Abdoulaye Gueye (Caritas Gipuzkoa): “Nada ... - Cáritas Gipuzkoa

En lo que a Laguntza Etxea se refiere, ¿cuál es el perfil de personas que actualmente acuden a vuestro centro? Siendo un centro abierto, el perfil de la persona atendida es amplio. La configuración de Laguntza Etxea es interesante para personas sin hogar debido a que contamos con un comedor social y una lavandería.
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Abdoulaye Gueye (Caritas Gipuzkoa): “Nada podríamos cambiar si no somos capaces de soñar, orar y proyectarnos hacia un mundo mejor y más justo” Es el asesor jurídico de Laguntza Etxea, el centro de atención de personas inmigrantes de CARITAS GIPUZKOA. Abdoulaye Gueye (Dakar –Senegal– 1968) habla claro. No se muerde la lengua. Mientras aplaude las iniciativas sociales de la ciudadanía que apoyan a colectivos en delicada situación humanitaria, observa que la Unión Europea (UE) ha perdido el rumbo en relación al tema de las/os refugiadas/os. Tras repasar la realidad de Laguntza Etxea a lo largo de la crisis, elabora una receta a base de fe, amor, compromiso y esperanza para construir un futuro más justo. El pasado 19 de marzo se celebró la marcha anual que une Trintxerpe y San Sebastián. ¿Cómo lo valora? La jornada ya es una tradición que llevamos celebrándola desde hace bastante tiempo. El lema de este año, los refugiados, es la cruda actualidad. Este tipo de actos siempre son positivos porque ayudan a exponer y visibilizar ciertos temas o derechos. Los terceros jueves de cada mes, la plaza de Gipuzkoa acoge ‘Los Círculos del Silencio’. La iniciativa ha cumplido un año desde que comenzó a andar en San Sebastian (la idea surgió en Francia en 2007). ¿Hay quién piensa que estas actividades son como clamar en el desierto? Puede que no les falte razón pero nada podríamos cambiar si no somos capaces de soñar, orar y proyectarnos hacia un mundo mejor y más justo. Iniciativas como ‘Los Círculo del Silencio’ son necesarias para, gota a

gota, ir calando en la conciencia colectiva, el compromiso y la solidaridad para lograr un mundo más justo. Recientemente se ha cumplido también un año del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía en relación a los refugiados. ¿Hay algo que celebrar? Este tipo de decisiones de políticas/os insensibles y alejadas/os de la realidad social son de marcar en el calendario. Y cada vez que llega la fecha recordarles y recordárselo a la sociedad porque significan un retroceso en nuestra idea de los valores fundamentales de la Unión Europea (UE). En relación al tema de las/os refugiadas/os ¿cómo está la situación de las personas que decidió el gobierno central admitir a lo largo de la península? ¿Cuántos ha acogido Gipuzkoa? Primero tenemos que pensar en los que el Gobierno decide no acoger por no entrar en sus planes: africanos del sur y del norte en situaciones, a veces, dramáticas. Asiáticas/os con los problemas derivados de varios conflictos de los que los medios de comunicación hablan poco. América Latina con los problemas de desplazadas/os, las victimas del crimen organizado ante la pasividad de los estados cada vez más débiles... La situación en el Mediterráneo tiene las dimensiones de la mayor catástrofe humanitaria. El acuerdo con Turquía hace que las personas que protege el Derecho Internacional estén en “terreno de nadie”. Lejos de los focos de los defensoras/es de los Derechos Humanos. Y para colmo, los compromisos adquiridos por los países miembros de la UE se han convertido en promesas no cumplidas deliberadamente. España no escapa de esta realidad. Los incumplimientos de los acuerdos de reubicación no suponen ningún tipo de sanción o reprimenda. Además, la acogida, en sí, es un problema porque entra en una peligrosa dinámica temporal. La acogida, en sus diferentes fases, es de un máximo de 2 años (año y medio: tres fases de seis meses cada una con posibilidades de prorroga). Luego los poderes públicos se desentienden del caso. Ciclo cerrado. En relación a las plazas disponibles exclusivamente para refugiadas/os en Gipuzkoa, la Cruz Roja gestiona 24 en Donostia, en cuatro pisos de

titularidad municipal. Dispone además de 18 plazas en tres pisos en Eibar, convenidos con el Ayuntamiento de la localidad, y otros 16 en Arrasate. Por su parte, CEAR (Comisión de Ayuda al Refugiado) Euskadi cuenta con 16 plazas libres en tres pisos en Gipuzkoa preparados para acoger a refugiadas/os. Hasta el 6 de febrero de 2017, Gipuzkoa había recibido a 98 personas refugiadas/os de diversas nacionalidades. Los datos globales de España ilustran la situación. A fecha de enero del presente año, 979 personas han sido acogidas por España en relación con los compromisos de reubicación y reasentamiento de la UE, que incluyen la acogida de 17.337 solicitantes de asilo antes de septiembre. CEAR lamenta que España haya acogido a menos del 6% de los refugiadas/os de lo que se comprometió. En lo que a Laguntza Etxea se refiere, ¿cuál es el perfil de personas que actualmente acuden a vuestro centro? Siendo un centro abierto, el perfil de la persona atendida es amplio. La configuración de Laguntza Etxea es interesante para personas sin hogar debido a que contamos con un comedor social y una lavandería. Pero además, ofrecemos otros servicios como trabajo social, pisos de acogida… A estos servicios básicos acuden mayoritariamente africanos del norte y del sur. Tenemos una muestra más homogénea de personas de Europa del Este, América Latina y Asia. La novedad es que entre las personas que llegan a Laguntza Etxea existe una fragmentación en dos extremos: muy jóvenes -entre 18 y 25 años-, y cada vez más personas mayores de 45 años. ¿Ha cambiado el perfil de personas que se acercan a Laguntza Etxea respecto al comienzo de la crisis? La crisis en sí no ha cambiado el perfil, ha hecho que se acerquen más personas de los colectivos habituales. Pero también que aquellas que ya había culminado su proceso con nosotras/os hayan vuelto a vincularse para comenzar a hacer el camino de nuevo. ¿Cuáles son las demandas más habituales que atendéis? Comedor, lavandería, alojamiento… Temas como manutención o ayudas económicas son una constante. ¿Qué futuro les auguras a las personas que acogéis en Laguntza Etxea? Ojalá tuviera dotes de adivino. Como no es el caso, siempre trabajamos desde la fe, el amor y el compromiso. En ellos están los componentes de la esperanza. Así seguramente, saldrá el sol que nos dará aliento a todas y todos. Las personas creamos los sistemas con esfuerzo, sabiduría y abnegación para lograr un mundo más justo, caritativo y equitativo.