPAL). De este modo las políticas se orientarían ha tratar de lograr el crecimiento económico con una mayor diversificación del aparato productivo nacional y tratando de alcanzar un nuevo nivel de transformación estructural asentado en la industrialización (CEPAL). Todas esta situación procrearía una complejización mayor de la relaciones de dependencia, puesto que al tratar de lograr una independencia del consumo de bienes básicos se canalizarían capitales para la adquisición de tecnologías producidas en los países centrales, floreciendo de inmediato una nueva situación de dependencia tecnológica y un desarrollo industrial precario pero de mayor presencia que lo conocido en décadas anteriores. Con esta nueva situación orientada a buscar el desarrollo como el producto o devenir de la industrialización, crecería el nivel de ingresos de la población y se dispararía el consumo interno, obligando finalmente a los medios de producción en general a encontrarse incapaces de satisfacer los nuevos niveles de la demanda del mercado interno y colocándolos en una nueva situación inflacionaría que golpearía otra vez el ámbito económico de la región. La fórmula que explicaría ésta nueva realidad sería que a mayor tecnificación del aparato productor nacional y aumento de la demanda del mercado interno sería posteriormente mayor desempleo y menor fuerza de trabajo empleada que quedaría desplazada por la evolución de los medios de producción, acarreando simultáneamente la escasez de divisas, nuevos problemas con la balanza de pagos y una fuerte y marcada dependencia tecnológica que no fuere otra cosa que la complejización de nuevas relaciones disímiles entre centro y periferia. Frente a esto, la dependencia lejos de desaparecer se incrementaría y tecnificaría logrando mayores grados de dominación de los países centrales sobre los países periféricos. Esta realidad no solamente cuestionaría el modelo de sustitución de importaciones, sino que reclamaría una explicación mas acabada de la problemática aún sin resolver.
La imperiosa necesidad de explicar el fracaso del modelo de sustitución de importaciones reclamaría nuevas generalizaciones teóricas que dieran luz al problema y profundizaran la problemática con otra visión y otras perspectivas. La tesis fundamental sería sustituir o completar el análisis estructural economicista de la CEPAL por un análisis sociológico complementario que permitiera ver el desarrollo como un proceso social más que un único proceso estructural económico, en el cual se lograría conociendo un supuesto cúmulo de relaciones sociales subyacentes que se ocultarían detrás de las estructuras económicas (Cardoso y Faletto) Sin embargo; explicar los problemas económicos de la región serían enmarcados hasta finales de los años 50 por la visión desarrollista de la CEPAL y vistos como un problema producto del subdesarrollo único de la estructura económica de América Latina. Esta concepción teórica sería después de 1950 reconducida y sustituida por la modernización del modelo primario exportador con la transferencia tecnológica, desarrollo hacia fuera y crecimiento hacia dentro, así el comercio internacional sería la oportunidad para que América Latina se insertarse en una nueva situación económica mundial (H. Sountang). Como vemos, la nueva perspectiva de la CEPAL sería orientada por el cambio y se conocería finalmente como la “teoría de la modernización” que buscaría a toda costa la contraparte del primer modelo primario exportador expuesto con este nombre por Cardoso y Faletto. La nueva visión CEPAL buscaría saber como son las estructuras sociales en América Latina y como funcionarían sus grupos sociales. Así a partir de 1955 se evidenciarían nuevos problemas a saber sobre el tema mismo de la absorción de tecnología que se conocería porque la periferia transfiriera el fruto de su nueva estructura tecnificada de producción mientras que los países centrales retenieran el suyo. La modernización del modelo primario exportador quedaría por ello sometida a la “teoría ricardiana de las ventajas comparativas” donde la necesidad de aumentar la producción se traduciría finalmente en aumento del ahorro, ya que sin acumulación no habría desarrollo; pero estas interpretaciones y sus sugerencias para alcanzar el objetivo dibujado por el efecto demostración de los países desarrollados fracasarían igualmente y sería quizás en palabras de Prebish que se comenzara ha
sospechar que la estructura social guardará en su intimidad el origen de todos los problemas. Frente a esto, los análisis dieron sus primeros resultados al evidenciar la existencia paralela de dos estructuras 5 , la moderna y la colonial, sabiendo previamente que no menos paradójicos sería también la existencia o resistencia cultural entre los dos modelos. Vemos entonces como en este punto álgido de la teoría y de la realidad, el problema del desarrollo sería altamente influenciado por la coexistencia de dos modelos o la existencia de un híbrido que no tiene explicación con la traspolación de fórmulas teóricas originadas en los países centrales. El dualismo estructural haría referencia a la vieja dicotomía entre “comunidadsociedad” propuesta por Tönnies (Cardoso y faletto; 12) e ilustraría parte de esta realidad. Por lo tanto, el cambio estructural estaría determinado en parte por las relaciones de fuerzas y clases sociales quienes fueren los que impondrían un tipo propio de dominación (Cardoso y Faletto), así que el proceso de desarrollo estribaría así mismo en el tipo de integración social de las clases y grupos que obtestarian los medios de producción y que los condicionarían inicialmente bajo un principio de clase. Las acotaciones en este sentido indicarían además la poca participación directa de las masas en las decisiones políticas y su poco o baja participación en el capital social. 6 Pero las teorías de Cardoso y Faletto aportarían más anotaciones dignas de considerar que por razones de espacio no expondremos sino de forma parcial aquí. Por ello las relaciones de clases y las luchas por el control interno de la economía tendrían varias condicionantes letales que requerirían mayor especificidad en las explicaciones teóricas. La primera haría alusión a que dichas clases estarían condicionadas por los recursos naturales de cada país y por la organización social de las clases con respecto a estos recursos, por lo tanto, la inclinación por dar explicaciones sobre el continente llegaría a su fin o exigiría mayor nivel de especificidad. La segunda: que las clases sociales tendrían relación directa con el 5
Se conoce como análisis tipológico: sociedades tradicionales y modernas Pág. 11 en Cardoso y Faletto. 6 Norbert Lechner al versar sobre la Crisis hegemónica del Estado en América latina consideraría que la solución a dicha crisis sería por medios del aumento del capital social. 1981.
mercado externo, con las clases dominantes de los países centrales y que de aquí dependería los cambios y las luchas por el surgimiento de nuevas clases que ostentarían el poder en los países periféricos. Tercero, que las trasnacionales vendrían a dominar y a conformar una situación de anclaje en el continente con gran influencia económica y política en los países periféricos y su función sería también la obtención de materias primas y explotación de mano de obra barata. Los procesos económicos en este sentido quedarían explícitos bajo un enfoque que hace referencia a los procesos sociales y a la intercesión teórica donde el poder económico se expresaría como forma de dominación social (Cardoso y Faletto: 20). La posibilidad del desarrollo de América Latina permanecería guindada a los nexos y la dinámica de distintos aspectos de la realidad socioeconómica. Pero aún así, los procesos económicos quedarían dependiendo del mercado externo limitando las posibilidades de decisión y autonomía en el continente. Por ello las decisiones en el continente estarían relativamente determinadas por cada país en particular y por cada relación entre grupos de países centroperiféricos de orden coyuntural que requieren revisiones y análisis más concretos de cada situación en particular. Entre otras acotaciones, los procesos de relación entre clases y agentes políticos o actores sociales del orden económico y político se entrecruzarían y mezclarían según intereses condicionados por el orden económico mundial, así que los actores del proceso productivo pasarían a ser gestores de la empresa extranjeras limitando el aspecto económico nacional a la producción agrícola o minera y a la producción casi exclusiva de esos rubros para satisfacer las demandas del mercado interno. Esta relación social de actores económicos y políticos quedaría igualmente relacionada por las alianzas y estrategias que se conformarían entre clases que generalmente determinadas por las relaciones entre el mercado interno y el mercado externo que controlarían los nódulos del desarrollo económico. Por estas razones la transición entre clases y entre estructuras daría origen a momentos coyunturales propios de un período de transición que mediarían entre un tipo de sociedad y la otra. Igualmente se encontraría aquí el por qué en algunos países de América Latina y las razones histórico sociales aquí expuestas explicarían cómo los grupos exportadores
nacionales impusieron y controlaron el mercado nacional llevando al sistema productivo a la monoproducción, pactando en algunos casos con otros sectores exportadores que compartían el poder económico, sin embargo, el análisis de Cardoso y Faletto haría hincapié a que el proceso hacia el progreso y la dependencia transitaría evidentemente por la conformación de las clases propietarias de medios de producción y de las clases obreras que aparecen simultáneamente con este proceso de industrialización tardía; pero que cualquier avance hacia el desarrollo debería pasar por un proceso de trasferencia de los centros de decisión y un cambio en las relaciones políticas entre los países centrales y los periféricos, así vemos como los fundamentos teóricosmetodológicos del análisis de Cardoso y Faletto conducirían a que la solución del problema –– como afirmamos anteriormente –– de la dependencia y el desarrollo se hallaría por el conocimiento de la dinámica interna capaz de determinar un crecimiento auto sustentado con transferencia de los centros de decisión (Cardoso y Faletto).
Bibliografía y textos consultados:
“América Latina y el Nuevo Escenario Internacional” Luís Maira, Revista mexicana de Política Exterior Nº 31 Verano de 1991. “Dependencia y desarrollo en América Latina” Fernando Enrique Cardoso y Enzo Faletto. Siglo veintiuno Editores. “Duda/ certeza/ crisis” La evolución de las ciencias sociales en América Latina. Heinz R Sountang. UNESCO, Editorial Nueva Sociedad. 1989. “El pensamiento de la CEPAL” Varios autores. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1969. Norbert Lechner; Estado y política en América Latina, México, Siglo XXI, 1981.